capítulo 17.-φιλεῖν.
φιλεῖν: Fileín (Amor)
Hay dos clases de feria: una es la que todos conocemos, que son juegos, algodones de azúcar, actos de magia, etc. Pero, para los alumnos de filosofía, existe otro tipo de feria que los emociona mucho más que ello.
Se conocería de forma vulgar como "la feria para ñoños" ya que...pues eso, las personas que leen son consideradas "ñoños", algo que es un poco tonto, la verdad.
De forma breve, una feria para ñoños sería una feria de libros. El sueño de cualquier estudiante de filosofía sería encontrar un libro que reúna los mejores escritos de su autor favorito.
Eran las nueve de la mañana. Kirito y Sinon caminaban por el Departamento de Idiomas, el cual se veía desde la ventana del salón de primer y quinto semestre.
-Un Gredos en menos de doscientos pesos, es genial. –Exclamó Kirito, asombrado. –Esto es una ganga.
-Relájate. Hay que saber buscar, no tomes lo primero que veas.
-Entiendo, entiendo. –Kirito siguió buscando en toda la mesa repleta de libros.
Había varios de filosofía y eran buenos títulos. Uno del pensamiento de la antigua Grecia les llamó mucho la atención a ambos, por lo que decidieron comprárselo entre ambos.
Kirito encontró un libro sobre empirismo, por lo que, sin que Sinon se diera cuenta, lo compró, poniéndolo en su mochila de forma rápida. Quería darle una pequeña sorpresa de novios formales.
Se notaba el frío en el ambiente al ser ya invierno, por lo que cuando ambos regresaron a la Facultad, caminaban abrazados, juntos.
Ambos se sonreían de forma amplia, estando satisfechos de su propia insatisfacción. De buenas a primeras, suena un poco contradictorio, pero cuando se piensa que, por la mera insatisfacción que les dejaba el ser "novios de chocolate" decidieron dar el siguiente paso: aceptar que se amaban mutuamente.
Desde la entrada de la Facultad se podía ver como Alice se encontraba sentada frente a los grandes ventanales que quedaban inmediatamente después de las escaleras, viendo el Instituto de Investigaciones filosofías. Ella escuchaba música, prefiriendo quedarse adentro porque ahí hacía un poco más de calor.
Kirito parecía un mata niños: vestido completamente de negro, con una bufanda en el cuello, una gabardina que le llegaría poco más abajo del trasero (Mujeres: eso me prende...eso me calienta :v), y un gorro estilo Lenin que le prestó Eugeo...era muy claro por qué pertenecía al joven marxista.
Hablando del bolchevique, éste llegaba junto con Yuuki. Caminaban tomados del brazo y compartiendo una misma bufanda...se veían muy tiernos y románticos.
Su boda se realizó la semana pasada con Kirito y Alice como testigos...algo irónico. Aparte, asistieron el profesor Adán y el ex director de la Facultad para hacerles bola ahí a sus buenos alumnos y amigos, puesto que lo eran.
No hubo anillos por razones un poquito obvias, pero cuando el encargado del registro civil los hizo firmar el acta de matrimonio, Adán ofreció su lapicero para que así fuera, siendo un estilógrafo.
-La guardaré como recuerdo. –Dijo, al serle devuelta.
-Pero falta algo... -Mencionó Eugeo, llevándose una mano a la barbilla a la vez que enchinaba los ojos
-¿Qué cosa? –Le preguntó Yuuki, acercándose a él.
-Esto. –El muchacho le robó un beso a su ahora esposa secreta, causando que ella abriera los ojos de sorpresa, casi cayéndose para atrás por lo inesperado del momento.
Alice, como buena fotógrafa que era, retrató el momento en su celular, siendo un detalle muy lindo de su parte.
Aprovechando que era el beso que, aparte de la firma, los unía en matrimonio, Kirito empezó a aplaudir, seguido de Sinon, Adán, el ex director y el propio licenciado.
