Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

. Capítulo 14 .

 Jungkook, me miraba perplejo en cuanto había azotado la puertecilla de su casillero, pero pronto su cara formó una pequeña mueca de desagrado. 

 —¿Qué te pasa idiota? – preguntó, sus dedos empuñaban su carpeta y mochila—Solo te quedarás viendo o vas a responder mi pregunta.

 —Viéndote bien, no te pareces a tu hermano. — le dije y es que era verdad, no había demasiado parecido. 

 —Sí, nos lo dicen casi siempre —me respondió sin importancia—. Tengo clase, te importaría si empezamos a caminar. — dio un pequeño paso esquivándome, yo le di una sarcástica reverencia para que pasara, él solo hizo sus ojos en blanco.

 Comenzamos a caminar por los pasillos, las miradas y las sonrisas a Jungkook no había pasado desapercibidas para el alfa haciendo su pecho inflar. 

 —¡Buena carrera la de noche, Jk! – le festejaron. 

Alcé una ceja en curiosidad. 

—¡Estuviste genial, jk! — lo pararon y lo abrazaron. 

—Así que fuiste a correr anoche. — le dije.

 —Sí, por cierto, no te vi. — él me miró. Cuando iba a responder, otras personas lo felicitaron dando palmadas en su espalda. 

 —No pude ir – alcé los hombros, no dándole importancia—, pero por lo que noto es que te fue muy bien. — él me dio una sonrisa orgullosa. 

 —No voy a mentir, me fue de lo mejor. 

 —Entonces ya podrías pagarme el dinero. — le sonreí, pero él se detuvo. 

 —Pensé que estábamos en un trato — dijo serio —, ¿Has cambiado de parecer? – su quijada se apretó.

 —No, no ha cambiado nada – llevé mis manos a mis bolsillos laterales de mi pantalón. —, pero sería más fácil si ya tienes el dinero. 

 —Que tenga dinero no significa que ya tenga tu monto. — me dijo. 

 —Lástima, creí que en una noche que no  fuera podrías ganar un poco más. — mi prepotencia se hizo presente y Jk, solo me miro ceñudo. —Jimin, todos sabemos que en nuestra última carrera hiciste trampa. 

—Sabía que tarde o temprano me lo reclamarías.

—No es reclamo, pero tú mejor que nadie estás al tanto de tus actos — me dijo —. Y más cuando conoces el deshonor y eres mucho más cercano a la traición. — sus palabras me hicieron soltar una carcajada.

Jungkook se fue arrugando, se estaba enfadando cada vez más.

—Ahora me darás un sermón de cómo ser un buen competidor de mala muerte — paré de reír para dedicarle una sonrisa sarcástica, di un paso acercándome a él—. Lo pasaría de Namjoon y más que nada de tu hermano, pero de ti ... no lo creo. — le dije con dientes apretados. — JK...

—Ahora metes a mi hermano — me interrumpió y llevó su mano a su barbilla —. Vaya, eres realmente veloz.

— Que bueno que cambies de tema — dije —. Pero solo que quede claro — llevé un dedo a su sien pegando solo un poco—... En esta vida, yo no soy el verdadero traicionero, si no pregúntale a Taehyung. — él aventó mi mano cansado.

Aunque sus ojos demostraran enojo, su control era realmente impresionante, por algo me gustaba jugar y hablar con él.

Hizo sus cabellos para atrás con un poco de desespero y suspiró cansado. Yo comencé a caminar tomándolo de los hombros.

—Pero vamos, que nada te quite la estúpida sonrisa de tu rostro y de tus gloriosas victorias de anoche. — le dije.

—Jimin, de verdad eres un hijo de perra.

—Eso sí, mi difunta madre y mi nueva madrastra lo son. — dije refiriéndome a su madre.

—Cuida tus palabras, idiota. — él se detuvo de nuevo.

Yo reí poniendo mis palmas en son de que se tranquilizara. — Sabes Jimin, vete de mi presencia que tengo clase y solo estás quitando mi tiempo con charlas innecesarias.

Las caminatas en el pasillo eran un poco más escandalosas dado al cambio de salones. Así que, al fin era perfecto para tocar el tema que deseaba hablar.

—Eso me hace recordar — titubeé —... Quiero que me consigas solo un tiempo a solas con tu hermano.

Ahora Jk  me miraba extrañado y después soltó una carcajada, comenzó a caminar esquivando la gente, yo me fui quedando un poco atrás yendo de tras de él debido al gentío.

—¿Lo harás o no?— él alzó sus hombros — ¿Eso que significa?

—Significa, que tres meses es bastante tiempo. — nos desviamos cruzando el jardín de las divisiones de las facultades.

— ¿A qué te refieres? – le pregunté.

—Voy a pensarlo —dijo mirándome—. Ahora déjame ir a mi clase en paz, y si acepto, serán bajo nuevas condiciones.

—Las condiciones no deben de cambiar. — le dije.

—Me dijiste que no me entrometería, esa condición cambiaria en cuanto yo le diga a Yoongi que quieres hablar con él.

—No quiero que le digas, que quiero hablar con él —paré de hablar—... Solo quiero que esté lejos del idiota que no se le separa, han pasado días y no puedo siquiera acércame sin que el estúpido beta apenas me vea y vaya corriendo tras de él.

Jungkook, no dejaba de sonreír burlón y su sonrisa que me estaba fastidiando.

—Alejarlo de Hoseok, no me conviene en nada, Jimin. — me dijo.

—¿Hoseok? – pregunté— Hasta su nombre pesa decirlo.

—Como sea —dijo apretando sus labios—. Te mandaré mensaje —yo viré mis ojos—. Y sino te mando nada, te veo ya sabes donde.

—Nada de eso —le dije—. Te veo aquí, no confió en los corredores.

—Le estás tomando demasiada importancia a todo esto.

—Entonces págame y dejaré de tomar importancia a esta jodida apuesta.

— Olvídalo, no quiero perderme el cómo mi hermano te manda a la mierda.— sonrió, para después salir corriendo.

— ¿Cómo es que aun conservas tan bien los discman? – dijo Hoseok, su tacto en mi mano aún me causaba cierta incomodidad.

Yo acomodaba mis audífonos en mi mochila. 

—Los cuido demasiado, para ser realista. — le sonreí, toqué algunas cosas hasta que encontré la goma de liga.

La sostuve con mi boca mientras trataba de hacer una pequeña coleta. Escuche como la banca era corrida y la presencia de Hoseok era más cercana, su aroma a manzanilla siempre me envolvía, aunque no fuera tan penetrante.

Sus manos alejaron las mías de mi cabellera y las de él, tomaron con delicadeza cada hebra de mi cabello.

—Permíteme — me pidió—, la última vez dejaste varios mechones fuera de la goma. — su risa inundó el aula haciendo eco.

—Y no me dijiste nada. — le reclamé juguetón.

—Te veías muy lindo —dijo simple—. No pude negarme a tal capricho de verte así.

La sensación de calor en mis mejillas me avergonzaba, sus manos acariciaban de manera muy suave mi cabeza.

—Aunque me encante hablar de tu belleza y de que tu cabello es realmente suave, me da curiosidad saber un poco más de tu discman. — él apretó mi coleta y se alejó.

— ¿Me puedes contar? — escuché como se sentó.

—Es una historia algo corta — le dije. Recosté mi mejilla en mi palma y apreté mis labios pensando en cómo podría empezar—. Me los regalaron cuando cumplí cinco años  —comencé a relatar—.   Yo en ese entonces había perdido por completo la vista y las cosas en mi casa estaban tensan por lo mismo. Mamá y Papá discutían todo el tiempo, por el dinero, por mí y de lo complicado que era tener un hijo "ciego" –-pausé un poco—. Del cómo no estaban preparados para algo así y que mi papá estaba tan enfocado con unos negocios que tenía en puerta y que no estaba dispuesto a dejarlo a un lado para cuidar de alguien como yo.

—Pero, pero... — dijo Hoseok.

—Espera aún no acabo— lo interrumpí—. El día de mi cumpleaños me habían preparado una pequeña fiesta. Estábamos tan emocionados que Jungkook había hecho su propio disfraz de héroe y yo también, bueno, en realidad Jungkook también lo hizo, pero resultó que nadie vino.

—Oh... — dijo Hoseok. 

—Mamá y Papá volvieron a discutir muy fuerte, los gritos me espantaron tanto y estaba tan triste que me eche a correr solo siguiendo mi instinto; saliéndome de la casa hasta el patio trasero, me fui a mi lugar secreto y ahí lloré mucho —pausé recordando—. Entonces uno de los vecinos se acercó a mí -yo no sabía que él estaba ahí-, y pues al parecer había sido el único niño que había ido a mi fiesta —mis palmas empezaron a sudar de repente—. Él me puso los audífonos de diadema, seco mis lágrimas y sin preguntar; él se sentó a mi lado, tomó mi mano y me enseñó como ocuparlo. Aún puedo recordar su dulce voz, al igual del cómo la música invadió mi mente despejando mi miedo —sonreí inconsciente—. Desde ahí lo cuido mucho, son mi mejor posesión.

—Pero ... ¿Quién era esa persona que te los dio? – preguntó.

—Hasta le fecha no lo sé. Según Jungkook fue uno de sus amiguitos de esa época —torcí mi boca—. O como te mencioné, solo fue un vecino.

—¿Y tu padre?

—Él se fue esa misma noche, nos abandonó — pude sentir su toque en mi mejilla—. Recuerdo los lamentos de mi hermano y sus deseos de irse con él, pero mi padre se lo negó.

Era mejor no tocar aquellos temas.

—Que...

— Pero como dije; solo son recuerdos y vivir en pasado te retiene en rencor y odio. — lo interrumpí de nuevo.

— Aun así, qué canalla en abandonarlos —asentí— ¿Y no han tenido contacto o idea de donde está? – preguntó.

Quité su mano de mi mejilla y apreté un poco sus dedos.

—Tengo entendido que es dueño de una empresa, pero de ahí no sé más. — mentí. 



Holaaaaa

Las quiero mucho y muchas gracias por todo. 

ALICIELITO.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro