Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9

Sabrina POV

Me remuevo en la cama sintiendo mucho calor, pero unos fuertes brazos rodean mi cuerpo. Lo recuerdos de la noche anterior golpean mi mente; eso me deprime y empiezo como niña tonta a llorar, que hubiese pasado si Alex no llega, el imbécil de Mark me hubiera violado en un mugroso reservado de centro nocturno y provocando la vergüenza de mi madre. Miles lágrimas bañan mi rostro mientras lloro en silencio.

-¿Nena que pasa porque lloras?- Pregunta Alex mientras me abraza mas fuerte.

-Por lo de anoche. Si tu no llegas. Mark me hubiese violado y luego lo hubiese hecho parecer como si hubiese sido consensuado. Ya lo hacho en otras oportunidades-

-Tranquila nena, yo no permitiré que te haga daño. De hecho mi jefe de seguridad esta hablando con tu jefe de seguridad al respecto. Para que Mark no se acerque más a ti-

-Pero le dirán a mi madre donde estoy. Josh mi jefe de seguridad le dejo claro a Tom que por nada del mundo Olivia tendría que saber nada, al menos por ahora. Eso lo harás tu-

-¿Alex porque estoy solo con bragas y en tu cama?-

-Bueno anoche te quedaste dormida así y no tuve el corazón para despertarte. Y recuerda que tu vestido fue destrozado-

El solo esta en bóxer, su cuerpo es duro y firme; demuestra que se cuida, su entrepierna esta contra mi trasero, eso me excita y me tienta a tocarlo, me volteo quedando frente a él, quien me mira a la espera de mis movimientos, pero yo nunca he tocado a ningún hombre, mas que para un saludo. No se que hacer.

-¿Qué piensas y que quieres hacer?-

-Es que, es que estar así contigo....- Me da tanta vergüenza que no puedo mirarlo a la cara, pensara mal de mi, aunque ya me ha hecho sexo oral; aun así me he inhibo de hacer o decir nada.

-Mírame Sabrina-

-Si-

-¿Qué deseas hacer?-

-Quiero, quiero tocarte- Y tapo mi rostro con la sabanas.

-Estas excitada- No es una pregunta es una afirmación.

-¿Cómo lo sabes?-

-Porque puedo ver tus pezones, están erectos y duros-

-Lo siento-

-No, no lo sientas. Haremos esto. Tu me tocas donde tu quieras y harás conmigo lo quieras. Después yo te devuelvo el favor. ¿De acuerdo?-

-De acuerdo- Contesto sin pensarlo, estoy tan excitada que no quiero pensar mucho. Alex se acuesta de espalda a la cama dejando expuesto su cuerpo, estoy tan nerviosa que no se donde empezar.

-Vamos nena. Empieza por aquí- Toma una de mis manos y la pone en su pecho que realmente es duro, tomo fuerzas y me dirijo a sus hombros para bajar por sus fuertes brazos. Veo sus manos y algunos de sus nudillos están rotos por los golpes que le propinó a Mark y los beso uno a uno. Beso su palma, hago lo mismo con su otra mano y vuelvo a su pecho, bajo a su marcado abdomen y deposito un beso en su ombligo, que lo hace estremecer. Creo que lo estoy excitando porque el bulto entre su bóxer esta mas grande. Quiero ver esa parte de él, pero mi valentía se fue de paseo y no se que hacer en esa parte.

-¿Por qué te detienes?- Pregunta con uno sonrisa triunfo, ha logrado que me ruborice.

-Emm, yo nunca he visto la parte intima de un hombre- Y me tapo el rostro con vergüenza.

-¿Queres ver la parte de mi anatomía que puede llevarte al cielo?- Me pregunta y no se que contestar al respecto. De pronto levanta su trasero y se quita de un tirón su ropa interior, dejando ver su prominente pene que esta rígido.

-¿Es siempre así?- La pregunta es tonta pero nunca había visto uno.

-Pues no, Sabrina. Ahora esta así porque tus caricias y besos me han excitado. Ven dame alivio, te muestro como se hace- Toma mi mano y hace que la envuelva en su pene.

-Solamente tienes que subir y bajar la mano- Y así lo hago Alex suelta mi mano y continuo con el masaje y cada vez se pone mas duro y le sobresalen unas venas entre mas duro esta. De pronto se me antoja pasar mi lengua sobre la punta de su pene; armándome de valor lo hago, escucho a Alex gemir. Parece que le gusto lo que le hice por lo que lo vuelvo a lamer, ganándome un jadeo de parte de él. Me lo introduzco parcialmente en la boca sintiendo un sabor salado y a café en mi boca. Lo sigo masajeando con mi manos hasta que se tensa, de su pene sale un liquido blanco y caliente.

-¡Oh, nena! Me has hecho venirme- Me dice.

-Alex, ¿Qué es esto que salió de tu pene?-

-Nena, es mi semen. En tus clases de ciencias nunca te mostraron?-

-La primaria y secundaria las lleve en casa- Contesto porque mi madre le prohibía a los maestro esa parte de ciencias.

-Porque no me sorprende. Ahora nena me toca a mi. Antes pediré el desayuno- Y así lo hace, huevos, jamón, panqueque, nutella y chocolate con jugo de naranja y café.

Me acomoda en la cama y baja mis bragas como ya es su costumbre.

-Vamos a ver cuantos orgasmos experimentas mientras llega el desayuno. Y me gustaría esta parte de tu cuerpo totalmente depilada- Lo dice pese a que me deje un depilado decente.

-¿Qué tiene de malo mi vello púbico?-

-No me agrada-

Me besa apasionadamente y le respondo el beso. Baja a mi cuello, luego al valle entre mis senos, acaricia cada uno de mis pezones con sus manos, los cuales se ponen más duros, de pronto se mete uno a la boca y empieza a chuparlo y a morderlos con suavidad, así lo hace pasando de un seno a otros, siento un cosquilleo en mi vientre anunciado mi orgasmo, parece que Alex lo nota ya que intensifica sus lamidas y mordiscos, trato de contenerme pero mi fortaleza se va de paseo y estallo en mi orgasmo.

-Este es el primero- Lo dice orgulloso. Baja dejando besos por todo mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna.

-Mi lugar favorito-

Busca mi clítoris con sus dedos, encontrándolo. Pasa dos de sus dedos con los residuos de mi venida, estimulando mi clítoris con sus dedos pero lo que quiero es su cálida lengua.

-Voy a probarte a ver si siempre sabes a nutella y chocolate- Y se dirige como lo ha hecho antes, me lame y muerde con sus labios mi clítoris, así lo hace hasta que estallo en un increíble orgasmo que me deja sin respiración. Unos toque en la puerta llaman nuestra atención. Alex me cubre con el edredón y sale del dormitorio y minutos después entra con el carrito de la comida.

-Comamos, creo que necesitaras el desayuno- Asiento sin poder pronunciar palabra, en algún lugar mi móvil suena pero lo ignoro.

-Sabrina, Josh le hablo a Tom con respecto a lo de Mark y prometió no hablar con Olivia hasta que tu lo hicieras-

-Gracias, por hablar con Tom- Le digo a Alex. Terminamos el desayuno en silencio.

-¿Que deseas hacer Sabrina?-

-Quiero entregarme a ti Alex- Lo digo muy segura.

-¿Estas segura?-

-Totalmente, Alex-

-Bueno. No sabes cuanto te deseo Sabrina. Pero antes de entregarte a mi necesito formalizar esto- Se levanta dejándome ver como su pene esta otra vez duro y firme. Busca entre su equipaje y saca una caja pequeña de terciopelo rojo. La abre y deja ver un hermoso anillo con diamantes en oro rosa.

-Quiero que seas mi novia. ¿Aceptas?-

-Si, si. Alex yo, yo te amo-

-Yo también te amo nena- Y me coloca el anillo en mi dedo. Y lo vuelvo a besar lo cual el me corresponde; las manos de Alex me recorren todo el cuerpo excitándome de nuevo.

-¿Estas segura amor? Cuando entre en ti no habrá marcha atrás- Lo miro a los ojos para que no le quede dudas de mi respuesta.

-Si, si estoy segura. No sabes cuanto te deseo Alex- Lo he deseado desde que lo vi por primera ves, pero no reconocía esas sensaciones.

-Mira, es tu primera ves, me voy a sentar, tu te acomodas sobre mi, con tus piernas a cada lado de las mías, iras bajando de apoco mientras tu cuerpo se amolda a mi, al principio dolerá un poco, pero ya después podrás moverte a tu gusto; puedes sostenerte de mis hombros, mientras yo te sostendré de tu cintura-

Asiento con la cabeza y me acomodo como me dijo, su grueso y gran pene apuntando en mi entrada que necesita tenerlo dentro de mi. Me toma de la cintura con una mano mientras la otra guía su pene en mi entrada, tengo la punta de su miembro dentro, estoy tan excitada, que cuando siento la otra mano de Alex en mi costado, con todo mi peso me dejo caer en el regazo de Alex, causándome un dolor indescriptible.

-¡Dios! Como duele-

-Nena te dije que bajaras despacio- Lágrimas emanan de mis ojos por el dolor. Estúpidamente creí que sería placentero.

-Creí que sería placentero. Y que te gustaría-

-Shhhh, espera ya pasara el dolor. Soy muy grande Sabrina, si hubiera imaginado que harías esto, lo hubiese hecho yo. Quédate quieta el dolor pasará, mientras tu cuerpo se amolda, pero estoy tan excitado al estar tan apretada que no se cuanto logre soportar tenerte así-

Mientras me distrae del dolor, Alex masajea mis pechos muerde uno de mis pezones, enviando descargas de placer a nuestra unión, lo cual funciona para quitar el dolor que sentía. Mi clítoris esta contra el vientre de Alex, quien al moverse lo estimula causándome placer.

-Voy a moverme Alex. Ya no me duele-

-Nena, por mas que quiera follarte rápido no quiero hacerte daño, ve despacio, tenemos todo el día-

Y así lo hago empiezo a mover mi pelvis contra la de Alex, lo escucho suspirar, sus manos serpentean por mi cuerpo, yo me abrazo a él ya que no duraré.

-Alex no puedo me voy a venir-

-Hazlo nena, vente para mí- Y lo hago, pero se que él no ha terminado no dejo de moverme quiero que se venga dentro de mi.

-Sabrina, no sigas no quiero venirme dentro de ti-

-Yo, yo si quiero, verte dentro de mi, amor. Te amo Alex- Y parece que ese es su detonante. Ya que siento su liquido caliente y espeso llenarme por completo.

-Por Dios nena, sabes que puedo embarazarte en este momento. Tu madre me mataría, por embarazar a su bebe-

-¿Te molestaría si me embarazo?- Me partiría el corazón si dijera que sí. Yo me haría a un lado y desaparecería de su vida, Alex tiene treinta y dos años y yo veinticuatro. Talvez por eso no se ha casado y no tiene niños. Seguro no le agradan. Me aparto de él sintiendo como su semen baja por mis piernas y me dirijo al baño para asearme. Sin dejarlo responder.

-Sabrina, espera- Mientras me ducho el ingresa a la ducha. De reojo miro su pene flácido embadurnado de sangre, es la prueba de mi virginidad perdida.

-¿Qué quieres Alex?-

-Nena, siempre piensas tan rápido que nunca das tiempo de asimilar las cosas, antes de responderte. Nada en este mundo me encantaría mas que me dieras un bebe. No tengo ninguno porque quiero tenerlos con la mujer correcta. Es tu primera ves, quiero que descubras poco a poco tu sexualidad, conmigo como pareja. Quiero disfrutar de ti y que disfrutes de mi, un niño en este momento, si lo miramos como adultos no estamos preparados para esto. Primero quiero que tú madre asimile que eres toda una mujer, que puedes tomar tus propias decisiones y que ahora somos pareja le guste o no- Me beso detrás de la oreja mientras asimilaba sus palabras, tenía razón, habría que darle la noticia a ella.

-Hazme tuya nuevamente- Lo quería dentro de mi con desespero, no me cansaría de desearlo.

-Pon las palmas de las manos en la pared- Me ordeno y lo hice. A continuación abrió mis piernas. Cerré los ojos nunca nadie me prepararía para lo que sentiría a continuación.

-Nena, estas tan apretada que no creo durar mucho, mi amigo esta tan cómodo en tu abertura que no querrá salir de ti- Sus palabras me excitaban tanto que no podía procesar nada coherente.

-Alex, por favor. Duele pero no te detengas-

-Nena, despacio- Me agarro la cintura para evitar que me moviera, Alex es tan grande en comparación conmigo que su fuerza me inmovilizó. Me estaba volviendo loca, quería mi liberación pero el me lo impedía.

-Quiero venirme Alex, no puedo más-

-Vente para mi nena- Lo hice sintiendo mi alma abandonar mi cuerpo, me dejé caer, pero él me sostuvo y me tomó entre sus brazos.

-Tengo, sueño Alex-

-Descansa, yo te cuido. Pero no hemos terminado-

-Bien dormiré un rato-

Dormí una hora, para ser despertada por Alex y tuvimos tres rondas mas de sexo, fue genial, me alegraba de haber esperado y que fuera Alex a quien le diera mi virginidad, no se cansaba de decirme cuanto me amaba.

Eran las tres de la tarde cuando decidimos salir; Alex me llevo a una farmacia y me compró la píldora del día después y me la tome de inmediato. Mi teléfono sonaba incesantemente en mi bolso, pero lo ignoré.

-Nena se que el tema es escabroso pero quiero que uses un método anticonceptivo, ¿Cuál quieres usar?-

-No tengo la menor idea cariño- Respondí ese tema no era mi fuerte.

-Llamaré a mi asistente de la empresa aquí en Londres- Perfecto, mientras comíamos algo en un Bristo cerca de Westminster, vi pasar la limosina de mi madre traté de ocultarme para que no me viera, no estaba preparada para hablarle de Alex y de mi. Al terminar la comida su secretaria nos llamo informándonos que tenía una cita en media hora con la mejor ginecóloga de Londres.

Una hora después tenía un implante intradérmico que me duraría seis meses, fue genial ya que no tendría que ocultar las píldoras, pero tendría que inventar algo creíble con respecto al pequeño apósito que indicaba donde estaba mi implante.

Al ser las seis de la tarde, era la hora de enfrentarnos a mi madre, la amo mas que a Alex pero ella tiene que entender que esto pasaría tarde que temprano y eso no debería alterar nuestra relación madre e hija. Estaría molesta conmigo porque no he querido atender sus llamadas en todo el día pero sabía que me llenaría de preguntas que no quería contestar de momento. Estábamos en la reja de entrada a la mansión que es mi hogar. Le ordene a la seguridad abrir el portón suspire profundo.

-Al fin en casa- Dije con los ojos de Alex clavados en mi, estaba preocupado en las amenazas hechas por mi madre y lo besé.

-Mamá lo entera- Y entramos a la casa.

Olivia POV

Dejar que Sabrina fuera a una disco con sus amigos un viernes por la noche era mi peor pesadilla, el alcohol y Sabrina no eran buenos amigos, pero saber que los chicos la cuidarían me daba un poco de paz.

Pero al ser las tres de la mañana y ella no apareciera me empezaba a alterar los nervios y llamé a Tom, él siempre la cuidaba, debería de saber algo de mi hija podría ser que se haya quedado en su pequeño apartamento para no llegar a altas horas a la casa y que no la viera ebria. A los dos tonos respondió.

-¿Sabes algo de Sabrina Tom?-

-Mmm, ella le hablara mañana señora Milles-

-¿Qué quieres decir con eso Tom? ¿Qué le paso a mi hija?-

-Nada de que preocuparse señora, la señorita Sabrina esta bien-

-Ponla al teléfono-

-Señora esta dormida y me pidió no ser molestada?-

-¿Dónde esta? Le diré a Alexei que me lleve-

-No es necesario señora insisto la señorita Sabrina esta bien cuando despierte le diré que la llame-

-Eso espero Tom, si me mientes date por despedido- Y colgué, mi instinto de madre me decía que algo no iba bien pero le daría el voto de confianza que mi hija se merece, ya es toda una mujer, podría estar con algún chico en este momento. Y el recuerdo de Alex me llega a la memoria. ¿Y si es con él con quien esta? Yo le advertí alejarse de Sabrina, pero cuando se lo ordené vi tristeza en su mirada, pero en el corazón no se manda, también vi tristeza en los ojos de mi hija cuando le pedía que se alejara de él.

Si se aman de verdad, ¿Quién soy yo para oponerme ella tendrá que hacer su vida con cualquier persona sea Alex u otro. Me iré a dormir o mi presión arterial se disparará y eso no estaría bien.

֍֍֍֍֍֍֍

Di gracias al cielo que era sábado y no iría a la empresa, volví a llamar a Tom y luego a Sabrina pero ninguno respondió ambos número estaban apagados. De pronto recordé que conocía a la madre de Nathan y la llamé pronto me comunico con su hijo, se sorprendió al saber que Sabrina no había llegado a casa, me informo que ella se había ido porque no se sentía bien según le informo Tom, realmente me preocupé. Insistí por varias horas pero siempre la misma respuesta móviles apagados. Interrogue a la seguridad de mi hija e insistieron no estar al tanto de nada.

A las once de la mañana recibí la visita del hijo mayor de Lord Wellington, me sorprendió ver su rostro, le habían propinado la paliza de su vida.

-Joven Wellington, ¿Qué le ha sucedido?-

-Sabrina, donde está-

-¿Qué tiene que ver Sabrina?-

-Ella es la culpable que este así, mi padre pensaba que ella podría ser mi esposa, pero es una zorra de mierda que se va con cualquiera-

-Joven, recuerde en el lugar que esta, no le voy a permitir que hable así de ella sin que este presente-

-Se fue con ese hombre. Por eso digo que es una zorra ofrecida, calienta vergas-

-Hágame el favor de salir de mi casa, no voy a permitir semejante falta de respeto- Mi seguridad salió de su oficina.

-Señora Milles ¿Tiene algún problema?-

-Conduzca al señor Wellington a la calle por favor y el ingreso a esta casa se le será negado-

-Si señora- Dijo Bernard.

Me quede inquieta, ¿Qué había sucedido realmente? ¿Con quien se fue Sabrina?, el sonido de mi móvil me distrajo por un momento pensé en mi hija pero un número desconocido brillaba en la pantalla, me extraño pero aun así respondí.

-¡Hola!- Dije

-¿Olivia eres tú?- La vos me parecía conocida.

-Si, soy yo. ¿Quién al otro lado?- Pregunté, la voz se me hacía conocida pero no recordaba quien era.

-Soy yo Micaela Fitzgerald-

-Micaela, tiempo sin saber de ti, me alegro escucharte-

-Si estamos recién llegando a Londres por negocios de Jonathan. Quiero verte y conocer esa hija tuya, he oído hablar de ella-

-Claro, podría ser un almuerzo aquí en mi casa. ¿Viene tu hijo con ustedes?-

-No, solamente Jonathan y yo- Dijo emocionada.

Pero al colgar recordé mi preocupación por Sabrina llamé a mi chofer y pedí preparar la limosina e ir en busca de mi hija. El primer lugar fue su apartamento me sorprendió hallarlo vacío, ella no ha estado en días aquí, dijo el vecino. Recorrí las calles de Londres sin encontrarla, en algún momento las llamadas entraban pero no eran respondidas. Algo realmente estaba pasando Sabrina siempre respondía a mis llamadas.

