
20. Knowledge
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--Taehyung... debes comer fruta --regañaba el doncel mayor a su hijo --es suficiente kimchi por ahora --agregaba, quitándole el cuenco y entregándole una naranja ya pelada a cambio.
Seokjin miraba divertido la escena de como su novio era regañado y cuidado por su padre.
--Está bien, pero no quiero naranja --respondía necio, dejando la naranja en la mesa --mejor comeré algo de mango. --respondía el doncel, abultando sus labios adorablemente y tomando la fruta y un cuchillo.
El doncel mayor sonreía con dulzura ante la obstinación de su hijo y negaba con la cabeza, luego dirigía su mirada al castaño quien quería pasar lo más desapercibido posible --...Y Seokjin --continuaba el señor Kim y el mencionado daba un respingo al escuchar su nombre --¿qué haces? ¿a qué te dedicas? --preguntaba a Jin, quien se limpiaba la boca con la servilleta y enderezaba su postura antes de responder.
--Bue-bueno --aclaraba su garganta --yo soy el director ejecutivo en la empresa de marketing y telecomunicaciones de mi abuelo, Kim Youngho, Kim Visuals & Marketing.
--¿Tú abuelo es Kim Youngho? --preguntaba asombrado, el castaño asentía-- Wow, qué pequeño es el mundo.
--¿Lo conoce?
--Por supuesto que sí, hemos trabajado con él desde que comenzamos a abrir hospitales y clínicas de fertilidad hace casi 20 años. Hace poco fui a verlo a uno de nuestros hospitales. Me alegro de que todo haya sido solo un susto --decía, para luego tomar un sorbo de té.
--Sí, yo también. Mi abuelo es además como mi padre, prácticamente es la única figura que veo como tal. --contaba con sinceridad.
--¿Y Choi? Tengo entendido que él es tu padrastro. --preguntaba el señor Kim.
--Sí, lo es, por desgracia. Es por él que estamos en esta situación. Aunque gracias al accidente que provocó pude conocer a Taehyung, es lo único que le agradezco. --Seokjin le dedicaba una mirada llena de amor a su novio, quien la devolvía sonriente aunque con las mejillas llenas de fruta.
--Taehyung me dijo que el accidente fue provocado, ¿es eso cierto? --preguntaba preocupado.
--Sí, y estoy 100% seguro que Choi está detrás de todo, junto a su hijo, claro está. --Seokjin respondía serio.
--Entiendo. --contestaba el doncel mayor, mirando a su hijo, para luego tomar su mano. --Entonces, ¿qué podemos hacer para ayudar?
Jin miraba por unos segundos al par de donceles. Tenía miedo por Taehyung, pero podía ver la mirada fiera de su papá, que haría y daría lo que fuera por su hijo y asintió. --Por ahora, protección para Taehyung. Vigilancia las veinticuatro horas del día, algún guardaespaldas, chofer personal, cámaras y no exagero, he descubierto tantas cosas estos últimos meses que me han revuelto el estómago. --respondía con detalle.
El señor Kim asentía --Considéralo hecho. Ahora que mi bebé me hará abuelo, con mayor razón debemos cuidarlo. --decía del doncel mayor apretando la mano de su hijo. --cuando me enteré de su embarazo, casi me da un infarto. No lo podía creer.
El rubio se ruborizaba violentamente.
--Taehyung me explicó que las probabilidades de concebir para él eran casi nulas, así que también me sorprendí cuando me lo contó, pero también me alegré, no le voy a mentir.
--A mi me tomó años concebir a Taehyung. Tres fertilizaciones in vitro fallidas, además de todo el tiempo que dedicamos de manera tradicional, claro está. Hasta que un día, de repente, estaba encinta, de manera completamente natural. Fue un shock para su padre y para mi, porque ya nos habíamos resignado. Es muy díficil para un doncel concebir, tienen que haber multiples factores para que eso ocurra, especialmente compatibilidad en los genes, no cualquiera puede embarazar a un doncel, debe existir la compatibilidad, pero además, después de estudiarlo, descubrimos que Taehyung es tan o más fértil como cualquier mujer promedio.
