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capítulo doce.


Taehyung se acostumbró, y dejo de sorprenderse con las maravillas materiales que Jungkook poseía, por eso en cuanto ante sus ojos apareció un gran yate color blanco, el en el cual ambos subieron para la ultima sorpresa por parte de Jungkook.

Además de ellos, dentro del barco estaba el capitán, y por lo que vio, dos hombres de seguridad, los cuales se esforzaban por ser invisibles para la comodidad de la pareja.

Una vez ambos entraron, lo primero que hicieron fue darse una ducha por separado y vestirse para la cena que tendrían, Jungkook le explico a Taehyung sus intenciones, este estaba emocionado, todo el día Jungkook le había sorprendido increíblemente, sabia que esta no sería la excepción.

Todo lo que ha sentido ese día, todo lo que ha vivido, lo que a disfrutado, aun no logra asumir el gran giro que dio su vida, el pasar de él obligándose a estar siempre ocupado para no pensar en fantasías, a vivir una fantasía maravillosa que jamás podría haber imaginado ni en sus sueños.

Maldición, estaba en Santorini, en el mar, en un yate con un hombre tan hermoso que lo trataba como si fuera una joya desconocida y única, ¿Cómo siquiera podría comparar eso?

— cariño –escucho como Jungkook tocaba la puerta sin entrar— ¿estas listo? ¿puedo entrar?

El castaño sonrió con cariño —adelante, ya terminé de vestirme.

Jungkook entro, luciendo un hermoso traje negro, viéndose tan varonil, elegante y dominante, su mandíbula marcada, su cuello, sus hombros, su hermoso rostro, su cabello azabache perfectamente peinado, Taehyung tuvo la necesidad de cerrar las piernas.

El hombre con una sonrisa se acerco a la esquina de la cama, donde su chico estaba sentado, abrochando sus zapatos. Sonriendo, se arrodillo para terminar él mismo esta tarea.

— te ves hermoso, cariño.

Taehyung sonrió mientras acariciaba el cabello de su novio. Taehyung lucia un hermoso conjunto, un pantalón blanco holgado, pero que acariciaba de forma esplendida sus caderas y trasero, hacia arriba, una camisa del mismo color, esta teniendo una abertura desde su cuello hasta la mitad de su pecho, dando una vista clara de sus clavículas, y si realmente se concentraba, en sus pezones.

— tú estas muy guapo –dijo, viendo a Jungkook esta vez hacia arriba cuando este se levantó— ¿ya me dirás que estas planeando? ¿o seguirás siendo misterioso?

Jungkook sonrió hacia su chico, mientras con cuidado ponía sus manos en las mejillas contrarias, evitando dañar el leve maquillaje que este se había puesto, admirando y sintiéndose honrado de que Taehyung se haya arreglado de esa forma y le dejara contemplarlo.

— ya todo está listo amor –dijo, ofreciéndole su mano— ¿vamos?

Entre miradas juguetonas, ambos comenzaron a caminar hacia lo que parecía ser la parte delantera del barco, Taehyung estaba emocionado, no sabia ocultarlo y esto le encantaba a Jungkook, se veía tan feliz y emocionado, y el azabache estaría más de honrado de sorprenderlo cada día de su vida para ver esa hermosa sonrisa y esa traviesa emoción.

Cuando estaban a punto de llegar de detuvieron, el ceño de Taehyung se frunció ante esto y un puchero involuntario se instalo en sus labios, el pelinegro beso esto y sonrió ante de responderle.

— quisiera que me dejaras sorprenderte –dijo, sacando un antifaz de su bolsillo— ¿confías en mí?

Taehyung le devolvió la sonrisa, girando sobre sus pies, dándole la espalda, al contrario, un jadeo involuntario salió de sus labios en cuanto sintió como la tela cubría sus ojos y era amarrada con delicadeza sobre sus cabellos.

— siempre, siempre confió en ti.

Sintió como su cintura fue levemente sujetada, y su mano derecha era sostenida con seguridad, comenzaron ambos a caminar, Taehyung daba cada paso con total confianza, sabia que Jungkook no le dejaría caer. Los pasos continuaron sin prisa, hasta que el castaño sintió como una brisa llegaba a su rostro.

— Kook...

Taehyung sintió como Jungkook lo abrazaba desde atrás, pasando sus manos por su cintura, colocando su mentón sobre su hombro, sus manos estaban juntas, acariciándose entre ellas.

— siente el viento, el aire... siente como esta contra tu piel, dándote un excitante frio —susurro en su oído, abrazándolo con un poco más de fuerza, escuchando como Taehyung soltaba un suspiro ahogado— siente el aroma del mar, y escucha...

Nada, no se oía nada más que no fueran los sonidos de las aguas chocando entre ellas, se podía sentir el aire y el pequeño silbido que este daba cuando aumentaba su velocidad, a lo lejos pudo escuchar aves. No se escuchaba nada que no fuera la belleza natural.

Ambos, en el mar, siendo bendecidos al poder sentir tales sensaciones en los brazos del otro.

— ¿sabias que Santorini tiene uno, por no decir el más maravilloso, atardecer? –Taehyung asintió con la cabeza ante la pregunta— ¿jamás has sentido intriga? –este volvió a asentir.

De un segundo a otro, la venda fue quitada de sus ojos, y una de las maravillas más hermosas apareció frente a sus ojos, dejándole admirar su naturaleza. Tantos colores brillantes frente a sus ojos, sus reflejos sobre las aguas que le daban un toque mágico, las brisas, el mar, el cielo que le regalaba tal experiencia, y un calor cálido sobre él, realmente era perfecto.

