
XLIX
-Tengo hambre...
Minseok, sintiéndose demasiado inquieto y fastidiado, se recostó sin miramientos sobre Junmyeon a la vez que posaba una mano sobre su estómago. El otro casi se tropieza por la sorpresa mientras aún caminaban por las atestadas aceras del centro comercial; se removió con incomodidad y sonrió muy a su pesar.
-Minseok, quítate.- La habló con paciencia.
-No quiero.- Protestó este, escondiendo el rostro en la curva de su hombro como un niño pequeño.
-Se me está haciendo complicado caminar contigo encima...
-Pero tengo hambre.
Luhan, que iba caminando por delante, se volteó a verlos con una pequeña sonrisa, divertido. -Estás mucho más fastidioso que de costumbre.- Largó antes de pensar en lo que decía, al segundo siguiente se dio cuenta y pareció apenado. -Quise decir...
-Está bien, Lu, no es necesario que justifiques cada palabra que dices.- Le sonrió Yixing. -De todas formas, no te has alejado nada de la realidad...- Le dio un pequeño vistazo al otro par, específicamente a uno de ellos.
Junmyeon frunció el ceño, prácticamente cargando a Minseok todavía. -Lo siento, siempre se pone así cuando Jongdae no está cerca.- Minseok se quejó por lo bajo y se aferró a él, ocultándose más entre su ropa. Junmyeon suspiró y le propinó un par de caricias sobre el cabello. -Ya, ya...- Aunque fastidioso, no dejaba de ser su amigo.
-Lo odio.- Murmuró Minseok. -Me dijo que vendría con nosotros y a último momento nos canceló.
-Tenía una importante reunión familiar, debes entenderlo.
-Me traicionó.- Minseok se apartó finalmente y se cruzó de brazos con un mohín enfurruñado.
Junmyeon le sonrió, conciliador, ahora que Jongdae no estaba, temía que era su deber mantener a Minseok mínimamente enfocado. -No seas exagerado, te estás comportando como un niño.
-Pero no tengo a quién molestar...
-Bueno, nos estás molestando a nosotros.
-De alguna forma estoy compadeciendo muchísimo a Jongdae ahora mismo...- Murmuró Yixing inesperadamente.
-¿Qué quieren hacer?- Luhan cortó con la conversación con una sonrisilla nerviosa, no quería que una salida con sus amigos se arruinara, no solía tener muchas a decir verdad...
-Me aburro, vayamos al arcade.- Se entusiasmó Minseok.
-¿No tenías hambre?
Parpadeó. -Oh, tienes razón, vayamos a por una hamburguesa entonces.
-Creo que me contagiaste.- Junmyeon ladeó su rostro cuando sintió su estómago gruñir. -Vamos a...- Sus ojos vagaron distraídamente por las vidrieras de enfrente. -¡Oh!- Sonrió brillante cuando divisó algo que captó completamente su atención. -¡Yixing! Mira allí, ¿no es el libro que querías?
El otro se acercó a él y entrecerró los ojos para agudizar la vista, la gente caminaba de aquí para allá y no lo dejaba ver bien. -¿Dónde?
-Allí, al lado de la tienda de mascotas...- Siguió señalando, pero al ver que Yixing no podía ubicarse, chasqueó la lengua y lo tomó de la mano como si nada. -Ven conmigo, tonto.- Cruzaron la calle y se lo llevó consigo rumbo a la pequeña librería.
Luhan vio cómo se alejaban y se giró hacia Minseok. -¿Quieres buscar algún lugar para comer?
Él bostezó largo y perezoso. -¿Y el par de raros?
Se encogió de hombros. -Les enviaremos un mensaje cuando encontremos algo, no creo que vayamos muy lejos después de todo.
Se alejaron calle arriba por la avenida, donde sea que miraran encontraban restaurantes y negocios de comida rápida, sólo les quedaba escoger uno de conveniencia y no tardarían en aplacar el hambre. Minseok parecía estar de malhumor y no daba charla, así que Luhan se mantuvo mirando las vidrieras con desinterés; se encontró con librerías, quioscos y casas de electrodomésticos entre otros rubros, aunque a decir verdad sólo prestaba atención a las tiendas de ropa. No eran los grandes emporios, eran marcas desconocidas de segunda mano, y a pesar de ello se llevó algunas buenas impresiones con prendas que no estaban del todo mal. También se horrorizó con varias otras que simplemente y, en su opinión, no deberían existir; ¿la gente realmente compraba cosas de tan mal gusto?
Y entonces, algo despertó un verdadero interés en él.
Se detuvo abruptamente y volvió varios pasos hacia atrás, Minseok se frenó más adelante cuando notó que estaba solo. -¿Descubriste algo bueno?- Preguntó con aburrimiento.
Luhan negó quedamente, pero no estaba escuchándolo en realidad, todos sus sentidos estaban puestos en los maniquíes detrás de una vidriera vistiendo prendas de lo más llamativas. Por alguna razón su cabeza no podía dejar de analizarlas, de observarlas con detalle, intentaba averiguar por qué le resultaban tan extrañamente nostálgicas. Esta ropa... De algún lugar la tenía, los pantalones, las blusas, el corte de los vestidos, los pequeños toques, el estilo en general... Frunció el ceño, consternado.
-¿Cómo...?- Se alejó rápidamente para observar el frente del local, donde estaba el gran cartel que indicaba su nombre.
Minseok lo vio con curiosidad. -¿Qué ocurre?
La tienda se llamaba Hook U... Era extraño, por un momento había creído que aquella era una sucursal de Nita K. ¿Podría ser una marca alterna? Quizás se tratara del nuevo proyecto que Kim Il Wook tenía planeado, pero... No, no podía ser. Según los chicos este todavía no se llevaba a cabo, sin embargo estaba más que seguro de que esa ropa era del estilo de la madre de Baek. Como seguidor empedernido de Nita K y la moda en general, podía reconocer fácilmente qué prendas eran producto de la mano de Baek y cuáles de su madre, tenían inclinaciones similares inevitablemente puesto que él había sido discípulo de ella, pero sus estilos eran completamente diferentes.
Y esto, sin dudas, era de Nita Kwon.
-¡Aquí están!- Oyeron la voz de Junmyeon no muy lejos, este se acercaba por la derecha junto a Yixing. -¿Por qué se fueron sin nosotros?- Los codeó.
-He conseguido mi libro.- Yixing se abrazaba a su bolsa de compras con un semblante repleto de satisfacción. -Lo busqué por tanto tiempo... Gracias, Junnie.
El aludido le sonrió con ternura. -Agradece a mi vista de águila.
Yixing le devolvió la sonrisa y luego fijó sus ojos en Luhan, entonces se volvió más serio. -¿Pasó algo? ¿Lu?
Este cubría su boca con una mano, totalmente perplejo. -No puede ser...- Susurró.
Junmyeon frunció el ceño. -¿Sucede algo malo?
-Se ha frenado a mirar la vidriera y se ha quedado pálido de la nada.- Se encogió Minseok.
-Esto...- Luhan señaló los conjuntos con un índice. -Esto le pertenece a la madre de Baek, a Nita.
-¿De qué estás hablando?
Los miró repleto de nerviosismo. -Puedo apostar lo que sea a que estos diseños le pertenecen a ella.- Insistió con desesperación, sabía que era una locura, pero tenían que creerle. -La he seguido durante años y podría reconocer su estilo aunque estuviera ciego.
-Esto es extraño...- Yixing frunció el ceño, confuso. -Baekhyun no ha permitido que se produzcan más diseños de Nita desde que tomó el mando, sólo se han sacado prendas exclusivamente diseñadas por él.
-Pero es de Nita.- Continuó Luhan con terquedad. -Es más, la empresa jamás ha sacado a la luz estos diseños, son completamente nuevos.
-Eso no tiene sentido.- Minseok rio, incrédulo. -Todos sabemos que Nita Kwon falleció.
Luhan golpeó el suelo con su pie, muy frustrado y hasta molesto. -Que son de ella, maldición.- Maldijo con fuerza. Sin una palabra más, sacó su teléfono y se alejó para capturar una rápida foto de la vidriera.
-¿Qué haces? Si te descubren haciendo eso nos regañarán.
Guardó su teléfono con el ceño fruncido. -Iremos a ver a Baek ahora mismo.- Determinó. -Verán que tengo razón. Aquí hay algo extraño, lo presiento, y vamos a descubrirlo.
-Bien.- Dijo Junmyeon con lentitud. -Pero hay algo más.
-¿Qué?- Espetó con brusquedad.
-No sabemos dónde vive Baek.
Luhan re tranquilizó y pestañeó, volviendo en sí. -Oh, tienes razón.- Admitió avergonzado, no solía perder los estribos con facilidad y cuando lo hacía se sentía pésimo. -En verdad no quiero esperar para esto, creo que... ¡Oh!
Se giró con sorpresa cuando algo chocó contra la parte de atrás de sus piernas, el empujón lo tomó desprevenido y casi tropieza hacia adelante. No encontró nada en primera instancia hasta que vio hacia abajo y descubrió a una niña de bruces en el suelo y con un rostro que a todas luces demostraba que estaba a punto de llorar.
Se agachó enseguida. -¿Estás bien?- Frunció el ceño con preocupación. -¿Te hiciste daño?
La niña frotó su frente con un mohín. -Quiero a mi oppa...- Sollozó.
-¿Dónde está él?- Preguntó. -¿Te perdiste?- Al ver que seguía tocando su frente posó con suavidad una mano sobre su cabeza. -¿Estás herida?
La chiquilla levantó la mirada por primera vez y sus ojos se abrieron enormes al ver a Luhan; de repente ya no pareció asustada o con ganas de llorar, sólo se quedó observándolo con ojos fijos y brillantes, como si hubiera encontrado a un verdadero príncipe.
Luhan le sonrió con dulzura. -Muéstrame.- Pidió con suavidad y ella apartó la mano sin ninguna objeción. Analizó la mancha rosada en su piel con detenimiento. -Sólo es una pequeña contusión.- Se cercioró de que el golpe no estuviera inflamado posando dos dedos con delicadeza y la niña jadeó, se alejó rápidamente. -Lo siento.
-¡Ha Yoo!
Un muchacho extrañamente conocido llegó corriendo y se arrodilló junto a la pequeña sin perder el tiempo, posó las manos bajo sus axilas y la puso de pie con cuidado.
-¿¡Cómo vas a salir corriendo de esa manera!? ¡Te dije que compraríamos algodón de azúcar más tarde!- Chilló agitado, encaró a Luhan todavía de cuclillas a su lado. -¿Qué pasó?
-Ah...- Este parpadeó mientras lo veía, parecía ligeramente consternado aunque sin razón aparente; tardó un momento en contestar, al final carraspeó y se puso de pie con lentitud. -S-sólo chocó contra mí...- Murmuró, su voz casi inaudible.
El otro vio a la niña con el ceño fruncido. -¿Te lastimaste?- Ella señaló su frente, él chasqueó la lengua. -Mamá nos regañará a ambos por esto.
-Esto...- Yixing se adelantó algunos pasos, bastante confiado. -¿Puede ser que nos conozcamos?
Él se puso de pie con la niña en brazos y los observó con desinterés. -Creo que no.- Determinó al instante con una mueca.
-¡Oh!- Pero Minseok ya había caído en cuenta. -¡Tú eres ese!
-¿Ese?- Frunció el ceño Junmyeon.
-¡Ese!- Confirmó. -El chico que fue en busca de Baek la última vez, ¿recuerdas?
Junmyeon intentó hacer memoria. -Oh...- Estiró la vocal cuando recordó. -Ese...
El otro pareció confundido. -¿Cuándo...?
-¿No nos recuerdas?- Se oyó la voz suave y tímida de Luhan. -Estábamos allí el día que fuiste a buscar a Kwon Baek a la salida del instituto. Conociste a su novio, Chanyeol.
Sehun se quedó un buen rato en silencio, viéndolos como si estuvieran chiflados; a decir verdad no tenía una memoria prodigiosa, al menos no para lo que no le importaba realmente. Entonces una pequeña luz se encendió en su memoria y los recuerdos regresaron a su consciencia.
Chasqueó los dedos. -¡Son los hyung que creí que eran matones!- Con un rostro completamente inexpresivo, alzó un dedo y comenzó a señalarlos a todos. -El hyung que parece un baozi, el hyung de ojos cansados, el hyung con expresión rara y el hyung lindo.
Luhan pegó un vistoso respingo. -¿A-acabas de llamarme lindo?- Posó una mano sobre su pecho, bastante incrédulo.
Sehun ni siquiera le prestó atención. -¿Dónde está el otro? El que parece un gato.
-¿Se refiere a Jongdae?
-Creo que sí.
-Aguarden,- Junmyeon frunció el ceño. -¿En serio tengo una expresión rara?
-Bueno, a veces te salen...
-Sí, y es gracioso.
En medio de la conversación trivial, a Luhan se le ocurrió algo bastante oportuno. -¿Tú vivías en el mismo lugar que Baek, verdad?- Cuestionó a Sehun.
Él asintió mientras mecía a su hermanita. -¿Por qué?
-Necesitamos que nos lleves allí.
Los miró con un poco de recelo. -¿Son confiables?
Yixing asintió. -La última vez Baek dijo que éramos amigos, ¿sabes?
Hizo una pequeña mueca y pareció pensárselo un poco, al final sólo se encogió de hombros y se dio la vuelta. -Está bien, los guiaré.
-¡Sí!- Festejó Luhan, lograría demostrar que estaba en lo correcto.
******
Chanyeol estaba despierto, totalmente consciente. Había dormido como un bebé después de haberse revolcado entre las sábanas con su deslumbrante novio y no sólo estaba satisfecho y muy bien descansado, también estaba aburrido y se sentía solo, algo bastante absurdo teniendo en cuenta que sólo hacía un momento había abierto los ojos, pero no podía evitarlo cuando había tanteado la porción de colchón a su lado y la había encontrado vacía; ahora estaba ocupando todo el espacio estirado como una estrella de mar y aunque estaba más cómodo, le sentaba mal.
Simplemente porque él no estaba allí a su lado.
Se dio la vuelta, hundió el rostro en la almohada y rezongó como un niño pequeño. -Baekhyunnie...- Nombró de forma perezosa y temía estar convirtiéndose en un consentido, pero sinceramente no le importaba cuando de esa manera podía tener a Byun Baekhyun dando vueltas a su alrededor. -¡Baekhyunnie!- Llamó con más fuerza.
-¿Qué quieres ahora?
Sonrió, lento y repleto de alivio. El sonido de su voz acalló los latidos de su corazón nervioso. Se dio la vuelta de espaldas. -¡Ven conmigo!- Exclamó a sabiendas de que el otro no lo escucharía desde la cocina de otra manera.
Baekhyun apareció en el marco de la puerta sosteniendo una pequeña caja entre sus dedos. -¿Puedes creer que no tengo más té?- Dijo con el ceño fruncido. -¿Cómo sobrevive un coreano sin su té?
Chanyeol no podía creer que alguien fuera tan perfecto, al menos a sus ojos, y no tenía idea de cómo había logrado sobrevivir sin él hasta el momento. Baekhyun llevaba puesta su camiseta azul y lo adoraba, debido a sus tamaños tan disímiles toda su ropa le quedaba enorme y se veía demasiado adorable cuando la vestía como para poder resistirse; el largo de la prenda rozaba sus muslos, prácticamente podía usarla de vestido. Chanyeol estaba hipnotizado por toda aquella piel blanca expuesta, a decir verdad, se sentía idiotizado por todo lo que Baekhyun significaba en su vida a muchos niveles distintos.
En esos momentos era la imagen más hermosa que había llenado sus retinas alguna vez, y amaba la certeza de que cuando volviera a usar esa remera, mantendría el aroma de él.
-Ambos somos pobres ahora, así que sí, puedo creerlo.- Bromeó, Baekhyun resopló y lanzó lejos la caja vacía. -Ven conmigo.- Insistió, adelantando su labio inferior de una forma infantil que por lo general nunca se permitía, pero aquel era Baekhyun, y estaba bien ser honesto con él.
Baekhyun ser acercó al borde de la cama con ambas manos sobre las caderas y lo vio con censura, Chanyeol sabía que estaba siendo demasiado, a lo cual sólo le sonrió enormemente. -Eres un poquito insoportable, ¿lo sabías?- Le arqueó una ceja, y aunque trató bastante bien, no pudo reprimir la sonrisa en sus labios.
Decidió ignorar su mordaz comentario y se sentó sobre el colchón para abrazarlo estrechamente de la cintura, se hizo hacia atrás y Baekhyun quedó recostado encima suyo, justo donde más lo deseaba. Suspiró con satisfacción.
-Muy, muy insoportable...- Lo oyó balbucear contra su pecho, pero más allá de la afirmación no se movió de allí ni se alejó de él, cosa que lo hizo sonreír con más ganas.
Baekhyun apoyó la quijada sobre uno de sus pectorales e hizo una mueca. Chanyeol le apartó el cabello de la frente y se estiró para besarlo allí, luego lo metió entre sus brazos y lo apretujó contra su cuerpo. -Amo tenerte así, no me gusta sentirte... Lejos.
El otro acabó acomodándose sobre él, su cabello le hizo cosquillas en la barbilla. Resopló. -Deja de decir cosas tan vergonzosas...- Murmuró con fastidio.
Chanyeol se encogió. -No puedo, cuando se trata de ti me salen solas.- Baekhyun gruñó y se deslizó hacia arriba para esconderse en la curva de su cuello, su rostro se sentía caliente y es porque estaba furiosamente sonrojado. -Tú nunca me dices cosas bonitas...- Le reclamó sólo para molestarlo.
-Como si pudiera decir semejantes cursiladas, idiota.- Balbuceó.
-¿Disculpa? Yo no soy quien... ¡Auch!- Frunció el ceño cuando sintió que pellizcaba la piel que rodeaba sus caderas, pegó un salto cuando hizo lo mismo con su estómago. -¡Baekhyun!
El aludido se removió de forma extraña y se apartó para verlo con una sonrisa torcida. -Oye,- Pareció divertido. -Estás fofito.
Parpadeó. -Yo no estoy fofito.- Aclaró, bastante ofendido de la nada.
Baekhyun se carcajeó como un niño travieso. -Sí lo estás.- Se arrodilló a su lado con una sonrisa maliciosa. -Mira...- Clavó los dedos en su estómago. -¿Lo ves?
-¡No!- Chanyeol se retorció como una lombriz. -¡Basta!- Lo apartó con el ceño fruncido y se abrazó como protección contra sus cosquillas. -No estoy tan mal...- Murmuró, echándose una mirada. -A ver tú que tanto hablas.- Lo retó.
Baekhyun alzó una ceja con altanería y levantó su playera con seguridad y sin ningún pudor, dejando a la vista su abdomen plano y perfecto. Chanyeol pasó las manos sobre él con un poco de bochorno y pareció mil veces más malhumorado.
Baekhyun sonrió, jactancioso. -¿Y?
Tocó su propio abdomen, confirmando que en definitiva sí estaba algo blando. -Eso no se vale...- Refunfuñó. -¡Esto es por culpa del amor!
El otro luchó por no largarse a reír con ganas. Chanyeol podría ser un idiota, pero era verdaderamente divertido. -¿Ah, sí?
-Sí. En mi pueblo no comía nada y luego, cuando empecé a estar contigo, comencé a reponerme por todas esas semanas.- Confesó, algo avergonzado.
-Bien,- Baekhyun se sentó a horcajadas de sus caderas, sonriente. -Será mejor que comiences a ejercitarte, no querrás ponerte feo y que yo me vaya con otro.
Chanyeol resopló. -¿Hablas en serio?
-Sip.
-Eres tan alentador, Baekkie.
Palmeó su estómago. -Vamos, haz abdominales.
-El gran amor que me tienes me deja consternado.- Continuó gruñendo, repleto de sarcasmo.
Baekhyun lo ignoró por completo. -Arriba.- Insistió.
Chanyeol cerró los ojos y pidió paciencia, la situación era absurda, ¿cómo fue que pasó de pedirle que se quedara a su lado a hacer abdominales? Y sin embargo, puso mecánicamente ambas manos detrás de la nuca, aplicó fuerza en su vientre y se elevó con algo de esfuerzo, luego bajo y volvió a subir, su novio parecía satisfecho así que supuso que le daba igual a decir verdad. Hizo tres abdominales completos hasta que Baekhyun comenzó a acercarse cada vez que subía para darle un pequeño beso en los labios, Chanyeol completó otros tres de la misma forma y se quedó recostado, respirando con dificultad.
-¿Qué estás haciendo?- Cuestionó con el rostro sonrojado.
-Un incentivo.- Le sonrió Baekhyun.
Él hizo una mueca. -¿Sí sabes que contigo encima lo que menos haré será concentrarme en ejercitar?
-Sí.
-Sobre todo si me besas así. Dentro de poco tendré un problema más abajo...
-Lo sé.
Intercambió su malhumor por una sonrisa bien grande, veía exactamente hacia dónde se dirigían sus intenciones, así que continuó subiendo y bajando con diligencia, esta vez sin protestar ni una sola vez; Baekhyun siguió dándole dulces y sonoros besos a cada rato y en cierto punto se rindió, tuvo que rendirse. La última vez que se elevó del colchón y sus labios se unieron, lo tomó de la cintura y en vez de cortar el contacto, lo prolongó. Se echó sobre el colchón, Baekhyun se apoyó en sus hombros y se besaron con hambre.
-Lo tenías todo planeado.- Susurró cuando se separaron para respirar.
Baek sonrió, ladino. -Me iba a hacer cargo de todas formas.
Chanyeol sonrió justo cuando Baekhyun volvía a besarlo. Le encantaba la forma en la que siempre lo hacía, lento y parsimonioso, como si cada segundo de su tiempo quisiera dedicárselo a su boca y a adorarlo de la mejor manera posible. Utilizó las manos para recorrer sus muslos desnudos en un camino ascendente hacia su trasero, acarició su espalda y alcanzó el bordillo de la remera para hacerla hacia arriba; cuando se deshiciera de ella, Baekhyun estaría desnudo y encima de él, podría sentir el calor de su piel penetrando en la propia, la suavidad de ella... El simple pensamiento le erizó los vellos y aceleró su corazón, tenía que desvestirlo en ese mismo instante o si no...
Y unos golpes sonaron en la puerta.
-¿Llamaron?- Baekhyun se separó y Chanyeol sintió que le faltaba algo demasiado necesario.
-No.- Lo atrajo hacia él otra vez y Baek no se resistió para nada, continuaron concentrados en la boca del otro hasta que los golpeteos se hicieron más insistentes y volvieron a alejarse. Baekhyun suspiró y apoyó la frente sobre su hombro, frustrado. -Ni se te ocurra...- Advirtió con el ceño fruncido.
El otro se apartó y lo vio con una mueca. -Puede ser importante.
Chanyeol enredó las piernas alrededor de sus caderas y unió sus cuerpos una vez más, negó enérgicamente. -Claro que no, quédate aquí, Baekhyun, me enojaré si te vas.- Protestó.
Baekhyun, muy a su pesar, sonrió con una ternura atípica tratándose de él, pero natural si tenían en cuenta que estaba frente a la persona que más amaba en el mundo. Enmarcó el rostro de su novio y lo besó con tanta devoción que hasta él se sorprendió, Chanyeol hizo un puchero que provocó que volviera a besarlo no sólo en los labios, también en las mejillas y parte de su cuello.
-Maldición...- Lo vio con el ceño fruncido, incapaz de manejar lo que sentía. -Realmente eres... Eres...
Aporrearon la puerta con más fuerza y fue la excusa perfecta para deshacerse de su agarre y bajar de la cama, Chanyeol pataleó como un niño pequeño. -¡Luego vas a recompensarme!
-Claro, lo que digas.- Rodó los ojos mientras se alejaba.
-¿En qué estabas pensando?
Pegó un pequeño respingo. -En nada...
Chanyeol sonrió, brillante. -Ibas a decirme algo cursi, ¿verdad?
Baekhyun huyó hacia el salón. -Cállate.- Gruñó entre dientes, pero sus mejillas azoradas no mentían.
-¡A mí no me engañas!
Atravesó el salón dando pisotones fuertes y malhumoradas, detestaba quedar en ridículo, sobre todo frente a Chanyeol. En la puerta adecentó mínimamente su imagen, había estado horas tonteando con su novio en la cama... Y en cualquier otro sitio de la casa a decir verdad... Chasqueó la lengua e hizo esos pensamientos a un lado, no quería abrir y que lo vieran con el rostro sonrojado, cuando lo hizo no esperó encontrarse con tantos rostros, rostros demasiado conocidos para su propio bien.
-¡Baek!- La primera sonrisa que vio fue la de Luhan. -Vinimos a visitarte.
-Lo noté.
-Es importante, déjanos pasar.- Se entrometió Minseok.
Antes de que pudiera decir o hacer algo, uno a uno fueron pasando y acumulándose en su reducido departamento con completa naturalidad; Luhan, Yixing, Junmyeon, Minseok y hasta Sehun, ¿qué demonios hacía Sehun con ellos? Fue entonces cuando notó que Ha Yoo también estaba ahí, sólo que en brazos de Luhan.
¿Qué estaba pasando?
-¿Desde cuándo pasan rato con el crío?- Cuestionó de brazos cruzados.
-Desde hoy.- Contestó Luhan. -Lo cruzamos en el centro comercial y le pedimos que nos guíe hasta tu casa.
Baekhyun lo vio con un poquito de rencor. No le molestaban sus amigos, al menos, no la mayoría del tiempo, pero cuando estaba a solas con su novio no quería que los interrumpieran. Claro, eso jamás lo admitiría en voz alta porque Chanyeol lo fastidiaría hasta el final de sus días. Lejos de lo que pudiera imaginarse, no eran muchos los momentos en los que podían pasar el rato sin que los demás estuvieran dando vueltas alrededor.
Prefirió enfocarse en Ha Yoo de momento, el único ser vivo en esa casa que no le producía furia. -Veo que has hecho nuevos amigos.- Le sonrió.
Luhan también la miró, apretándola entre sus brazos con ternura. -Es una niña encantadora.
-Es la primera vez que la veo aferrarse a alguien tan rápido.- Se lo oyó a Sehun, viéndolos con curiosidad. -Me gustaría saber por qué.
Baekhyun le apretó una mejilla con suavidad. -¿Ya te has olvidado de mí?
Ella negó. -Claro que no, oppa.- Se estiró para acercarse y darle un gran beso en la mejilla.
-¡Baekhyunnie!- La voz de Chanyeol se escuchó demasiado cerca y Baekhyun se giró enseguida.
-Chanyeol, no...
Pero antes de que pudiera acabar la frase, el más alto ya estaba adentrándose en la habitación con los ojos clavados en la pantalla de su celular y con sólo un bóxer encima. -¿Podrías pasarme mi playera?- Entonces levantó la mirada. -Necesito ir a... ¡Uy!- Abrió grande los ojos cuando encontró a todos sus amigos allí, observándolo con cejas arqueadas. Luhan jadeó y se volteó para que Ha Yoo no pudiera verlo, Chanyeol notó a la niña y se ocultó detrás del marco de la puerta. -Hola.- Sonrió como idiota.
Baekhyun cubrió su rostro con una mano.
-Vaya...-Junmyeon sonrió con diversión. -Andaban ocupados por aquí.
-Cierra la boca, Minseok.
-Ahora yo no dije nada...
Baekhyun parpadeó, confuso. -Es verdad.
Minseok sonrió con ironía y dio un vistazo a todo el lugar. -Con que esta es tu casa ahora...- Asintió quedamente. -¿Cómo pasaste de tener todo un piso para ti solo a algo como esto? Me dan escalofríos de sólo imaginarlo.- Se estremeció.
Baekhyun ignoró el comentario mordaz y fuera de lugar (a fin de cuentas era Minseok, él siempre estaba fuera de lugar), porque era mejor que se enfocara en su nueva vida austera y no en la situación comprometedora con su novio idiota e inoportuno.
-Lo siento.- Chanyeol apareció, esta vez, vistiendo sus pantalones. -No pensé que estuvieran todos, imaginé que Baekhyun estaría intentando echarlos.
-Será mejor que me lleve a mi hermana.- Se adelantó Sehun con una mueca, no quería que viera más piel masculina por el día. -Vamos, Ha Yoo.- Intentó cogerla, pero ella se aferró a Luhan con más fuerza.
-No quiero dejar al oppa brillante.- Refunfuñó.
Luhan pareció divertido. -¿Por qué me llamas así?
Ha Yoo volvió a mirarlo, embelesada. -Porque eres muy lindo y tus ojos destellan.
-Bien, conquistadora, será mejor que nos vayamos antes de que intentes casarte con él también.- Gruñó su hermano mayor.
-¡No quiero!
Sehun se puso más serio. -¿Quieres que le cuente a mamá cómo te has comportado hoy y que te castigue sin televisión?
La niña infló las mejillas, estaba molesta, pero tampoco quería que su eomma la regañase. -No...
-Entonces vamos, ya debe estar preocupada porque llegamos tarde.- A su pesar, Ha Yoo pasó de los brazos del oppa brillante a los de su hermano. -Lo siento.- Sehun se disculpó con una corta venia.
Luhan negó. -No me molesta. Al contrario, me halaga.- Le sonrió a la pequeña.
Ella tenía un puchero en los labios. -Tienes que visitarme...- Le dijo mientras se alejaba junto a su hermano.
Él rio. -Lo haré algún día, linda.- Prometió.
Se cerró la puerta y Baekhyun encaró a los demás de brazos cruzados. -¿Me dirán a qué vinieron?
-Qué cruel eres, ¿no crees que sólo estamos visitando a un adorado amigo?
-No. ¿Y dónde está la otra mitad de Minseok?
-¿Te refieres a Jongdae?
-¿Quién otro lo soportaría?
-No me hables de ese traidor.- Se lo escuchó a Minseok.
-Baek,- Luhan dio un paso adelante, su expresión muchísimo más seria. -Encontramos ropa hecha por tu madre.- Dijo directo y sin tapujos, no había tiempo para rodeos.
El otro lo vio con aburrimiento. -Sí, bueno, la venden en todas las sucursales.
-No, me refiero a prendas inéditas.
Ahora le sonrió con sarcasmo. -¿Es una broma? ¿Vinieron hasta aquí sólo para decirme semejante...?- Se calló la boca cuando Luhan plantó un celular frente a su cara, lo cogió y observó la foto en pantalla. -No jodas...- Susurró, su rostro deformado en incredulidad. -No jodas, Luhan.- Lo miró horrorizado.
Luhan asintió con energía. -Esto es una obra de tu madre, ¿no es así?
Baekhyun no podía despegar los ojos de la foto. -Esto es de mi madre, definitivamente.- Confirmó.
Luhan encaró a los demás. -¿¡Lo ven!? ¡Yo lo sabía!- Cogió a Baekhyun de un brazo, frenético. -Esto es la vidriera de una tienda llamada Hook U, no es ninguna marca paralela a Nita K, ¿verdad?
Baekhyun asintió lento, totalmente consternado. Buscó a tientas algo en lo cual apoyarse y terminó de espaldas contra la pared, débil y mareado. -No puede ser... Y-yo tengo todos los bocetos de mi madre, se supone que nadie más... Oh, Dios.- Cubrió su boca con una mano.
Chanyeol acarició su hombro, casi igual de inquieto que él. -¿Estás bien?- Preguntó de forma torpe, era obvio que no lo estaba.
Baekhyun negó y lo miró a los ojos. -Alguien le ha robado a Nita.- Susurró.
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