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VII

Chanyeol no supo exactamente qué lo movió a dirigirse al salón de actos a último momento.

No iba a mentir, había estado considerando la posibilidad de presentarse a la entrevista desde la primera vez que había oído de la misma. Sin embargo al pasar los días y notar la personalidad repelente de Baek, se deshizo de la idea casi al instante, pero... De alguna forma allí se encontraba. Podría decirse que fue una posibilidad que comenzó a instalarse en su cerebro de a poco otra vez, a medida que abría los ojos ante un abanico de nuevas casualidades.

La cosa es que había estado ya varias calles arriba, alejándose del instituto para volver a su hogar o, en su defecto, seguir recorriendo locales en busca de empleo, cuando repentinamente se paró en seco. Echó una mirada hacia atrás, en dirección al sitio de donde había salido y, mordiendo su labio inferior con un sentimiento extraño, corrió de regreso sin saber muy bien qué hacía o a lo que quería llegar. Entonces, subió varios pisos hasta donde sabía que se encontraba Kwon Baek y entró en la habitación, arrepintiéndose casi al segundo de hacerlo. Cuando el más bajito clavó en él la mirada supo que ya era demasiado tarde y, tragando en seco, tratando de hacer de tripas corazón, se adelantó contestando a la acotación de Baek con una crispada sonrisa.

Baekhyun lo miró con fijeza, estuvo varios segundos en esa posición, observándolo con ojos entornados, intentando adivinar si todo se trataba de alguna broma de mal gusto o algo parecido. Al final aspiró, echando la cabeza hacia atrás, considerándose, definitivamente, bastante curioso por los recientes acontecimientos e indicándole a Cho Hee con un movimiento de la mano que tomara asiento. Esta le obedeció con algo de inseguridad, viéndolo todo el tiempo con confusión.

-Ah...- Gesticuló, volteándose a ver al recién llegado con una sonrisa apenada. -Lo siento, las entrevistas han finalizado.

-No, no.- Alzó una mano Baek, todavía con la mirada clavada en el otro frente a ellos. -Déjalo.- Entonces se acomodó mejor en la silla con una sonrisa burlona. -Muero por ver y escuchar esto.

Cho Hee aclaró la garganta. -Eh... Dinos tu nombre, por favor.- Trató de disimular sus emociones, dirigiéndose a él con una sonrisa cortés.

-Chanyeol. Park Chanyeol.- El más alto intentó enfocarse en la mujer para no prestarle atención a Baekhyun, que lo observaba fijamente, pasando su dedo índice por su labio inferior. Nunca sufrió de nervios, pero considerando su situación, le estaba poniendo los pelos de punta.

-Bien, Chanyeol ssi, ¿has traído algún currículo contigo o algo así?

El aludido se encogió de hombros, algo avergonzado. -Lo siento, realmente no pensaba venir aquí hoy, así que no lo he preparado.

Cho Hee pestañeó, sorprendida por su respuesta. -Bueno,- Dirigió una mirada a los papeles frente a ella. -Esta es una entrevista libre, ¿sí? Así que te haremos algunas preguntas sobre tu formación académica hasta ahora y alguna experiencia laboral anterior que poseas. No hace falta sentir nervios.- Le regaló una suave sonrisa tranquilizadora, que en parte lo ayudó bastante. -¿Cuáles han sido las asignaturas que más y menos te han gustado, y en cuáles sacabas las mejores y peores notas?

Chanyeol pintó una sonrisa torcida. -No había alguna que me gustara más que otras, ni otra que me gustara menos que las demás. Aunque podría decir que siempre sentí especial interés por las ciencias sociales. Con respecto a mis notas, soy estudiante honorífico desde el primer grado. Promedio perfecto.

La otra asintió, bastante satisfecha. -Imagino que habrás ocupado algún puesto destacado a lo largo de tu vida estudiantil.

Asintió. -Fui delegado de curso del primer al tercer año de secundaria baja, incluyendo el primero de secundaria alta.

-¿Por qué los restantes no lo fuiste?

-Porque no me apetecía.

Cho Hee quedó nuevamente pasmada por sus contestaciones. -¿Cómo...?

-¿Por casualidad sabes quién soy yo, Park Chanyeol ssi?- La interrumpió Baekhyun, pronunciando su nombre con lentitud, como si estuviera degustándolo.

El más alto ahora sí dirigió la vista a él. -Hum... ¿Sí?

-¿Y hace cuánto lo averiguaste?

-Supongo que un par de días antes de que entraras al instituto.- Se pateó mentalmente. Este no es momento de ser sincero, Chanyeol.

La inexpresividad de Baekhyun era escalofriante. -No entiendes tienes idea de la profesión que manejo.- No fue una pregunta.

Chanyeol negó lentamente con la cabeza.

El más bajito se reacomodó en su silla con un suspiro. -En ese caso, me encantaría escuchar la razón por la cual estás aquí, postulándote como secretario. Digo, Dios no quiera que termines trabajando para un enano insufrible como este, ¿verdad?

Cho Hee volteó a ver a su jefe con los ojos bien abiertos. Chanyeol pestañeó varias veces y sintió muchos deseos de reír, pero por nervios.

Ay, carajo...

-Yo... La verdad...- Miró perdida y disimuladamente a su alrededor, como si pudiera descubrir la respuesta correcta en algún lugar de la habitación.

Baekhyun lo observó todo el tiempo con mofa y una ceja alzada. Al final, Chanyeol suspiró con pesadez y le devolvió la mirada decidiendo que, en aquel aspecto, definitivamente no podía dejar su honestidad de lado.

-La verdad es que mi familia se encuentra en aprietos y necesito el trabajo para ayudarles.- Explicó con simpleza.

Baek lo observó con detenimiento. -No tienes ningún conocimiento en alta costura o diseño industrial.- Sentenció.

Chanyeol lo obsequió con una mirada determinada. -Mi coeficiente intelectual es bastante más elevado del promedio, puedo asegurarte que aprenderé cualquier cosa en menos de lo que canta un gallo.

-¿Y por qué piensas que te elegiré a ti de entre todas las personas que han venido a presentarse? No me conoces, evidentemente la moda no te interesa y es obvio que habrán muchas más personas dispuestas a tener este empleo.

Chanyeol pintó una sonrisa socarrona. -¿Acaso no soy perfecto?

Tanto Cho Hee como Baekhyun lo vieron con estupefacción.

-¿Disculpa?- Frunció el ceño.

-Mira,- Comenzó con franqueza. -Es verdad que hay chicos allí fuera que miran todos los programas de E! Fashion y te siguen de cerca desde hace años, pero hace tiempo que estoy en Yoksei y lamento decirte que la mayoría son una bola de incompetentes y a decir verdad, yo, con toda la ignorancia sobre ti que represento, soy mucho más confiable que cualquiera.

-¿Y cómo es eso?

-Porque yo sólo quiero tu dinero a cambio de mi trabajo.

Los labios de Baekhyun temblaron en el vehemente intento de contener una sonrisa que realmente no supo de dónde salió. Chanyeol se encogió de hombros.

-No quiero infiltrarme para tomar tus conocimientos y usarlos para volverme un genio de la alta costura o lo que sea eso, no soy un espía de la competencia ni me interesa todo esto. Sólo quiero realizar mi trabajo como sea que corresponda y...- Suspiró. -Ayudar a mi familia.- Prosiguió en un tono más bajo.

Baekhyun ladeó su rostro, quedándose en silencio por varios segundos. Chanyeol tragó saliva con nerviosismo al ver cómo lo escaneaba con sus ojos y una mirada indescifrable de arriba abajo. Entonces cerró el libro frente a él con algo de fuerza y se puso de pie.

-Suficiente.- Pronunció impasible mientras juntaba sus cosas. A su lado, Cho Hee lo siguió en silencio.

