Capítulo 10.-El siguiente trato.
Nuevo mes, nueva alarma que soportarle a Eugeo. Ahora tenía como despertador el himno de la Unión Soviética....ya sólo le faltaba poner el de la RDA y quedaría como el ñoño marxista por excelencia.
¡¡¡Soyuz nerushimy respublik svobodnih splotila naveki velikaya Rus'!!!
-No, por favor. -Rogó Kirito, poniéndose la almohada en la cara. A Eugeo le gustaba dejar varios segundos de la alarma a pesar de ya haberse levantado.
Sinon también despertaba, salvo que varias horas más temprano que los dos amigos. Su alarma era convencional, ya que no le gustaba poner alguna canción como despertador ya que la terminaría odiando.
Pasando unos minutos de su rutina, Sinon siempre se hacía la misma pregunta:
-¿Cómo habrá despertado Kirito?
Siguiendo con su rutina, y recibiendo algunos mensajes de Yuuki y de Alice mientras iba en el transporte público, la segunda de ellas le dejó algo muy en claro.
-"¿Ya lo has hecho?" -Mensajeó Alice. La misma sonreía detrás de la pantalla.
-"No. No sé cómo hacerlo, aunque sí quiero".
Con un mes de conversaciones y de algunas "citas" ya que ninguno lo llamaba como tal, la jovencita empezaba a pensársela de verdad si es que le proponía tal trato a Kirito.
La indecisión era por una simple razón, ¿Cómo es que él se lo tomaría? Esa era una pregunta para tomar en cuenta, por lo que de ahí devenía su preocupación.
¿Aceptaría? ¿Rechazaría? Y Si rechazaba ¿Qué pasaría después? La relación entre ambos sufriría de un descalabro considerable, así que eso era lo que la detenía.
No obstante, y como su buena δαίμων, Alice intervendría para tratar de convencer a Kirito de que aceptara el trato. Lo mismo era con Yuuki, si es que ella se llegaba a enterar, trataría de convencer al lacónico para que aceptara.
Teniendo esos dos seguros contra cualquier cosa que pudiera pasar, Sinon suspiró pesadamente, decidiéndose.
Hacía frío ese día, mas ella no llevaba chamarra. Quería ver si es que Kirito le volvía a prestar la suya. Y lo más seguro es que sí lo haría.
Cuando la sudadera del muchacho fue devuelta por Sinon, la misma se tenía impregnada del olor de la muchacha, algo que hizo que el corazón se le acelerara al lacónico.
Era un olor frutal, suave y delicado, algo que casi lo enamoró. Naturalmente, aquel era un aroma bastante hermoso.
El muchacho, quizá por curiosidad, olió unas dos o treces veces la sudadera, impregnándose de olor en su sistema. Claro que su λóγος (Lógos), le dijo "No", por lo que dejó de hacerlo.
En fin, que Sinon le iba a proponer el trato a Kirito...quien desayunaba, teniendo que recoger los platos sucios (los llamo así ya que me vengo enterando que en Chile la palabra "traste" referencia al trasero. Y aquí en México decimos "recoger los trastes, lavar trastes, secar trastes"...es algo curioso).
Eugeo se apuraba a lavar lo suyo, por lo que secó sus platos y se fue corriendo a su cuarto a preparar las cosas para ese día. Tenía clase de Guillermo de Ockham, siendo su seminario de Autores.
Yuuki tomaba Santo Thomas junto con Alice y Sinon, por lo que veía ni a su novia ni a su amante forzada o tampoco a la que parecía ser la futura novia de su buen amigo.
-Date prisa, camarada. -Apuró Eugeo.
-Lo peor es que me hice bien pendejo después de despertarme. Deberías cambiar tu maldita alarma.
-Oye, el himno de la Unión es el más hermoso de la historia.
-Uy sí.
Tras dejar todo en orden y una pequeña refriega, ambos amigos salían apurados a la Facultad. Como no era sorpresa, Eugeo prendió un cigarro en la entrada de CU. Le quedaría un último cigarro en su cajetilla además de ese.
Sinon se les adelantaba, pudieron verle la espalda a unos veinte metros, pero a Kirito no le importó, ya que sonrió al reconocer su característica silueta y su mochila.
-¡Sinon! -Gritó él, sacándole una leve sorpresa a la chica, quien reconoció la voz, mirando hacia atrás.
-¡Chicos! -Regresó ella, saludando a ambos muchachos.
Cuando los varones la alcanzaron, ella los saludó de beso, no teniendo distinciones. Si la pudiéramos comparar con Eugeo, ese sería el único detalle que tendrían en común.
El marxista puso de pretexto que tenía que ir rápido a la Facultad de Historia a comprar algo para "desayunar" a pesar de que ya lo había hecho minutos antes.
-Oye pero ya...
-Bueno, me adelantó. Nos vemos en unos diez minutos. -Interrumpió Eugeo, apresurando el paso para dejar a los όντα solos y que platicaran entre sí.
-Eso fue un poco extraño. -Volteando a ver a Sinon, él rió de forma babosa. Aun no aprendía a sonreír.
Ella se ruborizó ligeramente al quedar sola y por observar esa sonrisa que traía consigo la leve carcajada.
Caminando por la Facultad de Ingeniería Mecánica, quedando a unos pocos minutos de la Facultad. Notando que la plática no avanzaba mucho, Kirito decidió dar el primer paso.
-Hoy se me hizo un poco tarde para hacer el desayuno ya que me quedé medio dormido en mi cama. Eugeo puso de alarma el himno de la URSS y fue algo que no esperaba cuando me desperté.
-Y-ya veo...¿en verdad él pone esas cosas?
-Sí, es un poco extraño. -Una risita más salió de la boca de Kirito. Sinon le diría eso que pensaba al llegar a la Facultad, más específicamente en la parte que correspondía al Instituto de Investigaciones.
La plática siguió bastante torpe y sin mucho chiste, incluso el propio Kirito se sorprendió. Daba la impresión que los dos contrarios habían cambiado de roles, siendo ahora Sinon la lacónica.
Teniendo frente a sí la Facultad y el pequeño jardín donde había bancas y el busto al Filósofo que daba nombre a la misma.
-Kirito, ¿puedo preguntarte una cosa? -Dijo ella, con pena.
-Claro, ¿es de alguna materia? -Contestó él, animado.
-N-no, es otra cosa. Pero prefiero que sea en otro lugar.
Caminando al suelo ajedrezado del Instituto de Investigaciones, que era por donde casi no pasaba nadie, ambos quedaron de frente, estando Kirito en un cuadro negro y Sinon en uno blanco.
Había algunos alumnos y dos profesores en la parte de afuera de la Facultad, esperando a que diera la hora de empezar la clase o que los alumnos vinieran a la misma. Ellos quedaban muy aparte, siendo notorios pero no escuchados.
-Dime Sinon, ¿sucede algo? -Kirito tenía bastante duda al notar nerviosa a su interlocutora, además de un leve rubor en las mejillas de la misma.
-Sí. Es un poco complicado de plantear, no sé sí Hume lo aprobaría, Nietzsche es muy seguro que sí, pero eso no importa. Digamos, llevamos un tiempo ya siendo amigos, no mucho, pero creo que lo suficiente, por lo que quiero proponerte algo.
-¿Proponerme algo?...
-Sí. Es complejo y quizá te sorprendas. El trato es que "juguemos" a ser novios, ya que siento algo aquí en el pecho que tú me causas, pero no sé qué sea, necesito tener experiencia sensible además de experiencia lógica para saber si...lo que siento por ti es...a-amor.
Kirito hizo un poco la cabeza para atrás, abriendo los ojos de la sorpresa que ese trato y esa explicación le habían causado. Pronto, fue que no solo Sinon se había sonrojado, ahora el lacónico muchacho la acompañaba en esa acción.
-N-no sé qué decirte, Sinon. Es algo sorpresivo, y algo que no esperaba. Déjame pensarlo...necesito tiempo para pensarlo.
-Cl-claro. Pero sería jugar a los novios nada más, ese es el trato para que sepa lo que siento por ti, puede que sea una simple falsa alarma...y, no sé...si tu también sientas algo por mí que te llegue a confundir.
Aquella última indagación hizo que Kirito se sonrojara hasta las orejas.
-Co-como te dije, Sinon, lo pensaré y te lo diré. Trataré de que sea lo más pronto posible.
El muchacho se dio le vuelta, caminando lentamente a pesar de tener unas enormes ganas de correr. Adentrándose a la Facultad, yendo directamente al salón.
Sinon lo vio todo desde los enormes ventanales del edificio, llevándose una pequeña desilusión. La experiencia, tanto sensible como lógica le decía...que él no le iba a responder un carajo.
Teniendo un nudo en la garganta y un sentimiento de abatimiento bastante pesado sobre sus hombros, Sinon prendió un cigarro para ponerse a fumar con bastante desesperación. Esperaba que eso la tranquilizara, no estando segura de sí funcionaba.
Yuuki la vio parada en el suelo ajedrezado, por lo que sonrió y se dirigió hacia ella, quien seguía inerte.
-Buenos días. -Sonrió Yuuki, contagiándole un poco de su alegría a Sinon.
-Hola...creo que hoy empecé mal el día...
-¿Por qué lo dices?
-Le pedí a Kirito que "jugáramos" a los novios...me dijo que lo pensaría, y por lo regular eso es un "no".
Yuuki abrió los ojos, poniendo una cara de incredulidad ante tal respuesta. Eso le parecía extraño, ¿cómo por qué hacerlo? Tanto así, que ella estaba segura de que la decisión de Sinon había sido influida por alguien más.
-¿Quién te dio la idea? -Preguntó.
-Fue Alice...pero no es tan mala idea.
-Sigh. Ok, como no podía ser de otra forma, fue Alice, ¿Por qué no me extraña? Esa mujer se deja llevar por lo dionisiaco, ¿crees que jugar a los novios es algo racional?
-Lo más probable es que no, Yuuki.
-¿Y por qué lo hiciste entonces? ¿Por qué no usaste tu cerebro? -Rió Yuuki, siendo una sonrisa de dolor y no tanto de gracia.
-Quería tener una pequeña experiencia...además de que así sabré de una vez por todas si estoy enamorada de Kirito o es una mera idea mía.
-Ok, eso lo entiendo, ¿pero por qué no preguntarme? Sé que es difícil distinguir entre algo que se te pasa de aquí a mañana o algo que puedes sentir meses o años, aunque no tomaste la mejor de las ideas.
-Tch. Espero no quedar como idiota ante él y mucho menos quiero que dejemos de hablar por algo así...¿y si llegará a aceptar?
-Pues los dos estarían igual de tontos. Sea lo que sea, sí eso es lo que te hace feliz, Sinon, puedes hacerlo.
-Me reconforta un poco más que me apoyes aunque no estés de acuerdo.
-Lo más seguro es que termines con el corazón roto, mi estimadísima Sinon. Allá tú. -Yuuki se fue dando una risita, la cual contagió a Sinon.
-Si lloro, no será en tu hombro, moscardona. -Se burló Sinon.
Kirito iba entrando al salón, notándose ligeramente apurado, incluso una gota de sudor le bajaba por medio de la frente al sentirse medianamente inseguro.
-¡Camarada! -Gritó él, al entrar por la puerta y dándose cuenta que Eugeo se leía El Capital. -¿No fuiste a historia?
-Ah. Lo dije para dejarte solo con Sinon. No me lo agradezcas mucho. -Sonrió él.
-Tch. Idiota.
Llevándose a Eugeo hacía la cafetería, la cual se encontraba vacía salvo por Alice, fue que el lacónico muchacho les planteó su enorme problemática al marxista y la dionisia.
Alice estaba completamente a favor del trato, a sabiendas que ella era la autora intelectual del mismo, fingiendo sorpresa al escuchar las palabras de Kirito, quien se notaba tenía bastante inseguridad de que responder.
Por su lado, Eugeo opinaba de forma bastante positiva, argumentando que los dos contrarios hacían una linda pareja a pesar de no ser tan, tan contrarios.
Ambos tenían algunas cosas que les molestaban del otro, siendo esa parte un poco más cargada del lado de Sinon. Lo único que a Kirito no le gustaba de ella, era que no le reconociera como "la voz del Lógos".
No es necesario decir que Sinon no sería la única que negaría tal tesis tan provocativa.
Casi finalizando la intervención de Eugeo, él hizo una pregunta clave, una pregunta, quizá, filosófica.
-¿Y tú que sientes por ella, Kirito?
-¿Yo?...es complicado, y no puede ser amor ya que eso es sumamente irracional, algo que desvía a una persona de su tarea filosófica, por eso no puede ser amor.
-Y, si no es amor, ¿entonces que es, camarada?
-Es complicado saberlo...pero no debería ser complicado de decir. Claro que es una especie de afecto, lazo de amistad, de empatía, lo que sea.
-Digamos que no la amas. -Interrumpió Alice. -Será, acaso, ¿qué la quieres?
-Eso es más complicado todavía.
-Piénsalo... -Alice se levantó de la mesa donde se encontraban sentados, tomando a Eugeo de la mano para llevárselo, dejándolo al lacónico muchacho.
Efectivamente, Kirito se había quedado pensando, observando por la ventana de la cafetería. Fruncía en ceño en señal de confusión, denotando que algo faltaba, y era la opinión de su otro δαίμων: Yuuki.
Se lo tuvo que preguntar dos horas después, que era pasando la clase de Historia. En ese rato, Sinon, quien se había sentado hasta atrás, no dejaba de ver a Kirito, preguntándose qué era lo que respondería en el caso de que así lo hiciera.
La clase seguía normal para Kirito, quien decidiría en respecto de lo que le dijera Yuuki. Ya tenía el punto bueno de dos de sus amigos, si era por decisión unánime, mejor para él.
Como era de esperarse, o como casi siempre suele suceder, las cosas no saldrían tan fáciles como uno podría esperar.
En las jardineras, y tras la clase, Kirito le comentó la cuestión a Yuuki, cuya respuesta fue parecía a la que le dijo a Sinon...salvo que un poquito más ruda.
-No. Eso es bastante incorrecto, ¿Cómo que jugar a los novios? Estarías jugando con los sentimientos de Sinon, ya le dije yo que si ella sale lastimada, no la dejaré llorar en mi hombro, y a ti te voy a dar una paliza si es que le lastimas el corazón.
-Te preguntaría qué harías si el que sale lastimado soy yo, pero eso es imposible.
-Haría lo mismo, cambiando los roles. En verdad, no me parece una buena idea, sobre todo viniendo de Alice.
-¿Cómo? ¿Qué tiene que ver Alice en todo esto?
-Ella fue quien le metió a Sinon en la cabeza la idea del "trato".
-Ahora tiene sentido el por qué no te parecía la idea. -Rió Kirito. Yuuki hizo una cara de inconformidad.
-Sigh. ¿Imagino entonces que le harán caso a ella y no a mí? ¿Por qué la gente está dejando lo apolíneo a un lado para entregarse de nuevo a lo dionisiaco?
-No tengo idea. Vamos Yuuki, no deberías enojarte, tan sólo es algo así como un pequeño juego.
-Espero que ambos sean conscientes de que significa "jugar a los novios". Sigue sin parecerme buena idea ya que siento que las cosas se complicarán para ambos, pero háganlo si es lo que los hace felices.
-Oye...no lo había pensado, ¿eso me haría feliz?
-Sinon lo hace porque quiere saber si está enamorada de ti o es algo pasajero...y tú quieres saber si eso te hace feliz. La curiosidad es algo muy bonito, pero espero que no salgan raspados.
-No te preocupes, Yuuki. Todo saldrá bien...espero. -Kirito le revolvió los cabellos a su contaría. Ambos sonrieron.
La resolución ya había caído, por lo que Kirito iría a buscar a Sinon para comentarle la decisión. Malamente, a ella se le había bajado la presión al fumar un cigarro muy fuerte, por lo que Alice y otra compañera del salón la ayudaban, echándole aire.
Era un poco raro que eso le sucediera, aunque ahora sabía que lo mejor era comprar la marca habitual y no experimentar. En una ocasión, ella había fumado cigarros saborizados...que la dejaron con bastante asco.
Al enterarse Yuuki, ella fue de inmediato a auxiliar a su buena amiga, ofreciéndole unos dulces para que eso le subiera un poco el azúcar. Quizá comentarle a Sinon su decisión no sería muy buena idea, por el momento.
Estando las tres chicas ocupadas entre ellas, el marxista y el lacónico se quedaron platicando en la entrada de la Facultad.
Seguían discutiendo en esa ágora lo que era el trato, tratando de hablar algo bajo, puesto que el salón donde se encontraban las musas quedaba, prácticamente, arriba de ellos.
-Te sigo diciendo que es buena idea, no sería malo que empieces a salir con una chica, sería algo bueno.
-¿Salir con ella? Eso suena más lindo que "jugar a los novios" Prácticamente tener citas y así no es sinónimo de noviazgo, ¿verdad?
-Puede ser la fase superior de las citas, aunque eso depende de cada persona y sus intenciones.
-Interesante...oye, al final de todo leer a Marx no te ha venido nada mal, no es una mala comparativa.
-Gracias, camarada. Pero eso no lo dijo Marx, fue Lenin, jeje.
En cuestión de unos buenos cinco minutos, Sinon ya se sentía un poco mejor gracias a los dulces que Yuuki le había dado. Ambas amigas se dieron un pequeño abrazo, ya que lo malo había sucedido.
Ahora podía venir lo mejor o lo más, más peor, quien sabe.
-Mejor vayamos a tomar aire. -Propuso Alice, así que las tres chicas bajaron las escaleras. Claro que Sinon se mantuvo sujetada al barandal de las mismas al tener aún un poco de debilidad.
Cuando Eugeo se percató que las tres musas venían, él sonrió. -Iré a comprar un café, ya regreso. -Adentrándose en la Facultad, y viendo a las tres chicas, el muchacho sonrió de nuevo. -Yuuki, Alice, ¿me acompañan a comprar un café?
Viendo que guiñaba el ojo de forma medianamente discreta, las dos chicas sonrieron.
-Claro. -Afirmaron, al mismo tiempo. De forma casi inmediata, se voltearon a ver como gatos a punto de pelearse.
-Las acompaño. -Infirió Sinon al ver a Kirito afuera.
-Oh no. Tú tienes que tomar aire, así que mejor ve a la salida. -Disuadió Alice.
-Sí, además te juro que nada malo va a pasar. Tú tranquila, las cosas saldrán bien. -Aseguró Yuuki al ya saber la respuesta del muchacho.
Dejándola sola, y subiendo las escaleras, las dos chicas y el muchacho sonrieron, tratando de contener una risa. Sinon suspiró pesadamente, tratando de que sus pies no fueran de cemento, dándose valor con las palabras de Yuuki.
Saliendo, el muchacho se sorprendió de verla, ya que no la había visto en las escaleras. Sonrió de esa forma babosa y torpe tan característica de él, haciendo que la chica le regresara el gesto de forma genuina y más natural.
-Ya tengo una respuesta para lo que me preguntaste hoy en la mañana, pero te responderé con más preguntas. -Soltó Kirito.
-Es normal que dudes de lo que te pregunte, ¿qu-que querías decirme?
-Eso de "jugar a los novios" suena un poco vulgar, ¿no te parece? Así que por eso me surgió la duda ¿El trato que me propones es eso tener citas un poco románticas, quizá algún abrazo...ir tomados de la mano?
-Sería tener citas, sí. Pero eso ya lo hemos hecho, por lo que tendríamos que dar un paso más, sin llegar al noviazgo.
-Vaya...me la pones complicada. Eso del noviazgo y el amor me parece una tontería, es como tener una segunda madre o un segundo padre, ya que es ser acarreado por la otra persona, que te pregunte donde estas, con quien, avisar a qué hora llegas a tu casa...eso mismo, como una segunda madre.
-¡Eso es justo lo que quiero evitar! -Exclamó ella. -Lo que quiero proponerte es que seamos "no tan novios" nada de celos, nada de compromisos...algo relax.
-¿Cómo unión libre? Es como estar casado sin haber firmado nada o pasado por la iglesia.
-Vaya ejemplo pusiste, pero sí. -Sonrió ella. -¿Entonces qué dices, Kirito?
-No suena mal, me gusta platicar contigo, y quizá así pueda conocerte un poco más. Lo único que me tiene con pendiente es que descubras que estás enamorada de mí, ¿Qué haríamos si eso sucede?
-Buen punto... ¡lo podemos ver por el camino, será mejor pensarlo con detenimiento!
-Bien, Sinon. -Ambos muchachos se sonrieron.
Esa era una pregunta muy buena, ¿Qué harían en caso de que Sinon se enamorara? Kirito no se preocupaba si el sentía un amor o un querer por Sinon, apenas le importaba.
Pero sí, aquello se debía pensar con detenimiento, por lo que se tenía un poco de tiempo para pensarlo. Lo chistoso sería pensar...¿y ahora qué?
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Poco romántico, lo sé. Pero ya se compensará para el próximo capítulo que tiene una escena entre esos dos que es ufff men.
Y sí, a mi Me pasó lo mismo que a Sinon, probé un cigarro de lavanda y es me bajó la presión :'c
Pero bueno, el romance se disparará un poco, estén al pendiente de eso :D
Siempre tuyo:
-Arturo Reyes.
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