Admiraban esta belleza en silencio, ambos abrazados, viendo como los colores cambiaban al paso de los minutos, dando un paso a que más estrellas estuvieran iluminando esa bella noche, el silencio los envolvía, y su calor corporal los abrazaba. Jungkook no lo soltaba y él se dejaba sostener mientras sus ojos no perdían ni un punto de la magia frente a sus ojos.

Era hermoso, todo lo era, su corazón se sentía en paz, dándole una calma que hizo que una lágrima bajara con su mejilla involuntariamente, él siempre pensó que la adrenalina solo podría obtenerla haciendo cosas que jamás se atrevería hacer por miedo o inseguridad, pero ahora se daba cuenta que no era así, la adrenalina llega como la misma brisa, calando su piel cuando su corazón siente que no puede más de tanta felicidad.

Es simplemente perfecto, tener las grandes manos de ese hombre rodeándolo, brindándole calor y silenciosamente apoyo frente al mar de emociones que invaden su sistema, Jungkook estaba con él, siempre estaba con él.

— ¿Qué te parece?

Una sonrisa mezclada con un sollozo salió de los labios del castaño, provocando que ambos rieran, Taehyung volteo su rostro, juntando sus narices en una pequeña caricia.

— es maravilloso Kook, gracias...

Un beso fue compartido entre ambos — eso no es todo amor, ven conmigo.

dejándose llevar, fue guiado hasta la punta del yate, sonriendo en cada paso, no perdiéndose de la vista y disfrutando cada momento con su hombre. En cuanto llegaron al lugar, los labios del castaño se abrieron en sorpresa, y sus ojos se sintieron picar nuevamente; frente a él yacía una hermosa cena, siendo este el mejor escenario bajo las estrellas, con comida casera, velas, y pétalos adornando algo ya hermoso.

— Kook...

— ¿puedo? –dijo, tomando su mano, este asintió con una sonrisa y se dejo guiar hasta su silla, sentándose con ayuda del contrario— ¿estas cómodo? –asintió en respuesta— por favor cariño, quiero que sea una noche perfecta.

— ya lo es, maldición Jungkook... claro que lo es –sonrió, acercándose para tomar la mano contraria, acariciándola— nada necesita ser perfecto para disfrutarlo a tu lado Jungkook, pero de alguna manera siempre se siente como si lo fuera, gracias, de verdad gracias.

Un sentimiento tan hermoso, siendo apreciado y cuidado por ambos, atesorando momentos como estos, donde ambos estaban y tenían solo tiempo de pensar en lo que significaba estar con el otro.

Ambos comenzaron a cenar, Taehyung se aventuro en saber más de la vida de Jungkook, mientras que este le animaba a contarle más sobre sus visiones a futuro, lo que le gustaría hacer o los sueños que tenia cuando era niño. No eran sus diplomados o sus cargos importantes, no estaban en representación de nada que no fuera de ellos mismos, y eso era lo que más estaban disfrutando, poder tener esa confianza y libertad con el otro.

Jungkook no dejaba de admirar lo hermoso que se veía su amado, con ese traje ajustado, que resaltaba sus contorneadas curvas, ese maquillaje leve que, hacia resaltar aún más su belleza, Jungkook sabia que ni la joya más preciosa podría compararse con el chico frente a él. Simplemente era lo más bello que ha visto en su vida.

Taehyung admirada la forma en la que Jungkook se desenvolvía al hablarle y estaba feliz de poder preguntar con libertad, sin detenerse a pensar que podría decir algo indebido, todo fluía perfectamente bien entre ellos, y parecía que ese momento, ese momento preciso en el tiempo, era solo por y para ellos dos.

— entonces tienes un hermano menor –dijo Taehyung aun sorprendido— ¿Cómo se llama?

— Jeon Baekhyun, tiene diecinueve años, aun es un niño que apenas conoce el mundo.

Taehyung asintió, prestándole atención, queriendo saber más sobre él, Jungkook sonrió ante esto y continúo hablando.

— estudia en casa, es tímido, pero muy listo, es un niño alegre con las personas a su alrededor y él... es sordo mudo, nació sin la capacidad de hablar, aun así, jamás se le hizo sentir excluido de nada.

Esto llamo la atención de Taehyung, dejando los cubiertos en la mesa.

— y él... vive con tus padres ¿en Corea? Es decir, ¿aprendió lengua de signos coreana? — Jungkook asintió ante la pregunta— ya veo... espero poder conocerlo en algún momento, me gustaría presentarme.

— pues claro, mi deber es presentarte frente a la familia, eres alguien importante Taehyung, más de lo que crees.

Sus ojos se abrieron ante esto, y pensamientos intrusivos no evitaron llegar sin permiso a su mente, sabía que no debía desconfiar o creer cosas malas de si mismo, pero... Jungkook prácticamente era de la realeza, de las familias más poderosas, y a pesar de que él era alguien de dinero, su fortuna no podría compararse a la de su pareja, temía no ser suficiente.

¿Qué podría ofrecerle que ya no tuviera? Jungkook le ha dado tanto y él... sabia que el pelinegro no lo veía así, pero no podía evitar sentir una presión en el estomago al pensar en el posible rechazo de la familia de este. Taehyung estaba con Jungkook, Taehyung quería a Jungkook, y no necesitaba aceptaciones de nadie, pero realmente era una ilusión para él llevarse bien con la familia de este.

Quería formar parte de todo el mundo de su pelinegro, en especial de lo más cercano.

— comienzas a ver un punto fijo y a abultar lentamente tu labio cuando sobre piensas algo cariño, ¿Qué ocurre? ¿es por la mención de mi familia? No debes preocuparte por eso.

Entrecerró los ojos, ahora le preocupaba que su novio leyera mentes.

Jungkook sonrió al ver esto, no quería que Taehyung quedara con esa espinita en su mente, asique se apresuro a ayudarle a relajar sus pensamientos.

— cariño, tú eres importante por el solo hecho de ser tú, no necesitas la aprobación de nadie, ni siquiera de mi familia, tú eres mi pareja, y serás mi persona, eso, es más fuerte que cualquier rechazo menor. —dijo de forma firme, acercándose para tomar su mano y acariciarla con cariño— quien sea que se atreva a hacerte sentir inseguridad, tendrá que pasar por el infierno que creare para aquellos que no entiendan que son inferiores a ti.

Los ojos de Taehyung brillaron y esto no paso por alto ante Jungkook, su chico estaba emocionado, abatido y conmocionado por sus palabras.

— eres alguien inteligente, independiente, eres alguien que puede ver a las personas, tienes comprensión y amabilidad en tu corazón, a pesar de que sé que hay cosas que debiste vivir, cosas que te hicieron daño y te marcaron, pero sigues en pie, sigues enforzándote para ti y para personas totalmente desconocidas, a pesar de que tu corazón siempre quiso ir más allá — los ojos de Taehyung se estaban cristalizando, su labio tembló levemente, pero fue reconfortado con los cariños que Jungkook dejaba en su mano— yo te prometí algo, entre los dos hicimos un trato Taehyung.

Sus palabras eran firmes, no había ni una pizca de temblor en ellas, los ojos de Jungkook irradiaban honestidad, y su forma de expresarse era tan segura que no dejaba ni un pequeño espacio para que Taehyung llegara a dudar, sus palabras eran ley, y ante Taehyung, eran un juramento.

— debes entender que esto dejo de ser un trato para mi desde hace mucho — en cuanto esas palabras salen de los labios contrarios el corazón de Taehyung se detuvo— tú no eres un trato, lo que tenemos no es un trato, tú eres mi vida, y lo que tenemos es lo más sagrado para mí. Lo que tenemos, es algo que juro cuidar, juro respetar, y no planeo que tenga un final.

Un sollozo no evito salir de los labios de Taehyung, este mismo llevo su mano libre a su boca para tratar de callarlo, el corazón de Taehyung nuevamente sufría un ataque ante las palabras hermosas del pelinegro. Trato de mantenerse derecho, no quería perder su concentración.

— mi amor, no llores por favor, lo que más me duele es verte llorar, perdón si-

— No. No por favor no pidas perdón –dijo entre lágrimas— es solo que... todo lo que dices, lo que haces... dios, tenerte sería el sueño de cualquier persona.

— pero tú no eres cualquier persona, y tú eres un sueño para mí, entonces ¿eso en que me convierte? — cuestiono con una sonrisa, y en sus ojos se notaban pequeños destellos— tener el simple honor de tenerte frente a mí, me hace ser el hombre más afortunado del mundo, y al mismo tiempo él más feliz.

Jungkook, un hombre que no sentía ningún tipo de vergüenza de expresar sus sentimientos a la persona que ama, un hombre que por más fuerte que fuera, era lo más delicado con sus palabras y acciones para mantener el gusto de la persona que ama, ¿en qué más podría sorprenderlo Jungkook? O mejor dicho ¿de qué otra forma iba a atacar su corazón?

Decía cosas tan hermosas, sus palabras siempre eran acertadas y cero discretas al momento de referirse a él como si fuera lo mejor que pudo haberle pasado. Taehyung había aceptado a Jungkook, en cuando el anillo fue colocado en su dedo, Taehyung acepto todo lo que significaba Jungkook, pero al mismo tiempo, acepto a Jungkook.

Le amaba, no habia duda, podían burlarse de él por la rapidez en la que entrego su corazón, pero ¿Qué más daba? Su corazón le exigía estar con él, le exigía compartir su vida con él, le encantaba pasar su tiempo con él, le gustaba escucharlo, le gustaba lo que sentía con él, pero, sobre todo, le llenaba el corazón poder imaginar su vida con él.

Se sentía como un sueño, parecía ser un sueño, del que jamás quisiera despertar.

— Taehyung. –llamo el contrario, su voz ronca dándose a presentar nuevamente— Te amo, y te amare siempre, no es algo que debas poner en duda jamás.

Amor, eso era lo que irradiaba en ese espacio, en ese momento, donde el cielo los iluminaba y los bendecía con una atmosfera preciosa, la leve luz de las velas hacía que el ambiente fuera más romántico, al mismo tiempo más íntimo.

Taehyung veía a Jungkook, su mandíbula marcada, sus fuerte brazos, su pecho, lo bien que le quedaba ese traje, sentía el aura intimidante, poderosa, el entender que el hombre frente a él podía hacer a su gusto y antojo, que tenia la fuerza suficiente para intimidar o reducir a quien quisiera, le hacia sentir un cosquilleo en el vientre.

— ¿no vas a responderme, cariño?

La adrenalina tomo el control de su cuerpo en cuanto se levanto de su asiento, tirándolo al suelo sin querer, y dio los pasos suficientes para tomar el rostro de Jeon entre sus manos y juntar sus labios en un beso brusco.

