Mi batería se acabó, gracias a ti, gracias a que cada tanto revisaba nuestro chat esperando a que me contestes una vez más.

Conseguí ojeras debajo de mis ojos, todo gracias a que no dormía esperando tus mensajes, mensajes que jamás llegaron, y que en el fondo... sabía que jamás llegarían.

Perdí el tiempo; lo desperdicié.

Todo porque te esperé.

Qué idiota fui.

Qué idiota fuiste.

Tú con novio y yo rogándote.

Él, siempre que te grita.

Yo, siempre que te calmo.

No te gusto, ¿verdad?

Sólo estoy ahí para cuando me necesitas.

Por ti llevo noches sin dormir.

Por ti ya no me puedo concentrar al estudiar.

Por ti no puedo pensar en otra persona.

Por ti me estoy quedando ciega.

Todo es tu culpa.