Capítulo 2.- Simposio.
Kirito dormía plácidamente en su cama, siendo las ocho y veintiocho de la mañana, faltando relativamente poco para su alarma se escuchara.
Sin embargo, el destino le tendría pensado algo diferente. Desde el cuarto de Eugeo, que se ubicaba a un lado del suyo, se podía escuchar un redoble de tambores y violines.
Lo primero que hizo fue cerrar más fuerte los ojos, poniéndose la almohada en las orejas. Eugeo había cambiado su tono de despertador a La Internacional.
Arriba los pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan, y gritemos todos unidos: ¡Viva la Internacional!
-¿Por qué tenía que ser roomie del comunista? -Se preguntó Kirito. -¡Apaga esa cosa, Eugeo!
La alarma fue apagada, se escucharon pasos pesados en el corredor. El muchacho vio una sobra en la parte baja de su puerta. Claramente, eran unos pies.
Abriendo la puerta de la habitación, un muy activo Eugeo se asomó por la misma.
-¿Dijiste algo, camarada? -Preguntó, acomodándose los lentes.
-Olvídalo...
El cuarto del muchacho era más o menos ordenado, teniendo todas sus libretas y libros ordenados en su escritorio. Mientras Eugeo preparaba el desayuno, él se apuraba a acomodar lo necesario para ese día de labores académicas. No pasadas ni tres semanas de clase y ya tenía varios libros de la biblioteca de la facultad en su casa.
Su contrario marxista no quedaba exento de lo mismo, teniendo ya en su estante varios libros de Platón, Lenin y de Gramsci.
Llegando a la cocina, el plato que había en la mesa era...no muy apetitoso, dejando mucho que desear.
-¿Es neta, camarada? -Se quejó Kirito, alzando una ceja.
-¿Qué tiene, camarada? -Eugeo le preparó su desayuno.
-Digo, cuando me toca a mí hacer la comida, al menos la hago bien, no seas mamón.
-Oye, no sé cocinar comida vegana, así que no te quejes. -El desayuno de Kirito era un omelette vegano. Eugeo se preparaba el suyo propio con huevos y queso.
Ambos siguieron discutiendo de forma ligera sobre los desayunos y del por qué el castellano debía de esforzarse más en cuanto a emplatar la comida.
Otra cosa que ambos filósofos a medias discutieron fue el hecho de que Kirito tenía que soportar tener que cocinarle cosas con productos de origen animal...siendo algo repulsivo para él.
Lo curioso es que, mientras esos dos discutían cuestiones de desayunos, Yuuki y Sinon se encontraban en la entrada de la facultad. Por advertencia de la propia Sinon, Yuuki no entró al salón ya que sólo estaban Alice y otro compañero.
Tener que estar sola con su antítesis no le era del todo agradable. Definitivamente, de Yuuki y de Alice jamás saldría una síntesis, siempre serían contrarias.
-¿Irás a la bienvenida, Sinon? -Cuestionó Yuuki. La chica de lentes y de cabello castaño fumaba un cigarro.
-No. Mis experiencias me dicen que no es buena idea. -Sentenció ella.
-Oh vamos ¿Por qué obedecer siempre a tu experiencia?
-Tú irás con Eugeo ¿No? Eso quiere decir que me quedaré sola, me aburriré y no me gusta beber sola ya que me deprime, por lo que tampoco lo disfrutaría.
El argumento, infalible. Yuuki sonrió para disimular su tristeza. No tenía forma de decir o hacer algo.
-¿Y sí vas con alguien? No necesariamente te tienen que invitar a ti.
-Uy sí. -Respondió Sinon, altanera y sarcásticamente. -¿A quién le diré? No hay nadie que me guste y no le gusto a nadie. Y aunque le gustara a alguien, rechazaría ir con él a la bienvenida.
-¿Tu qué piensas del amor?...
Sinon no se esperaba esa pregunta de Yuuki, por lo que se quedó muy pensativa, mirando a los árboles. Su cigarro llevaba la mitad del camino.
-Es algo irracional. La experiencia siempre nos dice que no debemos enamorarnos ya que podemos terminar mal del corazón, deprimirnos y sentirnos despreciados. La razón por la que reivindico tanto a la experiencia es por qué es lo único que me ha servido, no soy muy racional en varios aspectos. En secundaria me enamoré de un chico que me rechazó, pasaron unos meses y volví a intentarlo, pensando que las cosas cambiarían para mi beneficio ¿Qué crees?
-No funcionó...
-En lo absoluto. No funcionó una mierda. Por eso ya no busco enamorarme, mis experiencias me dicen que saldré dolida y quemada.
El cigarro de Sinon ya casi se había acabado, por lo que fumó lo último que tenía, apagándolo contra el poste de la farola y echando la colilla en el vaso pegado a la misma.
-¿Cómo sabes si no has amado y solamente has querido? -Preguntó Yuuki, antes de que Sinon entrara.
-Tch. No me vengas con José José, Yuuki. -Rió ella, entrando a la facultad.
Viéndose desde el estacionamiento, Kirito y Eugeo caminaban, discutiendo acerca...de lo mismo que llevaban haciéndolo todo el camino. Se hacían unos cinco minutos de su casa a la entrada de CU, luego otros cinco de la entrada a la Facultad.
Cómo Eugeo no iba fumándose un cigarro, la discusión era en serio, por lo que Yuuki se sorprendió bastante. En las escaleras de la facultad, el compañero de clases que se encontraba en el salón iba de camino a la cafetería.
Suerte para Sinon que ella no tenía nada en contra de Alice, se llevaban bien, así que no tenía problema. Abriendo la puerta del salón, ella se llevaría una buena sorpresa.
-Buenos dí... -Sinon fue testigo de cómo Alice se empinaba una botellita de vino. Simplemente, sonrió.-As...
-Me descubriste. Menos mal fuiste tú y no un profesor...o la moscardona, que sería casi lo mismo.
-¡¿Por qué haces eso?! ¡Guárdala!
-No te alteres, Sinon. -Sonrió Alice una vez más. -Una copa de vino en las mañanas le hace bien al corazón, además el sabor dulce me causa placer, el alcohol en mis venas ayuda a concentrarme.
-Estás loca... -Se burló ella. -Lo que en realidad hace es darte un falso sentimiento de autoconfianza. Y claro que beber vino causa placer.
Alice se levantó, caminando hacía Sinon, tomándola de ambos hombros.
-Ya deberías saberlo. El vino causa una reunificación del individuo con el todo.
-Por favor no me vayas a besar ¿de acuerdo? -Por el comentario de Sinon, Alice se soltó a reír.
-Podría hacerlo, con eso de que ya los besos no se dan por amor.
El tema del amor era algo que no le gustaba tocar a Sinon ya que era sinónimo de aguantar a alguien que estaría engrose y engrose de que el amor era lo más lindo del mundo. Claramente, eso le fastidiaba un poco.
-No me hables de eso ¿Sí? -Pidió ella.
-Siendo así, ¿Irás a la dionisiaca? -La bienvenida y dionisiaca, eran prácticamente lo mismo. -Será muy placentero: bebida, baile, diversión, risas. Habrá de todo.
-No. No iré con nadie y cuando no voy con nadie, me aburro.
-Puedes venir conmigo. Yo tenía planeado ir, pero...ya sabes por qué iría sola.
-¿Por qué no aprendes de la experiencia? Siempre supiste que él tenía novia ¿Por qué molestarte en intentar si eso te va a seguir lastimando?
-Sólo hace falta cultivar el jardín...cuando los girasoles florezcan, las cosas irán bien para mí. Y tú, ¿con quién has cultivado tu jardín?
-¿Y-yo? Lo mismo me preguntó Yuuki al entrar, y mi respuesta fue...
No pudiendo terminar de hablar, Kirito entró por la puerta, bostezando fuertemente, haciendo una exageración de ruido al momento de sentarse, poner su mochila a un lado de sí y de sacar un libro sobre Escolástica.
Alice simplemente se talló un poco la frente. Sinon vio a aquella representación del Ser con unos ojos que daban a entender que quería matarlo a golpes. Suspirando, ella se controló.
Ambas chicas salieron afuera, lo harían para poder fumar a gusto y de tener cierta privacidad. Cuando las mujeres hablan de amor, es mejor excluir a los hombres de.
No obstante, al pasar por el camino que llevaba al "fumadero" se podía observar que Eugeo y Yuuki se habían sentado en el mismo, dándose un pequeño beso.
Con mayor razón, Alice sintió necesidad de fumar.
-Ya no sé cómo cultivar mi jardín. La tierra es de quien la trabaja, pero la tierra no se deja trabajar. -Lamentó ella.
