La llegada de Eri-chan a la nueva casa fue algo emocionante pues entre mamá, Himiko, Kyoka, Ochako, Mina e Izuku organizaron algo pequeño en la casa y la verdad Inko comenzaba a dudar que las amigas de su hijo fueran solamente eso...

Llamenla loca o exagerada pero ese instinto materno le decía que había algo entre las amigas de su niño y su hijo, algo que trataban de ocultar pero por más que quisieran ocultarlo no lo lograban, estaban en algo muy fuera de lo común y tenía formas de probarlo inicando por esas miradas que decían todo y nada a la vez, el tono que usaban para referirse entre ellos...

Sin contar lo alegre y emocionado que estaba su hijo cada que estaba con sus amigas, esperaba una buena explicación de parte de su hijo en verdad que la esperaba porque de no ser así no sabría cómo actuar...

Mina- cuanto más va a tardar Eri-chan? Quiero conocerla! - no cabía en su emoción

Ochako- paciencia Mina, no debemos asustarla recuerdas? - su amiga asintió con un puchero

Mina- es que se veía tan adorable en las fotos que envió Kendo que... - quería estrujarla en un abrazo

Kyoka- se paciente quieres? - no parecía que se calmara rápido

Inko- chicas tranquilas, si Eri-chan las llega a encontrar así la asustaran- regañó la peliverde a lo que las chicas asintieron

Mina- perdón señora Midoriya... - la peliverde simplemente acarició el cabello de la pelirrosa

Inko- sólo manten controlada esa emoción si? - la chica asintió justo cuando un auto se detenía frente a la casa Midoriya

Naomasa- bien aquí es... - abrió la puerta trasera y de ella salió oa niña usando su pijama de tiburón y abrazando un peluche que le habían dado en el hospital, un conejo verde sumamente grande que apenas podía sujetar con sus manitos

Mina- awww, es tan adorable que creo que me va a dar algo... - murmuró a su amiga castaña quien asintió

Ochako- es tan adorable que creo que necesito algo para contrarrestar estos niveles de azucar... - su amiga pelimorada a su lado soltó un suspiro

Naomasa- Eri, desde ahora vivirás aquí te parece? - la niña miró hacia la casa y en especial al pecoso junto con unas señoritas

- BIENVENIDA A CASA ERI-CHAN - una pancarta que sinceramente la emocionaba mucho

Izuku- bienvenida Eri-chan... - la niña le miró con ilusión antes de avanzar con algo de miedo hacia el chico

Eri- en verdad me quedaré aquí... - habló con miedo al chico quien le tomó en brazos con una gran sonrisa

Izuku- claro que sí... Desde ahora vivirás conmigo y así no tendrás nada que temer- la niña simplemente abrazó al chico dando una linda escena

Claro no todo podía ser alegría pues del otro lado de la ciudad cierta chica peliblanca debatía que hacer con respecto a lo que había escuchado en el hospital...

Había sido muy difícil el admitir que le gustaba un chico que era menor que ella para luego venga a decir que en verdad le gustaba más de una chica y estaba dispuesto a salir con todas al mismo tiempo y las chicas habían aceptado, sonaba tan irreal...

Estas semanas incluso su trabajo se vio afectado por eso, sus alumnos lo notaron, la maestra Fuyumi se encontraba distraída y aunque trataron de animarla siendo los niños más adorables no lograron mucho, quería estar con el chico enserio pero siendo esta situación tan distinta... No sabía que pensar con respecto a esto, no sabía cómo actuar y no sabía si era correcto esto.

Cosa que no pasó desapercibida por su madre quien la arrastró de su habitación hacia la sala y no la iba a dejar ir hasta que hablara y así lo hizo...

Rei- vaya... - su hija simplemente se hizo bolita en el sillón sin saber bien que hacer

Fuyumi- me gusta Izuku y en verdad es un buen chico, es educado y bastante atractivo pero... - que tenga un harem no terminaba de entrar en su cabeza

Rei- has hablado con las chicas que están en... - no sabía bien cómo expresarlo- ya sabes...

Fuyumi- ellas parecen muy decididas en estar con esto y la verdad... - estaba muy confundida

Rei- tu que quieres? - su hija le miró con bastante incredulidad, pensaba que era obvio lo que quería- no me refiero a eso... Te ves estando en una relación tan inusual con Midoriya-san? - su hija no respondió- cariño no soy muy buena con estas situaciones románticas, lo más cercano a un romance que tuve fue tu padre y la verdad no lo disfruté tanto cómo debía, estaba nerviosa por lo que iba a suceder luego que mi madre y padre me vendieran, tenía miedo que Enji la primera noche me obligara a.. Ya sabes... - no parecía animar a su hija- pero no fue así... Tu padre fue paciente y se dio el tiempo para conocerme, quería que las cosas fueran más amenas a pesar de lo que hacía, trató de que las cosas fueran bien... - Fuyumi no terminaba de entender hacia dónde iba todo esto- quizá esta relación no es lo que esperas, piensas que puede ir todo mal pero has pensado en la otra posibilidad? Que seas feliz con esa decisión? - su hija bajó la mirada

Fuyumi- no... - ni había pensado en lo bueno, quizá por sentirse celosa por no tener todo el amor del chico

Shoto- deberías hacerlo- la voz de su hermano la asustó mucho

Fuyumi- deja de hacer eso Shoto! - regañó a su hermano quien comía un helado

Shoto- no es lo que querías? Estar con un chico? - su hermana bajó la mirada nuevamente

Fuyumi- no es tan fácil Shoto... No es una relación de dos personas, son más... - su hermano no parecía entender

Shoto- tu no vienes de una relación normal- su hermana le iba a regañar nuevamente- y a un así has sido una hermana espectacular y buena... Me has tenido mucha paciencia y mantienes a Natsuo a raya, sus hijos saldrán bien- su hermana se puso roja cual tomate

Fuyumi- Shoto! - ni había pensado en eso

Shoto- deberías intentarlo... Seguro te da una buena sorpresa- siguió comiendo su helado dejando a su hermana pensativa

Rei- no cometas mi error si? - su hija no sabía cómo responder- yo perdí la oportunidad de tener a quien amaba, no me arriesgué y puede que a ti te pase lo mismo, lamentando no decirle lo especial que era esa persona... - bajó la mirada recordando aquellos rizos negros- no vivas una vida lamentando no hacer las cosas...

Fuyumi- crees que seré feliz? - su madre le abrazó con mucho cariño

Rei- se que estarás bien y se que serás la más alegre... - su hija pareció calmarse- has lo que te pida tu corazón Fuyumi...

Fuyumi- gracias mamá... - se sentía más calmada

Shoto- y yo qué? - se sintió ofendido con su hermana quien soltó una risita

Fuyumi- y gracias Shoto... - arrastró a su hermano a un abrazo quien siguió comiendo helado

Con esa decisión no tardó en llamar al pecoso y aunque le temblaba la voz le dijo que lo mejor era reunirse lo antes posible, en verdad estaba nerviosa con esta decisión pero tenía que hacerla, su madre tenía razón y no iba a vivir una vida que tenga arrepentimiento, la iba a vivir a su manera y a quien no le guste pues que vea para otro lado, ella iba a hacerlo no importaba qué y por eso se reunió en el parque dónde le indicó el pecoso chico.

Fuyumi- en verdad estoy loca por lo que voy a hacer... - le emocionaba de cierta manera, pensaba en lo que podrían hacer siendo novios

Izuku- Fuyumi-san! - la chica volteó a mirar al peliverde y se llevó una sorpresa al mirarlo de la mano con una niña con pijama de tiburón y un pelo muy blanco

Eri- señor Izuku quien es ella? - señaló a la peliblanca quien se quedó sorprendida de la niña

Izuku- oh ella es... - antes de hablar la peliblanca se acercó a la niña y se agachó a su altura- Fuyumi-san?

Fuyumi- es tan adorable... - la niña se escondió detrás de su cuidador quien sonrió tenso

Izuku- lamento eso, le gusta pasar tiempo a mi lado y... - la albina se levantó y le sonrió

Fuyumi- no tienes que explicar nada ahora si? - el chico asintió con vergüenza- eh estado pensando en esa propuesta y... - sonrió segura de su decisión- estoy lista Izuku...

Izuku- segura? - en verdad no quería atarla o algo- ahora las cosas han cambiado un poco con todo esto de que perdí mi trabajo y ahora tengo una niña que cuidar y... - la chica puso su dedo en los labios del peliverde

Fuyumi- Izuku cuido a 30 niños de 6 años, puedo ayudarte si quieres- le sonrió con cariño a lo que el pecoso mostró un sonrojo

Izuku- entonces... - se atrevió y le dio un beso pequeño confundiendo un poco a la niña que no sabía que hacía su cuidador- me alegra estar contigo Fuyumi... - susurró en los labios de la chica quien sentía sus mejillas arder