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extra uno

Las semanas siguientes pasaron por altos y bajos. Claro, como en cualquier embarazo podía pasar. Taehyung obtuvo más felicidad que momentos tristes, toda su familia hizo una gran celebración cuando se enteraron de la noticia, fue una celebración íntima y grandiosa, llena de momentos emotivos y algunas personas expresando su emoción a través de las lágrimas.

Los padres de Taehyung al enterarse tomaron el primer vuelo para ir donde su hijo. El señor Kim en especial fue quien más sentimientos expreso, al ver a su hijo, ese mismo niño que él crio, estar preparándose para traer una nueva vida al mundo, a su nieto. El señor no pudo evitar sumarse al grupo de gente que soltaba lágrimas sin parar.

Y por otra parte estaba Jungkook, el futuro padre quien ya tenía una pila de libros en el escritorio de su oficina, tanto en el palacio como en la empresa principal. El azabache se estaba esforzando por tener el mayor conocimiento posible sobre el tema de los embarazos en donceles, en el cuidado de bebes, niños y en el tema de la crianza. Se lo estaba tomando realmente en serio.

El pelinegro tomaba muy en serio su papel en el embarazo, él tenía muy claro que a pesar de ambos convertirse en padres, quien pasaba por mayores dificultades era Taehyung, por lo cual, se tomó muy en serio su tarea de ser un buen esposo y futuro padre, ayudando con todo, haciendo que comiera y durmiera lo necesario, no dejando que cargara con cosas pesadas, incluso era paranoico al verlo bajar la escalera.

Por su parte Taehyung vivía cual embarazado consentido.

Jungkook se encargaba de consentirlo en cualquier antojo que tuviera, en cualquier necesidad por la que pasara, ya fuera importante o no, Jungkook era el primero en correr por él. Y a veces, solo a veces, se aprovechaba un poquito de eso.

Como ahora que se encontraba con una pequeña sonrisa traviesa en su rostro mientras estaba envuelto en cobijas en el sofá de la sala, esperando a Jungkook. Quien no tardo en aparecer, con un plato lleno de fresas con crema y un batido de chocolate.

— cariño ¿no te hará daño comer tanto dulce a esta hora— el ceño fruncido que su esposo le dio le hizo guardarse el resto de las preguntas para él mismo— bien... bien, aquí tienes.

Taehyung no tardo en comenzar a devorar las fresas y Jungkook tan solo podía verlo con una sonrisa tranquila.

— ¿esta rico? —Taehyung asintió con las mejillas llenas como una ardilla— eso es bueno, después iremos a la cama ¿sí? Necesitas dormir bien.

Taehyung trago las fresas que tenía en la boca. Su vista fue hacia alguna dirección y parecía algo perdida, Jungkook frunció levemente su ceño ante esto.

— ¿qué ocurre, cariño? ¿quieres algo más? —Taehyung negó con la cabeza— ¿entonces, mi amor?

después de grandes charlas, Taehyung logro ser completamente sincero con él. Jungkook desde el principio le habia suplicado que fuera completamente honesto en todo su embarazo, no quería que pasara por nada solo, no quería que pasara por momentos de tristeza y que él no pudiera estar ahí para consolarlo.

Por eso Taehyung sabía que no estaba bien guardarse sus pensamientos, por más bochornosos que pudieran llegar a ser, Jungkook estaba ahí para él, listo para escucharlo, sin juzgarlo.

— me siento algo inseguro...

Jungkook vacilo levemente— ¿inseguro...? —Taehyung asintió, reafirmando sus palabras— ¿sobre qué, cariño?

— yo... mi cuerpo cambiara Kook, lo sabes, yo lo sé... y todo este asunto de las hormonas solo me hace sentir... carajo, realmente te deseo, demasiado, todo el tiempo —confeso, sus mejillas teñidas de un leve rojizo— y... sé que no podemos hacerlo de forma brusca, pero... —le costaba encontrar las palabras correctas, era difícil y a pesar de todo, algo vergonzoso— me da miedo que después de unos meses, mi cuerpo cambie demasiado y quizás... tú no sientas....

— mi amor, te pediré que te detengas —Taehyung de inmediato se calló, y su vista fue hacia la fresa que estaba entre sus dedos— mi vida, ¿realmente crees que mi apetito sexual disminuiría solo por cómo te ves? —los ojos de Taehyung brillaron levemente, Jungkook sostuvo sus manos— mi amor... tú siempre serás la personas más hermosa, perfecta y sexi que pueda conocer, y créeme cuando te digo, que jamás dejaras de verte sensual a mis ojos, que jamás dejare de desear tu cuerpo y jamás podría influir algo como eso en mi amor por ti, en cualquier escenario.

¿Qué no le atraiga por el cambio de su cuerpo? Por dios, ¿Cuántos animales había en el mundo haciéndose llamar a ellos mimos hombres? Un hombre de verdad jamás podría atacar las inseguridades de su pareja, nadie que sea un ser humano decente lo haría. Y él, él jamás en su vida, dejaría a Taehyung en ese mar de dudas, pensando que quizás no era suficiente para él. maldición, si cada vez que Taehyung se encontraba con el mínimo de roja Jungkook reaccionaba ante su perfección.

De todas maneras, podía entenderlo, entendía que un embarazado pasaba por distintos y muy complicados procesos, lo habia leído, estudiado y aprendido, por lo que sabia que los temas así, por más "mínimos" que pudieran parecer, debían tocarse, y no dejarlos levitando alrededor de la persona que sufría estas inseguridades.

— debo parecer un exagerado ¿no...? —cuestiono el castaño con una sonrisa triste y apagada.

Jungkook sonrió, agachándose para besar las manos de su esposo— jamás, ninguna de tus inseguridades, por más pequeñas que sean, te harán parecer alguien exagerado. Al contrario, eres fuerte y honesto, eso es lo que más cuenta e importa.

El menor sintió su labio inferior temblar levemente. Jungkook sonrió y lo envolvió entre sus brazos, meciéndolo lentamente mientras dejaba un beso aquí y allá. Para el jamás seria de baja importancia algo que su esposo pudiera sentir.

— eres hermoso, eres precioso... —comenzó a decir, en un tono bajo mientras una de sus manos acariciaba el vientre contrario y la otra sujetaba la mano contraria— eres el ser más maravilloso que existe, eres el hombre más sexi y el único en mi corazón y vida. Jamás podrás dejar; ni siquiera si lo intentas, ser lo más bonito ante mis ojos.

Taehyung sonrió con sus ojos cerrados, disfrutando el tacto de su esposo. Sintiendo su corazón cálido ante las dulces palabras.

— te amo Kook, gracias por mantener la fuerza entre los dos, cuando yo no puedo hacerlo.

Jungkook dejo un beso en su cabellera con cariño— hay veces en las que tú lo harás, quisiera hacerlo siempre yo, pero un matrimonio es de dos, no me agradezcas por hacer lo que corresponde, mi amor, ya te lo he dicho, jamás se sentirá como una obligación.

Taehyung sonrió un poco —siempre has demostrado ser el hombre perfecto, incluso si dices que no lo eres, lo eres, comparado con otros hombres, eres la perfección hecha hombre.

— ¿Qué otros hombres?

El silencio reino por un segundo antes de que Taehyung soltara carcajadas por la repentina seriedad. Jungkook incluso lo abrazo más protección entre sus brazos.

— no puedes acercarte a más hombres —dicto de forma burlona mientras lo envolvía con un poco más de fuerza, no llegando a lastimarlo— eres mi esposo, solo mío y si alguien te ve con ojos lujuriosos se los arrancare con mis propias manos.

Taehyung no pudo evitar estallar en risas en cuanto sintió como el mayor comenzaba a picarle las costillas de forma juguetona.

