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11. La mas tierna y siniestra de todos

Ya hace exactamente 6 días que se habían involucrado con los decepticons por haber robado un poco de energon, claro, no sabían que era algo tan valioso.

Laila mantenía su vista al frente prestando atención a lo que la profesora explicaba sobre "Geometría analítica". Aunque era obvio que ya sabia de sobra todas las fórmulas y maneras de resolverlo, no quería meterse en problemas y quedar castigada como Yuki en varias ocasiones por no poner atención en clase.

Aún estaba con la duda de lo que había ocurrido el día anterior entre Gerry y Aracnight. No negaba que se había sorprendido mucho cuando al llegar lo vio sobre la espalda de aquella decepticon. Se dejó una nota mental para preguntarle después.

Escucho el timbre sonar y soltó un suspiro de alivio al ya no tener que fingir más interés. Como de costumbre, Yuki fue la primera en salir, aunque esta vez Gerry igual salió corriendo. Hasta pareciera que competían por ver quién llegaba antes a la entrada.

—Pues...creo que cada vez se llevan mejor con sus decepticons— mencionó la castaña —¿Qué hay de ti? Ya hay mejorías con Dredwing ¿verdad?

—Se podría decir que si— ambos salieron del salón para evitar las molestias que Gerry y Yuki fueran a buscarlos —. Al menos ya se podría decir que hay "respeto mutuo".

—Que bueno, parece que las cosas han mejorado mucho para ustedes— sonrío realmente contenta.

—Si, pero dime ¿cómo van las cosas contigo y Starscream?

Su sonrisa se borro tan rápido como llegó y entro en pánico.

—¡Qué tonta soy! Deje unas cosas en mi casillero. Adelántate, no tardó.

Sin darle tiempo a Terry de responder salió corriendo con dirección a su locker; fue disminuyendo la velocidad conforme se iba alejando del de mechón azul.

No sabía ni como debía sentirse, todos sus amigos ya habían logrado llevarse bien con sus respectivos cons y ella aún no lograba estar en la misma habitación con Starscream sin que esté se fuera dejándola hablando sola. Claro, Soundwave y Shockwave ya estaban empezando a "aceptar" que estuviera cerca de ellos por ser la mascota de Lord Megatron, pero a Starscream parecía no importarle en nada eso.

Llego a su casillero y lo miro con tristeza. Lo abrió e inmediatamente fue cerrado con fuerza por alguien más, casi arrancándole la mano. Miro asustada a su izquierda y se encontró con el mariscal del equipo de futbol americano y con uno de los integrantes del club de ajedrez. Ambos se notaban muy enojados.

—¿Su-sucede a-algo?— pregunto nerviosa.

—Si— hablo el de ajedrez —, Jake y y yo hemos estado semanas tratando de que Terry al menos nos voltee a ver ¡y tú y esa chica japonesa llegan de la nada y se llevan toda su atención!

—Lo-lo siento, es solo que T-Terry es mi amigo.

—Más te vale no interferir en nuestros intentos de ligue con el— intervino el mariscal —ya es suficiente que al torpe de mi primo le guste MI Terry.

—No entiendo ¿Terry...es gay?

—Nunca a tenido novia ni muestra interés en ellas, eso nos da esperanza de que si lo sea— explicó con voz soñadora el menor de los varones —. Al menos no mostraba interés hasta que ambas llegaron, ¡ahora las trata como a Gerry! ¡CÓMO A GERRY!

¿Cómo fue que Laila se había metido en esta incómoda situación?

Empezó a retroceder asustada por ambos chicos que aunque eran del mismo semestre seguían siendo mayores que ella. Fue entonces que llegó a su rescate su salvación y su maldición: Terry.

—Laila, no seas una segunda Yuki y apúrate que ya casi...— fue que se percató de la presencia de los otros dos, que lo veían con corazones en los ojos —Hola Jake, hola Matt.

—H-hola— respondió Matt con un notable sonrojó.

—¿Qué hay, Terry?— dijo Jake de manera coqueta.

—Discúlpenme, pero los cuatro tenemos que ir a un lugar urgentemente. Seguimos hablando después.

Terry la tomo de la muñeca y se la llevó corriendo de ahí. Una vez afuera, la menor vio como los dos restantes suspiraban aliviados. Yuki la arrebató del agarre del mayor y la llevo un poco lejos para poder hablar en paz.

—¿Por qué tardaste tanto? ¿Acaso te vino "Andrés"?

—¡Yuki! ¡Claro que no!— respondió con vergüenza. No podía creer que...esperen, era Yuki de quien hablaban, claro que podía esperar que preguntara cosas así.

—Entonces ¿por qué tardaste tanto? Hoy van a dejar que les ayude a mezclar tres sustancias ¿¡quieres que me pierda eso!?

—No era mi intención, solo que me pasó algo muy raro en el camino.

Escucho un claxon y Laila agradeció mentalmente a Knock Out por llegar justo a tiempo. Corrió y se subió en los asientos traseros junto con Gerry y Terry; pasó todo el camino mirando por la ventana y pensando en aquella "platica" con Jake y Matt.

Segunda nota mental: preguntarle después a Terry si era hetero, gay o bisexual.










Una vez que llegaron, se bajó antes de que el médico los sacara a gritos, que gracioso en eso se parecía a Yuki.

—Nos vemos en un rato— se despidió de sus amigos.

Los demás apenas se despidieron con un ademán antes de salir corriendo juntos a sus compañeros. Volteo a donde Starscream debía estarla esperando, sin embargo no había nadie ahí para recogerla.

Bajo la mirada decaída y empezó a avanzar, miro a su alrededor y sus sospechas fueron confirmadas, ya todos se habían ido y solo quedaba ella ahí. Soltó un suspiro y continuó caminando, no sabía a dónde ir pero suponía que debía encontrar al seeker.

Sus pasos resonaban en los pasillos solitarios, y cuando se topaba con algunos vehicons los saludaba con un ademán y un leve sonrojo por la pena propia; así se veía más adorable. Algunos le regresaban el saludo, mientras que otros simplemente la ignoraban. Se sentía fuera de lugar, como si todos la juzgarán por el simple echo de estar ahí.

—Una pequeña humana entre gigantes...igual que en la universidad— susurro evitando que las lágrimas siquiera se asomaran.

—Laila.

Escucho la fría y sería voz de Shockwave a sus espaldas, se pasó el brazo rápidamente por los ojos limpiando las pequeñas gotas que lograron fugarse. Se giró sobre sus talones y le dedico una sonrisa.

—Hola Shockwave, ¿qué estabas haciendo?

—Vine a buscarte, Starscream fue a supervisar una extracción de energon.

—Gracias— respondió desviando la mirada con un tono carmesí en sus mejillas. Al menos había alguien que de manera leve apreciaba su presencia.

—Lord Megatron quiere que vayas con él a la sala de mando.

—Ok, gracias. Será mejor que me apresuré, no hay que dejar al amo esperando.

Laila golpeó la punta de sus botas con el suelo provocando que estas se convirtieran en patines. Se preparó para tomar vuelo pero sintió como era tomada con delicadeza.

—Te llevaré con el.

—No tienes que hacerlo, yo puedo ir sola— se defendió frunciendo un poco el ceño.

—Es lógico que quiera ayudarte si me agradas.

Abrió sus ojos en señal de sorpresa, ¿había escuchado bien? ¿Aquel decepticon de un solo ojo dijo que le agradaba? No salió de su sorpresa hasta que noto que ya debía bajar. Se despidió del científico y entro a la sala. Encontró rápidamente a Lord Megatron y camino hacia el.

—Ya estoy aquí— notificó con la cabeza gacha en señal de respeto.

Pero no escucho respuesta. Elevó su mirada y fue que se dio cuenta que Megatron estaba enojado por algo que había pasado. Se hizo hacia atrás cuando el por poco la aplasta, salió de ahí directo a su habitación y lo siguió sin perder tiempo.

Entro poco después de él y lo vio "masajeandose las sienes". No sentía lastima, pero no le gustaba verlo así. Sacó sus patines y avanzó hasta quedar a unos metros de él.

—Lord Megatron.

—¿Qué quieres, Laila?— respondió fastidiado.

—No se aún que fue lo que pasó, pero como su mascota debo ayudarlo a sentirse mejor.

Patino hasta quedar en el centro del lugar y se impulsó. Tomo una de sus piernas y la elevó tanto como pudo; luego jugó con el equilibrio y quedó totalmente recta en horizontal y sosteniéndose con solo una pierna. Cuando se volvió a parar bien tomo mayor impulso y salto dando vueltas en el aire y cayendo sin problema alguno. Termino la mini rutina dando vueltas sobre su propio eje hasta descender y terminar con una reverencia.

