Amarillo algo extraño que no reconocería desde el principio.

Pero ahora apenas distinguía esas letras borrosas con el nombre de mi madre.

--Un año ha pasado...

Dije tocando lo frio de la cripta.

--Hace un año de que te vine a decir que que ya no quería encontrarme contigo nunca. Pero ahora estoy aquí, para decirte que me negaste la vista y ahora que lo conozco, solo me hace pensar que no era la gran cosa.

Sonreí.

>>Nada importo a lo que apenas conocía, pero eso cambio en cuanto nació mi pequeña. Pensé que la querrías conocer, pero conociéndote es probable que jamás te hubiera importado. Aún así, solo viene a cambiarte de flores.

--Ella no la hubiera conocido de todas maneras.

El aroma a romero estaba por los aires y de inmediato volteé a percibirlo.

>>Pero a mi si me gustaría conocerla.

Pasé saliva al tersarme. Desde hace tiempo no no he coincidido con él y ahora solo pensarlo me incomodaba. Tal vez suene cruel, pero sentía una gran liberación al tenerlo alejado de mi vida y de mi familia. Juraba que no era rencor, pero no lo necesitaba. 

--Jungkook... ---dije bajo.

--Hola Yoongi. --me saludo con cierto tanteo. 

--¿Cuándo saliste? -- fue lo primero que pregunté.

--Desde hace unos meses. -- contestó rápido.

--Temo decir que no me alegra --dije--. Pero me conforta la idea de que este libre para que pueda seguir con tu vida.  

--No me sorprendería que me digas esas cosas. Pero si me sorprende, el hecho de que no tengas un bastón en manos. ---Su voz se quebró al final. 

Desgraciadamente yo no sentí alguna emoción por ello. 

--Es una pena que apenas pueda conocer a mi hermano. -- hablé tratando de cortar el tema, para seguir acomodando las flores.

-- Prefiero que no me distingas y solo ser un rostro al que no puedas reconocer como la persona que más te hizo daño. -- deje las flores y volví a darle el frente. 

--Eso... ---señalé---,  déjaselo a nuestra madre. Porque yo podría reconocerte aun sin vista, e incluso los recuerdos de nuestra infancia seguirán ahí tan oscuros, pero nunca desvalorados. 

--¿Por qué le sigues llamando "madre"?-- preguntó. Cerré mis ojos sonriendo.

--No me pesa llamarla de esa forma, así como no me pesa llamarte hermano, Jungkook. respondí. 

--Pero a ella si le pesaba decirte "Hijo." --- comentó. 

--Ahora más que nunca le costará. -- dije tocando la cripta.

--Yoongi... Perdón-- dijo sin más.

--No pidas algo que aún te falta por comprender -- le dije --. Cuando sepas el significado de esta palabra, date por perdonado. Jamás te negaría un perdón a alguien quien también le costó decirme hermano y tratarme como lo que somos aun en estos días. 

--¿Jimin lo comprendió? -- dijo retórico.

--Ambos aprendimos el significado, y por eso que ahora criamos a nuestra pequeña con la base del perdón... y con el amor del apoyo. 

--¿Hasta cuando podre verla? -- su nariz resonó.

--Hasta el día  que ella decida conocerte. No pienso proceder a tus gustos. Será egoísta, pero es normal que no te quiera cerca de lo que me costo tener en paz ---mordí mi labio pensando si decirle---. No dudo que ya la conozcas, Jungkook.  

--Eres valiente. -- dijo no aclarando mi afirmación de lo que me ha contado Jimin con respecto al hospital el día que nació mi pequeña. 

--Y tu también lo serás... ---Sin embargo, yo tampoco seguí el tema y di media vuelta hasta darle la espalda. 

Eso fue lo último que esperaba al cruzar  palabras, pero no fue  hasta que...

--¿Taehyung, esta bien?  —preguntó repentino.

--Se casa en unos meses. -- le dije. — Él está más que bien.

--Yoongi, puedes decirle que lamento no ser lo que esperaba de un alfa a quien entrego todo.

-- No Jungkook. --dije seguro--. Él  ya no te quiere en su vida. Sólo eres una mal recuerdo y en eso acabarás.

Le volví a dar la espalda y mis dedos tocaron con rapidez el mármol.

--Deberías quedarte a platicar con ella. Te hace falta.

Ese había sido la última vez que cruzaba palabras con Jungkook.

Nosotros podíamos decidir a quien queríamos cerca y yo decidí alejarme de él. Por su bien, por mi bien.

Min Jungkook, también decidió nunca volver a vernos, pues había caído en una tristeza inmensa cuando Taehyung se había enlazado con su verdadero amor lunar.

Nadie había sido el peor castigo de Jungkook, ni siquiera yo,  más que el saber que su único amor o quien de verdad daría todo, lo rechazara y nunca lo perdonara. 

Jungkook, se había ido simplemente arrepentido, pero nunca perdonado y eso lo había acabado.

...

—Solo fuimos por el súper y estoy rendido. —suspiré.

—Bueno es que no dejas descansar esas piernas. —la mano de mi alfa en mi rodilla me dio cosquillas cuando la apretó.

Le di un puñetazo en el hombro, pues sabía lo fácil que era al convencerme de sus palabras llenas de tocados casuales como él siempre lo decía. 

—No digas estupideces. —hablé fuerte y aventé su mano de la pierna. 

—Solo llevamos casi cinco meses desde que dejamos las terapia de pareja, y aún sigues hablándome con resentimiento. —viré un poco los ojos, también reconocía sus chantajes.

—No se debe acabar la tradición de mi rechazo. —dije simple.

—No decías eso anoche...— mascullo.

—¿Qué dijiste? —alcé una ceja.

—Que no dormí anoche. —repuso.

Yo cambiaba bastante durante las noches, era un padre de tiempo completo en el día y en las noches era esposo con el poder de entumir las piernas de mi alfa.

La radio en el auto me mantenía sereno. Movía mi cabeza de un lado a otro, mientras la mano de Jimin oprimía la mía mientras cambiaba las velocidades.

Siempre diría que la mejor guía era la de su mano.

Cerré mis ojos al escuchar las gotas de lluvia pegar contra los vidrios hasta que me había quedado dormido.

...

La música se escuchaba más fuerte e incómodo me removí en el asiento. Fui abriendo mis ojos y la agudeza de mi oído me ayudó a entender.

—Que hay Tj. — saludó Jimin.

—¡Pero si es el fósil de Park!

—Vete al demonio, TJ. Y solo dame el jodido boleto. 

—Park, dime que no me trajiste a donde creo que es.-- interrumpí.

—Yoonie, es que pensé  que deberíamos aprovechar esta noche libre. Tu abuelita esta cuidando a nuestra nena estrella y pues...

—Jimin, se supone que somos adultos responsables. Que dejaste ese vida de dueño de bares y corredor de noche. Que esta vez haríamos una buena vida y que ...

—Kai, espera un retador. — me interrumpieron.

Kai, ese hijo de perra. 

—Solo venimos a pasarla bien — le contestó. — Literal traigo una sillita de bebe en la parte de atrás y ...

—¡¿Dónde está ese hijo de perra?! -- pregunté interrumpiendo. — ¡Vamos a patearle sus pelo...

—Se entiende el punto. —no dejo que terminara. — Y no vamos a correr...

...

—Quedan detenidos, por daño a la vía pública y alteración del orden público. Serán llevados al centro de sanciones administrativa donde tendrán que pasar la noche con libertad de pagar después de las doce horas con una multa.

—¡Estoy seguro que no íbamos a exceso de velocidad! — me removí  al sentir las esposas.

—¡Ya súbanlos y los que falten!

Prácticamente me aventaron al asiento y pronto sentí el aroma de Jimin.

—Te dije que era mala idea. — me reprocho.

—Pero le ganaste al hijo de puta. —solté mi risa maleada.

—Ahora estamos a punto de ir a los separos.

—Mientras sea contigo. — dije.

—¿En las buenas y en las malas?

—Y en las peores... —contesté.

Mis ojos apenas detallaban los colores de de las sirenas, pero siempre reconocería los hermosos labios de mi alfa.

ALICIELITO