--¿Es esta conversación necesaria? --agregaba incómodo el mencionado.
--Tu novio tiene curiosidad, cariño, el mismo que te embarazó y es lo más lógico, los donceles poseemos una rareza inigualable, además del encanto que ninguna fémina tiene --decía el doncel mayor con orgullo. --Tu padre tuvo que pelear con medio Corea del Sur para lograr tener una cita conmigo. --le respondía a su hijo y luego se dirigía al castaño. --Considérate afortunado, Seokjin, mi hijo te eligió a ti e inconscientemente decidió que serías quien fecundara uno de sus óvulos. Aunque claro, creo que sabes que esta no es su primera gestación.
Un silencio trémulo inundó el ambiente, pero fue Jin quien decidió romperlo, sobre todo después de ver la expresión dura de Taehyung.
--Sí, bueno, ahora me tiene a mí y como pensé que lo había perdido para siempre y lo volví a recuperar, no lo pienso dejar ir jamás, Taehyung es mi vida entera, es lo único que necesito, no me interesa nada más. --decía Jin, mirando con adoración a su novio y luego posaba su mano en el vientre del rubio --bueno, él y ahora nuestro hijo.
--Eso espero, Seokjin. Como sabes, mi bebé ha sufrido mucho, demasiado. Lo único que merece ahora es ser feliz, así que cuento contigo para eso. --el mayor se limpiaba con una servilleta y se ponía de pie. --Y ya es hora de que me retire. Tengo turno en media hora más y esos bebés no llegarán solos al mundo, alguien debe practicar algunas cesáreas hoy. Seokjin, fue un gusto conocerte al fin, mi hijo tenía razón al decir que eres muy guapo --el rostro de Jin se encendía hasta las orejas, Taehyung soltaba una risita. El señor Kim sonreía de manera dulce --Cariño, te esperamos el sábado para comer, lleva a tu novio contigo --le decía al rubio, dándole un beso en la coronilla.
Taehyung acompañaba a su padre a la puerta mientras Jin se ponía de pie y se despedía con una inclinación. Cuando el doncel cerraba la puerta el castaño botaba todo el aire de sus pulmones y se derretía en la silla. El rubio volvía a reír.
--No te rías, eso fue estresante --soltaba Jin, casi desmayándose en la silla.
--Lo importante es que papá te aprueba, así que quédate tranquilo. --hablaba el doncel acercándose a la mesa.
--Está bien. ¿Quieres más fruta? --preguntaba Jin, evaluando las opciones a ofrecer.
--En realidad... quiero otra cosa --respondía Taehyung en tono coqueto --fueron demasiados meses sin ti, Jinnie... --decía con una voz sensual y ronca, acercándose al castaño para luego caer de rodillas frente a él, lo que hizo que Jin tragara saliva.
--¿Me extrañaste m-mucho? --preguntaba Jin, mientras veía como lentamente el doncel acercaba sus manos a sus muslos.
--Como no te lo imaginas, acaso ¿no me extrañaste tú? --insistía el doncel abriendo el botón del pantalón del castaño lentamente mientras se relamía los labios.
--Como no tienes idea --respondía el castaño entre suspiros. Observaba detenidamente la imagen ante él y no podía creer lo afortunado que era de tener a ese chico tan hermoso de rodillas ante sus pies. Lentamente, acercó su mano y acarició su suave y esponjoso cabello rubio, para luego llevarla hasta su mentón y luego con el pulgar tocar su labio inferior. Taehyung suspiraba gustoso ante el tacto de su novio y lamía su dedo para luego meterlo en su boca. --tenemos mucho tiempo por recuperar --decía Jin, volviendo a tragar saliva ante la erótica vista.
Taehyung comenzaba a masajear con su palma la creciente erección de su novio a través de la tela del boxer gris.
Con un chasquido y algunos sonidos de húmedad, Taehyung quitaba de su boca el dedo pulgar de Seokjin. --Vas a follarme ahora, fuerte, duro. --afirmaba con seguridad, mirando fijamente a los ojos de su novio, casi haciéndolo temblar por la profundidad de su mirada.
--¿Sí? --preguntaba jadeante.
--Sí --respondía seguro --pero antes te la voy chupar --determinaba, haciendo que Jin se acomodara un poco en su asiento para él poder bajarle pantalón y boxer hasta las rodillas y liberar esa dolorosa erección. El doncel escupía en su mano y comenzaba un lento y tortuoso masaje a la polla de Seokjin quien volteaba sus ojos y tiraba su cabeza hacia atrás ante la agradable sensación de alivio y placer.
--Eres tan perfecto, me siento indigno de siquiera mirarte --decía, aún con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, mostrando su cuello y tentadora manzana de Adán.
--No seas ridículo --contestaba Taehyung con humor.
--Hablo en serio, bebé, eres- ¡oh! Oh, joder, sí, amor... --Jin no alcanzaba a replicar cuando el rubio comenzaba a lamer lánguidamente, desde la base hasta la punta de la ya húmeda y caliente polla de su novio, para luego metérsela por completo en su boca.
--Oh, amor... joder, sí. Lo haces tan bien, bonito.
Taehyung comenzaba a subir y bajar, ahuecando sus mejillas y evitando rozar con sus dientes. Trataba de meterla lo más profundo posible hasta casi sentir arcadas. Saliva comenzaba a escurrir por sus comisuras y pequeñas lágrimas se comenzaban a acumular en sus ojos. Se quitaba la polla de la boca con un pop, para luego masajear con el pulgar la hendidura del rojizo glande de Seokjin, destilante de presemen.
--Jinnie. Fóllame la boca. Tómame del pelo, hazlo --pedía jadeante y caliente. Jin asentía enérgicamente, como un estúpido, mientras miraba embobado el desastre en el que se estaba convirtiendo su novio.
Atrapaba entre su puño unos mechones de pelo rubio y acercaba su polla a la boca del doncel. Sumisamente, Taehyung abría la boca para recibirlo y Seokjin comenzaba lentamente a embestir su cavidad bucal.
Luego de unos minutos, el doncel se liberaba del agarre del mayor --Jinnie, te estás conteniendo. No lo hagas. --decía, para luego tomar la mano de Jin que agarraba su pelo y sostenerla con fuerza. --¡Así! Hazlo con fuerza, Kim. --retaba con fuego en los ojos.
Seokjin casi se corre con solo ese gesto, Taehyung era sumiso y dominante a la vez. Nuevamente asintió, tomando una profunda respiración y luego embestía la boca del doncel con rudeza.
Lágrimas involuntarias comenzaban a recorrer las mejillas del doncel, mientras Jin daba salvajes estoques a su boca.
Luego de unos minutos Jin bajaba la intensidad --No me quiero correr aún, bonito, todavía quiero follarte bien. --tomaba al chico de la mano y lo levantaba para luego sentarlo a horcajadas sobre él.
Con la manga de su camisa, Jin limpiaba la saliva que escurría hasta el cuello de su novio y con sus dedos secaba sus lágrimas.
--Te amo. Te amo. Te amo, Taehyung... --es lo único que decía antes de follar con su lengua la boca del rubio. Un beso absolutamente fogoso se llevó a cabo, como queriendo recuperar el tiempo perdido.
Seokjin tomó el nudo de la bata del doncel y lo abrió, quitándosela completamente.
Tomó entre sus manos el pomposo trasero de su chico guiando su dedo corazón a su entrada y al fin se separó unos pocos milímetros de la boca de su chico. --Estás mojado. ¿cómo es posible? --le preguntaba, aún asombrado por su compleja y maravillosa anatomía.
--Cosa de donceles, cariño, tengo un útero y un cuello uterino que funcionan perfectamente bien, pero ahora no es momento de hablar de eso. --respondía el doncel en el oído de Seokjin, para luego morder con suavidad el lóbulo de la oreja de este, mientras que con una de sus manos dirigía la palpitante polla de su novio, acercándola a su entrada.
--De-detente. A-aún no te he preparado, bebé, no quiero hacerte daño --decía Jin casi entre dientes.
--No lo harás... --respondía para luego descender por la hombría de su novio, sin dejar de mirarlo a los ojos y mordiéndose el labio inferior.
Seokjin siseaba. Se sentía sofocado, su doncel era jodidamente ardiente, además comenzaba a sentirse agobiado por como era apretado tan deliciosamente por las calientes paredes de su novio. Pero, como si no fuera suficiente, Taehyung decidía que era buena idea comenzar a moverse sobre él, dando pequeños saltitos mientras gemía en su oído.
No, Seokjin no estaba muy prepadado para todo eso y tuvo que distraerse, pensar en su abuelo o peor, en su padrastro si no, se correría muy pronto.
Comenzaba a lamer y mordisquear los sensibles pezones del doncel, mientras este hacía un vaivén con sus caderas. Gemidos dulces y extasiados liberaban sus labios.
--Oh. Mierda, Taehyung, eres tan... demasiado... --ni siquiera tenía suficientes palabras. Así que decidió morder suavemente el hombro del rubio y besar y dejar marcas en sus preciosas clavículas.
De repente, luego de unos minutos, el doncel en un arranque de locura se ponía de pie y se giraba apoyando sus antebrazos sobre la mesa del desayuno, incitando a su novio con su redondo y prominente trasero y su mojado agujero --¿Qué esperas, amor? Fóllame. --insitaba candente y sumiso. Pero había algo en él, algo distinto, osadía en sus ardientes ojos de miel que Seokjin estaba comenzando a adorar.
Así que a Jin no tuvieron que pedírselo dos veces; se acercó, tomándolo de las caderas fuertemente y de una sola estocada lo penetró con fuerza, haciendo temblar las piernas del doncel, quién gritó y rió al volver sentirse lleno.
Las embestidas eran tan poderosas que las tazas, platos y frutas comenzaban a caer de la mesa, mientras la habitación se llenaba de los gritos desesperados de Taehyung. Eso era música para los oídos de Seokjin, quien sostenía con tanta fuerza al doncel, que sabía que dejaría marcas ahí en su suave piel canela.
--¡Jin! Oh, no, ¡para! Mierda, Jin, mmm~ Justo ahí, amor. --lograba vociferar el rubio, mientras Jin lo tomaba de sus brazos para sostenerlo desde ahí y continuar penetrándolo de manera bestial. --Jinnie, no... Por favor... me corro, ah, ah...-- rogaba sollozante Taehyung, mientras todo su cuerpo temblaba y el inminente orgasmo se acumulaba en su vientre.
Pero Jin, lejos de detenerse, proseguía, mientras su chico se sacudía de manera violenta y eyaculaba, lanzando hilos blancos de semen en la mesa, entre gritos roncos, casi desgarrando su garganta.
--Ven, rápido, volteate, volteate bebé, acabaré en tu cara... --pedía el castaño y el doncel aún sin salir de la ola placentera de su orgasmo, se volteaba, cayendo de rodillas para recibir la corrida del mayor, sacando su lengua. --Oh. Joder, Taehyung... Mierda, que caliente eres... --se liberaba, manchando la preciosa y enrojicida cara de su chico.
Seokjin caía de rodillas frente a él y apoyaba su cabeza en el hombro del rubio para tomar aire desesperado, sudoroso y agitado. Cuando su respiración se hubo tranquilizado, tomaba una de las servilletas que había sobrevivido del apasionado encuentro y limpiaba con cuidado el rostro de su novio. El doncel le devolvía una sonrisa con los párpados caídos por el placer y el cansancio.
--Yo también te amo, Jinnie. --le decía dulcemente, para luego besarlo con suavidad.
De repente el sonido del teléfono de Jin repiqueteaba en su bolsillo.
--¿Hola?
--Seokjin, ¿Por qué no estás en la oficina? --la irritante voz de Choi le preguntaba con voz fría desde el otro lado de la línea.
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