-¡Mamá!
Gritó Chanyeol desde el umbral de su casa mientras intentaba quitarse los zapatos con rapidez, su ansiedad causando que no lograra hacerlo. Al final, revoleó los pies con brusquedad haciendo que el calzado saliera volando y terminara en cualquier sitio, pero, ¿a quién le importaba? Corrió dentro con una sonrisa que no le cabía en el rostro.
-¡Mamá! ¡Noona! ¡Hyung!- Continuó chillando, eufórico.
-¿Channie?
Sonrió aún más al voltear y ver la cabeza de su madre asomando por la puerta de la cocina. Se dirigió a ella corriendo.
-¡No sabes!
La mayor lo observó con algo de sorpresa. -¿Qué ha pasado?
-¿Por qué estás tan alegre?- Habló su hermana mayor apoyada sobre el borde de la mesada. Ya estaba bastante mejor anímicamente, pero todavía llevaba ese horrible camisón encima.
Chanyeol golpeó un par de veces su pecho y sonrió, más calmado y de forma orgullosa. -He conseguido empleo.
Los ojos de su hermana se abrieron aún más. -Bromeas...
Negó, sin poder dejar de sonreír. -No. ¿Dónde está hyung?
-Han Kyul oppa salió en busca de trabajo también.
-Pues, díganle que ya no lo necesitaremos. Con lo que ganaré, incluso podremos hacer que alguna de ustedes dos deje de trabajar.- Miró a su madre, todavía demasiado feliz como para concebir la buena suerte que había tenido, sin embargo en el rostro de ella sólo había una expresión angustiosa. -¿Mamá?
Esta suspiró, comenzando a mover algunas cosas sobre la mesa de forma distraída, sin dirigirle la mirada a su hijo. -¿No te parece que eres muy joven, Channie?
-He trabajado antes...
-Lo sé, pero eran empleos tontos de medio tiempo, no ocupaban mucho espacio en tu vida y sólo eran por un corto período. Sin contar que la mayoría los tuviste mientras estabas de vacaciones.
Chanyeol se cruzó de brazos. -Esto es por la escuela, ¿verdad?
-No quiero que descuides tu estudio, es todo.
El más alto restó importancia a su comentario con un ademán de la mano. -Ya te he dicho que no te preocupes por eso. Este es mi último año y lo llevo bien, además, ¿cuándo he tenido yo problemas con el estudio? He sido el mejor promedio todos los años, aun cuando ni siquiera me he puesto a leer una sola hoja.
Su madre hizo una extraña mueca con los labios, todavía insegura.
-Mamá, no te preocupes, confía en mí, ¿sí? Con esto incluso estaremos mejor que antes, todos.
Al final, la mayor suspiró pesadamente y asintió un par de veces, aunque Chanyeol supo que seguía un poco en desacuerdo. No importaba. Se aseguraría de cubrir las expectativas y no decepcionar a nadie.
-¿Y bien? ¿Nos dirás cuál es ese trabajo tan increíble del que estás alardeando?- Yoora avanzó varios pasos para sentarse en la mesa junto a su madre.
Chanyeol volvió a sonreír. -Prepárate: soy secretario personal de Kwon Baek.
Ambas mujeres parpadearon, ni siquiera una mosca voló luego de semejante declaración.
-Es... ¿Hablas en serio?- El rostro de su hermana se volvió serio.
Chanyeol asintió. -Completamente.
-No puede ser.- Rio su madre con algo de condescendencia.
-¡No bromees!- Largó una carcajada al aire su hija.
Él las vio con el ceño fruncido. -Si siguen con eso, me molestaré.
-Pero es que, hijo... Tú, secretario personal de él...- Su madre esta vez habló con algo de confusión.
-Déjalo, mamá, sólo está jugando con nosotras.
-¡Que no!- Se molestó. -¡No estoy jugando! Kwon Baek hizo entrevistas en la escuela para contratar a alguien y eso hicieron.- Se señaló con el dedo pulgar. -¡Me contrataron a mí!
-Sí, claro, hermanito.- Yoora le palmeó el hombro de forma compasiva. -Tú trabajas para Kwon Baek y yo soy Lee Hyori, ¿y esta de acá? Ella es Choi Ji Woo.
-Tengo unos cuantos años más que ella...- Sonrió su madre.
Chanyeol gruñó. -¡He llegado tarde porque estaba en Nita Kwon hablando con él!- Gritó para hacerse escuchar mientras su hermana se alejaba.
-Sí, sí...- Contestó la otra sin interés, subiendo las escaleras.
-¡He firmado contrato con él!- Dijo por última vez, tirándose sobre la silla con un refunfuño.
Eran todos idiotas. Él no había podido dejar de reír desde que había abandonado el edificio donde desde ahora en más trabajaría, porque de sólo leer la suma de dinero desorbitante que le pagarían, había pensado inmediatamente en todo lo que podría comprarles a su madre y hermanos, en todo lo que podría ayudar a sus seres amados... ¡Incluso podrían seguir con los planes de la boda sin problemas! Y aun así todos lo trataban como si fuera un pobre crío hablando de sus sueños a futuro.
-La odio.- Murmuró.
-No te pongas así, Channie.- Su madre se levantó de la silla que ocupaba con una taza de té vacía en la mano. -Sólo está jugando.
-¿Tú tampoco me crees?
Volvió a reír con suavidad. -Ya veremos.
Estaba enojado, pero ya verían, les demostraría la veracidad de sus palabras. Ahora mismo trabajaba para el diablo.
Aunque con un diablo que paga así, cualquiera firmaría sin chistar, pensó divertido.
******
-¿Me dirás a dónde vamos ahora?
Baekhyun simplemente siguió caminando en silencio por delante, ignorando los constantes cuestionamientos del más alto por detrás.
-¿Vas a hablarme o...?
Mostró los dientes, muy hastiado. Yixing no era tan hablador y denso como este.
-Oye...- Estiró la última letra, llamándolo. -¿Por qué nunca me hablas?- Nada. Intentó ser más rápido para estar a su lado, pero no pudo. -¿Es que acaso ser tu subordinado me hace indigno de tus contestaciones?- Dijo con fingido dramatismo.
Baek frenó de repente, haciendo que casi chocara contra su cuerpo. Volteó a verlo con el ceño fruncido.
-¿Podrías obedecer en silencio?
-No.- Replicó con diversión.
Suspiró antes de seguir caminando. Chanyeol emprendió la marcha junto a él, o más bien, detrás de él.
-¿Por qué eres tan gruñón? ¿No vas a contestarme? ¿A dónde vamos?
-Voy a matarte si no te callas.
El más alto puso un puchero. -Sólo quiero que me digas a dónde vamos.
-Espera, ¿quieres? Cuando lleguemos, lo sabrás.
A duras penas, Chanyeol calló la boca y terminó siguiéndolo en silencio con una sonrisa divertida en los labios. En realidad, él no era una persona tan pedante, pero actuaba de esa manera porque le encantaba molestar al enano. En realidad, gustaba de molestar a cualquier persona, pero de alguna manera, encontraba más satisfactorios los "te voy a matar" de Baek, que de cualquier otro.
-¿El gimnasio?- Preguntó sorprendido cuando terminaron frente a las amplias puertas del mismo.
Sin una respuesta (Chanyeol tendría que haberlo previsto) Baekhyun usó un hombro para empujar estas y adentrarse junto a él. Abrió los ojos enormemente ante lo que vio. Era como un taller. Un basto taller, algo casero, pero impresionante al fin. Al igual que ayer, había muchas personas corriendo de aquí para allá, cargando grandes rollos de tela y demás instrumentos extraños. Había extensas mesas con costosas máquinas de coser encima, otras con muchos retazos de tela amontonados. Todo era casi un desorden.
-¿Desde cuándo el gimnasio del colegio funciona como una fábrica de ropa?
-No lo hace; primero porque sólo es por un corto tiempo y segundo porque no es una "fábrica de ropa", sino un taller de confección.
-Ya, ¿y por qué está aquí?- Dijo mientras se agachaba a tiempo de que un largo rollo de tela cargado por al menos cuatro chicas le diera de lleno en la cabeza.
-No pensaba usar mis propios talleres para hacer el vestuario de la clase, estamos en plena temporada.- Explicó Baek, observando de brazos cruzados y con vista de águila todo el lugar. -Hice un trato con el director, accedió a esto. Más le valía.
-Para ser algo dirigido por ti, esto realmente no luce como tal.
Baekhyun se volteó a verlo con una ceja arqueada. -¿Por qué?
-Es sólo que está un tanto... caótico.
El más bajo sonrió arrogante mientras avanzaba. -¿No te parece un rasgo típico de mí?
-No. Ni siquiera te conozco y ya te veo toda la pinta de maniático perfeccionista.
Tuvo que morder ligeramente su labio para evitar reír. ¿Por qué quería hacerlo? Era estúpido.
-Pues, yo por mi parte he acertado al pensar que tú eres bastante intuitivo.- Tomó asiento detrás de una de las mesas que había, esta estaba más apartada de las demás que servían para el trabajo manual.
Chanyeol sonrió. -¿Es lo que piensas de mí?
-A pesar de esa apariencia tan torpe tuya...
Evitó carcajear y sólo rio un poco. -Bueno, me temo que en eso también has acertado.
Baekhyun lo miró.
-Soy bastante torpe.- Sonrió, encogiéndose de hombros con ligereza.
El otro entrecerró los ojos con algo de recelo, comenzando a moverse con lentitud, sin despegar la mirada de él. Chanyeol ladeó el rostro, curioso de lo que estuviera pasando por su cabeza.
-El lugar está bastante desorganizado porque recién hoy hemos comenzado a ordenar todo.- Habló Baek. -Mañana ya podremos traer a los alumnos de nuestra clase para tomarles las medidas correspondientes y comenzar con el trazado de trajes y algunos vestidos.
-Entiendo.- Asintió Chanyeol. -¿Qué hago yo?
-¿Tú?- Baekhyun lanzó frente a él una pila de papeles y un par de libros que resonaron con fuerza sobre la mesa. -Por ahora te ocuparás de leer todo esto.
Parpadeó un par de veces. -¿Y ya?
-Te daré unas cuantas semanas para que termines de adecuarte a todo esto. ¿Dijiste que podías aprender rápidamente lo que sea? Pues, demuéstrame qué tan bueno eres.- Lo retó con la mirada.
Chanyeol se lo tomó en serio.
-Pierde cuidado.- Dijo, tomando con algo de dificultad todo lo que le había puesto en frente. -Esto es pan comido.- Sonrió con altivez.
-Te he dado el informe de los principales inversionistas de la empresa junto a un resumido perfil de cada uno. Deberás memorizarlos todos, al igual que a los integrantes de la junta empresarial y los altos rangos de la empresa. Tienes los archivos de los ingresos a nivel anual y de las pérdidas también, investiga sobre eso. También adjunté una síntesis de nuestras compras, solemos tener buenos proveedores en Singapur, India y China. No olvidé a nuestros más importantes clientes... ¡Ah! Tienes dos libros sobre moda que deberías leer a parte.- Se encogió un poco de hombros. -No lo son todo, pero al menos lo básico estará cubierto.- Sonrió con fingida amabilidad. -¿Alguna pregunta, Park?
-Sí,- Se aclaró la garganta Chanyeol. -¿Para cuándo todo aprendido?
Baekhyun le regaló una afilada mirada. -¿Para cuándo crees que podrás traerlo?
-¿Unas cuantas semanas?- Observó la pila entre sus brazos. -Sólo me bastarán dos días.
Volvió a reprimir una sonrisa tras sus dedos entrelazados. -Bien, puedes irte a casa.- Finalizó, instándolo a marcharse con un movimiento de la mano.
-Gracias, jefecito.- Asintió Chanyeol, dándose la vuelta para marchar. Sonrió cuando lo escuchó gruñir amenazante ante el mote que le había puesto.
Cuando logró salir de aquel alborotado lugar sin tropezar con nadie ni nada, cerró la puerta con un suspiro, todavía observando todo lo que tenía que leer. Daba gracias a Dios y a todos los santos que lo tuviera fácil con esas cosas porque, a alguien normal, seguramente le tomaría más de dos simples días aprenderse todo eso. Muchísimo más sin dudas. Caminó varios pasos hacia la derecha, preguntándose mentalmente cómo haría para recorrer todo el camino a casa con aquello encima de él y sin perder el equilibrio en ningún momento.
-¡Aguarda!
Frenó al oír una voz no tan conocida, pero que le sonaba de algún lado. Al girarse, pudo ver que efectivamente se trataba de alguien con quien, al menos, había cruzado un par de palabras antes. El amigo de Baek, o quizás el que lo había sido, se acercaba corriendo.
-Lo siento.- Dijo cuando llegó. Dio un vistazo a todo lo que cargaba. -¿Vas algo atareado?- Sonrió con pena.
-Como verás.- Chanyeol se encogió de hombros como pudo. -¿Necesitabas algo?
-Sí, bueno...- De repente pareció algo nervioso. -¿Tú eres el nuevo asistente personal de Kwon Baek, verdad?
-Hace tan sólo un maravilloso día y medio.
-Yo... Yo fui su anterior secretario, mi nombre es Zhang Yixing.
-Te daría la mano, pero...- Ambos rieron. -De todas formas, es un gusto.- Volvió a sonreír. -Hemos hablado antes. Yo soy Park Chanyeol.
Yixing asintió. -Lo recuerdo. Sinceramente, cuando me enteré de que tú serías quien ocuparía mi puesto, no pude creerlo... De hecho, ahora mismo sigo sin poder concebirlo.
Chanyeol rio un poco, Yixing apresuró a redimirse.
-¡No te estoy desmereciendo!- Agitó ambas manos. -Es sólo que... Por lo poco que vi, ustedes dos...
-Nos llevamos horrible, ¿no? Y mira, hasta puedo leer tus pensamientos: nunca lograremos llevarnos bien.
Yixing sonrió con suavidad. -Sólo te deseo lo mejor a su lado... Y a él también.- Susurró luego. Chanyeol notó un atisbo de angustia en sus ojos antes de que agachara el rostro y negara con la cabeza. -Mira, sé que Baekhyun será alguien difícil con quien lidiar, pero...
-¿Baekhyun?- Frunció el ceño.
Asintió. -Es el verdadero nombre de Baek.
El más alto formó una "o" perfecta con sus labios. No se lo esperaba.
-Como sea, yo...- Lo observó con cuidado. -Será complicado por momentos, pero por favor, ten paciencia, no es alguien que lo haya tenido fácil.
Chanyeol se quedó un tanto sorprendido por tal información, y aún más por el tono compungido y la expresión seria del otro.
-Mira,- Prosiguió Yixing sacando del bolsillo un pedazo de papel. -Me iré a China mañana, regresaré dentro de un mes, pero ante cualquier problema que tengas, puedes llamarme a este número.- Se lo extendió, pero ambos quedaron quietos puesto que Chanyeol no podía mover sus manos.
-¡Oh! Ponlo en el bolsillo de mi chaqueta.- Reaccionó.
Yixing se acercó para hacer como le aconsejó.
-Ya sea porque no sabes cómo tratar con Baekhyun o porque tienes dudas sobre cómo hacer tu trabajo, ten por seguro que te ayudaré.
Rio un poco, Yixing lo vio con curiosidad.
-Lo siento, es que actúas como si fueras su madre.
El otro sonrió. -Bueno, he estado junto a él años, la mayoría del tiempo me la he pasado cuidándolo, así que más o menos sí, soy como una madre.
Ambos volvieron a reír con simpatía.
-¿Yixing? Te lo agradezco mucho.
El aludido asintió, palmeándole la espalda. -Recuerda lo que te he dicho, ¿sí?
Antes de que Chanyeol pudiera decir una palabra más, el chico se largó de allí.
******
Chanyeol se hizo hacia atrás en la silla con un suspiro. Apretó los ojos y luego los abrió, parpadeando varias veces con cansancio. En ese momento sintió unos suaves golpes en la puerta de su habitación.
-¿Sí?
La puerta se abrió, dejando ver el rostro de su hermana. -¿Chan? Ya casi cenamos, ¿bajas o te traigo la comida?
Miró con una mueca el amontonamiento de papeles y libros que tenía frente a él en el escritorio. -Será mejor que me la traigas.
Yoora abrió más para ingresar. -¿Está bien que te mantengas tanto tiempo leyendo? El colegio es importante, pero te dañarás de esa manera.
Chanyeol negó. -Necesito terminar esto rápidamente.
-¿No sería mejor que te repartieras los horarios?
-Esto no es para la escuela, es quizás más importante y urgente... Por ahora.
-¿Qué estás haciendo?- Frunció el ceño.
-Mi jefe me ha dado todo esto para memorizar en dos días... Bueno, la parte de los dos días es mi culpa.- Le dio una sonrisa torcida.
Yoora lo observó fijamente antes de pintar una sonrisa burlona. -¿Sigues con eso de Kwon Baek?
-¿Y tú sigues sin creerme?
-No es necesario que continúes, una broma sólo es graciosa la primera vez.- Dijo ella, realizando un movimiento despectivo con la mano mientras se retiraba.
Chanyeol resopló. -Tan terca...
-Te traeré la comida.
-Gracias, noonim.- Habló en un tono exageradamente alegre.
Ella puso los ojos en blanco antes de desaparecer.
Chanyeol largó otro suspiro mientras se volvía a inclinar sobre el escritorio. Desde que había llegado de la escuela se había encerrado en su habitación y no había dejado de leer e investigar. Podía decir que llevaba alrededor de un cuarto leído y con eso suponía que le bastaba por aquel día. Se puso de pie para tirarse sobre la cama con muy poca delicadeza. Posó un brazo por encima de su cabeza y quedó observando el techo, pensando... Las palabras que Zhang Yixing le había dicho resonaban y resonaban en su cabeza desde que las había oído. No habían hecho más que aumentar la curiosidad que sentía por aquella persona para la cual trabajaba. Alguien normal no se comportaba de la forma en la que Kwon Baek lo hacía, eso lo tenía claro. El chico parecía querer estar completamente aislado del mundo, hasta parecía incomodarle el tratar con otras personas, incomodidad que disfrazaba en hostilidad. Le intrigaba lo que tendría que haberle sucedido para que se volviera alguien tan encerrado y gruñón.
Sintió su teléfono sonar. Estiró un brazo para tomarlo, estaba sobre una pequeña mesilla al lado de la cama.
-¿Sí?- Respondió sin ver de quién se trataba.
-¿Park?
Se sentó sobre la cama. Baekhyun... ¿Baekhyun?
-Mañana asegúrate de venir a buscarme antes de ir a clases.
-Aguarda, ¿iremos juntos a la escuela?
-Te enviaré en un mensaje la dirección de mi departamento.- Ignorándolo por completo y sin más, cortó la llamada.
Chanyeol quedó observando su celular con el ceño fruncido.
-Qué delicado, jefecito.- Balbuceó con sarcasmo.
"Será complicado por momentos, pero por favor, ten paciencia...".
-Ten paciencia...- Repitió en voz baja, más calmado. Se volvió a desplomar sobre el colchón, pensativo. -Baekhyun...- Susurró, y cerró los ojos.
Aquel nombre le sabía extraño.
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