-Bueno, en la entrada vi que daban café gratis...y me gustaría acompañarlo con tabaco. –Dijo Adán, causando la risa de sus alumnos.
-En eso tiene usted razón, señor. –Corroboró el ex director.
-También apoyo la idea. –Sentenció Alice.
Los dos enamorados planeaban hacer su luna de miel en uno de los hoteles más lujosos del centro de la ciudad, uno que fuera bonito y les diera una noche simplemente exquisita.
Kirito, como no podía faltar, le dio una pequeña cajita de regalo a su buen roomie.
-Felicidades por tu boda...ahora esperemos que tus padres no se enteren o me van a quemar vivo por apoyar tu loca idea de amor.
-Se los diré cuando acabe la carrera y tenga un trabajo...lo que sí, es que seguramente se enojarán mucho, pero ya que. Ahora veamos que es...
Eugeo abrió la cajita que tenía un listón rojo adornándola. Se podía ver una estrella dorada con una cinta roja a lo largo, teniendo atrás las palabras "герой CCCP". Era la Héroe de la Unión Soviética.
Apenas la vio, Eugeo sonrió muy ampliamente, regresando sus ojos a los de Kirito, quien asintió con la cabeza.
-Te dije que te daría una cuanto un artículo tuyo fuera publicado en el periódico...pero eres valiente por casarte a tus 19 años, maldito maniático.
-Bueno...no puede haber regalo más genial. –Los dos amigos se abrazaron de un sobresalto, dándose unas palmadas en los hombros o en la espalda.
-Aunque eso no quita que me debes dinero, y más con lo que me pediste para tu regalo de Yuuki, pero siento que será para otra cosa que no es precisamente un regalo...sino tu cuerpo.
-¡Shh! Nadie tiene por que saberlo.
Regresando al presente, Kirito rió un poco al recordar el momento aquel. Sinon se le quedó viendo, preguntándole que le sucedía.
-No es nada. –Respondió.
Sinon, muy a diferencia de Kirito, llevaba colores vivos, que oscilaban entre el verde y el azul pastel, además de un poco de amarillo y blanco, siendo un contraste total con su novio.
Ya que sí, ahora sí que se identificaban como novios esos dos. Era muy lindo verlos así, tomados de la mano, riendo a la vez que se decían cosas ñoñas de amor.
Recordaba un poco a su época de novios de chocolate, no notándose la gran diferencia, excepto en lo que se decían. Antes de su declaración oficial, nunca se decían "Te amo" "Cariño" Kirito le decía a Sinon "Pequeña Hume", algo que ella odiaba muchísimo a pesar de que Hume era su filósofo favorito.
Claro que él le decía así para molestarla, llevándose más de una palmada en el brazo que le dejaba marca. Para el lacónico muchacho, valía la pena llevarse de esa manera tan ñoña.
Que, hablando de ñoñerías, Kirito se quitó la mochila, aparte de la bufanda, temblando un poco de frío.
-Póntela en los ojos. –Pidió, sonriendo.
-¿Cómo sé que no eres un secuestrador? –Bromeó Sinon, haciendo que Kirito borrara su sonrisa y torciera lo ojos.
-No seas payasa. –Ante la declaración del muchacho, Sinon explotó en risa.
-Perdón, perdón. Ya, me la pondré. –La empirista tomó la bufanda, enredándola en su cabeza para que le cubriera los ojos.
-Sin trampas, ¿eh?
-Que sí. Eres un pesao, Kirito. –Se quejó ella.
-Creo que hablar con la abuela de Eugeo te pegó mucho su acento... -Kirito sacó de su mochila el libro que le compró a Sinon, poniéndoselo en la espalda. –Quítate la venda.
-Quizá se me pegó algo, quien sabe. –En efecto, Sinon se quitó la bufanda de los ojos, pestañeando varias veces al ver a su novio con las manos en la espalda.
Cuando él descubrió lo que tenía en sus manos, la chica soltó un pequeño grito de emoción, tomando el libro con bastante emoción, saltando a los brazos del muchacho para apretarlo fuerte con un solo brazo, no queriendo soltar el libro.
