Capítulo 2: entrevistas
El lunes había llegado y, como era de esperarse, Harry corría desesperado por la casa.
—¿Crees que esta camisa esté bien? —giró hacia Louis, quien lo miraba desde el filo de la cama con una sonrisita ladeada —o tal vez esta otra... no recuerdo la psicología del color... ¡Soy empresario, no se supone que deba saber eso!
Harry continuó divagando mientras miles de prendas de ropa volaban a través de la habitación. Se probaba camisas, pantalones, chaquetas, zapatos; discutía consigo mismo, con Louis y hasta con su reflejo en el espejo.
—Pequeño alfa, creo que esa es perfecta —Louis se acercó hasta posicionarse detrás de él y enganchó ambas manos en la cintura contraria— el rosa hace que tus ojos resalten más.
—¿No crees que me hace lucir demasiado omega? —murmuró cohibido.
—¿Qué tontería estás diciendo? creí que habíamos dejado claro que los colores no eran dominio de ninguna casta. Además, que importa si te hace lucir "omega" sigues siendo el alfa más guapo de todos.
—Tienes razón, lo siento... ¡es que estoy tan nervioso!
—Está bien, amor, solo respira.
Cuando ambos terminaron de alistarse, se montaron en el coche para por fin dirigirse al centro de adopciones. Las miradas no tardaron en posarse sobre ellos, el disgusto evidente en su facciones y aromas agriados. Louis solo pasó el brazo sobre los hombros menudos de su alfita y lo apretó contra su pecho.
—Buenos días, tenemos una entrevista con la señorita Smith —Louis se dirige a una señorita detrás del mostrador.
—¿Adopción?
—Exactamente.
La mujer hizo un par de preguntas más y luego les indicó con su puntiaguda uña esmaltada en rojo que se sentaran en un par de sillas plásticas a esperar ser atendidos.
Entrelazaron sus manos y las pisicionaron sobre el muslo del menor. Los nervios corriendo por el lazo.
—Señores Tomlinson —una beta con traje, tacos aguja y una coleta tirante les sonreía desde la puerta de una de las oficinas.
—Somos nosotros —habló Harry por primera vez.
—Pasen por aquí, por favor.
Ambos se pusieron de pie y luego de una significativa mirada y un asentimiento por parte de Louis se dispusieron a ingresar a la habitación detrás de la mujer.
—Buenos días, tomen asiento, por favor. Mi nombre es Julia Smith y estaré a cargo de su caso.
Louis arrugó la nariz cuando el neutralizador de aromas golpeó su rostro. Harry le sonrió a la beta y asintió a lo que decía.
—Mi trabajo aquí no es entorpecerles el camino, para nada, sino más bien es hacer de vínculo entre ustedes y las instituciones gubernamentales.
Julia les sonrió, haciendo que sus dientes blancos resaltaran detrás de su labial rojo, y la pareja de alfas le sonrió de vuelta.
—Por lo que tengo entendido ya hicieron los cursos necesarios.
—Así es.
—¡Perfecto! eso es una gran ventaja... podemos dar inicio con las entrevistas. Primero les haré una en conjunto, luego otra por separado y una última por si quedó alguna duda.
Ambos asintieron.
—Bien, no tengo datos previos de ustedes así que comenzaremos con eso. ¿Nombres completos?
Louis se acomodó mejor en la silla acolchada mientras veía a su alfa tragar saliva con dureza.
—Louis William Tomlinson y Harry Edward Styles.
—¡Parecen nombres de príncipes! —chilló Julia haciendo que la pareja riera levemente, los nervios abandonando sus lobos a paso apresurado.
—Eso es muy amable de su parte.
—¿Edades? —continuó la beta luego de haber anotado lo anterior.
—Yo tengo 26 años —dijo Harry— y Louis 28.
—Están en el rango perfecto para ser padres. ¿Están enlazados?
Harry bajó el cuello de la camisa y la bonita marca plateada resaltó. La beta sonrió aún más grande cuando Louis depositó un pequeño beso en la frente contraria.
—¿Puedo saber a que se dedican?
—Bueno... yo soy CEO de una empresa de publicidad, llevamos adelante campañas de diferentes marcas como Gucci, Rolex, entre otras; y Louis tiene su propia firma de abogados.
La mujer asintió con una pequeña sonrisa de lado mientras anotaba cada palabra que le decían.
—¿Qué los impulsó a postularse cómo candidatos de adopción? —inquirió Julia, esta vez más seria.
—Siempre quise ser padre —tomó la palabra Louis— vengo de una familia numerosa, soy el mayor de 7 hijos, y siempre tuve ese cariño por los niños. Además, lo hemos hablado y no hay nada que nos gustaría más que darle a una personita todo el amor que tenemos.
Julia asintió antes de dirigir su mirada al alfa menor.
—Para ser sinceros siempre me vi siendo padre, recuerdo cuando horneaba galletas con mi mamá o cuando discutía con mi hermana, y cuando conocí a Lou la idea de poder recrear todos esos momentos con alguien tan increíble como él no abandonaba mi mente. Juntos decidimos que luego de asentarnos y asegurarnos de poder darle una excelente calidad de vida a otra persona nos sentíamos preparados para dar un paso de esa magnitud.
—¿Por qué eligieron la adopción y no otro método más "rápido y fácil" como lo puede ser el vientre subrogado? —Julia había adoptado un carácter tan serio que hizo que Harry tragara saliva con dureza.
—Creemos que ya hay demasiados niños en el mundo que necesitan todo lo que podemos darle como para traer uno nuevo, además no simpatizamos con que los omegas sean tratados con esos fines.
Julia asintió antes de volver a sonreír.
—Bien, ya casi acabamos con la primera entrevista. ¿Qué rango de edad están buscando?
Harry y Louis intercambiaron una breve mirada antes de responder.
—Nos gustaría un cachorro menor de 3 años, pero estamos abiertos a cambios.
—Louis, ¿podrías salir unos momentos? empezaremos por la entrevista individual de Harry, si no hay inconvenientes, claro.
El mayor asintió para después ponerse de pie bajo la nerviosa mirada de su alfita. Dejó un beso en su frente y abandonó la oficina.
La tensión podía sentirse en las feromonas que expulsaba el alfa, que para suerte de la mujer no le afectaban en absoluto.
—Harry, me gustaría que me comentaras un poco de tu infancia.
Harry se removió en su silla antes de asentir.
—Mi madre pasaba las mañanas enteras en casa, horneabamos galletas, jugábamos y hacíamos todo lo que se supone que deberíamos. Para mi desgracia, mi adolescencia no fue la mejor. Cuando me presenté como alfa mis días empezaron a cambiar totalmente. En el colegio me hacían bullying todos los días dado que mi comportamiento no iba acorde con mi casta hasta que un día apareció Lou y todo paró. Nos enamoramos y bueno... ¡aquí nos tiene!
Ambos rieron.
—Eres CEO de una empresa —Harry asintió a eso— ese puesto demanda mucho tiempo... ¿estarías dispuesto a cederlo por tu hijo?
Harry ni siquiera lo pensó cuando una sonrisa de lado se plantó en su rostro.
—Con Lou tenemos esta tradición de hacer alguna actividad juntos todos los viernes en la tarde o noche, desde ir al cine, al parque o solo quedarnos en casa. Lo hemos hablado y planeamos conservarla cuando el cachorro llegue. También pensábamos tomarnos un par de semanas libres para concentrarnos única y exclusivamente en el bebé.
Julia anotó un par de cosas y continuó:
—Cuéntame un poco de tu familia, amigos, allegados...
Harry tronó sus dedos, intentando que su lobo interior dejara de removerse y gruñir.
—No tengo buena relación con mi padre biológico —gruñó apenas— pero soy muy cercano a mi madre y hermana, ambas omegas. Mi grupo de amigos no es muy grande, solo mi mejor amigo y su alfa y una antigua compañera de la universidad.
—¿Louis se lleva bien con ellos?
—Louis es el hombre más bueno del universo, pero sin dudas se da cuenta cuando las personas tiene malas intenciones, yo le digo que tiene un tercer ojo o algo así —ambos rieron— recuerdo cuando conocí a un hombre en el trabajo, pensé que podríamos llegar a entablar una linda amistad pero cuando se lo presenté a mi alfa me pidió que me alejara de él. No suele hacer esas cosas, ni siquiera me exigió que dejara de frecuentarlo, solo me dijo que algo de él no le cerraba del todo. Resultó que a las semanas los despidieron por acosar a unos pasantes. Sin embargo, tiene buena relación con mi familia y amigos.
—Me alegra oír eso. Hablando del tercer ojo de Louis, cuéntame un poco de su relación.
—No te voy a negar que tenemos nuestras peleas, pero siempre supimos resolverlas. Creemos que la comunicación es lo primordial en una relación.
—¿Cambiarías algo de él?
Lo meditó unos segundos bajo la atenta mirada de la beta y asintió con suavidad.
—Definitivamente el que deja sus calcetines al final de la cama, nunca pude hacerle cambiar ese hábito... ¡Oh! ¿y qué decir de sus tazas de té regadas por todos lados? es un fastidio, pero uno se acostumbra —rio mientras se encogía de hombros.
—Bien, Harry, creo que es suficiente. ¿Podrías salir y pedirle a Louis que ingrese en tu lugar?
El alfa asintió antes de ponerse de pie tronando su espalda en el proceso, ¿cuánto tiempo había pasado?
Salió de la habitación para encontrarse un muy nervioso Louis. Su alfa pareció olerlo antes de incluso verlo porque levantó la cabeza de golpe y en dos grandes zancadas ya estaba delante de él.
—¿Cómo te fue, alfita? —inquirió.
—Creo que bien, aunque realmente agotador. Es tu turno, amor.
Louis besó cortamente sus labios y desapareció detrás de la puerta.
—Toma asiento, por favor, ¿podrías empezar a relatarme sobre tu vida en general?
—Bueno... —acomodó su flequillo y suspiró— tuve una infancia un tanto complicada. Mi madre trabajaba de enfermera en un hospital así que en su mayoría estaba solo o con niñeras, luego vinieron mis hermanas y la soledad ya era más llevadera.
—¿Cómo solías ser en la secundaria?
—Nunca me fue difícil hacer amigos, estaba en lo que los adolescentes consideraban "atractivo", era el alfa capitán del equipo de fútbol, tenía buen promedio y me la pasaba de fiesta en fiesta. Cuando tenía algo así como 16 o 17 años iba por el pasillo y vi como molestaban a un niño. Nunca fui partidario de ese tipo de acciones por lo que no dudé en intervenir. Era Harry, al que molestaban, era tan pequeño y lo vi tan frágil que no dudé en acercarme. Lo protegí de todo lo que pude, pero definitivamente algunas cosas se escaparon de mis manos —una mueca atravesó sus rasgos— en fin... nos hicimos novios poco después.
—Lamento todo eso... —Julia murmuró a lo que el se encogió de hombros— ¿quieres contarme de tus amigos?
—Actualmente solo conservo a mi mejor amigo de la secundaria, Niall, es médico pediatra y es el alfa más amable y gracioso que podrías conocer. Sería un tío genial.
—¿Cómo es la relación de Harry con tu círculo?
—Mi mamá definitivamente lo ama y creo que alguna vez llegué a pelear con Niall porque estaba mirando demasiado, claro que eso cuando apenas eramos apenas unos cachorros hormonales y antes de saber que solo le interesaban las omegas.
—Volviendo al presente, eres abogado. ¿Cuál es tu disponibilidad horaria?
—Al ser la cabeza del bufete debo estar atento todo el día pero tengo dos secretarios que me facilitan el trabajo. Normalmente iría a la oficina de 8 de la mañana a 4 de la tarde, pero estas semanas estoy trabajando desde casa.
—¿Podrías encargarte de las actividades de un bebé o niño? —inquirió ella con el ceño fruncido.
—Claro, planeaba reducir las horas de trabajo cuando nos concedan la adopción o incluso tomarme semanas de vacaciones. Tenemos dinero ahorrado, lo que nos facilitaría centrarnos en nuestro hijo por un tiempo y luego volver a trabajar.
—¿Cambiarías algo de Harry?
Al igual que el rizado, Louis pensó varios segundos su respuesta.
—Definitivamente cambiaría el que deja sus zapatos por todas partes o su infinidad de trajes. También el que siempre apoya sus pies helados entre mis pantorrillas mientras dormimos, pero el necio se niega a utilizar calcetines.
—Eso es todo, puedes pedirle a Harry que entre —sonrió.
Al abrir la puerta, Harry caminaba en el vestíbulo de lado a lado mientras mordía una de sus uñas.
Corrió a tomar la mano de Louis cuando este la extendió frente a él y juntos volvieron a la oficina.
—Las entrevistas salieron perfectas, chicos—esa declaración por parte de Julia logró que ambos alfas suspiraran sonoramente— estoy segura de que podrán pasar a la siguiente fase, pero para eso debemos esperar que las entidades respondan. Dentro de un par de semanas tendrán noticias de nosotros.
—Muchas gracias por todo, Julia —dijo Louis.
—Gracias a ustedes por querer darle la oportunidad a un cachorrito, estoy segura de que serán grandes padres. Mucha suerte.
Ella los acompañó hasta la puerta en donde estrecho ambas manos y se despidió con otra de sus sonrisas.
—Eso salió mejor de lo que esperaba —murmuró Harry una vez estuvieron dentro del auto.
—Estoy seguro de que lo vamos a lograr, alfita. Debemos confiar en lo que nos dijo Julia.
Ambos intercambiaron un beso antes de regresar a su casa, serían semanas difíciles.
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buenassss, este es un capítulo que sirve como introducción a la vida y obra de este par de alfas. Intentaré no tocar taanto sobre el pasado, más que nada para no alargar mucho las cosas, pero creí necesario hacer un paneo general para que puedan entender detalles futuros.
En fin, espero que les haya gustado!! Tengan un bonito resto de semana, cuídense, sean felices y dejen que las cosas fluyan.
Atentis a los mensajes del muro en dónde suelo avisar las actualizaciones futuras o el porque muchas veces no puedo subir nada.
nos leemos pronto ❤️
A.
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