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capítulo veinticuatro

⚠Advertencia: capítulo con mención de tortura explícita, leer bajo su propia responsabilidad.

COMENTEN EL PINCHE CAPÍTULO

Los zapatos de alta gama hacían resonaban anunciando su presencia, todos bajaban la cabeza y reverenciaban en respeto hacia el recién llegado. Una vez dentro de las instalaciones, se podían percibir a lo lejos gritos desgarradores, sonidos de azotes, risas espantosas y demás, al estar tan a la deriva ningún grito seria escuchado por nadie.

Con una mirada fría Jungkook vio como Jang Hanseo se acercaba a él con una sonrisa algo siniestra, reverenciando rápidamente para luego volver a sonreírle.

— Señor ¡hace mucho no lo veo? ¿Dónde ha estado? No me avisaron que vendría ¡eso es injusto! —se quejó.

Jungkook suspiro — no grites Hanseo, estoy aquí por los hombres que envié hace un mes ¿todo está como lo pedí? —el más joven asintió sonriente— bien.

Continuo su camino mientras más personas reverenciaban ante él, su figura mostraba seriedad, una presencia imponente y seguridad, Jeon Jungkook, la cabeza principal de la roja estaba frente a todos.

Cada paso marcaba superioridad, y su mirada intimidaba a quien sea que pasara por su lado. Hanseo caminaba detrás de él como un cachorro siguiendo a su madre, al mismo tiempo que jugaba con la navaja en sus manos.

Jungkook camino hasta el ascensor, subiendo junto al menor, presiono el botón menos cinco, el cual activo el mecanismo para comenzar a llevarlo bajo tierra.

— los han tenido como ordene ¿verdad?

Hanseo jugaba con su reflejo mientras hacía diferentes muecas. —tanto Yiohyun como el otro tipo han estado en inanición, además, de recibir cien azotes al día.

— ¿y?

El contrario sonrió divertido— bueno... tal y como me lo pidió, arranque los nervios de sus pies, el idiota no puede tratar de ponerse de pie ni de arrodillarse sin gritar de dolor —dijo divertido— también le quite las uñas le arranque los pezones.

Jungkook lo vio por unos segundos.

— eso no lo ordene.

Hanseo apretó sus labios en una mueca.

— lo sé... pero después de lo que me dijo de lo que le hizo pasar a su pareja, simplemente me enojé mucho ¿hice mal?

Jungkook sonrió ladino, llevando su mano hacia el hombro del chico y le dio unas palmaditas. Felicitándolo.

El chico de veinte años sonrió ante las silenciosas felicitaciones.

Ambos salieron del ascensor en el piso correspondiente, comenzaron a caminar con calma, el rostro de Jungkook era inexpresivo, pero al mismo tiempo en su mente se estaban produciendo las imágenes de lo ocurrido, de cada lágrima, cada sollozo, cada arrebato de ira que Taehyung tuvo que vivir por culpa de los involucrados.

Su pecho estaba inyectado de un anhelo de venganza, de una justicia que solo él podría hacer por su podría mano, estaba siendo un hombre que Taehyung no ha tenido la oportunidad de ver, pero sabe que el castaño es totalmente consciente de lo que es capaz, dando uso del título que llevaba en la sangre.

Caminando por el oscuro pasillo, llego a una de las grandes celdas, abriendo la puerta que daba acceso a esta, ambos entraron. Jungkook vio como los hombres que estaban golpeando al recluta; que a penas duro un par de semanas bajo su mando antes de que este estúpidamente lo traicionara, se alejaban, dejando a su vista el cuerpo magullado y adolorido del hombre.

— ¿lo han mantenido lo suficientemente cuerdo?

Hanseo asintió —lo hemos inyectado con adrenalina además de asegurarnos de que nunca se desmaye, al igual que el otro tipo —Jungkook asintió— ¿quiere que nos quedemos? ¿o prefiere privacidad? Si quiere mi opinión yo quisiera-

— no la pedí, Hanseo —dijo, no viendo el pequeño puchero que apareció en los labios del más joven — déjenme solo con él y tengan despierto al otro tipo.

El de cabellos rojos asintió, dándole la orden a los hombres de que salieran de la celda, la cual era realmente grande, llena de distintos artefactos de tortura, además de no tener ninguna forma de ver la luz del día, era una tortura perder la completa noción del tiempo mientras perdían la noción del día y de la noche, además de la propia cordura.

Jungkook comenzó a moverse por la habitación, viéndolo, como un depredador viendo a su presa, o al menos así se sentía el hombre tirado en el piso, quien, dentro de sí, habia deseado la muerte desde que lo llevaron a ese lugar.

— Yiohyun, tienes veintitrés años, te graduaste de una buena escuela de guardaespaldas, tienes a tus padres en Busan, ya son muy mayores y tienes una novia quien estudia teatro en la universidad de Seúl.

El chico abrió los ojos con horros, y su autocontrol no logro mantenerse.

— ¡n-no se atreva a tocarlos!

Jungkook sonrió.

