Los días cada vez eran más oscuros, me era imposible abrir la boca para soltar una palabra que no sea una palabrota.

Mi ojo brillaba más y dolía casi todo el día, todos estaban en silencio mientras yo pasaba casi todo el día con Harry para buscar pistas en los regalos de Dumbeldor.

Habían pasado meses desde mi última broma, habían pasado meses desde que habláramos con soltura.

Un gran dolor de cabeza me distrajo de mis recuerdos, pude ver a Voldemord atacando nuevamente a otra persona pero no sabía si buscaba algo o alguien.

Me levante con sudor en la frente y al ver a mi alrededor pude ver que solo fue un muy mal sueño, no había nadie a mi lado y al escuchar la radio de fondo la cogí entre mis brazos y flote por la tienda en la búsqueda de mis amigos.

-Tines el pelo indomable Harry! -se quejo Hermione, mire por lumbral de la tela como ella costosamnete cortaba el pelo de Harry que estába sentado en un silla,este iba a contestar pero Hermione habló -La espada...¡Eso es! -grito con estusiasmo dejando las tijeras de lado cogiendo el libro de la historia de Hogwarts que reposaba en la mesa.

Empezó a mirar de reojo la pajinas hasta detenerse en una, la curiosidad me pico así que me acerque a ellos por detrás sin hacer notar mi precencia.

-La espada de Gryffindor que te dejo a ____ y a ti Dumbeldor!-Dijo enseñándole el libro a Harry, yo me eleve más mirando por encima de sus cabezas.-Aqui pone que la hoja de la espada fortalece a aquello que la impuñe.

-Y tu mataste en segundo al basilisco -dije haciendo que ambos se sobresaltasen pero asintieron de acuerdo.

-Exacto, entonces Dumbeldor os la dejo.....-empezó Hermione pero Harry la interrumpió.

-Porque esa arma es capaz.... -siguio el pero yo lo corte.

-¡De destruir el Horrocrux y los demás que tenemos que encontrar!-dije con alegría, era la mejor respuesta a mis dudas que recibía en años. Por fin podíamos saber que hacer después de estos largos meses. -¡Eres increíble Hermione!-dije elogiandola y sus mejillas se pusieron rosadas pero sacudió la cabeza centrándose en la conversación.

-Bueno... Solo he utilizado la lógica- dijo ella tratando de no recibir más alagos.

Iba a añadir algo más pero de golpe se fue la luz, supuse que fue Ron y todos al prestar atención a la silueta volvió a colocar la luz mientras no miraba.

Era Ron y su aspecto daba la sensación que estaba enfadado,pero no lo entendía.

—Mhm...¿Pasa algo Ron?—pregunte incómoda por la mirada que nos mandaba a mí y a Harry.

—No, vosotros seguir hablando, hacer como si no existo.

—De verdad Ron me preocupas, ¿Que te ocurre?—pregunte sin dejar al lado mi amabilidad pero el tampoco dejaba su enfado irracional.

—Oh nada, os vi muy juntos la última noche—estaba celoso de algo inexistente, yo miré a Harry pérdida. ¿Hablaba de cuando vimos a dar un vuelta por los alrededores?

—Ron no te entendemos. Pero hemos encontrado la manera de destruir el horrocrux.

Las palabras de Harry solo lo enfado más.

—Ya, y estamos tan cerca de destruirlo como de encontrar otro.

—Ron, sabes a lo que venias, ahora no podemos dar marcha atras— interupí yo.

—Se a lo que he venido, solo que creía que después de tanto tiempo tendríamos algo.

—Ron, debes relajarte—dije al notar como subía el tono de voz.

—¡Estoy relajado!—me replicó haciendo que todos nos sobresaltemos,me fije en su cuello y clave la mirada en el guardapelos.

—Ron, el collar, dame el collar.— comenté duramente extendiendo mi mano pero fui ignorada.

— ¿Quieres saber por qué escuchó la radio todas las noches?— me preguntó, la verdad era que a mí me ponía muy nerviosa la radio, y creo que a Harry también.— Para no escuchar el nombre de Ginny, Fred, George, Bill, Molly ni Arthur. ¿¡Sabes cómo se siente?! ¿¡ Lo sabes?! ¿¡No verdad?! Claro, tú padre está muerto y Harry directamente no tiene padres.

Cerré los puños con fuerza notando como temblaba como mimbre, no debía enfadarme, ya que el tenía el collar, pero Harry no sabía de ese detalle. Ya que con rabia empezó a pelearse físicamente. Yo con prisa los detení, colocándome en medio levitando.

—¡Ya vale! ¡Nos comportamos como animales!— dije mirando a ambos, para luego clavar mi visita en Ron.— Dame ahora el guardapelos —al no moverse lo repetí.—¡Que te lo quites!

Puso una mano en la cadena y todos creímos que se lo iba a quitar, pero me..., digo, nos equivocamos todos.

— Sabes Elizabeth. Cada día canvias más, me pones nervioso, ¡Y a los demás también! Deja de pensar solo en ti.

—¿Que deje de pensar en mí?— grazne enfadada y mirándolo completamente, era muy inusual que el me llamara por mi segundo nombre. —¡Deja tú de pensar en nostros, tus amigos y familiares! ¡Hay más gente en el mundo! ¡Más vidas!

—Claro, y a ti te importan más que nosotros.

—¡No pongas mis palabras en tu boca, lo estás entendiendo mal! ¡Hay que este unidos! ¡Y con tu comportamiento irracional estás jugando con el destino de mucha gente!

—¿¡Sabes qué?!

—¿¡Qué?!

A este punto gritábamos como bestias.

—¡Es mejor que te larges y vayas con la gente que solo te utiliza para vivir, claro, abandonanos!

—¿¡Crees eso?! ¡Pues mira Ronald, me voy! ¡¡Estoy hasta la coronilla de tus berrinches!! ¡Y espero que...!—pero un intenso dolor en mi ojo derecho hizo alarmarme, me quemaba el ojo y el otro me apretaba, como sitraseb de sacarme mi ojos morado, que era el derecho.

Un grito desgarrador salio de mi gata y caí al suelo de rodillas, vi como la mirada fría de Ron desaparecía y quiso agacharme a mi lado pero de un manotazo lo allunte y saque el collar de su cuello.

—____...

Me puse de pie otra vez levitando y cogí mi mochila, y con aire decidido salí de la tienda con los chicos siguidome y suplicando que regresara.

—¡Me voy! ¡Apañaros sin mi!

Y despareci del lugar, con mi magia, escuchando un último grito de histeria de Ron.

—¡Lo siento! ¡_____!

Los elegidos se habían separado y al no pensé en lo que dije y dijo, Ron y yo herimos al otro.