Al ser las seis de la tarde mi alma regreso al cuerpo cuando mi jefe de seguridad me informaba de la llegada de Sabrina, pero mi preocupación fue sustituida por la ira cuando la vi ingresar con Alex tomada de la mano, entendí en ese momento el silencio de su teléfono y porque no atendía mis llamadas, estaba con él, quizás en su cama, era obvio, Alex es un hombre que las mujeres jóvenes verían irresistible y mi hija ya había demostrado que no le era indiferente.

Pero mi porte de realeza me impedía hacer una escena, sería ridículo, puesto que Sabrina es una mujer y no una niña. Me quede sentada en la sala mirándolos.

-Hola, madre-

-Hija- Mi sequedad en mi reacción mostró mi enojo.

-Olivia...- No lo deje terminar.

-Quiero escuchar la versión de mi hija-

-No hay ninguna versión Olivia-

-¡A no!-

Ambos tomaron asiento frente a mí, tomados de la mano como la pareja que demostraban ser, me sorprendió ver a mi hija con ropa que no era la que usaba el día anterior y me recordé de las palabras de Mark.

-Madre Alex y yo hemos decidido empezar una relación- Dijo Sabrina.

-Quiero que esto sea oficial Olivia, mis sentimientos hacia Sabrina van en serio-

-Me puedes explicar que paso con Mark- Vi como se le humedecían los ojos a Sabrina y el enojo en los ojos de Alex.

-Si se refiere a la paliza que le di. Fue por defender a su hija, la iba a violar en un sucio reservado de la disco donde Sabrina estaba con sus amigos. Rompió totalmente el vestido de Sabrina incluyendo la ropa interior tuve que ponerle mi saco para tapar su desnudez-

-Pe...pero eso no fue lo que dijo-

-Es obvio que no madre, él nunca diría la verdad. Mira- Vi como se quitaba la blusa que usaba dejándome ver en sus senos cardenales, las marcas de los dedos y uñas del infeliz de Mark y un mordisco.

-Ahora entiendes porque lo deje de esa manera-

-Ya veo- Me las cobraría una a una cada marca en el cuerpo de mi hija.

Durante un rato me explican con de talle lo sucedido en la disco y de los planes que tienen juntos. Por más que no quisiera era evidente que habían pasado la noche juntos y por el parche de Sabrina en su brazo, sabía que era un método anticonceptivo. Al menos no pretendía embarazarla pronto. Si no quería alejar a mi hija tendría que asimilar que estaban juntos, que algún día mi bebe dejaría el nido para hacer su vida.

Compartimos una agradable cena, mientras asimilaba la idea de su noviazgo se me hizo mas fácil tratar a Alex, tendría que hacerlo, esta comiendo en la misma mesa con el posible padre de mis futuros nietos. Al ver a mi hija feliz todo era más fácil de asimilar. El conté a Sabrina de la llamada de mi amiga del almuerzo que tendríamos mañana con ella, por lo que invité a Alex, quien acepto encantado. Se despidió de Sabrina por mas de media hora. Hasta que se marchó.

Vi como mi hija subía las escaleras hacia su cuarto, con tristeza en sus ojos, se que hubiese sido la mujer mas feliz del mundo si hubiese permitido que Alex se quedara, pero ya habían compartido mucha intimidad.

֍֍֍֍֍֍֍

A la mañana siguiente Sabrina y yo compartimos el desayuno como siempre, la vi decaída. Me atreví a preguntar.

-¿Por qué tan decaída, hija?-

-Quería que Alex se quedará mamá. Pero sé que no lo permitirías- Bajó la mirada a sus manos.

-Eres mi hija Sabrina, sabes que los ojos de la sociedad estarían sobre ti. Tienes que cuidar tu imagen-

-Lo se mamá-

-Pero lo veraz hoy- Un brillo le iluminó los ojos, realmente estaba enamorada de él. Solo esperaba que no la hiciera sufrir.

Antes de medio día Alex llego con su seguridad y pidió permiso para estar a solas unos minutos con Sabrina y aunque no me gustará tuve que ceder ante su petición. No soy estúpida querían tener un poco de intimidad. No me quedo que aceptar, solo esperaba que no se les olvidará que tendría visitas.

Para mi paz interior Sabrina y Alex aparecieron quince minutos antes de que Micaela y Johnathan aparecieran. Los recibí yo misma mientras los chicos estaban en la sala, los inste a seguirme y hacer las presentaciones.

-Micaela y Johnathan les presento a mi hija Sabrina y a su novio Alex Thomas-

-Es un gusto, señores Fitzgerald- Saludo Sabrina.

Alex de seguro que los conocía puesto que los saludó por su nombre. Me quedé sorprendida que Micaela y Johnathan no le quitaban los ojos de encima a Sabrina la miraban de pies a cabeza, cada movimiento, les ofrecí algo de beber para llamar su atención y que dejaran de mirar a Sabrina que ya estaba incomoda.

–Tomaremos el almuerzo en la terraza- Anuncie, para dirigirnos ahí. Sabrina y Alex se retrasaron mientras yo caminaba con mis amigos en la terraza.

-Olivia, ¿Puedo hacerte una pregunta?-

-¿Qué será?- Pregunté.

-¿Dónde nació Sabrina?-

-No lo sé, en el orfanato me dieron su acta de nacimiento, lo único que dice es el nombre y la fecha de nacimiento.-

-Extraño- Dijo Micaela.

-¿Porque lo preguntas Micaela?- No me agradaba su curiosidad.

-Se parece tanto a mi a su edad-

-Micaela, ¡Basta! Olivia nos ha recibido en su casa. No le faltes el respeto a su amistad-

-Lo siento. Es que James y Samantha han sufrido buscando a nuestra nieta. Que la veo en cada niña adoptada-

James, podría ser el padre biológico de Sabrina. Si mi niña abriera el sobre que le dejo Victoria, saldríamos de las dudas pero le tiene tanto miedo a ese sobre que se niega a abrirlo.

Sabrina y Alex llegan en el momento preciso para dar por terminada esta conversación.

-Alex me sorprende verte en Londres- Inquiere Johnathan.

-Bueno, tengo negocios aquí y sobre todo que estaba formalizando mi relación con Sabrina- Veo como mi niña se sonroja, por las palabras de Alex, él lo nota y le besa una mano.

-¿Tus padres lo saben Alex?-

-No, Micaela, Sabrina y yo nos conocemos de hace varios años, pero decidimos que esto debe ser formal. No es que no lo fuera antes, sino a lo que me refiero a hacerlo del conocimiento de todos-

-Hija, ¿Qué piensan hacer Alex en New York y tu aquí? ¿No te irás?- Ese es mi temor que se balla y me deje sola. Sus hermosos ojos azul gris me miran con amor y toma mi mano con la suya.

-Madre jamás te dejaría. Alex y yo hemos hablado al respecto y él viajará a menudo en su jet y yo podría viajar y supervisar las empresas en Estados Unidos por ti. ¿Te parece madre?- Micaela y Johnathan no se pierden ningún movimiento de Sabrina, incomodándome, mi hija ni lo nota y Alex no deja de mirar a Sabrina.

-¿Qué estudiaste Sabrina?- Ahora en Johnathan quien pregunta.

-Bueno, derecho comercial y Administración en banca y finanzas-

-Mi chica preciosa es muy inteligente Johnathan- Alex habla con orgullo de mi hija. Veo como ambos se sonríen uno al otro como si no estuviéramos.

-Olivia sería bueno reanudar nuestra relación comercial. Como lo hacíamos hace años- Sugiere Johnathan.

-Madre sería genial, así tendría una escusa para viajar a New York-

La cara de felicidad de Sabrina no tiene precio. Estar seca de Alex la motiva más a viajar.

-Bueno eso lo veremos, por ahora comamos-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro