Swerve X Skids
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Reflexionó el como todo había ocurrido; se sentía patético, se había dejado engañar como también se había dejó secuestra; por un heraldo de Unicron, y este mismo causaba que su cuerpo temblara ante cada jalón que hacía para que caminara.

Veía como todos lo miraban, se trataba de seres al total servicio del dios del caos, algunos se les hacía familiares, pero otros no los podía reconocer.

- Hey Chevy, ven -oyó como llamaban a su apresor, se trataba de un mech robusto e imponente, casi del mismo tamaño que Ten.

En ese momento pensó en su amigo y se preguntó cómo estaría, si se preocuparía por él o si alguien se preocuparía por él.

- Bien hecho Chevy. -La estruendosa voz del más grande acaparó su atención, volteó a verlo y se percató que este miraba a todos lados y con una señal de su servo, indicó que lo llevarán a un lugar en donde no los pudieran ver.

Chevy al estar fuera de las miradas indiscretas inmediatamente lo liberó de sus ataduras; miró a aquellos que eran servidores del caos, sin poder creer lo que estaba sucediendo.

- Tú debes de ser Swerve. -Antes de que pudiera tener una oportunidad de escapar fue acorralado por sus captores, ahora las posibilidades se habían ido en su totalidad.

- ¿Sabes mi nombre? -preguntó nerviosamente el barman.

- Pues claro, yo soy un Swerve y también él lo es, cualquiera puede reconocer a sus otros "yo". -El mayor se señaló a sí mismo y a Chevy.

- Ustedes son yo -comentó alterado el mini-bot, al confirmar lo que ya sospechaba.

- Ya que hemos hablado y presentado, ahora te llevaremos al Caldero -dijo con una sonrisa el minion.

- ¿Qué es eso? -preguntó Swerve aferrándose a la pierna de su "supuesto amigo".

- Oh, es un lugar genial, te da un punto de vista de la vida bastante diferente -dijo el gran mech que trató de hacer que el mini-bot soltara la pierna de Chevy.

Pero este que se había quedado sin decir o hacer, abogó por su persona; ya no estaba seguro de lo que estaba pasando, eso era inedito, algo raro.

- Chevy, Chevy; lo que dices no tiene sentido... Esta bien, solo lo haré por que eres "yo" -comentó ligeramente el mayor de los Swerves, quien en cierto punto indagó con sus ópticos, a su compañero -. Además el realmente no se ve muy bien que digamos -continuó estronduosamente, y era verdad su estado era deplorable,cada momento en el que estaba en Unicron se sentía peor.

Se esforzó por mantenerse en pie al ser llevado a una pequeña celda, en donde pasaría el resto del tiempo hasta poder ser llevado a su destino.

Vio como Chevy era obligado a compartir su celda, con la escusa de que las cosas habían cambiando cuando este fue a la Lost Light.

Aún cuando recibía un abrazo consolador de parte del mech carmesí, se sentía falta realmente deseaba volver junto a sus compañeros y no estar compartiendo habitación con un tipo que le había mentido y otro que parecía disfrutar de su terror.

Pero ante su estado cayó en reposo, uno de los más raros de todos los que había tenido en su vida, ya que estaba teniendo un sueño.

Las cosas había comenzado con oscuridad, hasta que poco a poco se presentó una imagen, en la que se veía a dos cybertronianos sentados en un pasto verde, tan propio de un planeta orgánico.

- Vamos Skids, te aseguró que en cualquier momento atacarán los Decepticons -dijo uno de los que estaban sentado quien era de un rojo intenso.

- ¿En que te basas Swerve? Ellos no han mostrado actividad alguna -dijo aquel que se llamaba Skids -. Estoy seguro que atacarán pero en un buen rato -comentó el de Azul helénico.

- Vaya, vaya; no sabía que ustedes dos fueran así de competitivos. -Una voz a sus espaldas llamó su atención, los dos voltearon a ver un mech corpulento y de un color carmesí -. Swerve -pronunciaron ambos al mismo tiempo.

- ¿Puedo sentarme? -preguntó el recién llegado.

- Claro -dijo Skids, quien dio su espacio para el más grande, cosa que no le gustó al más pequeño de los Swerves.

- Gracias... Oye, tocayo¹, ¿como se llama tu novio? -Antes de poder completar el agradecimiento se dirigió al otro lado susurrando -. Skids aún no es mi novio, no gracias a ti -dijo molesto el de escarlata.

- Lo siento ya me voy; Skids, Swerve gracias por este pequeño momento pero el deber me llama. -Una parte lo dijo en un tono bajo, mientras que la otra parte lo dijo en un alto tono,así que se retiró tranquilamente.

Tan tranquilo como el arsenal, en donde estaba un mech que parecía que reparaba algo, su consentracion se encontraba ocupada hasta tal punto en el que no se dio cuenta de que alguien le tocó la espalda.

