
XVII
Chanyeol se sintió feliz de que su relación con Baekhyun volviera a ser la misma.
Su jefe le permitió que siguiera yendo al gimnasio para ayudarle con cualquier cosa que necesitara y los días se volvieron muchísimo más fáciles de llevar. El trabajo estaba siendo agotador a tan sólo una semana del dichoso festival escolar al cual, incluso asistirían personas de otras escuelas, padres y cualquiera con ganas de disfrutar. El instituto terminó decorado de forma maravillosa para darle la bienvenida a la gente. Dejaron de tener clases hacía un par de semanas atrás para preparar todos los salones, las galerías y hasta la entrada del colegio. Yoksei no era un edificio pequeño, todo el mundo tenía que colaborar.
Los resultados fueron muy buenos y lo terminaron todo a tiempo.
El día de la fecha, tuvieron que asistir por la mañana como de costumbre para dar los toques finales, terminar de organizarlo todo y comenzar a caracterizarse como acordaron entre todo el curso. El instituto abriría sus puertas al público al mediodía y los chicos de las clases del 3-2 y 3-4, se encontraban en el aula del primer grupo probándose vestidos. Las chicas, por su parte, estaban en el aula del 3-4, ataviándose con trajes. Del 3-2, lo único que podía oírse desde afuera eran risas desaforadas y carcajadas poco disimuladas de las que eran víctimas todos en general. No todos los días tenías la posibilidad de ver a tus compañeros vistiendo trajes femeninos de la Inglaterra victoriana.
-¿Saben? Al principio me pareció gracioso, pero ahora no creo que sea tan buena idea...
Chanyeol se cruzó de brazos, enfurruñado, mientras las carcajadas de Jongdae llenaban sus oídos desde hacía más de media hora. Los sonidos guturales que aquel producía se oían incluso sobre los de los demás, y es que Jongdae tenía una muy contagiosa, particular y ruidosa risa. A diferencia de Minseok o Junmyeon, quienes eran más tranquilos a la hora de demostrar regocijo de aquella manera.
-Dios, esto es lo más genial que la clase ha pensado, lo juro.- Mencionó, secando varias lágrimas de sus ojos.
-¿Qué es tan divertido?- Gruñó Chanyeol. -Tú también llevas un vestido, debo recordarte.
-Pero tú,- Jongdae apenas podía hablar por la risa. -Tú... Te ves tan, tan...- Otra carcajada imparable.
El más alto miró a sus otros dos amigos quienes cubrían sus bocas, divertidos y más afectados por el despliegue contagioso de Jongdae que otra cosa.
-¿Me dirán qué es?
-No lo sé, Yeol.- Negó Junmyeon, sonriente. -Es sólo que toda la situación es bastante absurda.
-¡Parece un zancudo de agua con vestido!- Comentó Jongdae entre risas todavía.
Chanyeol se dio a sí mismo una mirada. -Pues, yo creo que me veo divina.
De repente Jongdae se puso serio. -De eso nada. De entre todos, yo me veo más linda.
-Chicos,- Minseok estiró sus brazos. -Todos sabemos que tengo los ojos más bonitos.
-¿Y eso qué tiene que ver? Debes lucir bien en un vestido.
-¿Acaso crees que se reduce a eso? Tu apariencia también debe acompañar a la vestimenta, y yo hago las dos cosas bien.
-¿Me estás llamando feo?
Repentinamente, se largaron a discutir sobre quién se veía mejor mientras Junmyeon los observaba confundido.
-¿Cuándo pasamos de burlarnos a esto?- Susurró.
La puerta se abrió y la gran mayoría calló la boca ante lo que entró por la misma. Junmyeon fue el primero de sus amigos en divisarlo y abrió sus ojos como platos, codeando a los otros tres para que voltearan con él. Cuando lo hicieron, indicó con su cabeza en dirección a la entrada.
-Creo que ya sabemos quién es el que mejor se ve de todos.
