Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Todo

Kuroo POV

En menos de un mes comienza el interescolar.
Hace dos semanas empezamos oficialmente los entrenamientos.
En el primero que tuvimos, nuestro capitán comentó a Kenma que se pasaría unos días descubriendo su especialidad. Rápidamente demostró tener futuro como colocador.

Desde entonces se pasó una semana con nuestro titular y vicecapitán, Yuki; un chico bastante simpático y con mucha energía, que contrastaba totalmente con como es su futuro suplente.

Con lo que a relaciones sociales respecta, siguió sin socializar fuera del equipo.

Por las tardes, seguimos yendo Bokuto, Kenma y yo hacia nuestras casas.

— Realmente no ha pasado nada interesante.— digo para mí.
— Si no le parece interesante la clase de literatura, señor Kuroo, le invito a irse de clase; hoy está realmente distraído. —mierda, me olvidaba que estaba en clase. Todos me están mirando, seguro que se estarán preguntando en qué pensaba "el friki de las ciencias". Me centro en responder a la profesora.
— Lo siento mucho, de veras, a partir de ahora atenderé a la clase. —ella arquea una ceja, se gira y sigue escribiendo en la pizarra. — Kuroo, al finalizar la clase quiero hablar con usted.

Justo hoy tengo entrenamiento, espero que no tarde mucho.
— De acuerdo. —respondo todo lo amablemente que puedo.

Tras sonar el timbre que da fin a la clase, me acerco a la mesa de la profesora y me doy cuenta de lo mal maquillada que está.

Cuando todos los demás alumnos han abandonado la sala, esta me mira y, por la cara que pone, se dispone a darme una charla, esto va para largo.
— Señorito Kuroo, usted sabe que en esta academia, y en cualquier otra, hay ideales, estándares, metas, sueños. —estereotipos, pienso. — Y que todo el profesorado pretende que el alumnado se adapte a este.— asiento; ¿por que me cuenta esto?

Se mira las uñas un segundo, coge una gran bocanada de aire y prosigue.
— Pues bien, usted es un alumno modélico, eso debería saberlo bien, saca buenas notas, practica deporte, es popular... —¿popular? ¿En qué universo? Dígamelo que voy. — Es más, cuando profesores de otras academias preguntan sobre los alumnos del Nekoma, nosotros nos dedicamos a describirle a usted, añadiendo otros pluses, obviamente.

— Me parece estupendo pero, ¿a qué quiere llegar con esto?— pregunto, sin mirarla directamente.

Ella me mira y se ríe levemente.
— Pues es simple, querido Tetsuro no nos podemos permitir que nuestro "alumno modelo" esté en las nubes; por favor, deje de distraerse en clase. Ya puede marcharse.

Al salir miro el reloj.

Mierda, llego tarde a entrenar.
Muy tarde.
Todo por culpa de la arpía esa; ¿Era necesario todo aquello? Yo solo estudio para tener la nota suficiente para entrar en la Universidad de Tokyo.

Cuando voy corriendo hacia el gimnasio, me cruzo con el consejo estudiantil.
— Kuroo Tetsuro, está prohibido correr por los pasillos. —no les hago caso, y sigo adelante.

Llego al gimnasio, cuando el resto ya está entrenando, dejo mis cosas y me voy a cambiarme.

Al salir del vestuario me encuentro al capitán en la puerta.
— Yaku me ha contado que te ha retenido "La Bruja" y a juzgar por tu cara, no ha ido muy bien. Venga, da un par de vueltas y ven a entrenar con todos.

Por suerte el capitán, Hayato, es un tipo comprensivo, sobre todo cuando se trata de profesores ya que tuvo una etapa rebelde y constantemente le echaban. Después, con el tiempo se serenó, dando paso al capitán tranquilo y simpático que es ahora.

Entro al gimnasio y, todos me miran un momento antes de volver a entrenar.

— Kenma, ¿podrías hacerme unos pases? Quiero ver cómo te va. — el chico teñido me mira, después mira al capitán.

Hayato mira a Kenma. — Hey Kozume, ¿te ves capaz? —el aludido asiente y nos vamos hacia una red.

— Oye Kuro, ¿podrías explicarme cómo se ajusta una reacción química? Es que no lo entiendo—. en ese momento empezamos a hacer pases y mientras tanto, seguimos con la conversación.

— Vale, ¿te vienes a mi casa? ¿o prefieres que vaya a la tuya —Kenma se encoge de hombros y acto seguido contesta.

— Me da igual, total, hoy mi madre llegará tarde de trabajar.
— ¡Pero hombre! ¡Has sido tú quien ha preguntado, decide tú!
— Bueno... pues... a la tuya, yo qué sé.
— Pues a la mía entonces, avisaré a casa en cuanto acabemos.— le miro y sonrío, él me devuelve la sonrisa.

Entrenamos por una hora más, después recogemos y nos vamos.
Kenma me espera en la puerta del gimnasio, mientras aviso a mi padre que tendremos visita, él responde al mensaje diciendo "me parece estupendo que ya tengas más amigos" al lado de emoticonos riendo y sacando la lengua.

Salgo del gimnasio y hago una seña al teñido para que me siga
—Entonces, nos vamos, ¿no?- le preguntó; él se ríe y me contesta.
—Entonces nos vamos.

Y empezamos a andar.
Al poco rato se produce un silencio incómodo.

—¿Cómo es que no entiendes como se ajusta una reacción?
—No entiendo el procedimiento.— responde, frunciendo el ceño.
—Vaya, pues... tranquilo, te lo explico de forma que te sea más fácil. —le sonrío y él asiente.
—Si no es molestia...
—No lo eres.

Él mira al suelo, se encoge de hombros, ríe un poco y contesta. Al hacer eso me vuelve a parecer adorable, muy adorable.
—Yo qué sé, igual tu familia no está de humor.
—Ah, no te preocupes por eso, mi padre es bastante simpático.
—Pero, ¿de verdad estás seguro de que no le importará?
—Que si... confía en mí...

Justo en ese momento llegamos a la puerta de mi casa.
—Bueno, pues aquí estamos.

Entramos a mi casa y mi madre nos recibe de forma amble.
—Buenas tardes señor Kuroo, espero no molestar.—Kenma es el primero en hablar.

Mi padre le dedica una sonrisa cálida.
— ¿Cómo vas a molestar? En esta casa todos los amigos del pequeño Tetsu son bienvenidos.—me da golpecitos en la cabeza riéndose.

Kenma asiente y le sonríe. — Muchas gracias.

Me le quedo mirando "realmente me parece adorable cuando sonríe" pienso y cuando me quiero dar cuenta tengo a mi padre mirándome con una sonrisa burlona.

— Bueno Kenma, este es mi padre, Takeshi. Papá, este es Kenma, un compañero de equipo. -—casi puedo leerle la mente solo de mirarle "¿seguro?" me pregunta con la mirada.

— Esto... Kenma, vamos arriba a estudiar. — él asiente y me sigue.

Subimos, obviamente, a la planta de arriba y entramos en mi habitación.
— Puedes dejar tus cosas en mi cama.

Él asiente, deja su mochila en donde le indico y saca su libro y cuaderno de química.
— Por dónde empezamos? — me pregunta.
— Pues... Por el principio. — le contesto riendo.

Le empiezo a explicar todas sus dudas mientas Kenma asiente.

Hora y media después, acabamos.
En cuanto me quiero dar cuenta, este está jugando con su PSP, de vez en cuando sonríe un poco, cosa que me parece adorable.

— Tu sonrisa es muy bonita, deberías mostrarla más a menudo.— nada más decir esto, aparta la mirada de la consola y me mira con sorpresa, es en ese momento en el que me doy cuenta de lo que acabo de decir.

Por un pequeño instante nuestras miradas se cruzan, hasta que él baja la suya, con un leve rubor en las mejillas añade.
—La tuya también es bonita.

Se hace un silencio incómodo, después de casi 30 segundos suena un teléfono.
—Es mi madre.— dice Kenma después de ver la llamada perdida. — Solo querrá avisar que ya ha llegado a casa. Me voy a ir yendo, no quiero que esté sola mucho tiempo.

Empieza a recoger sus cosas y una idea surge en mi mente.
—Te acompaño.
Él encoge los hombros y asiente.

Nos despedimos de mi padre y le dedica al menor su típico "Vuelve cuando quieras", después de eso, salimos.

—Oye.— empiezo a hablar.— Perdona si te ha incomodado lo de antes, he hablado sin pensar.
—No, tranquilo, no pasa nada.— contesta sin apartar la mirada del suelo.

Ahí está otra vez, ese silencio que incomoda tanto.

—Deberías perdonarme tú por lo de la semana pasada. —esta vez es él quién habla primero.— Tampoco pensé mucho y realmente no estoy seguro todavía.

Antes de que podamos añadir nada más, llegamos a la puerta de la casa de Kenma.
— Bueno, espero que te haya aclarado tus dudas de química.
Él asiente y sonríe levemente.
Antes de que se aleje mucho, comento a media voz.
—¿Sabes? Si no estás seguro es porque hay alguien que te ha hecho dudar.

Me mira sorprendido, pero no añade nada.
Se acerca a la puerta, pero cuando le queda poco, da la vuelta y se detiene delante mía.
Noto cómo se pone de puntillas y me deja un rápido beso en la mejilla.

— Gracias. —susurra.
Después sale corriendo hacia la puerta y entra a su casa.

----------------------------------------------------------

----------------------------------------------------------

...
-se cubre de las piedras por tardar-

Vengo a exponer mis excusas por la tardanza:

  - He reescrito este capítulo como unas 4 o 5 veces.
  - Se me borró una parte importante que conseguí recuperar.
 

- Hasta junio no tuve tiempo por estudios, y en verano no tenía inspiración. Ahora también estoy liada con el insti...

El siguiente capítulo será el último y espero poder tenerlo pronto.

(No aseguro que para antes de 2019 lo tenga, sorry)

¡Nos vemos!

Att: Penguin

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro