Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

. Capítulo 15 .


 El frío pegaba con algo de fuerza sobre mis mejillas. La tarde cayó y las clases perezosas terminaban en tiempo libre gracias por las evaluaciones, así que no había casi ninguna razón para estar presente en la facultad, pero Hoseok insistía en no dejarme solo ante la espera de mi hermano. 

—¿Estás seguro de que quieres que te deje aquí?— Hoseok me ayudaba a sentarme en una pequeña banca en las jardineras. 

 —Jungkook quiere verme aquí  —le respondí sosteniendo mi mochila entre mis brazos—. No te preocupes, estoy seguro de que llegara muy pronto, puedes irte con cuidado. 

 —No lo sé Yoongi, no me gustaría dejarte solo.

 —Ya no te preocupes más. No es la primera vez que estoy solo, además, tu madre también te llamó y quiere que vayas pronto a casa. 

 —Estoy seguro de que ella puede esperar. 

—Hoseok de verdad puedes irte sin problema, es más, con todo lo que has tardado aquí Jungkook debe estar más cerca. Anda ve a casa. 

 —¿Seguro? La otra vez me dolió dejarte solo en el estacionamiento. 

 —Pero casi no tardo Taehyung en pasar por mí —le sonreí—, así que tampoco tienes que preocuparte. 

 —Está bien, cualquier cosa en tu teléfono está mi número como prioritario, solo una llamada y vendré más rápido que el viento. 

 —Ya, ya  —no deje de sonreír—. Prometo que si estoy en problemas te llamaré. — le aseguré. 

 —Bueno, entonces dulce criatura, me despido — él tomó mi mano y dio un beso en su torso—. Te veré mañana mi dulce y hermoso omega. 

 —Ve con cuidado.

 —Siempre, y mas ahora que tengo un motivo. — alcé una ceja. 

 —Ah, si  —le sonreí—. ¿Cuál? 

 —El estar junto a ti —amplíe mi sonrisa y negué divertido—. No hay momento en el que me estés halagando. Empiezo a creer que te gusta hacerme sonrojar.

 —En eso tienes toda la razón.— sentí dos dedos  en mi mentón. 

—Ya ve anda. — le dije riendo. 

—Solo porque me corres, me voy, pero que quede claro...

 —Nada —le insistí—...anda, ya ve o se te hará tarde. — le respondí interrumpiendo.

 —Está bien lindo omega, nos vemos mañana —repentinamente, sus labios me dieron un sonoro beso en mis mejillas—. ¡Adiós! —se despidió, aunque su voz rápidamente se escuchó alejada de mí.

 Pronto el sonido de la fuente era mi única compañía. Suspiré cansado y recordé una melodía que empezó a parecer en mi mente; los golpeteos de mi pie mostraban el ritmo, los dedos de mis manos sobre mis piernas simulaban tocar las duras teclas de las notas del piano,  mi cabeza se movía de un lugar a otro siguiendo la melodía.. 

 — ¿Tienes algún tic en la cabeza? – yo paré de inmediato y volteé a la voz que me llamó mi atención—. Lado equivocado — me dijo, ladeé mi cabeza solo un poco—. Estoy a tu derecha. — su voz pegada a mi oído me hizo dar un respingo. 

Las palabras de mi boca se había congelado y mi respiración se cortó solo un poco, pero traté de reponerme casi enseguida y erguir mi porte.

 <<Vamos Yoongi, no tengas miedo>> 

—¿Qué quieres?— le pregunté más seguro de lo que en realidad mis manos sudorosas me podrían delatar. 

 —Uy, supongo que alguien está a la defensiva. — el sonido de su suave risa puso incómodo a mi lobo. 

 —Solo dime a que has venido —traté de no cambiar el tema e inesperadamente mis manos comenzaron a juguetear. Sus manos en mis mejillas me hicieron temblar, pero de inmediato las aparte de mí—. No me gustan que extraños me toquen. 

—No era mi intención, pero en realidad me gusta encarar a la gente y que tu cara esté en otra dirección; hace que no tome las cosas en serio —me dijo divertido—. Y ya no somos extraños. 

 —Claro que lo somos. — le dije rápido.

 —Sé que nuestra forma de toparnos no ha sido la mejor, pero eso no nos hace extraños. 

 —Lo único que sé dé ti, es que eres un alfa muy altanero. 

 —Al menos ahora no me dices idiota. — sentí caliente mis pómulos. — te das cuenta de que ya no somos desconocidos. Min YoonGi, por cierto, que bonito nombre. — susurro. 

 La sonrisa de mis labios brotó ante mi negación, el cinismo en el alfa era grande. 

 —¿De qué sonríes? – me pregunto. 

 —De lo cínico y simple que eres.  

—No me considero una persona cínica. — dijo simple. 

 —Claro que lo eres, te atreves hablarme cuando lo único que has hecho es sentirte superior y rebajándome con injurias por mi condición y de pronto vienés y me dices que mi nombre es bonito. 

 La risa del alfa fue con altivez ante mi silencio y el sentimiento de ofensa me invadió.

 —De verdad eres patético. Deberías irte de aquí antes de que venga mi her... — decidí callar.

 —Así tu hermano — apreté en puño los laterales de la banca—. Tranquilo, no hay que ser un genio para saber quien es tu hermano.

 Yo no esperaba aquella respuesta, pero tampoco confirmaría la información cuando sabía perfectamente que mi presencia a lado de Jungkook era de extrañar. 

 —Como sea, me dirás a qué has venido. — lo que pensé que sonaría a una pregunta, esta se convirtió en un pequeño reclamo de que no hablara claro. 

 —Antes de decirte a lo que vengo —su aroma estuvo más cerca, mi piel se crispó cuando mi lobo sintió un despertar ante aquellos olores. Yo me alejé solo un poco deslizándome por la banca, pero pronto su cercanía estaba en mí—. Ya que dices que somos unos extraños, mi nombre es Park Jimin y no "idiota".

 Elevé mi cara a donde estaba seguro de que sus ojos estarían. 

—Prefiero que sigas siendo un extraño. — respondí. 

 —A diferencia de ti, a mí no me importa lo que digan, por eso no tomaré en cuenta tu propuesta de seguir siendo extraños y menos ahora que tengo algo que te pertenece.

 —¿Qué podrías tener de mí?— le conteste acercándome un poco más. 

 Su aroma estaba embriagando a mi lobo, respondiendo a mi cuerpo en seguir el hilo del olor. Sus manos se posaron con las mías, luché solo un poco para alejarlas, pero se aferró a tomarlas que me fue difícil alejarlas cuando él las sostuvo al final de mis muñecas.

  —Tranquilo. 

 —No confió en ti, así que suéltame.

 Una mano dejó mi muñeca y de nuevo el silencio nos embargó.

 —Lo dejaste en la cocina de la casa de Taehyung. 

 El frío metal estaba en mi palma de la mano, mis labios se apretaron en una pequeña confusión.

 —Mi bastón. — fue lo único que dije.

 —Justo esa noche te dije que ya no lo soltaras y aun así, no te importó dejarlo.   Solo por irte a lado de un beta desagradable, ¿Cómo podría deducir aquello?

Maldito silencio y su duración tan larga. Mis labios entre abiertos trataron de exhalar la respiración que poco a poco se aceleraba. 

 —De nada —me dijo—. Nunca pensé que alguien como tú perdiera los estribos tan pronto en medio de extraños... como dices — su aliento a nicotina me estaba gustando—. Aunque tengo que admitir que eras un ebrio muy chistoso. — dijo con un sonoro "ja". 

 Me alejé pronto de él, recobré mi postura y solo fui abriendo mi mochila para meter el bastón ahora encontrado. 

 —Gracias, pero si ya no tienes nada que decirme o darme que sea de importancia —alce mis hombros sin pereza, no dando importancia a su comentario—... Es mejor que me dejes solo. — le pedí. 

—No quiero.

 Abrí solo un poco mis ojos cuando escuché su no su vil y su osado "no", detuve mis movimientos y fruncí mi ceño. 

 —Bien, si tú no te vas, me iré yo. 

 Desdoblé mi bastón y acomodé mi mochila en mis hombros; pronto comencé a caminar. 

 —Como quieras, pero conste que yo no soy el que te está corriendo. No quiero que después te hagas la víctima. 

 Su comentario me hizo voltear hacia su voz.

 —¿Víctima?— traté de encararlo. 

 —Sí, ya sabes ... 

—No, no lo sé – le dije, su risa pasajera vibró por mis alrededores, sus pasos fueron más cercanos al escucharse. 

 — Las personas como tú van por la vida, fingiendo que necesitan ayuda de todo, pero la realidad es que solo juegan y son aprovechadas. — sus picosas palabras brotaron.

 —Qué bueno que pienses así, de esa forma te vas a alejar de mí y dejaras que sienta lástima por ti por tu forma de pensar tan precaria. 

 —Pero da la casualidad, que yo no quiero —acomodó la manga de mi mochila y pude escuchar el zipper cerrarse—. Por primera vez voy a dejar que alguien sienta lástima por mí, pero no me arrepiento y menos cuando veo unas bonitas pequitas. —el tocó mi nariz  y no le importó.

 El atrevimiento de sus palabras y de sus movimientos me estaban insinuando en salir corriendo, pero mi cerebro y mi lobo querían quedarse ahí, sin la certeza de que no todo era igual, que mis nervios tenían vida propia cuando estos me hacían sudar, exponiéndome al roce de su nariz con la mía. 

 Mi lobo sintió esa extraña conexión que me hacían reducirme y dejarme llevar por su seducción. 

—Si tú no das el paso, yo no lo haré — sus belfos rozaron con mis comisuras—. Vamos siente más lástima por mí. — me dijo. 

Yo estaba un poco mareado que no me había percatado del agarre de sus manos en mi cintura y mi poca voluntad de poner mis manos entre nosotros no estaba presente. 

Las feromonas se mezclaban y mis sentidos se agudizaban con cada movimiento que había entre los dos, mi estomago se contrajo,  una pizca de emoción, y adrenalina se estaban peleando con mi buen juicio y la tentación de querer probar aquel aroma que desde el principio mi lobo había reconocido y despertado. Todo era simple y confuso a la vez, como el traspase de querer lo mismo que él.

 —¡Que haces con mi hermano! – el arrebato de las manos de Jungkook llegaron justo a tiempo. —, ¡Jodido, estúpido! —él me jaló llevándome detrás de él, el aroma del romero, me hicieron caer en cuenta de lo que estaba a punto de hacer, así como mi falta de voluntad. 

 — No estábamos haciendo nada —Jimin dejo en claro—. O tal vez si es lo imaginas, pero como siempre llegas a interrumpir. 

—¡No te quiero ver cerca de él, o si no...!— amenazo, su voz me dio miedo. 

 —¿O si no, qué? – dijo el otro alfa desafiante. 

 — Juro que te las veras conmigo. — habló con certeza y sin titubeos. 

—Bueno me voy. Ya no quiero más problemas. —dijo sencillo.

Jungkook apretó más mi agarre. 

 —¡Lárgate! 

Cuando paró la confrontación, el choque de unas palmas sonó y los pasos se fueron alejando. 

 — ¿Ya se fue? – pregunté.

 —Sí. —habló cortante. 

 —Jungkook...

 —¡Cállate! – su voz fuerte me domino—. Hablaremos en el auto. Ahora camina. — me empujo.

 Con cabeza baja caminé con la guía de la mano de Jungkook apretando mi cuello por atrás, cada que se enojaba me guiaba de esta forma sin  importar que me tropezara o mi bastón chocara con las cosas. Sentía como sus dedos calaban mi cuello con ardor, mis pasos rápidos y torpes solo hacían que se desesperara cada vez más. 

—Camina bien. — me dijo.

 —Ya voy, es solo que no me ubico. — le dije, mi lágrima iba bajando y aunque traté de contenerla no había podido. 

 —Pero si puedes ubicarte en los brazos de ese idiota. 

 —No íbamos a hacer nada — hable entrecortado—. Lo juro.  

—Ya te dije que no hables y apúrate. — Jungkook siguió apretando mi cuello.  

Holaaaaaaaa 

Cuando subí alguna vez este capítulo, mi compu estaba rota y desde ese día no la he podido comprar jajajaja, pero ocupo la de la oficina a veces. 

Espero que estén bien y que les esté agradando. Gracias por sus votos y comentarios, les mando un abrazo y besos. 

ALICIELITO.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro