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14. Malevola marioneta

El maestro de ciencias se haya leyendo una revista mientras esperaba a que sus alumnos terminaran de realizar los respectivos experimentos que se le habían dado a cada equipo, los cuales estaban anotados en el pizarrón.

Para esa clase, que se daba en parejas, Gerry mezclaba varios químicos esperando que alguna combinación diera una reacción menos burbujeante. A su lado, Terry tomaba nota de todo.

Yuki dibujaba algo en una libreta al mismo tiempo que verificaba la temperatura de su solución homogénea. Entre borrones y nuevos trazos, dos manos limpiaban el escritorio de la basura del borrador; era Sierra, la compañera de la ojirosa.

En otra mesa casi hasta el fondo, Laila media en diferentes tubos de ensayo los componentes que necesitaban para terminar su experimento, se los entregó a Vince quien era su compañero en clase de ciencias.

A ninguna de las dos chicas les gustaban sus parejas, hubieran preferido trabajar juntas. Desgraciadamente, después de que Yuki dejara salir a las ranas y se comiera el almuerzo del profesor, este no vio correcto que la japonesa fuera premiada estando con quien ella eligiera como pareja de laboratorio. Así, la coloco con Sierra y Laila no tuvo más opción que estar con el tercer bully más temido de la preparatoria. Quien era el único sin pareja en la clase.

La campana sonó y todos empezaron a guardar sus cosas. Antes de que alguien pudiera irse, el maestro se levantó y pidió la atención de todos.

—De acuerdo, sé que todos están emocionados por que hoy es Halloween y seguro tienen muchas fiestas a las que asistir. Pero, por favor, sean responsables y no hagan demasiadas travesuras. Listo. Pásenla bien.

Dicho eso, todos salieron juntándose con sus amigos y dirigiéndose a la salida entre pláticas en las que acordaban que harían para esa noche. Y el grupo de mascotas decepticons no eran la excepción.

Los cuatro amigos caminaban hasta sus casilleros mientras comentaban sus planes para pasar el día festivo. Ese día no tenían que ir a la base, asi que podía estar tranquilos y celebrar sin ningún problema durante toda la noche -o hasta que tuvieran que regresar a sus casas-. Ahora, la única cosa que debía preocuparles, era ponerse de acuerdo en que ocuparían su día libre, lo cual no estaba resultado muy bien; Laila quería ir a pedir dulces, Gerry y Terry preferían ir a una fiesta y Yuki esperaba ir a una competencia de disfraces.

Era un verdadero caos.

Una vez en sus casilleros, empezaron a guardar sus cosas y a recoger otras que necesitarían para esa noche.

— ¿Tienes los disfraces al menos? — inquirió Terry mientras se recargaba en una pared.

—Mi querido amigo, es una ofensa que creas que no los traigo— respondió Yuki haciendo una pose dramática antes de sacar de su casillero cuatro cajas blancas con moños de distintos colores. Le entrego una a cada quien y caminaron con dirección a la salida —. Sepan que hacer sus trajes no fue cosa fácil, pero tienen suerte de que yo me especializo en hacer magnifico lo imposible.

— ¿No te costó un poco más hacer mi ropa? —inquirió Laila a la par de levantaba un poco la tapa para ver su traje —Sé que te pedí algo difícil.

—Difícil, pero un lindo detalle— le guiño un ojo a su amiga y saco su teléfono para hacer una llamada —. ¿Y a quien dejaras manejar el juguete que te hice? ¿Shockwave? ¿Soundwave? ¿Don Mal Humor? ¿Starscream?

—Aún no lo sé. Pero espero que les guste.

Se detuvieron al pie de las escaleras y siguieron conversando para matar un poco el tiempo. Cuando sus hermanos llegaron, se despidieron y prometieron juntarse los siete para celebrar juntos.

Ya a varios metros lejos de la escuela, Yuki marco y espero a que le respondieran. Reviso de forma rápida su traje para la noche y sonrió contenta al ver el resultado otra vez. Era invencible con el hilo y la aguja.

¿Yuki? — escucho a Knock Out.

—Hola, galán— respondió con un toque coqueto y burlón. Cerró la caja y tomo correctamente su teléfono —. Solo llamó para dar mi condolencia: pasaran un día entero sin mi presencia, y justo hoy que me veré más linda de lo habitual.

Oh si, Breakdown y yo estamos tan tristes por no poder tenerte aquí— la azabache detecto el sarcasmo en el tono de su compañero y resoplo con cierta molestia.

—Bien, ya entendí. En realidad, llamaba para preguntarte algo.

— ¿Uh? ¿Qué cosa?

— ¿Qué tan seguido se tiene que pelear cuerpo a cuerpo contra tu-sabes-quienes?

—Pues, yo diría que bastante, por no decir que en cada ocasión que nos encontramos. Aunque ya sabes que no me gusta meterme mucho en eso, se arruina mi pintura. Y dime, ¿para qué quieres saber eso?

— ¿Aceptarías como respuesta que es porque no quiero ser ignorante?

—...si, no tengo tanto interés en saber la verdad. ¿Eso es todo?

—Si. Nos vemos mañana.

—Hasta mañana.

Colgó y se apresuró a alcanzar a Miko, quien se había adelantado casi una cuadra.











Las horas pasaron y la noche no tardó en llegar.

En casa de los Darby, cada uno de los hermanos estaba en su habitación terminando de colocarse su disfraz.

Jack tenía problemas notorios, pues Laila podía escuchar desde su cuarto los golpes y maldiciones que su hermano daba al no poder ponerse bien su traje. Ella se reía por lo bajo ante la mala suerte que tenía el más alto; tal vez sonara mal que se divirtiera a costa de las desgracias de su hermano mayor, ¿pero que podía hacer? Su corta edad no era limitante para su macabra forma de ser.

Se sentó en su cama, y sacando involuntariamente la lengua empezó a acomodarse bien las mallas de su disfraz. Se levantó y se estiro antes de verse desde todos los ángulos posibles. La ropa le quedaba perfecta, tal y como su amiga le había prometido. Tal vez lo único de lo que podía quejarse, era que estrictamente debía permanecer descalza; más por la temática de su traje que por otra cosa.

Estaba sujetándose el cabello nuevamente, cuando su teléfono empezó a sonar. Contesto sin ver de quien se trataba y activo el altavoz.

—Diga.

—Hola Laila.

Quito su vista del espejo y la centro en la pantalla de su celular, al ver que se trataba de Shockwave soltó su cabello sin importarle que la coleta a medio a hacer se deshiciera. Quito el altavoz y camino de regreso a su cama, en donde se acostó y sostuvo el peluche que Yuki le había dado junto a su traje. Le daba algo de gracia que el peluche fuera una pequeña versión de ella misma ya con su disfraz.

—Hola, Shockwave. ¿Todo bien? No esperaba que me llamaras.

—Lord Megatron acaba de aprobar el proyecto en el que eh estado trabajando. Supuse que querrías verlo. Es lógico, después de estar semanas sin que me visites debido a esto.

— ¡Si! Ya quiero ver de qué se trata. También debemos seguir con tu investigación sobre los humanos, tengo noticias que contarte acerca de investigaciones recientes— se levantó y tomo su mochila para guardar algunas libretas. Se detuvo al recordar que esa noche ya tenía planes y que además no podía salir toda la noche —. Lo-Lo siento, Shockwave, pero hoy no vamos allá. Es Halloween, una festividad de la tierra y Lord Megatron dejo que tuviéramos el día libre. Te iré a ver mañana ¿está bien?

—De acuerdo. ¿De qué trata esa celebración?

—Es una fiesta en donde los niños se disfrazan para pedir dulces de casa en casa. Yo planeo hacer eso hoy.

Intercambiaron unas cuantas palabras más antes de acabar la llamada y regresar a su tarea de peinarse. Le había gustado hablar con el científico, hacía ya varias semanas que no lo veía por una u otra razón.

Unos minutos después, salio de su habitación y se topó con su mamá ayudando a Jack a arreglarse algo de paja en el cabello. Aún no podía creer que él en serio se fuera a disfrazar de espantapájaros, pero era entretenido verlo rascándose con desesperación.

Ella, por otro lado, se había disfrazado de una marioneta. Su traje era sencillo a simple vista, pero incluía receptores fusionados en las zonas de las muñecas y los tobillos que se activaban cuando el control remoto empezaba a operar, el cual era, la muñeca que Yuki le había entregado. La idea era dársela a Jack y que él la manejara y la hiciera hacer trucos, claro, sin exagerar.

Pero también, planeaba colocarse el traje nuevamente al día siguiente para ir a la base decepticon y darle el control remoto a alguno de los cons con los que pasaba la mayor parte del tiempo. Por lógica, ese con debería ser su amo, pero si él estaba ocupado o "no tenía tiempo para jugar con ella" ¿Quién más podría ser? También debía cuidar que no fuera alguien que doblara la muñeca por la mitad y le rompiera la espalda.

Salio de sus pensamientos cuando Jack la abrazo por sobre los hombros y su madre se preparó para tomarles una foto. Sonrió emocionada y poso muy feliz apegándose al mayor.

Ambos fueron hasta la cochera y se subieron a la motocicleta. Iban a encontrarse en el trabajo de Jack con el resto de sus amigos. Su hermano le coloco el casco y se aferró a él. Su mamá les advirtió que los quería de regreso antes de las diez, un minuto tarde y ambos harían las tareas de la casa por una semana.

Se despidieron diciéndole que la querían y arrancaron yéndose con el resto.












Todos caminaban a mitad de la calle camino a la casa de alguien de la escuela. Había mandado un mensaje a todos invitándolos a una fiesta por Halloween. Por un lado, Laila y Raf querían seguir pidiendo dulces y luego ir a comer pizza; pero Jack, Gerry, Terry y Miko preferían ir a la fiesta. Al final, los mayores ganaron y los dos más pequeños veían con desgano los pocos caramelos que habían logrado conseguir.

Al llegar a la casa, se separaron sin querer. Raf y Laila quedaron junto a Terry; Jack, Yuki y Gerry fueron por bebidas, y Miko no perdió tiempo para irse a bailar.

Luego de un rato ahí, los grupos se habían vuelto a decidir. Los compañeros de los autobots habían sido invitados a jugar videojuegos en algún lugar del segundo piso de la casa, por otra parte, las mascotas de los decepticons se hallaban en el planta baja disfrutando de la comida y escuchando la música, al menos por parte de Laila, Gerry y Terry, pues Yuki presumía sin pena alguna su kimono a un grupo de chicas que no paraban de adularla.

En cierto momento, mientras Laila veía algo decaída a su muñeca, su amiga se acercó y la saco a prisa hacia el patio de la casa. Con su otra mano, tomaba a Gerry del antebrazo mientras este era seguido por Terry. Ya afuera y apartados de los demás, notaron que la japonesa estaba molesta.

—Tenemos que ir a la Némesis— anuncio seriamente.

— ¿Qué hiciste ahora? — inquirió Terry sin muchos ánimos.

— ¡No hice nada! Solo...olvide unas cosas allá.

— ¿No puedes presumir tu disfraz sin esas cosas? No quiero irme y que se acaben la pizza— se quejó el mayor de los gemelos.

— ¿Qué pasa Gerry? ¿Acaso hiciste algo que enojo a Airachnid y no quieres que arranque tu cabeza? — comento Laila con una pequeña sonrisa burlona.

El más alto se vio momentáneamente ofendido antes de sacar su teléfono y con el ceño fruncido pedirle a un vehicon que abriera un portal terrestre para ellos. Al terminar, se cruzó de brazos y se giró para evitar ver a la pequeña castaña. Terry suspiro negando un poco y la azabache miro agradecida a su amiga por haber manipulado a su amigo para poder ir.

A varios metros, lejos de la vista de cualquiera en la casa, vieron un portal abrirse y se apresuraron para que nadie los viera; mucho menos sus hermanos.

Pocos después de cruzarlo, vieron a su alrededor en busca de alguien conocido, pero solo se toparon con algunos vehicons que, aunque no podían saber verlos exactamente, sabían que los veían con extrañeza por sus disfraces.

Yuki avanzo un poco antes de dirigirse a uno de los vehicons que la veían. Lo vio con una sonrisa y parpadeo repetidas veces para verse linda.

— ¿Sabes si Knock Out o Breakdown están en la bahía medica?

—Eh...no. Ninguno está allí— respondió con cierta sorpresa. No se esperaba que Yuki actuara asi con él.

—Gracias— agradeció risueñamente y dio medio vuelta yéndose con prisa. No sabía en cuanto tiempo ellos regresarían ahí, pero estaba completamente segura de que era mejor no encostrárselos ese día.

Los tres restantes no tenían otro motivo para que estar ahí más que para acompañar a su amiga a buscar lo-que-sea que hubiera olvidado, asi que decidieron ir tras ella, aunque de manera más calmada. No todo era malo, quizá hasta pudieran encontrarse con alguno de sus compañeros.

Conforme avanzaban se toparon con algunos vehicons que incluso llegaron a apuntarles con sus armas, eso, más que asustarlos, les divertía por ver que no podían reconocerlos. Luego de explicarles que estaban asi por una festividad terrestre estos se mostraban levemente curiosos, aunque nunca tanto como para detener su andar y quedarse a platicar mucho.

Lo único que logro hasta cierto punto inquietarles, era que casi no había tantos vehicons como solía haber. No recordaban que sus compañeros les mencionaran alguna misión o algo importante, y aun era bastante temprano como para que se hubieran ido a recargar.

—Shockwave me llamo hace unas horas— comento Laila al recordar aquella llamada antes de salir de casa —. Me dijo que hoy sucedería algo que llevaba planeando, tal vez sea por eso que casi no hay nadie.

— ¿Y dónde creen que estarán todos? — pregunto Terry —. Ya sabemos que en la sala de mando no.

—No tengo idea— comento su gemelo mientras jugaba en su celular.

Antes de que alguno dijera algo más, escucharon unos pasos bastante extraños. Pareciera que alguien estuviera corriendo, y acercándose rápidamente. Solo cuando aquel ruido fue demasiado notorio respecto a de donde venía, los tres vieron al frente. Justo al final del pasillo, vieron lo que parecía ser una especie de dragón metálico...o tomando en cuenta todo, podrían tomarlo como uno cybertroniano. En todo su tiempo ahí, nunca habían visto algo parecido, por lo que su reacción de shock y desconcierto era comprensible.

En cuanto la bestia fijo sus ópticos en estos, gruño y salio corriendo hasta ellos. Al ver eso, se forzaron a reaccionar y pronto dieron media vuelta empezando a huir de aquella criatura, quien no hizo más que enojarse y apresurarse.

Ya teniéndolos a su merced. Con un golpe de su mandíbula logro empujar a ambos hermanos a una pared, en cuanto a Laila, la atrapo contra el suelo con una de sus garras y le rugió ferozmente antes de empezar a preparar su fuego para atacarla y acabar con ella.

En cuanto ella se vio atrapada y noto que no tenía forma de salir de allí, empezó a asustarse y a derramar unas cuantas lágrimas. En serio sentía que ese sería su final.

O lo pensó sentir como el calor empezaba a descender. Con temor, abrió lentamente uno de sus ojos. Ahí vio como el dragón la veía con molestia, llegando incluso a rugirle nuevamente.

— ¿Cómo...rayos hay un dragón aquí? — murmuro con miedo sin dejar de pasear sus ojos por el rostro de la criatura.

Entonces, más pisadas acercándose, como si corrieran. Intento zafarse, pero un gruñido más no se lo permitió. Prefirió permanecer quieta y no tentar a su suerte.

— ¡Rápido! ¡Acaben con esa bestia antes de que devore a Laila!

—Starscream— escucho las armas ser cargadas y volvió a asustarse —. ¡No! ¡No disparen! ¡Se alterara si hacen eso! ¡Solo hagan algo para que me suelte!

— ¡¿Y cómo esperas que hagamos eso?!

—Starscream. Solo necesito indicarle al predacon que Laila no es un enemigo y la soltara sin mayores complicaciones— logro escuchar a Shockwave y pudo respirar tranquila. Al menos él podría manejar de forma más tranquila eso que Starscream —. Solo necesito que guarden las armas para que él no se sienta amenazado.

— ¿El? ¡¿Amenazado?! ¡Laila es la que está entre las garras de esa cosa!

—Starscream— y al escuchar esa voz pudo relajarse por fin. Era Megatron. Solo él podía hacer que su amigo se callara y dejara hacer su trabajo al científico — cállate y deja que Shockwave aleje al predacon; o tú serás el responsable si la bestia devora a mi mascota.

Sonrió evitando reír un poco. Starscream le agradaba mucho, en serio. Pero debía admitir que era cómico verlo cuando su amo lo ponía en su lugar. Borro su sonrisa al escuchar un gruñido bajo del "predacon", este la veía con curiosidad, igual que ella a él hace no mucho. Centro sus ojos ambarinos en los ópticos amarillos del dragón y sintió un cierto grado de nerviosismo que la cohibió de escuchar cualquier cosa a su alrededor.