Paso una de sus piernas al costado de Jungkook, quedando a horcajadas sobre él, sintiendo como las manos contrarias comenzaban a acariciar su espalda de arriba abajo con dureza y desesperación. Los chasquidos y jadeos involuntarios hacían más caliente el beso, más cuando Jungkook mordió su labio, haciéndole abrir más la boca para meter su lengua y hurgar en su boca de forma húmeda.

Taehyung soltó un gemido ante esto, no quedándose atrás, juntando su lengua con la de él, comenzando a contornear sus caderas de forma sexi, de atrás hacia adelante, sintiendo como su trasero era sostenido y manoseado por las fuertes y grandes manos del hombre bajo él.

Jungkook apretujaba su trasero con fuerza, el castaño escuchaba sus suspiros, y en cuanto se separo para respirar, pudo ver como el azabache estaba desesperado, se veía en sus ojos, ambos respirando agitadamente, pero ambos sosteniéndose con fuerza, no queriendo dejar ir al otro, sabían lo que pasaría, ambos lo querían, ambos lo deseaban, pero Jungkook siempre actuaria con amor ante él.

— ¿estas seguro? — su voz se escucho ronca y desesperada, sus ojos no se apartaban, Taehyung sintió su ropa interior mojándose al sentirlo crecer bajo él.

Taehyung asintió sin dudarlo, su cuerpo necesitaba ya al pelinegro — siempre, si es contigo siempre.

Taehyung pudo notar como los ojos de Jungkook oscurecían — ¿seguro? — volvió a cuestionar.

Taehyung sonrió, tomando el atrevimiento de dar una lamida superficial en los labios de Jungkook, separándose antes de que este le besara, viendo su desesperación.

— follame, Jungkook.

No tuvo tiempo ni de pensar, solo sintió como su cuerpo era elevado con rapidez y su trasero fue sostenido en la mesa que estaba entre ellos, en menos de un segundo las cosas de la mesa fueron arrojadas al piso, un estruendo se escucho ante esto, pero Taehyung no tuvo tiempo ni de ver el desastre porque su rostro fue sujetado por la mano contraria, obligándole a verlo.

— abre las piernas —no tuvo que repetirlo, ambas piernas se abrieron para darle el paso, en un movimiento rápido se acomodo entre ellas, dejando que su dureza se juntara con la contraria, dando una estocada falsa, robándole un gemido ahogado al castaño— eso es, quiero que gimas, siente bien todo lo que te hare Taehyung.

Otra estocada en falso fue dada y la cabeza de Taehyung se fue hacia atrás, con una postura donde sus piernas estaban abiertas, y solo se sostenía por los codos, el castaño sonrió, respirando de forma agitada, llevo sus ojos hacia los oscuros del contrario, la insuficiencia y retades en su mirada.

— muchas palabras ¿no crees?

Taehyung no se espero que su cuello fuera tomado con algo de brusquedad y su rostro quedara a centímetros del de Jungkook, este cambiando su semblante serio por una sonrisa socarrona y altanera.

El pelinegro sin decir nada y sin soltar el cuello contrario, tomo la copa que seguía intacta en la mesa, tomando el poco vino que quedaba en su interior para luego lanzarla lejos escuchando como esta se rompía. Para luego acercarse y con agresividad comenzar a besar al castaño, robándole por completo el aliento y aire, traspasando el vino entre sus bocas.

— ¡Mghm! —su aliento fue robado con brutalidad, podía sentir el vino en sus papilas gustativas, podía sentir como Jungkook le obligaba a sentir, a padecer lo que significaba realmente perder el aire mientras disfrutaba hacerlo, sentir su cuerpo caliente por la fricción de sus miembros, la adrenalina al sentir al hombre sobre si y no tener escapatoria, y la excitación de sentir el como era sujetado y obligado a resistir.

Jungkook, a pesar de la situación y lo excitado que estaba, siempre le cuidaría, jamás haría algo en donde podría correr peligro, por eso mismo, siempre estuvo al tanto de su pulso, sintiéndolo, y en cuanto sintió que era suficiente, le dejo respirar, regocijándose con la increíble vista frente a él.

Taehyung respiraba con dificultad, su figura sobre la mesa era iluminada por la luna, sus piernas abiertas solo para él, al mismo tiempo, gotas de vino que no había sigo ingeridas bajaban por su mentón, recorriendo su cuello, perdiéndose en la tela ya arrugada, bajando por su torso.

Taehyung le mirada con sus ojos llorosos y deseosos y sus labios ya hinchados levemente abiertos. Era una obra de arte que Jungkook jamás sacaría de su mente.

— eres una obra de arte Kim Taehyung de Jeon, una que atesorare como se debe.

Volvió a meterse entre sus piernas, tomando sus brazos para pasarlos alrededor de su cabeza, llevando sus manos a sus muslos. —sujétate.

Y de un segundo a otro, Taehyung sintió como Jungkook lo cargaba con facilidad, sintió las manos en sus muslos apretándolo, sosteniéndolo de forma dura, pero segura, mientras que él llevo su rostro al cuello de Jungkook, llegando a olfatear su colonia, dejando un beso en la zona, luego otro y otro, dejando marcar pequeñas.

No sabia hacia donde estaba yendo, solo sentía como Jungkook caminaba sin detenerse en ningún momento, subiendo unas escaleras para después seguir caminando, esto no duro mucho, puesto a que noto como entraban a un lugar y su espalda era la encargada se cerrar esta puerta, ahora quedando entre la madera y el fuerte hombre que aun lo tenia en sus brazos.