Tomo un gran respiro y miro Megatron esperando que ni siquiera hubiera visto algo de la rutina o verlo con el ceño fruncido; se encontró con el viéndola sin expresión alguna, eso cambió a una sonrisa y ella también sonrío al oírlo dar una corta carcajada.

—Que humana tan entretenida resultaste ser.

—Es que...no me parece que se enoje por cosas que pasan. Solo quise distraerlo un poco del trabajo.

El se agachó tomando a Laila con cuidado. La dejo sobre el monitor y se sentó frente a ella.

—¿Qué pasó ahora?— inquirió Laila con firmeza.

—Nada en lo que deba involucrarte— Laila frunció en ceño

La puerta se abrió dando paso a un Starscream algo nervioso. Megatron se levanto y rápidamente pateo a su segundo al mando, Laila negó ante aquello pero igual decidió no intervenir. Hizo caso omiso a toda su conversación y se distrajo balanceando sus piernas, cerró sus ojos y se dejó llevar un poco por su imaginación.

—¡No puedo creer que otra reliquia fue obtenida por los autobots!

—Amo, yo...

—Ya no importa, pero espero que algún día realmente sirvas para algo, Starscream— Megatron escucho como Shockwave lo llamaba por el intercomunicador, después de asentir volvió a dirigirse al seeker —. Shockwave me tiene que enseñar algo, cuida a Laila mientras no estoy.

La menor abrió sus ojos y detuvo sus piernas al escuchar eso. Se bajó de un salto y se colocó a un lado de Starscream. Se despidió de Megatron con una sonrisa y luego se dirigió al segundo al mando.

—¿Qué haremos?

—Agh, tú tienes la ventaja de correr libre por la nave, pero yo debo ocuparme de que no te pase nada— respondió molesto.

Desde el primer día en que ella y sus amigos tenían que estar con sus nuevos compañeros, Megatron le informó a la castaña que al ser su humana tenía "inmunidad", en otras palabras significaba que Laila podía hacer lo que quisiera en la nave sin tener represalias. Dicha inmunidad se la dio al ver que ella no le causaría problema alguno y decidió cederle algo de su confianza. Sin embargo, no podía mandar a los demás decepticons ya que su rango era el mismo que el de un soldado recién graduado.

—¿Qué estamos esperando entonces? Quiero seguir practicando.

Una vez más, sacó sus patines y empezó a patinar sin rumbo alguno. Ya sabia que Starscream no iba a querer tenerla con el todo ese rato, así que se entretendría con los demás cons.










Habían pasado dos horas desde que Starscream y Laila estaban juntos, y ya se podría decir que el segundo al mando estaba realmente harto. Después de que Laila practicara como por media hora, se entretuvo hora y media ayudando a Soundwave; ahora, estaban afuera* mientras ella solo patinaba sin mucho entusiasmo. Ambos estaban aburridos.

—Starscream.

—¿Qué?

—¿Contra cuantos autobots peleamos?

—Podría decirte que eso es clasificado, pero prefiero decir que no te metas en nuestros asuntos— contesto fríamente —¿Y a que te refieres con "peleamos"? Hasta donde se, tú solo eres una mascota.

Laila apretó los puños y soltó un suspiro.

—¿Te mataría el simple hecho de responderme?

—No, pero como te considero insoportable no pienso decírtelo.

—Lord Megatron me lo diría— susurro viendo al suelo.

—¡Pues no soy Lord Megatron para cuidarte ni para darte la razón! ¡Aún no sé que es lo que vio en ti o lo que vieron Soundwave y Shockwave para aceptarte de tal manera!

—Por favor, cállate Starscream— pero ni siquiera la oyó.

—Aún sigo sin entender porque simplemente no te acabaron ese día que tú y tus amigos nos robaron ese energon. Solo eres una torpe humana débil y aún más pequeña que los otros tres.

Laila se tapo los oídos y apretó los dientes y los ojos. Starscream debía callarse si no quería conocer el lado "feo" de la castaña. Incluso sentía como se le iba el aire.

—Simplemente no sirves para nada, no nos sirves para pelear, solo eres una humana que nunca logrará nada por ser tan débil.

—¡YA ES SUFICIENTE!

Laila le gritó al seeker logrando que incluso este retrocediera un poco. Aunque, además del grito de Laila se escucho uno más potente y grave a unos pasos de ellos. En la puerta estaba Megatron que había escuchado perfectamente todo lo que había ocurrido. Laila salió corriendo en su dirección y este no tardó en levantarla.

—Después arreglaré esto contigo— le advirtió y se fue de ahí con Laila.

La menor estaba temblando, había recordado algo... nada lindo de su pasado. Starscream no sabía nada así que no lo culpaba, pero en serio la había alterado todo eso, aún ni siquiera podía respirar bien.









Megatron le preguntó a Laila el por qué de su reacción, ella simplemente dijo que no era nada importante, solo...tonterías. Aún así, fingio estar muy cansada y logró convencerlo para que la dejara quedarse en su habitación para poder dormir.

Laila giraba de un lado a otro sobre su improvisada cama, pero no lograba conciliar el sueño. Finalmente se hartó de estar así por casi una hora y decidió salir y patinar para despejarse.

Contrario a como estaba siempre, su rostro no mostraba emoción alguna; ni siquiera hacia los más simples trucos con sus patines, parecía perdida en sus pensamientos. Se detuvo al notar que no lograría rebasar a un con y se quedó ahí viendo al piso.

—Oye— rodó los ojos al reconocer la voz del segundo al mando de su amo. Continuó patinando pasando de el victoriosamente —¡Humana, te estoy hablando!

—Pero yo no quiero hablar contigo. ¿No te bastó con avergonzarme hace rato?

—¿Me levantas la voz una vez y ya te crees con derecho de hablarme así?

—Starscream, no quiero pelear. Solo déjame patinar en paz y ya no te fastidiare por el resto del día.

Starscream frunció el ceño y antes de que ella volviera a tomar vuelo, la tomo y la levanto hasta tenerla frente a frente. La veía tan diferente a los otros días, antes intentaba acercarse a él y sacarle platica...ahora su mirada no mostraba nada.

—Tu me debes una explicación, y me imagino que sabes de qué.

—Eso es clasificado, no tienes por qué saberlo.

—Déjame adivinar, se lo dirías a cualquiera de tus amigos o a...

—¡Nadie debe saberlo!— se cubrió rápidamente la boca al darse cuenta que había gritado; suspiro derrotada y lo miro de una manera extraña —Esta bien, te lo diré pero...aquí no.

Sin pensarlo dos veces, el seeker camino con una sonrisa de triunfo hasta su habitación. Una vez ahí, dejó a Laila en el suelo y él se sentó en su cama de recarga esperando a que ella empezará la explicación.

—Yo reaccione así por...por algo que me pasó cuando era más pequeña. Es algo que no puedo olvidar así que solo prefiero no recordarlo. Listo, ya te lo dije, me voy.

—Alto, dímelo T-O-D-O.

—Créeme, no te interesa saber lo que me ocurrió en Francia.

—Me lo dirás por la buenas— en ese momento mostró sus garras —, o por las malas.

—...ahh— suspiro —, bien. Lo recuerdo como si fuera ayer; yo tenía 8 años y por obvias razones era la más pequeña, indefensa e inocente del campus. Nunca pude encajar ahí y mis compañeros no se molestaban en ocultar el odio que me tenían, creo que su orgullo no les dejaba aceptar que una niña mucho menor era mejor que ellos. Siempre me empujaban y tiraban bolas de papel a la cara, los prefectos no podían hacer nada porque nunca me atreví a delatarlos.

—Entonces desde siempre has sido una molestia— guardó silencio cuando se percató que ella lo asesinaba con la mirada —cof-cof, prosigue.

—Para no hacer la historia más larga, una mañana nos avisaron que dentro de una semana nos harían un examen, el que obtuviera el mayor puntaje se le exoneraría de las materias básicas y lograría graduarse antes y le darían una beca que cubriría los gastos de todo hasta la graduación. Todos querían ser el mayor puntaje, y sabían que yo sería un problema. La noche anterior al examen me golpearon, no tanto para romper huesos pero sí para que estuviera adolorida al día siguiente; al llegar a mi habitación estudie hasta tarde y con dificultad llegue a tiempo para el examen.

Como era de esperarse, yo saqué el puntaje más alto y gane la codiciada beca. Mis compañeros no estaban nada felices con mi logró, intente irme de la escuela lo más tarde posible para no tener que encontrármelos a la salida. Me fui casi a las 9 de la noche, pero al salir del campus para ir a comprar comida los encontré esperándome en un callejón. Me jalaron y empezaron a insultarme y a patearme.