-¡Muchas gracias, lo vi y lo quise comprar pero ya no lo vi! Me sentí muy triste, ¡¿Por qué no me dijiste nada?! ¡Creí que ya no lo tendría!
Tan propio de Sinon...en vez de alegrarse, le acachó a su novio la forma de darle el detalle.
-Oye, relájate...quería darte una sorpresa, eso es todo.
-Que formas de darme sorpresas, jum...de cualquier modo... –Ella estiró un poco su cuello para darle un beso en la mejilla a Kirito, sonrojándose a la vez que se cubría con el libro. –Gracias.
-D-de nada. –Él se llevó la mano a la mejilla, sorprendido y halagado.
-Vá-vámonos a clase antes de que nos diga algo la maestra, no quiero tener retardo.
-Un momento ahí. –Kirito jaló suavemente el brazo de Sinon, deteniéndola para darle un beso en los labios, sonriendo para sus adentros. Ella regresó el gesto.
-Ay, el amorsh :3. –Suspiró Renry, quien pasaba por ahí.
Los dos se tomaron de la mano para ir a su salón de clases, caminando uno detrás del otro. Harían algunas cosas ese día al acabar las dos horas de clase. Era viernes. Así que tiempo tenían de sobra.
En el salón se encontraba ya Alice, quien dormitaba sentada en su banca, recargada en la paleta de la misma, teniendo sus audífonos puestos. Escuchaba música sin letra, únicamente la canción, queriendo estar lo más relajada posible al ser ahora su nuevo placer: dormir.
Quizá incluso el dormir era más placentero que el sexo, y no se apartaba de lugar, quedándose en su cama. Sentir el calor de la manta con la que se tapaba era tan glorioso que parecía una niña pequeña. Un angelito, en realidad.
Yuuki y Eugeo platicaban de que harían ese fin de semana, que era muy largo...saldrían temprano ese día, sábado y domingo sin nada que hacer, y el lunes no había clase por un paro que estallaría por doce horas, que era igual a que las clases se reanudarían a eso de las siete de la noche, ¿ya para qué?
En fin, que aquella era una espléndida noticia, sin duda alguna o temor de equivocarse.
Lo que era Eugeo y Yuuki, se irían a dar una vuelta por la ciudad a modo de celebración de su boda, que hasta apenas tenían tiempo por estar ocupados con los trabajos y ensayos de la facultad, siendo una joda.
No es extraño que Eugeo le haya pedido dinero a Kirito para completar para ir a cenar. Amaría mucho a Yuuki y todo...pero en lo que era pagar la cuenta, hasta eso que seguía siendo comunista: cada quien lo que compró, no mitad y mitad, como se pensaría normalmente.
La casa quedaría a solas y a sus anchas para Sinon y Kirito, por lo que tendrían que pensar que hacer. La primera cosa que harían era hacer la poca tarea que tuvieran, que era leer un capítulo de un libro para Historia de la filosofía, empezando bien al no ser una cosa muy larga.
Tras eso, verían también algunos videos del pensamiento de algunos filósofos de la época para seguir con el panorama en general, de ahí que no se preocuparan en lo absoluto.
Siguiendo el cronograma, lo que también harían era ver una película, acostados en el sofá cama de la sala, con una manta encima y algunas galletas. Por la época del año no se antojaban las palomitas, tampoco una cerveza o refresco, mejor un té caliente.
La clase era aburrida como su puta madre, de ahí que tanto Sinon como Kirito, pensaban que hacer una vez salieran de ahí.
Eugeo cabeceaba y luchaba por mantener los ojos abiertos, siéndole una lucha muy difícil de lograr, sobre todo porque era un tema aburrido para él al ya saber un poco tras investigar por su cuenta. Por tener la mano en la mejilla, sus lentes se alzaban un poco, teniendo el puente hasta un poco más arriba de las cejas.
