Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌸Capítulo 4🌸


Una pequeña sombra se podía ver corriendo por la gran casa. Ella no estaba segura de lo que estaba haciendo, porque de hecho no sabía que estaba haciendo. ¿Muy lógico no creen?, aunque para esta niña todo lo que ella hiciera tenia sentido.
Se había levantado temprano y no sabía que hacer, pues nadie estaba despierto.

Se preguntaba en su pequeña cabecita; ¿Acaso en esta casa no comen? ¡Muero de hambre!~.

Resignada se fue a la cocina, no había ni un alma despierta, solo ella y su fiel amigo Copito. La niña estaba despierta desde muy temprano con la esperanza de ver a su padre y de hecho si lo pudo ver, sin embargo, no fue lo que esperaba.

Nuestra pequeña protagonista se iba levantando y traía consigo su pijama de dinosaurio que esta pensaba que daba miedo vestida así, más solamente con verla podías morir de ternura. Al bajar a la sala se encontró con su padre e Irene y no dudo en lanzarse a los brazos del primero. Se encontraba feliz de verlo, ya que no lo había visto por cuestiones de su trabajo y la organización de la boda.

-¡Papá! -dijo muy emocionada para ir a los brazos de su padre y quedarse así como un koala- Te extrañé mucho... -dijo con un puchero a lo que su padre la miro con ternura y le dio un beso en su frente- Igual yo hija -dijo con una sonrisa.

-Oh, Lo siento Nene no te vi -dijo apenada para soltarse de los brazos de su padre e ir a los de Irene.

-No te preocupes pequeña, pero quiero un besito en compensación, ¿sí? -dijo para que la contraria riera y le diera un beso en la mejilla a la más alta.

-Ahora si vamos a pasar más tiempo juntos, porque los demás no quieren jugar conmigo -dijo haciendo un puchero haciendo sonreír nerviosamente a los contrario- Eh... si hablando de eso, nosotros... -Empezó a decir su padre algo cohibido por la mirada expectante de la menor.

Soltando un suspiro Irene tomó la palabra.

-Cariño, no podremos jugar. Se nos presento un asunto en la empresa y debemos ir de viaje de improviso a Estados Unidos -dijo la mujer bajando un poco la mirada para acariciar los finos cabellos de la niña. Esta bajo la mirada con un notable puchero.

-P-pero ¿No puede ser en otra ocasión? -dijo con una pizca de esperanza, la misma que después murió cuando vio a los mayores verse mutuamente y negar.

Esta ya tenía un notable puchero y sus ojitos a punto de derramar lágrimas, pero se contuvo. Ella ya no era una bebé, ya era una niña grande y debía comportarse como tal. Y con un nudo en la garganta que se tragó sonrió a los otros dos a lo que estos sintieron su corazón contraerse por tal escena.

-Esta bien ¡ustedes tienen que cumplir con su trabajo! Así que entre más rápido de vayan, más rápido volverán ¿no? -dijo mirándo expectante a ambos a lo que estos asistieron efusivamente.

-Claro pequeña, además así conocerás mejor a tus nuevos hermanos -dijo su padre viendo el lado positivo y a lo que esta no muy convencida asintió.

-Nene, cuida a papá para que ninguna señora se le acerque. Yo sólo acepto a Nene, a nadie más -dijo viéndola fijamente haciendo sentir nervioso a su padre y para que esta le guiñara un ojo a la más pequeña.

-No te preocupes linda, está en buenas manos.

Después de eso, su padre junto a Irene se fueron. Dejándole Irene una carta para que se la diera a los chicos cuando se levantaran, en la cual venia unas pequeñas indicaciones para los mayores.
Ella la recibió contenta, asegurando que se la entregaría sana y salva. Después de algunos abrazos y besos de despedida sus padre y ahora madre se fueron a tomar el vuelo a Estados Unidos. Dejando a una pequeña niña con los ojos llorosos, ella odiaba las despedidas, sí por ella fuera viajaría con ellos pero sabía perfectamente que eso no podía pasar. Su padre casi nunca la llevaba en sus viajes de trabajo, ya que o esta se encontraba en tiempos de escuela o no tenía con quién dejarla a cargo. Por lo que se quedaba en casa, esperando la llegada de su progenitor.

Pero ahora era diferente, no estaría solita en una enorme casa ¡ahora estaría acompañada de sus hermanos! Podría empezar a conocerlos mejor ¿verdad?. ¿Que podría pasar en la ausencia de sus padres? ¿Nada malo podría pasar o si?.

Ahora nos encontramos con la pequeña niña en la cocina, revisando que podía comer. Había cereal, pero era de esos que sabían a nada y ella no comía de esos. Decidió mejor hacer unas galletas, había aprendido por la señora Choi, la antigua cocinera de su anterior hogar, además una de las señoras más tiernas que había conocido en su corta lista de personas con las que había convivido.

