
XXXV
-Chanyeol... ¿Estás seguro de esto?
Era temprano por la mañana, hacía más frío que de costumbre por lo que Kyungsoo se arrebujó aún más dentro de su abrigo. Miró hacia arriba, el cielo estaba nublado y corría una leve ventisca... Qué horrible, el día estaba más deprimente que nunca, aunque debía aceptar que combinaba bastante bien con sus interiores igual de grises.
-No.
La contestación honesta de su mejor amigo desde el otro lado le invadió los sentidos, haciéndolo volver su vista a él.
-Pero ahora mismo quiero hacerlo.
Kyungsoo tragó saliva con algo de dificultad. Desde que había conocido a Chanyeol hacía años nunca lo había visto como en esos momentos, tan... apagado. Su rostro completamente serio incluso lo hacía estremecer. Sus ojos no brillaban, su sonrisa no relucía porque simplemente no sonreía. Este no era su amigo. Este era un envase deshecho, vacío de alma o cualquier sentimiento. Incluso su cabello lucía opaco, pareciera que la vida lo hubiera abandonado de un momento a otro...
Sí. Definitivamente mataría a Baekhyun.
-¿Qué les dirás a los chicos?
-Ellos no tienen por qué saberlo.- Se encogió de hombros sin expresión.
Kyungsoo hizo una mueca. -¿Qué hago si me preguntan?
-Evádelos.
-Yeol...
-No quiero que Baekhyun tenga oportunidad de enterarse, Kyungsoo.
Tomó aire con profundidad y lo largó lentamente. Esto era difícil. Su vista se posó sobre el uniforme escolar de su amigo, el mismo que él vestía.
-¿Tengo que deducir que tenías otros planes?
Chanyeol se dio una mirada. -Yo... no me he dado cuenta, sólo hice lo que tenía por costumbre.- Lo miró. -¿No estás llegando tarde?
-Me da completamente igual la escuela cuando mi mejor amigo está así.- Vio a Yoora y a su madre sentadas más allá sobre un banco, abrazándose para combatir el frío. -¿Ellos están bien? ¿Dónde está Han Kyul hyung?
-Fue a buscar café al negocio de aquí dentro. Y sí, están bien, no saben nada. Tenían planeado este viaje desde antes, sólo que yo no avisé nada a nadie porque no planeaba acompañarlos...
-Ya veo...- Lo miró fijamente por varios segundos. -Voy a golpearlo.- Anunció.
El más alto cerró sus ojos y suspiró pesadamente. -Kyungsoo, por favor...
-Te lo advertí, Chanyeol.- Su mirada fue seria y penetrante. -Si te hacía daño, lo mataría.
Los ojos de Chanyeol se volvieron aún más tristes. -Yo estoy bien, Kyung...
-Sí, claro.- Terció irónico. -No te esfuerces en fingir, Chanyeol, sé que no es así y cualquiera que te conozca mínimamente podría notarlo.
-Sólo...- Volvió a suspirar. -Sólo no hagas locuras.
-No te prometo nada.
Kyungsoo sabía que estaba siendo terco, pero definitivamente no dejaría las cosas como estaban. Kwon Baek no iba a lastimar a su amigo de esa manera y a salirse con la suya como si nada. Pagaría, al menos, unos buenos golpes.
-Ya es la hora de embarque.- Chanyeol vio su reloj de muñeca. -Nos vamos ya.
El otro observó cómo las mayores se ponían de pie, aceptando de paso el café que Han Kyul les había llevado. Chanyeol lo miró con sinceridad.
-Gracias por todo, amigo.
Kyungsoo posó una mano sobre su hombro y lo apretó con fuerza, se sentía infinitamente inquieto, con una tristeza cada vez más grande que temía que nunca se esfumaría. -¿Me llamarás cuando lleguen? ¿Y por cualquier cosa que pase o necesiten?
Titubeó visiblemente, incluso destruido como estaba mantenía sus principios intactos. -Yo...
-No me interesa si no quieres o estás incómodo con ello, yo quiero ayudarte y si me entero de que estuviste en problemas y no me llamaste, me enojaré, y mucho.
Chanyeol no pudo evitar darle una pequeñísima sonrisa, su mejor amigo era excelente, lo quería con todo su corazón. -Te prometo, Kyung, que si pasa algo, lo que sea, te llamaré.
Lo vio asentir quedamente, pero no tuvo las fuerzas para devolverle la sonrisa, seguía inundado de una preocupación sofocante. -Bien...- Susurró. -Bien, con eso me basta.- Dijo más para sí mismo que otra cosa.
Lo próximo en la lista era asistir a la escuela para patear el trasero de cierto diseñador de modas y descargar la frustración por toda la situación que no podía controlar de ninguna manera.
******
29 DE AGOSTO.
Tercer día tachado del calendario de Baekhyun.
Tercer día sin Chanyeol. Sin noticias suyas. Sin saber nada de él.
Podría parecer una exageración, pero para Baekhyun esos tres días sin el más alto dando vueltas a su alrededor todo el tiempo parecieron, al menos, tres siglos. Le contó de la situación a Cho Hee, porque a esta se le había hecho evidente la falta del otro junto a ellos, y acompañado a un rostro de pena ella le había preguntado que qué pensaba hacer, cosa a la cual Baekhyun respondió con una expresión confundida.
"¿Irás buscando otro secretario?".
Y Baekhyun no pudo sentirse más injuriado, porque la idea de tener a otro a su lado que no fuera Chanyeol le parecía simplemente una aberración. Algo improcedente. Imposible. ¿Cómo iba a tener a otra persona junto a él que no fuera aquel estúpido árbol con vida? Se negaba a volver a la etapa de las entrevistas. Si no era Chanyeol, entonces no quería a nadie más.
No quería a nadie más para nada.
Sus días se habían reducido a vagar por cualquier lugar de forma decaída. En el colegio ya nadie le hablaba, así que rondaba solo o se escondía para no tener que ver a nadie y que nadie lo vea a él, por defecto.
En esos días ni siquiera él mismo podía verse. No se soportaba.
El trabajo había sido su refugio, como siempre. Se pasaba día y noche en el taller. Cuando no estaba bosquejando, se encontraba confeccionando junto a Cho Hee, cociendo, detallando, revisando sobre lo revisado. Estaba agotado, como Chanyeol le había advertido, los ojos le dolían por la vista cansada, tenía el cuerpo contracturado y no estaba comiendo como debía, pero no le importaba. Si se sentía mal físicamente, entonces el daño emocional pasaba a un segundo plano. Aunque claro, este no desaparecía, siempre estaba allí, oprimiéndole el pecho, acechándolo cuando se distraía.
Cho Hee ya le había advertido que no se le volviera costumbre aquello de dedicarse exclusivamente al trabajo puesto que también estaba la escuela, y aunque Baekhyun había refunfuñado sobre esto y hasta había postulado la idea de abandonarla de forma definitiva una vez más (porque honestamente no tenía ganas de nada), Cho Hee lo atacó en su punto más débil.
"¿Qué piensas que Chanyeollie diría si te viera actuando de esta manera?".
Y de esa forma, se había obligado a asistir a clases a regañadientes, porque sabía que a Chanyeol no le agradaría la idea de que dejara de lado sus responsabilidades, por más que estas fueran en contra de su voluntad.
Tachó el recuadro de una hoja que indicaba que era dos de septiembre y pasó la primera semana sin su secretario.
No tenía ni la más remota idea de dónde se encontraba. Volvió un par de veces a su casa, pero la ajumma, al ver su insistencia en saber dónde estaba la familia Park como algo sospechoso, amenazó con llamar a la policía y Baekhyun optó por dejar de intentarlo. Acercarse a Kyungsoo no era una idea factible, claro, si no quería terminar aplicándole hielo a otra mejilla morada.
Secretamente, sentía una enorme satisfacción cuando veía al otro caminando por ahí con el mismo golpe, pero en su quijada y parte de su labio.
Sentía muchísima más impotencia que en toda su vida porque estaba seguro de que si los roles estuvieran intercambiados, Chanyeol sabría de inmediato dónde él se encontraría, lo conocía mejor que nadie, era consciente de ello, y él en cambio no tenía ni la más remota idea de su paradero, ni siquiera una pista. ¿Qué había estado haciendo todo el tiempo junto a Chanyeol? ¿En serio sólo le había estado ordenando que hiciera cosas? Se arrepentía de no haber empleado más momentos en conocerlo.
¿Y si no volvía a verlo jamás? ¿Y si Chanyeol realmente se iba para siempre?
¿Entonces qué haría? ¿Cuál era la decisión más sensata? ¿Olvidarse de él por completo? ¿Hacer como si nunca se hubiera presentado en su vida?
Últimamente, además de trabajar sin descanso, también se dedicaba a atormentarse con esa clase de cuestionamientos.
Exactamente lo mismo que llevaba haciendo desde aquella mañana. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del timbre de su apartamento. Ataviado tan sólo con un par de pantaloncillos cortos y aquella sudadera que Chanyeol le había prestado cuando habían visitado la finca de Kyungsoo (y que todavía mantenía con él) se dignó a abrir la puerta, totalmente despeinado y desaliñado. Desde que Chanyeol se había ido había estado descuidándose bastante sin notarlo; antes había cuidado su imagen a la perfección, pero desde que Chanyeol había aparecido había sido muchísimo más meticuloso con cómo se veía. Cogió la enorme taza de café que había dejado sobre la mesada antes de abrir.
Se quedó completamente pasmado al ver a dos oficiales de policía en el pórtico. Los observó con ojos bien abiertos, sin saber muy bien qué estaba sucediendo.
-¿Puedo ayudarlos en algo?
-¿Es usted Kwon Baek?- Pronunció el hombre, el otro acompañante era una mujer.
-S-sí...
-Señor,- El oficial acomodó ligeramente su gorro. -Usted está acusado de fraude corporativo.
El cerebro de Baekhyun tardó largos segundos en reaccionar, para al final pintar un rostro completamente incrédulo. -¿Disculpen?- Cuestionó, porque realmente necesitaba volver a escuchar esas palabras.
La mujer desenrolló varias hojas con letras impresas en negro. -Tiene una demanda a su nombre en el día de la fecha.
-¿Cuáles son los cargos?- Preguntó con rapidez.
-Malversación de fondos y falseamiento de balances.
Baekhyun no pudo haberse sentido más desconcertado. -¿Es acaso una broma?- Miró furibundo a los uniformados. -¿Qué mierda es todo este circo?
-Señor...
-No puede ser.- Negó con violencia. -Esto...- Rio con incredulidad. -Esto es una locura.- Fregó sus cabellos.
-Kwon Baek ssi, tenemos orden de...
-Quiero la fundamentación jurídica del petitorio.- Exigió. -Ahora.
Los oficiales se vieron entre sí antes extenderle los papeles, Baekhyun estaba en todo su derecho de reclamarlos. Leyó la denuncia judicial de cerca y con ojos ávidos, procurando no perderse absolutamente nada de todo lo que allí ponían. No había llegado al final de la extensa hoja con párrafos de pura habladuría cuando llegó a la conclusión de que nada de todo aquello era una maldita broma, mucho menos un sueño.
Algún imbécil sin nada mejor que hacer lo había demandado.
-¿Quién fue?- Preguntó con brusquedad, sin despegar los ojos del papel. -¿Quién me demandó?
-Tenemos entendido que fue el vicepresidente de su compañía, Kim Il Wook.
Baekhyun elevó la mirada con una lentitud mortal. -¿Cómo dijeron?
-Si se fija bien en la carta, joven, se especifica de quién viene la denuncia.
