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Capítulo 16.-The sky of diamonds.

Era viernes, ya no faltaba mucho para la última clase. Ahora los muchachos se encontraban en su descanso.

Discutían sobre el arjé de la Physis, poniendo el tema en la mesa como todo filosofo que se respeta, haría. la primera en hablar fue Alice.

-El mundo existe por azar, por libertad, producto de la casualidad y no por una "voluntad".

-Creo que, para mí, existe debido a que hubo una lucha entre contrarios, como los átomos de hidrogeno, y el frío, esta lucha, esta revolución hizo que las partículas de hidrogeno se calentaran, estallaran, se condensaran y formaran el universo. La teoría del Big Bang. –Explicó Kirito.

-Yo creo que sucedió...porque tenía que pasar. –Dijo Sinon.

-Quizá fue porque tuvo que pasar, ya que era "necesario" hasta cierto punto.

Todos voltearon a ver a Yuuki, en quien recaía la última explicación.

-Ya saben cuál será mi respuesta. –Yuuki mostró su rosario. –Y, aunque esa no fuera. Yo sólo sé que no sé nada.

-Vaya respuesta. –Se quejó Kirito, bostezando.

Habían pasado casi dos meses desde aquello. Eran de las últimas clases para antes de salir de vacaciones de invierno, así que el frío se comenzaba a notar una vez más.

Ese día, todos usaban suéteres o bufandas. Los muchachos, aun así, salieron a las jardineras a estirar un poco las piernas, que falta hacía. El ex director de la Facultad fumaba de forma tranquila, usando guantes sin dedos para aplacar el frío. Yuuki fue tras él, quería preguntarle algo.

Con el profesor Adán llegando a la Facultad, Eugeo se lanzó inmediatamente a hablar, queriéndole preguntar algo muy personal.

-¿Y ya se decidió si será testigo de la boda entre mí y Yuuki?

-No lo sé, mano. El problema es que es en secreto, a mí me da muchísimo gusto que ustedes dos se vayan a casar, pero sí los descubren, o tienen algún problema y la Facultad se entera, me van a correr, yo no estoy sindicalizado.

-Entiendo...es comprensible, pero en verdad me hacía ilusión de que usted fuera parte de esto.

-Y quiero serlo, pero mis prioridades son otras. –El profesor Adán se acarició su barba de candando. –Podría ser invitado, no necesariamente testigo, asistiría a tu boda, pero no firmaría nada.

-Buena idea. –Eugeo sonrió. –Quizá Pueda decirle a Kirito que sea mi testigo...es que no le he dicho nada.

-No bueno, vives con él y no les has dicho, ¿Qué pasó? –El profesor Adán comenzó a reír. –Bueno, ya me voy a dar clase, me dio gusto saludarte y no olvides invitarme al Registro cuando se vayan a casar.

-Jamás podría olvidarlo. Espero no se encuentre ocupado ese día.

-Neh. Avísame que día y puedo re-agendar a los tesistas. –El profesor Adán entró a la Facultad. Curiosamente, Yuuki hablaba de lo mismo con el ex director, quien le daba una respuesta similar.

Ya tenía bastantes problemas en la Facultad como para meterse en otro más. Aun así, también quería ir como invitado, incluso ya pensaba en que regalarle a Yuuki por la boda.

Lo que eran Sinon y Kirito, ambos partían a la parte trasera del Instituto de Investigaciones Filosóficas, en donde se besaban de manera secreta. Para ser ya tres meses de relación sin sentimientos, vaya que ambos lo disfrutaron mucho.

Tratando de molestar un poco a la chica, el muchacho le pellizcó rápidamente el trasero a Sinon, quien, en desquite, le mordió el labio con bastante fuerza.

-¡Ouch!

-Por patán.

La mordida fue veloz, pero sí que con fuerza. Vaya que el lacónico muchacho se dolió de la misma, apretando los ojos a la vez que tenía una mano en la boca.

Revisándose la palma de la mano, no había sangre. Lo que sí, es que el labio se le empezaba a inflamar un poco. Era como si se hubiera dado un pequeño golpe.

Pasándose la lengua por los labios, el muchacho se dio cuenta de la inflamación.

-No seas cabrona, Sinon. –Ella se soltó a carcajear al verle el labio al muchacho.

-Para que aprendas que el cuerpo de una mujer es sagrado y no se puede tocar.

-Pero ya me las cobraré.

Finalizando las clases, los muchachos irían a un pueblo cercano para asistir a un festival de globos de Cantoya.

