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Capítulo 10: revelaciones

—Buenos días, los cité porque tengo una noticia importante que darles —Julia tenía los dedos entrelazados sobre su escritorio.

A Louis se le hizo difícil leer su expresión, esta vez no detonaba esa alegría a rebosar como veces anteriores pero tampoco mostraba enojo o tristeza, la neutralidad la cubría completamente haciendo que la especialidad de lectura que la abogacía le había dado quedara confusa.

Habían pasado meses, entre ellos 5 encuentros más entre Harry, Louis y Lucas. La relación que habían forjado era cada vez más fuerte, Lucas hablaba un poco más logrando que los adultos pudieran conocerlo casi a profundidad. 

—¿Sucedió algo con el proceso de adopción? —Harry inquirió mientras apresaba la mano de Louis.

—No es algo por lo que alarmarse, ¿okey? depende mucho como lo vea el consejo. Puede ser favorecedor o, por el contrario, perjudicial.

Louis ahora si tembló levemente, como un sacudón que le llegó desde la punta de los pies hasta el último pelo de la cabeza. Harry también se sintió cohibido ante la noticia, ¿Qué podría haber sucedido? a su parecer todo parecía ir bien. 

—Ayer la psicóloga habló con Lucas, le comentó la situación y por protocolo las voces fueron grabadas. 

—¿Podemos oírla?

Harry mordía la uña de su dedo pulgar con la mirada fija en la chica. Su lobo estaba vuelto loco, enviándole olas de nerviosismo por medio del lazo al mayor. 

—No debería dejarlos pero...

Julia sacó un pequeño pendrive de uno de los cajones de su escritorio y aunque la mueca de indecisión aún bailaba entre sus facciones, lo conectó a su computadora portátil y le dio a al botón de reproducir.

Hola, Lucas —se oyó la voz de la mujer. 

Hola.

Ambos sonrieron ante la vocecita del niño, destilando ternura a pesar de todo.

¿Quién te regalo ese lindo conejito?

Harry y Lou.

En una de las tantas visitas, ambos alfas le habían llevado ese peluche de regalo para que le hiciera compañía en las noches luego de descubrir que no tenía ninguno propio. Estaban tan felices de saber que lo tenía consigo la mayor parte del tiempo como señal de soporte.

¿Ellos son tus amigos? —la psicóloga nunca abandonó su dulce tono. 

Sí, jugamos mucho cuando vienen. Me gustan.

Louis sintió una pequeña lágrima abandonar su ojo derecho pero iba acompañada de una sonrisa ladeada. Harry, a su vez, pasaba sus manos una y otra vez por sus rizos, despeinándolos en el proceso. El limón y la madera combinándose rápidamente por el cumulo de emociones.

¿Qué pensarías si te dijera que a ellos también le gustas mucho?

Contuvieron la respiración ante el pequeño silencio mientras apresaban sus manos en un intento de apoyo silencioso.

Me pondría feliz... —murmuró el cachorro. 

¿Ah, sí? ¿Por qué feliz?

Me gustaría que fueran mis papás —dijo Lucas de repente a lo que Harry gimoteó y Louis se aferró al asiento dónde estaba.

Ahí se cortó la trasmisión. Julia dejó que asimilaran un poco las cosas mientras les tendía un vaso con agua a cada uno.

—Ahora sabemos lo que Lucas piensa, solo debemos esperar como se van dando las cosas —Julia señaló. 

—Quiero verlo, por favor —solicitó Louis.

—No sé si es lo más pertinente... les recomendaría que volvieran a casa, pensaran las cosas y pactáramos otra cita. Lucas todavía no puede saber que están intentando adoptarlo y aunque sea beta estoy casi segura de que sus feromonas están enloquecidas. 

Harry estuvo de acuerdo, Louis no tanto pero no tuvo mucho lugar a objeciones cuando se vio arrastrado por su alfita hacía el estacionamiento.

Ese fin de semana fue un total calvario para la pareja, Louis estaba de pésimo humor haciendo que discutiera con Harry ante el mínimo roce.

Tuvieron una enorme pelea porque Harry olvidó reponer la leche, ¡incluso había vuelto a guardar el envase vacío en la puerta del refrigerador! Un muy enfurecido Louis puso el grito en el cielo que terminó con el menor refugiándolo entre sus brazos y aceptando las disculpas susurradas.

Al ingresar al sistema de adopciones tenían en claro a lo que se enfrentaban pero nunca se les cruzó por la mente que afectaría su estabilidad como pareja. Que sucediera esto era algo común en los que se sometían a un proceso de tal magnitud, sin embargo, ellos se creían invencibles frente a todo, cosa que empezó a tambalearse.

—Alfa, no podemos seguir de esta manera... —Harry murmuró mientras dejaba besos en la barbilla y cuello contrario— necesitamos mantenernos más unidos que nunca y lo único que hacemos es discutir.

—Lo siento tanto, de verdad, nunca quise depositar mi desesperación en ti —Louis lamió su marca y liberó feromonas.

—Necesito que me prometas que de ahora en adelante me dirás todo lo que te suceda, no puedo saberlo si no lo haces.

El castaño asintió antes de aferrarse a un beso. 

—Todo mejorará, lo prometo, debemos esperar que Julia nos llame y lo verás.

Esa noche se susurraron promesas entre toques discretos, caricias en sus cuerpos que alimentaron sus almas y posicionaron sus mentes en el futuro cercano.

Días después, con la ansiedad subiendo, Julia los llamó para pactar una cita. Louis insistió tanto en llevar a Lucas a tomar un helado que la mujer no tuvo corazón para negárselo.

A pesar del frío que poco a poco se iba disipando aún podían sentirse pequeñas notas en el ambiente. De igual manera, el niño se puso sumamente feliz cuando le dieron la noticia, saltando a los brazos de Louis mientras agradecía entre diminutos susurros.

Sin perder tiempo, se encaminaron a la salida de la casa hogar con Lucas entremedio de ellos tomando una mano de cada uno.

El sol parecía brillar incluso más que de costumbre dando de lleno en sus ojos. Sin embargo, no se preocuparon en lo más mínimo por cubrirlos, querían con todas sus fuerzas que la emoción no solo se trasmitiera por sus feromonas.

—¿Cuál es tu sabor favorito, cachorro? —Louis le preguntó con una cariñosa sonrisa.

Ambos estaban sentados en una de las mesas de una linda terraza con árboles y pequeños pajaritos revoloteaban alrededor manteniendo a Lucas sumamente encantado. Harry estaba parado frente a la mesa a la espera de que decidieran para ir a hacer el pedido.

—No lo sé... —los ojitos de Lucas conectaron con los suyos— nunca probé ninguno.

Louis pudo sentir lo cohibido que el niño estaba por lo que estiró una de sus manos por encima de la mesa y tomo la contraria con delicadeza.

—¿Por qué no mejor pedimos un cono para ti que tenga una bocha de mi sabor favorito y otra del sabor favorito de Harry? ¿Qué te parece eso, cachorro?

El cambio de atmósfera que se produjo fue instantáneo haciendo que Harry sonriera con fuerza. Claro que su alfa siempre encontraba las mejores soluciones.

Asintiendo el rizado fue hasta la caja solicitando tres conos, uno con menta y chocolate, otro con fresa y un último con ambos sabores combinados.

—Aquí están los helados de los dos alfas más hermosos del mundo —Harry llegó a la mesa haciendo equilibrio con los conos entre sus grandes manos.

Louis lo ayudó tomando el suyo y tendiéndole el siguiente a Lucas.

Al principio el niño miró el producto con curiosidad, riendo cuando se derretía y alguna gotita llegaba a manchar sus dedos. Al tomar coraje, le dio una lamida y luego otra y otra.

—¿Te gustó? —Louis sonrió con arruguitas y todo mientras bebía su propio manjar mentolado.

—¡Mucho! —exclamó Lucas con los labios rojos por el frío y la punta de su nariz manchada.

Louis rio antes de estirarse y limpiarla con una servilleta haciendo que la pequeña nariz de botón se frunciera con gracia.

—Es hora de la verdad... —Harry engrosó un poco su voz haciendo que Lucas lo mirara un tanto alarmado— ¿Cuál de los dos sabores es mejor?

Lucas lo meditó, realmente lo hizo...

—¡El verde! —chilló dándole otra lamida haciendo que Harry gimiera con una expresión fingida de decepción.

—¡No puede ser!

—¡Te lo dije! —Louis aplaudió mientras desordenaba el cabello que sobresalía de la baenie de Lucas— ahora pertenece a mi equipo... ¡La menta con chocolate dominará al mundo!

—Ahora en vez de salir en medio de la noche por un pote de menta con chocolate deberé ir por dos... —murmuró el alfa menor. De igual manera, con gusto iría por ellos, solo fingía que le molestaba. 

Pasaron una tarde fabulosa, terminando sus helados y caminando un rato por el parque. Lucas no se alejó ni un centímetro de ellos, incluso cuando le insistieron en que vaya a jugar con los otros niños se mantuvo a su lado.

Lo más difícil de todo fue cuando volvieron al refugio. Louis se arrodilló para despedirse del niño con un abrazo pero este se aferró a su cuello, totalmente negado a dejarlo ir.

Harry solo apretaba los hombros de Louis en un intento de reconforte porque el castaño tampoco quería volver a su casa sabiendo que probablemente Lucas pasaría la noche solo, con frío, hambre o sufriendo en silencio.

—Cachorrito, te prometo que volveremos en pocos días —Louis murmuró cerca de su oído— pero debes ir con la señora Ana.

—Llévenme con ustedes, ¡por favor, alfas! —sollozaba Lucas en su cuello.

—No habría nada que quisiera más, mi vida, pero no puedo —Louis lloró también.

Convenciéndolo un poco a base de promesas, y besos y la fuerza ejercida por una de las empleadas, lograron separarlos y llevarse a Lucas a una de las habitaciones.

Louis apenas lo perdió de vista se giró y abrazó con fuerza al torso de Harry, quien limpiaba sus lágrimas disimuladamente.

—Pronto... —concedió el menor.

—Soy abogado, Harry, voy a presionar esto. Ya no aguanto más.

Juntos, con lágrimas en los ojos, y siendo vistos desde una ventana por un par de ojitos verdes igual de cristalizados, prometieron que pronto iban a estar los tres juntos. 

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hola se nuevoooo, como avisé en mi tablero el sábado salí de fiesta y ocurrió un percance demasiado triste. No puedo afirmar nada pero si recomendarles que POR FAVOR estén muy atentxs a los tragos que consumen en los bares, discotecas, etc. fíjense que los preparen enfrente suyo y nunca se confíen. Pasé una situación muy fea gracias a  mi falta de atención y lamentablemente estamos en un mundo de constante peligro, más que nada las mujeres (no digo que no le pueda suceder a un hombre pero creo que todxs estamos al tanto de a lo que me refiero). Gracias a una fuerza superior estoy bien, aunque el mal momento y miedo no me lo saca nadie en un buen tiempo jajaja

en fin, solo quería asegurarme de que nadie pase por una situación así si puede evitarlo. Por favor, miren sus vasos.

Fuera de esto, no quería dejarlxs sin actualización semanal así que acá está!! un final algo triste pero pronto todo se compone.

gracias por estar acá! 💖

nos leemos pronto ❤️

A.

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