Oh, sí, ya lo había leído. Y sería sensacional que cierto gusano fuera preparándose para una catarata de blasfemias.
-¡Kim Il Wook!
Baekhyun procuró olvidar sólo por unos pocos minutos el hecho de que Chanyeol ya no estaba junto a él, porque ahora debía ocuparse de cierta persona que lo había denunciado ante la justicia y que había ensuciado su imagen de por vida. Salió de su casa exactamente como estaba, con sus pantaloncillos cortos y la sudadera de Chanyeol, y un par de deportivas. Cuando había ingresado al edificio de Nita K de forma intempestiva y pisando fuerte con todas las miradas posándose sobre él, no le había importado nada. Tampoco le importó un comino que se encontraran en medio de una reunión privada cuando estampó la puerta de la sala de conferencias contra la pared al abrirla de forma brusca.
Enfocó su mirada sobre la figura de su vicepresidente apoyado con parsimonia sobre el escritorio mientras daba un discurso que frenó en seco ante su entrada. Nuevamente, sintió todos los ojos sobre él.
-Saca a todos de aquí ahora mismo.- Dictaminó con tono grave.
Sintió su sangre hervir aún más ante la mirada de inocente ignorancia que el otro le dio.
-Disculpe, Baek goon, estamos en mitad de una reunión y...
-¡Fuera! ¡Todos!- Rugió como un animal salvaje.
La exclamación fue tan demoníaca que los presentes no tardaron nada en juntar sus cosas y retirarse de a uno, lentamente y sin decir una palabra, después de todo, Baekhyun aún seguía siendo el jefe... De momento. Volvió a clavar la mirada colérica sobre Il Wook a la vez que este fingía no entender a qué se debía tal arrebato.
-¿Qué es ahora?
-¿Me estás jodiendo?- Espetó. -¿Me estás jodiendo?- Repitió incrédulo.
-Yo no sé...
-¡No te hagas el imbécil!- Explotó por fin. -¿¡Me has demandado!? ¿¡Por fraude corporativo!?
-Oh...- Pareció abandonar su fachada de fingida inocencia. -Veo que ya te ha visitado la policía.
Baekhyun largó una risa sarcástica al aire. -¿Que si me han visitado dices? Kim Il Wook, ¿tienes idea si quiera de lo que has hecho? No me has demandado por robar caramelos en el kiosco precisamente.
El aludido asintió con el mismo desinterés en sus acciones, acomodando un par de papeles en su escritorio de forma distraída. -Sé bien lo que he hecho, Baek goon.
-¿Y bien?- Se cruzó de brazos con el ceño fruncido. -Cuéntame, ¿de dónde carajo se supone que has sacado todo esto de la malversación de fondos?
Por primera vez, Kim Il Wook pintó una expresión distinta a la indiferencia, miró a Baekhyun desde el otro lado con una media sonrisa llena de pura maldad.
-De eso se enterará cuando asista al juzgado.
El rostro de Baekhyun se volvió pálido con el transcurso de los segundos y sintió su estómago revolverse ante la súbita idea que surcó su mente. -Lo tenías todo planeado, todo esto es un chanchullo tuyo...
-Enhorabuena.- Lo felicitó con sarcasmo.
-Hijo de puta...- Juró Baekhyun entre dientes, mirándolo como si se tratara de un monstruo. -Después de todos estos años sirviéndole a la empresa de mi madre, vienes y la ensucias de esta manera.
Il Wook simplemente se encogió de hombros con liviandad. -Tu madre arruinó todo al designar a su impertinente e inmaduro hijo como presidente. Nita K dejó el prestigio de lado cuando tú tomaste el mando.
Se acercó varios pasos con furia colándose bajo su piel, desde el otro lado del escritorio se encargó de hacerle llegar una mirada de puro odio que le dijera que estaba deseando matarlo a golpes.
-Al menos, no la he jodido como tú ahora.- Le terció con las manos empuñadas. -Puede que mi desempeño no haya sido el mejor, puede que hayan recaídas, pero siempre me maneje bajo los más puros sentimientos de lealtad hacia lo que mi madre amaba.
El mayor alzó su rostro con altivez, viéndolo con más seriedad que antes. -Tus esfuerzos son inútiles. Me temo que un par de emociones motivadoras no sirven para dirigir una empresa de extensión internacional, Baek goon.
-Maldito, no he pateado tu asqueroso trasero de aquí porque mi madre en su testamento pidió que te dejaran con tu puesto. No sabes cuánto me arrepiento.
-Lo lamento.- Chasqueó la lengua el otro. -Pero si tan ávido eres, tendrías que haberte dado cuenta de todo esto antes.- Negó lentamente, viéndolo con lástima. -Firmando papeles de forma indiscriminada... No me equivoco en nada cuando digo que sólo eres un crío jugando a ser importante.
-Deja de largar mierda.- Escupió Baekhyun. -Jamás he firmado nada sin leerlo antes.
-Deberías prestar más atención, especialmente a aquellos documentos que cuentan con números...- Dejó la idea flotando en el aire.
Idea que Baekhyun desentrañó de inmediato, llenándose de completo horror. -Has falsificado el conteo de balances...- Afirmó con voz queda.
-Y tú lo has corroborado todo.- Se jactó, alzando dichos papeles con otra sonrisilla. -Con tu grandioso 'visto bueno' del que tanto alardeas.
-No puede ser.- Siguió balbuceando, intentando buscar en su mente algo fuera de lugar, algún error que se le haya pasado de largo. -Todo estaba perfecto...
-Sólo bastó hacerte firmar datos inexistentes.- Declaró Il Wook con un despectivo ademán de su mano. -Después de todo, la escuela te mantenía lo suficientemente ocupado como para no correr a corroborar por tu propia cuenta de forma más profunda.
Baekhyun siguió espantándose más y más a medida que el otro hablaba. Ahora todas las piezas encajaban en su lugar...
-Por eso tuve que asistir a clases. Tú... Tú le has llenado la cabeza a mi padre para hacerme volver a la escuela, ¿verdad? Querías mantenerme distraído, sabías que conmigo aquí jamás podrías haber cometido tantas atrocidades.
La mirada del vicepresidente fue determinante y llena del más puro resentimiento. -Tu madre me ha dejado a cargo aun fallecida porque soy perfecto para esto.- Sentenció. -Yo recompondré todo el lugar. Devolveré Nita K a su lugar de prestigio y orgullo antes de que un crío con mala actitud decidiera poner todo patas arriba.
-Estás loco.- Negó Baekhyun. -La empresa no está en bancarrota, ni siquiera tiene déficits considerables. Yo no he puesto nada patas arriba, pedazo de enfermo hijo de...
-Nita tendría que haberme cedido a mí la presidencia.- Largó el otro, lleno de desprecio y tirria. -Yo era perfecto para esto, lo ansiaba y sin embargo... Llegas tú y lo arruinas todo.
-Eres un rematado imbécil. Nada de esto te saldrá bien, nada.
Kim Il Wook volvió a hacer uso de su mascarada cínica, portando otra leve sonrisa. -De eso ya veremos. Mientras tanto, yo que tú me iría rápido a casa. No sea que también el petitorio extrajudicial te tome por sorpresa... ¡Oh!- Cubrió su boca con fingido arrepentimiento. -¿Lo siento?
Un sentimiento de pánico lo recorrió por completo mientras daba varios pasos hacia atrás con la mirada aún clavada en aquel demonio. Se las iba a pagar, esto no iba a quedar así, pero ahora, al parecer, tenía otras cosas de las cuales encargarse.
Al llegar a su casa, se encontró con los oficiales todavía parados en la puerta, de brazos cruzados mientras más gente desconocida entraba y salía de su departamento como si nada. Su corazón latió con fuerza cuando se dirigió a ellos.
-¿Todavía están aquí?- Cuestionó, agitado.
-Lo siento, señor, órdenes judiciales.
Observó con ojos desorbitados cómo entre tres hombres lograban sacar su televisor de plasma.
-¡Aguarden!- Intentó frenarlos. -¿¡Están embargándome!?- Exclamó con terror.
El oficial tomó con ambas manos otro papel. -Como parte de un petitorio extrajudicial todos sus bienes serán embargados, su sueldo será cancelado y sus tarjetas de crédito junto a su cuenta bancaria se congelarán también, con la finalidad de hacer frente a los pagos que puedan establecerse en la futura sentencia.- Dictaminó con rostro estoico.
Baekhyun siguió observando con la respiración entrecortada cómo se llevaban absolutamente todas sus cosas con toda la impunidad del mundo.
-Entonces... ¿Estoy en la calle?
El policía aclaró su garganta. -Legalmente tiene derecho a un mínimo de subsistencia, que es la cantidad de dinero básica que se considera que el embargado necesita para su propia manutención.
Baekhyun sintió deseos de vomitar. Los oficiales le extendieron todas las hojas que dictaminaban las respectivas denuncias hechas a su persona, entre ellas notó que había un citatorio.
-Dentro de tres días tendrá que presentarse en el juzgado para la preinstrucción y prestar declaración.- Habló sobre esta misma la mujer. -Si no puede contar con un abogado, el Estado le concederá uno.
Ni siquiera tuvo el atino de asentir. De hecho, no dio muestras de reaccionar para nada.
No escuchó lo que siguieron diciéndole, simplemente se dio la vuelta y caminó sin rumbo, pasando por al lado de los tipos que continuaban llevándose sus cosas con la más escalofriante indiferencia, como si no estuvieran terminando de derrumbar la vida de alguien.
Salió del complejo, sus pasos eran torpes, su mirada estaba completamente perdida, su mente en otro mundo. Se sentía fuera de sí, no sabía qué hacía, ni siquiera sabía qué sentir.
¿Por qué le estaba pasando todo esto a él?
Tragó saliva con dificultad cuando a su cabeza vinieron muchísimas razones por las cuales podrían estar pasándole todas esas cosas, justamente, a él. ¿Sería un pago por las veces que había despreciado a los demás? ¿Las veces que había gritado a Luhan o a las chicas que se le acercaban para hablarle? ¿Las veces que había deseado cosas malas a Kyungsoo, y cuando lo había golpeado la última vez? ¿Era por lo insensible que se había comportado con Yixing?
¿Por todo el daño que le hizo a Chanyeol?
"Te mereces cualquier cosa que te pase de ahora en adelante".
Se lo merecía.
Terminó sentado en un solitario y sucio banco de plaza. No sabía cuál plaza. Podría haber caminado cinco horas seguidas y él ni siquiera se habría dado cuenta. Estaba completamente insensibilizado. Le llenaba los oídos el sonido de juegos metálicos chirriando debido al uso que le daban algunos niños jugueteando con alegría, de los cuales también le llegaban pequeños grititos de guerra. Pero todo era tan lejano mientras sostenía débilmente las hojas blancas entre sus delgados dedos...
-Dios...- Sólo fue capaz de proferir en un susurro.
¿Qué iba a hacer ahora? Estaba jodido. Completamente jodido de los pies a la cabeza. ¿Dónde iba a vivir hasta que se decidiera el monto de subsistencia mínimo que le darían? ¿Qué comería durante esos tres días?
A esas instancias, sólo una persona se le cruzó por la cabeza a la cual acudir.
Aunque crean que no, a Baekhyun aún le falta aprender y entender muchas cosas, por eso a partir de ahora la historia estará narrada desde su punto de vista. De esta manera, verán como él se convertirá en alguien que pueda entablar una relación plena con todas las personas en su vida... ¡Baekhyun fighting! (?).
¡Nos vemos el viernes! ♥.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro