Alex POV

Me levanto de la cama con un severo dolor de cabeza, jamás debí dejar que esos chicos me hicieran beber tanto, ni cuando fui estudiante bebí como anoche, debió ser lo enojado que estaba con Sabrina al negarse a venir con nosotros a la disco. Será que no le gusto o ha leído esos reportajes donde dice que soy un mujeriego o será mi edad yo tengo veintiséis y ella a penas tiene diecinueve. Todavía es una adolescente.

Pero necesito hablar con ella, necesito ver esos ojos para continuar mis días, me cepillo los dientes y luego tomo una ducha antes de ir a su habitación, pido mi almuerzo, al terminar veo que son las dos de la tarde, por lo que me dirijo a su habitación. Al llegar miro al personal de limpieza hacer la habitación me sorprendo ver que esta vacía.

-Señorita, ¿sabe a donde fueron los huéspedes de esta habitación?- Espero que sepa algo.

-Lo que se, es que la seguridad de la señorita recogió el equipaje mientras ellos tomaban el almuerzo y luego se fuero del hotel-

-Gracias- Y le doy un billete de cien por la información.

Al llegar a mi habitación llamo a mi amigo Mario para que me investigue a que país se fueron y el hotel que reservaron. No entiendo por que se escapa, se que le hizo una promesa a su madre de terminar la carrera, pero no entiendo por que aislarse. Ella me gusta montones, será difícil conquistarla, no es una chica interesada, es muy inteligente, sobre todo inocente y bella.

-Mario, necesito que me consigas donde se hospedará la hija de la condesa de York-

-Huy, hermano te tiene loco la niña-

-Vete a la mierda Mario- Y cuelgo, ¿Qué hago siguiendo a una niña?, si puedo conseguir a cualquier mujer.

Llego a mi habitación y lanzo a la cama el dolor de cabeza a incrementado, pero lo ignoro, ya se me pasará, llamo a la recepción para que preparen mi cuenta. Me vuelvo a dormir por no se cuanto tiempo, pero el sonido de mi móvil me despierta, Miro el identificador y es Mario.

-¿Lo encontraste?-

-No, no lo encontré. Debe haber reservado bajo otro nombre-

-Gracias Mario-

Derrotado vuelvo a Estados Unidos, tengo negocios que mantener. Me estoy comportando como un adolescente. Al llegar a casa descanso para continuar con mi vida, pero unos ojos verdes me siguen a donde quiera que vaya. Tengo que sacarla de mi cabeza, pero se me hace imposible.

.....................

Una semana después y lo único que he conseguido de Sabrina es como la adopto la Duquesa de York, Olivia Milles, Sabrina paso quince años de orfanato en orfanato, en su acta de nacimiento no están consignados los nombres de sus padres solamente su nombre sin apellidos, ni lugar ni fecha de nacimiento. Esto es extraño es como si se hubieran esforzado para ocultar esa información, según me informa James, la condesa ha estado en busca de esa información la del paradero de su nieta biológica. A pesar de sus recursos tampoco ha podido dar con la información.

El teléfono de mi escritorio me distrae, de lo que lía.

-Dime Cinthya- Cinthya es mi asistente personal .

-Señor, le informo que los señores Thomas Irvin y James Fitzgerald, vienen subiendo para la reunión-

-Gracias, Cinthya, hazlos pasar a la sala de juntas y que los atiendan y casi los acompaño- Y cuelgo. Tengo que aclarar mi mente esta reunión es de mucha importancia el rey de las telecomunicaciones y rey de las navieras han venido para negociar una acuerdo en de compra de mi tecnología, mi empresa ha trabajado en el desarrollo de nuevos radares y transmisores y un honor tenerlos juntos, aunque no es extraño porque están emparentados. Tomo el expediente de mi propuesta para ellos.

Al entrar en el salón de juntas, me encuentro con esos hombres a los cuales respeto mucho, son intachables a la hora de hacer negocios.

-Señores, gracias por venir-

-Es un gusto- Responden ambos, tomo asiento frente a James, al ver sus ojos me recuerdan a la mujer que me ha robado el sueño por casi un mes, pero pienso si Jemes podrá ser el padre de Sabrina, pero recuerdo que la información decía que su esposa no puede tener hijos, sin embargo Sabrina no se parece a ellos. Por lo que descarto esa posibilidad.

-Alex, Alex- La voz de ambos hombres me hacen volver al momento.

-¿Te atrapo una chica?- Pregunta Thomas.

-¿Por qué lo preguntas?-

-Por que esa cara es la que pone James cuando piensa en mi hija- desvió la dirección de la conversación a los negocios.

-¿Qué les parece la propuesta?-

-Estamos de cuerdo Alex y de hecho ya lo firmamos solamente faltas tu. Que por pensar en una chica no estabas escuchando- Dijo James.

-En confianza Alex, ¿es bella la chica?- pregunta Thomas.

-Si, es hermosa y muy joven-

-Bueno, ten cuidado con las muy jóvenes, te pueden mandar a la cárcel-

-No, no estoy hablando de esa juventud. ¿Conocen a la hija de la duquesa de York?- Les pregunto creo que Thomas ha hecho negocios con Olivia.

-Mira, Alex si hemos oído hablar de ella. Es una jovencita muy hermosa. Pero ten cuidado Olivia no le gusta que los chicos ronden a su hija- Dice James.

-La conocí aquí en Harvard hace como un mes. Y me atrae- Mientras hablo miro a Thomas que busca en su móvil algo pero lo paso por alto.

-¿Les gustaría almorzar conmigo para cerrar el trato?- Pregunto a ambos y cuando miro a Thomas levanta la vista con una sonrisa.

-La hija de Olivia se ha vuelto famosa y esta en la mira de los paparazis- Comenta Thomas.

-Así, ¿Por qué lo dices?- Pregunta James.

-Porque esta en casi todas las revistas de chismes en compañía de sus amigos- Me dice mostrando la portada de la revista Vogue. Le devuelvo el móvil la viejo Thomas y muestro indiferencia.

-¿Aceptan mi invitación señores?- Les pregunto a ambos.

-Si, si vamos- Mientras me distancio de ellos, le envío un mensaje a Mario dándole la ciudad donde esta Sabrina y que me informe en que hotel está.

Día pasa muy lento para mi gusto, me debato entre ir a buscarla o no. Me rechazará otra vez, ella es una chica firme en sus convicciones, quiere estudiar y salir de la sombra de su madre, ¿Para que la quiero? Para follarla, para tenerla de novia, yo nunca he tenido una novia. No quiero arruinarla, ella es muy inocente en relaciones amorosas. ¿Qué le ofrecería estando a mi lado?, ella no quiere ni necesita mi dinero. ¿Qué le voy a dar?.

Un mensaje de Mario me informa que Sabrina esta en el lujoso Posia Hotel Boutique, el suite principal, estará ahí hasta el fin de semana. Llama a Cinthya para que me reserve la suite al lado de la de ellos. Tengo tres días para definir que es lo que quiero de ella y si lo que siento es amor solo una obsesión pasajera. Por hoy he trabajado lo suficiente por lo que me retiro a mi pent-house a descansar y volver a ver esos ojos verdes que se parecen mucho a los de James. Pero la que me interesa es ella y no él.

--------

En mi pent-house no dejo de pensar en ella, después de tanto pensar en ella lo acepto me gusta toda ella, su cuerpo su alma, ¡TODO!. Tomo mi móvil y le marco Norris mi jefe de seguridad.

-Norris, coordina todo para que el jet este listo por la noche viajamos a Palermo- cuelgo sin espera respuesta, le pido a mi ama de llaves que me prepare la maleta para cuatro días.

De camino al Posia pienso en como la abordaré, es una chica sin experiencias en relaciones interpersonales y menos en relacione amorosas. Tendré que ir con calma con ella primero le ofreceré mi amistad y luego veremos que pasa.

Llego a la recepción privada del hotel, en la cual le doy una onerosa propina al recepcionista para que me de información de la señorita Milles, quien se encuentra en el Spa, sin sus amigos ya que los mismos están navegando por el día de hoy y al preguntar por su seguridad me informa que están en su habitación. Le pido que envíe mi equipaje a mi habitación y me indica donde esta el Spa. Norris me sigue de cerca.

-Quédate aquí a fuera no dejes que nadie entre-

-Si señor-

El entrar la busco en todas parte pero no la veo, veo el sauna y dice ocupado, Esta ahí. Me quito la ropa quedándome en bóxer, me pongo una bata de baño y entro, al escuchar la puerta abrirse habla.

-He reservado el sauna para una sola persona, en quince minutos quedara libre- Me habla con molestia.

-Me agrada estar a solas con usted, señorita Milles- Le hablo una sonrisa, ya que al oír mi voz se levanto como resorte.

-Que, que haces aquí, Alex?- Se pone de pie para ponerse la bata, pero falla de manera inocente dejándome ver su desnudes. Mi cuerpo reacciona ante semejante sublime imagen. Acorto la distancia y la cubro con mi cuerpo. Poso mis ojos en su rostro el cual logro ver se ha tornado sonrojado. Su cuerpo empieza a temblar.

-Tranquila nena. No te hare daño. Jamás lo haría, no sabía que estabas desnuda. Pero no lo vuelvas a hacer pudo ser cualquiera y hacerte daño, más que no esta tu seguridad afuera- Asiente con la cabeza, pero aun no habla. Verla de esta manera, expuesta, mostrando su hermoso cuerpo me tiene excitado, pero me contengo de hacerla mía, se que es virgen y no la forzaría a tener sexo conmigo, tiene un futuro y no lo echaré a perder. Además perdería la oportunidad de hacer negocios con su madre y tener pretextos para acercarme a ella.

-Sabrina, quiero besarte, ¿puedo? No he quitado mis ojos de los suyos, lo que veo en ellos es pasión y deseo.

-Asiente frenéticamente- Y lo hago la tomo de su lindo trasero y la siento en la camilla donde dormía, sus senos chocan con mi pecho, sus pezones están duros, apuesto que nunca ha experimentado un orgasmo.

-Sabrina, quiero tu permiso para hacerte experimentar algo. Te juro que no voy a tomar tu virginidad, se que no estas preparada para eso; lo que quiero es que experimentes un orgasmo.

-¿Para que?- pregunta inocente.

-Porque soy tan egoísta que quiero ser el primero en provocarte uno y como se que te van a gustar, que cuando te masturbes pienses en mi, Sabrina-

-¿Cómo lo sabes?-

-Experiencia masculina. Ven acuéstate y acerca tu trasero a la orilla de la camilla y los pies a cada lado de tu pelvis- Lo hace y eso me complace.

-Hermoso- Le digo mirándola a los ojos. Cierra los ojos por la anticipación en realidad ni se imagina lo que haré con ella. Me posiciono entre sus piernas y paso mi lengua de abajo hasta su clítoris, el cual esta resguardado bajo una pequeña capa de bello. Lo chups y lo muerdo con mis labios. Sus cuerpo da un respingo ante tal acción, sus manos tratan de apartarme pero no la dejo.

-Se que lo que sientes es intenso, es tu primera vez, déjame darte placer Sabrina- Aleja sus manos y vuelve abrir sus piernas, aprovecho el momento de retomar lo que hacía, su coño es delicioso, sabe a nutella y chocolate, mis favoritos. Me apodero de sus senos los cuales caben en mis manos perfectamente, los amaso los masajeo y su cuerpo se arque en señal del orgasmo inminente, intensifico mi asalto a su intimidad.

-Alex, si, si, ¡Oh, Dios! No pares, mas, mas- oírla pedir más es sorprendente y quien soy yo para negárselo, meto y saco mi lengua de su entrada de la cual emana su néctar con sabor a Nutella y chocolate. Después de dos orgasmos más tuve que detenerme ya que alguien tocaba a la puerta. La baje de la camilla y le puse la bata nadie vería su cuerpo desnudo.

Abrí la puerta para encontrarme a Norris.

-Seño, los demás clientes de sean entrar al Spa. ¿Los dejo pasar?-

-Déjalos, la señorita Milles y yo nos vamos-

Al regresar con Sabrina la encuentro llorando, la tomo entre mis brazos y la llevo al sofá que esta cerca de las aguas turbulentas más alejadas del Spa donde tendremos privacidad.

-¿Por qué lloras Sabrina?- Me ira con sus ojos llorosos y enrojecidos.

-Esto no debió pasar, me he comportado como una cualquiera. Como las chicas de la universidad que se acuestan con chicos- Eso me enfurece, que se desvalorice por esto.

-Mírame Sabrina. No eres como ellas, yo solo te brinde placer, no es sexo, sigues siendo virgen si no hablas de ello, nadie lo sabrá-

-Tu no le dirás a nadie- Sonó mas a afirmación que a pregunta.

-No, a nadie. Un verdadero caballero no expone a la mujer con quien tiene sexo o lo que yo te hice. Así que nadie- La beso haciendo que ella pruebe un poco de su excitación.

-Nutella y chocolate- Dice al terminar el beso.

-Si a eso sabes, ahora vamos a tu habitación y yo a la mía-

El fin de semana paso demasiado rápido para mi gusto, en algún momento Sabrina invadió mi habitación queriendo que le diera placer a lo que me negué muy a mi pesar, no estaba seguro cuanto me contendría de no tomar su virginidad, por lo que me negué tajantemente, lo que provoco en mi gatita un humor de perros. Al día siguiente me entere que estaba con su periodo, gracias a la providencia que me negué y hubiera perdido el control el daño sería un bebe del cual ninguno esta preparado para recibir.

Ya devuelta a la regularidad de nuestras vidas, los chicos empiezan sus clases a media semana lo que me indican que harán una escala en Londres y luego de regreso a Estados Unidos. La extrañare ella en Boston y yo en DC. Espero que ella me extrañe también.

El trabajo me ha tenido la mente ocupada de pensar en Sabrina, ayer de be haber empezado sus clases, su segundo semestre. He esta tentado toda la mañana de llamarla, pero asumo que debe estar en clases. Lo haré por la noche y se me va a hacer eternos, hoy no tengo ninguna reunión la cual desearía par ocupar mi mente y no pensar en ella.

Una discusión fuera de mi oficina llama mi intensión, por lo que decido ver que sucede antes de llegar a la puerta, esta se abre dejando ver a una Olivia Milles con cara de pocos amigos.

-Alex Ransom-

-Olivia Milles, tome asiento por favor- Me dirijo a mi asiento detrás de mi escritorio, prefiero guardar distancia en este momento, no se que le habrá contado Sabrina, por lo que tengo que actuar con cautela.

-Ransom, no vengo a hacer negocios con su empresa-

-¡A no!-

-No. ¿Quiero saber cuales son sus intenciones con mi hija?-

¡Mierda lo sabe!