Capítulo 17: muestra escolar
Ambos alfas estuvieron de acuerdo en que una de las primera medidas a implementar apenas la adopción se diera por concretada era el cambio de escuela de Lucas. Sin embargo, el niño estaba demasiado emocionado por haber conseguido uno de los papel principal en El mago de Oz, una obra que se presentaría a fin del ciclo lectivo, por lo que prácticamente les rogó para que lo dejaran terminar allí y luego sí efectuar el traslado.
Harry al principio se vio un tanto recio debido a que su instinto paternal se activó enseguida, queriendo a su hijo lo más lejos posible de aquel muchacho que le había hecho daño, aunque con muchos ojitos de cachorro de Lucas y un tanto más de besos y caricias de su alfa termino aceptando.
Estuvieron todo el mes trabajando en el disfraz del león, personaje que había sido designado para el cachorro. Lucas estaba tan feliz con el mono color café y el gorrito lleno de cabellos falsos que simulaban la melena del animal. Le gruñó juguetonamente a su padre cuando se lo había probado para realizar las últimas modificaciones.
—Alfa, sostenlo acá detrás, por favor, necesito poner un par de alfileres para achicarlo porque sino se le caerá en medio del escenario —Harry apuntó y Louis se acercó rápidamente para sustituir los dedos de su alfita.
Louis mordió su labio inferior para contener una sonrisita que amenazaba con tomar su rostro. Le parecía casi surreal como el instinto de padre se apoderaba del alfa menor. Harry había nacido para ser padre y aprovechaba el rol al máximo.
Terminaron el disfraz en un abrir y cerrar de ojos y Lucas esa noche no pudo ni dormir de lo nervioso que estaba.
—¿Irán a verme, papis? —inquirió desde lo calentito de su cama.
—Claro que sí, mi amor —Harry lo arropó antes de tomar el lugar que Louis le dejaba al filo de la cama— puede que yo llegue un poquito tarde porque tengo una reunión importante en la empresa, pero papá y los abuelos llegarán antes para apartar mi sitio.
—Los amo —chilló alegre— ¿besito de buenas noches?
—Besito —Louis lo depositó sobre su frente y permitió que su aroma se expandiera por el cuarto junto con el de Harry— que descanses, lobito. Necesitas dormir bien para mañana estar fresco como una lechuga.
—Buenas noches, papi y pa.
Dejaron la puerta entreabierta por cualquier cosa y juntos se encaminaron a la recamara. Louis despojó a su alfita de su ropa de trabajo, llenó una bañera de agua caliente y sales especiales que Harry amaba utilizar. Entre los dos se enjabonaron y lavaron. Repartieron besos y mordidas arrebatándose suspiros y jadeos. Lucas dormía y ellos podían amarse de una forma más carnal, aquella que hace tiempo no hacían.
—¿Tu celo está cerca, afita?— gruñó cuando el aroma un tanto más picante llegó a sus fosas nasales.
—Eso creo... —jadeó sin retener sus propios gruñidos y jadeos— no recuerdo.
—Tenemos que arreglar con alguno de nuestros padres para que se queden con Lucas, no podemos hacer nada con el cachorro aquí.
—Lo que tu digas, alfa —lo calló de un profundo beso y esa noche no hicieron mucho más que calmar sus nudos con las manos contrarias.
Al otro día Lucas amaneció más temprano que de costumbre. Brillaba y le sacaba sonrisas cariñosas a los alfas con su entusiasmo. Louis se dedicó a preparar el desayuno mientras Harry acomodaba los rizos indomables del menor.
—Comete todo, cachorro —depositó un plato con fruta y waffles sobre la mesa junto con un beso entre los cabellos.
—Gracias, papá.
—De nada, lobito. Y este plato es para mi otro alfita —Louis repitió la acción anterior con beso entre los rizos y todo.
—Gracias, alfa —Harry engulló rápidamente antes de ponerse de pie, acomodar su traje y tomar el café que su alfa había empacado en un termo que conservaba el calor— me tengo que ir, ya es tarde. Compórtate bien en la escuela, lobito, y no te asustes si no me ves antes de la obra porque te prometo que estaré allí.
Repartió besos en las mejillas de los dos miembros de su familia, los llenó de su aroma y con maletín en mano se marchó a la oficina.
Louis quedó en casa, si bien él también tenía reuniones con alguno clientes podía darse el lujo de llegar un poco más tarde.
Ayudó a su hijo a terminar de prepararse, a empacar su disfraz de la manera adecuada para que no se maltratase, a colocarse el uniforme para las primeras horas y cepillarse los dientes.
—Bien, estamos listos. ¿No olvidas nada?
—Tengo todo, papá.
—¿Tu almuerzo también?
—Mhm, papi lo empacó anoche en mi lonchera.
—Muy bien, cariño, al auto entonces.
El alfa más pequeño fue dejado en la puerta del colegio mientras se despedía de su papá con una de sus manos y tomaba la de su profesora con la otra. Louis aún tenía pavor de dejarlo en aquella institución pero su bufete se había encargado de advertirles las consecuencias que podían caer en ellos si su cachorro volvía a derramar aunque sea una mínima lágrima.
Se mantuvo el resto de la mañana ocupado en casos aislados, se escribió un par de mensajes con su alfita y esperó que la hora de ir a al show de su cachorro llegara.
—Lizz, reprograma todas mis citas de la tarde, pasaré tiempo en familia.
—Como diga, señor.
Louis se volvió a colocar la chaqueta de su traje y emprendió camino. Estaba incluso más emocionado que su propio hijo por ver la que sería su primera obra escolar. Cuando llegó tomó el primer lugar que divisó cerca del improvisado escenario. Sus padres junto con la mamá de Harry.
Cómo había advertido, Harry llegó cuando la obra ya había comenzado. Notaba cierto atisbo de tristeza en las diminutas facciones de su hijo, pero apenas lo divisó sus ojitos brillaron con fervor y sin importarle su papel agitó su manito para saludarlo. Él devolvió del gesto con una enorme sonrisa y luego apresó la mano de su alfa.
La obra terminó en aplausos y chiflidos de todos los familiares. Los niños saludaban y sonreían a sus cercanos y Lucas solo tenía ojos para sus padres y sus abuelos.
—¡¿Les gustó?! —chilló extasiado cuando los brazos de los alfas lo arroparon.
—¡Claro que sí! fuiste el mejor león de todos.
El alfita solo pudo sonreír con mejillas sonrojadas antes de recibir las felicitaciones y pequeños presentes de sus abuelos. Una cena familiar fue decretada por votación unánime, así que consiguieron los ingredientes necesarios para unas pizzas caseras.
Lucas reía alto cuando sus papás se besaban para ponerle fin a una de sus tantas "peleas". Simplemente jugueteaban porque sabían lo mucho que a su hijo le divertía.
Se acurrucaron en el sofá, muy al pesar de Harry que temía por las manchas de salsa que podían caer en su bello tapizado, y pusieron una de las películas favoritas del menor. Comieron tranquilamente, se resguardaron del frío que empezaba a hacer acto de presencia en la capital y cuando menos los esperaron sus ojos estaban luchando por mantenerse abiertos.
El primero en caer fue Lucas, quien fue depositado en su cama por los fuertes brazos de su papá mayor. El siguiente era Harry, el cual nunca había resistido a una película y el calor de su alfa, y de igual manera fue cargado al estilo nupcial por su compañero. Tuvo el amago de despertar, sin embargo, las feromonas cubriéndolo y las suaves caricias en su rostro y cabello lo dejaron prácticamente hipnotizado.
Louis cerró todas las puertas y ventanas con tranquilidad, limpió la vajilla utilizada y barrió alguna que otra migaja perdida. Apagó todas las luces de la planta baja y luego de verificar que efectivamente su cachorro seguía descansando con tranquilidad, pudo dejar a su lobo interior tranquilo.
No tardó mucho más en seguir el camino de los sueños que reinaba junto con la tranquilidad de la casa.
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tarde pero seguro!!! espero que lo disfruten.
que tengan bonita semana, y gracias por el apoyo constante a pesar de las publicaciones lentas... prometo intentar ponerme las pilas cuando acabe con mis exámenes.
nos leemos pronto ❤️
A.
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