Kazuma: ...

Al abrir mis ojos me encontré con una vista diferente, un techo de madera que era sostenido por su cimientos.

Él sonido de la lluvia cayendo del cielo sólo para chocar con él mismo techo, para posteriormente solo seguí su camino al frío suelo de tierra.

...sigo vivo

Eso fue lo único que logré pensar, extendiendo mis manos, sintiendo el movimiento ligero de cada dedo.

Girando la cabeza me encontré sólo, al menos lo suficientemente para que realmente me diera una nostalgia.

Si estoy aquí, ellas también

Eso era lógico, y al menos tranquilizó mi mente, mis recuerdos del dolor y como luche por la conciencia.

Más por ellas que por mi, todo parecía un mal sueño, exceptuando una parte del día de Ayer.

...Cómo estará ella

Mi visión paso por la ventana, donde ví la misma lluvia y las nubes grises que eran las progenitoras y al mismo tiempo hijas.

La rama de un árbol cuyas hojas se movían al ritmo del viento que seguro estaría fuerte en el exterior.

...a nadie le gustaría estar sólo durante un día así

No era, ni es humana, su biología la tengo desconocida.

En mi mundo podría recordar a un amigo, uno que tenía en primaria, uno del cual su nombre e olvidado.

Era un niño genio, o uno curioso como él se hacía llamar, siempre detesto que lo llamadan genio, diciendo

Yo no soy nada especial
mi cerebro no es diferente al tuyo
cualquiera puede saber lo que sé
Todos pueden tener ideas
La Curiosidad es él camino

Kazuma, eres muy creativo y tú memoria es muy buena ¡Solo te falta interés!.

Siempre lo ignore, pero esas palabras las había guardado como el más sincero eligió, o quizás lo bonito que de alguien tuviera esa opinión de mi.

Kazuma: Las serpientes no pueden sentir amor..

Esa era una de las cosas que recordaba de una conversación con él, o mejor dicho. Un monólogo donde el hablaba y yo solo opinaba

Las serpientes no tienen la parte del cerebro que se encarga de la empatía.
Las neuronas espejo como las llamo.

..Tu que hubieras hecho, de estar en mi lugar.

Sin duda ese niño curioso que recuerdo, hubiera buscado libros y estudiado a todas las especies contento.

¿?: ¡¿Las serpientes no pueden sentir amor?!

Alejando mi mente de los recuerdos, y un auto desprecio, de como otro debió tener la suerte de ir a un mundo mágico.

Kazuma: ..¿Eres la hermanita de Megumin?

Pregunté a la niña que era una copia en pequeña de la Terrorista, esos ojos carmesí siendo muy característicos.

¿?: si, me llamo komekko, ¡La mejor hermanita del pueblo!.

¿Hermanita?... Olvidaba que eso de las presentaciones parece ser consanguíneo.

Kazuma: Satou kazuma, lo siento si no hago una presentación, sigo algo adormilado.

Continúe acostado en la cama, con la niña aparentemente bastante atenta a mi.

Komekko: y que era eso, de que las serpientes no pueden sentir amor.

Pregunto la pequeña en una curiosidad inocente, algo que los niños pequeños tienen.

Curiosidad, una curiosidad que me recordó a ese amigo de la primaria, quizás la curiosidad era una bendición que al crecer perdemos.

Kazuma: No pueden porque no lo necesitaban, y como no lo necesitaban no lo desarrollaron.

Intente explicar de forma tosca, ya sabiendo que hablar cosas neurológicas sería imposible en esté mundo.

Más con una niña de su edad.

Komekko: Entonces, no necesitaban piernas? Por eso se arrastran

La niña parecía inteligente, ya fórmulando una teoría propia bastante acertada.

Eso me hizo sonreír, él compartir información de mi mundo, quizás komekko podría ser la Charles Darwin de esté mundo.

Y quizás en su biografía aparecería mi nombre, como un viajero que le había enseñado.

Kazuma: Si, es algo así. Por cierto ¿Haz visto a las chicas?

La niña komekko negó, distraída ahora con la misma ventana que estaba viendo.

Komekko: Salieron con Yunyun, ya que está lloviendo volverían mañana, me dejaron para cuidarte.

...Chicas no está bien dejar a una niña sóla

La idea de ir a ver a la Chica planta no era una opción en esté momento.

Levantándome de la cama ví que él cielo nublado no era de la mañana, si no de la tarde.

Kazuma: y tus padres?

Komekko: Regresarán por la noche, mamá sabe teleport. Deberían seguir vendiendo los objetos mágicos de papá.

Komekko era una niña bastante animada, algo que me extraño.

Puede que no esté mal en esté mundo, pero prácticamente la habían dejado sóla, en un día nublado de lluvia.

Pero lucía tan animada, podría imagianrla siendo la chica más popular de una clase, siempre hablando y organizando cosas con su grupo de amigos.

Kazuma: bien, entonces estoy bajo tu cuidado komekko-Sama

De forma dramática me incline, decidido a al menos hacerle mejor su día.

Komekko: ¡Si!, estás en buenas manos.

Mm.. tengo hambre, así que ella debía también tenerla.

Había traído bocadillos entre mis cosas, espero las chicas hayan dejado mis cosas sin tocar.

Dandole unas palomitas en la cabeza a la pequeña le devolví su cabello.

Algo que recordaba hacia mi padre con mi hermano menor, el único ejemplo que tendría.

Kazuma: Ya es tarde, komekko-sama le gustaría que preparé la cena?.

Komekko: ¡¿Comida?! ¡Dónde?!

La niña pareció multiplicar sus ánimos, buscando entre mis ropas la comida.

Kazuma: e-espera, no la tengo conmigo, y también tendré que calentarla.

Komekko: ¡Rápido!, Satou-sama

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Wisserus_MD: Espero les guste está trama.

En el siguiente capítulo volvemos con la chica de la tranquilidad.