Buscó todos los ingredientes y afortunadamente estaban todos, por lo que procedió a hacer las galletas. Después de dos horas y con muchas manchas de harina en su cara que la hacían ver adorable terminó.

Mientras un Jin iba bajando algo soñado pero con muchas ganas de tomar agua y saciar su sed. Entró a la cocina, bebió un poco de agua y volvió a irse. Sin embargo, había visto algo y volvió de una manera muy chistosa y vio a una pequeña _______ con manchas en su cara, con varios trastes sucios y unas cuantas manchas de harina en la tabla. Fruncio el ceño y habló aún extrañado.

-¿Qué...? -Intentó decir pero la pequeña niña no lo dejo y este la miró con los ojos entre cerrados a lo que esta solo pudo sonreír- ¡Hice galletas! -dijo feliz mostrando algunas, algo en Jin se movió pero lo ignoró completamente y volvió a mirar a toda la cocina y detener su mirada en aquella niña de gran sonrisa.

-Ajá, si no me dices no me doy cuenta - dijo rodando los ojos sarcasticamente.

-¿No quieres? - preguntó _______ inocentemente, sin percatarse que Jin había sido sarcástico con ella.

El contrario simplemente la vio desconfiado, iba a decir que no pero su estómago le reclamaba comida, así que con gran pesar hacía su orgullo aceptó. A la pequeña niña se le iluminaron los ojos y sonrió con satisfacción. Después de todo, su esfuerzo en aquellas galletas que le habían costado unas cuantas quemaduras en sus pálidas manos habían valido la pena.

Minutos después el mayor casi devorando medio plato sonrió al haber satisfacido su hambre. No podía negar que aquellas galletas estaban deliciosas para que una niña de sólo 9 años las hubiera preparado, pero eso nunca lo diría en voz alta. Su orgullo podía más.

Después de haber tomado un poco de leche, miró a la pequeña que solo le sonreía tiernamente y este la vio un poco confundido y desconfiado.

-¿Se te perdió algo? - dijo algo tosco.

Está lo vió un poco confundida, pues ella no estaba buscando nada. "¿Se me perdió algo?" se preguntó en su cabecita.

Negó rápidamente- No, no estoy buscando nada. ¿A ti no se te perdió nada? - preguntó dulcemente a lo que le mayor se dio un zape mentalmente ante lo lenta que era aquella niña o es que ¿No se había dado cuenta que él solo quería que lo dejara de mirar?, este suspiro y se preguntaba si aquella niñita era muy tonta o muy ingenua.

-Solo dime si no has visto a la señora Kang. Es la cocinera y ya debería de estar aquí -dijo extrañado.

-Umm, no. Creo que Nene dijo algo sobre eso - dijo pensativa- oh, ¡Ya me acordé! Dijo que le dió a la señora Kang unas vacaciones. Y también dejó una carta para ustedes - dijo feliz de poder haber recordado. Pues, usualmente tiende a olvidar un poco las cosas.

-¡¿Qué?!

-So -respondió ______ divertida. A lo que el mayor la vio mal y le quito la carta de las manos para poder leerla.

"Hijos

Este viaje nos salió de imprevisto, por lo que no pude despedirme. Solo será un viaje de un mes, ya que tenemos que arreglar muchos asuntos de la empresa y visitar las diferentes locaciones de cada una, así que no podré estar con ustedes. Sin embargo, se que tendrán tiempo para poder conocer a _____, que es su nueva hermana. Sé que no se tomaron muy bien a la nueva integrante de la familia a pesar que les cae muy bien Jinyoung."

"Seguro les encantara ______, es una niña muy dulce. No se atrevan a hacerle daño y lo digo más por JungKook y YoonGi con sus bromitas. Quiero la casa en las condiciones como la dejo, si no les quitaré parte de su dinero y no tendré piedad. Jin, tú eres el mayor y debes dar orden, pero ahora quiero que se valgan un poco por si mismo así que les he dado vacaciones a todo el personal, así que ustedes se encargarán de la casa. ¡Suerte! Los quiero hijos y más les vale portarse bien"

"Posdata: Les depositare dinero a sus tarjetas para los gastos de la casa y de ustedes. ¡Cuídense!."

"Posdata 2: Cuiden a ____ y se encargan de llevarla a la escuela. La otra semana entra a clases y no puede perder ningún día, si le llega a pasar algo las consecuencias recaerá en ustedes. También los amo, lo sé, soy la mejor madre, cuídense mis amores."

La carta de su madre era muy clara, sabía perfectamente que cumpliría sus amenazas si no cumplían con sus mandatos. Tragando duro y mirando de soslayo a la pequeña niña que se encontraba sacando más galletas del horno. No dejaría que le pasara nada, su tarjeta dependía de ello.