(Estas madres son globos de Cantoya, parecen los globos asiáticos pero la tradición es mexicana, creo xd)

Eso era ya hasta las siete de la noche, eran cerca de las dos de la tarde. Se harían una hora y media de camino, llegando a las tres y media, visitando el pueblo para distraerse en lo que llegaba la hora.

No era mucho de la espera de modo subjetivo, ya que el tiempo se les pasaría muy rápido mientras visitaban el pueblito. Lo primero que harían sería visitar el templo, alguna zona que fuera bonita.

Existían muchas cosas por hacer, y las calles de los pueblos durante la madrugada son bastante hermosos, así que unas fotos no estarían tan mal.

Les habían prestado un auto, ya que, supuestamente, iban nada más al otro extremo de la ciudad para visitar a un amigo que asistía en otra universidad...sí, como no.

Quien manejaría era Kirito. eso no le causó mucha confianza a Alice, ya que, según ella, ninguno de los cinco sabía manejar.

-¿Y qué tan bien manejas?

El muchacho no respondió, guiño el ojo, hizo el gesto de "ok" con la mano y chasqueó la lengua dos veces, en señal de que no había nada de qué preocuparse.

-Pon algo de música. –Pidió Eugeo. Él, Yuuki y Sinon iban en la parte trasera. Alice iba adelante.

La verdad es que ella iba adelante y no Sinon ya que...era mejor así. la primera razón es que últimamente Sinon se ponía un poco de melosa en cualquier momento que no fuera durante las clases, así que distraer a Kirito mientras conducía era una pésima idea.

La segunda, y principal razón, era porque Yuuki no quería estar a un lado de Alice y tampoco quería que ella estuviera a un lado de Eugeo.

En fin, que todos felices y contentos.

-Este tipo tiene pura mierda de música, pero tiene una bocina en la guantera...¿conectamos un celular? –Cuestionó Kirito.

-¡El mío! –Farfulló Sinon.

-Pues casi todos tenemos gustos parecidos...menos Alice. –Se quejó Yuuki, enchinando los ojos.

-¿Qué tiene que yo sea espiritual? Eso me hace, no sé, una persona más interesante.

-No sería mal tema de conversación. –Apoyó Kirito, arrancando el auto y encaminándolo fuera de CU.

-Es más, ¿porque soy tan guapa? –Sonrió ella.

-Altanera. –Rió Sinon, torciendo los ojos.

La música era rock de los setentas y ochentas. A casi todos los alumnos de la Facultad de Filosofía les gustaba esa música, siendo de los pocos estereotipos que concuerdan con la realidad acerca de la imagen de un filósofo.

Durante el camino, y con el sol pegando de forma leve en el rostro de Sinon, ella se quedó dormida en el hombro de Yuuki, lo que le impedía platicar bien con Eugeo.

Cuando Kirito podía, miraba a Sinon dormir por medio del retrovisor, causándole mucha gracia.

-Por cierto, ¿Qué te pasó en el labio? –Preguntó Alice.

-Es una larga historia...que Sinon te va a contar ahora que despierte.

-Pero va dormida. –Mencionó Yuuki.

-No por mucho tiempo. –Kirito sonrió de forma malévola.

El auto pasaba por una curva del lado de Sinon, Kirito hizo lo más posible para que la inercia jugara a su favor. Tanto Yuuki como Eugeo, aplastaron a Sinon al ir por la curva.

-¡Oye, cabrón! –Farfulló Eugeo.

Sinon, al ser aplastada por los dos muchachos contra la puerta, se despertó. Yuuki reía bastante alegre, incluso Alice.

Sinon se levantó del hombro de Yuuki, mirando a Kirito con una expresión constante de sospecha. Ella le pellizcó la mejilla, siendo detenida por los tres pasajeros.

No era buena idea que distrajera al conductor.

-Eso te pasa por morderme el labio.

-¡Cállate!

-Ohh, ¿con que eres de las que le gustan morder? –Dijo Alice, exagerando su sorpresa. Eugeo y Yuuki abrieron los ojos por la misma razón.

-No tengo por qué explicarles. –Ella se ruborizó, cruzando los brazos.

-¡Claro que sí! –Exclamó Yuuki, tomando a Sinon del hombro para agitarla. -¡Dime, por favor, dime!

-Fue que el maldito me pellizcó el trasero.

Un jadeo exageradísimo fue interpretado por los tres amigos, Kirito se sonrojó ligeramente al ser delatado por Sinon.

-Eugeo nunca me ha pellizcado, y ustedes ni siquiera son novios, ¡explícate, Kirito!

-Voy manejando, no puedo. –El lacónico muchacho rió nerviosamente.

Tras ese pequeño altercado, los cinco compañeros llegaron al pueblo, se notaba la tranquilidad del mismo, además del aire limpio. No había tantos autos como en la ciudad, y los que transitaban eran únicamente de paso.

Se notaba que varias personas más iban al mismo festival que los cinco muchachos, ya que tomaban fotos, iban en grupitos, etc. Algunos eran extranjeros, lo que sorprendió a Eugeo.

Cuando vio que uno de los grupos era de españoles, el descendiente de exiliados fue a sacarles platica, sintiéndose como uno de ellos.

-Véanlo, véanlo. –Se burló Kirito, señalando con la cabeza.

El muchacho les mostró una insignia militar de la república española, la cual cargaba en su cartera, ya que era un recuerdo de su abuelo. Varios se sorprendieron, otros, que eran más o menos franquistas, hicieron ojos del carajo.

Uno de los turistas también era hijo de republicanos que se quedaron en España tras la guerra civil. Siendo ambos rojos, cantaron La Internacional a la vez que reían y se abrazaban. Sinon veía eso llevándose la mano a la frente, sonriendo y negando con la cabeza.

-Odio esa maldita canción. –Se quejó Kirito, recordando que la misma tonada lo despertaba cada mañana. Cuando los dos rojos se despidieron, Eugeo regresó con sus amigos, riendo y sintiéndose muy feliz. -¿Ya terminaste? –Preguntó él.

-Sí, ya. Vámonos.

El pueblo era lindo, habiendo muchas personas en traje de baño ya que era una zona de aguas termales y balnearios.

Cuando una chica que era, vamos, simplemente un cuero de mujer, los dos chicos abrían los ojos, tratando de no voltear.

En una ocasión, una chica muy hermosa, de una figura impresionante, paso al lado de Eugeo. El joven marxista se santiguó para no caer en la tentación, a pesar de su ateísmo. Yuuki lo miró con un cierto recelo, pero no volteó, así que no se molestó mucho con él.

Las calles eran adornadas con algunas palmeras de un tamaño bastante grande, siendo bastante lindas. Otros cipreses se observaban en gran parte del centro.

El templo era bastante lindo con sus dos torres, la cúpula o abadía era de un color blanco con cuadros azules, el sol de la tarde lo hacía ver impresionante.

Sería impresionante verla encendida de noche. Como aun no comían, los muchachos entraron a un lugar de comida china, más que nada por su precio barato.

Eugeo, buen comunista, tuvo la idea de que se compraran tres platos con tres comidas, y así cada quien se compartiría de manera equitativa.

La opción era muy buena, así que, por primera vez, las lecciones marxistas del muchacho fueron tomadas en cuenta.

Aparte de las bebidas, el segundo plan era que cada quien se comprara su bebida. Había limonada y agua de arroz. Los dos tortolitos pidieron una limonada para ambos, malamente para ellos, no se podrían poner romántico bebiendo la limonada con dos popotes en el vaso...ya no se daban popotes.

Era mejor así ya que las tortuguitas de mar no se molestarían con nadie. Ahora que lo pienso, tener una tortuga de mascota no suena tan mala idea.

Regresando a nuestro asunto, los dos no tan tortolitos hicieron lo mismo. Quien únicamente tenía su bebida para sí, era Alice.

No se podría decir si eso era bueno o malo, pero ella se sentía contenta ya que le tocarías más contenido.

En la hora de la repartición, todos querían uno de los rollos de huevo, llegando a una conclusión. Eran cuatro, así que las tres chicas se quedarían con uno cada quien. El detalle venía cuando los dos hombres se tenían que repartir el último rollo.

-Mitad y mitad. Es lo justo.

-Privatizado. Yo pagué este plato, yo me los quedo.

-¡Oye! Es justo que nos quedemos con la mitad cada quien, tú probarás de mi comida.

-Eugeo tiene razón. –Intervino Sinon.

-Lo bueno es que no se los quiere monopolizar todos. –Rió Alice.

-No hablemos de marxismo, por favor. –Pidió Yuuki, haciendo una cara de piedad.

-Bien, si no quieren que hable de marxismo, Kirito me tiene que dar ese maldito rollo.

Kirito no aguantó más y puso su mano en el hombro de su buen roomie, mirándolo con ojos compasivos.

-¿Qué te hace falta para ser feliz? Lo tienes todo, ¿Por qué eres infeliz?

Eugeo miró a la nada. Ahora mismo, se replanteaba toda su vida.

-Sí es cierto, tienes razón.

Las tres chicas estallaron en risas, no esperaban que una simple pregunta afectara tanto a Eugeo. Sucede, pues, que cuando uno se pone a preguntarse sobre su felicidad, claro que puede salir raspado, dolido, por eso es mejor no preguntarse ese tipo de cosas.

Durante el resto de la comida, Eugeo miraba a la nada, cuestionándose su vida tras esa pregunta ¿Qué le hacía falta para ser feliz? Sí bien es cierto que al joven marxista le faltaban muchas cosas, ¿esas eran necesarias para ser feliz? Ahí existía el problema.

Cuando pasaba una chica linda en traje de baño frente a él, Yuuki le pellizcaba lo mejilla, dando la impresión de que se quedaba atontado de verla.

Kirito (en teoría), podía voltear a ver a las chicas que quisiera, ya que su compromiso con Sinon no le impedía tal cosa. Tenía esa libertad.

Acabando ya la comida, los muchachos siguieron recorriendo el pueblo. Alice iba hasta el frente, Kirito y Sinon iban juntos, pero no de la mano. Lo que eran los novios Yuuki y Eugeo, ellos sí que iban hasta tomados del brazo.

Alice les tomaba fotos a la pareja...lo cual era un poco irónico. Tras su trato disuelto cual Unión Soviética, ella descubrió otras formas de placer que aún le faltaban.

No era necesariamente un placer sexual, probar algunas experiencias, salir con Sinon de compras o a platicar un rato. Otra cosa que le gustaba mucho a ella era ir al cine tras la Facultad, ya que eso la relajaba, incluso se dormitaba un poco durante las funciones.

Quienes también se tomaban fotos eran Kirito y Sinon, pareciendo amigos, por supuesto. En una apuesta un poco arriesgada, ella se besó la mejilla, Alice sabía que esa foto tenía que retratarse, tomándole captura tras ser retratada.

Observándola, el lacónico muchacho pidió de inmediato que fuera borrada, a lo que Alice accedió sin mayor dificultad. Sinon se sintió un poco triste, alegrándose cuando ella le mostró la captura.

-¿Por qué querías una foto así? –Preguntó Alice.

-Por la experiencia.

Ahora Sinon era quien le tomaba fotos a Alice, ya fuera en la parte de la catedral o en alguna otra situación, en la fuente, por ejemplo.

Ya empezaba a anochecer, ergo el frío arreciaba bastante. Los abrigos y chamarras fueron suficientes...salvo para Kirito. Él temblaba de frío al llevar una chamarra ligera, pasándola bastante mal.

Yuuki lo vio en esa situación. Cuando ella iba a abrazarlo, se lo pensó dos veces, tomando a Sinon de los hombros para empujarla contra el lacónico muchacho.

Ella entendió su tarea de inmediato, abrazando al muchacho, quien regresó el abrazo casi de forma instantánea. Una foto fue tomada en secreto por parte de Alice, siendo alumbrado por las luces amarillas de las calles.

Era hora de empezar a movilizarse al festival, la gente se acumulaba, poco a poco.

Los globos de cantolla ya no tardaría en ser lanzados, algo de música era tocada en vivo, por lo que había ambiente. Siendo muy bien recibido por los muchachos, Yuuki tomó a Eugeo y comenzó a bailar con él, haciéndolo cerca de él, ocultándose en su pecho.

Quien se la pasó mejor fue Kirito, quien bailaba con Sinon y Alice al mismo tiempo. Varios de los lugareños se le quedaron viendo, sorprendiéndose bastante al verlo bailar con dos bellas chicas.

Algunos vasos con aguardiente comenzaron a rondar por ahí. A Eugeo le ofrecieron uno con media naranja. Sabiendo por el profesor Adán que eso era un canto de guerra, el joven declinó.

A quien también le ofrecieron fue a Kirito, él sí se arriesgó, quemándose la garganta por el aguardiente, tomándose el jugo de la media naranja de forma inmediata.

Sinon lo miró con una cara de "ash" a la vez que se reía.

-Bailemos para que no te emborraches. –Pidió ella, tomando al muchacho para bailar únicamente con él. Le sonrió a Alice, quien regresó el gesto y se retiró.

-¿Temes que te diga que te amo y que mi corazón está vacío por dentro? –Recordó cuando ella le dijo esa.

-La respuesta está flotando en el viento. –Dijo. –Por qué...sí quiero que lo hagas, pero no que estás vacío por dentro. –Susurró ella al viento, justamente. Y, efectivamente, la respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.

Claro que el muchacho no la escuchó, pero logró entender que ella le dijo algo. Lo ignoró, lo más seguro es que fuera algún tipo de insulto.

El evento ya iba a comenzar, por lo que la música se silenció ligeramente. De forma inmediata, no se lanzarían los globos de cantolla, pero sí se elevarían globos con algunas enormes lonas pintadas de cultura Pop.

Se podía ver, en el cielo nocturno, una lona con John Lennon, el signo de la paz y escrito un Why? Aludiendo a su muerte.

Un Bart Simpson se desplegaba en lo alto, recorriendo la cierra. Uno con el logo de Batman se desgarró a la mitad, salvándose lo que era lo importante.

Vaya que era lindo ver las lonas en el cielo, siendo lo único malo el leve dolor de cuello que daba ver tanto para arriba.

Se empezaron a repartir los globos de cantolla, cada quien prendería el suyo, así que los encendedores eran muy importantes. No siendo raro, Alice y Sinon tenían los suyos.

Ya prendidos, era muy importante que no se escapara ninguno de ellos, así que eran sujetados con fuerza y con la precaución de no quemarse los dedos con la llama o con el calor emitido por la vela.

Si se viera desde el cielo, era como un gran foco alumbrando una parte del pueblo, algo que causaba mucha emoción a los presentes.

Siendo ya la hora de soltarlos, eso se hizo. Los globos, de iluminar la tierra, comenzaron a iluminar el cielo obscurecido, sin casi nubes en ese día. Casi todos se dispersaron debido al viento, escapando en la lejanía, siendo visibles de todos modos.

La gente empezó a aplaudir, y razones no les faltaban. Una vez más, la música empezó a sonar.

Entre todo el alboroto, Sinon aprovechó que Kirito seguía viendo al cielo. Le pasó lo mismo que a Tales del Mileto, por estar comiendo camote viendo a las nubes, él caería...directo en los labios de Sinon.

Ella lo había tomado de la cabeza, agachándolo para besarlo, enredando sus brazos en el cuello de su contrario.

Él se sorprendió al no esperarse esa acción en lo más mínimo. Aun con esas, correspondió la acción tras unos pocos segundos después.

Separándose, ambos se sonrieron.

-Ya tengo la respuesta...sí te amo.

-...¿Qué?

-Que sí te amaba, señor logos...al final sí era amor lo que sentía por ti.

-Entiendo...¿Y qué quieres hacer ahora?

-Nada...sólo quiero hacer esto. –Ella le volvió a dar un beso, pero uno con bastante pasión, lo que sorprendió a Kirito. Era la primera vez que se besaban de esa forma.

Ya le gustaba como es que era su relación con Sinon, e igual siempre se preguntó si podía ser mejor. Con ese beso, Kirito comprendió que claro que podía ser mejor aún que eso.

Razón por la cual él respondió el beso con la misma pasión. Al verlos, Alice no dudó ni un solo segundo, tomándoles una foto. El flash del celular los hizo separarse, pero la foto fue captada.

Yuuki y Eugeo se unieron a Alice, mirando a los dos muchachos para pedirles una explicación. La mayéutica alzaba una ceja.

-¿Y bien? ¿Qué fue eso?

-Un beso de verdad...uno con amor. –Respondió el lacónico muchacho.

-Me sorprende que lo hayas dicho, ¿no que el logos te decía que el amor era algo estúpido?

-Por supuesto que es algo estúpido, ¿y? Los grandes filósofos no son racionales.

-Pues sí. "Este es mi gusto, no un buen gusto, no un mal gusto, pero sí mi gusto, del cual no me avergüenzo ni oculto. Este es mi camino, ¿dónde está el suyo?".

-El amor es un mal gusto, ¿y qué tiene? Es nuestro camino. –Sonrió Sinon.

-¡¿Nuestro?! ☭ (Inserte Himno de la URSS) -Exclamó Eugeo, abriendo los ojos. Los cuatro amigos comenzaron a reír. (JAJAJAJAJAJAJA)

Los globos de centolla comenzaban a caer en la lejanía, ya que se habían apagado por los fuertes vientos porque se les acababa el hilo de forma natural.

Pues bien, cuando se ama, no hay remedio alguno. Cuando se quiere, sí que lo hay. Kirito y Sinon se la pasaban peleando y discutiendo, pero se lograron solucionar ya que lo suyo era amor.

Alice, a pesar de seguir dolida por un buen tiempo, logró superar a Eugeo, con un poco de dificultad y con una leve sensación de querer por ahí. Lo suyo fue un amor que nunca se acabó.
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No se exciten...No lo hagan >:v chale, ya lo hice xd

Ay que boneta la última parte :3 siento que este capítulo estuvo bastante bien, o al menos a mí me gustó mucho

Lamento decir que la próxima semana será el último capítulo del fic -llora- será el último kirinon que publique ya me dedicaré a otros ships y animes :c
Nos vemos entonces.

Siempre tuyo:

-Arturo Reyes.

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