- ¡Chevy! Me asustaste -dijo el mayor de los Swerves.

- Lo siento, pero quiero saber si ya terminaste de arreglar la pistola de Skids -dijo el menor quien movía los servos nerviosamente.

- Si, aquí tienes -dijo el mayor quien le entregó el arma al más joven.

- Y dime, ¿cómo te va? -indagó curioso, al igual que la mirada de su compañero.

- Voy... Muy lento -indicó el joven quien agachó su cabeza -. Ve el lado positivo así no lo espantas -se burló el de ,sarcástico carácter, consiguiendo que Chevy se molestara -. Mejor me voy, ¿cuanto te debo?

- No te enojes, y no necesito que pagues por ahora -negó el pago -. Solo sonríe como siempre haces -dijo tratando de imitar la sonrisa de su contrario.

Pero al momento de complace a su compañero no saldría su natural y características sonrisa, si no una forzada y nerviosa sonrisa la cual convenció al mayor.

Se retiró dando las gracias pero el otro lo detuvo -. Podrías mañana pagarme todos los favores que te cumplí -pidió el de carmesí.

El de escarlata asintió y halzo su dedo pulgar como una respuesta afirmativa.

Tan afirmativa como lo era su propio cuerpo, siempre se había comunicado verbalmente pero se sentía más cómodo haciéndolo con movimientos motrices.

- Vamos Chevy, no estés nervioso solo vamos hacer un encargo, me prometiste pagarme todos los favores que te cumplí. -El mayor jalaba al menor.

El menor se resistió, negaba con la cabeza al ver la nave espacial; parecía haberse quedado mudo -. Confía en mí como lo haces con Skids -trató de convencerlo, pero este se negó aún más, efusivamente se soltó del agarre pero el mayor recuperó su brazo y lo jaló.

- ¡Sabía que no podía confiar en ti! -gritó el menor,quien trato de soltarse, pero al ver que sus intentos eran inútiles empezó a gritar por ayuda, ante esos intentos el mayor le tapó la boca y lo jaló a la nave.

- Veo que no eres el tonto con baja autoestima que pensaba que eras -lo empezó a encadenar a un lugar en donde no podría salir y escapar; cuando terminó de atarlo cerró la compuerta dejándolo en oscuridad total.

Sollozo por un largo rato hasta poder llegar a su fatídico final, cuando la compuerta se abrió, vio aquel traidor quien sonreía socarronamente.

- Oh, por favor no llores me vas hacer llorar -dijo con cinismo el que lo tomó y lo sacó de la nave, al salir de esta se encontraron en oscuro lugar que se alzaba imponentenmente.

El mayor lo levantó y lo cargó para que no se escapara pero este se retorcía para safarse sabía que nadie le podría ayudar pero aun así intento liberarse.

El más corpulento hecho a andar a una dirección definida pero desconocida para el secuestrado, quien empezó a escuchar los gritos de auxilio que salía de lo más fondo del lugar y ahí vio como una puerta era custiodada por dos gigantescos mech, su ex compañero indicó que le abrieran la puerta y ahí lo aventó dejándolo caer en el suelo.

La compuerta se cerro al ver como algunos de los que estaban ahí atrapados trataban de escapar, vio como muchos luchaban por salir y otros se encontraban en muy mal estado aún cuando no se presentara alguna herida causante de aquello.

Miró hacia arriba, a ver si había una salida que pudiera servir; pero solo vio un rostro serio e intimidante; Unicron, al ver al dios del caos solo pudo haogar un gemido, como también pasó lo mismo con la imagen del caos, como también lo hizo la imagen de aquellos que estaban atrapados, todo eso fue sustituido por un oscuro manto.

Abrió los ópticos, y vio como Chevy le miraba, analizó lo que estaba pasando y se dio cuenta de que tenía un cable que conectaban su modulo cerebral con el del contrario; el mech se lo quitó con algo de torpes a pero con cuidado.

Chevy le indicó que guardara silencio, ya que él gigantesco mech aún dormía; Swerve inmediatamente guardó silencio y se dirigieron juntos a la salida de la celda.

La confianza que nuevamente había surgido, ante esa conexión mental los llevó a idear un plan, uno el que podrían salvarse la vida de las garras de Unicron.

Cuando llegaron a una parte del cuerpo del poderoso ser, en donde se encontraba el órgano que le permitía transformarse, Chevy habló.

- Estas listo -dijo viendo al mini-bot.

- Al menos lo intentaré -afirmó Swerve.

- Oh claro intentar por qué ustedes no lo podrán hacer, no al menos en mi guardia. -Los dos voltearon al ver que habían sido descubiertos.

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¹Tocayos es la manera de llamar a aquellos que comparte nombre.
Hecho para LuLu_Val