Jin tenía un poco de celos y resentimiento hacia la pequeña, pues su madre se mostraba muy protectora con la niña, algo que ya no demostraba mucho con sus hijos. Claro, ya estaban grandecitos pero un poco de amor de madre no estaba de más ¿verdad?.

-Dame más galletas - demandó un poco serio. Sin embargo, la pequeña sólo se limitó a asentir y darle más galletas al mayor y aunque este no le dijera nada se conformaba con ver sus ojos brillar con cada mordida que daba a las galletas que había preparado la pequeña niña con mucho cariño.

Poco a poco los chicos fueron despertando, mientras uno no dignaba a bajar y todos sabían de quien se trataba, pero no le tomaron importancia, era lo usual.

Los chicos se encontraban desayunando unas tostadas con huevos fritos y un poco de fruta picada, quien por supuesto la pequeña niña se había ofrecido a preparar aquel desayuno, ya que al parecer ninguno sabía cocinar. Esta encantada de ser de ayuda preparó un sencillo pero rico desayuno, algunos se habían quejado un poco pero Jin los calló diciendo que era lo único que había y que si querían más ellos lo podían preparar por sí mismos. Obviamente nadie objetó nada y siguieron desayunando. La pequeña fue la última en terminar junto con Hoseok quien ya se estaba retirando de la mesa cuando la pequeña niña habló.

-¿Yoonie no vendrá a desayunar? - le preguntó a Hoseok dulcemente a lo que este hizo una mueca y negó.

-Ese Hyung es un perezoso, ni te molestes. Seguro y despierta hasta la noche o cuando tenga hambre, una de las dos.

-Pero... ¿No es malo saltarse la comida? - preguntó esta vez más curiosa y confundida- Claro que es importante, pero ni loco levanto a YoonGi, seguro me mata si lo hace.

Le dijo para después irse, mientras la pequeña niña se encontraba un poco preocupada ya que su ahora hermano mayor, no comía como es debido. "¡Por eso esta tan blanco y flaco! Yoonie necesita comer para que deje de parecer un vampiro, sí, tiene que comer". Decía en sus adentros para irse a lavar los trastes que los chicos habían dejado y que ninguno se digno a lavar. Pero, a esta no le molestaba, sentía que ayudaba y eso solo la motivó más.

[...]

La pequeña niña, ahora estaba en frente de la puerta del cuarto de YoonGi. Tocó tres veces pero nada, supuso que seguía durmiendo. Mientras cargaba una bandeja con el desayuno recién hecho para YoonGi, se percató que la puerta estaba sin seguro y con un leve "permiso" y entró. La habitación era muy espaciosa, todo ordenado y limpio, estaba un escritorio que captó su vista de inmediato con una computadora de tres pantallas y muchas cosas que no tenía la menor idea de que serían. Después le preguntaría a YoonGi.

Dejó la bandeja sobre una mesa chica de cristal y se dirigió a la cama del mayor la cual se distinguía un bulto que obviamente reconocía como YoonGi. El mayor se removió y dejó a la vista su rostro, la pequeña se acercó un poco por la curiosidad y se detuvo a ver el rostro del chico que no había podido detenerce a mirar con tanta atención como en ese momento. Su blanca piel lo hacía ver tierno, sus pestañas eran lindas, con finos labios y su cabello alborotado por lo dormido que estaba, lo hacía ver tierno. La pequeña fangirleo un poco en su interior, pues su hermano era muy atractivo, como aquellos idols que ella tanto amaba ver y escuchar.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando unos ojos se habrieron levemente viéndola directamente con la nariz arrugadita.

-¿Que diab-?

-¡No! ¡Eso no se dice! -dijo tapando la boca del contrario, ella sabía que iba a decir una mala palabra y a ella no le gustaban esas palabras feas. Este la vio confundido y con el seño fruncido.

-¿No dirás esa palabra? - preguntó viéndolo con los ojos entre cerrados con un puchero en sus labios. YoonGi iba a protestar pero algo en la mirada de la menor que reflejaba cierta tristeza y miedo lo hizo negar. Esta suspiró y le permitió hablar, esas palabras eran feas y no le gustaba para nada.

-¡Oye! Eso fue raro, no era nada malo - dijo sentándose en la cama y viéndola aún extrañado y alzando los hombros desinteresado. Bostezó un poco, aún tal vez adormilado.

-Si era algo malo, esa palabra es fea - dijo defendiéndose y el mayor la vio con una ceja alzada.

-¿y tú cómo sabes que era lo que iba a decir? - dijo viéndola con una sonrisa burlona y la menor se tensó un poco por dicha pregunta y jugó con sus dedos nerviosa.

-Solo lo sabía... - dijo casi en un susurro pero audible para el mayor. Este suspiró y se dio cuenta de algo.

-Un momento... ¿Por qué estás en mi habitación? -preguntó remarcando la palabra "mi".

-¡Cierto! - dijo ahora con una sonrisa y buscando pasando de la cama de YoonGi, este la vio extrañado pero eso creció más cuando la vio acercarse con una bandeja con comida.

-¿Qué es esto? - preguntó muy extrañado

-Tú desayuno, Yoonie ¡Buenos días! - dijo feliz ante la cara de asombro de YoonGi.

-Tú... ¿Por qué? -cuestionó viéndola desconfiado. Seguro el desayuno tenía algo raro o algún tipo de veneno.

-Bueno, es malo saltearse el desayuno ¡Debes comer más y a tu hora! ¡Por eso estas tan blanco y flaquito! - Expetó con una expresión algo graciosa para el mayor pero que suprimió.

-¿Por eso me despertaste? Que flojera. Vete, quiero dormir -dijo intentando taparse otra vez y digo intentando porque la pequeña se lo impidió.

-Ahg, ¿ahora qué? - expetó viéndola con el ceño fruncido, notablemente molesto.

-Ahora debes desayunar, el desayuno está caliente ¡se va a enfriar!

-No quiero -dijo como niño mimado, a lo que esta lo vio con un puchero y negó.

-Debes comer -dijo firme, este negaba pero al final terminó cediendo porque casualmente le había entrado hambre y es que aquel desayuno olía muy bien y su tentación le ganó. Claro, que no se lo haría saber a la pequeña niña pero está estaba más enfocada en ver comer al mayor en frente de ella, con una sonrisa que adornaba su rostro. Estaba feliz, todos ya habían desayunado y logró que YoonGi no se pasara el desayuno.

Yoongi la miraba desconfiado, aturdido y extrañado. Nadie nunca le había llevado el desayuno a la cama, solo cuando era pequeño y estaba muy enfermo. Ahora que miraba a la niña hablar de todo y sin prestarle atención a las palabras que decía la pelinegra, se limitó a observarla y responder con monosílabos.

Gruñó, aún era una mocosa y además lo habia levantado de su sueño. Pero ahora que lo pesanaba ¿Por qué no reaccionó mal cuando lo despertaron? Si hubiera Sido cualquiera de sus hermanos le hubiera dicho hasta de cómo se iba a morir, pero aquella niña logró tranquilizarlo, solo con llevarle un desayuno sin otra intención, mirándolo como si fuera la persona más interesante del mundo o como si fuera alguien importante.

Se sintió especial pero su orgullo le impidió decir otra cosa, a pesar que dentro de él solo queria decir "gracias".

Porque Yoongi era demasiado serio, inexpresivo porque no sabia como poder expresarse correctamente, no entendía bien lo que era socializar, le costaba mucho entablar conversación con alguien. Y odiaba el hecho de que alguien lo despertara o irrumpiera en su espacio. Y aún así se permitió que _______ siguiera en su habitación aunque quería sacarla a patadas de su espacio.

-Sigues siendo una mocosa....

-¡Oye! -la pequeña refunfuño y se mostró indignada.

Pero aún así siguió hablando de todo y nada, aunque Yoongi le respondiera con monosílabos. Se sintió bien para la menor que alguien la escuchara y que no fuera su Nana o su papá, u los empleados se su antigua casa.

Poco a poco aquel hogar estaba cambiando, nadie se estaba dando cuenta, pero aunque el cambio no era tan impactante iba a su paso. Despacio, pero seguro. Ella extrañamente estaba contenta, aunque su padre se había ido en un viaje de trabajo -Como muchos- pero, no estaba triste como otras veces que su padre la dejaba por los dichosos viajes. Estaba alegre, porque estaría acompañada, ya no estaría sólita en una gran casa. Ahora tenía hermanos y eso la hacía estar alegre, aquellas personas que apenas estaba conociendo la hacían sentir en una familia... Una familia, que ahora era más grande y no sólo de dos personas, si no, de diez. Estaba en su burbujita de felicidad, pero aquellos hermanos que apenas conocía no estaban tan felices con su llegada, sin embargo algo se había removido en el interior de cada uno. No lo habían notado o no querían hacerlo, pero estaba ahí, y con eso bastaba.

"No siempre una persona
Es lo que aparenta, una sonrisa
No quiere decir que esa
Persona es feliz. Ni una cara seria
Significa que esa persona
No tiene corazón"

.
.
.
.
Le hice cambios a este capítulo.
¿Les gustó?

Espero les guste. Gracias por leer, con amor ustedes💕.

Editado y corregido✓

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro