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¿como se sigue?

.Narra Juana

¿Cómo se sigue?

Una de las mayores preguntas entre todas las que me atormentaban ahora , y no existía respuesta concreta . Solo era obvio lo que estaba había implícito en la pregunta ,había que seguir , aunque no sepamos bien como

Me pasé toda la noche en vela, en parte porque temía que pudiera pasarle algo a Oriana, como caerse de la cama o ahogarse mientras duerme, en parte porqué simplemente no podía dormir.

Mis pensamientos parecían corretear en mi mente, los recuerdos se reproducían una y otra vez como una diapositiva que no se puede apagar.

Me sentía realmente mal por todo lo que había pasado, por todo lo que estaba pasando. Me dolía ver a mi hermana así, me dolía que me rechazara, me mataba la idea de que mis palabras la hubieran herido. Uno de mis mayores problemas siempre fue no saber medir mis palabras. Siempre he sido un completo desastre para expresarme. Uno de los mayores retos en mi vida aun es comunicarme, relacionarme con el resto. Cualquiera pensaría que este problema disminuiría cuando se trata de la familia, desgraciadamente para ambos este no es el caso. Sin embargo con ella, con Oriana todo era siempre mas fácil, aunque no por fácil era perfecto.

Soy consiente de que mas de una vez la he herido. Así como ella mas de una vez me ha herido a mí. Mamá siempre nos dice que el amor verdadero, el puro (según yo el de una familia) no hiere, no hace sufrir. Yo creo que se equivocó en su filosofía y mas bien trató de decir: El amor puro no lastima al propósito. Porque al menos así lo veo yo. Nunca nos hemos herido intencionalmente. Pero eso no quiere decir que no haya ocurrido. En mi caso, en este momento la frase cliché de "en el amor siempre se sufre" no es mas que la cruda realidad. Pero no estoy sufriendo por lo que nos dijimos, eso solo una parte. Estoy sufriendo por ella. Verla así me mata, tal vez no pueda sentir literalmente su dolor físico. Pero aun así lo siento en carne propia como propio dolor.

Puede que ella no lo entienda, o no quiera entenderlo. Pero en una familia, sobretodo una tan unida como la nuestra. Todos sufrimos junto al otro. Por eso que no es ella quien sufre obesidad, sufrimos obesidad. Y nos ella quien recayó, recaímos. Recaímos porque nuestra falta de atención la condujo a esto, recaímos por restarle importancia a este asunto. Porque ella perdió la voluntad y no lo notamos, porque no la ayudamos. No sé si no supo pedirnos ayuda o no supimos escucharla. Sin importar lo que haya sido eso no cambia los hechos. Ella recayó, y nunca antes había estado tan mal. Y ahora nos recuperaremos, tenemos que hacerlo porque ella es joven y aun tiene mucho por hacer, porque merece una vida mejor, lo haremos porque somos una familia y saldremos juntos de esto, porque entramos juntos en esto.

«Familia »

Esa ultima palabra forma un nudo en mi garganta. Estoy segura de que mamá moriría al ver a Oriana en estas condiciones. Estoy segura de que Oriana no me perdonaría que le contara a mamá. Pero no se durante cuanto tiempo podré ocultárselo. Además conociéndola se que se negará a aceptar ayuda profesional, o a salir de la casa si quiera. Todos somos valientes hasta el momento que se trata de nosotros. Ese momento en que ir al doctor podría resultar en la confirmación de una enfermedad o algo similar. Es como fingir estar enfermos para poder faltar a un examen del colegio sabiendo que si no estudias para la próxima vas a desaprobar de todas formas. Por lo tanto lo único que logras es posponer tu mala calificación, pero no logras evitarla. Lo mismo que si no fuéramos al doctor ahora (en caso de que ella este enferma) solo pospondríamos la noticia no la evitaríamos, y lo que es peor empeoraríamos las cosas aun mas.

Aún me quedan miles de preguntas sin respuesta y cientos de pensamientos que tal vez sigan rodando por mi mente toda la semana, tal vez el mes entero. Lo que es seguro es que esta noche no encontrare solución para ello ,y sin embargo tampoco me dejaran dormir. Sin mucho animo me dirijo a la cocina, a tomar un té, a pesar de que sea de madrugada. A pensar en que hacer con mi vida, a pensar en como salvar su vida.

Narra Oriana

No podría decir exactamente a que hora mi hermana se fue de la habitación, tal vez a las tres de la mañana, tal vez mas. Al inicio creí que tal vez se iba al baño pero al ver que no volvía supuse que se había rendido y se fue a su casa. La verdad no la culpo es lo mejor para ambas. Sin embargo algo dentro mío me dice que no se fue, que es tan terca que va a seguir insistiendo.

Hay algo que es seguro, su salida por esa puerta sirvió para detonar mi llanto, ese que con tanto esfuerzo había estado evitando. Lo mas difícil fue verla llorar, escucharla llorar, haberla hecho llorar. Incluso siguió llorando todo el resto de la noche, su llanto parecía ser puñaladas. Podía escuchar como si retumbara en toda la habitación y lo mas curioso fue que en realidad lloraba en un tono bajo. Que se me hizo posible de escuchar por mi insomnio. Solo fingí estar dormida, aunque podía sentir su sufrimiento, comprenderlo. ¿Cómo no lo haría?

Es decir su sufrimiento es originado por mi condición, y nadie comprende mas que yo misma por lo que estoy pasando.

Entiendo que debe ser duro verme así, pero hay una cosa que ella no comprende es que soy yo quien debe querer intentarlo otra vez, al fin y al cabo el sacrificio es mío y lo quien debe querer hacerlo soy yo, y siendo sincera... Creo que ya no quiero intentar.

Narra Juana

Hoy finalmente lleve a Oriana al nutricionista, aun en contra de su voluntad, sé que insiste en que "ella puede sola", pero creo que necesitamos una opinión profesional.

Ha pasado una semana desde que la encontré y por mas que intento nada parece haber cambiado mucho. Trato de hacer que se hidrate porque eso es fundamental y come medido, frutas sobre todo pero honestamente no creo que allá mejorado mucho, aunque eso me gustaría, a pesar mía.

¿Que puedo hacer?

Ya he abandonado mi casa, no la he dejado ni un segundo sola y ella se niega a salir así que solo me instalé, llame al trabajo advirtiendo que si es necesario me descuenten los días que no asistí, y después de todo eso se que sin ayuda de un doctor no vamos a avanzar.

Narra Oriana

Odio ver la mirada de la gente alrededor mío, ni el mas disimulado puede evitar mirarme. Se supone que debería hacerme sentir importante. Pero se que que me observan por la razón equivocada. En otra ocasión habría bromeado con Juana, posando como modelo y diciendo algo como "No me sorprende que me miren ¡Soy irresistible!", o de estar de mal humor habría volteado a preguntar "¿Que tanto miran?". En cambio nada ocurrió, y no porque había adquirido esa "superioridad de poder ignorarlos" tal como insistía mamá o como ahora insiste Juana, si no porque simplemente ya no quería hacerlo, ya no quiero luchar.

La doctora parecía emocionada, sus ojos se abrieron en gran medida cuando me vio, me sorprendió que no me dijera que las ballenas van al veterinario. Luego de subirme a la balanza y pesarme, 150 fue lo que determinó.

150 kilos con 1,63 de altura.

Soy básicamente una petaca, y sigo sin entender porque hay casi un tono alegre en su voz. Tal vez nunca tuvo un paciente que pesara tanto.

¿Se supone que debo darle un premio? Me imagino a doctores reunidos alrededor una mesa apostando al estilo de subasta por que paciente pesa mas.

Sé que exagero pero hasta Juana le molestó su actitud. Me recordó a esa doctora vieja que fue la primera en diagnosticarme obesidad «mamá su hija no tiene huesos grandes, su hija esta obesa» y me hace querer contestar «Doctora la hija aun esta aquí y aunque parezca mas grande solo tiene 8 años ¿quiere ser mas discreta?» Pero no dije nada solo miré el suelo y la ignoré, justamente igual que ahora mientras Juana toma nota de todo y los estudios que me van a mandar a hacer.

—Las cosas no parecen estar tan mal ¿no?—preguntó Juana de regreso a casa.

—¿Qué parte? ¿Que soy una ballena, que mi dieta cuesta una fortuna o que necesito hacerme pruebas hasta para el SIDA?—le respondí indiferente.

—Emm... estoy segura de que no te pidieron lo del SIDA—intenta bromear pero no le respondo—. Voy a hacer las compras, ya sabes por lo que pidieron—me muestra la receta.

—Ahórrate tu dinero no funcionará—le advierto con un tono seco.

—¡Siempre tan optimista!—contesta irónica.

—No estoy jugando, vas a desperdiciar tu dinero y yo voy a seguir igual—le advierto esta vez en tono mas firme.

—No voy a escuchar esto—me advierte.

—Es verdad—insisto.

—Aun no lo intentaste—me responde y minutos después parece arrepentirse de lo que dijo.

—¿No lo intenté? Eso es lo que crees, ¿Qué no lo intenté?—grité sin darme cuenta—. ¿Qué no lo intenté? ¿Cómo crees que llegue a estar así? Un mes entero haciendo dieta, con todo el esfuerzo que sabes que eso me lleva no hice trampa ni una vez, y todo ¿para qué...?

Juana no era capaz de responderme tal vez porque no encontraba la respuesta adecuada o simplemente no se atrevía a interrumpirme.

_¿Te digo para qué? Absolutamente nada. Después de un estúpido mes no había bajado ni un kilo, ni si quiera me había mantenido estable. Lo único que había conseguido fue subir. "145" Fue lo que vi en esa estúpida balanza y ¿sabes qué hice?

Esta vez ella tampoco contesto pero creo que la razón se debía a que conocía la respuesta solo no se animaba a pronunciarla.

_Volví a casa y comí... Comí nunca antes lo había hecho, llegue a un punto en que no sabia si lo hacia por hambre o por el simple hecho de comer y sin darme cuenta seguí haciendo eso durante un mes.

Vi unas lágrimas caer por el rostro de mi hermana entiendo que esto es deprimente y patético, lo sé porque yo también estoy llorando.

_Acéptalo Juana y no gastes más tu dinero ni tu tiempo simplemente soy gorda y no hay nada mas que hacer.

—¡Error!—me corrigió ella—. Estas gorda, no sos gorda. Y además lo que estas haciendo es dejarte morir y no lo voy a permitir— advirtió firmemente dando cierre a la charla.

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