— ¡basta! ¡Jungkook si me hago del baño aquí te juro que duermes en el piso! —grito mientras reía, suspirando con alivio en cuanto sintió que el ataque paraba— eres un baboso.

Jungkook tomo su mano y la beso con cariño— y tú eres hermoso, mi hermoso esposo embarazado que ya debe ir a la cama porque son las tres de la madrugada.

— pero no tengo sueño.

Taehyung grito sorprendido cuando fue levantado por los fuertes brazos contrarios. Rápidamente envolvió sus brazos en el cuello de Jungkook mientras este lo tomaba de forma firme, por debo de sus rodillas y su espalda.

— bien, pues creo que tendré que darte razones para estar cansado ¿no? —cuestiono de forma sugerente, haciendo que el rostro de Taehyung se enrojeciera. Rio, comenzando a caminar hacia el ascensor, subiendo mientras sus brazos sostenían de forma firme a su esposo.

Jungkook jamás estaría dispuesto a dejar en el limbo de la inseguridad a su esposo, jamás estaría dispuesto a dejarlo en un mar de malas emociones donde no pueda encontrar paz, mucho menos en el estado en el cual se encuentra. Nuevamente, Jungkook sabía que la peor parte del embarazo se la llevaba Taehyung, y además de tener que hacerlo, él quería formar parte de eso de forma cercana, por lo que jamás podría ser una molestia satisfacer las necesidades de su bello embarazado.







Muchas noches así continuaron, con Jungkook yendo a cumplir cada uno de los antojos de su esposo, no dejando que nadie más hiciera su trabajo, ni siquiera la servidumbre, ya que además de tener que ser él quien debía cumplir, también quería disfrutar y experimentar lo bonito que se sentía poder satisfacer y darle tranquilidad a su esposo en esta complicada, pero linda etapa.

Gracias a los cielos, Taehyung no paso por momentos tan malos los primeros meses con respecto al vomito y los mareos, aunque eso no quería decir que no los vio, y por decirlo de forma tranquila, se sentía simplemente horrible.

— p-por favor vete...

— cariño... —suspiro Jungkook, mientras acariciaba su espalda.

No pasaba con frecuencia, pero cada vez que pasaba, Taehyung lo odiaba. Su garganta dolía horrible y tenía que sentir ese asqueroso sabor en su garganta. Los ojos se ponían llorosos y su estómago dolía al igual que su cabeza. Odiaba que Jungkook lo viera de esa forma.

Él mismo ha visto tantas cosas, y esto es normal, él sabe perfectamente que es normal y que no tiene de que sentirse avergonzado, pero era difícil, más aún cuando su esposo lo veía de rodillas apenas sosteniéndose para vomitar lo que su cuerpo no había podido tolerar. Entendía que sus emociones estaban alborotadas y que Jungkook jamás sentiría asco de él, pero... ¿y si él sentía asco de sí mismo?

Todos los embarazos se viven de diferente forma, para cada persona era algo diferente, en este caso, para él, que es doctor, tiene especialidad y gran conocimiento en esta área, se ha vuelto extremadamente difícil sobrellevar estos momentos. Ya con cinco meses de embarazo, en donde su cuerpo ya ha cambiado, sus muslos más rellenitos, su vientre abultado en donde pequeñas estrías se formaron. No podía evitar no sentirse horrible ante el espejo.

No lo ha podido hablar con Jungkook, a pesar de toda la confianza, a pesar de todas las charlas, simplemente era muy vergonzoso y penoso para él. A pesar de saber que Jungkook jamás le diría nada referente a su cuerpo, él sabía que estaba diferente, y no podía evitar comenzar a odiarlo, y querer llorar cada vez que tiene que verse al espejo. Ha llegado a extremos como ducharse con la luz apagada, luchando por no tener que verse al espejo, o también a otros escenarios en donde ha puestos escusas para no cambiarse frente a Jungkook, o para no hacer el amor.

Su cuerpo cambio, y sabía que era por algo hermoso, pero al mismo tiempo se sentía culpable por no disfrutarlo ni parecerle bonito el cambio que su bebé le estaba provocando.

— cariño... —la voz tranquila de Jungkook volvió a escucharse a sus espaldas— quizás debamos ir al hospital, ya has vomitado demasiado, ¿eso es normal?

Taehyung sorbio su nariz, tirando la cadena del inodoro, se trató de poner de pie, pero fracaso, debiendo tener la ayuda del mayor para poder ponerse de pie.

— cariño...

— quiero bañarme. —pidió en voz baja. En voz quebrada.

Jungkook presiono sus labios. Podía hacerse unas cuantas ideas de lo que estaba pasando, podía llegar a ciertas conclusiones, pero ¿Cómo podría tocar el tema o sacarlo a la mesa sin hacer llorar más a su precioso ángel? Quien ya tenía su bello rostro irritado por las lágrimas que salían sin control.

No dijo nada más, tan solo se apresuró en llenar la tina del baño con agua temperada. Taehyung tampoco decía nada, era obvio que estaba cansado, era ya media noche, y había estado vomitando muchos minutos. Sus ojitos se notaban extremadamente cansados y perdidos. Jungkook presiono sus labios al verlo, sintiendo inseguridad de sus próximos pasos.

— ¿puedo ayudarte, cariño? Estas cansado, temo que puedas caerte.

— y-yo... quisiera hacerlo por mí mismo,

La voz de Taehyung apenas era un susurro. Jungkook froto sus ojos, dándose vuelta para comprobar la temperatura del agua, y agregar unas cuantas fragancias. Taehyung lo veía con sus labios presionados entre sí con algo de fuerza ¿lo había molestado?

— te he ayudado y apoyado en momentos realmente íntimos —la voz de Jungkook hizo eco en el gran baño. Taehyung se abrazó a si mismo— te he visto desnudo de muchas formas, mucho más allá de lo físico, te he sostenido en tus momentos más vulnerables, incluso... incluso en ese horrible momento en donde creías que te volverías una carga para mí.

Un sollozo se escuchó en el baño. Taehyung cubrió rápidamente su boca con su mano. Jungkook siguió hablando.

— dime ¿alguna vez te hice sentir menos por la condición que tuviste en ese tiempo? ¿alguna vez te sentiste menos atractivo a través de mi mirada? —cuestiono, y una vez termino de preparar el baño, camino lentamente hacia su esposo, quien seguía llorando en silencio. Su corazón dolía, pero aun así siguió hablando— realmente no creo que puedas responder a eso de una forma positiva, pues estoy seguro de que jamás, en la vida, te he mirado o miraría con repulsión o con ojos que no sean solo de amor y admiración.

Jungkook se arrodillo frente a él, Taehyung seguía viéndolo a través de sus ojos llorosos y brillantes, sus mejillas rojas por el esfuerzo que ha hecho. Jungkook sonrió levemente, de forma tranquila, mientras tomaba sus manos con cariño.

— está bien que te sientas de ciertas maneras; está bien porque es completamente normal. Pero no es algo que pueda dejar pasar o aceptar que eso quede rondando en tu cabeza. No nos estamos conociendo, cariño, somos esposos, sé todo de ti, sé cómo actúas y sé la forma tan solitaria que tienes para esconder tus emociones, ¿Por qué insistes en ocultarlo de mí?

Jungkook no le podría reprochar jamás el hecho de que él sea médico y que debería saber lo que pasaría y exigirle que actuara de manera más consciente al tener mayor conocimiento. No, jamás podría hacer algo así. Taehyung era un ser humano, y así como todos, era diferente, vivía y actuaba de forma diferente, más aún en esta etapa. Jamás podría reprocharle por no actuar de una manera a una situación que está viviendo por primera vez, más aún cuando él mismo está aprendiendo también.

Jungkook sabía que, en su mente, Taehyung creía ser bueno ocultándole cosas a él, como sus pensamientos, miedos o inseguridades, pero claro que no era así, ¿Cómo podría ser así cuando él se había esforzado por conocer a su esposo de todas las maneras posibles para estar siempre preparado para las situaciones?

— jamás te reprochare, cariño, puedes tener inseguridades como todos, pero lo único que te pediré, es que no sea a través de mis ojos.

Jungkook levanto su mano y la llevo al mentón contrario, pidiéndole su atención. Taehyung se la dio en seguida.

— no veas todo eso a través de mis ojos, porque te estas engañando a ti mismo y creyendo cosas falsas sobre mí. Cuando yo jamás podría verte como tus feos pensamientos te muestran. Eres lo más hermoso del mundo, y mis ojos jamás podrían verte de forma que no sea angelical y completamente perfecta.

De su garganta broto un nuevo sollozo, su vista fue hacia el piso mientras continuaba llorando. Solo pudo sentir como era envuelto en los brazos de Jungkook y como este tomaba su cabeza para ocultarla entre su cuello y hombro. Mientras le repetía pequeñas frases, llenas de amor y comprensión. Lo dejo llorar, lo dejo desahogarse y desprenderse de todo lo que le perturbaba en ese momento.

Jungkook lo sostenía firmemente, no importándole que su camiseta quedara húmeda por las lágrimas contrarias. Taehyung se aferró a él con fuerza, mientras dejaba que su llanto saliera de forma sincera y descontrolada. Ahí, en medio del baño, a medianoche, viviendo un momento que podría ser de poca importancia para muchos ya que era algo "normal" en los embarazos. Pero muy importante para él mayor, puesto que estas acciones son las que lo definen como esposo y futuro padre, y por, sobre todo, le darán seguridad a su esposo para poder actuar e ir hacia él en sus futuras batallas.

— mi amor... mi Taehyung —susurro el pelinegro, mientras sus manos iban hacia la camisa contraria, desabrochando botón por botón, sin perder la vista contraria mientras le sonreía con tranquilidad— ¿sabes... el cómo se han burlado de mi en ciertas ocasiones por presumir que mi esposo es un ángel encarnado en el cuerpo de un hermoso humano?

Su voz era suave, Taehyung temblaba levemente, sobre todo al sentir como la tela se separaba de su cuerpo, pero aun así dejo que Jungkook continuara con lo que estaba haciendo. Se sentía cálido, se sentía bien, se sentía seguro.

Jungkook lograba transmitirle eso, con sus palabras, acciones y su toque, su toque tan cuidadoso y suave, teniendo tanta delicadeza con él como si estuviera tocando lo más frágil entre sus manos.

— jamás he hecho caso a esas burlas —termino diciendo, desprendiendo por completo la camisa blanca, dejándola caer. Sus ojos brillaron ante la piel expuesta del contrario, y esa curvatura de su vientre. Era tan precioso— porque yo sé que es verdad, eres un ángel, solo un ser tan divino podría asemejarse a tu belleza, ¿Por qué aun no lo tienes claro? ¿es porque aún no te has mirado a través de mis ojos?

Jungkook se acercó, lo suficiente como para que su rostro estuviera frente al vientre contrario, procediendo a besar la casita de su hijo con amor y cuidado. Luego se levantó, y sus manos fueron directamente a trazar esas marcas, esas marcas que acomplejaban de forma tan cruel a su esposo. Eran algo hermoso que se veía a través de ojos incorrectos y mentes crueles. Por eso su pobre esposo, y muchas otras personas, sufrían debido a estas pequeñas lindas marcas.

A sus ojos no era así, y no planeaba dejar a su Taehyung con ideas equivocadas ni mucho menos permitir que sintiera repulsión hacia su cuerpo, hacia algo tan sagrado y precioso.

— cariño... ¿acaso crees que una pintura totalmente blanca es hermosa sin ningún tipo de color o trazo?

Taehyung lo observo confundido —¿eh...?

Jungkook sonrió, acercándose a besar las pequeñas marcas con adoración. El color de Taehyung se volvió rojizo y cálido. Sintiendo muchas emociones al ver a Jungkook besar lo que para él era horroroso.

— algo completamente blanco y solo es aburrido, es una ilusión falsa de perfección —comenzó diciendo, mientras sus manos hábilmente terminaban de desnudarlo por completo. Taehyung estaba escuchando atentamente— el cielo es decorado con subes y estrellas, los lienzos no se quedan blanco, son decorados con creatividad e colores, la piel humana no es completamente lisa y libre, es decorada con lunares, pecas o pequeñas marcas... el campo no es solo verde, lo acompañan árboles y fauna de muchos colores y especies... nada en solitario, neutro o completamente monótono es señal de perfección.

Mientras hablaba, sus manos recorrían el cuerpo de su esposo, acariciando y besando las zonas correctas, las partes en donde sabía que Taehyung más tenía esas inseguridades. Quería transmitirle, a través de su toque, lo perfecto que él seguía siendo, y siempre seria ante sus ojos e instintos.

— estas bellas marcas son trazos... trazos que marcan el inicio de una bendición, de un camino largo y maravilloso que tendremos en la vida, nuestro hijo lo está creando con nosotros, y te está pintando para ayudarte a comenzar ese camino.

Su voz era tan dulce. Tan tranquila y decidida. No dejaba dudas en sus palabras. Jungkook no endulzaba nada, hablaba de forma en que realmente se sentía y pensaba.

— son hermosas, son únicas porque ninguna es igual a otra... yo puedo admirar su belleza ¿Por qué no puedes tú? —cuestiono, como si de verdad no pudiera entender como Taehyung podría sentir inseguridad de algo tan bello— estas protegiendo a nuestro hijo, le estas dando un lugar seguro, y él nos muestra su presencia a través de ti, a través de cambios hermosos y únicos. Jamás podría ser algo que me disgustara, mucho menos cuando nuestro pequeño milagro está demostrando su presencia y su urgencia por crecer sano y conocernos, sobre todo por conocer a quien ha hecho todo el trabajo de protegerlo.

El corazón de Taehyung se sintió cálido.

Sus palabras, sus palabras llenas de cariño, consuelo y sinceridad llenaron el corazón de Taehyung de calidez y algo que lo hizo sentir relajado, tranquilo. ¿Cómo un hombre podía decir palabras tan hermosas como si fueran poesía de forma tan casual?

Jungkook jamás se había esforzado en aprender versos hermosos, porque él mismo los sacaba de su corazón, de sus sentimientos más sinceros, lo que hacía imposible para Taehyung sentir duda de sus palabras. Más cuando esos ojos oscuros brillaban cada vez que hablaba sobre él, sobre cualquier cosa de él.

Jungkook sonrió, poniéndose de pie, cargando su cuerpo con cuidado para llevarlo a la bañera y sumergirlo en el agua. Taehyung gimió ante la sensación agradable que llego a su cuerpo. Jungkook sonrió de forma más feliz, sentándose justo atrás de la bañera, llevando la cabeza de su esposo a la almohadilla que había colocado, asegurándose de que estuviera completamente cómodo.

— cierra tus ojos —susurro. Taehyung lo hizo, y Jungkook comenzó a masajear su cabello con cuidado— el cambio de tu cuerpo es normal mi amor, sé que lo sabes, pero necesitas que yo te lo diga. Eres tan hermoso como siempre, y tu cuerpo me parece igual de sexi que el primer día, aun si tu vientre es abultado, si tu cuerpo fue decorado con pequeñas o grandes marcas, sigues siendo tan atrayente y deslumbrante que siempre.

El cuerpo de Taehyung sufrió un pequeño escalofrío cuando sintió las manos contrarias comenzar a masajear sus hombros. quitando la tensión.

— mmh... —jadeo de forma ahogada en cuanto sintió como Jungkook aplicaba la fuerza necesaria para quitarle todo el peso que traía sobre sus hombros y espalda.

— relájate, yo los cuido a los dos.

Taehyung se entregó completamente a las dulces palabras y acciones de su esposo, quedando completamente en sus manos, dejando esos pensamientos y crueles sentimientos a un lado, para disfrutar los que su hombre le ofrecía de forma sincera.

Jungkook se encargó de lavarlo con paciencia, pasando sus manos por el cuerpo contrario con cuidado, apretando en donde sabía que Taehyung podía sentirse más tensionado. De vez en cuando picaba con ternura la nariz contraria o los costados de su cuerpo, logrando sacarle pequeñas sonrisas al castaño. Sus lágrimas ya habían desaparecido por completo.

Después de un rato, Jungkook lo saco de la bañera, sentándolo frente al tocador para comenzar a secar su cabello. Se aseguro de que Taehyung lavara sus dientes mientras él, después de secar su cabello, se aseguró de aplicar sus cremas diarias y las nuevas que eran específicamente para esas pequeñas marquitas. Si su esposo quería tratar de minimizarlas, él estaría de acuerdo, feliz de ver el cómo Taehyung no parecía ponerse tenso ante su toque.

— vamos cariño —susurro. Su esposo estaba tan relajado que seguía con sus ojos cerrados, apenas contestando de forma lenta, arrastrando sus palabras. Jungkook sonrió, volviendo a cargarlo, llevándolo hacia la cama.

El mayor se encargó de que la habitación quedara a oscuras, y que la única luz que entrara a la habitación fuera la que la luna les ofrecía cortésmente, entrando levemente por las aberturas pequeñas de las cortinas que Jungkook dejo abiertas.

— aun no tengo sueño... —susurro el menor, al sentir como Jungkook llegaba a la cama.

El mayor sonrió— ¿no? si pareces que estas flotando en una nube, cariño.

Taehyung sonrió mientras abría sus ojos perezosamente. Con cuidado se sentó en la cama, Jungkook de inmediato le ayudo a completa su tarea.

— quisiera que hablaremos unos minutos —expreso, echando su cuerpo hacia adelante, indicándole silenciosamente a Jungkook que tomara lugar detrás de él. Jungkook lo hizo con rapidez.

Jungkook quedo sentando e inclinado levemente sobre las almohadas, con sus piernas abiertas mientras Taehyung quedaba recortado sobre él. ambos se mantuvieron en esa posición, las manos del azabache yendo directamente al vientre contrario masajeándolo con cuidado.

— ¿te sientes mejor? Lamento tanto que tengas que pasar por esto cariño ¿ya no duele tu garganta? —cuestiono en susurros tranquilos, sin detener sus caricias— si quieres puedo ir a prepararte un té para aliviarte.

— no es necesario —respondió el menor, acurrucándose más en el cuerpo del pelinegro— ya no duele tanto, solo esta algo inflamada, se pasará por sí solo.

Jungkook hizo un pequeño ruido afirmativo, apresando más a su esposo entre sus brazos.

— Kook... —Jungkook lo escucho atento— ¿has pensado en nombres para nuestro hijo? Desde que supimos que sería un niño he pensado en muchas opciones, pero no llego a algo que realmente me convenza.

Jungkook guardo silencio unos segundos. Luego sonrió asintiendo— lo he pensado, sí... nombres con un buen significado, pero realmente quería que tú decidieras junto a mí, eres quien está cargando a nuestro hijo, debes de tener mayor participación en esta importante Taehyung.

Taehyung pellizco levemente su mano— ambos somos sus padres, es un trabajo en equipo no solo mío.

Jungkook tan solo sonrió. No se atrevería a contradecir a su esposo embarazado.

— he pensado en Kwan... fuerte, como su padre —dijo Taehyung, el corazón de Jungkook se apretó en su pecho— o también en Jun, con grandes talentos... como tú...

Jungkook echo su cabeza hacia tras y suspiro. Sus manos se frotaron con cariño en el vientre de su esposo, mientras que dejaba besos sonoros en la curvatura del cuello y hombro del castaño.

— mi amor... atacas mi corazón de forma cruel...

Taehyung sonrió de forma divertida, removiéndose ante las pequeñas cosquillas que el mayor le proporciono en sus costados.

— son nombres preciosos —dijo finalmente Jungkook— yo también he pensado... Taeyang, resplandeciente como el sol, como su hermoso padre que brilla y deja su marca por donde sea que vaya —dijo, besando la mejilla contraria— o Seung, talentoso, ganador... quizás saque tu inteligencia, y él sea quien me enseñe a mí.

Ambos rieron. Era un momento agradable, íntimo y bonito, en la oscuridad, levemente reflejados por la luna. Hablando sobre el nombre de su hijo y el futuro que tendrían a su lado. ¿Qué podía ser más perfecto?

Estaban en su burbuja, esa burbuja que tanto los caracterizaba como para encerrarse en ella y amar estar en esa intimidad que solo le correspondía a ellos. Donde las sonrisas, risas, caricias y sentimientos cálidos los refugiaban. Y esta vez, estaban tan ensimismados en ella, que ambos dieron un pequeño salto en cuando una parte alta del vientre de Taehyung se levantó.

Su hijo estaba ahí, con ellos, en esa burbuja.

— parece que alguien despertó —dijo el mayor, pasando su mano sobre el bulto que volvió a levantarse de forma rápida, Taehyung hizo una mueca, pero igualmente estaba sonriendo— esto es maravilloso, es... —su voz estaba ahogada, pocas veces su hijo se movía para demostrar su presencia, y él era el más feliz ante estas apariciones— gracias Tae, gracias, gracias...

El menor sonrió, poniendo sus manos sobre las de Jungkook— no solo me agradezcas a mí... él ha querido saludarte, sabe que estas aquí cuidándonos, te lo está agradeciendo.

Taehyung no fue consciente de la lágrima que corrió por el rostro contrario.

El silencio volvió a reinar en la habitación, mientras ambos padres hablaban con su hijo y este respondía a través de pequeñas pataditas. En esa habitación, en donde reinaba la tranquilidad y el cariño, estaba una familia, que, a pesar de sus títulos, de quienes eran, en ese momento estaban tan solo ellos tres, apreciando su cercanía. Apreciando el tenerse el uno al otro.

Taehyung sonreía de forma relajada mientras estaba completamente seguro y entregado a los brazos de su esposo, mientras él los sostenía a ambos. 









Los días se transformaron en semanas y las semanas en meses.

El palacio estaba tranquilo, la servidumbre yendo de aquí para allá, los guardias en los puntos en donde debían estar, y el sol se estaba preparando para hacer su relevo con la luna, dando paso a un cálido atardecer que iluminaba de forma hermosa el hogar donde habitaba la pequeña familia.

Unos pasos algo apresurados se escucharon bajando la escalera, Jungkook estaba con el ceño fruncido viendo hacia todos lados.

— señor Han —lo llamo Jungkook, el hombre fue hacia él, reverencio y espero las próximas palabras— ¿mi esposo?

— el señor Jeon me ha pedido que no le diga en donde se encuentra.

Jungkook frunció más el ceño, sobre todo al ver como las comisuras de ese viejo y serio hombre se levantaban levemente, como si se estuviera burlando de él.

— Han...

— señor... con todo el respeto que le he tenido a lo largo de la vida, le rogare perdón, pero mi lealtad esta con su esposo, quien dijo que debía escoger un bando en su disputa.

La mano de Jungkook fue hacia su entre cejo, masajeándolo levemente. Y claro que escogió el bando de su esposo. El señor Han se dio la vuelta y se marchó, con una sonrisa que el contrario no pudo ver.

Maravilloso, pensó el mayor.

Su esposo con ya nueve meses de embarazo estaba por ahí, solo en alguna parte del palacio haciendo de las suyas y jugando al gato y al ratón de forma según él, divertida. Pues no lo era para el azabache, quien habia vivido en un estrés constante en el último mes, sabiendo que faltaba tan poco para el nacimiento de su pequeño, no quería dejar a Taehyung ni un momento solo.

Taehyung por su parte estaba con una sonrisa en el gran jardín trasero del palacio, paseando a un lado de los estanques, disfrutando ver los peces de diferentes colores nadar en un espacio que les permitía tener libertad y un buen cuidado.

Sus manos paseaban por su vientre mucho más grande, acariciándolo con cariño— pronto estarás con nosotros mi vida... estoy tan ansioso por verte...

Taehyung quería tener una conversación con su hijo, era importante para él, y debía ser solo entre ellos dos. Por lo que el que Jungkook lo estuviera siguiendo todo el tiempo no ayudaba a lo que necesitaba hacer. Asique sí, se escabullo de su cama, de la sienta que ambos tomaban y dejo a Jungkook con una pequeña notita de que estaba bien, pero necesitaba un espacio solo para él y su hijo, que lo amaba, pero que esto era muy necesario.

— mi pequeño hijo, mi bebé... el parto de un doncel es complicado, es más complicado que el de las mujeres lamentablemente...

Su voz era suave, mientras caminaba hacia un columpio que estaba en medio de unas flores, rodeado por la misma laguna. con una sonrisa tranquila fue hasta ahí, sentándose con cuidado, disfrutando el leve balanceo.

la brisa pegaba de forma dulce, tranquila. Y el cielo le daban una gran vista e iluminación al bello doncel que hablaba con su hijo.

— mi bebé, tu padre jamás estaría listo para una conversación así, simplemente no puede tenerla... y lo entiendo —la sonrisa de su rostro jamás se fue, estaba ahí, igual de tranquila. — mi pequeño, quiero que me hagas una promesa, una promesa que será nuestro secreto.

Taehyung levanto su cabeza viendo hacia los lados, asegurando su soledad en el lugar. posiblemente Jungkook lo estaba buscando y luchando por conocer su paradero, lo cual le parecía divertido, pero debía concentrarse en esta importante conversación.

— A pesar de que mi salud está bien, que mi cuerpo está bien, todo puede pasar en un parto... por lo que lo que debes prometerme es, que no importa cuánto debas luchar, tú debes llegar a mis brazos, debes llorar al conocer el mundo, debes venir con nosotros.... aunque solo sea con uno...

el viento movió su cabello levemente.

— yo te prometo que daré todo de mí para verte, para tenerte en mis brazos, pe-pero si algo malo pasara, si yo tuviera que irme... tú aun así debes venir a los brazos de tu padre, él te cuidara y te amara por ambos. —una lágrima bajo por su mejilla sin permiso, por tan solo imaginar un escenario tan triste— pondré toda mi fuerza, mi amor, juro que daré todo mi esfuerzo para que todo salga bien, pero tú eres lo más importante para mí, debes lograrlo, tú debes lograrlo antes que yo...

A pesar de ser solo una posibilidad, y una muy lejana, Taehyung quería estar listo para todo. Sabía cuáles eran las opciones, las consecuencias, lo que podría pasar o lo que realmente solo pasaba entre uno y cien donceles. pero debía ser consciente de todo, él estaba preparado para todo, menos para perder a lo que su alma y corazón tomaron como motor.

Y también sabía perfectamente que jamás podría hablar de esto con Jungkook, su esposo, su amado esposo jamás lo dejaría ir a él, por muchas cosas que pueda decir, sabía perfectamente que Jungkook no elegiría al bebé sobre él. No le molesta, porque lo entiende perfectamente, sabe que Jungkook quedaría devastado si él ya no estuviera aquí, pero Taehyung simplemente no podría vivir con felicidad si su hijo no conociera el mundo, si él hubiera fallado en traerlo con ellos de forma segura y sana.

Pero sabía que Jungkook jamás le fallaría si algo llegara a pasar, si por alguna cruel razón él ya no puede volver a casa con ellos, sabe que Jungkook criaría a su hijo con valores, amor y determinación.

— A pesar de todo, rezare por volver contigo a casa, hijo mío, y verte crecer, poder educarte, enseñarte y contarte en algún momento la historia de amor más maravillosa que hay, aunque deberás ser mayor para escucharla y entenderla correctamente.

Una pequeña patadita llego a su mano, la cual se quedó quieta en cuanto sintió el movimiento. Taehyung sonrió aún más.

— yo también lo prometo mi amor, lo prometo.

Fue una promesa, una sagrada que Taehyung se aseguraría de cumplir. Lucharía, lucharía por él, por su hijo, y por volver los tres a casa juntos.

Su vista fue hacia el cielo, el cual demostraba colores más oscuros y pequeñas estrellas lo adornaban. En su rostro apareció una sonrisa en cuanto vio como todas las luces tenues del jardín de encendieron. Era muy lindo.

Su sonrisa se hizo más grande en cuanto escucho las pisadas apresuradas hacia él.

— cariño.... ¿Por qué me haces esto? Te he estado buscando como un lunático por todo el palacio —dijo, mientras caminaba hacia él. Su voz no tenía reproche, tan solo eran suplicas y resignación— sabes que no puedes caminar grandes andadas y no falta mucho para que llegue nuestro hijo.

— ¿no crees que exageras un poco? —cuestiono con una sonrisa mientras aceptaba la ayuda de su esposo para ponerse de pie.

Jungkook negó —¿Cómo podría estar exagerando? mi esposo me abandona en la cama y huye de mí junto a nuestro hijo, solo estoy preocupado por tu repentino abandono.

Taehyung no pudo evitar reír divertido. Jungkook era tan exagerado a veces, pero se sentía bien ser cuidado por él. Sentir su preocupación, sentir cuando lo amaba. Sus ojos brillaron levemente. Se sentía tan tranquilo y seguro con Jungkook. La charla que acaba de tener con su hijo no podía traerle ningún sentimiento negativo, mucho menos teniendo al mayor a su lado, que quien, sin ser consciente, lo estaba consolando de forma cálida.

Taehyung camino unos cuantos pasos, dejando a Jungkook confundido mientras lo veía caminar hacia el pequeño puente que habia sobre la laguna. Lo siguió, colocándose a su lado, viendo curioso como el menor veía el cielo con ojos brillantes.

— el cielo esta preciso, ¿no lo crees?

Jungkook asintió, pasando su mano por la cintura del menor— lo está, cariño, está hermoso.

Jungkook podía notar que era algo inusual todo el escenario. Su esposo se veía feliz y presente, no parecía triste o afligido por algo, ¿solo necesito un momento de privacidad? su mente estaba creando diferentes respuesta del porque su esposo actuaba de forma inusual. Pero, al ver nuevamente la sonrisa de su esposo, todo se esfumo. Taehyung estaba bien. y si eso era así, él también lo estaría.

No quería pensar demasiado, más si eso lo hacía perderse un momento tan bonito. Su esposo vestido con un conjunto holgado de dos piezas color crema, mientras su cabellos más largos se movían con la brisa. Y su sonrisa tan característica iluminaba su rostro mientras veía hacia el cielo.

Después de unos segundos Taehyung no pudo evitar hacer una pequeña mueca, Jungkook se dio cuenta de esto y rápidamente se posiciono atrás de su esposo, abrazándolo.

— ¿duele, no es así?

Taehyung sonrió, asintiendo —un poco...

No necesito decir nada más, puesto que Jungkook ya estaba detrás de él, pasando sus brazos por el frente, poniendo sus manos bajo su vientre, tomándolo y elevándolo levemente. Taehyung cerro sus ojos y jadeo ante el alivio que sintió.

Esto era algo que acostumbraban a hacer, cuando Taehyung tenía muchos dolores de espalda o estaba muy cansado. Jungkook lo ayudaba a mantener una postura buena mientras cargaba su vientre de forma cuidadosa. Esto a Taehyung le traía mucha paz. Le quitaba un gran peso de encima y, sobre todo, se sentía realmente bien esa cercanía, como un abrazo especial entre los tres.

Jungkook lo sostuvo en sus brazos. Le entrego la estabilidad que necesitaba y la tranquilidad que solo él podía ofrecerle. Era un momento hermoso y lleno de calidez. Taehyung disfruto cerrar sus ojos al sentir el aliento contrario en su cuello.

— ¿Qué estabas haciendo, cariño? ¿Por qué has escapado de mí?

Taehyung sonrió —necesitaba hablar con nuestro hijo —sincero, sonriendo más grande en cuanto sintió un beso juguetón en su cuello.

— ya veo... debió ser muy importante para que necesitaras privacidad, dime ¿le hablaste mal de mí? ¿le dijiste quien sería el papá bueno y el malo? —cuestiono, mordiendo sus mejillas. Taehyung se removió un poco entre risas, pero Jungkook jamás soltó su vientre.

El menor asintió— así es, le dije que yo sería el papá divertido, y que tú serias el aburrido y controlador porque eres más anciano.

Esta vez su oreja fue mordida juguetonamente.

—es broma, es broma...

Taehyung suspiro al sentir como su vientre era soltado con cuidado y lentitud. Para después voltearse, teniendo aun cuidado con su vientre. levanto sus manos para acariciar el rostro del más alto.

— estábamos hablando sobre el futuro, nos hicimos promesas secretas.

Jungkook sonrió —¿promesas secretas?

— ujum... —asintió el menor. Jungkook le sonrió. El mayor se acercó lo suficiente para besarle tiernamente la nariz.

Todo se sentía tranquilo. Se sentía cálido.

— cariño, ya deberíamos entrar, comenzara a hacer frio.

Taehyung se separó del abrazo, levantando su vista, encontrándose con la cálida y suave mirada que Jungkook le regalaba. El universo no sería tan cruel con él como para quitarle el privilegio de seguir viendo esos brillantes ojos. Sabía que tenía que tener fe, que tenía que esperar lo mejor.

Aun así, su corazón no podía evitar sentirse algo pequeño ante la sonrisa contraria.

¿Qué pasaría si él no pudiera volver a casa...?

— Kook....

— ¿sí? —cuestiono, tomando las manos de su esposo, abrigándolas entre las suyas mientras dejaba un beso suave en cada una.

Quería cuestionar, quería preguntar, pero ¿Qué tan egoísta seria preguntar algo que sabía que pondría triste o desesperado a su esposo? ¿Por qué sería necesario llevarlo a esas emociones cuando casi no era una posibilidad los malos resultados?

Taehyung sonrió —quiero un beso.

El mayor sonrió más feliz, y se acercó lo suficiente para juntar sus labios en un cálido beso, uno lleno de sentimiento y pasión. Sus labios eran adictos entre ellos, no pudiendo pasar un solo día sin que se encontraran y se saborearan entre sí. Una de las manos del mayor estaba en la espalda baja de su esposo mientras que la otra sostenía su mejilla con cariño. Las manos del menor se cerraban en su pecho como soporte. Y el cielo los iluminaba de forma tenue.

Con un chasquido y leves jadeos se separaron.

— ¿Por qué eres tan lindo? ¿hm? —cuestiono Jungkook, juntando sus narices en un leve roce— vamos, debemos ir adentro.

Tomando su mano, Taehyung lo siguió. No dejaría que su corazón se amargue por pensamientos horribles y crueles. Él estaría ahí, con su hijo y con Jungkook. Habia pasado por mucho, luchando estos meses por mantenerse fuerte y poner todo su esfuerzo en darle la bienvenida a su hijo. Tenía miedo, claro que sí, pero estaba emocionado por conocer a su pequeño, y no dejaría que nada, ni siquiera el miedo, arruinara esa emoción.

Jungkook camino junto a él de forma lenta por el jardín, ambos disfrutando del frio ambiente y la belleza que el paisaje natural les entregaba.

— tus padres llegaran mañana por la mañana, todos están listos y emocionados por la llegada de nuestro hijo.

Taehyung sonrió— aún faltan un par de días, son unos exagerados.

— solo quieren asegurarse de que su nieto y sobrino este sano, además, todos se han empeñado en enviarme artículos y aconsejarme sobre cómo debería cuidar a alguien que acaba de dar a luz. —dijo, el tono divertido era evidente, puesto que no habia dejado de recibir información por parte de sus cercanos y opiniones sobre como "según ellos" debería actuar a la llegada del bebé.

El castaño suspiro levemente —solo tratan de ayudar... pero sé que has estudiado mucho, todo lo que has aprendido por ti mismo, y a juzgar por todos los libros que me pediste, siento que sabes incluso más que yo sobre todo este tema.

Una sonrisa orgullosa apareció en los labios del más alto mientras volvía a conducir a ambos dentro del palacio, en donde, por cierto, el señor Han les sonrió a ambos, y de forma algo burlona a Jungkook. Este último juro vengarse ante la grosería de ese hombre grosero.

Ambos fueron directamente hacia el ascensor, ya que era muy difícil que Taehyung subiera las escaleras sin cansarse, además, Jungkook creía que podría ocurrir un accidente. Asique las escaleras no estaban permitidas.

— tomaremos un baño e iremos a dormir ¿de acuerdo?

Taehyung asintió, mientras se frotaba contra Jungkook, tratando de acurrucarse en su costado. — me duelen los pies, camine bastante...

Jungkook pellizco su trasero juguetonamente. Taehyung golpeo su pecho sin fuerza alguna.

— te daré un masaje antes de dormir, no te preocupes —dijo, besando sus castaños cabellos para luego ambos salir del ascensor. El cual ya habia llegado al piso indicado.

Ambos caminaron con lentitud hasta la habitación. Jungkook como siempre se encargó de todo, de preparar la bañera para que ambos tomaran un baño juntos, de preparar a su esposo para ir a dormir, poniéndole sus cremas diarias, masajeando su hinchado cuerpo y arropándolo en las mantas. Taehyung era la definición de un embarazado mimado.

Jungkook tan solo sonreía ante sus agradecimientos, pero no era como si él sintiera que estaba obligado a hacer eso, él sabía y era consciente de que era su deber como padre y esposo, y obviamente, amaba consentir a su hermoso castaño.

Ambos se envolvieron en las cobijas, Jungkook acomodo las almohadas de tal forma que Taehyung pueda dormir de lado y de forma más cómoda, mientras que él lo rodeaba con sus brazos, masajeando su cadera con cariño.

— duerme, cariño —susurro, besando su cuello con suavidad— despiértame si necesitas cualquier cosa.

— hmm... —el menor se acurruco un poco, sintiendo la calidez que Jungkook le brindo para dormir de forma tranquila y cómoda— descansa Kook, te amo...

— te amo.

Ambos se entregaron a los sueños. Ambos estaban realmente cansados, habían estado muy ocupados esos días, Taehyung seguia con su proyecto secreto a pesar de los meses y Jungkook tenía muchos proyectos que finalizar o dar el visto bueno. Aun así, su comunicación y cercanía se hizo más fuerte a pesar de la lejanía que tenían en el día. Jamás dormían separados, jamás falto el cariño, jamás faltaron las conversaciones para asegurarse del bienestar del otro.

Aun entre sueños, Jungkook abrazaba protectoramente a su esposo, dándole el espacio que necesitaba, o el cariño que quería. Para Taehyung jamás fue un problema dormir, Jungkook habia hecho todos los arreglos para que él pudiera tener un sueño cómodo aun con su gran vientre. Sí, Taehyung se sentía feliz y afortunado de pasar por un embarazo con todas esas comodidades, con un esposo que no recibía felicitaciones por lo que debía hacer como esposo y padre, y en especial, porque amaba hacerlo, incluso sin pedirle absolutamente nada.

Siempre se sintió protegido.

Siempre se sintió amado.

Y él jamás, en toda su relación con Jungkook, tuvo que mendigar absolutamente nada.

La noche era tranquila, solo se escuchaban sus respiraciones y la habitación estaba completamente a oscuras. Ambos estaban disfrutando entre sueños la cercanía que tenían, a pesar de su costumbre de dormir juntos, jamás dejarían de adorar el poder sentir el calor del contrario al final del día. En este caso, a mitad de la noche, cuando Jungkook estaba boca arriba durmiendo, unos pequeños quejidos lo despertaron.

— hmm... ¿cariño? —lo llamo el mayor, viendo hacia el reloj de su mesita de noche. Eran las cuatro de la madrugada. Jungkook volteo nuevamente hacia él— cariño ¿Qué ocurre? ¿tienes una pesadilla?

Su mano fue hacia sus cabellos para moverlos de su frente, pero lo que se encontró lo puso pálido en seguida. Era sudor, toda su frente estaba sudada y su esposo estaba temblando. Tenía fiebre.

— Taehyung ¿qué-

Al ponerse de rodillas en la cama, en seguida toco algo húmedo. Sus ojos se abrieron y su cuerpo comenzó a sudar frio cuando vio que lo húmedo que manchaba las sábanas y su pijama, era sangre.

— ¡Taehyung! no, no por favor, despierta vamos —le rogo mientras se levantaba rápidamente de la cama.

Tomo su teléfono rápidamente, marcando el número de Seokwoo, puso en altavoz y fue rápidamente hacia el lado de la cama de Taehyung, quien parecía esforzarse por querer despertar.

¿señor...? —se escuchó la voz ronca del hombre del otro lado de la línea.

— ¡ten listo el auto ahora! Taehyung está sangrando, comunícame con Namjoon y con el medico a cargo del parto.

El contrario no necesito que le repitieran nada, de inmediato fue a hacer lo que le ordenaban. El palacio se transformó en un caos.

Jungkook abrió las mantas, su rostro se puso aún más pálido y sus ojos mostraban lo aterrorizado que estaba al ver tal cantidad de sangre alrededor de su esposo. ¿Qué estaba pasando...? Debía ser una pesadilla, tenía que serlo.

— Kook... —la voz baja y cansada de su esposo lo llamo. Jungkook limpio rápidamente sus lágrimas y le sonrió, mientras lo envolvía entre las mantas para cargarlo y tomarlo en sus brazos.

— tranquilo, mi amor, no pasa nada —dijo, su voz tan tranquila como podía lograr fingirla en ese momento. La mirada de Taehyung estaba perdida. Cuando sus miradas se juntaron, el corazón de Jungkook se apretó en su pecho al ver el miedo que comenzaba a formarse en su mirada— no, no, no cariño, tranquilo... no pasa nada, cierra tus ojos cariño, e-es solo un mal sueño.

Taehyung quería decir algo, pero Jungkook se apresuró a salir de la habitación con él en sus brazos. Se sentía tan perdido, como si estuviera flotando. Pero al mismo tiempo, de alguna forma se sentía seguro, estaba en los brazos de Jungkook, nada malo podía pasar si estaba protegido entre sus brazos.

Jungkook llego corriendo hasta el auto. Seokwoo ya lo estaba esperando, y este no se molestó en disfrazar su expresión de miedo y preocupación.

Jungkook entro rápidamente al auto, Seokwoo cerro su puerta y corrió hasta el asiento del conductor, comenzando a conducir mientras conectaba su teléfono al parlante del auto para que comunicarse con el hospital. Por el retrovisor podía ver como Jungkook tomaba en rostro de su prometido mientras sus manos tenían sangre. Seokwoo rezo a los cielos porque nada malo le pasara a Taehyung.

— Kook...

— shh... está bien, todo está bien, estas bien y-y ahora...

Taehyung, con la poca fuerza que tenía en ese momento, sostuvo la mano de su esposo, Jungkook se calló en cuanto vio sus ojos brillantes. Su mirada tranquila.

— todo estará bien —lo tranquilizo el castaño— él... solo está ansioso por conocernos, y ya quiere venir con nosotros...

Jungkook parpadeo rápidamente para eliminar sus lágrimas. Tomo la mano de su esposo, llevándola a sus labios. La beso con cariño y duración.

— a-así es... asique tú tienes que estar bien para poder conocerlo y... y enseñarme como cargarlo, como cuidarlo... —es su rostro habia una sonrisa, pero las lágrimas que bajaban por su rostro delataban lo aterrado que se encontraba en ese momento.

Taehyung sonrió. — tú sabes que hacer, lo sabrás... sabrás que hacer...

— no hables como si tú no fueras a estar aquí, te lo prohíbo ¿escuchaste? Te lo prohíbo Taehyung.

Pero la sonrisa del menor no desapareció y eso desespero aún más a Jungkook ¿Por qué sonreía? ¿acaso él sabía algo que él no? No podía ni siquiera entrar la posibilidad de que Taehyung no fuera a volver con ellos a casa. Eso jamás pasaría, nadie se lo llevaría, él no se iría. Taehyung ha puesto todo su esfuerzo en mantener a salvo a su hijo, merecía conocerlo, merecía estar con él mientras crecía, lo merecía más que nadie.

— mi amor... tranquilo, estoy bien... estoy bien. —susurro, su mirada estaba algo perdida— n-no te preocupes, nuestro hijo vendrá con nosotros, po-podré soportarlo.

No, Jungkook no quería aceptarlo si Taehyung no estaba. Su mente lo traicionaba con deseos que podían verse tan egoístas o horribles. Pero Jungkook siempre preferiría a Taehyung, y si tuviera que elegir. Lo elegiría a él.

— Tae...

— será muy lindo y bueno... ya lo veras... —su voz cada vez se hacía más lenta, como si estuviera tratando con todas sus fuerzas de mantenerse despierto— es nuestro hijo y... podremos por fin sostenerlo en nuestros brazos...

Antes de que Jungkook pudiera responderle. La voz de Namjoon sonó en el auto.

¿Jungkook? ¿Qué ocurre?

— Taehyung comenzó con sangrado hace unos diez minutos, llegaremos al hospital en menos de tres. Ti-tiene fiebre y esta pálido...

Un silencio se escuchó del otro lado de la línea. Jungkook trago saliva en cuanto escucho los gritos de Namjoon, quien indicaba a los demás que tuvieran todo listo para su llegada.

¿él está ahí? ¿está consciente?

— Nam... —Taehyung suspiro, todo su cuerpo se sentía adormecido.

— vamos Tae mantente despierto, dime que es lo que ocurre, sé que puedes.

Taehyung busco la vista de Jungkook, quien seguia tomando su mano, mientras que la otra acariciaba su rostro con cariño. Jungkook estaba poniendo todo el esfuerzo del mundo para transmitirle tranquilidad.

Los detalles que Taehyung le pudiera dar al contrario eran cruciales.

— tengo la presión baja... —comenzó diciendo en bajos susurros— he sangrado y... realmente duele...

Una lágrima que escapo de sus ojos se encontró con la mano del mayor. Jungkook estaba aterrado y desesperado. ¿Por qué estaba pasando esto? se supone que su hijo nacería en unos días, todo estaba preparado, ¿Por qué pasaba esto? a su esposo... al ser más puro que habia conocido. Su corazón se hacía pedazos con cada quejido que salía de los labios de Taehyung.

— l-lo más probable es que sea un desprendimiento prematuro de placenta — apenas logro decir Taehyung. Tomando toda su fuerza de voluntad para llevar una de sus manos al costado de su vientre, presiono y no pudo evitar quejarse por el dolor. Jungkook se alarmo, pero el hablo rápidamente— de-debe ser una cesárea de emergencia Namjoon...

están preparando todo ¿Cuánta sangre has perdido?

Taehyung busco la mirada de Jungkook, quien parecía realmente perdido antes de hablar, de forma temblorosa sin poder evitarlo.

— la cama estaba empapada de sangre...

...de acuerdo, Taehyung lo sabes, debes respirar, trata de mantenerte despierto.

Taehyung asintió a pesar de que no podía verlo. Sus manos fueron hasta su vientre, acariciándolo por quizás última vez. Cerro sus ojos, pidiéndole a su hijo que pusiera un poquito más de esfuerzo, tal y como él haría para traerlo hasta ellos.

El tiempo se volvió indiferente ante él. no se dio cuenta cuando llegaron al hospital, tampoco cuando ya estaba en una camilla. Solo pudo ver a Jungkook corriendo a su lado, y a Namjoon buscando su mirada a través de la luz artificial. En un momento normal él pudo haber estado más consciente, pero habia perdido demasiada sangre, necesitaba una transfusión urgentemente, debía tener la suficiente fuerza para traer a su hijo al mundo.

— Colócate el traje que está ahí, limpia bien tus manos y no toques nada al entrar —Namjoon le decía rápidamente a Jungkook, quien acataba las ordenes sin refutar nada— no quiero que entres en pánico, en ninguna circunstancia quiero que alteres a Taehyung ¿entiendes? Incluso si sientes que estas en el límite, debes ser fuerte, o tendré que sacarte de aquí.

Jungkook asintió, entendiendo perfectamente bien lo indicado. Pero antes de entrar al pabellón. Jungkook no pudo evitar expresar lo que su mente le rogaba decir.

— Namjoon... —lo detuvo, el contrario lo observo con confusión momentánea— si tienes que salvar a uno... sálvalo a él, te lo suplico, salva a Taehyung.

Namjoon no dijo nada, tan solo se volteó y entro a la sala sin mirar atrás. Siendo seguido por Jungkook.

El moreno no dijo nada, su corazón y mente estaban fríos, más aún cuando él sería quien se haría cargo del bebé por la falta del médico que llevaba el embarazo de Taehyung. no habia problema, puesto que él también lo habia seguido de cerca. Y por esto último, sabia todas las preferencias de Taehyung, también sobre su decisión de vida.

No pudo responderle a Jungkook, porque si lo hacía y le daba tranquilidad. Le estaría mintiendo.

Namjoon cumpliría los deseos de Taehyung. por más que pudiera sufrir ante esto o tener un gran conflicto, él lo haría por el menor. Salvaría a su hijo, tal como Taehyung deseaba.

Todos estaban listos para la cesaría de emergencia. Jungkook se sentó a un lado de Taehyung, tomando su mano firmemente, viéndolo a los ojos con adoración y suplica. Taehyung estaba recibiendo la transfusión de sangre y los médicos ya habían comenzado con el procedimiento, pero ellos no soltaron sus manos.

— tengo miedo...

Jungkook sonrió. Acercándose para besar su frente, juntando sus narices en un leve roce.

— no es necesario que lo tengas, cariño, eres muy valiente, lograste llegar al hospital, y ahora solo queda esperar, eres alguien fuerte, eres alguien muy fuerte mi vida... no tengas miedo, porque estoy aquí contigo.

A pesar de todas las personas que había en la sala, solo eran ellos dos, y a la mente de Taehyung llegaron varias imágenes, incluyendo las del primer día, en donde su esposo llego de forma inesperada y desordenada al hospital. La única diferencia de ese día y este es que ahora era él quien estaba en una camilla.

Los minutos pasaban y pasaban, ambos jamás dejaron de hablarse ni de observarse. Taehyung necesitaba fuerzas, y Jungkook jamás dejaría de ser su apoyo aun en los momento en donde él mismo se sentía sin ningún tipo de salvavidas.

Sus corazones estaban juntos, tal como el primer día, estaban ahí juntos en el hospital, en donde comenzó todo, a punto de darle la bienvenida a su hijo. Estaban ensimismados en mantenerse despiertos y apoyarse entre palabras o en silencio. No importaba nada, solo estaban ellos, ellos y las suplicas que hacían a los cielos para poder volver juntos a casa.

Todos los meses debían dar fruto. Todo su esfuerzo debía ayudarlo a poder sobrellevar esto. Quería conocer a su hijo, quería tenerlo en sus brazos, quería verlo crecer y ser una buena persona. Lo deseaba, más que todo, más que cualquier cosa que pudiera pedir o rogar por tener. Tan solo quería conocer a su hijo y decirle cuanto lo amaba, aunque fuera unos pocos segundos.

El tiempo paso, hasta que sus suplicas fueron interrumpidas por el llanto agudo que resonó en la habitación.

Ambos guardaron silencio.

Sus corazones parecieron detenerse, el llanto era lo único que escuchaban, algo que anhelaban escuchar y ahí estaba. Sus corazón se sentían apretados en su pecho, se sentía que estaban a nada de explotar. Sus ojos estaban cristalizados, pero no caía ninguna lágrima caía por sus rostros, tan solo estaban ahí, hipnotizados por el pequeño ser que Namjoon acercaba en sus brazos.

— alguien quiere conocerlos. —la voz de Namjoon llego a sus oídos. Mientras se acercaba entre ambos, colocando al bebé cuidadosamente a un lado de la cabeza de Taehyung.

Taehyung con su poca fuerza volteo. Se corazón se sintió tan cálido como jamás habia experimentado. Ahí estaba, su hijo estaba a su lado.

— aquí estas... —susurro, y con todo el esfuerzo del mundo, llevo su mano hacia el pequeño ser, pasando la punta de su dedo por la mejilla de este. Una sonrisa se instaló en su rostro y una lágrima bajo por él cuando vio como el pequeño se quejaba— e-estas aquí...

Un sollozo escapo de los labios del pelinegro. Mientras se acercaba más a ellos. Ahora podía llorar, podía liberar el miedo y el terror que habia sentido. Taehyung lo habia logrado, habia sido fuerte y habia podido traer a su hijo al mundo. Ahora estaban los tres, ahora estaban bien, estaban juntos, por fin estaban juntos.

Sus ojos no podían apartarse del pequeño cuerpo que estaba ahí, frente a él, al lado de su esposo. Jungkook jamás se habia sentido tan feliz y completo.

Ahora tenia a dos ángeles con él.

— lo has logrado, mi amor —dijo Jungkook entre lágrimas— lo has hecho, puedes descansar, yo lo cuidare por ambos ¿sí?

Lo habia conseguido, habia sido lo suficientemente fuerte al igual que su hijo y lograron poder estar los tres juntos en lágrimas de felicidad y no de tristeza. Y ahora, por más que quisiera mantenerse despierto y no dejar de ver a su pequeño, su cuerpo le pedía a gritos dormir, descansar.

Merecía poder cerrar sus ojos con la tranquilidad de que su hijo estaba en buenas manos, y que los amores de su vida estarían ahí cuando él volviera a abrir los ojos.



🌻



Este capítulo fue realmente conmovedor para mí, pues quise tocar temas importantes del embarazo, entre síntomas, escenarios lindos como no tan lindos. Me gusto como quedo.

También les comento que oficialmente ya tengo un años más de vida. Gracias a todos los que me han saludado por insta.💝

Vayan a seguirme a mi insta y cuenta secundaria de wattpad.

Insta: valentina.beelen.

Cuenta secundaria de wattpad: ValentinaBeln943







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