—¿Por qué no llaman? —murmuró Harry con voz entrecortada mientras se dejaba abrazar con fuerza por su alfa.

—No lo sé, pequeño alfa, supongo que deben tener muchas parejas a las cuales informarles y deben estudiar los casos de cada una de ellas...

Louis paseaba sus dedos por entre los ricitos a la vez que más feromonas protectoras los rodeaban.

Estaban los dos acostados luego de un duro día de trabajo y un increíble encuentro íntimo que no sirvió de mucho en cuanto a distracción se trataba.

—Pero ya pasó un mes —gimoteó finito— Julia dijo que solo debíamos esperar unas semanas.

—Lo sé, mi vida, pero no te des por vencido tan pronto.... también oíste como ella dijo que teníamos altas posibilidades de ser escogidos.

Louis quería animarlo como fuera, incluso lamiendo su marca y besando con suavidad, pero la verdad era que sus esperanzas también comenzaban a apagarse lentamente. Esa noche no pudo dormir, demasiado concentrado en velar por el sueño de su alfita, ya que hace varios días que el pequeño risueño no descansaba correctamente. Se encargó de acariciar su cabello y espalda con parsimonia, de arroparlo cuando era necesario y acomodar la almohada que solía caérsele en medio de la noche.

Al otro día, grandes ojeras adornaban su rostro pero un suave "gracias por cuidarme" y un firme beso por parte de Harry luego de entregarle su taza de café, hicieron que todo el cansancio tuviera sentido.

Llegó a la oficina arrastrando los pies, saludó a Ámbar, su secretaria, con un asentimiento y se encerró en su oficina. Sus ganas de socializar e interactuar con otras personas eran casi nulas. Maldijo internamente cuando recordó que hoy tenía varios casos que requerían de reuniones presenciales 

Una vez finalizado, su secretaria ingresó varias veces con tazas de café y algún que otro documento. La mayor parte de la tarde se mantuvo tranquila, por lo que recordó agradecerle a alguna especie de deidad superior o algo así.

Al regresar a casa, Harry lo esperaba en el sofá envuelto en una gruesa manta para hacerle frente al inicio del invierno londinense y un pote de helado entre sus piernas. Friends reproduciéndose en la pantalla plana.

Se desanudó la corbata, dejó el maletín y su saco en la mesa de centro y se dejó caer a un lado de su alfita.

Harry automáticamente se acurrucó entre sus brazos en busca del aroma amaderado y llevó una cucharada de helado de menta y chocolate a sus labios.

—¿Cómo estuvo el trabajo? —inquirió en voz bajita casi ronroneando.

—Normal. No estuvo muy pesado la verdad —respondió mientras masticaba los trocitos de chocolate y olfateaba entre los ricitos— ¿Tu día?

—No hice mucho... limpié un poco, revisé correos electrónicos de la empresa que tenía pendientes y... no mucho más.

—¿Comiste algo?

Sabía de sobra que cuando Harry estaba nervioso, preocupado o decaído solía dejar de comer. Era una especie de trauma que le había quedado desde la secundaria y por más que lo había tratado en terapia, y aún lo hacía, este no lograba desaparecer por completo. Ya no es tan frecuente como antes, pero ante sentimientos muy fuertes que se le hacían difíciles de controlar, recurría a ese horrible hábito.

—Yo... —los deditos del CEO temblaron sobre su camisa y su aroma se agrió rápidamente.

—Está bien, mi vida, no pasa nada —besó su frente y posteriormente lo cubrió con su aroma para calmar el limón amargo— ¿Qué te parece si vamos a la cocina y preparamos algo rico para cenar? ¿Mhm?

Harry movió la cabeza de manera afirmativa antes de sacar la manta de sobre sus piernas y ponerse de pie. Louis gruñó sin siquiera percatarse.

—Pequeño, ¿Qué haces con solo una camisa? vas a enfermar...

—Estoy bien, recuerda que aunque no lo parezca soy un alfa. Además, tenía la manta y la camisa huele a ti.

Louis sonrió de lado igualando su posición para luego enrollar ambos brazos en la fina cintura. Sí, Harry podría ser todo lo alfa que quisiera, pero era su alfita y en el fondo sabía que moría de frío.

—Ve a abrigarte, ¿sí? estaré esperándote en la cocina.

Harry rio en alto cuando una nalgada le llegó de golpe, logrando zafarse del agarre y correr escaleras arriba.

Louis, por otro lado, reunió todos los ingredientes necesarios para preparar una pasta a la boloñesa. La favorita de Harry. Al rato, el más pequeño se unió y entre charlas y risitas terminaron de cocinar.

Comieron juntos entre jugueteos de pies debajo de la mesa, todo parecía estar bien aunque ninguno de los dos pudo pasar por alto la llama de desesperanza brillando en las orbes contrarias.

—Ahora es mi turno de consentirte —murmuró Harry mientras se ponía en puntillas de pie y pasaba sus brazos por el cuello contrario.

Los arrastró por las escaleras hasta dar con su cuarto y posteriormente con el baño compartido.

Llenó la bañera con agua templada, agregó burbujas y algunas esencias tranquilizantes.

Luego, con delicadeza y amor, despojó a Louis de su camisa, pantalón de vestir y ropa interior; y en medio de besos lo hizo ingresar a la bañera.

Bajó la adormilada mirada del castaño, quitó la enorme camisa de su propia anatomía junto al par de bragas que llevaba debajo. Ingresó a la bañera, depositándose detrás del cuerpo musculoso.

—Solo relájate, alfa —susurró cerca de su oído tomando luego el shampoo que utilizaba el mayor con frecuencia.

Comenzó con suaves movimientos, rascó su cuero cabelludos con paciencia escuchando pequeños suspiros abandonar los labios contrarios.

Louis poco a poco iba destensando sus músculos y dejándose llevar por las diminutas manos. Fue tanta la relajación que sintió como el pecho de su amor lo recibía y quiso levantarse para que no tuviera que cargar con todo su peso, pero no se le fue permitido.

—Puedo contigo, grandullón.

Louis quiso reír, replicar o hacer algún tipo de comentario, sin embargo, las manos de su alfita y las feromonas cargadas de cariño hicieron que no pudiera ni siquiera conectar un par de palabras.

Cuando el agua comenzó a enfriarse decidieron que era necesario salir. Se secaron mutuamente y a la vez que Louis esperaba recostado en la cabecera de la cama, Harry hidrataba su cuerpo con cremas especiales y se colocaba el pijama.

—Listo... —suspiró el rizado una vez se introdujo en la cama.

Louis rápidamente lo aprisionó contra su pecho y se acurrucaron mutuamente.

—Buenas noches, cariño. Te amo —finalizó Harry.

—Te amo, pequeño alfa. Descansa.

Y así, abrazados y con sus corazones latiendo a medias, se quedaron dormidos.

Al otro día, un estridente sonido trajo a Harry al mundo de los vivos. Ese día no trabajaban, así que le pareció raro que su alfa se hubiera olvidado de apagar la alarma.

—Alfa... —murmuró con su cara aún aplastada en la almohada— la alarma...

Louis solo gruñó mientras se daba la vuelta, ignorando por completo el irritante sonido.

Gruñó fastidiado antes de lanzar su almohada al suelo, trepar sobre el regazo de Louis y coger el bendito teléfono.

Una vez con él en la mano, lo desbloqueó al introducir "LTS28". Pasó una mano sobre su rostro para intentar despabilarse, pero al querer apagar el sonido se percató de que en realidad era una llamada entrante.

Frunció el ceño ante el número desconocido y mientras fregaba uno de sus ojos se llevó el celular al oído.

—¿Si? —con su voz un par de notas más ronca que lo habitual.

Louis, por otro lado, continuaba durmiendo como un oso debajo de él, ajeno a todo a su alrededor.

—¿Con el señor Tomlinson? —una voz femenina retumbó del otro lado, haciendo que su ceño se frunciera con mayor profundidad.

—Con uno de ellos, habla su alfa — respondió ahora más despierto.

—Me comunico de la oficina de adopciones —tuvo que aferrarse al pecho de Louis al casi caer de la cama. Comenzó a golpearlo en el pecho buscando despertarlo, pero este solo tomó su mano y la escondió debajo de su cara.

—Sí... dígame —su maldito lobo iba a rasgar su pecho.

—Me alegra informarles que han superado la primera fase. Sus entrevistas nos parecieron muy adecuadas, por lo que nos gustaría pactar una cita para llevar adelante el siguiente paso, la de reconocimiento del hogar.

Harry chilló con fuerza haciendo que Louis por fin abriera uno de sus ojos.

—¿Hazzy? —murmuró ronco al verlo sobre su regazo.

Harry llevó su mano libre a la boca contraria y la tapó, haciendo que frunciera el ceño, pero optara por apretar ambas manos en las caderas del hombre sobre él.

—¡Muchas gracias! solo díganos cuando pueden y nosotros nos adecuaremos.

—¿Le parece el martes próximo? —la mujer inquirió.

—¡Está perfecto!

—Bien, muchas felicidades, señor. El próximo martes tendrá un grupo de profesionales en su puerta. Les deseamos los mayores éxitos.

—Gracias de nuevo.

Harry colgó la llamada sin percatarse que aún cubría la boca del alfa mayor, este solo levantó una ceja mientras presionaba más sus manos sobre las caderas.

Recién en ese momento notó su posición y retiró su mano, pero se mantuvo sobre el regazo contrario. Se dejó caer sobre su pecho mientras lo abrazaba con fuerza y repartía muchos besos por la extensión de piel que llegaba a acaparar.

—Eran de las oficinas de adopción —reveló luego de un tiempo.

—¿Qué dijeron, alfita? —las feromonas ansiosas explotaron.

—¡Pasamos la primera fase, amor! el próximo martes vendrán a recorrer la casa.

—¡Eso es muy poco tiempo! hay muchas cosas que tenemos que adecuar para un bebé, nuestra casa no es ni cerca segura para un cachorro...

—Tranquilo, falta poco más de una semana —Harry acarició su pecho y lo marcó con su aroma— tenemos tiempo de acomodar todo.

—Estoy tan emocionado... —una pequeña lágrima corrió por el afilado pómulo, haciéndolo jadear enternecido.

—Oh, amor... yo igual, pero podemos con esto.

Harry besó sus labios y luego bajarse de su regazo para comenzar a vestirse.

—¡Vamos, arriba! tenemos mucho que hacer. Primero que nada, llamar a los trabajos y pedir la semana, después compras y organizar todo.

—Todo lo que mi bello alfita diga —Louis saltó de la cama e hizo una seña militar teniendo por resultado una camisa voladora en su rostro.

Ni siquiera sabían por donde comenzar.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

okeeeeyyyy la historia ya va tomando un poco de forma. Estoy emocionada por los próximos capítulos, pero todavía tengo que corregir cosas para que queden perfectos. 

déjenme sus opiniones sobre lo que lleva la fic, si les gusta, si no, etc. Todas son bien recibidas siempre y cuando sean formuladas con el debido respeto. 

muchas gracias por apoyarme en este proyecto! lxs tqm. 

nos leemos pronto ❤️

A.