El corazón de Chanyeol casi se paró al ver a un chico bajito, de cabello corto color castaño claro y con un vestido de encaje, a medida y lila perlado que le quedaba a la perfección. Todos lo miraban con la misma estupefacción, tal vez porque aquella ropa le sentaba extrañamente bien.
-Todo este trabajo me matará.- Balbuceó entre muchos suspiros saliendo de sus labios.
-¿B-B-Baekhyun?- Tartamudeó como un idiota, casi le da algo cuando el aludido se volteó a verlo, corroborando de quien se trataba.
-¿Qué tanto me ves?- Le frunció el ceño, vio a todos los demás de forma intimidante. -¿Qué tanto me ven todos, eh?- Alzó la voz, logrando que los demás chicos despegaran sus miradas de él y volvieran a lo de ellos.
Chanyeol continuó bastante perdido. -Baek, tú...
-¿Yo qué?
-Pareces una chica.- Susurró apenado, aunque se arrepintió al instante. Probablemente recibiría golpes por parte de su jefe.
-No es nada que ya no sepa.
Su expresión fue bastante aburrida a la hora de soltar esa 'obviedad', así que acabó igual de perdido. -Claro...- Murmuró, porque no sabía qué más decir.
Al mediodía, la gente comenzó a entrar por montones a través de las verjas abiertas del colegio. En el extenso tramo que llevaba de la entrada a las puertas del edificio, había puestos que cada salón había preparado para promocionarse. Muchos jóvenes se divertían disfrazados de animales, personajes de historias de terror o cosas similares para llamar la atención de las personas y lograr que se pasasen por sus salones. El salón del 3-2 había mandado a un chico con vestido acompañado de una muchacha del 3-4 usando traje, estaban encargados de repartir panfletos con el menú que ofrecían en sus cafés.
El ambiente era ameno y altamente festivo. Era costumbre que los institutos escolares cada año hicieran un festival como aquel en diferentes épocas, supuestamente alentaba el trabajo en equipo, la buena predisposición y lo autodidáctico, ya que los alumnos eran quienes organizaban todo sin mediación de los profesores o directivos. Los mayores sólo se dedicaban a recibir las propuestas y decidir si era o no correcto llevarlas a cabo.
Había actividades de todo tipo, pero se corría la voz de que los alumnos de un par de cursos superiores que servían café, llevaban vestidos y trajes diseñados y confeccionados bajo la supervisión del joven Kwon Baek. Era malo ser presumido, pero no pudo negarse que las clases del 3-2 y 3-4 eran, de lejos, las más populares y quienes más visitas recibían.
Aunque luego el motivo de las visitas dejaron de ser los hermosos atuendos diseñados por el gran genio de la moda coreana, y llegó un momento en el que Chanyeol pidió por favor dejar de servir las mesas para ponerse detrás de la barra improvisada y hacer las bebidas y seleccionar la comida que servirían los meseros en las mesas. Y es que la razón por la cual hasta tenían fila detrás de la puerta, era debido a que se decía que había un chico vestido de chica, increíblemente lindo, que merecía la pena ser visto, y como de quien se trataba era, obviamente, de Baekhyun, de alguna forma, Chanyeol no podía evitar sentirse muy incómodo con todo.
Incómodo cuando la gente miraba a su jefe, comentaban por lo bajo y ahogaban gritos como fanáticas; incómodo cuando pedían expresamente que Kwon Baek les llevara la orden, incómodo con los coqueteos extremistas de chicas... y chicos, incómodo con todo. Hasta podría decir que lo odiaba y ni siquiera podía explicar muy bien por qué. Por eso había preferido quedarse detrás y no tener vista de todo aquel espectáculo, porque lo ponía de malhumor. Lo único que le daba una llamita de regocijo era ver cómo Baekhyun ignoraba sin más a esta gente, los trataba como sólo él sabía (bruscamente) y les cortaba el rollo ni bien intentaban pasarse de listos. Cada rostro enojado, frustrado o entristecido que Chanyeol veía como producto de los tratos de su jefe, le hacía sonreír burlón. Nadie se tomaría atrevimientos o ciertos derechos con Kwon Baek. Nadie.
En cierto momento, Baekhyun acabó en la parte de atrás junto a él, cosa que lo exaltó un tanto. Se pateó mentalmente en más de una ocasión por semejantes reacciones, ¿qué se supone que significaba el latido exagerado de su corazón? ¡Sólo era una chico usando un vestido, por favor! Sus amigos habían lucido tan graciosos, se le saltaban las lágrimas ante el recuerdo de cómo lucieron ante sus ojos la primera vez y... Y Baek no era gracioso. Baek lucía bien. Cosa que lo trastornó bastante y le dio en qué pensar.
Aunque no quisiera hacerlo.
-¿Qué haces?- Preguntó con la voz ronca cuando lo vio meterse al vestidor improvisado que habían montado. Mientras tanto, acababa de llenar un plato con otra orden.
-Me tomo un tiempo libre.- Habló el más bajo entre pequeños gruñidos. El sonido de la tela resbalando de su piel le puso los vellos de punta a Chanyeol. Cuando salió, llevaba puesto su uniforme de gimnasia. -Toda esta gente me tiene cansado.
Sonrió, sin poder dirigirle la mirada. -Imagino. Prácticamente sólo vienen por ti.
Baekhyun pareció malhumorado. -Son idiotas, no sé qué es tan asombroso o divertido. Más de uno ya me conoce por la televisión.
Chanyeol giró y se apoyó de espaldas sobre la mesada, entonces se animó a observarlo con detenimiento por primera vez. Lucía exactamente como un chico, sin lugar a dudas. En realidad, Baekhyun siempre fue un chico, pero no creía que fuera a verlo de la misma forma luego de haber sentido lo que sintió viéndolo en un vestido. Es decir, Baekhyun era lindo, siempre estuvo seguro de eso y no creía que hubiera alguien que lo pusiera en cuestionamiento, pero jamás lo había pensado con una apariencia tan femenina y eso lo consternaba de forma considerable. Aunque verlo sin vestido lo hacía sentir más tranquilo...
Si es que eso tenía algún sentido.
-Iré por ahí.- Le comentó Baek.
-¿Por ahí?
Se encogió de hombros. -Por ahí.
Salió de la cocina y Chanyeol lo hizo con él, ahora que ya no estaba vestido para los lobos, no temía tener que presenciar los acosos a su jefe.
-¡Chanyeol!
Se giraron ante la llamada y vieron a Luhan dirigirse hacia ellos con una sonrisa en el rostro. El joven iba vestido de samurái, con la respectiva túnica en negro y una cinta atada a su cabeza color rojo.
-¡Luhannie!- Chanyeol corrió a darle un abrazo.
Luhan se lo devolvió entre dulces risillas y le sonrió al más bajo. -Hola, Baek.- Saludó con algo de timidez.
-¿Qué hay, incordio?- Contestó el otro con desinterés mientras paseaba su mirada por el café improvisado.
-No mucho, estoy haciéndole promoción a mi salón.
-¿Qué hacen ustedes?- Preguntó Chanyeol.
-Una sala de fotografías.- Sonrió brillante. -Escoges el disfraz que gustes y te sacas fotos que luego revelamos.
-Wah, eso es genial. Luego me daré una vuelta.
Luhan asintió con energía, en verdad se veía feliz. -Te esperaré.- Miró a Baekhyun. -También a ti.
-No me gustan las fotos.- Mencionó el más bajo.
-Tan simpático como de costumbre.- Se burló su secretario mientras Baek resoplaba y se alejaba de ellos.
-¡Baek! ¡Aguarda!- Luhan sacó algo de su bolsillo. -Esto es para ti.- Le extendió un trozo de papel blanco doblado por la mitad.
Baekhyun lo tomó con algo de recelo y lo abrió para leer, lo hizo con concentración antes de parpadear un par de veces y guardarlo en su bolsillo. En el mismo silencio, se dio la vuelta para irse.
-¿Qué es?- Cuestionó Chanyeol con curiosidad.
-Algo.- Respondió cortante. Se frenó un poco para ver a Luhan con detenimiento, escrutinio ante el cual se sintió algo intimidado. -No eres de mi talla.- Determinó rápidamente. -Si lo fueras, te haría usar mi vestido para que se sientan de verdad anonadados.- Y con ese último e insólito comentario, se largó de allí.
Chanyeol parpadeó pensativo y escaneó a Luhan, dándose cuenta de que lo supuestamente femenino en Baek, no era nada en comparación con la belleza de él. Este incluso sin llevar atuendos de chica parecía una. Movió su cabeza a ambos lados, enfocándose en lo que tenía en mente.
-¿Quién te la dio?- Habló refiriéndose a la nota.
El aludido se volteó a verlo con las mejillas algo sonrojadas. -¿Eh? ¡Ah! Una chica de mi curso.- Respondió. -Me dijo que se la dé, no sé qué dirá.
******
Chanyeol no supo qué lo poseyó, pero ahí estaba: ocupando su tiempo libre del trabajo en la cafetería persiguiendo a un enano insoportable que se hacía llamar su jefe. No debería interesarle lo que hiciera, lo tenía claro, pero no pudo evitarlo. Ni bien había recibido tal respuesta por parte de Luhan, pidió su tiempo libre, cambió sus ropas (porque no pensaba pasearse por el mundo dentro de un vestido de época) y salió del salón en busca de Baekhyun. No fue con él ni bien lo divisó varios pasos más adelante sin embargo, sino que comenzó a seguirlo en silencio sin que se enterase. Al final, Baek terminó detrás del edificio del colegio, aquella sección donde había césped perfectamente recortado, pero al que nadie iba. Chanyeol se detuvo metros atrás y se escondió en una sección de pared para que nadie lo viera. Se sorprendió de ver a una bonita chica parada en aquel lugar, esperando algo. Más se sorprendió de entender por la expresión iluminada de su rostro que a quien esperaba era a Baekhyun.
Una idea fugaz surcó su mente, pero sonrió divertido ante sus propios pensamientos. No podía ser.
-Pensé que no vendrías.- Habló tímida, su voz dulce.
Desde allí podía oír con claridad.
Baekhyun se rascó la cabeza con algo de impaciencia antes de volver a cruzarse de brazos. -¿Qué es lo que quieres decirme?
La muchacha juntó sus manos al frente y agachó su rostro, sonriendo avergonzada y con sus mejillas sonrosadas. -Creo que ya te imaginarás...
Entonces Chanyeol cambió de parecer y comenzó a considerar seriamente la idea estúpida en su mente.
Baekhyun suspiró. -Te escucho, no tengo mucho tiempo.
La otra aclaró su garganta y tomó aire. -Me gustas.
Casi se atraganta con el propio oxígeno que respiraba. ¿Gustar? ¿Alguien? ¿De Kwon Baek?
-Te he seguido y visto desde hace años, realmente amo lo que haces y la persona que eres. Me gusta tu trabajo. Me gustas.- A medida que iba poniendo sus sentimientos en palabras, la resolución de la chica se iba afianzando. -Te molestaría...
Chanyeol sintió el irracional impulso de adelantarse y detener todo aquello, sin embargo se obligó a pegar sus pies en el suelo donde estaba parado.
-Lo siento.- La cortó Baekhyun antes de que siguiera.
La chica elevó su rostro para observarlo fijamente, con algo de miedo. -Yo...
-No puedo aceptar tus sentimientos.- Baekhyun luchó por pronunciar bien y no apretar los dientes en el proceso. Odiaba ese tipo de tonterías, pero a la vez siempre le había resultado bastante jodido dejar en vela a la gente que tenía el valor de citarlo y confesarle lo que sentía por él.
No todos tenían ese coraje, lo entendía.
Ella pareció consternada. -¿Puedo...? ¿Puedo saber por qué?
Baekhyun gruñó un poco. -Digamos que no eres mi tipo...
-Pero,- Dio un paso adelante. -Pero si me dieras la oportunidad, yo podría volverme tu tipo.
Él le sonrió de lado. -Créeme, no creo que puedas hacerlo.
Luego de un par de palabras más, Baekhyun se giró, dejando a la muchacha allí parada con la mirada gacha y algo perdida. Chanyeol se sintió momentáneamente apenado por ella... Sólo un tanto y por unos pocos segundos. Entonces, volvió a la labor de seguir a Baekhyun desde atrás.
-¿Quién era?- Cuestionó divertido.
Baek se giró ante el sonido de su voz, al comienzo sorprendido y luego receloso. -En serio, comenzaré a pensar que me acosas.
Sonrió, adelantándose para caminar a su lado. A pesar de sus protestas, Baekhyun no se esforzó por alejarse de él. -No sabía que en tus tiempos libres eras un rompecorazones.
-Claro que no.- Refunfuñó.
Chanyeol humedeció con la lengua sus labios resecos, viéndolo de reojo. -¿Has recibido muchas notas como esa?
-Unos pares.
-¿Dónde estaba yo cuando eso sucedía?
-No tienes por qué saber todo lo que hago, no te incumbe.
-Creí que como tu secretario debía saber hasta tus horarios para ir al baño, Baekhyunnie.- Bromeó. Baekhyun no contestó. -Quizás debería comenzar a administrar tus notas de admiradoras enamoradas, digo, si son tantas.- Él mismo frunció el ceño. ¿De qué estaba hablando?
-No es necesario.- Respondió el otro con simplicidad.
Su secretario mordisqueó sus labios con creciente nerviosismo. Se sentía bastante estúpido a decir verdad, ¿por qué estaba tan alterado cuando a Baekhyun parecía darle todo muy igual? Odiaba el centenar de emociones irreconocibles que lo embargaba.
-Me sorprendió que te tomaras el trabajo de responderle.- Ni siquiera entendía por qué continuaba con el tema a esas alturas. -Usualmente lanzarías el papel lejos y lo ignorarías.
Baekhyun se encogió de hombros. -Es lo menos que podía hacer.
Chanyeol comenzó a sentir molestia, una molestia que no sabía de dónde provenía. Probablemente fuera porque su jefe no lo había mirado ni una sola vez desde que lo había interceptado. Tan sólo mantenía sus ojos clavados al frente, como si su existencia fuera tan nimia que no merecía mucho más. Esa misma molestia, lo llevó a decir puras incoherencias.
-Vamos a ver a Ye Song.- Largó de repente. Notó que no había pensado en ella hasta ese momento.
Baekhyun lo miró por primera vez y con el ceño fruncido. -¿Por qué? Si quieres visitar a tu noviecita, hazlo tú solo.
Entonces Chanyeol sintió un extraño sentimiento de satisfacción que lo hizo sonreír. -Ye Songie no es mi novia.- Negó.
-Como quieras, no me interesa lo que sea.- Desvió su mirada de brazos cruzados.
La sonrisa del más alto se volvió aún más amplia. -¿Por qué te pones a la defensiva cuando se trata de ella?
Aquel comentario fue como si a Baekhyun le hubieran dado un golpe en el medio de la cara. Se giró a verlo con llamas desbordándose de sus ojos.
-No digas idioteces, Park. Yo no me pongo a la defensiva y menos sin razones.
Chanyeol elevó ambas manos a modo de tregua. -Como quieras...- Volvió a sonreír. -Baekhyunnie.
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