Capítulo 2
Gulf se quedó en silencio por un momento pensando como seguir desde allí, había tantas preguntas que quería hacer y sentía que el tiempo que tenían para ello no iba a ser suficiente, por eso decidió ir con la primera que le había estado rondando la cabeza desde que comenzó a estudiar aquel caso.
—Hay algo que no he podido entender, ¿cuál es tu criterio de elección?, ¿cómo decidías quien sería tu próxima victima?
—No había ninguno, ellas se acercaban por si solas y se convertían en mis musas para realizar mis obras de arte, nunca tuve que ir detrás de ninguna de ellas—. Sonrió con suficiencia Smith.
—¿Quien fue la siguiente?
—Si mal no recuerdo una prostituta de Phuket, me la encontré en la carretera, me pidió que la llevara a un lugar y a cambio me ofreció una noche inolvidable y sí que lo fue—. Sonrió con suficiencia el hombre.
—¿Cómo se llamaba?, ¿qué hiciste con ella? —, pregunto Gulf, necesitaba más información sobre esa victima porque de esa no tenían ningún registro.
—¿Crees que le iba a preguntar el nombre a una prostituta?... pues no, no me voy a estar acordando de los nombres de mis víctimas, pero si recuerdo claramente el arte que hice con ella, fue una de las que más se resistió, así que tuve que usar una droga que la tranquilizara, me encanto golpearla y cortar su rostro con mi cuchillo, sus gritos cuando le corte las orejas fueron como música para mis oídos, fue un hermoso arte, allí nació la idea de la marca...
—¿Porque marcarlos?
—Todo artista firma sus obras, ¿porque yo no lo haría?, quería ser famoso como Ted Bundy y el asesino del zodiaco.
—¿Así surgió la idea de la "X"?
—Tú ves una "X" yo veo una perfecta cruz en diagonal, dos cortes perfectos que conforman mi firma.
—Discúlpame por no apreciar tu arte, pero para mí es una simple "X"
—Te disculpo, no todos saben apreciar el arte, pero yo puedo enseñarte si quieres—. Meneo las cejas de manera insinuante, llevando todo nuevamente al plano sexual.
—Muchas gracias por tu oferta, pero debemos seguir con esta entrevista, ¿quién fue tu siguiente obra de arte?
—Creo que fue una mujer de camino a Chanthaburi, la lleve a nadar en el rio.
—¿La ahogaste?
Smith se encogió de hombros —Necesitaba una carnada, quería ver si podía pescar, así que le coloque una cuerda en el cuello y la lance al rio, hubieras visto la manera que pataleaba intentando quitarse el amarre mientras se estrangulaba con sus propios movimientos.
—¿En dónde quedo su cuerpo?
—Si piensas que la deje hundirse, no lo hice, después que dejo de moverse las cosas se tornaron un poco aburridas, así que la saque y la lleve a la orilla cerca de un lugar escondido en donde nadie me viera, allí termine mi obra de arte, coloque mi firma sobre su pecho y después procedí a cortarla en pedazos, creo que ese día hice una buena acción, alimente a los animales de la zona cuando la repartí alrededor del lugar.
—¿Que vino después?
—Allí comenzó mi momento de inspiración, viaje de un lugar a otro esparciendo mi arte, no recuerdo sus caras y nombres, creo que la única memorable es la mujer que ustedes mismos consiguieron en aquella cabaña, fue divertido ver la cara de su marido cuando la encontró, después de allí termine en Chiang Mai, en donde me encontré con una fiesta de universitarios, me divertí muchísimo, tenia de donde escoger, pero solo dos tontas se me acercaron, querían hacer un trio, ¿te lo imaginas?, fueron unas horas muy placenteras las que pase con ellas, cuando me aburrí simplemente procedí hacer mi arte, allí use el fuego por primera vez, fue tan poético oírlas gritar del dolor, los cortes, la sangre derramada, el olor a piel quemada fue lo máximo, debo confesar que después de terminar con ellas me quede un poco más, quería que fueran apreciadas, así que vi con total satisfacción el momento exacto en el que sus amigos las encontraron, fue espectacular.
—Me lo imagino, querías ver si tu arte estaba causando la sensación que querías.
—Claro que no, esos incultos no apreciarían lo que tenían en frente de ellos, solo quería ver sus expresiones horrorizadas al ver sus cadáveres.
—¿Eran estas chicas? —. Le mostro dos fotos de las que tenía en su expediente y que coincidían con la fecha y las circunstancias que describió.
—Si eran ellas, como olvidar a la de la izquierda, esa chica sí que sabía cómo moverse.
—No lo dudo, aun puedes recordarlas.
—Y también me gustaría recordarte, ¿porque no me enseñas tus movimientos?
—Olvídate de eso y sígueme contando sobre tu arte.
—Bueno después de eso me divertí mucho alrededor de Tailandia, mujeres rubias, morenas, pelirrojas, locales, extranjeras, fue genial, muchas de ellas fueron tragadas por el mar, una lástima porque cada una de ellas fue una obra de arte en sí misma.