-Busca experiencias pasadas. Si lo que has estado intentando no te ha funcionado, deja de hacerlo. -Aconsejó Sinon.
-Sí pusiera como preferencia su espíritu dionisiaco a su espíritu apolíneo. Es comunista, ¿Por qué no se puede compartirse el mismo?
-El amor no funciona de esa manera, siempre habrán sentimientos encontrados. Quizá si lo haces pasar por ciertas experiencias contigo se lo empiece a cuestionar.
Sinon no entendía el por qué le daba esos consejos a Alice puesto que se llevaba mejor con Yuuki. No era una buena idea ya que eso acarrearía problemas.
No obstante, Alice se tomó bastante enserio lo dicho por Sinon. Se preguntaba sobre esas "experiencias" y el cómo poder aplicarlas. Dejaría ese tema para más al rato. Por ahora, prefirió fumar.
En los últimos diez minutos de clase, el profesor tomó sus cosas y se retiró, puesto que había llegado temprano, acabado a tiempo y quería darles un respiro a los muchachos tras dos horas de clase de Historia.
Para algunos, esa clase era sinónimo de traerse una almohada y quedarse bien dormidos, o de platicar, reírse y atenerse a los regaños del profesor. Para otros, que eran Eugeo, Kirito y Alice, era una clase interesantísima, debido al valor histórico de cada una de las clases.
-¿Y entonces cómo puedo hablar alemán, profesor? -Preguntó uno de los alumnos.
-Es bien fácil. Sólo necesitas una gramática y un diccionario.
Fácil...quizá no tanto. Según el propio profesor de Historia, aprender árabe era sencillo una vez que se supiera hebreo... ¿? No por nada, él sabía ocho idiomas diferentes.
Kirito y Eugeo se la pasaban ironizando esa situación, diciendo que era súper fácil leer a Platón en griego cuando se tenía un diccionario y una gramática.
El descendiente de republicanos se acomodaba los lentes, sentando a un lado de su buen amigo. Simplemente, sonrió de forma agradable.
Mira ese photoshop, prro :v
Lo que era la dionisíaca se llevaría a cabo para el siguiente sábado, por lo que Eugeo trataría de que su buen amigo fuera a la misma.
-Oye, ¿Por qué no vamos a...?
-Olvídalo. -Sentenció Kirito, interrumpiendo a su contrario.
-¿Eh?... ¡oye, ni siquiera me dejaste terminar!
-Es muy obvio que me pedirás que vaya a la dionisíaca del sábado. Ese tipo de eventos se me hacen una pérdida de tiempo...pensar que habrá gente...música a alto volumen. El hecho de pensarlo me causa escalofríos.
-Eres demasiado apático. ¡Vamos, tienes que ir! ¡Te lo vas a pasar bien!
Ante la negativa de su buen amigo, Eugeo se retiró derrotado hacía la cafetería. Compraría unos cigarros para salirse a fumar ante el pequeño enojo que le causaba su amigo.
No obstante, al entrar en la misma, se dio cuenta que Sinon, Yuuki y Alice platicaban en la misma mesa. Para su extrañeza, Alice y Yuuki no discutían, por lo que una pequeña risa salió de los labios del muchacho. Las ganas de fumar se le habían escapado.
-Estaría bien que vayas, Sinon. Yo iré, también Yuuki. Serías la única del grupo que no fuera. -Disuadía Alice.
-No estén tan seguros, chicas. -Interrumpió Eugeo, desde el marco de la puerta. -Kirito tampoco irá a la dionisiaca, ya que estoy convencido que hablan de ello.
-Hum...¿Por qué no lo invitas? -Propuso Alice.
Ella no respondió, simplemente miró a su contraría con una expresión constante de sospecha. Tras ello, mordió un sándwich que estaba comiendo.
-Kirito no me agrada y no estoy como para arrodillarme ante nadie para pedirle que venga conmigo a una estúpida fiesta de la cual la experiencia me dice que me aburriré.
-No seas exagerada, Sinon. -Sonrió Alice. -No te le vas a arrodillar, eso es un ridículo.
-Y, si tanto es que defiendes la experiencia, ¿nos puedes decir que experiencias has tenido con el bueno de Kirito? -Preguntó Yuuki, en un tono de voz medianamente irónico.
-Estuviste presente cuando ese idiota chocó conmigo y ni siquiera me pidió disculpas. Y tampoco viste cuando traté de conversar con él y me mandó al carajo.
-Por lo que me estás diciendo, excelentísima Sinon, tus pocas experiencias pasadas con aquel hombre te dicen que no deberías acercarte.
-Definitivamente, Yuuki.
-Oye, a mí me dijiste que debía de probar otras formas si el cultivar mi jardín no me funciona. -Intervino Alice, sonriendo de forma maliciosa.
-N-no recuerdo decirte eso. -Ella se veía atrapada en su propia red.
-Siendo así. Grandiosa Sinon, tu que todo lo sabes, y yo que estoy dispuesta a ser tu discípula si me resuelves mis dudas, ¿Qué tanta experiencia se necesita para saber que no te agrada alguien? -Cuestionó Yuuki, sobándole la espalda a su interrogada.
-¡Bu-bueno, yo creo que no falta mucho para que llegue el profesor, me faltó completar su tarea, así que les diré después! -Sinon tomó sus cosas y se fue de inmediato.
Yuuki casi se quería morir a carcajadas. Una victoria más ante un enemigo que no podía hacerle frente en sus interrogatorios. Alice la vio con desprecio, ella odiaba que Yuuki hiciera eso.
Enredar a su contrario hasta llevarlo a la contradicción, de tantas veces que se la había aplicado en algunas discusiones en el ágora (o entrada a la Facultad), es que Alice había tomado mucho recelo de Yuuki.
Lo que más odiaba, eran esos falsos halagos que soltaba al aire: "Tu que todo lo sabes" "Yo que me volveré tu discípula si me convences" "Yo no sé nada, por eso, explícame".
No era muy del agrado de Eugeo cuando se veía envuelto en ese juego...por que representaba una muy segura derrota en alguna discusión que tuviera con Yuuki.
Y, en cuanto a Sinon, era primera vez que se veía arrinconada de tal modo que lo mejor para ella era dar la espalda y escapar. Esa pregunta era, una de tantas que le hacía Yuuki, que en verdad no podía contestar.
¿Qué tanta experiencia necesitaba ella para saber que alguien no le agradaba? Y, en cualquier caso, ¿debía ser experiencia sensible?
Entrando al salón de clases, Kirito se localizaba en su banca, como era costumbre, leyendo en soledad. Observándolo, Sinon se pensó una pregunta más.
"¿Tu qué piensas del amor?"
Aquella situación la ponía en problemas, por lo que prefirió no entrar en el aula, cerrando la puerta tras de sí. Mientras ella iba de regreso a la cafetería, Yuuki caminaba con dirección a la escalera.
Extrañamente, Yuuki se percató que Sinon tenía su rostro blanco cómo un papel. No había escuchado nunca que hubiera fantasmas en la Facultad. Y, en el caso de que los hubiera, nadie creería en ellos al encontrarle al fenómeno una explicación filosófica.
Por la razón que Sinon tuviera su rostro descolorido, Yuuki siguió caminando al ver que Sinon no le dirigió ni la mirada. No se veía mal...pero no necesariamente bien.
Reingresando por la puerta donde había salido antes, sus dos compañeros la vieron, extrañándose de su tono de piel. Eugeo se había parado a platicar con otro compañero que atendía en la cafetería, debido a que tenía "prohibido" hablar con Alice.
-¿Viste un muerto o porque estas blanca? -Cuestionó Alice. Sinon se acomodó los lentes.
-¿Por qué lo dices? No me siento mal. -Ella no era consciente del color de su piel. -Cómo sea, ¿entonces si invito a Kirito, dejarán de fastidiarme?
Ambos muchachos sonrieron. Incluso el muchacho se sentó en la mesa, medio ignorando los designios de su novia.
Ella no se había enamorado del lacónico muchacho, simplemente quería conocer nuevas experiencias. Al final del día, Yuuki pudo tener razón en algo... defendía la experiencia a garras y dientes, dejándola a un lado a la hora de la hora.
-En base a sus experiencias sensibles, muchachos ¿Cómo podría pedirle a Kirito que me...? ¡Rayos, me da coraje pensarlo!
-¿Por qué? -Cuestionario Alice y Eugeo al mismo tiempo.
-Je je. Estamos conectados. -Se rió Alice.
-¡No te distraigas, Alice! Tch, odio tener que invitar a ese autista a la dionisiaca, pero sería extraño que seamos los únicos que no fueran.
-No es autista. Simplemente es...es como un espartano, es muy callado. Malo que no tiene el cuerpo de uno. -Rió Eugeo. -Tampoco es mala copa, al desgraciado no le gusta beber ya que dice que eso lo desequilibra.
-Pues claro que lo desequilibra. El alcohol te nubla el maldito cerebro, eso es cultura general.
-Me refiero a que desequilibra su Ψυχή (Psyche o Psyjé), no tanto así sus acciones. -En realidad, Eugeo era un poco ambiguo usando ese término. En fin, que se refería al alma, estos griegos y latinos complicándose la vida.
-Claro que no. Kirito está terriblemente mal. El vino libera la Ψυχή. El individuo es eso, individuo. Pero cuando toma vino, su alma se libera, volviéndose uno con el todo.
-Eso suena a Marx pero explicado por un alcohólico. Cuando se alcance la sociedad del comunismo obrero, todos seremos iguales y seremos uno solo, así es como llegará el fin de los días.
-¡No se desvíen, por un carajo! ¡No Quiero explicaciones de Nietzsche y tampoco quiero explicaciones de Marx, así que díganme que hago!
-Tengo una idea. -Eugeo se levantó de su asiento, caminando a la puerta de la cafetería. -¡Camarada, necesito que me prestes dinero!... ¡¿Camarada?!
Sinon sintió como si le estrujaran el corazón ¿Por qué Eugeo había hecho tal estupidez? Ahora ella respiraba rápidamente, Alice sonrió, poniéndole una mano en su hombro, tranquilizándola.
Ambos amigos caminaban por el pasillo hasta entrar en la cafetería, discutían acerca del dinero, de si el descendiente de exiliados le debía tanto al lacónico. El pretexto para pedir dinero era para una taza de café, como no podía hacer falta.
Viendo que Eugeo hacía tiempo para que aquello no fuera tan precipitado, Alice le dio un pequeño codazo a Sinon para que reaccionara.
-Oye, Kirito...¿quieres ir a la dionisiaca...co-conmigo? -El tono de voz se notaba era un poco forzado, no siendo mucho de su interés. Todo sea por la experiencia.
-No. No me gustan las fiestas. -Sin más, Kirito emprendía la retirada, pero Eugeo lo jaló de la parte trasera de su playera.
-¡A huevo que quiere ir! Tu arréglate, maquíllate y ve a la dionisiaca, Sinon. Kirito va a estar ahí. -Exclamó. -Ahora vamos al salón a seguir platicando de que es el Ser.
Los chicos emprendieron la retirada al salón. Las chicas...siguieron sentadas en la cafetería, con más preguntas que respuestas.
La experiencia le decía a Sinon que era mejor no ir. La respuesta fue hosca y seca por parte del muchacho, que incluso le quitaron la curiosidad de que anécdotas podría sacar de ir con él a la dionisiaca.
-Estúpido autista. -Se quejó ella, quitándose los lentes para tallarse los ojos con una de sus manos.
-Confía en que Eugeo arreglará todo para el sábado. -Trató de consolar Alice.
-No. Ahora no quiero ir con ese idiota ¿Escuchaste su respuesta? No se iba a molestar en dar una explicación, pensaba en largarse y ya.
-Mira, si es que él va a la dionisiaca, beban un poco de vino...y háganse uno. -Rió Alice de forma coqueta.
-¡No voy a permitir que ese idiota me toque ni un cabello! ¿Sabes qué? ya me enoje, iré a fumar un rato. -Sinon se levantó de la silla para tomar sus cosas. -¿Me prestas encendedor?
Alice se soltó a carcajear, dándole ese fuego tan necesario a su contraria. De forma curiosa, tener cigarros no es lo importante ¡si no con que encenderlos!
Viendo que Yuuki platicaba con un profesor en las jardineras de la academia, Sinon chasqueó la lengua y prendió su cigarro, dándole una fuerte bocanada. Para que su colmo fuera aun mayor, la profesora ya llegaba para impartir clases. Eso fue como un remate, para su muy mala suerte.
Los muchachos discutían de lo recién ocurrido. Eugeo seguía tratando de convencer a su buen amigo de ir a la dionisiaca...pero no lograba sacarlo de ese lugar, no podía lograr que aceptara.
Sería un tema que dejarían para después. Lo importante ahora era poner atención a clase. Siendo un poco para fastidiarlo, el joven marxista escribió en las notas de su celular "Esa tipa quiere sexo" con varias caritas riendo. Claro que el lacónico no se lo tomó a bien, haciendo un gesto de molestia.
Sí Sinon quería sexo...él no. Y no sólo pasaría eso con ella, quizá con cualquier otra chica.
En cuanto a las chicas, Yuuki platicaba con otra compañera de clase, enterándose de lo sucedido en la cafetería. En cierta medida, era algo que la tenía bastante sorprendida. Entre mensajes con Eugeo, ella y Alice planearon una pequeña jugada que debería que tener resultado.
Saliendo de la clase, el muchacho bostezaba, acomodando sus cosas para retirarse. Alice y Eugeo bloqueaban la puerta a propósito, Sinon ya se había retirado y Yuuki se hacía sope en su celular. Todo planeado, ¿Qué podría salir mal?
Tendrían que usar el arma de último recurso...un arma completamente infalible.
-Me enteré de que Sinon te invitó a la dionisiaca y que la rechazaste. -Yuuki se ancló al muchacho tomándolo de uno de los hombros.
-No me gustan las fiestas, y no quiero salir con una chica que casi no conozco. -El tono de Kirito se notaba cansado, pero paciente. Claro que le tenía paciencia a Yuuki, debido a que convivía más con ella.
-¿Pero qué quieres decir con eso?-Con esa pregunta...ya no había marcha atrás.
-Hem, me refiero a que casi no me hablo con Sinon y hemos tenido algunos roses para mal. No sé por qué me invitó.
-Eso, mi estimadísimo Kirito, es algo que no sé. Te recuerdo que yo no sé nada. Por eso mismo, como no sé nada, quiero me respondas ¿Cómo es que encuentras prudente no querer salir con Sinon cuando dices que no la conoces?
-Pues eso...no la conozco lo suficiente.
-A eso me refiero, querido Kirito, tu que seguramente sabes más que yo, ¿No te parecería lógico que, para conocer más a Sinon, deberías aceptar su invitación ya que eso sería sinónimo de entablar conversación, platicar...conocerla?
-Bueno...tiene sentido si lo dices así.
-También, puedes hablar con ella en los días previos a la dionisiaca, así la conocerás lo necesario para saber si sería buena idea ir con ella, ¿No crees?
-¿Segura que no sabes? Para mí que nada más te haces la loca. -Kirito sonrió.
-Sólo sé que no se nada. -Yuuki también sonrió.
Lo que fueron Eugeo y Alice se guiñaron el ojo mutuamente. Con aquella arma tan poderosa, así fuera contra el más parco del salón, funcionaría.
En cuanto Alice le dijo a Sinon que Kirito había aceptado ir con ella a la dionisiaca, no sabía por qué, pero una leve emoción le recorrió su Ψυχή.
Tajantemente, no era φιλíα (Philia, amor), eso que recorría su Psyjé, era el sentimiento de la experiencia sensible, que era su gran método para generar conocimiento.
¿Qué clase de conocimiento le traería esa experiencia con Kirito? Sería una experiencia, no sólo sensible, también sería sensual, en lo que se refiera al sentir. Sí es que, de pura casualidad, ambos bailaban, sentirían el roce de sus manos, el como aquel chico lacónico la tomaría de la cintura, pudiera ser que de la espalda.
De la nada...Sinon comenzó a sonrojarse. Nunca antes había tenido una experiencia sensual...por lo que esa emoción fue llevada un poquito al extremo, casi rozando en el nerviosismo.
______________________________________
F por Dakira, su sacrificio fue más heroico que el del baboso de Eugeo 😢😢 lo que sí, la despedida de nuestro rubio princeso fue más triste y melancólica :'c
Es divertido que esos dos se la pasen peleando, es cómo en el anime :v y para el este cap tome el nombre de un dialogo de Platón donde hablan del amor...y se habló bastante del amor, sobre todo por Yuuki.
Para la próxima semana las cosas se van a poner...interesantes, ya que a partir de ese capítulo se va a centrar gran parte de la historia, así que esperenlo con ganas 7u7
Y si es que hay algún español por aquí, ¡44 años de la muerte Franco! 😎 que bonito es eso :D ¡viva la República Española! Ya llegará el día en que podamos ver la Tercera...
Nos vemos en una semana.
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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