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002

A la mañana siguiente, el trío de amigos se encontraban en el patio principal de la preparatoria.

El baloncesto es y será su deporte favorito en común, prácticamente lo juegan desde niños.

Sin embargo, el que más resaltaba en las competencias es Jungkook. En cada entrenamiento se esforzaba hasta más no poder, pero todo era por su objetivo, convertirse en el capitán del equipo.

— ¡Hey Jeon, déjanos algo para nosotros! —bromeó uno de sus compañeros al ver como el pelinegro encestaba por quinta vez.

— Tendrás que ser más rápido, Felix —respondió riendo antes de acercarse a las gradas y sentarse al lado de su mochila, jadeando, para buscar una botella de agua.

— ¿Ya te cansaste, Jungkook? —le preguntó Hyunjin sentándose a su lado dándole un par de palmadas en la espalda antes de entregarle su botella de agua, el pelinegro la aceptó y bebió un largo sorbo de ésta—. Te dije que no te forzaras más de lo que tu cuerpo puede, pero nunca me escuchas.

— ¿Qué puedo hacer, Hyun?. Realmente quiero obtener el puesto del líder —le recordó—. Además el entrenador Choi dijo que diera lo mejor de mí y eso hago.

— Lo sé, lo sé. Aún así, sería bueno que tomaras un descanso, te lo mereces —Hyunjin se levantó de la banca para volver a entrenar junto a Yoongi.

— Tiene razón, merezco un descanso —se dijo a sí mismo mientras se levantaba para  dirigirse a la salida del campo.

Pero al abrir la puerta vio como Taehyung caminaba apresurado con una torre de papeles en sus manos. Jungkook sonrió.

— ¡Oye, Kim! ¡Espera!.

Taehyung al escucharlo maldijo por lo bajo y apresuró su paso, no tenía nada que hablar con él sino estaban sus amigos alrededor y por lo visto, estaba completamente solo.

— ¡Kim! —el castaño seguía caminando, pero giró un poco su cabeza para encararlo con la mirada sin darse cuenta que el final del pasillo se acercaba—. ¡En frente tuyo!.

Y en ese instante, Taehyung chocó con la pared, los papeles que traía en sus manos volaron por los aires, cayendo rápidamente para quedar esparcidos en el suelo.

Jungkook no esperó más y corrió hacia él. Lo tomó del brazo para ayudar a levantarlo, sin embargo, el castaño se soltó de su agarre bruscamente para comenzar a recoger los papeles.

— De nada... Taehyung.

— No te dije gracias.

— Pues deberías. Trato de ayudarte.

— ¿Ves éste desastre, Jungkook? —miró los papeles tendidos en el suelo y el nombrado asintió— Es tu culpa.

— ¿Mi culpa? —el castaño asintió mientras analizaba cada papel para ordenarlos en orden alfabético. Jungkook suspiró, estaba lo suficientemente cansado para pelear por algo tan absurdo—. ¿Por qué estás llevando todos esos papeles? —preguntó mientras se arrodillaba recogiendo unos cuantas hojas, tratando de ordenarlos como lo hacía Taehyung.

— La profesora Sunmi me dijo que se los llevara a su oficina ¿De acuerdo? —soltó terminando de recoger sus papeles.

— ¿Quieres que te ayude a llevarlos?.

— Ya hiciste suficiente, Jungkook —se levantó del suelo para luego agarrar los papeles que le entregó el pelinegro— De todas maneras, te lo agradezco, supongo.

— ¿Qué dijiste?. — el pelinegro acercó su oído hacia Taehyung, quien retrocedió con una ceja arqueada.

— No me hagas repetirlo, si no escuchaste ve a que te revisen, de seguro estás sordo —Taehyung volvió a caminar, pero ésta vez sintió la presencia de Jungkook detrás de él. Dio un par de pasos más antes de detenerse y voltearse— Ya te agradecí ¿Qué más quieres?.

— Quiero ayudarte —Taehyung bufó, nunca ganaría contra éste chico.

— Bien, lleva la mitad —Jungkook asintió y agarró exactamente la mitad para llevarlo con una de sus manos—. Llévala con las dos, son los exámenes de Ciencias, si algo les sucede, me reprueba. Y por lo visto... estás sudado —el pelinegro asintió restándole importancia—. ¡¿Estás sudado?! ¡Dame los exámenes!.

Jungkook negó con la cabeza mientras comenzaba a correr, Taehyung maldijo por lo bajo, sino tuviera los exámenes hubiera dejado que se fuera, pero tuvo que ser tan idiota para dárselos.

— ¡Jeon Jungkook! —exclamó mientras trataba de seguir su paso, realmente no era bueno en deportes como para correr a la velocidad de Jungkook.

Lo malo es que no se percató de que un hombre se interpuso en su camino, Taehyung al chocarse con él, pensó que era uno de sus compañeros.

— ¡Oye, fíjate por do-...! —pero cuando levantó su mirada, notó la barba blanca que solamente una persona en la preparatoria podría tener.

El Director Choi.

— U-Uh... —el castaño se maldijo mentalmente ¿Cómo pudo ser tan distraído?.

¡¿Y dónde estaba Jungkook?!.

— ¿Kim? —el tono de voz del director le dio un escalofrío al castaño—. ¿Qué hace a éstas horas fuera de clase?. Sabe que está prohibido.

— Y-Yo, uhm... —levantó los papeles en sus manos—. E-Exámenes.

— ¿Qué?.

— L-La profesora Sunmi me pidió que le llevara los e-exámenes de Ciencias a su oficina —dijo titubeando debido al rostro inexpresivo del director Choi.

— Oh, ya veo —Taehyung asintió. —. Aún así, sabes perfectamente que está prohibido correr por los pasillos. Por lo tanto, deberás estar en detención después de clases.

— ¿D-Deten...? ¿Qué? —estaba nervioso.

Hasta que sintió una mano sobre su hombro.

— Lo siento director Choi, pero él corrió debido a que lo provoqué —Taehyung cerró ambos ojos, solo esperaba que el director tenga un compasión con él. Sino su perfecto currículum se vería perjudicado.

— Jeon Jungkook ¿verdad? —el pelinegro asintió—. Solo había escuchado "maravillas" sobre ti — el director se cruzó de brazos— Está bien. Taehyung no irá a detención, pero tú Jungkook... debido a las opiniones de los profesores sobre tu comportamiento, recibirás una suspensión.

Taehyung se soltó del agarre sobre su hombro antes de dar un paso al frente y suspirar.

— Director Choi, con todo respeto, creo que está siendo un poco injusto con el castigo. Él solo está tratando de defenderme.

El mayor miró a Jungkook, soltó un pesado suspiro antes de acomodar sus viejos anteojos con su mano derecha.

— De acuerdo, solo por ésta vez. Y no quiero verlos correr por los pasillos, sino cualquiera de los dos obtendrá su sanción, no importa si es por defender al otro— ambos jóvenes asintieron—. Ahora Kim puede ir a entregar esos exámenes y usted Jeon vaya a su clase inmediatamente —ordenó antes de entrar a su oficina y cerrar la puerta.

— Uff, te debo una Kim — soltó el pelinegro.

— No lo hice por ti, solo... no me gustan las injusticias.

— De todos modos, gracias — Taehyung asintió antes de mostrarle los papeles que tenía en sus manos—. Uh ¿Qué sucede?

— Necesito que me devuelvas los exámenes que tienes. Ya escuchaste al director Choi, debes ir a clase — Jungkook negó con la cabeza—. Escucha... la profesora Sunmi es buena malinterpretando las cosas.

— ¿Qué tiene de malo? Somos novios ¿no?

— Fingimos serlo. Lo cual es completamente diferente — corrigió—. Además debemos establecer ciertas reglas si vamos a seguir con esto —suspiró antes de continuar su camino seguido por Jungkook—. Primero... solo actuaremos frente a tus amigos, una vez que ellos se vayan tú y yo seguiremos con nuestras vidas. Segundo, el contacto físico será limitado y cuando sea muy necesario. Y tercero, tienes estrictamente prohibido enamorarte de mí.

— Dios... esto parece sacado de novela cliché —comentó antes de tocar la puerta de la oficina.

— Cállate y cumple las reglas ¿De acuerdo?—Jungkook asintió. No tenía de otra que aceptar sus condiciones—. Ahora... cuando la profesora Sunmi salga, trata de actuar lo más no-...

— ¿Cuándo salga qué, Taehyung?—el castaño se sobresaltó al ver la sonrisa de su maestra—. Jungkook, no esperaba verte aquí y... acompañado de Taehyung.

— Profesora Sunmi, yo... le traje los exámenes que me pidió —la mencionada lo recibió antes de mirar al par de chicos con los ojos entre-cerrados.

— Entonces... son novios ¿verdad? —ambos se quedaron atónitos ante la pregunta—. Disculpen chicos, pero saben que la puerta es muy delgada. No piensen que los estaba escuchando, porque eso me ofendería muchísimo.

— No... eh...

— Chicos, no piensen que estoy en contra de la comunidad —prosiguió la maestra—. Al contrario, en mi juventud hasta fui a una marcha. No  me malentiendan. Bueno sea lo que sea... los apoyo. Y pueden contar conmigo.

— Ah... e-este...

— Lo que Taehyung quiere decir es gracias, profesora —Jungkook le entregó los exámenes con una sonrisa, antes de tomar la mano del menor— Esperaremos el jueves con ansias. Hasta luego, profesora. — se despidió con una reverencia antes de llevarse a Taehyung con él.

La profesora Sunmi solo rio.

[...]

Pequeños rayos de sol entraron por la ventana de su habitación, despertándolo lentamente. Jungkook frotó sus ojos antes de bostezar, levantándose lleno de energía.

Faltaban una hora para el comienzo de las clases, debía apresurarse. Así que, se aseó y vistió lo más rápido posible.

Al llegar a su salón, fue recibido por sus dos amigos, excepto por Taehyung. Parecía que estaba muy concentrado en su libro que ni siquiera se dio cuenta que él estaba a unos cuantos pasos.

— Eso es extraño —comentó Hyunjin cruzándose de brazos antes de ver al pelinegro— Él es como un Yoongi, ni siquiera se inmuta de tu presencia.

— ¡Oye! Yo sí me doy cuenta de la presencia de Jimin —aclaró antes de mirar al castañito en su soledad con su libro— Aunque pensándolo bien, concuerdo contigo, Hyunjin.

— Bueno, ve a saludarlo —le dijo el rubio mientras lo codeaba levemente. Jungkook asintió y mostró una de sus sonrisas perfectas antes de acercarse al castaño.

— Hola, a-amorcito —Taehyung al escucharlo, cerró su libro para observarlo con una expresión completamente graciosa.

— ¿Es en serio? ¿No tienes algo más original? —soltó a punto de reírse a carcajadas. Pero Jungkook le susurró disimuladamente que sus amigos observaban su escena—. Oh...

Fue lo último que escuchó Jungkook antes de sentir los brazos del castaño alrededor de su cuello y como toque final, un tierno beso en la mejilla.
Taehyung miró de reojo a los amigos de Jungkook, notando como se sonrojaban levemente al presenciar tal escena.

A veces Taehyung podía llegar a ser tan lindo.

— Se lo creyeron. Sígueme la corriente —le susurró cerca a su oído antes de separarse— ¿Vas a sentarte conmigo, Jungkook?. Lamento mucho no haberte recibido en la entrada. ¿Me perdonas? —preguntó con una sonrisa cuadrada que tanto lo caracterizaba al sentir las miradas de sus compañeros sobre él.

Se sentía tan tonto.

— Sí, sí... claro —contestó Jungkook antes de dejar su mochila en el sitio al lado de Taehyung, mirando nuevamente a sus amigos, quienes alzaban su dedo pulgar mientras se sentaban en sus asientos— Grac-...

— Ni te emociones, es algo típico en las novelas — comentó, flexionando su codo sobre la carpeta para apoyar su mentón sobre la palma de su mano. Jungkook parpadeó algo confundido.

— Tú...¿ves novelas?.

— Mi hermanita me obliga a verlos —confesó—. Aunque siendo sincero, no son tan malos. Pero si muy exagerados y poco realistas.

— ¡Hyung, hyung! —el nombrado miró en dirección a la puerta, su amigo pelirrojo se acercaba a una velocidad sorprendente. Sin embargo, su ceño se frunció cuando vio una presencia desconocida— ¿Quién es éste?. ¿Por qué está en mi asiento?.

Jungkook iba hablar pero el castaño se le adelantó.

— Uhm... es mi novio —Soobin palideció ¿Había escuchado bien?.¿El amor de su vida había aceptado a alguien que no era él?—. Te lo explicaré luego ¿Podrías sentarte detrás mío? Solo por ésta vez... por favor —pidió.

Pero Soobin no quería, él anhelaba sentarse a su lado todos los días y de la nada llegaba Jeon Jungkook, quien le quitaba su asiento y a su hyung.

Finalmente terminó sentándose junto a Xiumin y aunque no hablaron mucho más que un intercambio de palabras, le agradaba más que el roba amigos de Jungkook.

Cuando el timbre que daba por comienzo el receso, Jungkook se dirigió hacia sus amigos y Soobin aprovechó para acercarse al castaño, quien guardaba sus cosas en su mochila.

—Ahora sí, puede explicarme... ¿Cómo es eso de que él es tu novio? —preguntó indignado y dolido a la vez. Taehyung suspiró tratando de encontrar las palabras más creíbles, porque sabía que Soobin no era tonto como Yoongi y Hyunjin, prácticamente si decía algo fuera de lugar, se daría cuenta. Y no era bueno guardando secretos, menos a él.

— Bueno... él... me gustaba desde hace mucho y se me declaró hace un par de meses, eh... le dije que sí, Soobin.

¿Qué? Él se había declarado tantas veces desde que tiene memoria y siempre fue rechazado.

Se sintió devastado, pero sobre todo su corazón estaba hecho pedazos.

— O-oh ya veo —por más que tratara disimular su dolor, no podía, era imposible. Taehyung se dio cuenta, sabía perfectamente los sentimientos de Soobin hacia él. Pero no podía corresponderlo.

— ¿Sucede algo?

—No. Todo... bien —contestó antes de esbozar una sonrisa, pero sólo se mostró una mueca. El castaño quería consolarlo, pero ¿Qué le diría? ¿Qué todo es una farsa? parece ser la peor opción. Todo su trabajo con respecto a Hyunjin y Yoongi se vería afectado.

— Soobin, si... me necesitas, estaré en la biblioteca —el nombrado asintió frenéticamente dándose la vuelta, no quería que Taehyung viera sus lágrimas.

Seguía pensando en que había hecho Jungkook para que su inalcanzable hyung lo aceptara así nada más.

El pelirrojo se limpió sus lágrimas y decidió entrar en la biblioteca sentándose al lado de Taehyung, quien miraba la portada de algunos libros para abrirlo en una página aleatoria.

Soobin no podía evitar mirarlo.

¿Por qué nunca era correspondido por él?
Acaso ¿tenía algo de malo?
Sí ese era el caso, quería saberlo para poder cambiarlo y que por fin, el castaño lo ame tanto como él lo hace.

— Hyung... —comenzó al ver que el castaño se sentaba a su lado, un libro había logrado captar su atención, aún así hizo un sonido para que prosiguiera— ...¿Por qué él? ¿Tengo algo de malo? Dímelo y lo cambiaré por ti.

—Soobine ,no tienes absolutamente nada de malo, solo que... —cerró su libro presionándolo con sus largos dedos— ...eres como mi hermano, ¿entiendes? Y, sí me enamoro de mi hermano sería... algo incorrecto —rio por lo bajo, pero al ver el rostro serio de Soobin decidió continuar— En cuanto a lo de Jungkook, ni yo mismo lo entiendo... pero solo sé que él me gusta, me gusta a tal punto de volverme loco. —y para que el pelirrojo le creyera, mostró una sonrisa.

Soobin no respondió.

— ¿Soobin? —el pelirrojo volvió en sí, luego de haber procesando la información que le brindó el amor de su vida—. ¿Estás... molesto?. Yo...no sé que hacer para que te sie-...

— No, no. No podría molestarme contigo, hyung —le sonrió nuevamente. Taehyung volvió su mirada a su libro sobre la mesa—. ¿Me disculpas un momento? Vuelvo enseguida.

Taehyung asintió mientras el pelirrojo se levantaba de su asiento.

Soobin, mirando al techo para retener sus lágrimas, entró al baño más cercano a la biblioteca.
Se encerró en uno de los cubículos y apoyándose en la pared de metal comenzó a sollozar cubriéndose el rostro con sus temblorosas manos.

[...]

    Mientras tanto el pelinegro se encontraba en el comedor, observando como Hyunjin y su novio, Minho peleaban por la última presa de pollo.

— Es la pelea del siglo... —le susurró Yoongi antes de beber su jugo—. ¿Y Taehyung?.

— No... no lo sé —contestó lo suficientemente alto para que todos en la mesa lo escucharan.

— ¿Cómo que no sabes? —Hyunjin se distrajo un momento y Minho aprovechó la situación para llevarse a la boca el último Nuggets de pollo—. ¡Lee Minho!.

— Lo siento, Hyun~ —dijo el moreno con comida en la boca, Hyunjin gritó mientras le daba golpes en el brazo para que se callara. Odiaba cuando su novio hacía eso.

— Mejor ve a buscar a Taehyung —le sugirió Yoongi—. Esto... — señaló a la pareja en frente— se pondrá muy feo.

Jungkook asintió y se levantó de su asiento.

Cuando salió de la cafetería se dirigió a la biblioteca. Sabía perfectamente que Taehyung estaría ahí, era un come libros según sus amigos.

Pero en el trayecto escuchó unos sollozos viniendo del baño. Su curiosidad le ordenó entrar.

Entonces sollozos se escucharon más fuertes, ahí Jungkook se dio cuenta que aquel chico necesitaba su espacio. Se acercó al lavamanos lentamente abriendo el grifo lo más sigiloso posible para no incomodar a la persona dentro del cubículo.

En eso, los sollozos cesaron, solo había silencio.
Cuando Jungkook terminó de lavarse, levantó su mirada, viendo en el reflejo del espejo una figura muy conocida.

¿Soobin?











¡Ya volvieron las actualizaciones!

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