Una semana después, Liam se sentía orgulloso de todo el trabajo que su equipo había hecho en la cocina de la nueva casa de Louis, no podía esperar a comenzar con las siguientes habitaciones. Toda la semana había tenido la mirada expectante de Harry en cada uno de los movimientos que hacía, y además, Niall también se mantuvo muchas horas junto al rizado, ya que a Louis le había tocado trabajar en su proyecto y presentar avances en la universidad, por lo que su tiempo en casa era muy limitado.

El rubio había comenzado a darle algunas clases a Harry, sin el consentimiento de Louis. Había estado enseñándole e incentivándolo a que dijese al menos su primera palabra. Harry se esforzaba cada día en hacerlo y seguía todas la indicaciones que Niall le daba, pero aún no lograba decir nada.

—Hoy volveré más temprano, es el último día de revisión por el momento, por favor, cuiden a Harry, procuren que nada le falte. —Niall y Liam asintieron por enésima vez.

—Suerte en todo. —Niall le dio un abrazo a su mejor amigo, seguido de un beso en la mejilla. Louis le agradeció y agitó su mano en dirección a Harry, quien le devolvió aquel gesto de inmediato con una sonrisa en el rostro.

— ¿Qué harás hoy? —Niall le preguntó a Liam, quien se dirigió hacia Harry para poder mover su silla de ruedas.

—Creo que comenzaré con la sala de estar. —Liam respondió y arrastró la silla de Harry hacia uno de los rincones de la sala de estar, para que así pueda observarlo.

—Um, ¿ya has comprado los muebles? —Niall cruzó sus brazos sobre su pecho y caminó detrás del castaño.

—Sí, el equipo no tarda en llegar con ellos. —Liam le sonrío—. Niall, ¿te puedo hacer una pregunta? —Murmuró el castaño.

—Ya la has hecho. —Liam puso los ojos en blanco, pero luego rió.

—Hablo en serio. —Niall soltó una carcajada.

—Vamos, no tengas miedo, soy todo oídos. —Niall hizo un gesto con sus manos, tomando sus orejas.

—Bueno, ¿tú realmente estás aquí para cuidar a Harry, o porque estás celoso de él? —Liam sonrió de forma burlona. Niall por su parte no podía creer que en ese momento sus mejillas estuviesen sonrojadas al punto de querer explotar.

—Jesús. —Niall no pudo responder, se sintió muy avergonzado.

Claro que la respuesta sería que estaba celoso, aunque también quería ayudar a su mejor amigo cuidando a Harry, pero los celos eran más grandes. Harry era un encanto, y sabía que Louis estaba realmente interesado en él, pero el rizado se la pasaba gran parte del día embelesado mirando a su Liam, y ya le estaba pareciendo un poco extraño.

Se escuchó la llegada de un automóvil afuera, Liam desvío su mirada y caminó hacia la puerta. Niall agradeció a los más grandes dioses de todo el mundo por haberse salvado de aquella pregunta. El equipo de Liam comenzó a entrar algunos muebles y Niall decidió que era mejor alejar un poco a Harry del lugar, así que arrastró su silla hacia un lugar más seguro, pero aún así le permitió seguir observando todos los trabajos.

— ¿Por qué te quedas tan embobado observando lo que ellos hacen? —Niall preguntó, pero sabía que no obtendría alguna respuesta. — ¿Te gusta Liam? —Esta vez si recibió un gesto como respuesta. Harry movió su cabeza en señal de negación por al menos tres veces seguidas—. Más te vale. —El rubio le sonrió y Harry también lo hizo.

Se quedaron por al menos una hora mirando los movimientos de los trabajadores, Niall pudo comprender que era emocionante cómo todo iba cambiando a cada segundo que pasaba. Puede que a Harry lo haya cautivado aquello, y puede tener algo de lógica al pensar que también era un científico que le gustaba observar todo a su alrededor en su más mínimo detalle. Harry estaba comenzando a ser curioso, estaba comenzando a formular tantas preguntas en su cabeza como podía. El rubio se sorprendía de lo rápido que Harry estaba recuperando todo aquello que perdió hace cien años. Avanzaba muy rápido.

— ¿No te parece lindo? —Niall rompió el silencio llamando la atención de Harry—. Me gusta, pero tú ya lo sabías —Rió. El rizado levantó su pulgar como Louis le había enseñado—. Liam es un sueño. ¿Ya viste ese cuerpo? Está de muerte. — Harry frunció el ceño, Niall por su parte siguió soltando suspiros como una chica enamorada.

Liam se giró hacia ellos y les sonrió. Harry quiso reír al ver la expresión de Niall.

—Este hombre me matará uno de estos días. —El rubio soltó un suspiro. Vio la hora en su reloj, y supo que en algunas horas Louis llegaría con buenas o malas noticias, así que quiso prepararle alguna sorpresa para cual sea la ocasión—. Bueno, Harry, ha llegado el momento de seguir con nuestras clases de lenguaje.

Niall arrastró la silla de Harry hacia el comedor para tener un poco más de privacidad y silencio. Dejó a Harry a un lado de la mesa, y él se sentó en una de las sillas.

—Antes de comenzar, ¿sabes que Louis hoy tenía algo muy importante que hacer? —Harry asintió, aunque no supo exactamente a lo que se refería con la revisión de un proyecto— ¿Quieres darle una sorpresa para alegrarlo? —El rubio preguntó con un tono infantil.

Harry se quedó pensando unos momentos. ¿Qué podría darle él a Louis?

— ¿Quieres intentar decir Louis una vez más? Como lo ensayamos ayer. —Harry entendió ahora a lo que Niall se refería con una sorpresa y no dudó ni un segundo en asentir.

Niall tardó al menos media hora recordándole a Harry cómo mover su boca al momento de formular alguna palabra. Al momento de intentar que el rizado dijera "Louis", balbuceos fue lo único que salió de la boca del rizado. Niall no quería admitirlo, pero Harry le estaba causando bastante ternura.

—Vamos, una vez más: Louis. —Deletreó cada una de las letras muy lento.

—Lo... —Harry se quedó en silencio.

—No te rindas, lo estás haciendo bien. —El rubio lo animó, ya que el rizado comenzó a sentirse angustiado al no poder lograrlo—. Una vez más.

—Lou... —Niall saltó del asiento emocionado.

— ¡Bien!, ¡lo estás logrando! Louis estará muy orgulloso de ti. —A Harry le brillaron los ojos. Tomó un poco más de aire y miró al rubio.

—Louis. —Al fin logró decirlo, Niall ahora soltó un grito más fuerte, llamando la atención de Liam, quien apareció muy asustado por la puerta.

— ¿Por qué gritas? —El castaño llevó una de sus manos a su pecho.

— ¡Harry lo ha dicho! —Niall exclamó emocionado.

— ¿Qué? ¿Niall te has fumado algo? ¿Harry, él te ha dado algún poco de eso? —Niall lo miró enojado de inmediato y no dudó en golpear muy fuerte su brazo.

—Harry ha logrado decir Louis —Liam frunció el ceño sin creer lo que el rubio acaba de decir.

— ¿Es en serio? —Liam miró a Harry y éste asintió.

—Louis. —Repitió, y Liam abrió su boca muy sorprendido.

— ¡Tenemos que grabarlo! —Niall corrió en busca de su cámara, pero Liam lo detuvo.

—Espera, me acabo de dar cuenta que estamos actuando como Louis, hace unos días nos estábamos burlando de él por tratar a Harry como un bebé, y ahora quieres grabar su primera palabra, eso suena muy de padres. —Niall asintió, pero aún así fue en busca de su cámara.

—Vamos Harry, ahora di Liam. —El castaño susurró cuando Niall se fue. Harry negó con una sonrisa—. Oh, vamos. —Liam insistió, pero el rizado volvió a negar.

—Ya volví. ¿Qué le has dicho al niño? —Niall puso su mano libre sobre su cadera.

—Nada, señora Horan —Liam tapó su boca para evitar soltar una carcajada al ver la expresión del rubio.

—Señora tu abuela. —Le pegó en la cabeza, y Liam esta vez se quejó, ya que el rubio tenía el teléfono en su mano.

—Tranquilo, tranquilo. —Liam levantó sus manos rindiéndose.

—Bien, ahora Harry, es el momento para que digas lo tuyo. —Niall levantó la cámara y comenzó a grabar al rizado.

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Louis soltó un suspiro cansado, todo su esfuerzo estaba valiendo la pena, había pasado muy bien las revisiones, estaba haciendo un buen trabajo y eso lo ponía muy contento. Miró su reloj una vez más, iba tarde, mucho más tarde de lo que prometió esta mañana, por eso le había pedido gentilmente a Zayn que lo llevara hasta su nueva casa, claro que no se salvó de las preguntas del ojimiel. Fue discreto y no le contó nada sobre Harry, pero le prometió que lo invitaría para la inauguración, y ahí sería imposible ocultar al rizado.

Abrió la puerta de su casa, encontrándose con una sala de estar completamente renovada, casi pegó un grito de tan hermosa que ésta se veía. Dejó sus cosas sobre uno de los nuevos sofás y caminó hasta la cocina, donde escuchó murmullos de sus amigos. Vio Harry comiendo, siendo ayudado por Niall, y sonrió al ver que el rizado lograba tomar el tenedor con sus propias manos y era capaz de llevarlo a su boca. Ya tenía movilidad en sus brazos y eso era genial. Liam se acercó a él para saludarlo, llamando la atención de los otros dos chicos.

— ¿Tenemos que celebrar o llorar? —Niall preguntó antes de saludarlo.

— ¡Celebrar! He pasado la revisión. —Exclamó el ojiazul emocionado. Sus amigos no tardaron en felicitarlo y llenarlo de abrazos.

Louis estaba muy feliz, y su felicidad contagió a Harry, quien dejó de comer para agitar su mano hacia Louis. El ojiazul rápidamente se acercó a él y sin pensarlo, le plantó un beso en la mejilla como un simple saludo.

—Gracias Harry, todo esto es por ti. —Dijo con entusiasmo. Pero Harry lucía confundido y perplejo, porque Louis puso su boca en su cara. Eso es raro.

—Ya, creo que lo has asustado, Louis. —Se burló Liam, sonriendo en dirección a los chicos. Louis inmediatamente se apartó del rizado.

—Oh, perdón, estoy muy feliz, lo siento. —Se disculpó, sonrojándose un poco—. Dar besos es algo muy normal cuando sientes cariño por otra persona. No te había enseñado eso, pero ahora lo sabes. —Harry solo sonrió con aprecio.

—Bueno, ya llegaste, ya nos vamos. —Dijo Liam, tomando el brazo de Niall, quien pareció confundido.

—Pero no he terminado de darle la comida a Harry. —Se quejó, pero Liam no soltó su agarre.

—Para eso está Louis, ya nuestro trabajo aquí terminó. —Hizo señas, moviendo sus cejas, y Niall le guiñó un ojo.

—Oh sí, ya recordé. Debemos irnos. —Dijo con euforia, sacudiendo la mano—. Harry, haz lo tuyo. —Le guiñó un ojo a Harry antes de desaparecer de la cocina junto a Liam.

Louis frunció el ceño, un poco molesto con la confianza que había tomado Niall con Harry, y molesto por la enorme sonrisa que el rizado le acababa de regalar al rubio. Louis se sintió reemplazado.

—Y bien.. ¿Cómo se portaron contigo hoy? Espero que te hayan cuidado tan bien como yo, aunque tú y yo sabemos que eso es imposible. Nadie podrá cuidarte como yo, es decir... Dime que sabes de lo que hablo, no me hagas sentir como un idiota. Sé que entiendes a lo que me refiero, ellos no son tan delicados, y no saben cómo tratarte. A menos de que prefieras a alguno de ellos... Entonces en ese caso, debería callarme. Solo digo tonterías, lo siento. Te extrañé, aunque solo estuve fuera unas cuantas horas. —Se encogió de hombros.

Harry no dijo nada, simplemente lo observó embelesado, y Louis comenzó a ruborizarse.

Después de ayudar a Harry con la comida que quedó en su plato, se puso de pie.

—Hoy fue un día grandioso. Me encantaría llevarte a una de mis presentaciones, pero antes debes recuperarte. —Le dio la espalda para abrir uno de los gabinetes y sacar una bolsa de galletas—. Tengo mucha hambre, así que solo voy a comer unas cuantas de estas.

Le habló dándole la espalda, sintiendo sus ojos traspasándole el cuerpo. De pronto se giró, sintiendo sus mejillas arder. Lo vio allí, en el mismo lugar donde lo dejó, y se rió de sus tontos pensamientos. Vamos, Harry no tendría pensamientos indecentes, era como un pequeño bebé inocente. Louis podría desnudarse y Harry no tendría malos pensamientos. Claro que Louis no pensó en desnudarse frente a Harry, era solo un ejemplo.

—¿Te han aseado? —Preguntó, a lo que Harry respondió sacudiendo la cabeza. Louis puso los ojos en blanco—. Bien, voy a preparar la bañera.

Harry esperó en la cocina mientras que Louis preparó lo necesario para el baño.

Louis había notado que la hora del baño era uno de los momentos favoritos del rizado, ya que se mostraba muy feliz cuando su cuerpo entraba en contacto con el agua. El terapeuta había mencionado que el agua era buena estimulante para los músculos, y ayudaba al proceso de la movilización. Pero Louis no podía evitar sentirse incómodo cada vez que tenía que bañarlo. Tenía que asearlo seguido, ya que Harry aun no sabía decir cuando tenía ganas de ir al baño. El doctor recomendó que usara pañales hasta que pudiera controlar sus necesidades, tal como un bebé que aprende a ir al baño. A cualquiera le parecería sencillo, pero no era el caso de Louis, ya que se le hacía imposible no mirar a Harry con otros ojos. A veces su cuerpo reaccionaba de manera involuntaria, y tenía que pensar en otras cosas para no hacer muy notorio su embelesamiento, aunque Harry ignoraba cualquier actitud extraña. Solo entendía las cosas que le eran explicadas.

Cuando terminó de desvestir a Harry, lo ayudó a entrar en la bañera con agua tibia. El rizado sonrió tan pronto como sintió el agua tocando sus pies.

—Te gusta mucho, ¿no? —Harry asintió y observó el agua de manera curiosa—. ¿Puedes tratar de mover tus pies en el agua? Un simple movimiento, hazme sentir orgulloso. —Lo animó, y Harry dejó de mirar el agua para enfocarse en Louis, sonriendo en su dirección.

Esas pequeñas sonrisas iban a acabar con su cordura, lo sabía.

Harry logró mover los dedos de sus pies, y logró mover sus pies en círculos, pero se le hizo imposible hacer otro movimiento. Sus piernas parecían adormecidas aún. Pero Louis le sonrió, sin embargo.

—Eso está muy bien, pronto podrás chapotear en el agua, sé que lo harás. —Dijo con entusiasmo, antes de tomar el bote de champú y rociar un poco sobre el cabello del chico.

Roció un poco en el agua también, ya que había notado lo mucho que a Harry le gustaban las burbujas que se formaban en el agua. Comenzó a masajear su cuero cabelludo, disfrutando de la suavidad de su cabello. Harry se relajaba mucho con los masajes de Louis, se quedaba inmóvil y cerraba los ojos igual que un gatito. Louis lo miraba con adoración, deseando que Harry pudiese corresponder sus sentimientos algún día.

Louis permitió que Harry se divirtiera observando las burbujas en el agua, y tratando de atraparlas torpemente, hasta que éstas desaparecieron por completo. Lo ayudó a salir de la bañera y lo cubrió con una toalla antes de volver a sentarlo en su silla de ruedas.

Una vez que ya los dos estuvieron preparados para dormir, Louis tomó un libro que había leído por la mitad, y continuó con la lectura. Esta vez Louis sintió sueño antes que Harry, por lo que se quedó dormido con el libro en sus manos. El rizado frunció el ceño al notar que la voz de Louis se detuvo, realmente quería terminar de escuchar la lectura. Quería llamar la atención de Louis, así que probó lo que Niall le había enseñado.

—Lo... Lis. —Murmuró, pero Louis no lo escuchó—. Louis.

Harry sonrió, sintiendo orgullo, pero el ojiazul siguió dormido, lo que realmente decepcionó al rizado.

— ¡Louis! —Exclamó, sacando fuerza desde lo más profundo de su garganta.

Louis se removió, y abrió los ojos con pesadez. No reaccionó al momento, pero luego notó que ellos eran los únicos en la habitación, y esa voz no la conocía. Se giró hacia Harry, mirándolo perplejo.

— ¿También escuchaste eso? Creo que hay un intruso en casa. —Se puso de pie rápidamente, y Harry lo miró confuso.

—Louis. —Lo llamó de nuevo, entonces Louis dejó caer el libro en el piso, y lo miró con asombro.

— ¡Fuiste tú! —Gritó, cubriéndose la boca enseguida—. Tú acabas de decir mi nombre, acabas de decir Louis. Oh por Dios, debo estar alucinando, llevo tanto tiempo deseando escuchar tu voz. Dios mío, ¿puedes repetirlo? —Preguntó con esperanza de no estar soñando. Harry le regaló una sonrisa adorable.

—Louis. Louis. Louis. —Repitió. Y esa voz, joder, esa voz ronca hizo que Louis sintiera una explosión de sensaciones. Ya no tenía sueño. Podría escuchar esa voz toda la noche.

Se sintió extraño, sintió muchas cosas. Quiso llorar, gritar, saltar, besar a Harry. Quiso grabarlo para así poder escuchar su voz cuando sintiera la necesidad. Quiso llamar a sus amigos a media noche solo para contarles, pero no quiere compartir este momento con nadie.

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