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A Seokjin lo despertó el tono de llamada de su propio teléfono y unos rayos de sol que se colaban por las cortinas y daban justo en su rostro. Estaba demasiado cansado para abrir los ojos y su cuerpo se sentía atrapado en la cama, así que solo dejó que sonara hasta que el ruido molesto se detuvo.

Lentamente abrió los ojos y comprendió por qué no podía moverse y es que, literalmente brazos y piernas estaban entrelazados con las de un rubio precioso a su lado. Sonreía y luego parpadeaba comprendiendo de qué se trataba, porque no era un sueño. Era real. Estaba ahí, a su lado. Su doncel.

La hermosa cara del chico estaba a pocos centímetros de la suya y se dedicaba a detallarlo con sus ojos, acercando una de sus manos para mover uno de sus rizos, apartándolo de su rostro. Había olvidado cuánto lo cautivaban esos lunares tan estratégicamente ubicados

Es tan precioso.

El teléfono volvía a sonar y tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para alejarse de ese ser angelical y tomar su teléfono que estaba dentro del bolsillo de su pantalón, hasta que lo alcanzaba.

Seis llamadas perdidas y unos cuantos mensajes, la mayoría de su secretaria. Veía la hora y eran casi las 10 de la mañana.

Pulsaba el botón de para devolver el llamado y esperaba.

--Señor Kim... --contestaban desde el otro lado de la línea.

--Buen día, Jennie. --hablaba el castaño con la voz aún ronca.

--Señor Kim, buenos días, disculpe que haya insistido tanto, pero usted nunca falta al trabajo y me preocupé... --respondía la chica.

--Está bien. No podré ir hoy, estoy algo... --miraba a su derecha y sonreía --indispuesto. Tendré que tomarme el día.

--Lo comprendo, señor Kim, no se preocupe. Cancelaré sus citas y modificaré su agenda. --hacía una pausa para agregar algo más. --Señor Kim, algo más. Su padre estuvo aquí, quería verlo. Puede que lo llame.

Seokjin tragaba saliva y volvía a mirar a su derecha.

--Lo llamaré más tarde. Gracias, Jennie.-- y colgaba sin esperar respuesta.

El doncel de repente abría los ojos y buscaba los del castaño.

--Estabas despierto --afirmaba.

--Lo estaba. --confirmaba con una suave sonrisa.

Jin lo atraía hacia su cuerpo.

--Y... ¿quién es Jennie? --preguntaba Taehyung con una voz sutil.

Jin sonreía --Es mi secretaria y asistente. Ella prácticamente debería tener mi puesto, es bastante profesional.

--Okey. --simplemente respondía el rubio, con el ceño fruncido.

--¿Qué es?, dilo. --hablaba el castaño curioso por el repentino cambio de actitud del doncel

--No es nada. --respondía simplemente.

--Claro que algo ocurre, dilo, ¿qué es?. --insistía, incorporándose un poco para mirarlo detenidamente.

--Es solo que... me preguntaba... ¿Qué tan lejos has llegado con esa tal Irene? --lograba decir, abultando sus labios, ruborizándose.

Lucía tan adorable. Jin lo meditaba un poco y podía notar algo de molestia y ¿celos? en la pregunta.

--Si piensas que me acosté con ella, no, no lo hice. Aunque muchas veces ella quiso insinuarlo, jamás pasó siquiera por mi mente. --respondía sinceramente. --Lo único que hacía, y no siempre, era besarla y solo fueron besos de pico. Jamás fue más que eso. Una vez ella me reclamó ser tan frío y mi excusa fue que apenas nos estábamos conociendo y ella quedó conforme con mi explicación. Jamás podría tocar otra piel cuando ya probé la tuya. Aún así debía actuar como su novio, no podía arriesgarme a que supieran de ti --se acercaba al rubio y besaba su hombro desnudo con dulzura.

Jin se acercaba aún más al doncel y lo apretaba contra su cuerpo y este a su vez envolvía un brazo y una pierna en él.

--Te extrañé mucho, Jinnie. Creí que iba a morir sin ti. --confesaba con un suspiro, aferrándose al cuerpo del castaño.

--Te entiendo completamente, ha sido insoportable. --Jin le dejaba un tierno beso en la sien al rubio y a este de repente le rugía el estómago. --Tienes hambre. --afirmaba el castaño.

--Sí, tranquilo no es nada. --decía moviendo una mano para tranquilizarlo.

--¿Cómo que no es nada? Debes alimentarte bien, comer a tus horas. Ingerir frutas, verduras y todas esas cosas. Después de todo, llevas al pequeño Tae ahí en tu pancita. --le regañaba.

--O al pequeño Jin --objetaba Taehyung con una risita.

--No. Nuestro bebé tiene que ser como tú. Es lo único que podría pedir en esta vida. --respondía con una sonrisa.

--¿Y si es... un doncel? --preguntaba preocupado.

--Mejor aún. --respondía rápidamente Jin. --Lo cuidaremos como si nuestra vida dependiera de ello y le enseñaré defensa personal y uso de armas. Será el doncel más temido de todos, no permitiré que ningún hijo de puta le haga daño a mi pequeño.

Taehyung sonreía geométricamente, mientras Jin besaba su frente y acariciaba su vientre.

--¿Cuánto son 17 semanas de gestación? --decía el castaño luego de unos minutos.

--Como cuatro meses. --respondía el doncel, acariciando con su nariz el cuello de Jin.

--No puedo creer que hayas logrado gestar, creí que era imposible. --soltaba admirado.

--Yo también y bueno, digamos que prácticamente no tuvimos ningún cuidado al respecto. --Taehyung acariciaba su vientre con ternura.

--Follamos como conejos, digámoslo como es, ¿lo recuerdas?, además al parecer tengo buena puntería. --afirmaba socarrón, lleno de orgullo.

--¡Seokjin! No seas vulgar. --exclamaba dándole un palmetazo en el hombro --El bebé te puede oír. --agregaba en voz baja.

Y Seokjin se reía graciosamente haciendo además reír a su doncel.

--Ahora que lo pienso --decía el castaño después de un rato, poniéndose serio --necesito preguntarte algo.

--Hazlo. --contestaba tranquilo el doncel.

--Mejor no te lo preguntaré, te lo exigiré... --aclaraba su garganta y proseguía, girándose completamente hacia el rubio tomando sus manos --Kim Taehyung, por favor, dame el gusto y el placer de ser mío. Sé mi novio.

Taehyung esperaba que dijera cualquier cosa, menos eso, de hecho ni siquiera lo habría imaginado, no era algo que le preocupara, así que se quedó un momento en silencio y simplemente asintió.

--¿Eso es un sí? --preguntaba nervioso el castaño.

--Lo es. --afirmaba seguro el doncel y luego sonreía radiante.

Jin le devolvía la sonrisa y lo besaba efusivo hasta que ambos jadearon y probablemente las cosas habrían avanzado más de no ser porque alguien tocaba la puerta.

Ambos se separaron abruptamente.

--Espera aquí, vuelvo enseguida. --decía Taehyung, poniéndose de pie y colocándose una bata larga celeste de satín.

Jin pensó en esperar, pero creyó que lo mejor era levantarse, pensando que tal vez sería servicio a la habitación.

Así que tomó sus prendas y se dirigió hasta el lujoso baño del cuarto del hotel. Se dio una ducha, lavó sus dientes con esos cepillos de dientes que siempre hay en los hoteles, se vistió y peinó.

Salió del baño hacia la sala principal y ahí estaba su, ahora novio, con un hombre un poco mayor que él aunque muy bien parecido. El doncel y el hombre extraño dirigieron sus ojos miel hacia Seokjin, quien sonrió nervioso de vuelta.

--Papá, este es Seokjin. --presentaba Taehyung --Jinnie, amor, este es mi papá, Kim Jongshin.

Jin se ponía pálido y nervioso, de repente sus manos sudaban y las secaba en su pantalón para luego inclinarse en un saludo respetuoso.

--Ho-hola Señor Kim, mucho gusto. Soy el novio de su hijo. --lograba gesticular.

--Hola, Seokjin. --respondía el hombre, inclinando un poco su cabeza para devolver el saludo. --Tenemos mucho de qué hablar, ¿no?

--S-sí, señor. --respondía nervioso aún, fijándose en el tatuaje de sol que tenía en su cuello, similar al de Taehyung.

--Papá, lo estás poniendo nervioso --decia Taehyung, tomando del brazo a su papá doncel.

--Yo no he hecho nada, TaeTae. --respondía el hombre en tono inocente. --pero tengo bastante curiosidad, si me lo permites.

--Como te dije, ya está todo solucionado, pero ahora además necesitamos ayuda. Creo que podríamos correr peligro. --le decía Taehyung al doncel mayor.

--¿Qué significa eso? --respondía él preocupado.

--Significa que mi "familia" está un poco desquiciada. --hablaba Jin, mirando el vientre de Taehyung.

--Tengo algo de tiempo antes de volver a mi turno --decía mirando el reloj de pulsera en su muñeca. ¿qué tal si hablamos al respecto mientras desayunamos?

--Está bien --asentía el doncel gestante.

Esa mañana sería bastante informativa.

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