—Bien, tengo algunas fotos—. Comenzó a sacar las imágenes y colocarlas en la mesa —Todas ellas fueron reportadas como desaparecidas, ¿reconoces alguna?
Smith las miro detenidamente y selecciono unas cuantas —No me preguntes como murieron porque no lo recuerdo todo en detalle, para ese punto ya mi arte se estaba tornando aburrido, ya no me inspiraba.
—¿Fue entonces cuando cambiaste de víctimas?
—La verdad es que no, esa no fue la razón principal por la cual lo hice.
—¿Qué cambio entonces?
—Regrese a Bangkok y lo conocí a él, me encontré con el hombre que se convertiría en mi musa definitiva.
—¿Te enamoraste de un hombre? —, pregunto sorprendido Gulf.
—Creo que amor es una palabra muy pequeña para lo que él representa en mi vida.
—¡Wow esto si no me lo esperaba!, un asesino que se acostó y mato infinidad de mujeres termino enamorado de un hombre.
—¿Porque no?, cuando conoces a tu persona especial no importa el género... usted no es como mi chico, pero podría divertirme un rato contigo.
—Eres un completo...
—Se acabó el tiempo de visitas—. Su declaración fue detenida por la llegada del teniente Rapheephong —Puede continuar con su entrevista mañana agente Kanawut, es hora de que Boorananut vuelva a su celda.
—Nos vemos mañana agente—. Se despidió con una sonrisa Smith mientras se dejaba llevar por el policía.
—Creo que fue una entrevista interesante—, hablo Bright una vez que ambos se quedaron solos.
—La verdad es que sí, pero estoy tranquilo pude identificar a varias de las víctimas de las cuales no se sabía de su paradero, pero creo que ese hombre es un completo...
—Imbécil, sádico y completamente loco—. Termino la frase el teniente.
—Creo que eso lo describe un poco.
—Él fue así desde el momento que comenzó todo este proceso, pero debo admitir que está haciendo un excelente trabajo, consiguió mas información que nosotros en un día—. No hacía falta que Gulf les rindiera un informe, los altos mandos de la prisión estuvieron todo el tiempo grabando y observando todo el interrogatorio, cosa que sabía perfectamente pasaría, no era su primera vez hablando con un preso importante.
—Pienso que ayudo que me lo tomara como una conversación normal y que no cayera en su juego sádico.
—El simplemente está loco.
—Pero, he de admitir que no espere que me dijera que estaba enamorado y mucho menos de un hombre, no leí nada de eso en los archivos.
—Nosotros tampoco lo sabíamos, es primera vez que escuchamos de eso.
—Bueno, tendré que investigar un poco más sobre ese asunto, allí puede haber información nueva para el caso, no importara mucho, pero por lo menos ayudara a esclarecer ciertas circunstancias en las que murieron las víctimas.
Termino de recoger sus cosas y salió de aquella habitación, dispuesto al volver al día siguiente para seguir resolviendo el rompecabezas llamado Smith Boorananut, el asesino más famoso en Tailandia en muchos años.
Gulf llegó puntual a su segundo día de entrevista, el día anterior había llegado a su lugar de descanso a revisar nuevamente los informes de la investigación, en ninguno de ellos encontró rastro de la presencia de una pareja, es más le parecía algo increíble porque después de haber evaluado su personalidad, era casi imposible que alguien como Smith Boorananut se pudiera enamorar; el hombre había matado una gran cantidad de mujeres, lo cual expresaba su desapego por la vida humana y lo que representaba.
Sin darse cuenta, ya había presentado sus credenciales en la puerta y había ingresado a la prisión, siendo recibido una vez más por el oficial Rapheephong —¿Listo para seguir tratando con el loco?
—Listo, para enfrentarme nuevamente a él—. Le regalo una media sonrisa, mientras se adelantaba para caminar por los pasillos que lo llevarían a la sala de interrogatorio, en donde el oficial que lo acompañaba le dio un asentimiento con la cabeza, dejándolo solo en el lugar preparándose para la llegada del prisionero, quien no tardó en hacer acto de presencia.
—Buenos días agente Kanawut, hoy está más temprano que ayer, espero que haya soñado conmigo, porque yo si lo hice y fueron unos sueños de lo más interesantes con usted como protagonista—, saludo con una media sonrisa, dejando que los oficiales que lo acompañaban lo encadenaran a la silla que le correspondía ocupar.
—Lamento decepcionarlo, pero tuve una noche placentera, sin ningún tipo de sueño de por medio.
—¿Ni siquiera pensaste en mi antes de dormir?
—Pues no, ¿porque lo haría?, el trabajo queda fuera de las horas de descanso—, respondió Gulf con la cara seria, sin querer admitir que el misterio llamado Smith Boorananut era más interesante de lo que debería aceptar y estuvo revisando todo lo que tenía antes de dormirse.
—Hare como que le creo agente—. El hombre frente a él se recostó en el espaldar de la silla esperando cual sería el próximo movimiento del pelinegro.
—Vamos al grano, ¿cuál es nombre de tu pareja?
—¿Cree que se lo voy a decir así de fácil?, él es mi todo.
—Bien, ¿cuéntame algo de este hombre fascinante? —. Esperaba que con algo de lo que fuera a decirle le diera ciertas características que hicieran fácil identificas a esa pareja desconocida.
—Solo tiene que saber que él se convirtió en mi nueva razón de vivir.
—¿Cómo lo conociste?
—Había regresado a Bangkok, estaba aburrido, mis últimas obras de arte no habían llenado mis expectativas, así que pensé que debía probar con algo nuevo, solo por diversión, así que él iba a ser el siguiente, por primera vez plasmaría mi arte en un lienzo completamente diferente, pero jamás imagine que él cambiaria mi forma de ver el mundo.
—¿Qué sucedió?
—Por primera vez fui yo quien tuvo que llamar la atención de mi arte, él no estaba interesado en mí, bueno en nadie, a pesar de que estábamos en un bar gay, solo estaba allí sentado bebiendo tranquilamente una cerveza, al parecer no era consciente de las miradas hambrientas que le estaban dando todos los presentes; debo decir que me sentí un poco insultado, ¿cómo era posible que no se fijara en mí?, por eso y más tenía que ser mío.
—Todo un hombre de las cavernas.
—Podría decirse que sí, pero tenía que ser mío a como diera lugar, hizo que despertaran mis instintos más bajos, por primera vez me iba a esforzar por conseguir algo, debía hacerle entender que yo no era igual a todos los idiotas que lo rodeaban, así que comencé a idear planes para intentar atraerlo, lo primero que hice fue enviarle un trago, en ese momento creí triunfar porque me regalo una sonrisa, pero no fue así, simplemente se levantó de su sitio y me lo regreso, ¿puedes creerlo?, ¡me lo regreso!
—Quizás eso debió de decirte que no estaba interesado.
—¿Cómo iba a pensar en eso?, yo acababa de conocer al hombre de mi vida.
—Un poco exagerado ese pensamiento si me lo preguntas a mí.
—Nada de exagerado, yo tenía las cosas claras y esa sonrisa me confirmo que no le era indiferente, así que espere, estaba decidido, me lo llevaría conmigo así tuviera que drogarlo, a media noche pareció cansarse de todo aquello y se dispuso a retirarse del local, lo seguí hasta el estacionamiento, tenía la inyectadora lista con la droga, pero él se giró hacia mí y me miro serio...
—¿Que paso entonces?
—Me dijo: "Lo que sea que pienses hacerme, quiero que lo hagas yo estando completamente despierto, quiero verlo y sentirlo todo", esas palabras fueron como música para mis oídos, tenía tantas emociones mezcladas en ese momento, sorpresa, histeria y excitación, él vio a través de mí, sabía lo que quería y aun así estaba dispuesto a dármelo.
—¿Cómo sabes que era así?, quizás él en ese momento solo estaba hablando de tener relaciones sexuales; quizás pensó que lo forzarías.
—¡Para nada!, él es especial, lo supe desde el momento que lo vi, así que le extendí mi mano, la tomo y lo lleve hasta mi auto, me porte como todo un caballero, hasta le abrí la puerta.
—¿A dónde fueron?
—A un hotel por supuesto, apenas cerrar la puerta de la habitación supe que había encontrado la razón de mi existencia, él y yo estábamos destinados a encontrarnos, en aquel hotel de carretera lo hice completamente mío, para mi sorpresa yo fui el primero, por eso me propuse ser el único después de ese día, él era mi complemento, lo que estaba buscando y no sabía.
—Si encontraste el amor de tu vida, ¿porque seguiste matando?, ¿porque no te detuviste?
—Simple, ya no era por el hecho de hacer arte, sino porque tenía que proteger lo que era mío, al parecer todos parecían muy interesados en quitármelo.
—¿Y él sabía lo que hacías?
—¡Claro que lo sabía!, no hay secretos entre nosotros, él entendió mi arte, incluso me ayudo a realizar muchas de mis últimas obras.
—Se convirtió en tu cómplice en los homicidios—. Afirmo Gulf mientras garabateaba algo en su libreta, no podía creer que hubieran dos asesinos y no se dieron cuenta de ello.
—La palabra homicidio suena algo fea, mejor dejémoslo en que me ayudaba a crear mi arte, él era una fuente inagotable de inspiración y me ayudaba directa o indirectamente con mis obras, tenía muy buenas ideas.
—Entonces, ¿es igual de loco que tú?
—No te permito que lo ofendas agente, él simplemente dejo salir su verdadero ser, esas pastillas que estaba tomando solo hicieron que suprimiera quien realmente era—. Esa última declaración hizo que algo hiciera clic en el cerebro de Gulf, aquel hombre del que tanto hablaba el prisionero tenia algún tipo de problema mental, por eso eran compatibles, los dos tenían un alto grado de locura.
Había encontrado en aquella entrevista más de lo que podía imaginar, la existencia de un segundo asesino nunca le paso por la cabeza y estaba seguro que a los agentes que lo atraparon e interrogaron tampoco, en las calles de Tailandia todavía había un asesino suelto y solo le quedaba día y medio para descubrir quién era.
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