Alejandra.

Comenzó a vibrar mi celular, así que estiré mi brazo para tomar mi bolso y comenzar a buscar.- Espera.- dije mientras esculcaba sin ver qué había dentro, cuando al fin lo encontré me alejé de él y me acerqué a mi celular. Era un mensaje de Byron.

Alejandra, hubo un suceso y tengo que salir del país...
Es una larga historia que después te explicaré.
Te amo...

Me alejé más de él y admiré completamente el mensaje...
Miré atrás y lo ví.- Joel, tengo que ir a casa.- bloqueé mi celular.

¿Recuerdan al chico del Gimnasio?...

Me miró y frunció el ceño.- Oh... Vamos.- se levantó de la cama, sólo llevaba bóxer puesto. Caminó hacia mi y me tomó por la cintura.-¿Qué sucede?.- besó mi mejilla.

Desde aquella vez...Ya tengo ocho meses saliendo con Byron...Y con Joel dos...

-Eeh...- buscaba una respuesta, pues Joel no sabe de Byron... él creé que todos los lujos que tengo son por el gran puesto de empleo que tengo.- Tengo que ayudar a mi madre a resivir unos materiales, ya vez que la gente mayor se confunde muy rápido con todo eso...

Mi miró dudosamente.-¿Estás segura?...- entrecerró sus ojos.

-Si.

Me di la vuelta y comencé a vestirme, tenía que salir del hotel pitando...
Mientras me vestía sonó su celular,lo miré. Caminaba hacia un sillón que fue dónde dejó su sacó recargado, tomó su celular y parecía leer un mensaje... De pronto, su mirada cambió drásticamente.

-¿Todo bien?.- pregunté, me miró y asintió con una sonrisa luego volvió a su celular.

Me extrañó todo eso...pero no le di mucha importancia, regresé a lo mío. Una vez que terminé de arreglarme fui hasta con el y lo besé, me despedí y salí de la habitación mientras me acomodaba el cabello con las manos.

A veces Joel se comporta raro... Su nombre no me trae buenos recuerdos, por eso prefiero llamarlo a veces por su segundo nombre; Diego.