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III. Un placer conocerte

Umaru iba por la calle camino al centro de videojuegos ya que, Taihei le dió dinero para que al menos saliera de casa un rato en lugar de estar acostada durmiendo toda la tarde, aunque la idea del hermano era que ella se comprara algo de ropa, especialmente ropa fresca para esos tiempos de verano que vivían actualmente; o zapatos, quizás calzado cómodo para la casa o tenis nuevos para luego estrenar en la calle, en fin, algo útil, es lo único que deseaba su hermano, que se moviera que saliera al mundo lo cual, Umaru no haría pues hacia un par de días no iba a vaciar la máquina de la garra de peluches con sus habilidades, ni a disfrutar sentada de los videojuegos de carreras en motocicleta, o de armas, hoy debía aprovechar la oportunidad que el universo le mandó, pensaba ella y, una vez que llegó, los empleados sorprendidos la miraban.

-¿Es la chica que ha ganado hasta la mitad de los peluches en la máquina garra? -preguntó el empleado nuevo, un chico de unos 20 años, delgado, alto rozando los 1.90, ojos cafés y cabello negro corto.

- Sí... -respondió otro empleado, éste de aproximadamente 30, estatura promedio de 1.78, con algo de músculo, ojos grises y cabello rubio abajo de los hombros.

-¿La que gana infinidad de fichas en cada juego de carreras, armas, peleas, inclusive plataformas como el clásico Mario Bros? -cuestiona el mismo chico.

-Sí niño, tal como dice en su gorra, ella es UMR, así la conocemos todos aquí, es la jovencita que hace un par de años empezó a venir y ganaba en cada juego al que iba.

-Grábate bien su rostro, es sorprendente cómo juega -intervino un empleado más, ojos celestes y cabello blanco en coleta, algo chaparro para sus 25, midiendo 1.65 y siendo tan delgado como una pluma.

-Imposible olvidar ese rostro, parece una modelo.

Umaru empezó a escuchar susurros y volteó hacía los empleados logrando que se callaran al verse sorprendidos. Ella no prestó atención por lo que siguió su camino a los juegos shooter o de armas, disparos, empezó usando la máquina que tenía una pistola, disparaba y acertaba, era genial como jugaba, aquel empleado nuevo que hace días había conseguido el trabajo la miraba asombrado y en el momento decidió acercarse.

-Hola, ¿necesitas algo?

Enseguida terminó la partida y Umaru recogio los boletos ganados en su partida perfecta.

-Hola -dijo sonriendole al chico-, estoy bien gracias, hace poco me enteré que ya sirven bebidas y frituras, es genial. Me alegra que al fin se hayan decidido.

-Sí lo sé -concluyó incómodo.

-¿Eres nuevo? No te había visto antes y suelo venir seguido.

-Oh sí, hace tres días empecé a trabajar.

-Ah ya veo, el viernes no tuve oportunidad de venir, y el fin de semana andaba algo ocupada.

-Dime, ¿cómo le haces?, ganas en cada juego al que vas, eso me han dicho y lo empiezo a comprobar.

-Pues, suerte quizás.

De repente se escuchó una voz, era el gerente del lugar que le hablaba al empleado nuevo... bueno, mejor dicho, le gritaba al jovencito que se pusiera a trabajar y no a ligar, esto fue tan incómodo para el chico como divertido para Umaru al ver las caras del muchacho, eran dignas de un cómic.

-Debo irme, estaremos viéndonos -menciona sonriendo.

-Por supuesto -finaliza igualmente con una sonrisa.

Él se fue y Umaru se dirigió a la máquina de arcade más famosa y utilizada del lugar, la que contenía juegos de Street Fighter, empezó tomando al personaje principal y más querido, el chico japonés Ryu. Jugaba contra la máquina y le ganaba la mayoría de encuentros, pasando de Ryu a Ken y, luego de poco al hermoso ninja español y narcisista de Vega, rato después tomaba al jefe Bison, a continuación la bella y amada Chun Li, en fin, ya había pasado cerca de una hora jugando ese clásico con la mayoría de los personajes y parecía un tanto aburrida cuando, de la nada llegó un chico bastante guapo, alto con 1.86 m, musculoso, cabello negro largo en una coleta llegando a su cintura y ojos de un bellísimo color miel; yendo directo a la rubia.

-¿Hola?

-Hola, me llamo Shion.

-Soy UMR.

-Tal cual dice tu gorra... supongo es tu apodo.

-Así es y así me conocen todos aquí a lo que he escuchado.

-Entonces... si jugamos y te gano, ¿me dirás tu nombre?

-¡Ja! -dijo en tono de burla-, nunca ha pasado -añadió con una mirada soberbia-, pero claro, acepto tu reto.

El chico sonriendo eligió primero a su personaje, como era de esperarse tomó al infalible Ryu, pero Umaru sin quedarse atrás eligió al mismo dándole a ella el atuendo rojo, ya que no había manera de que en el juego dos jugadores tuvieran al mismo personaje exactamente igual. Entre hadōken, shoryūken y un par de tatsumaki senpūkyaku, además de golpes como patadas, puñetazos y barridas. El primer juego fue para Umaru y el segundo juego muy similar al anterior para Shion, en el desempate bastante reñido, Umaru sonreía para sí misma confiada lo cual, terminó arruinandole su ataque y obviamente Shion no iba a desperdiciar ninguna oportunidad, después de todo, era un reto, si te descuidas pierdes, no hay momentos para vacilar.

-Bueno, es la primera vez que alguien me gana -dice haciendo pucheros-, mi nombre es-

-Espera -interrumpe de la nada-, juguemos un rato más y al final me lo dices, ¿qué opinas?

-Está bien, es divertido jugar contigo Shion-san.

-Déjalo en Shion por favor, sin honoríficos ni nada de eso.

Umaru asintió seria y en el momento regresaron la vista a la máquina, ahora para Shion era el rubio estadounidense Ken, mientras Umaru un poco obsesionada, continuaba con Ryu. Así pasaron 10 minutos, 20 minutos, 40 minutos, hasta que se hicieron dos horas y Shion miró su reloj.

-Llegó la hora de irme, pero antes debo saber tu nombre -comenta con una sonrisa-, hermosa chica gamer.

-Yo... -sonrojada hizo una pausa de un par de segundos-, mi nombre es Umaru.

-Tan bello como tú -le acaricia la barbilla jugando-. Espero verte mañana hermosa Umaru, estaré aquí a la misma hora.

El chico se despidió y Umaru sólo decía adiós con su mano derecha, no podía pronunciar palabra alguna, estaba nerviosa y un tanto feliz de haber conocido al chico. Sorprendido de la actitud de la jovencita así como de su mirada aún sorprendida, el empleado nuevo se acercó a Umaru.

-¿Estás bien?

-¿Eh? Ah claro que sí, es que yo, am...

-¿Te gustó el chico?

-No para nada... es sólo que pues, em es la primera vez que me divierto tanto y que, además pierdo. Pero bueno debo irme. Nos vemos.

Umaru tomó su mochila y corriendo hacia la puerta se fue sonrojada. Aunque no era de incumbencia del empleado nuevo la miraba extrañado mientras se alejaba. No le creyó ni un poco la respuesta del "no para nada", pero ya ni modo.

Al día siguiente, Umaru llegó y se dirigió a la máquina de la garra, no quiso lucirse al principio por lo que iba sacando peluches uno por uno, en realidad parecía como ida, como si pensara y pensara en cosas profundas, pero nada que ver, la orgullosa joven no se complica o, al menos no por ahora. Pocos minutos después llegó Shion, miraba alrededor buscando a la chica y en el momento apareció el empleado nuevo.

-Hola, ¿buscas algo?, ¿o a alguien?

-Hola sí, ¿has visto de casualidad a la chica rubia de ojos cafés con una gorra que dice UMR?, la jovencita hermosa que parece modelo y estaba aquí ayer...

-Ah pues no. No la he visto, tal vez no vendrá. Parece una chica muy ocupada. Disculpa, ¿cómo te llamas?

-Shion, mucho gusto -estira la mano.

El chico le dió un apretón de manos fuerte, el cual confundió a Shion un poco.

-Yo también me llamo Shion, que curioso.

-Sí la verdad... -mira por casualidad atrás del chico y encuentra a Umaru.

La chica al verlo sonrió y se dirigió a él dejando los peluches que había logrado sacar en el suelo.

-Hola Shion.

-Hola hermosa, veo que empezaste sin mí -dice sonriendo.

-Era para hacer tiempo y calentar -comenta confiada.

-Entonces vayamos a jugar, ¿qué prefieres hoy?

-Juegos shooter. Si te gustan claro, sino buscamos otra opción.

-Me encantan. Vayamos.

-Nos veremos más tarde me imagino -dice la jovencita mirando al empleado.

-Me llamo Shion, linda.

-Ah que curioso... entonces nos vemos Shion-san.

-Adiós chico.

-Diviértanse -finaliza sonriéndole a Umaru e ignorando a su tocayo sin siquiera verlo de reojo.

En la sección de juegos shooter, Umaru con un rifle y Shion con una metralleta jugaban en la misma máquina como un equipo eliminando a cada oponente que les daba el juego y cubriéndose de ser necesario. Un juego tipo militar, guerras, soldados, misiones, toda esa emoción ponía a flor de piel la delicadeza de Umaru dejándola caer al suelo y llegando a gritar "¡muévete!", "¡sal del camino inútil!", "¡estorbas!", mientras Shion miraba de reojo tan alegre como sorprendido, para acabar siguiéndole el juego y gritarles lo mismo que ella.

▪▪▪▪▪▪▪▪▶ ƸӜƷ ◁▫▫▫▫▫▫▫▫

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