Era clase de Ensayo, y él era un experto en hacer ensayos marxistas, pero ensayos, al fin y al cabo.
Para despertarlo, Kirito se pasaría un poco con él, marcándole a su celular, cuyo sonido era La Internacional, despertando muy feo a Eugeo, quien incluso saltó de su asiento por lo inesperado del momento, en especial al estar todos callados.
Kirito se aguantaba la risa, el descendiente de republicanos se le quedó viendo feo, negándole con la cabeza. Yuuki soltó también una risita, Alice se pegó en la frente y sonrió.
-Pobrecito. –Susurró Sinon, -¿Por qué se tratan así de llevado?
-Digamos que puso huevos de gallina en mi desayuno y el muy cabrón no me lo dijo hasta que salimos de la casa. Casi me vomito porque eso me revolvió el estómago, así que ya sabrás.
-Auch...
Lo rescatable de la situación es que a Eugeo se le quitó el sueño por el resto de la clase, no siendo sinónimo necesario de prestar atención a la clase, perdiéndose en el sueño comunista por un buen rato, hasta que vio que no faltaba mucho para salir.
Suerte de ellos que la profesora los dejó salir antes por no haber preguntas.
Las dos parejas de novios se fueron corriendo en cuanto la clase acabó, teniendo mucha prisa al bajar por las escaleras.
Antes de irse de la Facultad, Eugeo y Kirito pasaron al baño, relajándose un poco, estirando las piernas.
-Ya me quería ir, camarada. Hoy tengo mucho por hacer con Yuuki.
-No necesitaba saber eso... -Kirito se le quedó viendo a Eugeo.
-No necesariamente en una cama, pervertido.
-Ups...
Alice platicaba con Sinon, diciéndole que se midiera en el placer y que tratara de no "dejarse ir" en la corriente epicureista.
-La inexperiencia me tiene un poco temerosa...
-Sólo se gana experiencia si es que se busca, Sinon. De cualquier modo, ten estos. Me sobraron de mis aventuras con Eugeo. –Alice le dio un sobre negro a Sinon.
Al abrirlo, la muchacha de lentes se puso roja como un tomate, saltando un poco del susto que se llevó. Si tuviera cola, se le erizaría la misma junto con los cabellos de ésta.
-¡¿Estás loca o que te pasa?!
-Los necesitaras si quieres ganar "experiencia" –Se burló Alice.
-Tienes razón...y eso es lo que más me enoja.
Sinon hizo un puchero al tiempo en que Alice se soltó a reír a carcajadas. De cualquier modo, Sinon guardó el sobre en su bolsillo, en caso de que se necesitara, por supuesto...¿Qué andaría planeando ella al tener esas cosas del diablo?
Kirito salió de la Facultad, saludándola con la mano a la vez que le sonreía. Se tomaron de la mano, Yuuki y Eugeo hicieron lo propio, yendo del lado contrario de CU.
Alice, quien tenía un tapete para yoga y vestía ropa deportiva (oie zhy), se fue por su lado. Tendría clases de meditación y Ataraxia para hacer sus ejercicios para alimentar su alma.
Con los dos tortolitos caminando por el recorrido que normalmente los llevaba a la entrada, viendo el cielo nublado y melancólico de esas épocas. No les afectó a ellos, ya que les relajaba, haciéndolos suspirar pesadamente.
Dándose cuenta que suspiraron al mismo tiempo y con la misma profundidad, ambos se voltearon a ver, confundidos, nada más para reír un poco de la situación.
-Estamos conectados. –Dijo ella.
-Lo semejante atrae a lo semejante. –Mencionó Kirito, haciendo una muy fuerte declaración.
-¿Te consideras que somos semejantes?
-No me malinterpretes, no soy como Eugeo que dice "todos somos iguales". Yo soy partidario de que es mejor tener a alguien con quien sepas conversar, ya que dos polos opuestos, sociológicamente, siempre se van a repudiar. Si tenemos algo de semejante, nos atraeremos sin duda alguna.
-Bien planteado, señor lógos. –Ella le dio un beso en la mejilla. –Te lo ganaste.
-Mejor mandamos la tarea un poco al carajo, hay mucho tiempo para hacerla, así que...pasar tiempo juntos es mejor opción.
-Yo tampoco lo niego...
Cuando los dos llegaron a casa de Kirito, tiraron las mochilas en la entrada, yéndose al sofá para tirarse en él, prendiendo la tele para verla.
-Tengo frío. –Se quejó Sinon. Kirito la abrazó...pero ella negó con la cabeza. –En verdad, tengo frío.
-¿Y yo debo ir por la cobija? Lo que pasa es que ya me acosté y...
-Ve...
-Sigh, rayos.
Kirito se levantó con mucha dificultad del sillón al tiempo en que Sinon tenía una risa nasal, notando las nulas ganas del muchacho por levantarse de ese sofá.
Para desquitarse un poco de Sinon, Kirito le aventó la cobija, causando que ella se molestara bastante. Cuando él se acostó, su contraría lo jaló de la oreja.
-Torpe.
-Ya, ya. –Kirito los cobijo a ambos, poniendo su cabeza en el hombro de Sinon. Siendo justos, ella se sintió bien con eso, abrazándolo.
-Kirito...te amo mucho. –Sonrió ella, abrazándolo más fuerte a la vez que escondía su cabeza en el pecho de su contrario. Era muy tierna verla así, pareciendo una niña que abraza a su oso de peluche favorito.
-Yo también amo mucho, Sinon.
-Apaga la tele...
-¿Eh?
-Apaga la tele... -Sinon se quitó los lentes y el listón que amarraba su cabello.
Sorprendiéndose al punto de abrir los ojos como platos, Kirito apagó la televisión, dejándose llevar por la intuición.
Sinon, para empezar, se subió encima de él, comenzándolo a besar un poco al tiempo en que le levantaba la playera que llevaba puesta.
-Wow, ¿tan pronto?
-¿Cuál tan pronto? Fuimos prácticamente novios desde el primer momento...pero ahora hay formalidad para hacer esto. –Ella lo calló a besos, literalmente, causando que él se sorprendiera más, pero se dejó llevar por la ocasión.
Ambos eran vírgenes, no tenían experiencia, aunque sus almas se unirían en mismo ... para ser como lo fueron en un principio, antes de que Zeus se enojara y los separara con un rayo. Volvían a ser uno mismo, como en el comienzo de todo.
El verdadero amor platónico se unía una vez más.
Kirito tomó el control de la situación, tomando a Sinon de la cadera para que ambos se levantaran, levantándose las playeras, denudándose los torsos. Sinon se quitó el sujetador al estar segurísima que Kirito no tendría ni la más remota idea de cómo funcionaría uno.
Cuando los torsos de ambos estuvieron desnudos, Kirito se recostó sobre Sinon, tomándola de la muñeca izquierda a la vez que le besaba el cuello.
Ella ponía el cuello para que se lo besaran, cerrando los ojos con fuerza a la vez que apretaba un poco los labios para que no se le escaparan gemidos de la boca.
Llegó un momento en donde Kirito besó el punto justo para que ella no pudiera más y, de facto, gimiera de placer, dándole un pequeño escalofrío.
-Ya métemelo...me voy a hartar de besos. –Rió ella, entre gemidos.
-Te desespera ganar experiencia...no te mentiré, a mi igual, pero me controlo un poco más.
El muchacho bajó sus labios entre besos por el abdomen de Sinon, llegando hasta su pantalón, el cual desabrochó suavemente. Ella puso de su parte, claro también ayudando a quitárselo.
Bastó verle la ropa interior a Sinon para que Kirito enloqueciera, imitando a su contraria, delatando la erección que tenía.
-Antes de algo. –La chica fue hasta su sudadera, la cual estaba tirada en el suelo para sacar el sobre con los condones de éste. Kirito rió.
-Ya sé quién te los dio, no hace falta que lo diga.
-Qu-quizá sí era mi intención que hoy nos uniéramos en nuestro amor platónico.
-No te juzgo, ¿Por qué tendría que negar que yo igual lo deseo?
El muchacho tomó el preservativo en sus manos, bajándose los bóxer para ponérselo en su miembro. Sinon miraba con un poquito de cinismo, poniendo un gesto "de aceptación".
Kirito se sentó en el sofá, Sinon se acaballó sobre el muchacho, tomándolo de la espalda, pegándole los pechos al rostro.
La mano de Kirito conducía su miembro a la intimidad de Sinon, localizándola en unos rápidos segundos, por lo que ella se sobresaltó un poco al sentir a su amado dentro de ella.
Le dolió, hubo un poco de sangre, lo cual los alarmó a ambos hasta que recordaron que era normal. Eso comprobaba la virginidad de Sinon, aunque Kirito siempre le creyó.
Conformé ella saltaba en el miembro de Kirito, el dolor desaparecía de poco, pero él disfrutaba bastante, tanto así que, y sin darse cuenta, enterraba las uñas la espalda media de Sinon.
También le besaba los pechos, mordiéndole un poco los pezones. Cuando él tiró de uno de ellos, Sinon tiró su cabeza para atrás, gimiendo abiertamente y sin pena.
-¡Así! ¡Un poco más fuerte!
Él hizo lo pedido, tirando un poco más fuerte con sus dientes el pezón de Sinon, causándole placer también.
Tras un rato de estar en esa posición, Sinon se cansó, por lo que se recostó en el sofá. Kirito apoyó sus manos en el recarga brazos de éste, soltando el cuerpo para entrar con naturalidad pero con fuerza en Sinon, quien recibía el paquete en la puerta con mucho placer y gusto, gimiendo suavemente.
Cuando Kirito tocaba un punto dentro de Sinon, ella gemía más fuerte.
-¡Justo ahí, métela más dentro por ahí!
-Como lo pidas. –Dijo el muchacho entrecortadamente debido al esfuerzo y a su respiración agitada.
Kirito terminó dentro de Sinon mientras le hacía un amor rápido y fuerte, que era disfrutado por ella. Al sacarlo, tiró el condón al suelo, cayendo rendido sobre Sinon.
Llevaban haciendo el amor poquito más de dos horas, teniendo el cuerpo hecho polvo, las costillas y caderas eran lo que más les dolía, incluso las piernas.
-Y-ya nos unimos de nuevo, Kirito...
-Platón estaría muy molesto por incluir su amor en esto, pero no es como que nos fuera a reclamar algo.
-No te preocupes.-Sinon soltó una risita. -La filosofía no sirve para nada...
El fin
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Yo: ¡Diablos señorita!
Sinon: ¿Qué? Al menos no fui como Alice.
Yo: Touché...
Alice: ¡Oye, está no es mi guerra!
Bueno...la historia tuvo un final feliz a diferencia de lo que muchos creían...menos para Alice, pobrecita, se quedó sola xd pero mejor así a que andar con un mugroso comunista como Eugeo (ironía :v)
Como ya les adelantaba, éste será el último Kirinon que haga, ya que me centraré en bokutachi para hacer un long-fic y unos dos o tres cortitos, una cosa simple.
Aparte, haré un Aligeo (aunque a la camarada Nel le disguste tanto ese ship), y terminaré Palacio Noir et blanc, que sigue en étapa de producción. El long-fic de Bokutachi ya lo llevo en el penúltimo capítulo, por lo que calculo que para el segundo capítulo, ya lo habré acabado, para que se den una idea del monstruo que he creado Noir et blanc D:
Nos despedimos de este ship tan bonito como lo es el Kirinon, con el que todo comenzó, y mi segundo fic más visto es Enfermedad llamada amor, un Kirinon.
Hasta siempre a estos fics en mi canal, extrañaré escribir a esta parejita tan singular y tierna.
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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