— Taehyung –lo llamo por su nombre, esto hizo al nombrado poner total atención, su cuerpo fue bajado, ahora sus manos se sostenían de los fuertes hombros, pero sus pies permanecían en el suelo— ¿estas seguro de que quieres esto? —Taehyung iba a hablar, pero Jungkook no se lo permitió— una vez que le ponga el seguro a la puerta, no saldrás de este cuarto hasta que allá hecho mía cada parte de tu cuerpo ¿lo entiendes? Serás mío, y voy a reclamarte, lo hare duro Taehyung asique dime ¿estas dispuesto?

Ambas miradas se encontraron, ambas brillaban de lujuria y deseo, por el contrario, sintiendo ambos sus corazones querer salir de su pecho.

— ¿me cuidaras?

— siempre mi amor —contesto sin titubear, su voz nuevamente firme y ronca.

Taehyung sonrió, pasando sus manos por el cuello de Jungkook, abrazándolo, acercándose aún más a él como si no fuera suficiente.

— entonces estoy en tus manos, cariño, hazme tocar el cielo.

Una petición silenciosa, pero una orden para el mayor, el seguro fue colocado y comenzó besando esta vez lentamente los labios contrarios, tomándose el tiempo de saborearlos, disfrutarlos y acariciarlos, encontrándose nuevamente con su lengua, sintiendo como el contrario se apegaba más a él, mientras que él, llevaba sus manos a la camisa contraria, arrugándola entre sus manos para tomar los bordes.

— sube los brazos —ordeno, Taehyung cumplió, la prenda fue retirada con lentitud, sus dedos rosaron la piel del castaño causándole un escalofrío, hasta que la retiro, dejándolo desnudo del torso hacia arriba.

Era hermoso, su pecho, sus pezones, clavículas, eran un manjar que Jungkook no se demoro en probar, a pesar de ya conocerlo, de saber su sabor, siempre lo hacia sentir como si fuera la primera vez. Sus besos fueron a su cuello, tomando entre sus dientes la oreja de Taehyung, lamio bajo esta discretamente, bajando y bajando hasta llegar a sus clavículas y morder estas, escuchando los gemidos de su amando.

Con sus manos, sostuvo los brazos de Taehyung a sus costados, obligandole a permanecer quieto mientras el disfrutaba de su cuerpo, siguió bajando, disfrutando el aroma de su chico, sus besos continuaron hasta llegar a sus pezones, en donde sus dientes atraparon uno, tirándolo levemente.

— ¡ah! Jun-Jungkook~

Escuchar llamándolo entre gemidos era el puto paraíso. Continuo con su tarea, lamiendo y mordiendo no abandonando ninguno, dándoles las mismas atenciones, siguió así por un rato hasta que volvió a subir sus besos, llevando sus manos a las mejillas de Taehyung sujetando su rostro para volver a juntar sus labios.

Jungkook siguió el beso, siendo apasionado y desesperado, comenzando a caminar, llevo a un Taehyung desorientado hasta la cama que yacía en el centro de la oscura habitación que era iluminada por las estrellas y la luna, gracias a un ventanal que tenia en el techo, siendo esta la habitación que el barco tenia en su mayor altura, obteniendo privacidad y una vista espectacular.

Taehyung sintió una mano en su espalda y otra en su pecho, empujándolo con cuidado, haciendo que se quedara a los pies de la cama, quedando el hombre de pie frente a él.

Era un espectáculo y él estaba en primera fila para ver como Jungkook desabotonaba botón por botón de su camisa, sacándola por sus hombros, mostrando lo ancho de estos, sus grandes y firmes pectorales, así como los cuadros que adornaban su abdomen. Jungkook era arte, todo en él era perfecto, Taehyung pudo sentir como la saliva se juntaba en su boca con tan solo mirarle.

Jungkook se acercó, colocando una mano en el pecho de Taehyung, empujándolo, haciendo que se recueste por completo, para luego bajar sus manos por su torso, disfrutando de los suspiros contrarios y su desesperación por continuar. Rápidamente le quito los zapatos, para luego llevar ambas manos fueron al botón y cierre de su pantalón, bajándolos lentamente, sintiendo su respiración atascarse en su garganta en cuanto vio lo que tenía ante sus ojos.

Una prenda pequeña acariciaba su piel, una ropa interior negra tan sexi que Jungkook sintió su pene palpitar en sus pantalones, viendo como mientras más bajaba en pantalón de Taehyung, su vista era más bendecida, para darse cuenta una vez ya retirados los pantalones, de las medias negras que cubrían las piernas de Taehyung hasta sus muslos, siendo estas sujetadas por ligar que iban adheridas a la pequeña prenda que cubría su intimidad.

— ¿te gusta? —escuchó como el castaño le susurraba, llevando su vista hacia él, noto como tenia una sonrisa en su rostro. Taehyung levanto una de sus piernas, llevando su pie hacia la entrepierna aun cubierta del contrario, masajeándola levemente— quería sorprenderte.

Jungkook sujeto su pie, llevándolo hasta su rostro, besando su tobillo — eres un descarado, cariño

Taehyung sonrió, incorporándose con los codos, soltando su pierna del agarre contrario, llevándola hasta la cama, para poder sonreírle con confianza y luego abrir sus piernas ante él, en una clara muestra de lo que deseaba. Quería ser descarado, actuar de esa forma, ver como Jungkook perdía el control por él, pero al parecer no lo pensó como debería, puesto a que no se imagino que de un segundo a otro, Jungkook tomara sus piernas y lo hiciera girar en un solo movimiento, quedando boca abajo, con su trasero hacia arriba.

— ¿Jung- ¡AH! —sintió el ardor en su nalga derecha, Jungkook lo había azotado como no lo había hecho antes, fuerte, realmente fuerte.

— tienes el descaro de presentarte así ante mí, siendo consciente de mi poca cordura cuando veo más de tu piel, ¿es un tipo de estrategia? ¿mh? —otro azote fue dejado y un gemido ahogado salió de los labios de Taehyung— responde, cariño.

No podía hablar, sus palabras estaban perdidas en lo profundo de su conciencia, quería esto, someterse ante el hombre atrás de él, quería experimentar todo lo que él era capaz de hacerle, bajo ese hermoso cielo y la tenue luz, Taehyung le mostro no verbalmente lo que quería, tomando un esfuerzo, se apoyo sobre sus rodillas, separando sus piernas, moviendo sus caderas en una clara tentación.

Los ojos de Jungkook estaban dilatados, frente a él estaba no novio, con su pecho contra el colchón y su trasero en alto para él, ¿Cómo podría ser más perfecto de lo que ya era? Esa seda estaba adornando sus acaneladas piernas y esa ropa era tan pequeña que podía ver a través de ella ese tan oculto lugar.

De pronto Taehyung no lo sintió —¿Kook...? ¿qué- ¡AH! Carajo~

Ahí estaba, en cuanto tuvo la suficiente fuerza para mirar hacia tras, yacía una cabellera negra sobresaliendo de sus glúteos, mientras que el hombre tenia el rostro entremedio de estos y su lengua hacia contacto con la tela húmeda del castaño. Los gemidos inundaron esa habitación, al sentir como con un dedo Jungkook corría la fina tela y con su lengua, comenzaba a explorar el lugar ya conocido.

— ¡Jungkook! Ah...

El pelinegro salió de su tan preciado lugar — tu sabor es de las cosas que más me fascinan amor, podría beber de ti todo el día. — y como sus palabras dijeron, su lengua volvió a su trabajo solo que esta vez, acompañada de dos dedos que querían ser parte de su chico de la misma forma — pero mira nada más, mis dedos encajan tan bien dentro de ti, tu agujero me está rogando por más cariño, carajo, estas tan mojado por mi que siento que el pene me va a explotar.

En todos los momentos de intimidad que han tenido, Jungkook jamás le había hablado tan sucio, y realmente odiaba lo mucho que le estaba poniendo eso, quería saber hasta dónde podía llegar.

Sentía los dedos del pelinegro llegar hasta lo más profundo de su ano, sentía los nudillos del hombre contra sus nalgas en cada envestida que este hacia con sus dígitos, y en cuanto sintió como su punto era tocado con brusquedad, no evito perder la fuerza en sus piernas y bajar su trasero, cosa que tuvo repercusión en seguida en cuanto escucho un sonido de desaprobación por parte de Jungkook para luego sentir como sus manos lo hacían volver a su posición y una fuerte nalgada era dejada nuevamente en su trasero.

— no bajes tu trasero al menos que yo te diga que lo hagas ¿te quedo claro? —no le dio tiempo de contestar puesto a que volvió a perderse en ese lugar que lo volvía loco, solo que ahora, le decidió dar atención al miembro olvidado de Taehyung, tomándolo con la mano que tenia libre, presionando la punta, comenzando un vaivén de arriba hacia abajo.

El cuerpo del castaño se retorcía sobre las sábanas, el placer que sentía era indescriptible, las medias se ajustaban cada vez más a sus piernas y eso ocasionaba que la piel de sus muslos sobresaliera. Jungkook literalmente lo estaba comiendo hay atrás y él simplemente recibía lo que el hombre quisiera darle.

Un quejido salió de sus labios cuando dejo de sentir las increíbles sensaciones, pero de un segundo a otro, su cuerpo fue volteado, quedando boca arriba. Jungkook no le dio tiempo de nada, rasgando la ropa interior y las medias, le hizo ubicarse más arriba en la cama. Mientras que él, bajo la atenta mirada de Taehyung, desabrocho sus pantalones, quito su cinturón, quitándolos ambos junto a su ropa interior, quedando completamente desnudo a la vista del castaño.

La boca del castaño se hizo agua al ver el gran miembro del pelinegro, pudo jurar que sus ojos se dilataron y un chorro de lubricante salía de su entrada, estaba desesperado por la forma tan lenta en la que Jungkook se movía, comenzando a gatear hasta él, besando sus piernas, subiendo poco a poco hasta llegar a su miembro, dando un beso en la punta que le saco un jadeo ahogado, para luego seguir besando su vientre, pecho, pezones, dándoles atención a ambos, para finalmente quedar cara a cara.

Estaba entre las piernas de Taehyung, su entrada ya dilatada, y lista para recibirlo, pero ahora él fue hacia Taehyung, viendo sus ojos, asegurándose de la seguridad y la confianza en los ojos contrarios, Taehyung se había entregado a él desde hace mucho.

Taehyung estaba sudado y jadeante — Jungkook...

— Taehyung... —junto sus frentes— mi amor...

— ¿m-me harás el amor...?

Con una sonrisa, dejo un beso en la frente del castaño, luego en sus parpados, nariz, mejillas, finalmente en sus labios, sonriéndole, llevando una de sus manos a la pierna de Taehyung, tomando su muslo, apretándolo y subiéndolo a su cadera, ambos jadearon ante el roce.

— te haré el amor, siempre te haré el amor, cariño.

Sin separar sus miradas, Taehyung abrió sus labios y contuvo un jadeo en cuando sintió el miembro de Jungkook abriéndose paso en su interior, no pudo evitar cerrar sus ojos en cuanto sintió la lentitud con la que este se deslizaba dentro suyo, sintiendo el largo, el grosor y las venas de su miembro, mientras que él se encargaba de abrir más sus temblorosas piernas para darle un mejor acceso.

Sus dientes presionaban sus labios para evitar gemir ante la sensación, dolorosa, pero placentera, eran muchas emociones atacándolo en ese momento, se estaba uniendo con su pareja, se estaba entregando por completo a él, y estaba siento tan perfecto, mucho más de lo que pudo haber soñado.

Un quejido salió de sus labios una vez la pelvis de Jungkook choco completamente con la suya, y sus manos rodearon el cuello de Jungkook, abriendo sus ojos, viéndole, buscando consuelo — Ko-Kook...

Jungkook llevo antebrazos a los costados de Taehyung, sujetando su peso, no perdiéndose su mirada, sonriéndole con ternura, transmitiéndole tranquilidad.

— tranquilo cariño –susurro, pasando sus manos por su rostro, sacando la lágrima que corrió por el rostro de su amado— ¿duele mucho, amor?

— n-no... — poco a poco controlaba su respiración, la sensación era tan extraña, y las emociones tan fuertes que simplemente lo aturdían— solo quédate un mo-momento así, por favor.

Jungkook se quedó totalmente quieto, estar dentro de su pareja era la sensación más increíble que ha experimentado, todo en Taehyung era perfecto, su interior lo recibía como si estuviera hecho para él, pero por más que ame la sensación y que este desesperado por moverse, él no le haría daño a Taehyung, era su primera vez, él se encargaría de que no la olvide.

Taehyung era su mundo, no hay ninguna excusa para no ser un caballero en todos los sentidos, incluso si Taehyung lo necesitaba en situaciones así, a él jamás le causaría vergüenza, estrés, o enojo, que su novio priorice su bienestar en la cama.

— puedes moverte —susurro, gimiendo en cuanto sintió como Jungkook se retiraba lentamente de él para luego volver a penetrarlo duramente— así... se siente bien así...

— ¿así? ¿te gusta? —su voz ronca, sonando a un lado de su oído mientras sentía como este mismo era lamido. El miembro de Jungkook llegaba a lo profundo de él, podía sentirlo, podía sentir como acariciaba sus paredes y como acariciaba ese punto que lo hacia sentir electricidad en todo su cuerpo.

El ambiente cada vez se calentaba más, no trataba de acallar lo que sentía, gemía libremente, sabiendo que eso a Jungkook le ponía más porque lo podía sentir creciendo en su interior mientras lo arremetía con más fuerza.

Quería más, quería que Jungkook fuera más agresivo con él, quería que lo tomara en diferentes posiciones, que le obligara a llegar hasta más allá de sus límites, pero también sabia lo respetuoso que era su pareja, por lo que, queriendo conseguir más, de forma descarada llevo sus manos a sus pezones, comenzando a acariciarlos y jugar con ellos.

— por favor Kook... pu-puedes ir más rápido... puedes ser más- ¡AH! Más duro —dijo entre gemidos, puesto que el hombre no lo dejaba de embestir, solo le veía embobadamente— me tienes esta noche, disfrútame a tu antojo, cariño.

Jungkook estaba con su mente hecha un lio, claro que quería hacer mucho más, pero él estaba satisfecho con cualquier forma de hacerlo con tal de que fuera Taehyung, y siempre antepondría sus deseos, y que ahora su chico este siendo un descarado al acariciarse a si mismo al mismo tiempo que le pide más rudeza solo hace que su cordura dependa de un hilo.

— pero tú-

Tomo sus mejillas, acercándose lo suficiente para juntar sus labios — mi primera vez, ya es perfecta, lo fue desde que desperté esta mañana, hasta este momento, me cuidas, me conscientes y me amas... haz hecho que todo sea perfecto Kook, pero ahora —dijo, llevando sus manos hacia arriba de su cabeza, descansándolas ahí, moviendo levemente su cadera sacándole un gemido a ambos— te necesito, duro, jodeme tan fuerte que jamás se me olvide a quien pertenezco, follame a tu gusto y antojo, sométame ante usted, zar...

Ambos ojos brillaron en deseo, Taehyung sintió como sus manos eran tomadas por una de las del azabache con firmeza, impidiéndole moverse, mientras que la otra mano iba directamente a su cuello, ahorcándolo, tomando ese impulso para comenzar embestidas que hacían al castaño virar los ojos.

Sentía el pene de Jungkook en lo profundo de su trasero, sentía como sus testículos chocaban contra sus nalgas, sentía como la lengua del pelinegro recorría su pecho, su cuello, hasta mezclarse con su boca, besándole de forma brusca obligándole a resistir.

Sus piernas estaban abiertas en par en par en el aire, dándole un perfecto acceso a Jungkook, quien sonreía con insuficiencia al ver a su chico de forma tan frágil sobre la cama, disfrutando que él fuera brusco con él, sintiendo emoción en su pecho cada vez que escuchaba los gemidos de su pareja al ir de forma más brusca.

— ¿te gusta esto, no es así? — pregunto, con ambas piernas en sus hombros, obligándole a mantener flexibilidad en cuanto se acerco a su rostro, al no obtener contestación, dejo una pequeña palmada sin fuerza en el rostro contrario— respóndeme, amor.

Jungkook sonrió cuando noto como Taehyung ya ni podía hablar con normalidad, ambos cuerpos estaban sudados y cansados, pero aun así no se detenían, se negaban a hacerlo. Era una sensación tan intima y deliciosa que estaban seguros de haber caído en algún tipo de droga que era solamente de y para ellos.

De un rápido movimiento, Jungkook salió de Taehyung, este se quejo en un grito y trato de acercarse, pero Jungkook fue más rápido, volteándolo, dejándolo recostado en la cama boca abajo, separando sus piernas, sonrió al ver como su entrada se contraria, acercándose lo suficiente para escupir directamente ahí y soltar una sonora nalgada.

— ¡ah! Kook... por favor~

En menos de un segundo que tenia a su novio sobre él, estaba totalmente atrapado debajo del hombre, mientras este se daba placer a su mismo pasando su miembro entre sus nalgas.

Sintió el aliento del hombre en su oído — dime que quieres —Taehyung no hablo, estaba muy agitado, por lo que su rostro fue tomado con dureza por la gran mano contraria, haciéndole voltear hacia él, chocando miradas — habla.

— e-entra en mí, por favor... te quiero dentro —dijo en un susurro, moviendo sus caderas, tratando se sentirlo más.

Nuevamente no fue necesario decir más, puesto que el pene del pelinegro había entrado de una estocada en lo profundo de su trasero, sacándole un gran gemido que fue silenciado por la mano del contrario, quien llevo una mano al cuello blanquecino, apretándolo, al mismo tiempo que su otra mano cubría sus labios y comenzaba a embestirlo con rudeza.

Estaba siendo sometido de una forma tan sexi y estimulante que Taehyung sintió morir, Jungkook le obligaba a soportar estar bajo de él, sentir lo duro de sus penetraciones, lo caliente que se sentía tenerlo dentro de él, la ansiedad que se sentía que estuviera callándolo y sujetándolo con la única tarea de disfrutar.

Sintió como sus embestidas iban en aumento, esto le provoco ya no poder soportar más, sus ojos lagrimearon mientras un fuerte gemido era callado por la mano contraria, sintiendo como se venia en las sábanas, sin duda habia sido el mejor orgasmo de su vida.

Jungkook libero su boca, dejandole buscar aire, queriendo escucharle aun más mientras él arremetía con más fuerza y velocidad dentro de su novio, gimiendo ronco al sentir como las paredes de este le apretaban y lo apresaban.

— ¿te gusta, ¿mh? ¿te gusta sentir mi polla dentro de ti...?

— ¡s-sí! Jung- Jungkook... hmm....

Escuchar su nombre saber de esos labios, fue suficiente para que se descargara en su totalidad dentro de su novio, penetrándolo rudamente hasta dejar la ultima gota de semen dentro de él, disfrutando de sobre manera el cómo se sentía estar atrapado en él. Saliendo despacio, saco su pene de la entrada del castaño, abriendo sus nalgas, viendo como pequeñas gotas se semen se escapaban de él.

— n-no mires...

Con cuidado lo volteo, quedando boca arriba, Taehyung con la respiración agitada, con su corazón a mil y su vista nublosa, llevo sus manos al rostro contrario, robándole un beso, sonriéndole, tranquilizándole antes de que el contrario pudiera hablar.

— estoy bien... estoy más que bien mi amor —dijo, viendo como la mirada preocupada del contrario se desvanecía— Kook...

— ¿sí, amor?

— te amo... —dijo, sus palabras causando un gran huracán en el corazón del hombre— te amo con toda el ama Jungkook...

Palabras dichas en un momento tan intimo que cualquiera diría que son palabras endulzadas por la reciente carga de emociones, pero no era así, Taehyung tenia estas palabras guardadas en el fondo de su corazón, quería expresarlas hacia Jungkook, de una forma tan única y especial entre ellos que pareciera un secreto, uno que perduraría siempre, tal y como el te amo de Jungkook hacia él.

El corazón del hombre quería salir de su pecho, Taehyung era todo, significaba todo y si tenia que sacrificar a todo el mundo por él, lo haría sin cuestionarse nada, Taehyung será su vida, su perdición, sus razones y motivos, siempre será él y solo él, su único amor.

— te amo, mi hermoso Taehyung —dijo juntando sus labios en un beso tierno y dedicado.

Se amaban, sus cuerpos ya lo sabían, ambos se abrazaron y acariciaron superficialmente, amaban la sensación de estar desnudos el uno para el otro, disfrutando de las caricias mutuas y palabras de afecto.

— cariño —dijo Jungkook, separándose, sosteniéndose por los codos para poder tener una mejor visión de él— ¿sabes... porque te deje dormir hasta tarde hoy? —no espero a que respondiera, él se adelantó— porque te quería con energías para esta noche, no vas a dormir, amor, me encargare de eso.

Y nuevamente sus labios se encontraron entre risas de ambos, amando tener ese tipo de intimidad con el otro, entregándose por completo a las manos contrarias, confiando en su totalidad. Era maravilloso tenerse entre sí, poder dejarte caer en los brazos de la persona que amas con total seguridad, es una de las cosas más maravillosas que les pudo haber regalado el universo.

Y en esa habitación hubieron gemidos, risas, palabras de amor y promesas de un futuro juntos donde no les faltaría nada jamás, en especial amor y consideración, siempre, el anillo rojo brillo ante sus promesas y la luz natural bajo para darles privacidad y dejarles disfrutar su amor. 

  ¿Qué les parecio el capítulo?
Sali completamente de mi zona segura 🥺

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