Al observarlo, Chanyeol supo que la había liado y suspiró, alegando un "muchas gracias" de cortesía antes de salir de allí lleno de frustración.

******

-¡No puedo creerlo!

Chanyeol se cruzó de brazos con molestia. Hacía casi media hora que Jongdae, Minseok y Junmyeon no habían dejado de reír hasta el punto de las lágrimas, sólo porque les había comentado que ayer se había presentado ante el mismísimo Kwon Baek. No tendría que haberlo hecho, conocía a sus amigos, pero no aprendía más.

-Tú, en la entrevista...- Jongdae no pudo seguir con lo que quería decir debido a que la risa volvió a hacerlo perder.

-Simplemente no puedo concebirlo, no puedo.- Negó Minseok, estremeciéndose de igual manera.

Los vio con el entrecejo fruncido. -Ya, lo entiendo. Quizás fue precipitado por mi parte.

-¿Precipitado? ¡Es inaudito, Yeol!- Carcajeó Junmyeon.

Al ver su rostro serio, Junmyeon cesó la risa para posar una mano sobre su hombro.

-Lo siento,- Sonrió. -Es que las pocas y únicas veces que han hablado, prácticamente se han arrancado los ojos.

-No lo entiendo.- Dijo Chanyeol. -¿No fueron ustedes quienes me alentaron a hacerlo por Ye Song?

Minseok negó con la cabeza. -No pensamos que realmente lo harías.

Jongdae se encogió de hombros. -Más estábamos bromeando que otra cosa.

Chanyeol echó la cabeza hacia atrás con un suspiro, observando el techo. -De todas maneras, no perdía nada en el intento...

-¿Cómo piensas que te ha ido?

Volvió a incorporarse. -¿Cómo crees?- Alzó una ceja.

Junmyeon meneó la cabeza. -Era previsto, tú no entiendes nada sobre esos asuntos.

-Además,- Prosiguió Jongdae. -Yo no te veo como secretario de Baek... En realidad, no te veo como secretario de nadie.

-¿Por qué?

El otro se encogió. -Tú nunca seguirías a nadie, no estás hecho de esa pasta.

Chanyeol suspiró. -¿Verdad que no? Quién sabe el martirio que hubiera sufrido al lado de Kwon Baek.

-¿Ah que sí? Vele el lado positivo, nunca hubieran funcionado.

-Ambos son como dinamita, no imagino lo que serían juntos.

Minseok palmeó a Chanyeol en la espalda. -De todas formas, gracias, nos echamos unas buenas risas.

Chanyeol le sonrió de forma irónica antes de resoplar y mover los lápices que estaban sobre su escritorio, jugando de forma distraída. Mentiría si dijera que no le hubiera gustado conseguir aquel trabajo, seguramente la suma de lo que hubiera ganado sería muy grande y le bastaría para ayudar a su hermana y mantener a su familia a la misma vez; sin embargo la última mirada que Baek le había regalado se lo había dicho todo y aunque se había presentado, sólo había probado suerte y nunca esperó conseguir que lo contratasen. Así que ahora se resignaría a seguir caminando las calles en espera de que algún puesto de trabajo le cayera del cielo milagrosamente.

La clase guardó silencio por un momento y eso sólo significaba una cosa: Kwon Baek acababa de entrar. De alguna manera, aunque iban a hacer dos semanas desde que se encontraba entre ellos, seguía causando conmociones. Lo observaron caminar con su usual ceño fruncido y expresión latosa, cargando su mochila. Pero no se dirigió a su escritorio. Chanyeol alzó la vista cuando sintió a alguien parado a su lado, para su sorpresa era Baek, a quien no le había prestado ni la más mínima atención cuando había entrado. Le miró con ambas cejas alzadas en expresión curiosa, el más bajo se cruzó de brazos.

-Park, a la salida te vienes conmigo.- Declaró sin más, dándose media vuelta y caminando en dirección a su sitio.