— imagina, lo que debe ser, esforzarse muchos años, para enviar a su hijo a Seúl, a la gran ciudad, donde este decidió hacer un curso de guardia y otro de guardaespaldas —dijo, aun caminando de forma tranquila— que este consiga un trabajo, donde se le dará la confianza de cuidar a la pareja del líder de la roja, de la maldita cabeza de la mafia roja, y fallar, volverse alguien desleal y traicionar, provocando que la pareja del líder fuera cruelmente herida —su vista se perdió un momento, antes de sonreír— solo imagina, tener que pagar por los estúpidos errores de tu hijo.

Yiohyun abrió los ojos de forma aterradora, no, no, ¡NO! Jungkook no podía haberle hecho algo a sus padres, ¡le habían prometido que todos sus seres queridos estarían a salvo! Sabía de ante mano de lo que Jeon Jungkook era capaz, se metió en esto sabiendo eso, y su error fue ser demasiado confiado.

— ¡NO LES HAGA NADA! ¡NO TE ATREVAS!

Una patada fue dejada en su rostro, haciéndole volver al piso.

— yo no lo hice Yiohyun... fuiste tú, gracias a tu toma ridícula de decisiones, tus padres, los cuales venían camino a Seúl por noticias horribles de que su querido hijo estaba en el hospital, pero lamentablemente, un auto los intercepto en la autopista, lamentablemente el conductor se dio a la fuga y los que estaban dentro no sobrevivieron, murieron al instante.

Algo dentro de Yiohyun se revolvió y un odio en su pecho se activó, a pesar de su debilidad por los maltratos y torturas del último mes, fue capaz de levantarse y abalanzarse sobre Jungkook, quien tan solo con un movimiento seco y rápido, disparo directo en su rodilla, haciéndole caer nuevamente al suelo, gritando desconsolado, mientras veía como la sangre cubría el asqueroso pantalón que llevaba.

Sus padres no podían estar muertos, no podían, mucho menos por lo que hizo, ¡solo quería obtener más reconocimiento! ¿eso fue lo que le prometieron! ¡Jeon Jungkook no podía hacer esto!

Sus ojos estaban viendo hacia todos lados y su vista se estaba nublando por el ataque de pánico y el dolor que sentía en su pierna, pero un nuevo grito salió de sus labios cuando sintió una aguja en su cuello y vio a Jungkook retroceder mientras dejaba la jeringa a un lado.

— ¿crees que está bien ser así de hipócrita ante la memoria de tus padres? Claro que es tu culpa, tu falta de compromiso y responsabilidad los hicieron morir en esa carretera.

— ¡ellos no tenían la culpa! ¡e-ellos no hicieron nada!

Jungkook lo miraba de forma seria, sin expresión, sin importándole el dolor que el más joven estaba pasando. ¿Por qué si quiera le importaría? La gente cometía errores, pero por decisión propia, y cada decisión tiene consecuencias, él era las de él.

— probablemente, su único error fue parir a un cobarde y patético ser humano —dijo, una sonrisa ladina adornando su rostro— ¿Cómo se siente ser el ser humano patético y cobarde que mato a sus padres?

— ¡NO! ¡yo no toque a Kim Taehyung! ¡yo no tuve la-

Un nuevo grito salió de sus labios, un grito desgarrador y lleno de agonía al sentir y ver, como el mayor enterraba con todas sus fuerzas una navaja en la herida de bala de su rodilla, y lo movía de forma circular, haciéndole llorar y gritar. Pasaron unos segundos antes de que Jungkook retrocediera.

— si vuelves a usar tu asquerosa boca para nombrar a mi pareja, te sacare diente por diente y los meteré en pene hijo de puta —dijo en una amenaza, dejando el cuchillo a un lado— ahora, me moví del tema principal, hablemos de quien te envió a hacer esto.

— n-nadie me ha...

Él mismo se calló en cuanto vio como la puerta era abierta y unos hombres arrastraban a una chica hasta dejarla sentada sobre una silla, atada de manos y pies.

La chica estaba golpeada y herida, su conocimiento de apoco estaba volviendo gracias a la inyección que Jungkook aplico en su cuello. Y una vez que volvió en sí, trato de gritar, pero la sonrisa y risa siniestra de Jungkook lo hicieron callar.

— n-no... ¿qué hace ella aquí? —el chico, tratando con todas sus fuerzas de no concentrarse en su dolor, vio a su novia en la silla, retorciéndose, tratando de escapar— ¡suéltela!

— es gracioso como aun no comprendes la posición en la que te encuentras —dijo, tomando una de las navajas de la mesa, al mismo tiempo que llamaba a Hanseo a la celda, este entro con una gran sonrisa— haremos algo, yo haré una pregunta, si respondes mal, ella perderá una parte de su cuerpo, y si ella responde mal, tú perderás una parte de tu cuerpo.

— ¡están locos! —grito, recibiendo un puñetazo por parte de Hanseo, quien ya tenía en sus manos su navaja favorita.

— puedes pensar en mi como un desquiciado si eso sana tu patética mente, pero quien está de rodillas a un paso de morir lentamente, eres tú, asique responde a las preguntas.

El joven pasaba su nerviosa y aterrada mirada entre su novia y los hombres, la chica estaba aterrada, no ajena a la situación, pensando en muchas maneras de poder escapar o siquiera salir con vida. Su novio le habia contado acerca de su trabajo, del trato que habia aceptado y de lo que habia planeado ¡no se supone que sería así! ¡él le habia prometido una vida mejor, donde dejaría sus estudios y podrían vivir cómodamente sin preocuparse por el dinero!

Su novio la miraba de una forma estúpida, y ella estaba tan débil para siquiera pensar, no podía procesar que posiblemente no saldría de ahí, simplemente no podía.

— ¿Cuánto te ofrecieron por ese trabajo? —cuestiono Jungkook.

Temblando, el chico abrió la boca — tres-trescientos mil dólares...

Jungkook no pudo evitar soltar una risa irónica ¿por esa cantidad tan baja habia puesto en riesgo a su chico? La furia volvió a él y dándole una señal a Hanseo, este asintió, para luego enterrar su navaja en la clavícula del chico, asegurándose de llegar hasta el lugar correcto para no causar un daño que lo matara de forma rápida.

Un grito desgarrador y otro aterrado se escuchó en la celda. La chica lloraba asustada y el chico lloraba y gritaba de dolor. Un poco de lo que merecían.

— ¡di-dijo que si le respondía-

— tu estupidez simplemente me deja perplejo —dijo, volteando a ver a la chica— dime, ¿tú sabias esto desde el inicio?

La chica se le quedo viendo sin contestar, presa del pánico, temblando, con sus extremidades atadas sin poder liberarse. La navaja que el azabache tenía fue hacia su rostro, haciendo un corte en su mejilla, haciéndola gritar.

— esa es la herida menos superficial que te haré hoy si no respondes las preguntas. ¿desde hace cuánto supiste lo que este imbécil planeaba?

— de-desde que lo contrato...

— ¡cierra la boca! —grito Yiohyun, pero Hanseo golpeo su cabeza, advirtiéndole que guardara silencio.

Jungkook asintió, poniéndose derecho, parándose en medio de ambos.

— ¿sabías todo lo que tenía planeado? ¿distraer a mis hombres para que alguien tratara de secuestrar a mi pareja? —la chica asintió con miedo— y me imagino que tú obtendrías parte del dinero ¿no es así? —la chica volvió a asentir.

Jungkook rio, rio como un desquiciado, ¿su Taehyung habia sido vendido por tan poco dinero a personas tan mediocres? ¿por esa cantidad tan penosa y deseos tan mundanos y patéticos casi pierde a su chico?

— díganme ¿conocen la historia de la inquisición?

El chico abrió sus ojos como platos mientras que la chica lo veía con confusión.

— ¿in-inquisición?

Jungkook asintió, mientras quitaba su saco y arremangaba sus mangas, al mismo tiempo que sus manos eran cubiertas por unos guantes de cuero.

— así es, específicamente de las torturas que estos infringían, ¿realmente no conocen, la forma tan sádica y dolorosa del como torturaban a sus víctimas? —los dos jóvenes presos del pánico comenzaron a removerse con fuerza, mientras dos hombres de Jungkook entraban al lugar, tomaban a la chica y quitaban su ropa hasta dejarla en ropa interior— uno de sus métodos de tortura era "el potro" es una maquina simple, pero eficaz con su propósito de infringir un dolor insoportable.

La chica gritaba con todas sus fuerzas, mientras era arrastrada a esta máquina con forma de mesa y era puesta en el centro, mientras sus manos y pies era fuertemente amarrados por los hombres de Jungkook, quienes no tuvieron piedad de atarla con tanta fuerza hasta que sus extremidades de enrojecieron.

— ¡¿Q-qué va a hacer?! —cuestiono Yiohyun, quejándose entre gritos al sentir como ahora era él quien estaba sentado en la silla frente a donde estaba amarrada su novia.

Sentía humillación, sentía desesperación, su cuerpo casi desnudo estaba amarrado en una mesa llena de hombres quienes la miraban con asco y denigrantemente, habia tomado malas decisiones ¿realmente merecía esto? su mente aun no comprendía con quien se habia metido.

Yiohyun miraba con terror el cómo su novia estaba atada a esa cosa, no quería ni imaginar lo que, hacia eso, y peor, no quería pensar en que pasaría si fuera él el que estuviera ahí.

— dime como se llama la persona que te pago para que hicieras esta estupidez.

— ¡n-no sé cuál es su nombre!

— respuesta incorrecta.

El potro se caracterizaba por el dolor insufrible de huesos y la particularidad de poder desmembrar las extremidades de quien estuviera atado en él, puesto que, la persona estaba recostada sobre la mesa, sus extremidades iban atadas fuera de esta, a una rueda giratoria, que mientras más giraba, más estiraba, por ende, más dolor agonizante sentías, mientras podías presenciar de primera mano cómo tus propios huevos se iban separando y tu piel se iba arrancando.

Por esta misma descripción, los gritos desgarradores, que Yiohyun jamás creyó escuchar, estaban llegando a sus oídos, al ver la maquina funcionar y ver los brazos y piernas de su novia siendo estirando más allá de lo debido.

Los ojos de la chica lagrimeaban, sus mocos salían sin poder controlarlo, de su boca salía un cumulo de saliva y sus sentidos se estaban perdiendo, estaría desmayada de no ser por la inyección de adrenalina que se le coloco minutos antes.

La máquina se detuvo, la risa de Hanseo se escuchó en el lugar y los gritos pidiendo desesperados de ambos jóvenes llenaban la habitación.

— puedo ver como el fémur ya está separado ¿debe doler como el diablo ¿no? —dijo, el tono burlón era obvio en su voz, la chica tan solo podía gritar— y tú ¿acaso no ves en la situación en que esta su novia? ¿serás tan cobarde como para mentir en mi cara?

Yiohyun respiraba agitadamente, parecía que sus ojos se saldrían de sus orbitas, sin saber que decir, sin saber que hacer, su subconsciente sabía que no saldría vivo de ahí, sabía que no habría escapatoria ¿ya para qué? Sus padres murieron por su causa y ahora estaba viendo traumáticamente la forma en la que moriría su novia ¿Qué más podía hacer?

Con el arma de su mano, Jungkook golpeo su cabeza con fuerza, haciéndole mirarlo, sin importarle la sangre que comenzaba a bajar por su frente.

— me estoy cansando y mi tiempo no es poco importante como para perderlo con estas basuras, asique ¿me dirás el nombre de quien te contrato? ¿o te coloco a ti sobre esta puta y le arranco los huesos a ambos mientras se observan a los ojos y se preguntan porque fueron tan idiotas?

Yiohyun siguió sin responder, pero antes de que Jungkook volviera a hablar, la chica grito con todas sus fuerzas.

— ¡YANG! ¡YANG!

Jungkook se acercó, tomando su rostro con agresividad. —repítelo.

— ¡su nombre es Yang! ¡lo vi en su teléfono! ¡por favor se lo ruego déjeme-

Un disparo se escuchó, sangre comenzó a correr de forma interminable, lo que era la nariz y parte de los ojos de la chica termino explotando ante el impacto, creando un gran agujero en medio de su rostro.

Antes de que Yiohyun pudiera gritar el zapato de Hanseo estaba en su rostro, aplastando su mejilla contra el duro y frio suelo. El joven se estremeció por completo ante de risa de Jungkook.

— Yang... la misma mierda que secuestro a mi chico hace años para obligarlo a hacer sus mierdas, es quien está detrás de esto... —dijo, caminando cerca de quien estaba siendo sometido en el piso— tú, estas ayudando al mismo hijo de puta que implanto tantos traumas e hizo a mi chico tener pesadillas por meses —rio— maldición... tus padres deben estarce retorciendo debajo de la tierra por haber muertos por un completo inútil.

Yiohyun comenzó a retorcerse, gritar y patalear, lloraba desesperado, deseando nunca haber hecho lo que hizo.

— ¡por favor solo dispáreme! ¡tenga piedad y dispáreme!

Jungkook se arrodillo a su lado, tomando el cabello del chico sin ningún tipo de cuidado, casi doblando su cuello para hacer que lo viera a los ojos.

— si solo me hubieras fastidiado a mí, mi clemencia seria atravesarte una bala entremedio de los ojos, pero no cabron, trataste de ir contra mi chico, y me asegurare que recuerdes tu pecado incluso en el infierno.

Jungkook se puso de pie, viendo a los dos hombres que estaban callados a un lado.

— atenlo sobre el cuerpo de la zorra, que estén cara a cara cuando todos sus huesos se rompan y su piel se desmembré, háganlo lento, y asegúrense de dar los restos de esta mierda a alguno de nuestros animales.

— ¡NO! ¡SE LO SUPLICO! —gritaba mientras los hombres lo tomaban por los brazos y lo llevaban hasta la mesa, atándolo boca abajo sobre el cadáver de su novia, quien desprendía un aroma ya insoportable de sangre— ¡NO! ¡POR FAVOR!

Jungkook hizo caso omiso a los gritos, disfrutando la agonía que estaba sintiendo el menor. Escucho los gritos desgarradores de Yiohyun al sentir como sus huesos estaban siendo separados de una forma inhumana y cruelmente lenta, siendo esto más allá de sádico y enfermizo para cualquier persona común que lo viera.

Al no poder soportar el dolor y no poder mantener su boca cerrada por sus propios gritos Yiohyun siempre tuvo a primera vista el rostro destruido de su novia, siendo esta la imagen más traumática que hubiera podido presenciar antes de morir de esa forma. No pudo pensar en nada que no fuera el dolor, incluso cuando sintió como sus huesos eran separados para finalmente sentir como si piel se rasgaba de una forma horrible, para terminar, sintiendo un calor excesivo en donde estaba la separación de sus brazos y piernas.

Sus extremidades habían sido completamente separadas de su cuerpo, y la peor parte para él, seguía con vida.

Una vez Jungkook llego a la puerta, volteó al oír cesar los gritos, sonriendo ladinamente al ver como lo que quedaba del cuerpo del traidor se movía en espasmos, buscando algún tipo de oxígeno, para finalmente terminar muriendo de forma cruel junto a la puta que lo impulso a hacer algo tan estúpido.

Jungkook caminaba por el mismo pasillo siendo seguido por Hanseo, quien sonreía ansioso por ver cuál sería el próximo movimiento de su señor. Le encantaba ver a Jeon Jungkook en acción, siempre le ha gustado aprender de él.

Hanseo lo admiraba mucho, su historia es simple, él trato de suicidarse a la edad de ocho años por sus abusos constantes de su padre y el alcoholismo de su madre, además de que estos dos lo vendían a diferentes hombres para tener dinero para sus adicciones, Jungkook lo encontró a punto de saltar de un puente, lo llevo con él, escucho su historia y le dio la satisfacción de obtener justicia él mismo, siendo él, quien asesino a sus padres y a todos los que lo tocaron algúna vez.

A pesar de las ofertas de Jungkook de que estudiara o pudiera hacer algo con su vida olvidando el pasado, él quiso dedicar su vida y su lealtad a ayudar a quien lo salvo y lo cuido sin esperar algo a cambio. Aceptando su decisión, Jungkook se encargó de que fuera cuidado, de que recibiera estudios y lo entreno para que se volviera tan fuerte como siempre quiso ser.

Logrando hoy, ser uno de los lideres del pabellón negro, instalaciones donde iban los enemigos de la roja.

— ¿Qué hará ahora, señor?

— ya tengo lo que quería, pero necesito sacarle un par de cosas.

Hanseo asintió —¿puedo ayudarlo?

— no Hanseo, este hijo de puta fue quien se atrevió a tocar a mi chico, yo me encargare personalmente de esto ¿de acuerdo?

El de cabellos rojos asintió de arriba abajo con una sonrisa, algo decepcionado por no poder ver lo que haría el mayor, pero al mismo tiempo ansioso por ver el resultado.

Jungkook continuo sus pasos, hasta llegar a una nueva celda, la cual fue abierta, dándole el paso a ambos. Jungkook en seguida pudo ver como el hombre estaba encadenado de ambas manos de cada esquina del techo, por lo que le era obligado mantenerse de pie y sentir el dolor desgarrador que esto causaba.

— salgan, el señor Jeon quiere estar a solas con esta basura —dijo Hanseo, cambiando completamente su tono ansioso a uno neutral— estaré atrás de la puerta señor Jeon —dijo reverenciando, para luego salir con los demás hombres de la celda.

Jungkook quedo a solas con el hombre, el cual se encontraba en ropa interior, golpeado, con grandes heridas de latigazos con púas, con su nariz rota, un ojo sin poder abrir, sin uñas, partes de su piel completamente arrancadas y por lo que ve, sin un par de dientes, Hanseo sí que tomo su trabajo en serio.

El hombre levanto la vista, y al contrario de aterrado, la ira era palpable en sus ojos.

— e-el gran Jeon Jungkook p-por fin vino a visitarme... dime ¿Cómo esta tu puta...?

Jungkook lo vio de forma neutral.

— ¿Qué? ¿n-no dirás nada...? ¿o simplemente me mataras y ya?

Jungkook lo veía de forma neutral, lo que hacia enfadas más al hombre, por lo que sabiendo que no tendría ninguna posibilidad de salir vivo, simplemente siguió soltando veneno.

— hubieras visto su cara de terror —se burló el hombre— disfrute tanto golpearlo y maltratarlo... si tan solo hubiera tenido un poco más de tiempo hubiera tomado ese gran culo que se carga.

Jungkook no dijo nada, simplemente se acerco de apoco, el hombre dejo de reír en cuanto vio la navaja en su mano, Jungkook quedo cara a cara con él, sonriéndole sínicamente, se movió para ir hacia donde colgaban sus manos, y sin ningún cuidado, comenzó a cortar los dedos de la mano derecha de forma lenta y tortuosa. De igual forma, el hombre no podía desmayarse por la adrenalina previamente inyectada, solo podía gritar de dolor y furia.

Una vez termino su cometido, ajustando bien sus guantes, Jungkook bajo la ropa interior del tipo, quien se asusto de sobremanera. Todo se volvió blanco en cuanto sintió como el contrario comenzaba a meter los dedos que habia cortado en la punta del pene del hombre y en su ano. Desgarrándolo internamente de una forma cruelmente asquerosa.

— tratas de puta a alguien más cuando tu culo recibe bastante bien tus dedos —dijo, ignorando los gritos desgarradores del hombre— bueno, también es bastante cínico de tu parte, cuando tu madre y tu mujer trabajan de prostitutas en Tokio.

El hombre a pesar de su horrible dolor abrió los ojos apresuradamente, y lo primero que vio fue la sonrisa del azabache, quien tan solo se mostraba superior frente a él.

— ¡no te atrevas a tocarlas! ¡no te atrevas a tocar a mi familia!

Un golpe en su rostro lo hizo callar, no fue infringido con nada, fueron solamente los nudillos del hombre frente a él, y aun así dolió como el demonio.

— no quiero perder más mi tiempo asique mi trato es simple, toda tu familia estará a salvo, pero si no respondes mis preguntas, todos morirán de formas horribles, tus padres, tu esposa, tus hermanos, tus primos, todos cabron ¿entiendes?

El hombre, quien creyó haber escondido bien su información, a quien le prometieron vacíamente estar a salvo, asintió, no le quedaba nada más, su vida ya no valía nada, al menos debía tratar de salvar a su familia.

— ¿Dónde está Yang?

La pregunta tan directa lo sorprendió ¿ya sabía quién estaba detrás de todo esto? Jungkook, ante la falta de habla rio, antes de soltar las manos del hombre, hacer que cayera al suelo y patearlo con todas sus fuerzas, haciendo que este se retorciera de dolor y desesperación al ver su propia sangre regándose en todas partes.

— ¿crees que mi tiempo es un juego? Responde ahora o le cortare el cuello a tu madre hijo de puta.

— e-está aquí... en Corea...

— ¿Dónde específicamente? —cuestiono, la ira en todo su ser estaba a flor de piel, y sus sentidos más alerta que nunca al saber que ese hombre estaba cerca.

— Bu-Busan...

— ¿Cómo pudo entrar a mi territorio sin que yo lo supiera? ¡¿Quién es el maldito traidor?!

El hombre aspiro profundo, tratando de encontrar un poco de aire para sus pulmones.

— n-no lo sé... solo sé que trabaja para usted... pero Yang a mi me hablo directamente... para llevar al chico a Busan, lo quiere vivo, no sé para qué.

Jungkook estaba enfurecido, por decir lo menos, ¿ese hombre se atrevía a parecer nuevamente para atormentar a su chico? Bien, hace años no hicieron bien el trabajo, él se encargaría de poner a esa basura bajo tierra.

Una vez tuvo lo que necesitaba, su vista fue hacia el hombre en el piso, el cual temblaba de dolor, y trataba de parar la hemorragia de sus dedos cortados. Las imágenes de Taehyung llorando, de su castaño adolorido y exhausto por lo que tuvo que pasar injustamente llegaron a él, y su vista se volvió roja.

— ¿Cuáles fueron tus palabras? ¿Qué si hubieras tenido más tiempo hubieras abusado de él ¿no? —cuestiono, acercándose lentamente mientras el hombre trataba de retroceder.

— pe-perdone mi insolencia, deje ir a mi familia.

La risa de Jungkook no se hizo a esperar. Su mente estaba llena de imágenes de su chico llorando, despertándose en medio de la noche gritando, asustado y buscándolo de forma desesperada, de Taehyung viendo su cuerpo mientras lágrimas caían por sus mejillas por la vergüenza que sentía, por su puesto, cuando encontraba la mirada de su Taehyung, tan vacía y sin emociones, viendo a la nada.

Su pobre chico tuvo que sufrir de forma tan injusta por esta basura que estaba agonizando a sus pies.

Sin decir nada, Jungkook tomo su cabello, comenzando a arrastrarlo por la celda, saliendo de esta, mientras ignoraba los gritos suplicantes del hombre.

Sus guardias veían la escena sin decir nada, algunos otros viendo burlonamente al hombre, y otros presos o traidores veían desde lejos, agradeciendo de alguna forma no ser ellos quienes estaban en las manos del señor Jeon. Jungkook siguió arrastrando al hombre hasta llegar al centro de donde parecían muchos pasillos, pero alrededor de esta "sala" había diferentes asientos, métodos de tortura, y demás.

Jungkook lo arrojo al centro del lugar. El hombre lloraba y pedía clemencia, desesperándose ante la sonrisa burlona de Jungkook.

El nombrado vio a uno de sus hombres, en una clara señal, unos segundos después, varias personas fueron arrojadas frente al hombre las cuales yacían amordazadas y atadas de manos y piernas. El mayor abrió los ojos sorprendido y abatido, era toda su familia. Padres, esposa, tíos, primos...

— ¿qué...-

— no sabes la cara que colocaron cuando se dieron cuenta que estaban aquí por tu culpa —dijo Jungkook con gracia, mientras sacaba un arma de su pantalón y se acercaba a las personas, las cuales gritaban a través de las telas de su boca— dime... ¿sabes la gravedad de lo que has hecho? ¿a quien lastimaste?

— ¡máteme a mí! ¡no los incluya en esto!

Jungkook lo vio sin ninguna expresión — y aun crees que tienes voz aquí —dijo, para luego disparar en medio del rostro de su madre y padre.

Los gritos no se hicieron esperar, todos llorando, gritando, pero siendo restringidos por las mordazas, solo escuchándose perfectamente los gritos del hombre quien era sujetado por dos guardias. Sus familiares estaban siendo asesinados frente a él y no podía hacer nada, y todo era solo su culpa.

Su cerebro no funcionaba, no sabia que hacer, lloraba y gritaba pidiendo que los disparos cesaran, olvidando por completo el orgullo que creyó tener. Pero nada dio frutos ante la determinación y el corazón frio y lleno de furia de Jungkook, quien disparaba sin importar a quien era, que edad tenia, que hacia con su vida, o si tenia culpa de algo o no, simplemente hacia justicia por su propia mano.

El karma era una reacción de tus propias acciones, y Jungkook lo estaba cobrando.

— ¿Conoces las torturas medievales, específicamente de la inquisición? —cuestiono, sin esperar respuesta, apunto hacia una de las grandes esquinas, donde yacía un toro metálico de casi dos metros, y debajo de él una perfecta zona para una hoguera— uno de los peores castigos era el toro, sumamente doloroso hasta tu último aliento.

Jungkook hablaba, sin importarle que el hombre se retorcía mientras los hombres de Jungkook lo arrastraban hasta ese lugar, mientras otros arrastraban los cadáveres de sus familiares, apilándolos debajo del gran todo de metal.

— ¿alguna vez has sufrido una quemadura, ya sea leve o grave? ¿has sentido lo que es comer carne realmente quemada? —dijo y una risa burlona no pudo evitar salir de sus labios— bueno, estos hijos de puta eran realmente creativos y sanguinarios, básicamente este toro tiene una entrada que se abre solamente desde afuera, se metía a la persona dentro de él, se hacia una fogata debajo, y la persona se quemaba viva hasta quedar completamente carbonizada.

El hombre comenzó a removerse con fuerza, escuchando la tétrica risa de Jungkook, se quedo completamente tieso, preso del terror cuando este llego justo en frente de él.

— tu familia se perderá en las cenizas y el fuego que los consuma es el que se encargara de quemar tu cuerpo mientras sientes cada una de las partes de tu cuerpo arder, presenciando el infierno en el que te metiste por tu estupidez hacia la roja, y por dañar al futuro líder y mi pareja —tomo su rostro, enterrando sus dedos cubiertos por sus guantes en las mejillas del hombre— ¿valió la pena el sacrificio? Mi chico vivirá una vida llena de lujos y libertad, mientras que tú te quemas alrededor de tu mierda y sentirás como tu piel se pega al acero y como tus familiares te estarán esperando en el infierno para tomar su propia justicia, asique dime ¿valió la pena?

El hombre no dijo nada, Jungkook dio la orden y comenzaron a arrastrarlo hacia el mecanismo hecho de metal, metiéndolo dentro, y aunque el toro era grueso, se podían escuchar perfectamente los gritos desesperados del hombre, pidiendo clemencia.

Jungkook, sin ninguna expresión, encendió la fogata, viendo como los cuerpos de los familiares de la basura que yacía dentro del toro comenzaban a arder y a los pocos minutos, los gritos desgarradores del hombre dentro del toro, sintiendo como su piel se pegaba a lo metálico y terminaba desprendiéndose de su cuerpo, sintiendo como estaba siendo calcinado con vida y sintiendo el dolor más horrible, el cual duraría bastantes minutos.

Muchos fueron testigos, pero nadie dijo nada, sus cabezas estaban inclinadas mientras Jungkook pasaba frente a ellos, caminando de la misma forma en que entro al lugar, nuevamente, dejando miedo en los pasillos, demostrando en que posición se encontraban todos a comparación de él. Nuevamente, todos en el pabellón negro, fueron conscientes de lo sanguinario y lo que era capaz de hacer Jeon Jungkook.

El atardecer estaba dando una vista preciosa, de diferentes colores jugando como una paleta en el cielo, demostrando contrastes, mezclas y creatividad natural, llegando a los corazones de quienes supieran apreciarlo.

Los rayos que quedaban del sol reflejaban la habitación de tan bello palacio donde yacía recostado un hermoso chico de cabellos castaños, quien miraba hacia la ventana con sus ojos brillantes, queriendo acercarse hacia el balcón para poder apreciar la vista que el cielo le regalaba, ya sea por lastima o demostrando su belleza pura, el castaño quería preciarlo.

Taehyung se sentó en la cama, su bata de seda blanca cayo elegantemente por sus hombros, dejando al descubierto sus hombros y clavículas, además del hermoso y fino conjunto de dos piezas, un pijama de tirantes y un short corto, ambas sedas abrazando con calidez su piel. Sus rizos alborotados en su cabeza, sus mejillas adornadas por un leve rosa y sus pestañas acariciándose en cada parpadeo.

Con cuidado, llevo sus pies a la orilla de la cama, hasta que estos estuvieron colgando de la cama, sus ojos fueron hacia las vendas de su muslo, después de la última intervención quirúrgica que tuvo, no ha sentido tanto dolor, todo parece estar adormecido y las marcas de su cuerpo han disminuido hasta hacerse casi invisibles.

Su vista volvió al balcón.

Con un suspiro y llenando de coraje su cuerpo y corazón, llevo su mano a la mesita de noche, sosteniéndose de ella, se puso de pie con cuidado, viendo como el bastón con el que se ha ayudado hasta ahora estaba descansando a un lado.

Dio un paso, tomo aire y dio otro, sonriendo levemente en cuanto un paso se transformaron en varios, hasta lograr estar justo al lado del balcón, llegando a los puestos principales para ver el maravilloso espectáculo que el cielo le estaba dando.

Una sonrisa genuina llego a su rostro, una hecha y creada específicamente solo para él.

Llego al balcón, posando sus manos en el mármol, lo acaricio, para luego llevar sus brazos a la bata que estaba siendo sostenida por sus codos, escondiendo sus manos en ella, se abrazo a si mismo, encantado con el viento cariñoso que lo envolvía.

Y cuando unas manos pasaron por su cintura, sus ojos se cerraron, queriendo disfrutar por completo el tacto.

Taehyung respiraba con tranquilidad, no dijo absolutamente nada, ni siquiera cuando sintió como Jungkook escondía su rostro en la curvatura de su cuello y una gota de agua recorrió esta hasta su hombro.

— ¿Por qué lloras...?

— porque el amor de mi vida es la persona más fuerte que he conocido en mi vida...

Una sonrisa apareció en los labios del castaño, era suave, una sonrisa tímida y cálida, al mismo tiempo que giraba en su propio eje, ahora teniendo el primer plano de los ojos cristalizados de su Jungkook. Llevo con cuidado su mano a la mejilla del hombre que no se apenaba en lo más mínimo en llorar frente a su amado.

— ¿seguirás llorando como un bebe grande?

Jungkook sonrió, inclinándose, envolviéndolo con sus brazos, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello, besándolo tanto como pudo. Taehyung solo podía sonreír al sentir las cosquillas.

Después de uno segundos Jungkook se separó, limpiando sus lágrimas — ¿no te duele?

— solo un poco —sincero— pero desafiándome es la única forma de avanzar, además... estas aquí, me llevaras en tus brazos de vuelta a la cama y... me acariciaras para aliviar mis molestias.

Sin pensarlo ni necesitar repetición, el pelinegro tomo en sus brazos a su chico, llevándolo directamente a la cama, arropándolo bajo las suaves telas y él, quien ya estaba bañado y limpio, en prendas cómodas para poder acompañar a su chico en el suave colchón, rodeo este para entrar a la calidez junto a su castaño.

Jungkook estiro su brazo y Taehyung inmediatamente reposo su cabeza en los músculos de este junto a su pecho, llevando su mano a este, descansándola ahí, sintiendo los latidos del corazón de su hombre, quien tenía enterrado su rostro en sus cabellos, olfateándolo, memorizando su ya conocido olor.

— ¿estas bien? —sorprendentemente, la pregunta salió de los labios del menor, pero su vista permaneció en su mano, la cual trazaba figuras imaginarias en el pecho del mayor.

— lo estoy —le aseguro— ver tu sonrisa y tus hermosos ojos siempre me hacen estar bien, como si fuera algún tipo de hechizo en mí.

Taehyung no pudo evitar reír divertido — ¿hechizo?

— así es, y yo solo soy un pobre mortal que ha sido hechizado en cuerpo y alma para vivir por ti, me has hechizado profundamente, donde tus palabras son ordenes y tus ojos son mis guías —sus palabras eran susurros llenos de sinceridad— estoy más que bien, porque estoy abrazando mi vida entera.

Taehyung no dijo nada, solo se acerco más hacia el pelinegro, acurrucándose a su lado, sintiendo como los brazos de este lo rodeaban y la oscuridad comenzaba a llenar la habitación, mientras la luna se hacia presente muy lentamente, para iluminar a la pareja en su momento íntimo, lleno de calidez.

— sigues diciendo palabras hermosas, como si yo no hubiera estado en la oscuridad en las últimas semanas...

— aún si estas en otro planeta, haría que mis palabras de amor sincero, de devoción y aprecio llegaran a ti, ya sea como leves susurros llevados por el viento, siempre llegarían a ti.

Taehyung separo su rostro del pecho de Jungkook, subiendo su vista hasta el rostro del mencionado, quien lo veía con ojos brillantes.

— lamento mucho no haber estado presente para ti las ultimas semanas —dijo Taehyung en un susurro— sé que me dirás que no debería discúlpame, pero... tú también me necesitas, y por favor, acepta mis disculpas por haberme encerrado en mis pesadillas.

Taehyung cerro los ojos en cuanto sintió un leve beso en su frente.

— yo también estaba en mis propias pesadillas, imaginando y torturándome a mi mismo por haberte permitido dejar encerrar en tus pesadillas, pero ya no más —dijo, acariciando el rostro del menor con cariño— ambos estábamos heridos y combatiendo contra nuestros propios pensamientos, ahora, debemos poder mejorar juntos.

Taehyung sonrió levemente, acercándose lo suficiente para juntar sus labios de forma tierna y duradera, sabiendo que ambos necesitaban ese tierno roce.

— lo que sea que se viene, lo enfrentaremos juntos, y yo, Kim Taehyung de Jeon, estaré a tu lado, Jeon Jungkook, líder de la roja, para apoyar y cuidar tu espalda pase lo que pase.

adivinen a quien se le cayo la punta de un hacha en el dedo del pie porque la muy ridícula estaba cortando leña con chalas (sandalias) y se abrió la piel de forma fea  :D (estoy bien, sé primeros auxilios y me cure solita, sin salvarme de los retos de mis padres)

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