I
Otra vez, ¿Esta vez sería capaz de solo mirar el cielo sin desviarse ante sus sentimientos? Un par de minutos antes relajo su corazón rebelde sin causa, practico muchas veces hasta que por fin Soonyoung llego, en el auto. Respiro profundo, mantendría una inquietud lenta pero severa. Sonrió sin darse cuenta.
¿Cuántas noches pasaron desde que iniciaron esto? Perdió la cuenta; al igual que perdió el corazón cuando comenzó a dudar entre sus emociones, le gustaba Hoshi. Y un amigo no se enamora de otro amigo, lo escucho varias veces de sus otros amigos.
Un amigo era solo un amigo y solo eso, algo que si rebasaba perdía el equilibro. Detestaba todo, era una mierda que deseaba rebasar ¿Por qué tuvo que enamorarse de él? ¿Por qué no de Vernon? Él era guapo y entablaba conversaciones sin una pisca de nervios, o ¿de Seungcheol? Él era mucho más calmado, atento y a veces pensaba que su mayor era menor que él, o ¿Jisoo? Su asombro fue impredecible, con un aura tan calmada que relajaba, se alegraba que hace unos días Jisoo haya encontrado a alguien.
Ojala él también pudiera encontrar ese 'alguien' que todos esperan tener, Mìnghào es impaciente: quiere darlo todo y obtener todo.
Sus ojos marrones tentaban y contradecían sus indicaciones, querían ver a Hoshi, aunque fuera solo un segundo quería verle el rostro.
Pero no, las reglas se iban rompiendo y si seguía tenia asegurado que Hoshi sospecharía después y tal vez, tal vez Hoshi lo alejaría. Lo obvio debía ser oculto, un amigo no rompe reglas.
Se dedicó a mover un poco las manos, la postura le cansaba su espalda y solo un segundo le pasó ver las manos de Soonyoung: grandes, gruesas, algunas venas resaltaban sobre la piel blanca, jamás en su vida se atrevió a tocarlas. Desde siempre fue solo un choque entre puños y nada más. Por qué los amigos no comparten abrazos, ni caricias ni besos. Hoshi era un hombre firme; Mìnghào era tan contrario.
Suspiro ocultando el desvió, por suerte Hoshi seguía viendo las estrellas. La manta morada era calientita, recorría y cubría sus piernas del frió. Su amigo hacia lo posible para que Mìnghào estuviera cómodo, ¿Soonyoung, tendrá frió?, se preguntó. Desde que comenzó la rutina de los jueves Mìnghào era el que recibía un trato especial, Soonyoung solo se quedaba, casi sin nada.
Con un poco de pena desdoblo la manta, era ancha y seguramente lograría darle un espacio a Hoshi, y lo hizo. Extendió el extremo intentando cubrir las piernas de Soonyoung, sin embargo algo lo detuvo.
— ¿Qué haces?
Fijo la mirada en otra parte antes que en los ojos de Soonyoung.
—... pensé que tendrías frío. Soy el único que tiene un manta... estoy, preocupado... por ti...
Ah, sí tan solo tuviera el valor de tirarse desde la ventana. Aún seguía hablando con el hilo de nervios. Al no ser correspondido volvió a su lugar sin detenerse a mirar a Hoshi. Era inútil, ¿Soonyoung enserio le correspondería?
— Debería preocuparme más por ti. Estoy bien. —no fue una pregunta.
Hoshi tomo el otro extremo.
Una frase que le hizo contener el aliento. Soonyoung retiro con delicadeza la mano del otro extremo para abrigarse con la manta. Mìnghào ante el tacto repentino se congelo, quito rápidamente su mano. Ninguno de los dos dijo nada, un corazón palpitante y una sonrisa momentánea.
Solo por esta vez el sonido de los grillos fue imperceptible.
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