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capítulo treinta

Comenten en capítulo <3

El bosque era una maravillosa vista por la noche en un buen espacio, rodeado de amigos, quizás en un escenario entretenido y didáctico, como un campamento o una escapada de fin de semana, donde las estrellas y el silencio los rodearan mientras todos estaban sumergidos en una paz y seguridad completamente plena y verdadera.

Ahora, que las pisadas quedaban como pintura sin sellar en el lodo, derritiéndose mientras la poca llovizna las desaparecía, dejando un camino sin pruebas de quien paso por ahí.

No había tranquilidad,

No había paz.

Ni eran estaban rodeados por algo positivo que les hiciera detenerse y apreciar las estrellas sobre ellos, la hermosa naturaleza que a pesar de las gotas de lluvia seguían mostrando sus bellos colores, incluso en medio de la oscuridad. Están eran cruelmente ignoradas mientras unos ojos color avellana solo estaban fijos en el camino rocoso.

Su respiración era pesada, el aire frio entraba a su boca, llegando a sus pulmones de una forma dolorosa para luego enviarlo de vuelva de donde vino, su vista no se separaba del camino, sus pestañas, a pesar de estar levemente mojadas no eran un impedimento para detener su paso.

Sus ropas eran oscuras, al grado que podría pasar completamente desapercibido si alguien tratara de localizarlo desde lejos, al igual que la ropa de su acompañante, quien iba unos dos pasos atrás de él, de igual manera, atento al camino rocoso.

Sus piernas no dolían, sus respiraciones se mantenían estables y su mente estaba comportándose adecuadamente.

No había tiempo de arrepentimientos o de siquiera discutir algo en todo esto.

— señor hemos caminado por casi dos horas, puede detenerse un momento para descansar —la voz grave y levemente preocupada de Seokwoo sonó a sus espaldas.

No estaba preocupado por el estado físico del guardaespaldas porque él mismo se aseguró de que este se encontrara en las mejores condiciones antes de salir, además de inyectarle analgésicos y curar todas sus heridas. Seokwoo era alguien con un entrenamiento bastante duro, por lo que caminar tanto tiempo no era nada para él, Taehyung sabía que simplemente estaba preocupado por él.

Pero no podía aceptarlo, no detendría su caminata, si dependiera de él correría con todas sus fuerzas hasta llegar a su destino y derribar todo con sus propias manos, así de intenso era todo para él.

Cada que estaba más cerca, su corazón dolía e imágenes desgarradoras llegaban a él de forma traicionera y cruel.

— no podemos parar, debemos llegar en veinte minutos.

Taehyung no fue consciente de la mueca que el contrario puso en el rostro. Seokwoo estaba preocupado, su propósito era la eterna defensa a la roja, la protección a la persona más importante de su jefe, pero ahora, ahora estaba a su lado, yendo hacia lo que podría ser una muerte, o algo que tiene gran posibilidad de salir mal con muchas consecuencias.

¿Tiene la confianza para hablar abiertamente sobre sus preocupaciones? Por ley no, pero Taehyung desde que llego a la vida de Jungkook, desde la primera vez que fue presentado ante él, lo reconoció como alguien digno, fuerte, capaz de tomar sus propias decisiones, fuera y dentro de todo lo que conllevaba ser parte de la roja, por lo que, tomando un poco de confianza, hablo, no con malas intenciones, la preocupación era clara en su tonalidad.

— señor Kim-

— Taehyung —dijo, su voz era suave, y aclaro rápidamente la interrupción— conozco tus principios, pero por favor Seokwoo, por esta vez dime solo Taehyung, te lo pido como un favor.

Taehyung peleaba en su mente a cada segundo que pasaba, la forma en la que llegaban diferentes situaciones donde las cosas salían mal, donde no volvería a ver a nadie, era simplemente demasiado para él, y Seokwoo, quien era un guardaespaldas y hombre de seguridad digno de su cargo, era lo más cercano que tenia de Jungkook en ese momento, y quería sentirse un poco en calma mientras su mente seguía atormentándolo.

Seokwoo por su parte frunció levemente el ceño, claro que estaba prohibido tutear o tratar con ese tipo de confianza a alguien con el nivel de Taehyung, además de no ser educado y poco ético, Seokwoo siempre se ha considerado un caballero, y tratar a la pareja de su señor de forma tan casual era inconcebible para él.

Pero al escuchar el tono tan lastimero en que el pedido salió de los labios contrarios, suspiro rendido, no podía ignorar los sentimientos de alguien con tanto significado, y si debía dejar sus modales de lado por unos minutos, estaría bien con eso.

— Taehyung —dijo, y la forma tan cruda y rara de pronunciar el nombre del castaño, logro que este, inconscientemente, riera un poco.

Sus dientes no se hicieron presentes, pero si se pudo escuchar una muy leve carcajada y quien lo viera de frente, hubiera podido ver como sus labios se estiraron un poco hacia arriba. Esa pequeña risa causo un buen sentimiento en el contrario, puesto que realmente ha estado preocupado por el estado de ánimo del menor, en su decadencia, y el cómo se habia estado descuidando.

No era quien para decirle que debía y no debía hacer, asique, al no poder argumentar sobre cómo estaba sobrellevando la situación, al menos pudo sentirse un poco satisfecho al poder escuchar una leve risa por su parte. Sentía que había hecho algo bueno y que además una pequeña pizca de calidez pudo aparecer en Taehyung antes de todo el caos que posiblemente se venía.

— yo... no quisiera pasar mis limites, ni tampoco faltarle el respeto de ninguna forma —aclaró antes de seguir— pero, Taehyung, usted sabe que el señor Jeon se molestaría si se enterara de que no ha dormido ni comido en todo el tiempo que esto ha sucedido, también sabe que él posiblemente preferiría que la guardia de la roja se encargara de esto, entonces... ¿Por qué?

Taehyung no detuvo sus pasos, pero si los disminuyo.

¿Por qué? Porque Jungkook y él se amaban de forma tan peculiar y poco cotidiana que ambos, a pesar de no estar en completo de acuerdo, darían su vida sin pensarlo por el otro, ni siquiera considerarían la posibilidad de abandonarse o dejarse atrás. Casi nadie podría entenderlo, eso era algo que los caracterizaba a ambos.

Se adoraban, se idolatraban, mucho más allá de lo que podrían mostrar ante los demás, lo que sentían, el cómo lo expresaban, sus reacciones, discusiones y conversaciones más íntimas, no tenían ningún tipo de comparación con las relaciones que se consideraban normales, ellos jamás decían palabras al azar, no se mentían, no había promesas pobres ni mucho menos falsas, no vivían en monotonía ni en la relevancia. Todo lo que había entre ellos, lo que hacían, hablaban o soñaban, era verdaderamente significativo.

— antes de conocer a Jungkook —comenzó diciendo, su voz era suave, pero no se lograba mezclar con el viento, era lo suficientemente clara para ser escuchada— cualquier persona que me viera desde lejos, incluso que me conociera un poco, podría decir que era alguien demasiado solitario y reservado, incluso las revistas que escribían artículos sobre mí lo decían, "el talentoso doctor solitario, obsesionado con su carrera, pero bastante pobre en valores de convivencia familiar o amistad..." a pesar de no conocerme tenían algo de razón.

Hablaba con sinceridad y se tomaba el tiempo para hacerlo, ¿Por qué? ¿Qué más podría hacer mientras sus pies se dirigían hacia lo que podría ser un destino cruel?

Al menos esto lo hacía sentirse un poco más tranquilo, dejando que las sensaciones abrumadoras y tercas se detuvieran por un momento y fueran puestas a un lado, mientras podía hacer algo que amaba hacer, hablar sobre lo que sentía por su Jungkook.

— no me gustaba relacionarme con nadie, incluso a mi propia familia la tenía excluida de mi vida —confeso, Seokwoo escuchaba atentamente— me encerraba en mi trabajo, ayudando, experimentando, creando e ideando, siempre avanzaba lo que más podía sin detenerme ni siquiera para pensar en respirar.

— ¿Por qué...?

Taehyung suspiro levemente — tantas cosas malas que pasaron principalmente por ser quien soy, por tener la mente que tengo y por aceptarla y hacer crecer cada vez más mi conocimiento, han sido demasiado, y yo no era bueno para aceptar que todo me habia afectado, por lo que prefería ignorarlo antes de tener que aceptar las cosas que pasaron.

Jungkook lo sabía, sabía sus razones y estaba al tanto de sus pensamientos, motivos y quizás malas decisiones de ese entonces, pero de él solo obtuvo apoyo, jamás un comentario donde se sintiera tonto por haber actuado de cierta manera, Jungkook siempre estuvo de su lado incluso en sus malas decisiones.

— y bueno, Jungkook al saberlo todo, las cosas por las que pase y el cómo decidí ignorarlas, actuó de la forma en que nadie lo había hecho, jamás dijo que debí haber tomado terapia, jamás dijo algo como que debería de haber tomado un descanso para mí, él... solo dijo que realmente apreciaba toda la fortaleza que había en mí, y que no era cobarde de mi parte decidir avanzar con todo en mis hombros, solo era alguien que encontró la mejor solución para sí mismo por sí solo.

Una sonrisa involuntaria salió de sus labios, levantando levemente la vista, se dejó iluminar y maravillar por un corto momento las estrellas, siendo estas las compañeras perfectas para cuando a su mente, llegan imágenes de su pelinegro y sus hermosos ojos.

— y por la misma razón de que Jungkook apoya mis decisiones sin importar cuales sean, por la forma en la que nuestra relación a alcanzo en punto en el que esta, donde la confianza y el anhelo son parte de nuestro camino, es que no puedo imaginar un futuro sin él —dijo finalmente, el aire pasaba junto a las palabras que salían de sus labios de forma suave— Jungkook es mi futuro, es lo único que veo, y si, posiblemente eso me puede hacer alguien dependiente o tonto según quien lo vea, pero es así de simple, a pesar de saber que Jungkook no querría que me pusiera en peligro de esta manera, lo haría una y otra vez, porque si él no está, simplemente no tengo nada a lo que aferrarme y amar sinceramente.

Un amor tan bello y único, ¿Qué más podría pedir si no era un amor tan poco peculiar? Donde eran imposibles las comparaciones, donde nadie podría dar su punto de vista porque simplemente nadie lo entendería.

Mucho más que amor, ¿obsesión? ¿admiración? ¿devoción? Complementos que hacían que su unión fuera mucho más sólida que cualquiera.

— ¿jamás sintió miedo por lo que significaba formar parte de la vida del señor Jeon? —cuestiono, sus palabras salieron sin siquiera pensar, la confianza en la que se sumergieron hizo que no asumiera sus propias palabras por lo que se apresuró a disculparse— oh, lo lamento, me deje llevar por la curiosidad, por favor no crea que-

— no te preocupes —tranquilizo el castaño con su voz suave, Seokwoo respiro más tranquilo al saber que no había pasado los limites— y respondiendo a tu pregunta, no, jamás sentí miedo, pero si desconfianza al principio.

Confeso de forma baja, sus recuerdos fueron directamente a esa vez que supo sobre quien estaba ese día, sobre su nombre y su legado, y como era costumbre, su mente lo había traicionado justamente pensando lo peor del hombre que prometía cuidarlo de todo y todos, después de todo lo que había vivido, no se sintió culpable por actuar como lo hizo esa vez.

— Ya no es un secreto de que además de Yang, otras personas han intentado hacerme daño, por lo que mi primera reacción fue pensar que todo era una fantasía, una cruel disfrazada de gracia —sus pies se detuvieron un momento, respiro profundo, sus pulmones se llenaron de aire y sus ojos se cerraron levemente, manteniendo la concentración en él— tuve desconfianza y miedo de lo que podría pasar, pero decidí confiar, decidí confiar en sus palabras y en lo que me ofrecía a través de su mirada sincera, y simplemente me deje llevar, sin miedo por lo que se vendría.

— ¿tenía una idea de lo que significaba todo?

— esperaba algo mucho más allá de mi propia imaginación —sincero, mientras ambos volvían a tomar camino— simplemente no deje que mi mente tomara la delantera, espere, espere a que Jungkook fuera quien me mostrara todo su mundo, yo solo me encargue de apreciarlo y verlo desde sus ojos, sí... es aterrador para cualquiera, y ser parte de una mafia, una tan poderosa con monarquía en ella no sería algo bueno ni aceptable, pero ni Jungkook ni yo somos buenas personas, ni mucho menos nos interesaría lo que alguien tuviera que decir al respecto.

Su amor por Jungkook jamás estuvo en duda debido a la roja, sí, hubo inseguridades por su parte, incluso por parte de Jungkook, distintas, que tenían que ver ya sea con ser capaz de nivelar y poder ser digno de estar al lado de su pelinegro y por parte del mayor, la seguridad e integridad del castaño.

No se dejó intimidar por la roja, quizás solo se dejó intimidar levemente por lo que significaba en Jungkook esta, lo que significaba en su familia y en su vida, y Taehyung quería formar parte de eso de forma responsable y digna, por lo que jamás tuvo tiempo de sentirse intimidado por la roja, solo motivado a crecer aún más para que tanto Jungkook como él, pudieran compartir algo realmente significativo.

— ya veo... realmente es alguien valiente, y si me permite decir, usted ha sido digno de la roja desde que el señor Jeon vio algo en usted —dijo, su voz sonando firme, mientras un mantenía su distancia al caminar tras el castaño— no me imagino a nadie más al lado del señor Jeon, llevando un gran legado y transmitiendo a futuras generaciones la herencia y creencias de la roja, simplemente no hay nadie más digno que usted.

Taehyung no lo refuto pues compartía sus pensamientos, él era el único indicado para Jungkook, él era el único apto para poder caminar a su lado, nadie podría hacer todo lo que él es capaz, y no se tomaba el tiempo de negarlo, no tenía por qué.

Ya lo dijo, ni Jungkook ni él eran buenas personas y no fingían serlo, si los hicieran elegir entre salvar a personas ajenas o a ellos, siempre se elegirían sin importar quien sea, no importando su edad, su estado de victima o villano, no lo pensarían dos veces antes de dejar morir a alguien con tal de salvarse entre sí. ¿Eso los hacia malas personas? Para muchos sí, pero realmente no importaba, nadie era realmente bueno porque siempre todos velarían más de una vez por sus propios intereses, y aunque no esté mal, en base al ojo de la sociedad, eso te hacia mala persona.

— te agradezco tus palabras Seokwoo —dijo, mientras volvía a detener sus pasos, para luego girar en su propio eje y poder encontrarse con los ojos contrarios, quien, a pesar de sus propios códigos, sostuvo su mirada— asique en agradecimiento, por favor déjame decirte con sinceridad, que no puedo estar más tranquilo por el hombre al que Jungkook le entrego su confianza para proteger a sus personas cercanas.

Ante esas palabras, el guardaespaldas guardo silencio por la impresión que las palabras del contrario causaron.

Ni en sus más ridículos sueños se imaginó a si mismo entablando una conversación más allá de lo profesional con Kim Taehyung, alguien que incluso sin ser parte de la roja, sin ser la pareja del señor Jeon, ya era alguien bastante reconocido y digno de admirar. Tener una conversación con alguien de un mayor nivel, con alguien de tal estatus podía ser considerado una gran falta depende de quién lo vea, si cometiera ese error con la persona equivocada, podría sufrir consecuencias.

Pero Taehyung no era como otras personas que habia conocido en ese mundo elevado, lleno de dinero, mentiras, engaños y sucios tratos que harían sentir a cualquier enfermo. El castaño era como una luz entre tantos demonios, y a pesar de no ser una luz pura, brillaba de forma tan única que solo su señor podría ser merecedor de verla.

— Seokwoo sé que tu palabra para ti es sagrada, sé lo que significa tu posición en la roja, pero ahora, el favor que te pediré será de amigos y te lo pediré con todo el egoísmo que tengo, incluso si debe ser a través de una orden.

Sus pies avanzaron un poco, hasta quedar cara a cara con el mayor, quien lo observaba de forma serena, pero confusa.

— pase lo que pase, necesito que lo salves a él.

Seokwoo abrió sus ojos ante lo dicho— ¿Qué? Señor yo-

— no te lo estoy preguntando, y va más allá de lo que creas que está bien o debas hacer, debes salvar a Jungkook, y si para eso debo cortarme el cuello yo mismo para no ser tu prioridad, lo haré ¿comprendes?

Una situación realmente difícil para ambos y para cualquiera de su entorno cercano una vez terminara todo.

Todo podía salir bien, así como todo podía salir realmente mal, y no quería ni siquiera imaginar lo que pasaría si el contrario hiciera realidad sus actuales palabras, ¿Cómo podría tener esa responsabilidad? Entre elegir vidas él siempre trataría de entregar la suya propia para salvar a los que realmente importaban.

¿Qué debería responder? Era obvio que Taehyung sabía perfectamente en el problema mental en el que estaba Seokwoo, pero no daría su brazo a torcer, no sentiría lastima, lo estaba poniendo en esa difícil situación sin sentir culpa, porque en su egoísmo y amor, él solo quería que Jungkook estuviera a salvo, y como ya estaba claro, no importaba a quien debía dejar atrás, ni siquiera si él mismo era quien no saliera de ahí.

— ¿Qué le diría... si usted no vuelve? el señor Jeon no podría sin usted, se sumergiría en la locura.

Taehyung asintió— lo sé, me gustaría decir que sé que saldrá adelante, pero es igual de terco que yo... —dijo, llevando sus manos a su rostro, masajeándolo levemente antes de volver a hablar— no quisiera ponerte en una situación donde los valores que has tenido desde siempre se vean afectados, pero sin lamentarlo, debes saber que no me importa a quien pueda dañar con tal de mantener a salvo a Jungkook.

No podía detenerse a pensar en todas las posibilidades y en como ellas afectarían a todos, incluyendo a Jungkook, en un momento a si no tenía tiempo para pensar en nada.

Negó con la cabeza y giro sobre sus pies. Seokwoo pudo ver y sentir como el estrés llenaba el cuerpo contrario. Sus pies avanzaron en cuanto vio como los del contrario de igual forma lo hacían. Debía ser difícil, tratar de querer hacer todo bien para complacer a los demás de por sí ya era algo muy pesado de sobrellevar para cualquiera, y no puede imaginar el cómo es querer hacer todo bien solo por una persona y dejar a todo el mundo de lado para poder complacer a esa persona.

Ahora Taehyung estaba en esa encrucijada, él quería hacer todo perfectamente bien por algo que ni siquiera podía salir completamente correcto, había muchas variables y por eso se estaba encerrando tanto a la idea de que solo iba a un objetivo, si comenzaba a pensar en todo lo demás sus ideas se mezclarían y no podría pensar correctamente. Su mente ha estado maquinando sin parar desde hacer horas y el dolor de su cabeza era algo que le recordaba constantemente que debía mantenerse despierto y alerta.

Pero necesitaba ayuda, lo sabía, por eso le exigía a Seokwoo ayudarlo en esto, por eso necesitaba su apoyo, por si en algún momento perdía el control, necesitaba que alguien siguiera con su principal objetivo.

— lamento ponerte en esta situación Seok, sé que es difícil, pero también sé que por más que lo intentes no podrás comprender mis razones porque nadie podría entender lo que siento por ese hombre, asique lo pondré en otro sentido —sus pasos no cesaban, seguía avanzando sin detenerse, su voz volvía al mismo tono serio, Seokwoo supo que sus pensamientos volvieron a ordenarse— Jungkook, líder legítimo de la roja, quien carga todo el peso y conocimientos de las herencias, creencias, virtudes y poder, es él quien debe ser salvado, él es quien lleva el legado, el mismo legado que naciste para proteger.

Su corazón habia dejado de doler para simplemente quedarse helado, su mente maquinaba las ideas necesarias y su cuerpo no estaba sintiendo calor, era lo que se denominaba "estar vivo, pero no vivir" y era desgarrador tener que darse cuenta de que lo estaba viviendo por no tener a Jungkook con él. Ahora no tenía nada que perder, solo debía concentrarse en lo que debía si o si salir bien, lo demás lo dejaría para el momento oportuno.

Después de unos cuantos segundos, a sus helados oídos llego la voz de Seokwoo, quien había guardado silencio por unos momentos.

— cuando lo conocí, le dije que mi lealtad, mi respeto, mi cuidado y mi vida serian entregadas a usted en un acto de infinita sinceridad —dijo, su voz era baja, Taehyung recordaba ese momento en Mónaco perfectamente— no fueron palabras vacías, fue un juramento digno, y créame, haré lo hasta lo imposible por mantenerlo a salvo —dijo, pero antes de que Taehyung pudiera decir algo, él continuo— pero... la sinceridad de sus palabras son ley y un mandamiento para mí, por lo que, a pesar de no poder estar de acuerdo con su orden, la cumpliré, porque mi devoción y respeto estas con usted, y no podría poner en duda sus palabras.

Seokwoo no fue testigo de cómo los ojos de Taehyung se cerraron por un momento, mientras este tomaba una gran respiración y el aire salía de forma lenta, aliviándolo levemente de alguna forma. Estaba agradecido.

Al menos podía sentir un poco de alivio al saber que Seokwoo lo ayudaría en esto a pesar de sus propias restricciones.

Lo que seguía seria duro, su vista fue hacia su dispositivo de localización, el cual indicaban que ya estaban lo suficientemente cerca como para detenerse un momento, lo hicieron, Taehyung pudo ver de lejos como a pesar de verse todo tan desolado, se podía notar como una vibra extraña y cosas no cotidianas estaban pasando en ese lugar.

El pasto, el cual seguía un perfecto camino revoltoso y sin sentido, de pronto se volvía completamente liso, pareciendo casi pasto sintético, y como muchos arboles habían sido plantados estratégicamente para seguir un camino obvio, había llegado.

Sus piernas temblaron levemente y su corazón latió de forma rápida por unos segundos, sintió como perdía el color de piel por un momento mientras recuerdos querían desesperadamente aparecer en su mente, pero lo evitaba, lo evitaba con todas sus fuerzas porque no podía permitirse sucumbir ante el pasado en ese momento, en especial, cuando su Jungkook estaba tan cerca de él y podría estar sufriendo en las manos del mismo enfermo que se encargó de dejarle sus pesadillas como un recuerdo constante.

El viento frio fue de ayuda, lo ayudo a poder enfriar su cuerpo y el dolor de su garganta por las bajas temperaturas que entraban a través de ella por la respiración lo hacían mantenerse cuerdo, sus pies se movían levemente en ese lugar, asegurándose de mantenerse en pie y quitar en temblor de sus piernas, y sus manos jugaban entre ellas, tratando de quitarse esa horrible sensación de picor y nerviosismo.

Seokwoo presenciaba la pequeña batalla interna que el castaño estaba teniendo, pero no intervino, era necesario que Taehyung pudiera sentirse lo suficientemente fuerte para avanzar a lo que vendría, ya que después de su promesa, sabría que él no pondría mantenerlo de pie todo el tiempo, Taehyung mismo debía ser capaz de poder ver a los ojos a ese hombre y no perder el control o sucumbir al miedo.

— estamos cerca —susurro Taehyung, respiración pesadamente mientras arreglaba su abrigo en su cuello— n-necesitamos llegar directamente a la puerta, posiblemente haya guardias y-y...

— Taehyung... —Seokwoo lo llamo con voz suave, se acercó levemente, y contra todo pronóstico, coloco su mano en el hombro del menor, tratando con sus últimos recursos, reconfortarlo— puedes hacerlo, no pienses en el Taehyung de hace años, piensa en el que ha logrado todo para llegar hasta aquí, piensa en el Taehyung que le ha dado cara a los miembros más antiguos de la roja, el mismo que ha hecho lo imposible en el área de medicina como si fuera algo cotidiano, por favor, no dejes que alguien tan poco relevante te haga dudar de ti mismo.

La forma tan directa y la forma de tutearlo hizo que fuera imposible ignorar sus palabras, sus ojos se fueron hacia Seokwoo, quien lo miraba con determinación, era casi la misma mirada que Seokjin y Hoseok le han dado a lo largo de los años, al igual que ellos, Seokwoo era un guerrero nato, uno con un corazón y valores inquebrantables, y el que el contrario dejara al lado sus enseñanzas y reglas para poder darle un poco de tranquilidad, realmente lo apreciaba.

Sonrió levemente, pero Seok pudo ver la falta de calidez en su mirada —gracias Seokwoo, por todo, por favor, ten mucho cuidado ahí dentro.

El contrario asintió —lo tendré y usted por favor, no olvide que es mucho más que lo que era hace unos años, y que jamás, ni siquiera en ese entonces, ha sido una persona débil, no se deje intimidar.

A pesar de lo sucedido esa vez, a pesar de que Seokwoo no logro salvarlo ese día, Taehyung jamás dejo de creer en él ni en sus capacidades, jamás lo culpo, ni siquiera lo recrimino de ninguna forma ni le hizo cumplir una penitencia como éticamente se supone que debía hacerlo. Taehyung demostró desde siempre ser alguien fuerte y con un corazón suficientemente digno, cálido y sereno, y él se encargaría de que ese corazón pueda seguir siendo la compañía de su jefe, haría todo lo que estuviera en sus manos para eso.

Taehyung sintió la calidez y seriedad de las palabras dichas, Seokwoo hablaba con honestidad y perseverancia, y él no se quedaría atrás, asintió ante las palabras, debía ser fuerte, siempre lo fue, lo era y podría serlo, más con un objetivo y una razón en su mente y corazón para luchar.

Después de unos pocos segundos, y un asentimiento entre ambos, comenzaron a avanzar de forma recta a través del camino, donde arboles los rodeaban y los sonidos del viento eran lo que los mantenían concentrados y fieles a las intenciones siguientes. Taehyung temblaba levemente aun, pero no sentía miedo, prácticamente enfrentaría lo que le ha estado atormentando por años y su único miedo es no poder salir junto a su Jungkook, pero ver a Yang, no le afectaba tanto como las posibilidades en donde Jungkook podría estar herido.

Tenían un buen apoyo, del ejército y de las influencias de la roja, no dudaba en que los demás estarían bien puesto que no habia nadie que no tuviera buena experiencia en defensa personal, todos tenían conocimientos en las armas y en cómo era una pelea completamente injusta, sabía que estarían bien, así como sabía que Yang no podría escapar esta vez, él se aseguraría de eso.

Ahora debía concentrarse en lo que pasaría ahí dentro, lo más probable es que Yang quisiera jugar con él, con su mente, incluso usar a Jungkook de alguna forma para hacerlo sentir pequeño, estaba consciente de eso y técnicamente tenía entrenamiento para ese tipo de situaciones, pero incluso así, era demasiado pensar en ver a Jungkook siendo herido por ese horrible hombre y no poder actuar por miedo a las represalias.

El sonido del viento chocando con los árboles era la melodía que los acompañaba mientras sus pies seguían avanzando, los pasos se hacían cada vez más pesados a medida que avanzaban y cada uno estaba luchando contra sus propios pensamientos, pero lo hacían en silencio, mientras no permitían que estos fueran un obstáculo al avanzar.

Unos pocos minutos después el camino se transformó en concreto y el pasto era falso, llegando a ser perfectamente obvio que la verdadera naturaleza acababa ahí.

Los grandes árboles cubrían todo por lo que entendía por qué nadie jamás logro encontrar el lugar escondido, habia una estructura grande en medio de estos, completamente sólida y en buen estado, pasando desapercibida como una simple bodega, quien diría que ahí dentro y justo debajo de sus pies se cometían crímenes atroces e inhumanos.

Había diferentes camionetas alrededor, había guardias, los cuales parecían simples hombres trabajadores, Taehyung podía notar perfectamente como estos estaban armados.

— ¿iremos directamente hacia la puerta principal? —cuestiono Seokwoo a pesar de ya saber la respuesta, ambos estaban ocultos tras los árboles que estaban al límite de la visión de cualquiera— ¿tiene armas con usted?

Taehyung negó —él nos va a registrar de arriba abajo, sería solo una pérdida de tiempo, de todas maneras, ¿tienes toda la joyería que te di?

Seokwoo asintió. Taehyung se habia encargado de hacer armas, diminutas, pero efectivas, algo poco para poder al menos tener una oportunidad de defensa en cualquier caso que pueda pasar. Ambos se observaron, respirando con calma y tragando cualquier sentimiento, emoción o pensamiento negativo o traicionero, debían tener su completa concentración en esto.

— no te separes de mí Seokwoo, pero si te obligan a hacerlo, no te resistas, no quiero que te hagan daño ¿de acuerdo? Es una orden, si debes moverte de mi lado, lo harás, no protestes, por favor no lo hagas hasta que podamos hacer algo o estemos seguros de que podemos actuar sin problema ¿de acuerdo?

Seokwoo asintió ante la orden, lo entendía, y a pesar de no estar de acuerdo con separarse de Taehyung, sabía que tenía razón, si se resistía o protestaba de alguna manera, probablemente lo asesinarían o lo dejarían inconsciente, y de esa forma no sería ningún tipo de ayuda, debían pensar con la cabeza fría.

Ambos compartieron una última mirada antes de enderezarse y comenzar a caminar hacia el lugar.

— ¡alto!

Ambos se detuvieron. Unos hombres comenzaron a caminar hacia ellos mientras los apuntaban con armas, Taehyung levanto solo sus palmas, demostrando que estaba desarmado al igual que Seokwoo.

— ¡es Kim Taehyung! —dijo un hombre, mientras una sonrisa aparecía en su rostro— tal como dijo Yang, vino estúpidamente por su propia cuenta.

Los hombres se acercaron lo suficiente como para tomar con fuerza los brazos de ambos, llevándolos con fuerza excesiva hasta la estructura. El corazón de Taehyung se apretaba con cada paso.

El hombre que se habia burlado de él lo sostenía con fuerza, mientras lo llevaba de forma brusca. Una vez llegaron frente a la gran estructura, el hombre coloco un código y la gran puerta se abrió, dando paso a un lugar oscuro y frio, no habia vuelta atrás.










Eran arrastrados con brutalidad, apenas podían dar un paso cuando ya eran obligados a dar tres, lora brazos de Taehyung dolían por la presión, pareciera que con toda intensión lo hacían sentir dolor, como si cada persona que estuviera ahí lo odiara de sobre manera.

Tendría algo de sentido para él, después de todo, él se fue, y todas las personas se quedaron ahí, siguieron trabajando como esclavos para Yang, sabiendo que si lo dejaban lo más probable es que ni siquiera lograrían salir con vida del bosque.

