capítulo treinta y dos
Esa voz, la única que podría hacer despertar a su corazón de forma tan cálida y rápida. Pero sentía miedo, miedo de que fuera un engaño, que esa voz que ha querido y deseado escuchar desde hace tiempo, solo sea una cruel ilusión.
— mi amor —ahí estaba, otra vez esa voz, pero Taehyung aun no volteaba hacia ella— mi querido Taehyung.
Sintió pasos atrás de él, sentía como se acercaban, pero no sentía miedo, ni se puso alerta, simplemente se quedó quieto, siendo completamente inconsciente a las lágrimas que comenzaban a bajar por sus ojos y empapaban sus mejillas como un rio. ¿alivio? Podría ser, o también todas las emociones que lo estaban atacando con tan solo escuchar su voz.
Sintió como a sus hombros llego un toque que era imposible para él no reconocer. Sus hombros fueron apretados con fuerza, mientras las manos contrarias continuaron bajando por sus brazos, llegando a sus codos para luego pasar a sus manos, todo el trayecto se sintió como una caricia, una caricia tan reconocida y única que Taehyung pudo sentir calidez después de mucho tiempo.
Las grandes manos continuaron su camino, ahora sin soltar las contrarias, tomándolas y entrelazándolas, se acercó más a él, y Taehyung sintió como si espalda chocaba con el pecho del contrario en un fuerte y muy necesitado abrazo.
— por un segundo creí que eras un sueño... otra bella ilusión que mi mente me daba, pero... jamás podría confundirte con un sueño —el susurro de la voz de su pelinegro llego a sus oídos como un leve canto— por fin te tengo entre mis brazos.
Sin poder soportarlo más, de los labios del menor salió un sollozo casi desgarrador, olvidando todo lo que podría pasar a su alrededor, se volteó y abrazo con todas sus fuerzas a su Jungkook, su Jungkook... estaba ahí, con él, después de tanto tiempo, olvido todo, dejo todo a un lado, para disfrutar ese momento que tanto anhelaba desesperadamente.
— Kook... —lo llamo entre sus sollozos y lágrimas, Jungkook lo apretó contra él con más fuerza— lo lamento, lamento haberme ido, lamento haberme alejado, lamento no haberte escuchado... perdóname por favor, n-no te vuelvas a ir... no vuelvas a desaparecer...
Jungkook negó con la cabeza, tragando sus propias lágrimas, ambos se agacharon hasta que llegaron al suelo, ambos de rodillas frente al otro, aun envueltos en ese tan anhelante abrazo. Taehyung se negaba a soltarlo, se negaba a salir de su escondite el cual era el cuello de su amado, creía que, si lo soltaba, volvería a desaparecer de su lado.
Jungkook cerro sus ojos con fuerza para luego parpadear rápidamente y para eliminar sus lágrimas, lo abrazo contra él con fuerza, atesorando lo más que podía ese breve momento, donde por fin podía tenerlo en sus brazos.
— no es tu culpa, no te atrevas a disculparte —dijo y a pesar de las exigencias de Taehyung, logro separarlo de él, para tomar su rostro y poder observarlo mientras acariciaba este mismo— mi amor, mi vida, mi Taehyung... maldita sea, cuanto te extrañe.
Volvió a atraparlo en sus brazos, a estrecharlo con desesperación contenida, su corazón volvía a sentirse cálido, volvía a tener esperanzas, y maldición, sus emociones jugaban dentro de él de forma tan descarada, estaba eufórico por ver a su chico, estaba aterrado por la idea de que este encuentro fuera tan solo un sueño y estaba realmente furioso por todo lo que estaba pasando.
Esta vez, fue Taehyung quien se separó, secando sus propias lágrimas, sonrió hacia su Jungkook, llevando su mano hacia su rostro, lo acaricio, con cariño y cuidado.
Jungkook cerro sus ojos levemente, antes de tomar su mano y besarla con cariño— no tienes idea de todo lo que necesito decirte y hacerte, pero debemos salir de aquí, asique mi amor, dime cuál es tu plan.
Taehyung respiro profundo y soltó una gran cantidad de aire, lo que vendría no sería fácil, pero lo que principalmente necesitaba ya estaba con él, asique, lo siguiente que pasaría, no sería nada bueno, no sería nada bueno para Yang. Taehyung se puso de pie, pidiéndose a Jungkook que se quedara agachado mientras él iba por unas cosas al escritorio. Jungkook mientras comprobó las balas del arma, y Taehyung, al cabo de unos segundos, volvió con unas agujas.
— no es mucho, pero servirá —dijo el menor, sacando las pequeñas esferas que habia creado— estas explotaran en cuanto las lance, será de un alcance pequeño, pero lo suficiente como para poder salir de aquí, ¿crees que estas lo suficientemente fuerte para pelear?
Jungkook sonrió — sorprendentemente me siento como si hubiera ingerido litros de cafeína y de bebidas energéticas, ¿Qué fue lo que hiciste?
— te inyecté algo parecido a la adrenalina, no tuve mucho tiempo para hacerla, la diferencia es que esta te dará un poco más de fuerza y energía, afecta tu sistema nervioso a tal punto de que- .... ¿Qué sucede? —cuestiono, al ver como Jungkook se quedaba quieto observándolo.
— eres la persona más capaz de este mundo —dijo, acercándose lo suficiente como para besar su frente con cariño— bien, tú ordenas cariño, solo dime que hacer.
Y ahí estaban, la pareja perfecta, la mezcla perfecta entre todo lo que podía estar bien y mal. Jungkook y Taehyung eran letales, eran inteligentes y audaces de forma personal y solitaria, pero si ambos estaban juntos, se volvían completamente imparables, y ellos lo sabían perfectamente.
Por eso no necesitaron decir nada en cuanto ambos se acercaron sigilosamente a la puerta, con tan solo un par de miradas ambos podían entender perfectamente lo que el otro necesitaba o quería, entonces, Jungkook solo necesito una pequeña señal para abrir la puerta solo unos pocos centímetros, lo suficiente como para que Taehyung lanzara las pequeñas esferas.
Después de eso, ambos se sonrieron con complicidad, mientras Taehyung levantaba su mano, haciendo una cuenta regresiva con sus dedos.
Después de esta, los gritos, el fuego, el humo y el caos comenzaron.
Ambos se vieron a los ojos por última vez, antes de asentirse mutuamente y salir del lugar. Todo comenzó bastante rápido, Jungkook comenzó cuidando la espalda de su chico, disparando de forma asertiva, atinando correctamente en cada tiro, mientras que Taehyung se aseguraba de tomar cada posible arma mientras se encargaba de deshacerse de las personas que quedaban de pie. Habia sangre, gritos y ruegos, pero la pareja no tenía piedad ni parecían sentir ningún tipo de compasión, sus ojos mostraban solo ira, odio y rencor, y esas emociones estaban funcionando como motores dentro de ellos.
En su mente solo estaba la idea de salir de ahí, juntos, no importaba lo que tuvieran que hacer, a quien tenían que destruir o a quien tenían que dejar atrás, su corazón y mente solo estaba idea de proteger al otro, de lograr sacar al contrario a salvo, ambos estaban luchando por el otro.
— ¡abajo! —grito Taehyung, Jungkook ni siquiera lo dudo, se agacho rápidamente, siendo testigo de poco Taehyung lanzaba con fuerza y agilidad un bisturí directamente a la cabeza de uno de los guardias, el cual trato de atacar por la espalda a Jungkook.
La mirada que ambos se dieron detuvo por un momento todo el tiempo, ambos se observaban de forma cómplice y llena de confianza, nuevamente no necesitaban decir ninguna palabra, a través de sus cómplices miradas, y sus diminutas sonrisas, sabían que podían ponerse en una posición vulnerable porque él otro estaría para cubrir su espalda.
Los gritos continuaron unos pocos segundos hasta que los únicos en pie eran ellos dos, sus pechos subían y bajaban de forma rápida, ambos estaban en un estado de debilidad significativo, por lo que, cuando quedaron solo, aun sabiendo que el tiempo era corto, Taehyung se apresuró a tomar lo que anteriormente habia preparado.
Jungkook solo observo como el castaño se acercaba a él con una jeringa, y sin preguntar nada ni poner ningún tipo de resistencia, dejo que Taehyung lo inyectara.
Ellos confiaban plenamente en el otro.
— esto te dará energía —explico Taehyung mientras él mismo se inyectaba el brazo— no será mucha, pero hará que nuestros glóbulos blancos puedan combatir en mayor masa cualquier infección que pueda haber y protegerá las heridas abiertas —explico, soltando la jeringa al piso, para luego ir hacia su pelinegro, y revisar muy superficialmente sus heridas— podré curarte cuando salgamos de aquí, ahora te sentirás mareado por solo unos segundos, tu cuerpo se está llenando de adrenalina, será un poco pesado.
Jungkook asintió, levantando su mano, acariciando el rostro enrojecido y algo magullado de su castaño, ese hijo de puta se habia atrevido a golpearlo, y además de eso, pudo ver los hematomas en el cuello de Taehyung, y a pesar de no estar a la vista, podía imaginar los hematomas del resto de su cuerpo. Él lo habia lastimado.
— Kook... —susurro Taehyung, teniendo una idea de adonde se habia ido la mente de su pelinegro— no te encierres en la culpa, no pienses en esto mi amor, debemos salir de aquí, debemos-
— t-te lastime...
Taehyung suspiro— Kook...
— y-yo fui capaz de ponerte una mano en cima para lastimarte.
El corazón de Jungkook se estaba apretando con fuerza, olvidando todo a su alrededor por un segundo, imágenes muy claras de lo que paso comenzaban a llegar a su mente, sus manos tocando a su amado para herirlo, lanzándolo contra las cosas sin importarle sus gritos o lágrimas, llegaron imágenes claras del momento en que sus manos rodearon el cuello de su pareja, y sin detenerse, incluso ante los ojos suplicantes de Taehyung, él se atrevió a llevarlo a la inconciencia.
— ¿Por qué no me detuviste...?
— Jungkook-
— pudiste haberte defendido, maldición ¡hubieras tenido que defenderte! Tienes tus armas, ¿Por qué dejaste que te lastimara...? —dos lágrimas cayeron despreocupadamente por las mejillas del mayor, quien no dejaba de ver lo que habia hecho, el pecado imperdonable que habia cometido.
Taehyung veía como su amado estaba en una batalla interna, y lo que pudo hacer, o lo que sus instintos le indicaron, fue tomar las manos de Jungkook, y llevarlas a su cuello, este mismo se sorprendió, trato de apartarse, pero el castaño no lo dejo.
No habia tiempo para esto, ambos lo sabían, pero era algo que debían hacer y decir, no les tomaría mucho y debían soltar esto para poder seguir completamente presentes en lo que se avecinaría en cuanto salieran por esa puerta, por lo que, tomando una pequeña respiración, Taehyung hablo.
— tu tacto no duele —susurro, su voz baja, como de costumbre, como si fuera un secreto entre ambos— jamás ha dolido mi amor, sus manos no pueden tocarme de otra forma que no sea con amor —los sollozos querían salir de su garganta, y uno que otro escapo, a pesar de esto, Taehyung continuo— Kook... ese no eras tú, la persona que me lastimo, cuando me toco, sentí miedo, pero ahora... solo siento amor, no hay nada más que puedo sentir, incluso si tus manos están en mi cuello de esta forma, sé que jamás me lastimarías ni me acariciarías de forma brusca o sin amor.
Jungkook, quien ya habia relajado sus manos en el cuello contrario, hizo lo que las palabras del contrario dijeron, acaricio su cuello con delicadeza, pasando la yema de sus dedos por las manchas oscuras.
— estaremos bien —hablo Taehyung, tomando entre sus manos las de su amado— ellos pudieron traernos hasta aquí porque estábamos separados, porque sabían que juntos no nos podrían hacer daño, y ahora, que estamos juntos, les haremos ver que es lo que pasa cuando se meten con alguien de la roja.
Jungkook sonrió, sus frentes se juntaron momentáneamente, es verdad, ahora les tocaba a ellos dirigir el juego, y vaya que disfrutarían ver como los que creyeron reirán, caigan de forma bastante fácil.
Después de esos segundos necesarios para poder tomar la fuerza necesaria, ambos volvieron a asentirse mutuamente, para luego acercarse a la puerta, Taehyung ya habia quitado de los cuerpos diferentes navajas y algunas armas, además de las que él habia creado, por lo que al menos estaban bien protegidos en caso de cualquier acontecimiento inesperado. Taehyung se ganó a un lado de la puerta y pudo escuchar como claramente de lejos venían un montón de guardias corriendo, asique pensando rápido, actuó.
En cuanto todos los guardias llegaron, entraron sin esperar ni revisar nada, todos entraron al laboratorio y quedaron horrorizados al ver los cuerpos, unos sobre otros, la sangre decoraba el piso como si de un gran charco de agua se tratara, no habia señal de nadie, mucho menos de quien lo provoco, pero si obtuvieron reacción en cuanto los aspersores de agua del techo comenzaron su función de la nada, dejándolos a ellos y el suelo completamente empapados.
Todo se quedó en silencio, hasta que la puerta del lugar se abrió repentinamente, mostrando a un pelinegro que anteriormente se habia ocultado en el pasillo posterior. Todos quedaron atónitos al ver como el hombre que estaba tan débil y moribundo hace unas horas, estaba ahí, de pie, viéndolos con una sonrisa tan macabra que simplemente no pudieron hacer nada.
— agradezco su hospitalidad —dijo Jungkook, para luego lanzar un aparato de forma ovalada al piso, el cual su amado le dio anteriormente, nadie dijo nada, nadie se movió, lo único que se escucho fue la puerta cerrarse con fuerza, para luego quedarse en un total silencio.
Solos los hombres en esa habitación, y la electricidad que pasaba brutalmente por sus cuerpos hasta calcinarlos por completo.
Nadie ahí era inocente además de las victimas encerradas en contra de su voluntad, incluso ellos mismos no se consideraban inocentes, pero si unas víctimas de los planes enfermos de la gente más podrida del mundo, y si los habían metido a la fuerza en todo esto, ellos se defenderían como sabían hacerlo, y harían pagar de la forma más cara a todos.
Ambos continuaron corriendo, preocupándose de no ser vistos por los demás, avanzaron por un pasillo oscuro, muy poco iluminado de forma verdosa, Jungkook iba atrás de Taehyung, atento a todo y cuidando su espalda.
— debemos encontrar a Yang.
Jungkook lo tomo de la muñeca, deteniéndolo en cuanto escucho esas palabras —Taehyung, debemos salir de aquí, él no podrá escapar de todas maneras.
El castaño tomo un poco de aire y volteo a ver a Jungkook, ambos estaban arrodillados en esa oscuridad tan horrible, pero no se sentían desprotegidos ni mucho menos vulnerables.
— necesito hacer esto Jungkook —dijo el castaño de forma seria, era necesario para él, no podía simplemente dejarlo ir, no otra vez, debía enfrentar esto, no darle la espalda— por favor, necesito que lo entiendas, no puedo volver a huir.
— lo entiendo —le aclaro— por supuesto que lo entiendo, pero no planeo dejarte solo en esto, ¿debes tener este cierre? Bien, pero yo iré contigo.
Taehyung cerro sus ojos con fuerza — casi te pierdo Jungkook...
En el peor momento sus emociones los estaban invadiendo, peor ya habían pasado por esto, por una situación donde sus opiniones y deseos fueran diferentes, y la diferencia entre el resto del mundo y ellos, es que ellos aprendían de sus errores y no eran lo ni cerca unos ignorantes que volverían a cometer los mismos errores.
Por lo que Taehyung fue el primero en hablar, después de cerrar sus ojos y tomar una honda respiración. Entendía a Jungkook y sabía que él lo entendía a él, cada uno luchaba contra sus propios pensamientos y sus deseos de proteger al otro a pesar de saber perfectamente que cada uno podía protegerse a sí mismo, asique, viéndolo desde afuera, viendo como acababan de derribar a docenas de hombres en cuestión de minutos, era más que claro que juntos funcionaban mejor, más fuertes, más inteligentes, ambos por separado eran excepcionales, juntos, eran una amenaza para cualquiera.
Jungkook tomo su mano— casi nos perdemos entre ambos Taehyung, hemos pasado un infierno en el que ambos fuimos atacados, en el que fuimos obligados a lastimarnos a costa de amenazas que nos perjudicaban a ambos —dijo, su mano apretó levemente la de Taehyung— nos usaron sabiendo que somos vulnerables por él otro, y no dejare pasar esto, te usaron y me usaron como carnada, todo... todo lo que nos hicieron lo pagaran, y nosotros juntos crearemos las consecuencias, porque si su intención fue usarnos, veremos cómo reaccionan teniendo que enfrentarse a ambos.
Jungkook tenía demasiado odio e ira acumulada por todas las barbaridades y la arrogancia de las personas detrás de todo esto, quienes se atrevieron a verlo como un hombre común, quienes se atrevieron a atacarlo y reducirlo mientras era amenazado con un posible daño a su pareja, o como lo arrinconaron de forma tan cobarde, usándolo como un arma para herir al amor de su vida.
Jungkook, líder de la roja, el principal monarca de la corona de una de las mafias más poderosas demostraría por su propia mano lo que pasaba cuando se atrevían a desafiarlo, y mucho peor, haber controlado y dañado tan brutalmente a su amado.
— entonces...
— iremos juntos —sentencio Taehyung— tienes razón, casi ambos nos perdemos, y a ambos nos usaron para llegar al otro, haremos que lo paguen.
Una pequeña sonrisa cómplice fue suficiente para que volvieran a ponerse de pie, ambos se acercaron al final del pasillo, Jungkook tan solo lo seguía, sabía que Taehyung no hubiera ido ahí sin un plan, y claro que no interferiría.
Taehyung los siguió guiando, como si su memoria aun recordara vagamente los oscuros caminos, su vista se movía rápidamente por todas partes, a lo lejos se podían escuchar diferentes pisadas, gritos y demás, Yang debía ya saber lo que habia pasado en el laboratorio, y eso era justo lo que Taehyung esperaba, que el idiota viera lo que pasaba por creerse más listo que él.
El castaño abrió una puerta y ambos entraron rápidamente, mirando hacia arriba, había grandes y largas escaleras, después de darse una pequeña mirada y juntar sus manos, ambos comenzaron a subir rápidamente.
— ¿Cuántas personas vienen contigo? —cuestiono Jungkook, sin soltar su mano mientras subían rápidamente las escaleras.
Taehyung se detuvo un momento, viendo alrededor — todos, nadie quiso quedarse al margen de esto —comento, mientras se acercaba a una de las puertas de ese piso y la abría levemente para ver hacia afuera.
Jungkook lo siguió de cerca en cuanto el menor salió del lugar, pudo notar en seguida que ese lugar no era seguro, las pisadas se escuchaban de forma más cercanas y podía deducir que había docenas de guardias en ese lugar, de todas formas, confiaba en cada paso que Taehyung daba, su único deber en ese momento era cuidarlo a él y obedecer sus palabras. Por lo que, cuando Taehyung se acercó a un guardia, el cual estaba de espaldas, y lo apuñalo sin reparo en el cuello, él solo lo ayudo a arrastrar el cuerpo hasta que no fueran visibles para nadie.
Taehyung no dijo nada, solo fue directamente a la muñeca del hombre y obtuvo el reloj de este, mientras Jungkook se encargaba de obtener cualquier arma posible.
—¡agáchate! —dijo de repente Taehyung, abriendo sus ojos de sobre manera, corriendo hacia Jungkook, lanzándose sobre él.
En seguida, sin pensarlo dos veces, Jungkook cambio de posición y se posiciono él sobre Taehyung, ambos abrazándose con fuerza mientras grandes ruidos se escuchaban y un temblor hacia crujir la tierra y las instalaciones ocultas bajo ellas. Las grandes manos de Taehyung cubrían la cabeza de Jungkook mientras este usaba de escudo su propio cuerpo ante cualquier peligro o residuo que pudiera caer sobre ellos.
Después de unos segundos, los temblores se detuvieron y gritos, disparos y multitudes se hicieron presentes muy agresivamente. Jungkook se levantó levemente, su mirada en seguida se encontró con la de su chico.
— ¿Qué has hecho? —por más que su tono era serio, en su rostro se mostró una pequeña sonrisa.
Taehyung se la devolvió— esto va más allá de enfrentar mis miedos, quiero hundir este lugar y acabar con todo.
Jungkook se levantó primero, ayudando a su amado a levantarse con él, ambas miradas volvieron a unirse, Jungkook acaricio el rostro de su castaño con cuidado.
— bien, como tenemos ayuda, concentrémonos en encontrar a Yang.
Taehyung asintió, ambos volvieron hacia la puerta, observando hacia afuera, y la diferencia, es que esta vez habia gente corriendo de aquí allá, diferentes personas, militares, químicos, personas que parecían ser civiles, y Taehyung estaba seguro de que alcanzo a divisar a algún que otro adolescente. Por más que quisiera hacer algo por la gente que estaba injustamente en ese lugar, no lo haría, dejaría que los demás tuvieran complejo de héroe, él tenía un objetivo ya previsto.
Aun así, cuando salió junto a Jungkook del lugar y se unieron al caos, fue cuidadoso al no herir a ningún civil, de reojo vio como algunas personas vestidas de militares y otras que usaban trajes elegantes los sacaban del lugar de forma rápida. Ninguno soltaba la mano del otro, pasando entre dos bandos completamente diferentes que estaban peleando uno al lado del otro, formando parte del propósito de ayudar a las personas con más importancia para ellos. Taehyung y Jungkook, lideres y dos hombres con un alto valor, guiaban y peleaban al lado de sus hombres y de las personas en quienes confiaban, al mismo tiempo que creaban una nueva alianza que dejaría marca en la historia.
El mayor tomo con más fuerza la mano de Taehyung, llevándolo más rápido entre los hombres y mujeres que peleaban a muerte sin importarles a quien iba dirigida la bala de disparaban. Taehyung tomo la delantera en un momento, y en cuanto sus ojos escanearon a Yang a lo lejos, estos se oscurecieron de irá y de una sed enferma de venganza y despecho.
Yang, en cuanto supo lo que estaba pasando por los informantes que los comenzaron a llamar y las alarmas del lugar, tembló de furia, ira y un toque de miedo, ¡¿Cómo es que Taehyung se habia atrevido a hacer esto?! al comprobar por las cámaras la cantidad de gente que estaba entrando al lugar por la entrada principal y las catacumbas ocultas, las cuales iban a ser su principal escape en algo así, entro en una crisis en donde llevo sus manos a la cabeza casi arrancando su propio cabello, ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo podría huir? Debía pensar pronto, Taehyung de alguna manera curo a Jungkook, y por lo que estaba viendo en ese momento, ambos tenían una clara manera de manejar las armas y una forma de pelea bastante sofisticada ¿Quién realmente era ese hombre?
En el momento en que sus ojos se encontraron con los de Taehyung, lo supo, los roles habían cambiado, y él ya no era un depredador, era una presa, una muy vulnerable a los ojos del castaño cazador que pedía por su cabeza.
— maldita sea —susurro, mientras separaba su mirada de la de Taehyung para comenzar a correr hacia las catacumbas, con la intención de pasar desapercibido y con una leve esperanza de que no haya nadie ahí para ese entonces.
Lo que le causaba la rojes de sus ojos y la desesperación que tenía, era que lo único que le quedaba de su trabajo de tantas décadas, eran solo las notas en su cabeza, su memoria guardaba lo que podía, lo demás lo dejo atrás, trato de ir a salvar las principales formulas, esas que a pesar de no ser perfectas, al menos le ayudarían a volver a empezar, pero en cuanto vio esas pequeñas esferas llegando al laboratorio y a su oficina, para seguidamente explotar, vio a través de sus lágrimas como todo su trabajo se quemaba en cenizas.
Ordeno y trato de resguardarse atrás de los guardias y las demás personas que trabajaban para él, pero fue inútil, todos estaban tratando de sobrevivir por su cuenta, por lo que no le quedó más remedio que aceptar su derrota y tratar de huir, ya la habia hecho una vez, podría volver a hacerlo y en un futuro hacer pagar a Taehyung por todo.
Corrió lo más rápido que pudo, hasta que el piso dejo de ser cerámica para volverse de piedra y de tierra, habia llegado a las catacumbas, en donde mucho de los cuerpos de antiguos experimentos fueron enterrados, en donde se quemó evidencia, o en donde él iba de vez en cuando a pensar e inspirarse en la oscuridad enfermante de habia en ese lugar.
— ¡YANG! —escucho como esa voz gritaba tras él, Taehyung estaba mostrando una fase que no conocía, que no creyó que podría formar parte de Taehyung. No del mismo chico que le suplico de rodillas hace unas horas.
¿En qué momento Taehyung habia cambiado tanto para ahora convertirse en alguien tan capaz? ¿siempre estuvo fingiendo? La forma en la que lo vio pelear, asesinar sin ningún tipo de emoción y la forma en que lo observo esos cortos segundos, en donde sus ojos parecían estar inyectados de sangre, fue suficiente como para que Yang entendiera que realmente no conocía a Taehyung, al menos no a este, el mismo que lo perseguía sin detenerse.
Corrió con todas sus fuerzas, ignorando el dolor de sus propias articulaciones para lograr salir de ese lugar, pero cuando sintió un dolor punzando justo en su talón, un grito desgarrador salió de su garganta, al sentir como su piel se abría y rasgaba de forma agresiva por ese objeto punzante. Taehyung le habia lanzado una navaja de forma perfectamente asertiva al talón, haciéndolo caer estruendosamente.
— ca-carajo... —sus ojos estaban llorosos y con sus manos temblorosas hizo algunos intentos de sacar la navaja, hasta que no pudo más y simplemente la arranco sin piedad, mirando como su talón estaba con una gran herida abierta de la cual no dejaba de sangrar.
Esta se cubrió con tierra por la caída por lo que lo hacía más doloroso. Trato de ponerse de pie, pero cayo abruptamente al suelo con el gran dolor que le provocaba poner su peso en la herida, trato de saltar, de avanzar de cualquier forma. Estaba desesperado, al mismo tiempo que asustado, quería lograr salir, escapar de ambos hombres que venían con claras intenciones hacia él. Además, ese hombre, Jungkook, su mirada, llena de rencor y odio, que peleaba con tanta facilidad, ¿Quién era realmente? Bueno, estaba aterrado de tan solo descubrirlo.
Su mundo se detuvo completamente en cuanto vio a dos personas frente a él, su rostro perdió color y sintió como su sangre sabia a su cabeza, sintiéndose vulnerable, sintiéndose pequeño, sintiéndose una presa atrapada.
— nuevamente ibas a escapar como un cobarde —comenzó diciendo Taehyung, acercándose lentamente, sintiendo satisfacción al ver al contrario tratar de arrastrarse para retroceder, dejando un camino de sangre por la herida previa— ¿Cuál sería tu plan esta vez? ¿esconderte como una rata a esperar que algún gobierno fuera lo suficientemente idiota para querer trabajar contigo?
Yang apretó sus dientes con fuerza— ¡hubiéramos podido crear muchas cosas juntos Taehyung! ¡hu-hubiéramos sido reconocidos por nuestra capacidad y-
Una patada directamente en su rostro lo hizo callar y sentir un gran dolor en su nariz posiblemente rota, la sangre salía de esta además de sus labios, sus ojos estaban más nublosos que antes y a través de estos, miraba a Taehyung, quien se habia atrevido a golpearlo y verlo de forma tan rebajadora.
— ¿nuestra capacidad...? —su tono se volvió neutro antes de que una pequeña sonrisa cómica se reflejara en él mientras se acercaba— ¿Cuántos años te has engañado a ti mismo pensando en que te puedes comparar conmigo?
Sus palabras eran despectivas, viéndolo como el gusano que era y Yang se sintió inferior ante la mirada que el castaño le estaba dando tan carente de cualquier emoción, como si él no fuera más que un insecto, uno con muy poco valor. No tuvo tiempo de responder, ni siquiera pensar en decir nada en cuanto su cabello ya algo canoso fue tomado con brutalidad, por las manos del hombre de negros cabellos.
Fue arrastrado con brutalidad hacia el centro del lugar, en donde se podía poner una distancia más justa entre los laboratorios y la salida de las catacumbas al mundo. Su pie sangraba sin parar al igual que las heridas de su rostro, y sus manos temblaron en cuanto vieron a más personas llegar, y comenzar a hacer un círculo alrededor de todos ellos.
La vista de Yang fue hacia el hombre con el que Taehyung habia llegado, el cual tenía sangre en sus ropas la cual no parecía ser de él.
Seokwoo se acercó hacia Taehyung y Jungkook, reverenciando con respeto hacia ambos, para luego dirigirse a Taehyung — mi señor, lamento la tardanza —se disculpó, para luego entregarle la carpeta que tenía en las manos— aquí están todos los documentos que me pidió.
Taehyung le agradeció y tomo la carpeta entre sus manos, una carpeta bastante grande, la abrió y la ojeo levemente, mientras Seokwoo les indicaba a sus hombres que trajeran una caja color negro, la cual, en cuanto llego a manos de Taehyung, este vio su contenido de forma completamente neutra, incluso infravalorando el contenido.
— te atreves a comparar nuestras capacidades —comenzó a hablar Taehyung— cuando tú has creado más de setenta prototipos del virus por años sin lograr un avance decente, mientras yo solo necesite quince minutos para descubrir la formula correcta para la creación de este.
Yang abrió los ojos con sorpresa— eso sería imposible, no estabas aquí, no estabas como para ir viendo los avances, a menos que-
— lo haya memorizado, cada paso, cada formula, cada intento patético tuyo en crear algo perfecto no es nada más que una triste desesperación tuya por un poco de reconocimiento —dijo con desdén y arrogancia— solo eres alguien con un IQ un poco sobre el promedio y un ego bastante alto, el cual no le ha servido más que para ir directamente al fracaso.
Los ojos de Yang estaban enrojecidos, jamás habia tenido que experimentar este tipo de humillación, mucho menos frente a toda la gente que habia en ese lugar, escuchaba a sus guardias peleando a lo lejos, pero ¡¿Por qué nadie iba a ayudarlo?! Todas las personas ahí lo veían como alguien inferior, alguien sin valor y Taehyung solo se estaba regocijando por esto, y su ira creció aún más, cuando vio al hombre a su lado sonreír ladinamente ante las palabras del castaño.
Su mente estaba batallando para encontrar una salida u solución, ¿Qué podía hacer en ese momento? No poseía un arma y todo su cuerpo se sentía dormir, por la presión que sentía de distintas maneras, al final, su mente no pudo contenerse más, y simplemente comenzó a reír.
— ¿crees que así acabara todo? —cuestiono Yang, su sonrisa acompañada de pequeñas carcajadas completamente repulsivas hicieron captar la atención de Taehyung— ¡hay personas iguales a mi ahí afuera! ¡muchos querrán lo que he creado y otro harán lo mismo!
Era cierto, posiblemente hayan más enfermos mentales ahí afuera queriendo sobresalir de alguna manera, creando cosas sin sentido y queriendo de forma desesperada un reconocimiento por lo que según ellos es algo digno de admiración, y claro, posiblemente hayan mafias pequeñas, gobiernos o gente con muy poco en el cerebro que aun podrían interesarle los inventos de Yang, sus fórmulas e ideas incompletas, pero al contrario de como creía el hombre que Taehyung reaccionaria ante esto, el castaño no pudo ocultar su gracia, y de su boca salió una carcajada divertida, viendo burlonamente al hombre en el piso.
Yang hirvió de rabia— ¿crees que es divertido...? ¡jamás podrás detener este patrón! ¡volverá a ti una y otra vez! —le grito al mismo tiempo que se ponía de pie con dificultad, mientras su herida sangrada y sus ojos se abrían con enojo viendo directamente al castaño— ¡no podrás jamás escapar de esto Taehyung!
Trato de acercarse a él, quería abofetearlo con todas sus fuerzas, darle una lección por todas sus faltas de respeto, por creer que tenía voz sobre él, por atreverse a verlo de forma inferior, cuando era él quien estaba de rodillas suplicando hace unas horas que salvara a ese hombre. Pero, ese mismo hombre de cabello negros, fue quien sujeto su muñeca con fuerza, con una tal fuerza que creyó que su muñeca se rompería.
— eres realmente alguien patético —la voz del pelinegro era dura, seria y baja, sus palabras eran solo para el hombre que lo miraba con indignación— careces de tanto y te encierras en lo que crees que posees, no eres más que un insecto.
Y con eso, Yang fue arrojado nuevamente al suelo, no evitando fritar de dolor por sus heridas, al mismo tiempo que sus ojos volvían a juntarse con los de Jungkook, quien lo veía de forma más intensa.
— tú... —dijo Yang entre dientes— ¿Qué? ¿el abrirte las piernas es suficiente como para crear todo esto? maldito hombre patético, no eres nada más que dinero que no valdrá nada en el tiempo, en cambio yo... yo al menos deje una huella, quizás fracase en lo principal, pero he creado mucho más, en cambio ¿tú...? Tú solo eres quien se coge a este malagradecido.
Su cabello fue tomado con fuerza por Seokwoo, quien se encargó de hundir sus dedos en el cuero cabelludo, obligándolo a permanecer de rodillas, mientras Jungkook, de forma lenta, tomaba una de las navajas que sus hombres le ofrecían, para luego acercarse a Taehyung, ambos se susurraron un par de cosas, antes de volverse a separar.
Jungkook avanzo hasta él, Yang no podía mentirse a sí mismo al decir que no estaba intimidado, el hombre frente a él mostraba un aura bastante pesada, además de sus oscuros ojos negros, cualquiera que lo viera acercarse de esa manera mientras jugaba habilidosamente con una navaja se sentiría intimidado.
Jungkook le ordeno a Seokwoo que soltara a Yang, este lo hizo de forma brusca, mandándolo al piso.
— eres una escoria —comenzó a decir Jungkook, su cabello cayendo en su frente por el sudor, sus venas marcadas en sus brazos además de su rostro totalmente neutral— no eres todo lo que tu cabeza te hizo creer tan ridículamente, solo eres una mierda más en el mundo, una que no debe seguir aquí.
— ¡tú-
— no perderé mi tiempo en convencerte de que tu vida es algo sin sentido y algo que fue un completo desperdicio, haré esto rápidamente, porque no soy yo a quien lastimaste —dijo, parándose justo frente al hombre, mostrando su porte, intimidándolo fácilmente con este y con su expresión tan carente de emociones— soy Jeon Jungkook, líder de mafia roja, príncipe de esta antigua monarquía, y a quien lastimaste fue a mi pareja, Kim Taehyung de Jeon, futuro líder de la roja, has cometido un pecado imperdonable, tienes deudas tan altas que ni tu miserable muerte podría compensar ni siquiera la mitad de ellas.
Yang abrió los ojos a más no poder, la mafia roja... tenía que ser una broma, debía serlo, ¿Cómo ese hombre... ¿El mismo hombre que se dejó golpear tan fácilmente, que se dejó intimidar e insultar sería el maldito líder de la roja? ¡¿Cómo democión era eso posible?! Si eso fuera verdad le hombre hubiera sabido defenderse y una multitud de hombres hubiera ido por él a los pocos minutos de verlo desaparecido.
Jungkook vio en sus ojos como todas sus ideas batallaban en su cabeza, no entendiendo por ninguna forma en cómo se dieron las cosas, pero él no tenía tiempo para dejarlo procesar nada en su tan inútil cerebro.
— ¿creíste que ibas por delante de nosotros? —fue Taehyung quien hablo esta vez, acercándose de forma tan intimidante como el hombre frente a él— has olvidado o simplemente jamás quisiste realmente ver quien era, quien soy y puedo ser —sus ojos no se separaron de los del hombre, quien parecía estar en un limbo— soy alguien que a los diez años pudo resolver problemas que profesores de universidades reconocidas en el mundo no pudieron, soy alguien que siempre ha ido adelantado, que ha creado y arreglado cosas que siempre se vieron imposibles... ¿realmente crees... qué puedes superarme?
La forma en la que hablaba no era nada parecido al Taehyung que él creía conocer, ¿siempre estuvo fingiendo ser alguien inocente e influenciable? Taehyung ahora ante sus ojos parecía un adulto hecho y derecho, mostrando un poder y aura tan drástica y única que no lograba comprender como no la habia visto anteriormente.
— desde el primer ataque, tan careciente de inteligencia y una buena planeación supe exactamente lo que harías, solo... tarde un poco en idear bien algo por la forma física en que fui lastimado —comenzó diciendo, Jungkook no hablaba, solo se mantenía a su lado, apoyando a su esposo con tan solo su presencia, este momento y cierre era de Taehyung no de él— fuiste descuidado, como responsable y muy poco práctico en tus planes, querías traerme a la fuerza de una forma tan despreocupada que solo me hizo pensar... tú lo que realmente querías era llamar mi atención, darme un aviso de que seguías ahí, porque yo no era tu objetivo, siempre fue Jungkook.
Yang no podía hacer más que escuchar, sintiendo la vergüenza llenando su cuerpo al tener tantos ojos observándolo de forma burlona.
— has sido descuidado desde el principio —continuo el castaño— desde el principio supe lo que estabas haciendo, solo me costó anticipar el tiempo en qué harías todo tu circo.
— eres lo más preciado de mi vida, eres mi aire para respirar, eres mi luz para seguir adelante, y si no estuvieras, el mundo ardería en mi furia— dijo de forma suave, sabía que Taehyung escuchaba— debes recordar que no soy un héroe, mi amor, no te rescatare de forma justa y limpia, soy un villano, y tú eres mi obsesión, y te mantendré a salvo así deba acabar con todo y todos, tú serás mi primer pensamiento y mi única razón de todo, no lo olvides.
Jungkook espero algo, pero Taehyung no se movió de su lugar, solo se escuchaba su respiración, sabía que su castaño estaba despierto, probablemente solo estaba herido y no sabía que decir, por lo que, con un suspiro, se levantó con la intención de irse y poder darle espacio a su menor, pero antes de que pudiera avanzar si quiera un paso, su muñeca fue sujetada por la mano de Taehyung.
Cerro sus ojos y suspiro, al sentir el temblor de la mano que lo sujetaba sabía lo que se encontraría al voltear, y así fue, el rostro de su amado lleno de lágrimas y enrojecido por estas.
— cariño...
— ¿Por qué insistes en hacerlo solo...? Necesito protegerte tanto como tú necesitas protegerme a mí, por favor Kook...
Jungkook se sentó en la cama, atrayendo el rostro contrario a su hombro, para que Taehyung pudiera llorar y controlar mejor su respiración. Acaricio su cabello y espalda en silencio, hasta que sintió como la respiración de su chico se calmaba, y podía inhalar y exhalar con más normalidad.
Jungkook beso los castaños cabellos antes de hablar— mi amor, cuanto paso lo de tu ataque, creí que te perdería — comenzó a decir, separándose levemente para poder ver esos bellos ojitos llenos de lágrimas— no puedo pasar por eso otra vez Tae, no puedo volver a verte en una camilla.
— ¡yo tampoco quiero hacerlo! —grito sin poder evitarlo, terminando por llevar sus manos a su rostro en desesperación ante el conflicto— Kook es obvio que Yang quiere llegar a ti, lo que me paso no fue nada más que una advertencia y una señal de humo para que yo supiera que esta atrás de mí, pero el sabe perfectamente que primero muerto antes de ayudarlo a crear algo así.
Jungkook frunció el ceño— no digas esas cosas.
Taehyung suspiro— lo que trato de decir Kook, es que él querrá llegar a ti, querrá hacerte daño porque ahora sabe, que la única forma de lastimarme a mí es lastimarte a ti...
La desesperación de Taehyung era obvia en esta situación, podía entender perfectamente la insistencia de Jungkook en quedarse en resguardo, pero el pelinegro debía entender también su propia insistencia, debía hacérselo ver de alguna forma, si no, tendría que actuar por su cuenta, tal como Jungkook le estaba diciendo que él haría.
— Tae-
— probablemente intente secuestrarte, dudo que solo quiera dejarlo en dañarte físicamente o algo así, él debe querer usarte de carnada, por favor escúchame y déjame-
Jungkook se puso de pie, cortando lo que Taehyung decía, este lo observo con los ojos abiertos ante el brusco movimiento — no puedo Taehyung, no puedo aceptar que te unas a esto, no dudo en que sabes lo que dices, pero independientemente de eso, no puedo poderte en peligro, porque estoy seguro de que si lo que dices es verdad, tú no querrás despegarte de mí, y eso implicaría que nos pudieran hacer daño a ambos.
— ¡creare un buen plan! Lo prometo, lo ideare de forma perfecta, no habrá errores y-
— ¡no Taehyung! —grito esta vez Jungkook, cerrando sus ojos en el momento en que vio la impresión en el rostro contrario. Respiro hondo para volver a hablar— no, es mi última palabra y si tengo que-
— ¿Qué? ¿encerrarme? Si haces eso, prometo que esto tendrá un final Jungkook, no estoy dispuesto a ver como dejas que Yang obtenga lo que quiere.
El pelinegro guardo silencio por unos segundos, viendo el dolor en los ojos de su Taehyung, teniendo que apretar sus manos fuertemente para no ceder ante esos ojos llenos de dolor y desesperación, teniendo que volver a respirar hondo, para acomodar sus pensamientos y emociones. Sabía que Taehyung solo estaba igual de aterrado que él por su bienestar.
Le dolía tratarlo de esta manera, no tenía porque hacerlo, pero si era la única forma en la que podría lograr que Taehyung se alejara un poco para mantenerlo seguro, tendría que hacerlo.
— no discutiré contigo Taehyung, no participaras en esto, eso es todo.
Con el dolor de su alma vio como las lágrimas volvían a correr por el rostro de su amado, mientras este volvía a sentarse en la cama con una muestra clara de decepción. Después de eso, Jungkook se fue en medio del silencio, con un leve susurro de advertencia donde Taehyung le decía que, si se atrevía a encerrarlo, una grieta se formaría entre ellos.
Posiblemente sus emociones jugaron en contra, su terror por el bienestar de Taehyung era lo que dominaba incluso las palabras que salían de su boca, por lo que, a pesar de saber en el fondo, que su Taehyung era lo suficientemente inteligente para anticipar de gran manera lo que podría pasar y planear bien una salida, su mente solo le jugo la idea de un final desastroso donde su chico no saliera lastimado.
Después de ese día, todo paso por separado, Taehyung se habia ido, a pesar del dolor de su corazón, tenía una clara idea de lo que podría pasar, asique, sin comentarlo con nadie, ni el con Seokjin o Hoseok o Jungkook con sus padres, Taehyung le enviaba diferentes mensajes en donde ambos analizaban correctamente la situación, estudiando los diferentes escenarios que podrían ocurrir.
Lo único que no pudieron predecir correctamente fue el cómo, el lugar y el momento en que Yang haría su jugada contra Jungkook, pero sabían que pasaría después, por eso Jungkook le pidió a Seokwoo que fuera con Taehyung, por eso Taehyung ya tenía prototipos de armas hechas, por eso Taehyung fue con tanta confianza de forma solitaria hacia Yang, por eso Jungkook no se defendió, porque sabía que su chico habia planeado todo meticulosamente, y habia anticipado lo que pasaría desde mucho antes. Solo necesitaron un tiempo para si mismos y procesar lo que había sido su discusión, para dar el siguiente paso, donde ambos demostraban de que estaba hecho el título que los caracterizaba.
— tú lo hiciste más fácil al seguir con tus ideas erróneas acerca de quién era Jungkook o mi personalidad sumisa y corregible, creíste tener la delantera cuando yo ya habia trasado el camino y te habia rebasado desde hace mucho —comento, mientras veía como Seokwoo se acercaba con una jeringa y se la entregaba— muchas veces pensé en como tomaría justicia por mi propia mano por todo lo que has hecho, no solo a mí, si no, a todas tus victimas que solo tuvieron la mala suerte de toparse contigo.
Yang, al estar atento a los relatos del menor, no se dio cuenta sobre el contenido de esa jeringa que se acercaba peligrosamente a él mientras unos hombres lo sujetaban, pero Taehyung no se tardó en explicar.
— pensé en mutilar cada parte de tu cuerpo mientras aun seguías despierto, pensé en torturarte por años mientras dejaba que diferentes personas se aprovecharan de ti, pensé en quemar todo tu cuerpo poco a poco hasta que no fueras más que un par de cenizas— la voz de Taehyung era tan tétrica que Yang no podía creer que realmente fuera él— pero creo que hay algo mejor, algo que realmente podría hacer un poco de justicia a todo lo que has hecho.
Yang se removía mientras Taehyung hablaba, su cuerpo estaba temblando violentamente y sus ojos no se despegaban de los contrarios los cuales no demostraban ninguna emoción aparte de satisfacción por ver lo asustado que él estaba. Taehyung quería hacerlo pagar, por cada grito de dolor, cada suplica, cada vida que quito, cada mal que le hizo a todas las víctimas, incluyéndolo a él.
— Jungkook cortara los tendones de tus piernas, no podrás moverte ni siquiera para arrastrarte ni te desmayaras para aliviar el dolor —explico Taehyung, mientras Seokwoo se acercaba por un lado y le inyectaba adrenalina al hombre, ignorando su grito de dolor por la agresividad ejercida, Taehyung se acercó a él mostrándole la jeringa que seguía en sus manos— esto es una mezcla de todos los prototipos que has hecho estos años —dijo, mostrando como no solo se trataba de esa jeringa, si no, de muchas más— es una mezcla de todas en diez jeringas, todas estas son las muestras que usaste en todas esas personas que sufrieron una muerte injusta por tu causa.
Taehyung dio un paso atrás, lo que fue una clara indicación para Jungkook de que era su turno de actuar, por lo que, moviendo levemente la navaja que seguía en sus manos, se acercó a Yang, mientras su chico seguía hablando.
— sentirás exactamente lo que todas esas personas sintieron, te retorcerás de dolor, sentirás como todos tus huesos se quiebran por completo, y como toque personal, no podrás morir sin haber sufrido hasta el último segundo que tu cuerpo se está quemando como si estuvieras envuelto en llamas mientras todo este lugar, todo por lo que has trabajado, cae sobre ti, y mueres enterrado y aplastado lentamente por todo.
Después de eso, Jungkook tuvo señal verde para seguir con lo que haría, sus hombres pusieron con fuerza a Yang contra el suelo, tomándolo con fuerza de todas sus extremidades mientras era puesta boca abajo en el piso. Tomo con fuerza la parte trasera de sus rodillas, y aun con la ropa puesta, enterró la navaja con todas sus fuerzas para luego sacarla agresivamente, cortando todos los ligamentos, tendones y nervios de esa zona, sin importarle los gritos desgarradores de dolor ni la gran cantidad de sangre que salía de las heridas abiertas.
Yang gritaba con todas sus fuerzas al sentir perfectamente como la parte trasera de sus rodillas estaban siendo totalmente despedazadas. Todos a su alrededor lo seguían viendo con desdén, sin ningún tipo de compasión ni de piedad. Ni siquiera Taehyung, quien siempre habia tenido un corazón bondadoso y piadoso, parecía no tener ni la mínima simpatía por sus gritos suplicante y desgarradores de una clara muestra de dolor.
Después de terminar su tarea, Jungkook se levantó, aceptando el pedazo de tela que Seokwoo le ofreció para limpiar sus manos. Luego se quedó al lado de su chico, mientras este ordenaba que ahora pusieran a Yang boca arriba, ignorando los gritos de dolor que el sujeto aun no podía evitar soltar.
— pagaras tus pecados hundiéndote con ellos, maldito bastardo. —y dicho esto, inyecto la primera dosis.
Luego siguió otra y luego otra, todas eran las mezclas que Yang habia creado de forma descuidada, todas siendo la causa de la muerte de muchas personas inocentes, por lo que, Taehyung se encargó de dejarle esa tarea a Seokwoo antes de ir a ese lugar, ya teniendo una clara idea de cómo terminaría todo para Yang, haciéndolo sufrir hasta el final, pero no dándole la satisfacción de ver el cielo que no pudo apreciar durante años por su propia enfermiza necesidad de ser alguien.
Las inyecciones siguieron hasta que no quedo ninguna, Taehyung vio como el cuerpo de Yang comenzaba a sudar de forma descontrolada, sus ojos se ponían cada vez más rojos y su cuerpo comenzaba a temblar violentamente, Taehyung sonrió levemente ante esto.
— nadie jamás reconocerá tu trabajo, serás alguien sin importancia recordado por nadie, todo se quemará, hundiera y perderá junto contigo, todo esto, inservible al igual que tú— dijo, sus miradas se encontraron, los ojos de Yang perdidos en los ojos del castaño— ni siquiera si tienes la suerte de tener una segunda vida, podrás igualarme.
Después de eso, Jungkook le informo que su plan inicial estaba listo para ejecutarse, tal como lo habia planeado, tal como lo habia calculado, diferentes dispositivos explosivos fueron colocados en ese lugar. Yang fue inmovilizado de manos y pies, ni siquiera podría arrastrarse más de dos centímetros sin sentir un dolor infernal, por lo que simplemente era inútil tratar de escapar. Incluso cuando su desesperación se lo exigía al ver a todos salir del lugar, y a Taehyung entre ellos, sin ni siquiera darle una última mirada.
Fue la última vez que Yang pudo ver a su musa, a la persona que tanto adoro enfermizamente, y este ni siquiera se molestó en voltear a verlo.
Seokwoo, el señor Jeon, Seokjin y Hoseok, todos se encargaron de que todos salieran del lugar sin mayor problema, las personas que estaban secuestradas fueron sacadas y trasladadas en diferentes vehículos hacia diferentes hospitales, todos se encargaron de que estuvieran lo suficientemente lejos, para luego ser los principales espectadores de como las llamas comenzaban a consumir el lugar, al mismo tiempo que un temblor sacudió la tierra, en una clara muestra como todos los dispositivos explosivos estaban destruyendo todo.
Jungkook y Taehyung jamás soltaron sus manos.
Se alejaron juntos de todos, ignorando el dolor de sus cuerpos, ignorando su debilidad, ambos apreciaron juntos como todo se destruía y un gran peso salía de sus hombros.
Se creo un gran agujero en la tierra, el cual era la tapadera de todo el infierno que significo ese horrible lugar, todo se destruyó, todo se quemó, todo se perdió junto a la persona que hizo todas las atrocidades inhumanas en ese lugar, no quedaría rastro de nada, y después de indicar que ese lugar sería llenado con tierra y suplantado por nueva naturaleza, no quedaría rastro del infierno que se vivió en ese punto del mapa, quedando solo como un lugar perdido.
— se acabó...
La voz de Taehyung sonó cansada, agotada, mientras se dejaba llevar y dejaba su cuerpo caer al pasto, siendo seguido por Jungkook, ambos sentados, agotados, pero juntos.
— se acabó —le confirmo, sus brazos rodearon a Taehyung, mientras ambos se recostaban en el pasto— se acabó mi amor...
Y ahí, entre los brazos del hombre que amaba con su vida, el mismo hombre que había extrañado con todas sus fuerzas, lo estaba protegiendo y dejando descansar entre sus brazos, Taehyung por su debilidad no estaba seguro, pero podría apostar a que unas cuantas lágrimas corrieron por sus mejillas por tan solo sentir el calor y el descanso que los brazos contrarios le ofrecían. Jungkook tampoco fue la excepción, estaba agotado, su cuerpo estaba débil y aun así su principal pensamiento era proteger entre sus brazos a su amado, mientras este se acurrucaba en estos sin importarle nada más.
Al fin estaban juntos nuevamente, al fin podían cerrar los ojos con tranquilidad, sin miedo a despertar y no encontrarse.
Fueron totalmente ajenos a lo que siguió, sus cuerpos simplemente no pudieron más u terminaron colapsando ahí mismo, en el pasto, en la fría noche, pero ambos abrigando al otro. Los demás fueron los encargados de llevarlos al hospital que Taehyung les habia indicado al principio, pero para el castaño realmente nunca fue una opción que ellos fueran hasta ahí de esa manera. Nunca se dio cuenta cual cansado y agotado estaba hasta que su cuerpo y el de Jungkook terminaron por ceder.
Ahora, mientras ambos yacían en la misma cama de hospital, siendo supervisados por diferentes monitores, y siendo iluminados por la leve luz que la luna y una pequeña lampara les ofrecía, al final se podía sentir un poco de paz, y tanto Goeun como Jicheol estaban felices de poder ver a ambos jóvenes poder descansar, y aun en sus sueños, no soltar la mano del otro.
— ha sido muy duro para ambos —dijo Jicheol, quien no estaba gravemente herido, solo con unos cuantos golpes ya tratados— tienen heridas, pero... nada que sea realmente grave, Taehyung sabrá como manejarlo.
Goeun sonrió levemente, mientras se acercaba y acariciaba el rostro de su nuero con cariño— Taehyung siempre sabrá que hacer, llego como un ángel para nuestro hijo mayor, y es algo por lo que siempre estaré agradecida a los cielos.
Como madre lo que siempre ha querido y deseado es la felicidad pura de sus hijos, verlos poder amar y vivir de forma tranquila a pesar de su apellido y la historia detrás de este, y si era si era sincera, mucho tiempo vivió con el miedo de que su Jungkook, su pequeño niño ya vuelto un hombre, jamás encontrara en quien confiar o amar con sinceridad y que este fuera correspondido de forma humilde y sincera.
Pero no fue así, y estaría siempre agradecida de que alguien tan valiente, bondadoso, listo y efímero como Taehyung haya llegado a la vida de su hijo mayor. Sonrió, y con cuidado tomo la mano de Taehyung mientras sacaba de su bolsillo una pequeña bolsa en donde estaba guardando el anillo que Taehyung le habia confiado. Lo deslizo con cuidado y delicadeza por su dedo, para después volver a dejar su mano en la camilla, levantarse, y ganarse a un lado de su esposo.
El rubí brillo levemente con la luz que la luna le ofreció— ahora esta devuelta donde pertenece.
El señor Jeon asintió, besando el cabello de su esposa— así es, vamos cielo, dejémoslos descansar, ya han pasado por mucho.
Y después de eso, ambos adultos abandonaron la habitación de hospital, dejando a la pareja poder disfrutar de su sueño, y poder aprovechar lo más posible el descanso que tanto merecían, uno al lado del otro, como debe ser, y como siempre será.
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