Chanyeol tardó varios segundos en procesar las palabras que acababa de escuchar, se volteó a verlo.

-Aguarda, ¿qué?

El otro se giró. -¿Acaso eres sordo?

-No, pero...

-¿Qué?- Le ladró.

-¿N-no tendrías que haberme avisado antes sobre esto?

El más bajo le arqueó una ceja. -¿Disculpa?

-Podría,- Chanyeol se aclaró la garganta. -Podría tener cosas que hacer, ¿sabes?

Baekhyun le sonrió con sorna. -A partir de ahora trabajas para mí, Park, ya no tendrás otras cosas que hacer.

******

-¿En serio le harás caso?

Chanyeol cerró los ojos con el ceño fruncido, deseando que sus amigos dejaran de cuestionar su decisión respecto al momentito que dicho famoso diseñador le había hecho pasar aquella mañana. Y justamente no quería que se lo preguntaran dos veces porque entonces dudaría y se largaría de allí. Parecía una broma, primero deseando conseguir el empleo y luego queriendo huir cuando, al parecer, ya lo había conseguido por algún milagro inesperado, pero la verdad es que en esos momentos estaba acojonado. No iba a mentir.

Observó a sus amigos de reojo, se mantenían a su lado en la puerta del instituto, esperando a que Kwon Baek hiciera acto de presencia para llevárselo quién sabe a dónde; agradecía que estuvieran con él en esa situación cuando ni siquiera era una obligación. Los tres tenían expresiones algo serias en sus rostros, a Chanyeol esto le pareció gracioso en parte porque eso significaba que ninguno había salido todavía del estupor de hace algunas horas, cuando Baek le había aclarado que ya era su asistente personal. Lejos de reírse, todos se habían quedado completamente pasmados, incluyéndose, claro. Todavía no comprendía cómo fue que por la cabeza de aquel chico se había cruzado la idea de tomarlo como empleado, era inaudito, casi una locura. No sólo por los escasos tratos que ambos habían tenido y que habían prácticamente sentenciado la relación, sino también por el desastroso intento de entrevista que había montado. Fue impresentable.

Y aun así ahí estaba, esperando a Kwon Baek fuera de la escuela contra toda lógica. Se estremeció al pensar que desde ahora debería llamarlo jefe o algo por el estilo.

-¿Sucede algo?- Lo miró Jongdae, preocupado.

Él vio hacia abajo con una suave sonrisa. -Estoy bien, chicos, no es como si fuera camino al Averno.

Junmyeon frunció los labios. -Bueno...

En esos momentos, a través de las rejas abiertas, apareció Baekhyun, presuroso. Se detuvo en la acera y alzó su muñeca para observar su reloj con el ceño fruncido, entonces giró su rostro hacia la derecha y divisó a su nuevo secretario junto a tres chicos más. Se adelantó con paso firme y sólo se dirigió a Chanyeol, ignorando por completo a los demás.

-Sígueme.- Ordenó, acto seguido, se dio media vuelta y caminó en dirección contraria.

Chanyeol llenó de aire los pulmones y se giró hacia sus amigos con una sonrisa nerviosa.

-Deséenme suerte.- Susurró antes de caminar tras su... Jefe.

Los muchachos observaron silenciosos cómo se alejaba sin más

Minseok volteó a verlos. -¿No soy el único al que esta situación le parece surrealista, verdad?

Jongdae negó con la cabeza. -Creo que ni el propio Chanyeol se lo cree.

******

Chanyeol siguió a Baekhyun hasta un auto negro último modelo al que, para su emoción, se montaron. Fueron ocupando los asientos traseros mientras un chófer los llevaba hacia un destino, del cual, todavía no sabía nada. El viaje fue completamente incómodo ya que ninguno de los dos pronunció palabra alguna. Chanyeol intentó hacerlo en varias ocasiones o más bien pensó en hacerlo, pero el aura impenetrable que el más bajo sentado a su lado despedía, era tan densa, que no pudo hacer más que guardar silencio.

El auto se detuvo frente a un gran edificio. Cuando bajaron, echó su cabeza hacia atrás para que sus ojos pudieran abarcar por completo las enormes y vistosas letras que indicaban el uso de aquel lugar. Nita Kwon se encontraba escrito en elegante caligrafía de un color morado llamativo. Chanyeol notó que Baek había avanzado sin decirle ni una palabra y corrió para alcanzarlo.

Entraron e inmediatamente volvió a distraerse con el ambiente que lo rodeaba. Muchísimas personas corrían de aquí para allá con papeles en mano, varios royos gigantes de telas de diferentes aspectos y texturas, y muchos atuendos en perchas cubiertos por una protección de plástico. Algunos se frenaban al ver a Baek para hacerle una vistosa reverencia de noventa grados. Chanyeol se sorprendió de que varias de estas personas fueran bastante mayores que ellos. Observó cómo Baek los pasaba de largo, manteniendo su mirada al frente y su frente en alto. Chanyeol intentó varias veces adelantarse para posicionarse a su lado, pero este caminaba tan rápido que apenas lo lograba. Tomaron el ascensor, subieron varios pisos y cuando salieron, la misma muchacha que había estado junto a ellos en la entrevista apareció de la mismísima nada y comenzó a caminar detrás de Baek con diligencia.

-Señor.- Le hizo una reverencia. -¡Oh!- Exclamó al ver a Chanyeol a su lado. Parpadeó varias veces. -Es... Es una sorpresa tenerte aquí.- Habló con una pequeña sonrisa.

-Informe de gastos.- Habló Baek por delante de ellos.

Cho Hee se acercó presurosa a posar una tablilla con hojas sobre la mano derecha extendida. Chanyeol observó la acción con una ceja alzada. Doblaron una esquina y entraron en una extensa oficina con enormes ventanales que daban a la ciudad, pudo notar que se tenía una vista realmente preciosa desde allí. Baek se sentó frente al escritorio, él y la muchacha se quedaron en frente.

-Bien,- Habló por primera vez desde que habían salido del colegio, sacándolo de la atenta inspección que le estaba dando a la habitación. Lo vio con expresión seria. -Los presentaré formalmente puesto que trabajarán codo a codo desde ahora. Cho Hee, como verás, Park Chanyeol trabajará junto a nosotros como mi asistente personal.- Se dirigió a Chanyeol. -Ella es Shin Cho Hee, mi líder de confecciones.- Habló estirando un brazo en su dirección. -Ella es la jefa de todos mis talleres de producción en haute coutere.

-¿Haute qué?- Chilló Chanyeol.

Baekhyun pestañeó un par veces. -Sí... Trabajaremos en eso luego.- Prosiguió moviendo varios papeles. -Pasarás la mayoría del tiempo con ella de ahora en más, cualquier duda, ya sabes a quien recurrir.

Chanyeol volteó a mirar a su compañera con una enorme sonrisa. -Es un gusto.- Declaró en voz alta.

Ella sonrió, contagiada. -El gusto es mío, Chanyeol ssi.

-Sólo Chanyeol, por favor. O Chan o Yeol, como prefieras.

-Está bien...- Asintió. -Chanyeol.- Lo codeó amigable.

Él sonrió, sintiendo que se llevaría realmente bien con ella.

-Cho Hee.- Habló Baekhyun. -Déjanos por ahora.

Esta dio un tieso asentimiento y dándose media vuelta desapareció de la habitación.

El silencio rondó mientras Chanyeol y Baekhyun se sostenían la mirada. El más bajo entrelazó los dedos.

-Toma asiento.

Hubiera sido una cortés propuesta si no hubiera proferido tales palabras en tono de orden, lo que hizo que Chanyeol lo obedeciera a regañadientes. Supuso que debería ir acostumbrándose.

Después de todo, estaba ante su jefe.

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