Los llevaron hacia el final de ese pasillo, llegando a un gran ascensor, en el cual volvieron a insertar un código y una llave para poder abrirlo, los arrastraron adentro, las miradas de Taehyung y Seokwoo se encontraron levemente una vez las puertas del elevador de cerrador. El ambiente podía cortarse muy fácilmente, la tensión era palpable, pero ninguno dejo notar ninguno tipo de nerviosismo o miedo.

Una vez el ascensor se abrió en un piso bastante inferior, fueron empujados hacia adelante mientras Taehyung aún era sujetado con fuerza del brazo; podía sentir como el hombre clavaba sus uñas en su piel. Comenzaron a caminar por un largo pasillo oscuro, todo estaba silencioso y lo único que podía escucharse eran los pasos rápidos de todos, y las respiraciones agitadas que tenían por la rapidez con la que caminaban.

Los ojos de Taehyung detallaban cada esquina del lugar, cada pasillo, cada puerta, contaba cada paso y memorizaba todo lo que podía cada que avanzaban.

Siguieron avanzaron hasta que llegaron a una esquina con una gran puerta blanca, Taehyung sintió como su cabello era jalado con fuerza, logrando que su cabeza fuera hacia atrás y el aliento del hombre se sintiera en su odio, además de escuchar las palabras que este decía con maldad.

— volviste tú solo al infierno —el hombre susurro en su oído, todos se detuvieron, Seokwoo observaba preocupado el cómo abrían esta puerta — ahora no podrás escapar.

Y sin más fue empujado con fuerza adentro.

Su cuerpo cayo con brutalidad al suelo, un grito de Seokwoo fue escuchado y a pesar de que intento correr nuevamente hacia la puerta, está ya estaba cerrada con llave, impidiéndole salir.

Cerro los ojos momentáneamente en el momento en que una luz lo cegó, las luces que se encendieron de la nada eran blancas y realmente molestas, cubrió sus ojos levemente para acostumbrarse a la brusquedad de esta. Lentamente giro sobre sus pies, y su pecho se apretó en cuanto vio que en la habitación en la que estaba había un gran laboratorio.

Su mirada recorrió todo el lugar, sus pies avanzaron con cautela, llegando hasta donde había una lampara alumbrando que sobresalía en el lugar, iluminando un montón de papeles que llamaron su atención, a pesar de su inseguridad, se acercó despacio, llegando hasta donde estaban los papeles, ojeándolos levemente.

Sus ojos se abrieron en cuanto vio la misma fórmula de hace años.

Sus manos sudaron y temblaron mientras se levantaban inconscientemente y tomaban los papeles, sus ojos repasaron rápidamente cada químico, cada paso, se sorprendió de forma horrible en cuanto vio todo lo que Yang había logrado avanzar en ella.

pequeño ciervo.

Su cuerpo se quedó completamente quieto.

Las manos que tenían sujetos los papeles temblaron repentinamente, su cuerpo comenzó a sudar de forma fría y sus labios y gargantas se sentían resecos.

Estaba atrás de él.

Y él estaba aterrado.

Sintió cada paso que la persona atrás de él dio, cada sonido más cercano lo alertaba aún más, los papeles en sus manos se arrugaron por la forma en que eran tratados, y la respiración quedo atorada en la garganta del castaño por varios segundos.

— el pequeño ciervo volvió por sí solo a su cazador ¿Quién lo diría?

Esa voz tan desagradable.

No quería voltear, no quería asumir lo que aun podía causar ese hombre en él, además de la gran repulsión, no quería asumir el miedo y el asco que producía el simple hecho de mirarlo, pero lamentablemente tuvo que sentir esas horribles sensaciones a través del tacto.

Cuando en sus codos las palmas de Yang descansaron, y fueron subiendo por sus brazos hasta llegar a las manos que sostenían las notas, su espalda choca con el pecho del hombre mayor y el aliento de este podía sentirse a su lado. Se sentía pequeño.

— ¿no te trae recuerdos? —susurro, fue tan asqueroso sentirlo justo en su oído— trabajamos tanto en esto juntos, bueno... fuiste algo difícil al principio, pero deje todo ese rencor atrás... —dijo, Taehyung solo podía sentir el tacto de ese hombre en sus brazos, y el como una de sus manos subía por este lentamente— ¿lo recuerdas? ¿todos nuestros días juntos...?

Taehyung jadeo sorprendido y adolorido en cuanto sintió como su cabello era tomado con fuerza, haciendo que su cabeza fuera hacia atrás con furia, dejándolo en una posición dolora.

Sus ojos se abrieron entre terror y asombro en cuanto sus miradas se juntaron, ahí estaba, había envejecido bastante, su rostro lo demostraba, y lo peor, Taehyung podía ver la furia y el rencor en sus ojos, los cuales demostraban un odio puro y unas grandes ganas reprimidas de hacer daño y lastimar; lastimarlo a él. 

Trato de llevar sus manos hacia la que sostenía con brutalidad sus cabellos, pero la otra mano del hombre atrapo ambas suyas frente a su cuerpo, dejándolo inmóvil no solo por la fuerza ejercida, si no, también por el miedo paralizante de tenerlo cada vez más cerca de su rostro.

— vamos~ ¡dime! ¿recuerdas todos nuestros buenos momentos? —su cabello dolía y la voz desquiciada del hombre lo hacía sentir enfermo— ¿sabes lo que siento al ver tu rostro después de tantos años?

Taehyung jadeo adolorido — de-dejame...

Yang precioso con más fuerza su agarre al escuchar su voz, su mirada volviéndose oscura, queriendo dañarlo, lastimarlo, cumplir con esas fantasías que venían como pesadillas y sueños hermosos desde hace año.

— ¿lo recuerdas...? ¡respóndeme! ¡¿lo recuerdas?! —le grito en el rostro, casi no había distancia entre ellos, Taehyung podía sentir el aliento del hombre en su piel y el dolor de sus articulaciones por la fuerza ejercida de este.

— ¡déjame! ¡AH! —grito de dolor en cuanto sintió como su espalda golpeaba con fuerza una de las mesas del lugar para luego caer con fuerza al suelo, su espalda dolió y un leve mareo llego a su cabeza.

Con sus ojos perdidos levanto su vista, y sus ojos se encontraron con los del hombre frente a él, el cual caminaba a su alrededor, como un depredador con demasiada necesidad de dañar y asustar. Yang lo observaba desde arriba, veía como Taehyung trataba de retroceder mientras estaba en el suelo, desarmado y débil.

Sonrió en cuanto después de tantos años, volvió a ser espectador de esos bellos ojos asustados.

— han sido tantos años sin ti... tu ausencia se marca significativamente ¿sabes? —dijo, acercándose de forma burlona mientras Taehyung trataba de retroceder, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, dejo caer una patada con fuerza en el estómago contrario, disfrutando como Taehyung rodo en el suelo y luego se sujetaba el área afectada con dolor— no sabes todos los años que he esperado...

Su cuerpo volvió a ser pateado con fuerza y de su boca no pudo evitar soltar un quejido de dolor.

Era humillante y doloroso.

Yang disfrutaba de sobre manera ver como esos bellos ojos cafés de llenaban de lágrimas de dolor y desesperación. Le encantaba infringir esas emociones, en especial en Taehyung, su musa, su ángel, su ciervo, el mismo que se alejó de él descaradamente y lo abandono en la oscuridad.

Sus emociones revoloteaban en su cuerpo, ver a Taehyung después de años lo hizo reaccionar más de lo que creía, lo hizo sentir una adrenalina pura, aún más al verlo de esa forma tan frágil, tan vulnerable en el suelo, con ojos llorosos y una mueca de dolor, mientras en su mirada solo había miedo y confusión.

Se arrodillo de forma lenta a un lado de su cuerpo, levanto su mano, llevándola con cuidado hacia el rostro contrario, sonrió en cuanto vio como Taehyung salto levemente cuando su tacto se juntó con su piel.

— sigues tan bello como siempre...

Taehyung sentía miedo, sentir el tacto tan horrible y asqueroso de ese hombre en su mejilla era algo que le repugnaba, Yang lo observaba tan burlona e intensamente que se sentía cada vez más pequeño.

Y a pesar de su miedo y los temblores de su cuerpo, abrió sus labios para decir lo que realmente quería, lo que realmente necesitaba, ignorando cualquier señal de alerta que su cerebro le pidiera callar por su propio bien estar.

— Jungkook... Jeon Jungkook... ¿Dónde está?

Lo próximo que Taehyung escucho fue la escandalosa risa de Yang, quien reía de forma delirante mientras sus grandes ojos, tan oscuros y opacos de maldad, lo veían de forma fija. Y lo próximo que sintió Taehyung, fue una bofetada realmente fuerte en su mejilla.

Luego sus cabellos fueron nuevamente tomados con brutalidad.

— en todos estos años... lograste olvidarte de mí, creí que eras alguien decoroso, pero resulta que le abrías las piernas a un hombre mayor que tú —su voz cargada de odio y desprecio y la manera tan asquerosa de intimidarlo hacían a Taehyung encogerse en el suelo— ¿te atreves a pronunciar su nombre aun en frente de mí?

Con desprecio soltó el cabello de Taehyung, haciendo que este tuviera que sostenerse del piso para no golpearse la cabeza ante la fuerza ejercida. Yang se puso de pie, sonriendo al ver al vulnerable chico, para luego voltear sobre sus pies, caminar hacia el escritorio y tomar las hojas que Taehyung estaba revisando anteriormente.

Parecía surreal por fin tener al castaño en sus pies, con sus hermosos ojos llenos de lágrimas y ahora su bella piel teñida de un raspón por el golpe dado, quizás se estaba pasando un poco, pero vaya que le provocaba satisfacción ver como Taehyung trataba con todas sus fuerzas de mantenerse en calma. Claramente le afectaba tanto como a él su reencuentro.

Taehyung se levantó un poco, quedando sostenido por sus codos, el dolor de su abdomen no se hizo esperar, pero paso a un segundo plano en ese momento, en especial cuando Yang se volvió hacia él con todas esas hojas en la mano y se las arrojo encima.

— ¿sabes cuánto me ha llevado avanzar en la formula? ¿Cuánto ha costado encontrar los pasos correctos?

— no me sorprende que no lo hayas solucionado aún.

El hombre sonrió, ahí estaba el ciervillo contestón — pues claro, tu mente tan listilla me hacía falta, además de que por tu culpa me vi obligado a llevar todo bajo tierra ¿sabes cómo nos retrasó eso? La gente que ha solicitado el virus ha estado sobre mis narices desde siempre, y tú, estabas ahí afuera, viviendo una vida tranquila mientras todo aquí se retrasaba.

— ¡yo no tengo nada que ver en esto!

— ¡¿ah no?! ¡¿acaso ya has olvidado a todas las personas que se les inyectaron las muestras que tú creaste?! —grito de vuelta, acercándose, volviendo a arrodillarse frente a Taehyung, sin tocarlo, solo viéndolo a los ojos, sonriendo cuando Taehyung pareció recordar esos tiempos tan duros— eres tan culpable como cualquiera...

— m-me obligaste... y-yo... yo no...

No era su culpa, era torturado día y noche, lo hacían trabajar sin dormir en las cosas más estúpidas con tal de mantener su mente tan agotada que casi no le quedara razonamiento alguno. A pesar de todos sus intentos, fue finalmente obligado a ser parte del virus, pero en un intento de no dar buenos resultados, comenzó a crear formulas aleatorias, sabiendo que todas terminarían en fracaso.

Lo que no sabía era que cada creación fallida de él era una persona que sufría una muerte realmente dolorosa o pacifica, pero completamente injusta.

Cuando se enteró de esto entro en una completa crisis, recuerda volverse completamente loco y comenzar a gritar, patear y destrozar todo, después de eso, todo era completamente oscuro para sus recuerdos, puesto que después de eso, despertó días después, atado a la misma cama de siempre, completamente débil y agotado.

Con grandes ganas de terminar con todo por la gran culpa que invadió todo su ser.

— podrás repetirte las palabras que quieras Taehyung, pero siempre tendrás responsabilidad en todas esas muertes, y de que no hayan podido ver un día más por tu causa.

Una lágrima cayo por el rostro del castaño, la cual fue quitada con delicadeza por el hombre mayor.