—¿Y por qué no te defendías?

—Tenía 8 años y ellos entre 20 y 25; era imposible para mí ganarles. Ellos ya me habían golpeado antes así que pensé que no era nada que no hubiera aguantado antes, pero mi perspectiva cambio cuando los vi sacar bates de béisbol, cuchillos y una pistola— Laila escondió su rostro entre sus piernas para calmarse, volvió a levantar la mirada y tomó aire —Me golpeaban en la cara y las costillas, me apuñalaban las piernas, brazos y en el estomago. Para cuando me dispararon ya estaba inconsciente. Pero mientras me golpeaban y atacaban, me decían que era alguien débil, inservible...que debería morirme.

Laila sintió lágrimas deslizarse por sus mejillas pero poco le importó limpiárselas y siguió contando.

—Desperté en el hospital. Tenía vendado desde el pecho a la cintura. Una enfermera me dijo que me habían sacado cuatro balas de cada pierna y que casi todo mi cuerpo seguía muy herido, pero que el tiempo había cooperado.

—¿El tiempo? ¿A qué se refería si solo había sido esa noche?

—No. Luego me explicó que yo había estado en coma o en "reposo" para que entiendas, por unos...6 meses.

Starscream miró sorprendido a Laila, recordaba cuando Megatron estuvo en una situación similar, solo que no había durado tanto como la castaña.

—Ese fue el día que entendí que no me querían como parte de la "sociedad". No me moleste, pero entendí que solo me odiaban por ser yo, por ser diferente a ellos, por ganarles; yo siempre los supere y me largue de la universidad antes para no seguir lidiando con ellos. Pero lo que me dijeron esa noche me ha afectado por años.

Ambos se vieron directamente y siguió hablando.

—Se que soy débil. Sé que soy pequeña. Sé que soy inservible para ustedes. Pero yo nunca pedí ser así. Nunca pedí nacer de esta manera. Nunca pedí ser yo.

Se levanto y patino hasta la salida. Ya le había contado lo que quería, ya no había necesidad de seguir allí. Volvió a sentir cómo era levanta otra vez y quedo cara a cara con su compañero.

—¿Qué quieres? Ya te lo dije todo.

—Yo ah...no creí que...tú...

—Descuida, y ya no te preocupes no volveré a fastidiarte mientras aún me toleren aquí.

—Yo pase por...algo casi igual. Cuando era un soldado en entrenamiento decían que no llegaría a ser alguien importante.

—Pero ahora eres el segundo al mando de los decepticons, ¿cómo lo hiciste?— inquirió con curiosidad.

—Solo me propuse a cerrarles la boca.

Laila soltó una leve risa y se cubrió la boca para que no la viera.

—Quiero lo mismo. Por eso quiero ser parte de los planes que tienen contra los autobots, ustedes quieren gobernar este mundo y esclavizar a los humanos. Quiero ver que los que me molestaban sufran y luego reírme frente a ellos— la anterior sonrisa risueña paso a ser una tétrica —. Quiero ser una decepticon para destruir este mundo que me hizo a un lado, quiero que paguen su error.

—Wow, ¿cuándo empezaste a ser así?

—Admito que suelo ser medio bipolar a veces, puedo ser la más adorable y también la más siniestra. Es mi don en el bello y difícil arte del engaño.

—Creo que esto hace que me agrades más.

Ambos se sonrieron cínicamente y salieron de ahí.










Megatron veía impresionado como Laila se aferraba en una abrazo a Starscream una de sus piernas y este no hacía nada para patearla ni nada.

Laila corrió hasta donde estaban sus amigos y empezó a hablar con ellos. Al ser la última en subir tuvo tiempo de ver a Starscream con una sonrisa maliciosa y una ceja alzada, murmuró unas palabras y después dejó salir una adorable risa.

Buenas noches Starscream, sé que me ayudarás a volverme una decepticon invensible.













*Aqui estaban donde siempre estaba Predaking, claro, el aún no aparece aquí.

Y hasta aquí el capítulo. Bueno, y esa ha sido la historia del pasado de Laila, con eso concluimos esta parte de la historia. ¿Cuál pasado les resultó más trágico? Por cierto, a partir del capítulo que sigue ya empieza la acción. Nos leemos luego.

¡Votos y comentarios se agradecen!

¡Hasta el próximo capítulo!

¡MoriDark19, fuera!

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