Parte única
Una fresca noche de mayo los empleados salían de sus oficinas, las familias se reunían frente al televisor y los locales comerciales bajaban sus persianas. Eran cerca de las ocho de la noche cuando una apurada Jiro Kyoka se esforzaba en preparar una de las mejores cenas para recibir a los invitados de esta ocasión.
Vivía en un acomodado departamento junto a su novio Kaminari Denki desde hace casi dos años y llevaban cinco de relación. De vez en cuando invitaban a sus amigos a pasar el rato o ellos los invitaban, si no eran Sero y Mina a veces Tsuyu y Tokoyami o incluso alguna veces se unían más como Bakugo y Kirishima o Izuku y Ochaco. Siempre procuraban estar en contacto y no olvidarse de su amistad.
—Y no olvides traer una botella de vino tinto Denki —mencionó la ojiazul a su novio del otro lado de la línea mientras buscaba los guantes para sacar la cena del horno, ya casi estaba lista.
—Mejor algo de whiskey ¿no crees? Le gusta más —escuchó decir a Kaminari antes de azotar la puerta de su auto sin querer—. Ups
Kyoka apretó los labios con molestia y no le gustaba reaccionar así, pero cada vez le costaba más controlarlo. Aquello no tenía nada de raro ¿verdad? Como mejores amigas Momo y ella siempre convivieron mucho y por consiguiente sus novios también, era de esperarse que aprendieran los gustos de todos. Entonces no había razones para molestarse porque Denki supiera qué bebida prefiriría Momo, ¿correcto?
—Sí... Whiskey estará mejor cariño —musitó haciendo un esfuerzo por despejar las malditas ideas que azotaban su mente. Su noviazgo no era cualquier cosa, el tiempo juntos implicaba que superaron etapas que pusieron a prueba sus sentimientos y nivel de compromiso con éxito y auguraba que estarían juntos y felices por tiempo indefinido.
O de eso intentaba convencerse las últimas semanas desde que notó un cambio en su pareja, Kaminari siempre fue un chico distraído pero que se olvidara de dos o cuatro salidas que tenían no era usual y encima que pasara más tiempo en el sillón viendo el celular que estando acurrucado junto a ella en la cama tampoco fue fácil de ignorar.
Al principio pensaba que encontró un nuevo juego de simulación de esos que tanto le gustan pero una vez que pasó a poca distancia de él y divisó un emoji de corazón en la pantalla, empezó a imaginarse cosas, aunque intentó creer que vio mal —pues en menos de un segundo Denki bloqueó el celular al notar la presencia de su novia— la idea de que le fuera infiel empezó a invadir su cabeza.
Quiso indagar días después preguntándole sobre su rutina, su trabajo, si había conocido a alguien en plan "amigos" pero no era nada de eso. Sin embargo, Denki le mencionó que comenzaría una sociedad con sus amigos Shoto y Momo, al parecer la pareja se interesó en invertir en su negocio y se hubiera limitado a alegrarse por su novio de no ser porque notó algo especial en él cuando nombró a los otros.
Y para su mala suerte conocer a Momo desde preparatoria no ayudó a mitigar sus sospechas, si meses antes le hubieran preguntado si su mejor amiga se metería en una relación diría un rotundo "no" pero ahora que era testigo de cómo el trabajo la acercaba a su novio y se volvieron más íntimos, sumado a su paranoia y celos no estaba segura de qué responder. Y le dolía, dolía siquiera pensar en la doble puñalada por la espalda que ellos podrían darle.
Los minutos pasaron, Denki llegó con las compras, le ayudó a poner la mesa y llevar el guiso, Jiro le dijo que buscaría unos vasos, los sacó de la alacena cuando escuchó el timbre. Con dos piezas en cada mano y mucho cuidado salió de la cocina y fue a dejarlas en la mesa.
Desde el comedor se podía ver la puerta de entrada por lo que apreció claramente cuando el rostro de su novio se iluminaba en cuánto distinguió a quien había tocado el timbre instantes antes.
—¡Tan puntuales como siempre! Pasen, pasen la cena ya está lista —habló el rubio super alegre como siempre, pero Kyoka que estaba tan atenta a los mínimos detalles notó que su tono fue un poco más agudo.
Sin decir nada salió de la cocina para recibirlos también y saludar intentando que no se mostrara la incomodidad que estaba sintiendo.
La pareja recién llegada fue guiada hasta el comedor aunque ya conocían todo de memoria, tomaron asiento y entonces el anfitrión notó que algo faltaba.
—¡Cubiertos! No se apuren, ya vengo.
Jiro lo vio dirigirse a la cocina y enseguida se dispuso a seguirlo estando tan ensimismada que no alcanzó a escuchar murmurar a los visitantes.
—¿Llegamos en mal momento? Kyoka se ve... rara.
—No lo creo Shoto, esta tarde hablamos por teléfono y todo parecía ir bien.
En la cocina Denki buscaba los cubiertos más "elegantes" para la cena y es que ¿hay cubiertos elegantes? ¿Qué hace que una cuchara sea corriente o no? ¿El mango?
—¿Crees que no me doy cuenta? —exclamó una molesta Jiro detrás de él, ya no podía aguantar más.
—¿Qué? —musitó dándose la vuelta, dejó el tenedor que traía en la encimera al percibir el enfado de su novia.
—¡Cómo la miras, maldita sea! —dijo en voz alta empujándolo contra la encimera.
—¿De qué hablas?
—¡Tus ojos brillan cuándo ella está cerca! —espetó con rabia y dolor reflejados en su voz—. Te enamoraste de ella ¿verdad? ¡Me estás poniendo el cuerno con mi mejor amiga!
—Kyoka, para por favor, no es lo que crees.
—Eres otro cuándo Momo entra a la habitación, prácticamente revolotean corazones a tu alrededor. ¡Tú nunca me miraste así! ¡Y tiene novio, maldita sea!
—Entre ellos ya estaba todo perdido —Kaminari soltó de golpe lamentando como se estaba dando esto—. Yo nunca quise...
—¡Shoto es tu mejor amigo, por Dios! ¡¿Cómo pudieron hacernos esto?!
Un jadeo de sorpresa los hizo dirigir la vista hacia el umbral de la cocina donde Yaoyorozu se encontraba de pie boquiabierta con una mano en el pecho, quizás era mal momento para ofrecer su ayuda, quizás no.
—¡Perra traidora!
—Kyoka por favor —bramó la azabache intentando acercarse, se detuvo cuando tuvo que esquivar la tapadera de una olla que retumbó contra la pared detrás de ella.
—Escucha —habló Denki intentando tomar a su novia del brazo.
—¡Te va a engañar como engañó a tu amigo! —afirmó dando un manotazo al rubio.
Sintiendo las lágrimas acumularse y los labios ardiendo por morderlos pasó de largo saliendo de la estancia topándose con un bicolor que se aproximaba a ver qué estaba ocurriendo.
—¿Lo sabías? —inquirió la menor mirándolo a la cara.
—¿Qué?
—¡Que ellos están juntos! Nos estuvieron viendo la cara todo este tiempo.
Todoroki palideció y sus pupilas se dilataron, Jiro entendió que recién lo descubría, ahora se sentía mal por decírselo tan fría, colocó su mano en el antebrazo contrario intentando apoyarlo. Estaban pasando por mucho y que mejor compresión que el otro corazón roto ¿no?
Denki y Momo salieron de la cocina encontrándolos a medio paso, Jiro se tomó un momento para mirar sus expresiones, la de Kaminari era indescifrable, pero Momo, Dios, Momo se veía tan dolida.
—Kyoka escucha lo que te digo.
—¿Qué me vas a decir Kaminari? —pronunció alzando la vista al techo incrédula ante lo que oía, ¿en serio creía que unas palabras serían suficiente arreglo?
—¡Que me escuches mierda! Aunque sea una puñetera vez, sal de tu burbuja y entérate de todo.
—¿Enterarme? ¿Qué falta por saber? —cuestionó con altivez mirando a las personas en quien alguna vez confió más y ahora le traicionaban de esta manera tan ruin.
—No te estoy engañando con Momo —aseveró el rubio con las manos en la cintura, echó un vistazo a los presentes, Yaoyorozu intentaba no llorar, Jiro seguía derramando lágrimas y echando humo mientras que Todoroki lucía... ¿abatido? ¿resignado? ¿Temeroso? No podía decirlo con certeza.
Reprimiendo el pánico que intentaba dominarlo, el rubio inhaló profundo, la suerte estaba echada y ya no tenía caso seguir callando.
—Es Shoto de quien me he enamorado.
La declaración instaló un silencio casi sepulcral, todos tenían los vellos de punta. Kyoka miró al chico a su lado en busca de una negación, pero solo recibió un gesto de arrepentimiento y culpa. Era verdad, su novio no se estaba acostando con su mejor amiga, sino con Todoroki, el novio de Momo.
Jiro no pudo contenerse más y le soltó una bofetada al más alto con la misma mano que tenía en su brazo antes, quería brindarle una segunda pero su mente estaba tan abrumada que apenas entendía lo que pasaba a su alrededor. Apartándose volvió a ver a Momo preguntándole con la mirada si ya lo sabía, esta con pesar musitó un "sí" que terminó por desestabilizar su mente y cuerpo. Kyoka se apoyó en la pared detrás de ella para no caer y se quedó mirando sus pies, ¿cómo pudo ser tan estúpida para ser la última en enterarse?
—¿Cómo pudiste? —preguntó con la voz quebrada, lentamente alzó la cara y miró directo a los ojos al que se suponía era el amor de su vida.
—Se nos salió de las manos.
—¡Son unos bastardos! —gritó Jiro con la rabia y dolor quebrándole la voz. Inmediatamente se dio la vuelta y salió apresurada de la vivienda, necesitaba con urgencia tomar aire y alejarse de esto.
La puerta siendo azotada hizo respingar a los restantes, el silencio se mantenía y el ambiente era muy pesado. Yaoyorozu limpió las lágrimas de sus mejillas y luego miró a los responsables.
—No tenía que suceder así... —murmuró con tristeza también, aunque no se dejaba derrumbar pues no solo se preocupaba por su propio dolor—. Ni Kyoka ni yo nos merecíamos esto.
Sentenció firme tomando su bolso de mano dispuesta a irse en búsqueda de su mejor amiga.
Quedando solos Kaminari y Todoroki se miraron con pesar, el rubio caminó a la mesa y sirvió whiskey para ambos, justo la marca preferida del mayor, al sentir al bicolor atrás de él le extendió el trago que le ofrecía.
—Esto apesta —comentó Denki antes de beber de golpe, se quedó apoyado en el borde la mesa al rato de Shoto.
—Demasiado... Hicimos todo mal, debimos ser honestos desde hace mucho.
—Pero fuimos unos cobardes ¿no? Sho.
—¿A dónde estamos yendo? ¿Somos solo una aventura?
Kaminari apretó su mano contra la mesa, no quería tener esta conversación porque estaba seguro de lo qué sentía y quería pero no podía asegurar que ambos buscaran lo mismo y esa simple duda dolía.
—¿Eso soy para ti? ¿Una simple aventura? ¿Alguien con quien te revuelcas un rato y luego botas?
Shoto notó el desánimo presente en la voz del rubio, vaya que seguía siendo un imbécil con los sentimientos de las personas. Terminó su trago y se colocó frente al menor buscando su mirada dorada.
—No Denki, eres mucho más que un revolcón para mí, eso me asustó porque me hiciste sentir cosas que jamás había sentido. Abriste las puertas de una prisión en la que ni yo sabía que estaba atrapado, no sé si tendré un techo o las tarjetas vacías mañana pero lo que sé es que te tengo aquí y ahora... Y no quiero perderte.
El semblante frío que Denki se esforzaba por mostrar se desvaneció a medio discurso, también estaba asustado por lo que el bicolor le provocaba pero escucharlo expresarse de esta manera era un bálsamo para su corazón y una chispa de esperanza hacia el futuro que podrían tener juntos.
—Entonces... Venga lo que venga, ¿seguiremos juntos? —interrogó el menor tomando sus manos para ponerlas entre los dos, luego entrelazó sus dedos.
—Seguiremos juntos —confirmó Shoto dejando un beso en cada mano del contrario.
Se miraron a los ojos unos segundos y luego se abrazaron buscando consuelo, el alivio que calmara la culpa y temores que sentían, todo estaba hecho y solo les quedaba hacer frente a las consecuencias de sus actos, al menos se tenían el uno al otro.
Los siguientes meses no supieron mucho de sus ex-parejas una vez que recogieron sus pertenencias del respectivo hogar cortaron todo contacto pero esperaban que ellas pudieran sanar su heridas y continuar adelante, porque eran buenas personas y se merecían algo mucho mejor.
Kaminari rentó un nuevo departamento en la capital, juntos abandonaron su ciudad natal dispuestos a comenzar un nueva vida, comenzaron un negocio nuevo apelando a los currículums y trayectorias que los respaldaban.
En cuanto a la vida en pareja de manera formal les costó un tanto adaptarse, agradecían ya no tener que esconder nada pero naturalmente los miedos que conlleva enamorarse de verdad causaban estragos en una que otra ocasión.
Sin embargo, con sinceridad y auténtica comunicación les fue posible ver el lado bueno en la traición para tener una vida juntos.
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Bueeeh no sean como Denki o Shoto amixes, que ser infiel es lo peor pongas el cuerno o seas el cuerno, al final quien se lo queda pierde, pregúntenle a Clara Chía.
Quiero confesar que este one shot se me ocurrió por una canción de señora y su video xd que menciono hasta ahora porque pues aja era spoiler. Se las dejo más abajo.
Agradezco si leyeron hasta acá y espero puedan dejarme su opinión en algún comentario y darle click a la estrellita :3 igual si les gusta Tdkm pueden echarle un vistazo a mi perfil que he estado escribiendo varias cosillas de ellos porque me encantan <3
Nuevamente les agradezco por leerme, love para todos, chaooo!!
https://youtu.be/F1Y18jJFe70
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