— pero no te sientas mal, todo era por una buena causa y... solo piensa en ello como un pequeño daño colateral —dijo, soltando un leve suspiro mientras se levantaba, poniéndose de pie frente al castaño quien mantenía su mirada gacha— bien, ya es hora de que-

No pudo decir más cuando de la nada, perdió por completo el equilibrio debido al golpe que recibió en sus piernas por parte de las contrarias. Cayo de bruces al frio suelo, no evitando soltar un quejido, siendo el principal espectador de como Taehyung se ponía rápidamente de pie.

— ¡hijo de- —no pudo terminar su frase cuando Taehyung con rapidez tomo una de las lámparas de los escritorios y con fuerza se la lanzo por la cabeza, logrando que esta le diera directamente en la frente, quitándole la concentración levemente.

Yang llevo su mano a su frente, perdiendo el equilibrio y el raciocino, dándole el paso a Taehyung para romper con fuerza una de las mesas de cristal. La mesa se hizo pedazos, los vidrios se esparcieron por el suelo y, sin importarle su propio daño y el cómo el contacto desgarraba su piel, tomo uno de los vidrios, y se abalanzo sobre Yang, con la clara intención de terminar todo sin perder el tiempo.

Su ira su inspiración, no había ninguna otra emoción dominante, su desesperación por asesinar a ese hombre era lo único que tenía en su mente, era lo que lo cegaba a ver nada más, quería verlo muerto, quería verlo agonizando, pidiendo clemencia como todas las personas que han pasado por sus horribles tratos, asique, no lo pensó, no lo medito, ni siquiera le importo que su propia mano estuviera sangrando por la fuerza ejercida en el vidrio. Fue directamente a su cuello, con la intención de acabar con su vida de la forma más dolorosa y rápida posible.

Pero su mano fue brutalmente detenida.

Todo paso muy rápido, pero para él fue como si todo el mundo y el tiempo se detuvieran, justo en el momento que se encontró con esos hermosos ojos oscuros, los mismos que alguna vez lo observaron con tanto amor, estaban inyectados de sangre y mostraban un vacío arrasador.

Su muñeca fue apretada con brutalidad casi animal, lo que lo obligo a soltar el vidrio y sentir casi que su muñeca se quebraba por la fuerza ejercida en la zona. Pero incluso a si, sus ojos no se despegaron de los contrarios, en ningún momento su vista se perdió de él, incluso cuando las lágrimas comenzaron a cegarlo.

— ¿Jungkook...? —cuestiono en un susurro, pero en menos de un segundo, de sus labios salió un quejido lastimero por el dolor de su muñeca, la cual su amado estaba casi destrozando— Kook... me duele... su-suéltame ¿Qué está pasando...?

Quería besarlo, quería abrazarlo con todas sus fuerzas, en donde se mostraría su desesperación por su contacto, ahí estaba, el amor de su vida frente a él, pero lejos de ver el brillo peculiar en sus ojos que tenía cada vez que su mirada estaba en él, solo había un vacío, un vacío oscuro, no estaba ese brillo en sus ojos. Taehyung sintió su corazón congelarse.

Lejos de lo que creyó que pasaría cuando por fin viera a su Jungkook, jamás espero ser brutalmente lanzado contra una de las mesas de cristal del lugar, haciéndola romper en pedazos por la fuerza con la que fue lanzado.

Todo le dio vueltas, no supo gestionar sus emociones y la confusión lidero por muchos segundos en compañía del dolor. Su muñeca palpitaba y se estaba tornando morada, y podía sentir el picor de las partes de su cuerpo donde cristales se habían enterrado con brutalidad. Aun en el suelo, sus ojos se abrieron con terror ante el hombre que amaba, el mismo que se acercaba peligrosamente a él.

— Jungkook... ¿Por qué...? —nuevamente sus palabras fueron interrumpidas cuando sus brazos fueron tomados con ferocidad y fue obligado a ponerse de pie, solamente para volver a ser arrojado, esta vez contra la pared, recibiendo un gran golpe en la cabeza y en la caía en su pierna, dándole el pase a un gran dolor en su cuerpo.

Dolor de paso completamente a segundo plano por el dolor de su corazón, ¿Qué estaba pasando? ¿Qué le habían hecho? Su Jungkook jamás lo lastimaría ni siquiera con la fina punta de una hoja, pero ahora, quien o que estaba controlando el cuerpo de su amado, hacia que este estuviera cometiendo uno de los peores crímenes, lastimar a la persona que juro amar.

Taehyung lo veía con dolor en sus ojos, con desesperación y confusión, ¿Qué se supone que debía hacer ahora...?

¿Debía tomar el cristal que estaba a su lado y defenderse? ¿o dejar que lo que tuviera que pasar pasara? Taehyung no tenía la fuerza ni el corazón para hacerle daño a Jungkook, no podía, incluso si propia razón evitaba cualquier posibilidad de defensa donde estuviera como resultado el daño físico de su pareja.

No pudo siquiera pensar en ninguna alternativa, cuando su cuello fue brutalmente sostenido, obligándolo a ponerse de pie. La mano del contrario lo sostuvo en el aire y lo aplasto contra la pared, ahorcándolo de forma brutal y cruel.

— K-Kook... —susurro, su voz apenas audible por la presión en su garganta, levanto levemente su mano, tratando de llevarla a la mejilla contraria para acariciarla, queriendo sentir su tacto, queriendo sentir su piel, pero sus ojos comenzaron a nublarse violentamente y la piel de su cuello comenzó a tornarse oscura— mi a-amor...

Los ojos de Jungkook no reaccionaron ante su llamado, y su voz ya no pudo salir por la presión en su garganta. Jungkook, su Jungkook, su amado estaba llevándolo a u lugar de oscuridad, uno al que nunca creyó llegar a manos de él. Pero no lo culpo.

Incluso cuando sus ojos se sumieron en la oscuridad absoluta y su razón quedo volando en el aire, no lo culpo.

Su Jungkook jamás lo lastimaría.

Y sabiendo esto perfectamente, no utilizo ninguna de las armas que había creado, no se defendió de ninguna forma, ni tampoco trato de luchar, solo se concentró en no perder la vista a su amado, mientras sus ojos se cerraban y su cuerpo perdía su fuerza por completo. 

¿Qué les pareció? 

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