Entonces, este aparto su mirada bruscamente y se retiró dejándola libre. Sintió un par de brazos envolverla y vio que se trataba de Yuki. Quien la ayudo a levantarse y volvió a abrazarla.

—Gracias al cielo que estas bien. Vi cuando esa cosa iba tras ustedes y corrí a buscar a Don Mal Humor para que les ayudara— centro su mirada atrás de su amiga y vio a sus amigos adoloridos en el suelo. En ese momento, sintió un ardor en su mejilla —. Solo tuviste un corte. Nada grave, suertuda.

Vio como Airachnid y Dreadwing recogían a sus a mascotas y se iban mientras se aseguraban de que no estuvieran tan lastimados. Puede que fuera porque acababa de sufrir un ataque y aun estuviera en shock, pero por unos momentos vio como la decepticon de ocho patas se mostró realmente preocupada por Gerry.

Sintió algo hacer presión en su cuerpo, pronto se dio cuenta de que era Starscream quien después de levantarla empezó a llevársela a donde estaba Megatron. Al pasar junto a Shockwave y al dragón vio como el científico acariciaba a la criatura antes de girarse a verla; le hubiera gustado preguntarle qué pasaba, pero el seeker refunfuño y la aparto de la mirada del de un óptico.

—Y... ¿Qué es eso que llevas puesto? — pregunto el más alto al darse cuenta de la vestimenta monocromática.

—Es...un disfraz de marioneta. Es un juguete terrestre al que puedes hacer que haga cualquier cosa que quieras.

Alzo la cabeza y vio a Megatron con la misma expresión molesta de siempre, este extendió su mano y se levantó para estar con el rápido y no hacerlo esperar. Ya con él, se retiraron siendo seguidos de cerca por Starscream y Soundwave. Antes de perder de vista a Shockwave, escucho decir al mayor ordenarle que pusiera al predacon afuera, y con esto, se fueron.












Definitivamente. Prefería estar atrapada con el predacon que sufrir eso.

Megatron la estaba quebrando. Literalmente.

El líder de los decepticons la había tomado con fuerza y la estaba apretando con la intención de asi castigarla. Laila sentía la presión en su cuerpo aumentar y aun con los ojos llenos de lágrimas se esforzaba para no soltar ningún grito. Lanzaba patadas desesperadas en un intento por demostrar que no podía aguantar más, aunque claro que no funcionaban.

— ¿Qué clase de daño quieres dejar en la tierra si no eres más que una presa? Se supone que estas aquí porque tú odio y tú inteligencia te hacen valiosa, no porque me guste verte patinar por toda mi nave.

Sintió más presión y un crack se hizo presente al igual que un dolor en su pierna. Un grito acompañado de llanto logro escucharse, aun asi, intento silenciarlo para evitar más problemas.

A algunos metros de distancia, Starscream y Soundwave presenciaban el castigo de la castaña. El segundo al mando había sufrido los castigos de su amo miles de veces, asi que sabía lo brusco y sádico que él podía ser con alguien, puede que debido a eso sintiera pena y lastima por como su compañera estaba siendo tratada. En cuanto al jefe de comunicaciones, él siempre se había encargado de hacer un lacayo excelente y nunca había sufrido de ninguna clase de castigos, y cuando veía a su amo golpear y casi matar a Starscream nunca solía importarle. La pequeña humana le agradaba, le gustaba el tiempo que pasaba con ella porque sabía comportarse e incluso podía ayudarlo o solo hacerle compañía que no estorbaba. De eso a verla como estaba en ese momento...era raro porque sentía una controversia de pensamientos y emociones.

En ese instante, Shockwave entro encontrándose con la situación. Basto con ver la expresión agonizante de la menor para saber que debía intervenir rápido.

—Lord Megatron, el predacon ya está afuera y bajo supervisión. Creo que es un buen momento para planear una trampa para los autobots ahora que tenemos al espécimen aquí.

Al escuchar a su científico razono lo que decía y decidio que debía usar mejor su tiempo en algo productivo en vez de casi triturar a su mascota. La soltó sin ningún cuidado y se alejó de ella.

—Encárguense de ella y luego véanme los cuatro en la sala de mando.

Y tan pronto salio, los tres decepticons se acercaron preocupados a la castaña. El primero fue Starscream, quien al intentar sostenerla logro sacarle un quejido bastante fuerte.

—Debo suponer que esto fue debido al ataque del predacon— menciono Shockwave mientras observaba a Laila quedarse quieta para no sentir dolor.

¿Qué clase de daño quieres dejar en la tierra si no eres más que una presa? Se supone que estas aquí porque tú odio y tú inteligencia te hacen valiosa, no porque me guste verte patinar por toda mi nave— reprodujo Soundwave para que Shockwave se enterara.

—Tu tonta bestia tuvo la culpa ¡y tú también! ¡Dijiste que esa cosa estaba bajo tu control!

—Pelear no es la solución para algo que ya pasó Starscream. Lo lógico ahora, es encontrar una forma de que Laila no sienta dolor para poder llevarla con Lord Megatron.

Soundwave se encargó de reproducir el sonido de algo crujiendo seguido del sollozo de la menor. Laila entendió eso y se calmó para poder hablar.

—Creo que...tengo la pi-pierna...rota— sollozo un poco más pero intento no hacerlo muy notorio —. S-Si intento moverla me duele, igual que respirar.

Soundwave saco tres tentáculos, de los cuales dos la sujetaron de los brazos y el tercero mantenía su pierna nivelada para que no sugiera quejándose. Una vez que pudo levantarla se encargó de tomarla en una mano y con los mismos tentáculos se encargó de que quedara bien acomodada.

—Mi mamá matara a mi hermano cuando me vea asi— murmuro sin la intención de que los otros tres la escucharan.













Las horas habían pasado. Había vuelto sola dejando a sus amigos en la nave, debía regresar pronto para tratar bien sus heridas. En cuanto Jack la vio, corrió tomándola en brazos y la llevo en su moto hasta el hospital. Su madre llego poco después y presencio el regaño hacia su hermano por no cuidarla.

El diagnóstico: una pierna rota, moretones en las costillas y algunas heridas viejas reabiertas. Pasaría una noche ahí y se iría a casa en la tarde. Sonaba simple, pero la vergüenza y la tristeza le impedían dormir.

Su teléfono empezó a sonar, vio que se trataba de Shockwave otra vez. Dudo si debía contestar, pero finalmente lo hizo.

—Hola— lo escucho.

—...hola. Ya me atendieron. Tendré que usar muletas por unos días. No podre patinar hasta que sane completamente.

—Es bueno que ahora estés bien. Y...siento que mi predacon te haya traído problemas.

—Él no me trajo problemas, Shockwave...fui yo sola.

— ¿A qué te refieres?

—Fui muy tonta creyendo que todo tomaría su lugar independientemente. Nunca hare pagar a todos los humanos que me han herido simplemente siendo una dulce boba que intenta encajar de la nada. Mi lugar junto a ustedes ya está, solo debo demostrar que me lo merezco.

— ¿Cómo piensas hacerlo?

— ¿Has escuchado del lado oscuro de la luna? Digamos que yo tengo algo similar, y tal vez es hora de que esa parte de mi sea más visible que la que todos ya han pisoteado— respondió con un tono frio que por un momento llego a sorprender al científico —. No voy a pedirte que estés de mi parte, ambos estamos bajo el mando de Lord Megatron y eso nada lo puede cambiar; pero si puedo solicitarte que me ayudes con algo muy importante: ¿te gustaría ser mi maestro de ciencias cybertroniano?

—...interesante petición. Viéndolo desde una perspectiva riesgosa en la que termines influenciada de la manera incorrecta esto acabaría con Lord Megatron arrancándome la spark y contigo muriendo a base de descargas eléctricas. Pero, si se toma de una perspectiva funcional a largo plazo beneficiosa para la causa decepticon, podría funcionar.

Sonrió agradecida y suspiro aliviada.

—Me alegra que nos entendamos.



















Y hasta aqui el capitulo. Vaya, cuanto tiempo sin actualizar y si, estoy una festividad atrasada jeje, bueno, nadie es perfecto y yo aparte soy lenta.

Bueno, espero poder retomar bien este fic y darle un rumbo fijo, centrado e interesante. Gracias a todos los que hayan leido todo, espero que hayan paso una feliz navidad y que mañana pasen un hermoso fin de año con sus seres queridos. Nos leemos luego.

¡Votos y comentarios se agradecen!

¡Hasta el proximo capitulo!

¡MoriDark19, fuera!

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