capítulo diecisiete
Capítulo dedicado a: Loness_Grey gracias por todo el apoyo ❤
COMENTEN LA CONCHADELALORA😭
El rubio abrazaba con fuerza a Jungkook, para luego pasar a Taehyung, abrazándolo con confianza, siendo correspondido de inmediato.
— nos veremos en Seúl en unos días —dijo, dándose vuelta, tomando la caja de regalo que Yoongi estaba cargando— esto es para ti, quería... darte un pequeño presente.
El chico no podía ser más tierno a los ojos del castaño, Jimin era alguien amable y generoso, seguramente tenia una gran historia atrás de él, una que Taehyung estaba completamente dispuesto a escuchar.
Con una sonrisa acepto el presente. El rubio sonrió emocionado mientras Taehyung abría la pequeña caja, sorprendiéndose al encontrarse con un conjunto de joyería que consistía en un collar y unos aretes.
En cuanto visualizo mejor y pudo notarlo, estaban hechos con esmeraldas oscuras, verdaderas esmeraldas.
— yo...
— son de mi marca de joyería —comento— los elegí en base a mis pensamientos hacia ti, además... eres alguien completamente digno de usar uno de mis diseños propios.
Taehyung sonrió, entregándole la caja a Jungkook, se acerco para abrazar nuevamente al rubio, quien le correspondió feliz.
— muchas gracias, los apreciare de buena forma —dijo, separándose, tomando las pequeñas manos entre las suyas— ansió verte pronto para poder tener una cita entre amigos, quiero que me cuentes más sobre ti y sobre tu asombroso trabajo.
Las mejillas del contrario se tiñeron de un leve rosa.
Sonriendo, asintió —claro, ¿podría tener tu teléfono? Así podremos quedar —el contrario asintió y ambos comenzaron a intercambiar números.
Mientras tanto, tanto Jungkook como Yoongi veían la escena con una sonrisa, seguramente una amistad muy buena se estaba formando y les alegraba ser testigos de ello.
Ese día Jungkook y Taehyung partirían rumbo a Corea nuevamente, los contrarios irían en los próximos días puesto que Yoongi aun tenia unos asuntos que tratar en Mónaco, pero este mismo ya le habia comentado a Jungkook su decisión de volver y el contrario no pudo estar más contento.
Ahora solo quedaba que los nuevos amigos se separaran del gran abrazo de oso para poder cada uno marcharse.
— mantente en contacto y si necesitas ayuda sabes que puedes llamarme —dijo Jungkook, despidiéndose de un apretón de manos.
— lo sé, gracias, de igual forma va para ti, y también, mis más buenos deseos para la bienvenida de Taehyung a la familia, veras que todo saldrá bien.
Jungkook volteo, viendo a Taehyung, y sin despegar la vista de él, dijo:
— me asegurare de que así sea.
Estaba dispuesto a todo y no tendría clemencia de quien se atreviera a faltarle el respeto a su amado de ninguna forma, eso no seria aceptable para él jamás, él prometió cuidarlo de todo y todos y eso haría.
Sabía que, para muchos ojos, la llegada de Taehyung podría ser algo amenazante, muchos miembros de la familia y algunos exteriores crían tener voz y voto en decisiones respecto a la roja, Jungkook jamás se intereso por esto porque muy bien sabe que conocen su lugar ante él, pero ahora se aseguraría que conocieran su lugar frente a Taehyung.
— bien —hablo Jungkook— ya es hora de irnos —dijo, viendo como Seokwoo los esperaba con el auto listo, listo para llevarlos al aeropuerto— fue un gran gusto haberlos vistos y por su amabilidad, muchas gracias —dijo, inclinando levemente la cabeza en agradecimiento, en seguida después de eso, tanto Yoongi como Jimin reverenciaron ante ambos.
Si algo no se perdía era el respeto, todos conocían quienes eran y apreciaban la gran amistad que los unía, pero Jungkook era alguien a quien le habían mostrado respeto toda la vida más allá de su título, y sus respetos jamás serian algo fingido o solo por cumplimiento.
Taehyung se impresiono un poco ante esto, pero de igual forma inclino la cabeza como Jungkook lo habia hecho, le costaría aprender las etiquetas de eso estaba seguro, pero se esforzaría por ello.
Una vez se despidieron y la pareja de casados siguió su rumbo, mientras que ellos fueron hacia el auto y comenzaron su camino rumbo al aeropuerto. Sus temas de habla eran triviales, ambos se mantenían ocupados contestando correos propios, después de todo, no habia que olvidar que ambos tenían una vida ocupada.
En cuanto llegaron al aeropuerto, fueron llevados hasta un jet diferente al de la última vez, Taehyung solo pudo sonreír mientras negaba con la cabeza.
El viaje fue bastante largo, tuvieron que hacer una pequeña escala de un par de horas, pero en casi todo el vuelo Taehyung se dedico a dormir, estaba demasiado cansado por los últimos días, además de algo nervioso por lo que sabia que se venía sobre él.
No es que dudara de él mismo o tuviera miedo, no le avergüenza admitir que a pesar de para él era importante y significativo agradarle a la familia de su novio, no le era irrelevante sus opiniones, si lo aceptaban o no, él no se dejaba influenciar por nada, y en el caso de que no fuera bienvenido, él se quedaría al lado de Jungkook.
— cariño —llamo Jungkook entrando a la pequeña habitación del jet, donde su Taehyung estaba recostado en la cama, viendo hacia la ventana— ¿Hacia dónde te esta llevando tu mente?
Taehyung sonrió, volteando su cuerpo para poder ver al pelinegro —solo pienso en como me escapare apenas aterricemos.
Jungkook entro por completo al cuarto y cerro la puerta, riendo mientras caminaba a la cama, subiendo a esta, quedando entre las piernas del castaño, quien lo recibió con una sonrisa divertida en el rostro.
— muy gracioso cariño —dijo, manteniendo su peso sobre sus codos— quisiera ver que lo intentes.
Taehyung rio mientras acariciaba el cabello contrario — ¿seguro?
Jungkook asintió — tendría que secuestrarte, nada muy difícil.
Taehyung abrió su boca indignado y le dio un pequeño zape en la nuca, no conteniendo las ganas de igualar la risa contraria. Subió más sus brazos, abrazándolo por el cuello.
— es solo que... ¿Qué tal si no le agrado a tu familia? —cuestiono.
Jungkook acaricio con cariño su rostro — se joden.
Jungkook rio divertido cuando Taehyung le volvió a dar un golpe en la nuca. Por más broma que fuera, él hablaba en serio, nadie le faltaría el respeto en lo mínimo a Taehyung, él le protegería incluso de su propia familia.
Aun así, sabía que el corazón de Taehyung era demasiado noble, y también sabia que para él si podía ser una ilusión tener una buena relación con su familia.
— cariño, eres la persona más maravillosa que pueda haber, inteligente, hermoso, bondadoso, estas tan lleno de cualidades que simplemente se me hace una falta de respeto tratar de buscarte un defecto ¿Por qué tu mente te atormenta tan injustamente?
Un suspiro salió de los labios del castaño, seguía sin poder acostumbrarse por completo a las palabras profundas y dedicadas de Jungkook, su novio siempre sabía exactamente que decir para atacar su corazón.
Jungkook guardo silencio, esperando que fuera Taehyung quien quisiese hablar, después de todo, Taehyung debía aprender a acostumbrarse a conversar de esta forma tan hogareña, y también acostumbrarse a que Jungkook siempre estaría del lado de él, no importaba cual fuera el contexto.
Un suspiro salió de los labios del menor, y abrió sus labios nuevamente para hablar, aunque cierta fatiga se notaba en su voz.
— son personas importantes para ti, yo tratare de ser lo más abierto y cordial posible, pero...
— ¿pero...?
Taehyung respiro hondo — no soportare ninguna grosería Jungkook, no me importa de quien venga —dijo de forma firme, aunque hablando un poco rápido— respeto a tu familia y a las personas que amas, pero no me dejare pasar a llevar por nadie, debes saber que no es por ser malo, pero tampoco esperes que yo-
Los labios contrarios le hicieron guardar silencio. Jungkook junto ambos labios en un beso tierno y profundo, el cual no duro mucho, separándose, Jungkook le vio con una sonrisa para calmarlo.
Entendía sus palabras, Taehyung era alguien muy inteligente, posiblemente muy pocas veces en su vida habia dudado de algo o estaba nervioso y por más que a Jungkook le gustara que el castaño se abriera a nuevas cosas, él no dejaría que se pusiera a sí mismo en una situación entre la espada y la pared.
— me parece más que bien que veles por tu integridad antes que nada cariño, nadie te debe ni hará sentirte como menos, a pesar de que yo te defenderé siempre, también sé lo fuerte que tú eres mentalmente, y eso lo admiro como no tienes idea.
— pero... ¿incluso si no le termino agradando a tu familia?
— tú eres mi familia ahora, contigo veo mi futuro, contigo planeo casarme y formar un hogar, no seria un hombre si no tuviera clara mis prioridades.
El corazón de Taehyung iba a explotar.
¿Cómo es que había encontrado un hombre así de perfecto? Sencillo, porque simplemente nadie más era como él, jamás habría punto de comparación con nadie, él no espero encontrar el amor nunca, y resuelta que a sus cortos veintitrés años estaba tan enamorado por un hombre de cabellos negros, con los ojos más perfectos que haya visto.
Lo amaba con todo su corazón y claro que haría un esfuerzo por él, lo haría siempre, Jungkook veía un futuro en donde él lo acompañaba de la mano, y él pensaba de igual manera, mentiría si no dijera que no se ha imaginado una vida junto a su Jungkook.
— ¿Y qué pasa si te estafo y me quedo con todo tu dinero y desaparezco?
Jungkook suspiro, ocultando su rostro en el cuello de su chico, a veces Taehyung hacia bromas en los momentos menos esperados. Eso le encantaba y entretenía.
— te dejaría quedarte con el dinero, pero te denunciaría por abandono.
Taehyung rio divertido — aww, el gran hombre fortachón parece un cachorro en estos momentos.
Jungkook admiro y como siempre disfruto escuchar reír a su amado, asique se permitió contagiarse de su risa. Nuevamente, pequeños momentos que hacían su convivencia y su relación algo más maravilloso.
— no debes estar asustado ni inseguro —dijo, besando castamente su frente— pase lo que pase tú sabes que siempre estaré de tu lado, jamás deberás verme con la esperanza de encontrar apoyo porque siempre lo tendrás, eres alguien maravilloso, y yo puedo ver eso, espero que pueda ser suficiente.
Taehyung sonrió, acariciando la mejilla y mandíbula marcada —es suficiente.
Y con un beso; esta vez más caliente y apasionado, ambos se mostraron apoyo, ahora teniendo claridad de las inseguridades y opiniones de ambos, sabrían que podrían con lo que sea que se viniera.
El beso continuo hasta que Taehyung sintió como una mano traviesa se metía por debajo de su pijama llegando hasta su pecho.
— esa mano... —bromeo el castaño, cerrando sus ojos en cuanto sintió un pequeño tirón en uno de sus pezones.
— podría ayudarte a relajarte antes de llegar ¿no crees? —dijo, comenzando a dejar besos húmedos por el cuello de este.
Instintivamente el menor abrió sus piernas, dejándolo situarse en medio de estas y continuar con su trabajo en su cuello, mientras que él se relajaba y se entregaba a las sensaciones.
— ¿Cu-cuánto falta para llegar...? Mmh....
— unas dos horas aun, asique.... ¿Qué dices? —cuestiono, poniéndose de rodillas en la cama para comenzar a quitarse la camisa, Taehyung no perdió ningún movimiento, mirándolo embobado— ¿puedo encargarme de ti? —pregunto, volviendo a colocarse sobre el contrario, cubriéndolo con su cuerpo.
¿Cómo es que podía llegar a ser tan sexi?
Jungkook era un hombre atractivo en todo el sentido de la palabra, lejos de su dinero y estatus, Jungkook era alguien físicamente imposible de ignorar, con una mandíbula marcada, con ojos tan llamativos, una espalda ancha al igual que sus hombros, unos pectorales y abdomen que se podían imaginar debajo de las camisas apretadas que de vez en cuando usaba.
Taehyung en secreto se sentía tan afortunado de tener a un hombre a si de hermoso solo para él.
— tu mente nuevamente se fue a un lugar desconocido —musito Jungkook, trayendo al castaño devuelta— incluso estando entre tus piernas te pierdes en tus pensamientos ¿Qué tienes en mente?
— a ti —contesto sin titubeo, noto como Jungkook espero que siguiera, por lo que decidió sincerarse— en lo perfecto que eres ante mis ojos.
Jungkook no pudo evitar sonreír con un toque cálido en el corazón, su chico podía ser alguien impredecible, y a diferencia de muchos otros, a él le encantaba que Taehyung expresara libremente sus pensamientos sobre él. No se sentía superior de ninguna forma ni mucho menos alimentaba su ego, solo se sentía amado.
Se sentía amado por Taehyung y esa era la sensación más maravillosa que podría experimentar.
— te amo mucho Jungkook, ¿lo sabes ¿no? —dijo, paseando sus manos por el cuerpo contrario, llegando hasta el broche de sus pantalones para quitarlos— y amo que me hagas el amor, ¿podrías hacerlo?
Jungkook sonrió genuinamente, levantándose de la cama, quitando las prendas restantes de su cuerpo, quedando a completa disposición contraria, Taehyung se lamio los labios y le siguió, quedando completamente desnudo, yendo hacia atrás en la cama, abriendo sus piernas en una clara invitación.
El pelinegro sonrió ladino, tomando las piernas contrarias hasta llevarlo al borde de la cama y enterrar su rostro entre sus nalgas mientras su mano se apoderaba del miembro del castaño.
— mmh... —gimió, tomando con una de sus manos los oscuros cabellos para mantenerlo entre sus piernas.
Era erótico y bastante excitante, jamás se podrían cansar de entregarse mutuamente, era algo increíblemente satisfactorio y cada vez se sentían más cerca del otro.
Ellos podrían hacerlo gentil, hasta muy rudamente, pero siempre harían el amor, siempre se sentía de esa forma, por más bruscos que podrían llegar a ser, desde la primera vez hasta ahora, siempre se sentía el amor entremedio de ambos mientras sus cuerpos se unían de forma carnal.
Todo lo de ellos iba más allá de lo carnal o satisfacer necesidades básicas, ellos se entregaban en cuerpo y en alma al otro, no sentían inseguridad de ninguna forma, se dejaban llevar de forma verdadera, confiando plenamente en el otro, sabiendo que jamás se soltarían y que cada caricia se haría con amor y firmeza.
En lo largo de la carrera de Taehyung, se encontró con muchos casos horribles y lamentables de abuso, de sumisión enferma, a su hospital llegaron casos realmente horribles tanto en emergencia como en el área de psicología, por lo que siguiendo lo que habia visto tanto, simplemente creyó que nada jamás podría ser tan perfecto y sano, siempre habría algo donde se perdiera el balance y todo se fuera al demonio.
Hasta que cierto hombre irreal apareció, cambiando todas sus ideas, dándole expectativas mucho más grandes de las que alguna vez tuvo, un hombre tan perfecto que a la vista de muchos podría ser catalogado como alguien horrible, era la luz de Taehyung. Quien tenia en su poder el infierno, a Taehyung siempre le mostraba el cielo.
— cariño, en serio estoy bien, no tienes que- —pero sin importarle lo que decía, Jungkook lo bajo cargando del jet, llevándolo hacia la camioneta que ya esperaba por ellos.
El cielo ya se mostraba oscuro, eran casi las doce de la noche, habían llegado tarde a Seúl, pero al menos ambos habían dormido un poco en el viaje, aun así, Jungkook no quiso que su Taehyung caminara, en especial por el caliente encuentro de hace un rato, asique como un buen novio, lo cargo hasta el auto, donde lo dejo recostado con el cinturón abrochado y cómodo.
Taehyung habia aprendido a tan solo aceptar y darle el gusto a las veces que Jungkook quisiera mimarlo, como ahora, que, a pesar de poder caminar perfectamente, se dejo llevar en los grandes y cómodos brazos contrarios, después de todo, no era como si no lo disfrutara.
— ¿Iremos directamente a tu casa, cariño? —cuestiono Taehyung en medio de un bostezo.
— así es, a menos que prefieras que pasemos la noche en tu departamento y vayamos mañana ¿te sentirías más cómodo de esa forma?
Taehyung negó con una sonrisa — descuida, esta bien, quisiera conocer su hogar y a tu familia, les prometiste que llegarías a cenar y ya es bastante tarde.
— lo sé, hable con mis padres y quedamos en desayunar todos juntos, llegaremos directamente a la cama ¿de acuerdo? No quiero que el cambio de horario afecte tu sueño —dijo, llevando la mano de Taehyung a sus labios, besándola con cariño.
Un pequeño puchero involuntario se instalo en los labios del castaño.
— no debes tratarme como un niño Kook, estoy bien.
Jungkook sonrió —y me asegurare de que siempre sea así, pero al menos dame el gusto de consentirte, es algo que me encanta hacer.
Con una sonrisa sincera Taehyung sonrió, desabrochando su cinturón, se recostó en las piernas contrarias, dejando que el pelinegro le acariciara el cabello con cariño mientras unos pocos besos eran repartidos por su rostro, sí, no era un niño, pero le era imposible negar que le encantaba ser consentido por su novio.
Jungkook le acaricio el cabello con tanta delicadeza que no sabe en que momento entro al mundo de los sueños, su mente volvió en si en cuanto sintió un picor en su nariz, al abrir los ojos, vio como el dedo de Jungkook le picaba la punta de la nariz.
Con cuidado se levantó, sus se abrieron en sorpresa, a pesar de lo hermoso de la noche, su total atención se fue al enorme palacio que brillaba frente a sus ojos. Un palacio de gritaba realeza y superioridad, expresaba una belleza clásica y moderna en medio de la naturaleza, simplemente era maravilloso.
Los ojos de Taehyung brillaban y Jungkook sonreía de forma cálida ante esto, este fue uno de los lugares en donde creció, donde aprendió a ser quien era hoy en día, pasando momentos buenos y malos, aprendiendo, y ahora llevaba al amor de su vida consigo.
Como de costumbre, Jungkook bajo primero del vehículo, tendiéndole su mano a Taehyung para que bajara con cuidado, una vez ambos frente a la casa, Taehyung no pudo evitar emocionarse al estar tan cerca de la vida de Jungkook, de conocer aún más su historia y sus antiguos sueños.
Jungkook le ofreció su brazo a Taehyung, quien lo tomo con una sonrisa, ambos tomaron un respiro antes de hablar.
— ¿estas listo, cariño?
Taehyung suspiro, viendo la casa por un segundo para luego volver su vista a Jungkook — lo estoy Kook.
Ambos comenzaron a caminar hacia la gran mansión, cada paso que daban los acercaba más al siguiente paso, que sería la presentación de Taehyung a la familia principal, pero para él, más importante, a la familia de su Jungkook.
Seokwoo siempre estuvo atrás de ellos hasta la puerta principal, claro que entraría con ellos, pero entendía la importancia de su distancia en ese momento.
Una vez llegaron a la puerta principal, Jungkook le dio el paso a Taehyung para que entrara primero. Lo primero que vio fue a un hombre canoso, que apenas los tuvo a ambos en su visión hizo una gran reverencia mostrando su respeto.
— señor Jeon, es un gusto volver a verlo, señor Kim, es un verdadero placer poder conocerlo —dijo, irguiéndose en su posición, Jungkook sonrió levemente hacia el hombre.
— cariño, él es el señor Han, es el mayordomo principal de esta casa —presento Jungkook, Taehyung le sonrió gentilmente al hombre como respuesta— ¿mis padres?
— ya se fueron a la cama señor, pero su alcoba esta lista como lo solicito, ¿necesita algo más?
— por favor, suban algo ligero de comer, eso sería todo, después pueden irse a descansar —dijo, tomando la mano de Taehyung, comenzando a ir hacia la habitación.
Taehyung admiraba todo alrededor, todo era a simple vista lujoso y estúpidamente caro, el palacio por dentro demostraba cuanta historia habia tenido los apellidos de Jungkook, todo estaba hermosamente decorado además de que le encantaba que no perdiera el toque clásico.
Las escaleras eran grandes y largas, y estaban cubiertas por una hermosa alfombra roja que demostraba ser de los materiales más finos y precioso. Por más que busco, Taehyung no encontró cuadros de la familia o de Jungkook, realmente quería encontrar una foto de niño de Jungkook y si podía, sacarle una copia para él mismo.
— cariño si estas cansado podemos tomar el elevador —dijo— quise venir por las escaleras porque estoy acostumbrado a ello y, además, tus ojos curiosos solo piden ver más y más.
Taehyung rio, no pudiendo negar aquello, al mismo tiempo no se impresiono tanto al escuchar que ese enorme lugar poseía un ascensor. Continuaron caminando hasta llegar al último piso, Jungkook no lo soltó nunca, sonriendo cuando sentía un pequeño tirón en su brazo, sabiendo que Taehyung tenía pequeños impulsos de ir a chuchiquear todo.
Caminaron hasta llegar a una gran puerta de madera oscura, Jungkook dio un paso adelante, tomando la perilla y girándola, dándole el paso a Taehyung a su habitación.
— puta madre.... —expreso, quejándose levemente en cuanto sintió una pequeña nalgada— es increíble... ¿realmente esta es tu habitación?
Sus ojos recorrieron la habitación de arriba abajo, era realmente increíble, por un momento se sintió un pequeño viaje en el tiempo, la decoración era clásica, las paredes, los muebles, incluso la gran cama. Sus ojos enfocaron el balcón, se acerco al lugar, abriendo las puertas que cubrían la habitación del frio la habitación, avanzo unos pasos, el balcón era grande, decorado con flores y unos muebles.
La vista le regalaba la imagen de un jardín maravilloso, realmente amplio y lleno de naturaleza, flores, arboles, arbustos, fuentes, todo parecía mágico y salido de un cuento. A lo lejos se podía ver un bosque, era algo oscuro, pero no siniestro, se notaba realmente bello, al igual que la imponente presencia de las montañas.
Mientras se inclinaba sobre el barandal, sintió como unas manos rodeaban su cintura y un beso fue dejado en su nuca, sonrió, dejando caer su peso hacia atrás en el firme pecho de su novio, girando su rostro levemente para poder ver a los ojos a su Jungkook.
— todo es maravilloso Kook... ¿Cuántas travesuras hiciste aquí? —quiso saber, sonriendo en cuanto sintió un beso juguetón en su nariz.
— crecí aquí, este jardín y el bosque eran como un mundo de libros, siempre jugaba y exploraba —con sus manos aun en la cintura del castaño lo giro, quedando esta vez cara a cara, siendo alumbrados por la luz de la luna— a lo contrario que se pueda creer, mi infancia fue feliz, tuve buenos padres, me guiaron bien, al igual que un hermano cercano y un mejor amigo, sí, soy alguien que vive en un mundo oscuro, pero a pesar de las cosas que he pasado, realmente disfrute mi niñes.
A pesar de como tuvo que crecer, bajo un mandato realmente aterrador, sus padres se aseguraron de cuidar su infancia al menos hasta donde pudieron, siendo inevitable su futuro, ellos decidieron crearle una infancia feliz, como cualquier niño merecía.
— me hubiera gustado conocerte de niños, quizás hubiéramos sido amigos.
— lo hubiéramos sido —aseguro Jungkook, jugando con sus narices— te hubiera protegido de todos y todo, hubiéramos jugado y sido muy cercanos.
Taehyung sonrió, pasando sus brazos por el cuello de Jungkook, acercándose a él, juntando sus labios con cariño y pasión, su cintura fue sujetada con más fuerza y acariciada con cariño, mientras que él acariciaba el suave cabello negro.
A pesar del clima frio el ambiente se tornó más caliente, las lenguas entrelazadas les quitaba la atención, al mismo tiempo de la preocupación de explorar bajo las ropas del otro. Taehyung se aventuro primero, tanteando terreno ya conocido bajo la camisa contraria, al final, arrancándosela con brutalidad al sentir la alta necesidad de tocar a su hombre.
Jungkook sonrió en medio del beso, metiendo sus manos dentro del pantalón del menor, abarcando sus nalgas y amasándolas a su antojo, llevando juguetonamente dos de sus dedos a la entrada contraria, sintiéndola húmeda a través de la fina tela.
— mmh —gimió el castaño en su boca, pero sin separarse del beso con una gran necesidad. Jungkook tuvo que sacar una de sus manos y tomarlo del cabello para que se apartara— Kook...
El mencionado sonrió ladino— estas mojado y preparado para mí, eres tan erótico y perfecto —musito, su voz sonando melodiosa— ¿Qué dices? ¿quieres conocer mi cama?
Y en vez de recibir respuesta solo recibió nuevamente los labios contrarios, los cuales se lanzaron hambrientamente contra los suyos, mordía y acariciaba sus labios con su lengua antes de adentrar esta misma a la boca del mayor. No se limitaba a gemir, a pesar de sus gemidos ser ahogados por la boca contraria, no se inmutaba a expresarle cuanto le gustaba que lo tocase.
Jungkook tomo con fuerza el trasero contrario y lo impulso, haciendo que el castaño enredara sus piernas a su torso mientras el se adentraba nuevamente en la habitación, cerrando las puertas del balcón, dejándolo sobre la cama con delicadeza. Apenas la espalda del castaño toco las suaves mantas, sintió un escalofrió por todo su cuerpo.
Jungkook quito la parte superior de sus prendas con lentitud, ninguno decía nada, solo se admiraban mutuamente, querían tocarse y amarse, y Taehyung realmente se sentía en el cielo al estar consiente que estaba en la cama del azabache, siendo besado y manoseado al antojo de este hombre.
No sabe en que momento su cuerpo estaba totalmente a la vista del contrario, luciendo una desnudes realmente preciosa y tentadora, pero sobre todo exquisita para quien se mordía los labios al verla. Sentía besos, mordidas y lamidas por todo su cuerpo, se sentía marcado, acariciado, mordido y apreciado, Jungkook lo tocaba en los lugares correctos, le proporcionaba el placer que ni él mismo sabía que podía tener.
Su cabeza se fue hacia atrás y su boca se abrió en cuanto sintió como su entrada era acariciada por la lengua del pelinegro mientras enterraba tres dedos dentro de él con fuerza y rapidez, abriéndolo y preparándolo con desesperación, tanta era la rudeza que se podía escuchar el sonido del chapoteo de sus fluidos y los dedos. El castaño apenas podía respirar.
De un momento a otro, Jungkook se separó, provocando que lágrimas de desesperación bajaran por el rostro de Taehyung, se sentía tan necesitado, necesitaba ser tocado, poseído, amado por este hombre, y el que este se comenzara a desnudar frente a él solo alimentaba más su necesidad de tenerlo.
— ¿estas listo, cariño? —su voz ronca llego a sus oídos y sus piernas se abrieron en automático para el hombre, él cual no tardo en ocupar su lugar entre ellas, parado al borde de la cama mientras el moreno yacía recostado.
La leve luz que entraba por los ventanales de la gran habitación lograba hacerle justicia al trabajado cuerpo de su hombre, él cual, como un depredador, se acerco nuevamente, quedando sobre él con casi ningún espacio libre, todo su cuerpo estaba sobre el castaño, sus narices rozaban y sus respiraciones eran pesadas.
Sus ojos no se perdieron de vista, incluso cuando el menor se sintió invadido por el pelinegro, quien ingresaba en él de forma tortuosamente lenta, ninguno disimulo su satisfacción, los gemidos y las expresiones de placer que se regalaban el uno al otro eran simplemente el paraíso.
A pesar de haber estado juntos hace unas horas, el azabache se comenzó a mover de forma lenta, saliendo despacio y entrando con algo más de dureza hasta que sus bolas golpeaban el trasero contrario, el de piel morena podía sentir perfectamente las venas, el grosor, y por su puesto el largo del miembro que estaba haciendo estragos en su interior.
Las manos grandes y tatuadas se paseaban por sus piernas, caderas, cintura y pecho, tocando todo lo que podían, acariciándolo como se merecía. El contrario no quedo atrás, pasando sus manos por la espalda contraria, haciendo un camino con sus uñas, sus manos presionaron el trasero del contrario, queriendo sentirlo más adentro.
— Kook... —gimió, su voz tan melodiosa para los oídos del mayor.
— mi amor...
Los ojos del castaño se volvieron blancos en cuanto sintió su próstata ser atacada directamente por las embestidas que se volvieron más salvajes. Jungkook yacía ahora de pies frente a la cama, tomando los muslos contrarios, abriéndolos mientras su cadera se movió rudamente contra su chico, quien no tenía ningún afán de reprimir lo mucho que estaba disfrutando.
el menor trato de llevar sus manos a su desatendido miembro, pero un pequeño golpe en sus manos lo detuvo. Llevo su vista suplicante, al contrario.
— no te libraras tan fácil cariño, es la primera vez que te tengo en mi cama, de aquí no saldrás en toda la noche —su voz tan seductora, tan demandante que Taehyung simplemente podía asentir ante las demandas ya establecidas— ponte en cuatro —dijo, palmeando sus muslos.
Gimiendo en cuanto se sintió vacío, rápidamente se fue al centro de la cama, colocando su cabeza, brazos y torso en esta, manteniendo su trasero en alto y sus piernas separas, movió su trasero en una clara suplica disfrazada de tentación. Unas manos abarcaron las rellenitas tentaciones, amasándolas y dándoles la agradable sensación de escozor por las nalgadas que dejaba en ellas.
El pelinegro jugo con su miembro y su entrada, acariciando esta con la punta, entrando un poco, y saliendo al instante, provocando estrés y desesperación, asique el menor, en cuanto lo sintió entrar un poco, él mismo comenzó a empujarse hacia atrás, autopenetrándose. Se sentía volar, todas las sensaciones eran demasiadas para su cuerpo y el contrario solo lo hacia peor al acariciarlo en los lugares correctos.
Jungkook tenía una increíble vista de su trasero, espalda flectada y la mitad de su rostro, donde se podía ver como de su boca escurría un hilo de saliva. Los gemidos inundaban la habitación, sus cuerpos sudorosos chocaban entre si con rudeza, se abrazaban y profesaban de forma tan carnal e intima lo mucho que se necesitaban a cada momento, no serian unos santos al decir lo contrario.
— más... más, más —suplico el que estaba sobre la cama, sintiendo como sus nalgas eran golpeadas por la gran y pesada mano contraria— ¡ah!
Grito de sorpresa cuando fue puesto de lado y sintió el pecho del hombre pegado a su espalda, mientras su pierna era levantada y el miembro contrario que no había salido de su interior, lo penetraba con más fuerza, sintiéndolo por la posición mucho más adentro y atacando justo su punto sensible.
— ¡ah! ¡e-es mucho! ¡mmh! —su boca fue cubierta por la gran mano contraria mientras las embestidas se volvían más salvajes. El castaño podía sentir la respiración del pelinegro en su nuca, calentándose más cuando escucho una risa provenir de él.
— ¿es mucho para ti? ¿mh? —cuestiono, contorneando sus caderas levemente para luego volver con las duras embestidas— pues tendrás que soportarlo.
Decreto, para seguir embistiendo dentro del chico, sintiendo húmeda su mano debido a la saliva acumulada que salía de los labios contrario, con la misma mano que estaba sosteniendo la pierna contraria, bajo hasta su miembro, acariciando la cabeza para luego comenzar a estimularlo, sintiendo como Taehyung se retorcía y gemía contra él.
Un poco más, sintió como su mano ahogaba un fuerte gemido, al mismo tiempo que Taehyung apretaba con fuerza su brazo. Supo que se termino de venir en cuanto su miembro fue apretado, por el contrario, asique acelerando las embestidas, descubrió la boca contraria, para esta vez meter sus dedos en esta, sonriendo en cuanto sintió como el castaño los lamia con ímpetu.
Unos cuantos embistes más, se derramo por completo dentro de su chico, dando unas cuantas embestidas más, asegurándose de llenarlo por completo. Se quedo dentro de él, sintiendo los temblores contrarios y como trataba de regular su respiración, con cuidado, los acomodo mejor en la cama, saliendo de él, escuchando un suspiro cansado.
— ¿estas bien? —cuestiono, acariciando la cadera contraria.
Taehyung giro, quedando frente a frente, subiendo una de sus piernas al torso del hombre, sonriendo cansado al sentir como era abrazado. La luz de la luna alumbrada ambos cuerpos desnudos. Una sonrisa apareció en su rostro, estaba contento.
— más que bien... me pone feliz conocer más de ti, y hacerlo aquí se siente más... intimo, no se si entiendes. —sincero, sus mejillas tiñéndose algo rojas.
Jungkook beso sus cabellos con cariño — claro que te entiendo, yo siento lo mismo, tenerte de esta manera ya es maravilloso, y habértelo hecho en un lugar personal y mío, simplemente es demasiado perfecto.
Sonriéndose mutuamente, compartieron un beso lleno de anhelo y sentimientos cálidos, se acariciaron mutuamente de forma delicada, suspirando en cuanto se separaron, sus ojos no perdían ese brillo peculiar que los caracterizaban.
Pero de un segundo a otro, Taehyung abrió sus ojos con preocupación, y por esto mismo preocupando a Jungkook, en cuanto lo vio sentarse rápidamente en la cama.
— carajo, carajo —musito, llevando una mano a su boca.
— cariño ¿Qué ocurre? —cuestiono preocupado —¿hay algo mal?
— ¿es que acaso no te das cuenta? —cuestiono un poco alto, sobresaltando un poco a Jungkook— acabamos de follar en tu casa ¡el primer día que estoy aquí y apenas llego! ¡¿y si tu familia escucho?!
A lo contrario que esperara Taehyung, Jungkook solo pudo soltar una gran carcajada mientras se volvía a recostar en la cama, sus risas no se detuvieron a pesar de que Taehyung lo miraba ofendido y molesto.
— ¡¿de que te estas riendo?! —cuestiono golpeando su pierna, pero él otro no se inmuto— ¡no es gracioso!
Después de unos segundos, Jungkook por fin paro de reír, viendo con una sonrisa divertida el rostro contrario.
— cariño, nadie más que yo sube aquí, solo la servidumbre cuando debe limpiar y hay gente especialmente asignada para esta habitación, mi familia esta hasta el otro extremo del palacio, además, las paredes son insonorizadas —dijo, pero el ceño de Taehyung no se relajaba y su sonrisa se perdió — cariño... ¿te molestaste?
Taehyung no dijo nada, tan solo abrió las tapas de la cama y se metió debajo de ellas, cubriéndose hasta la cabeza. Jungkook parpadeo aturdido, acercándose a la bolita de mantas refunfuñada.
— cariño... —llamó, pero no obtuvo respuesta— ¿en serio te haz molestando conmigo? —nuevamente, sin respuesta— Taehyung...
Muy pocas veces lo habia llamado por su nombre y esta vez no fue una buena elección, puesto que las mantas bajaron un poco y pudo notar los ojos cristalizados del contrario, lo que lo alarmo al momento. Levanto rápidamente las mantas y se metió debajo de ellas, tomando el cuerpo de Taehyung, el cual se removía tratando de evitar ser movido, Jungkook no entendía que estaba pasando y se estaba desesperando.
A regañadientes lo logro cargar, colocándolo en su regazo de lado, sus piernas yendo hacia el otro lado de la cama y su cabeza reposaba en uno de sus bíceps, Taehyung no le miraba, mantenía su ceño fruncido y su mirada baja.
— a ver cariño hablemos, ¿te molestaste por la broma? Lamento si te molesto, prometo que no volverá a suceder —se disculpó, pero aun así vio como el labio inferior de su chico temblaba levemente— mi amor, me estas preocupando, ¿Qué es lo que te esta atormentando? Yo lo solucionare, solo debes decírmelo.
Una lágrima cayo de los ojos del castaño y Jungkook solo pudo abrazarlo contra su pecho, no lograba comprender, por más alternativas que llegaran a su cabeza no podía asegurar nada sin que Taehyung le dijera que estaba mal, pero cuando una idea llego a su cabeza, de inmediato se separó de él.
— ¿acaso te lastime? Déjame revisarte —dijo, tratando de abrir sus piernas para verificar, pero el contrario no lo dejo— cariño si te lastime no me lo perdonare, por favor, déjame revisarte.
— n-no es eso...
— entonces dime que es por favor, mi amor.
— n-no se...
Jungkook quedo peor —¿no lo sabes? — Taehyung negó con la cabeza, Jungkook suspiro y lo abrazo más— repasemos, ¿te molesto que me haya reído? —Taehyung negó— ¿te molesto que no haya escuchado tus preocupaciones? —Taehyung no hablo— bien, cariño, tan solo me pareció graciosa la idea de algo que yo sabia que era imposible y me pareció algo exagerada tu preocupación, aun así, lamento si te hizo parecer que no te tome en serio, discúlpame, amor.
¿Jungkook podía ser alguien más perfecto?
— n-no me moleste... yo... no se qué me pasa, de pronto me molesto que te burlaras, pero no me enoje realmente, so-solo... no se...
Jungkook sonrió, besando su cabellera, sintiendo como Taehyung se acurrucaba más con él, le masajeo con cuidado la espalda, meciéndolo levemente. Él creyó ya haber entendido a su novio.
— cariño, por favor escúchame y te pido disculpas de ante mano si no me expreso bien —dijo, obteniendo la mirada de Taehyung— estuve investigando desde que te conocí y supe que eras un doncel, supe que unos pocos días antes de que comenzara su periodo más fértil, sufrían unos cuantos síntomas.
Las mejillas de Taehyung estaban en un rojo tomate, pero su mejilla seguía presionada contra el bíceps de su novio, quien le hablaba como si le estuviera hablando a un niño, eso hacia sentir pequeño y avergonzado a Taehyung, aun así, se quedó en silencio ¡por todos los cielos! Él era médico, no debía sentirse avergonzado.
— Uno de los síntomas eran los cambios de humor entre otros, no se que cambios sufres tú cariño, debes decírmelos para saber como cuidarle —su voz sonaba tranquila y comprensiva, jamás dejo de acariciar al castaño— debes saber que te respeto, y si te incomoda hablar de esto lo entenderé, pero también debes entender que soy tu pareja, y debo cuidar de ti.
Taehyung sintió su corazón latir con fuerza, su interior se sintió cálido y cada vez se sentía más pequeño en los brazos de su novio. Bajo su rostro, cubriéndolo con sus manos.
— que vergüenza... —dijo, su rostro estaba completamente rojo.
Con una sonrisa comprensiva, Jungkook quito las manos contrarias, descubriendo el lindo rostro de su Taehyung, levanto con cuidado su barbilla, besando con cariño sus labios, no impondría nada en Taehyung, mucho menos le obligaría de hablar de algo incomodo o que para él fuera vergonzoso, solo trataría de entender con lo poco que le entregara.
Él estudio, investigo lo más posible además de buscar pequeños cursos que le enseñaran como cuidar de un doncel cuando pasaba por esos días, investigo, y sabia que no era bonito, al contrario, era doloroso, él tenia una idea sobre el periodo de las mujeres, pero no se asemejaban en casi nada.
Los días de un doncel se reducían a tres, en el primero venia un leve sangrado, los demás consistían en fuertes dolores en el vientre y otras zonas de su cuerpo, estos días los donceles debían ser bien cuidados y tener precauciones, puesto que estos días eran más propensos a enfermarse y a sufrir fuertes temperaturas, debían ser bien hidratados y comer a sus horas, básicamente si se descuidaban, podían enfermar gravemente.
Aunque para cada doncel podía ser diferente, algunos podían pasar esos días de forma tranquila descansando, otros debían tener a alguien con quien contar, incluso había algunos que se internaban en clínicas solo para pasar esos tres días. Al averiguar esto, Jungkook no pudo evitar preocuparse, tal vez incluso más de lo que debería.
— sinceramente lo habia olvidado... —murmuro Taehyung sin ser capaz de verlo a la cara— debería llegar en los próximos días, asique... creo que es mejor que mañana por la tarde vaya a mi departamento, ahí estaré bien y tengo lo necesario para-
— iré contigo.
No era una pregunta, claramente.
— Kook... acabas de llegar, debes pasar tiempo con tu familia y-
— tú eres mi familia, debo cuidar de ti Tae —suspiro, tomando nuevamente el mentón contrario para que lo viese— cariño, por favor, déjame cuidar de ti, no me sentiré tranquilo si vas y estas tú solo, no me gusta eso.
Un suspiro salió de los labios del castaño, asintiendo comprensivo, siempre habia pasado esos días solo y era realmente doloroso, jamás habia pedido ayuda, supone que ser medico le habia ayudado a sobrellevar todo eso, se preguntaba cómo se sentiría ser cuidado por alguien más en esos días.
Incluso cuando comenzó a vivir esos ciclos a los quince, era algo que mantenía muy en privado, su madre muy pocas veces le ayudo porque a él no le gustaba verse débil ni causarle malos ratos a sus padres, asique en su quizás estupidez, pasaba esos horribles momentos del mes solo.
— o-okey... entonces... ¿te parece bien si mañana pasamos la mañana y parte de la tarde con tus padres y luego vamos a mi departamento? O-oh también podríamos esperar y-
Un beso lo silencio, Jungkook con alegría y ahora tranquilidad, lo beso de forma tierna, tratando de apaciguar las inseguridades que aun rodeaban a su ángel.
— cariño, esta relación es de dos, las decisiones no las tomo yo, lo hacemos en conjunto, pero lo que más necesito que comprendas, es que jamás eres ni serás una molestia.
Taehyung abrió los ojos, era como si Jungkook leyera sus pensamientos.
— el que hayamos venido a conocer a mi familia y ya hubiéramos hecho planes, no lo hace más importante que tu salud, eres mi prioridad y si debo dejar pendientes o mover algún plan de fecha, lo haré con gusto, y no porque me estén apuntando con un arma en la cabeza, lo hago porque te amo verdaderamente, porque soy un hombre que sabe valorar a la persona que ama y con la que planea vivir, dime ¿Qué clase de hombre esperarías que fuera si hoy ignoro tus necesidades? ¿Qué podrías esperar para el futuro?
Alguien que vive una vida cotidiana y monótona con suerte esperaría que su pareja recuerde las fechas importantes o esperaría con ansias un presente o detalles de esta. Taehyung tan solo tenia que verlo a los ojos y Jungkook sabia que hacer, como y cuando, era el hombre perfecto en todos los sentidos, y si lo apreciaba con todo su corazón.
Demostraba con palabras y acciones, algo que muchos carecían.
— bien... —susurro, con una sonrisa en el rostro— entonces... ¿podrías cuidarme esos días?
Jungkook sonrió, besando tiernamente su nariz, obteniendo una pequeña risa del menor.
— te cuidare, siempre mi amor.
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