Cuando Ian y Valerie se quedaron solos, los dos se miraron como si hubiera un entendimiento táctico entre ellos. Se conocían desde hacía tanto tiempo que ni siquiera tenían que decir nada para saber lo que el otro pensaba.

Al mismo tiempo, dijeron lo que había que decir.

"Ella es la elegida". "Definitivamente, es el elegido". Valerie era lo primero, mientras que Ian era lo segundo.

Los dos suspiraron mientras se miraban fijamente. Ambos se conocían bastante bien. Tan bien que ambos sabían que el otro también era gay/lesbiana sin siquiera tener una conversación. Sí que habían tenido una conversación para cagarse de risa, pero nunca habían sentido la necesidad de salir del armario el uno al otro.

Se conocían desde que tenían 5 años y se comprometieron hace un año porque sus padres les presionaron para que se casaran con alguien. En una sociedad hetero normativa, les daba miedo salir del armario, sobre todo si lo hacían solos. Decidieron comprometerse, e incluso casarse, hasta encontrar a la persona que buscaban. Sorprendentemente, ambos encontraron el amor de sus vidas al mismo tiempo. Verdaderamente, eran los mejores amigos.

"¿Qué hacemos ahora...?" Ian fue el primero en preguntar. Lamentaba haber dicho que tenía una prometida, pero no quería mentir.

Valerie quería llorar. "No lo sé, pero definitivamente no me miró".

"Si es gay o bi, creo que me va a ignorar después de saber que eres mi prometida..."

Los dos suspiraron una vez más. Iba a ser una montaña rusa de emociones y una explicación infernal.

*****

Calvin hizo que el chófer dejara a Lucy primero y llegó a su propio apartamento cerca de la medianoche. No dijo nada y no se sentía demasiado bien, así que quiso entrar para estar en su propio espacio.

Cuando entró, cerró la puerta y se deslizó con la espalda pegada a la puerta hasta quedar sentado en el suelo junto a la entrada. No dijo mucho, pero sintió que le dolía el corazón al saber que Ian ya tenía una prometida. Hacía que su corazón quisiera romperse en pedazos. Ya había pensado en aceptar el amor del hombre, pero ahora dudaba. Olvidó que el hombre no tenía recuerdos como él.

Pensamientos rápidos inundaron su mente. ¿Qué pasaría si Ian no volviera a enamorarse de él en esta vida, y fuera solo Calvi quien amara al Sistema de Dios? Ya se arrepentía de no haber correspondido a los sentimientos del hombre en el último mundo hasta el final. Y ahora tenía miedo de no ser capaz de tener el amor de este hombre una vez más.

¿Debía rendirse y no hacerse daño, o debía perseguir a Ian hasta no poder más? ¿Pero qué hay de la prometida de Ian, Valerie? Parecía una buena mujer y él no quería hacerle daño. No quería causar un drama o un caos solo porque el Sistema Dios no lo amaba en este mundo.

[El Sistema 225 estaba perdido. Incluso él sentía que era extraño que Sistema del Dios no estuviera al lado de Anfitrión. [Tal vez haya alguna circunstancia especial de por qué están juntos y en realidad, no se quieren de esa manera]. Sistema 225 estaba en lo cierto, pero ellos no lo sabían.

"Está bien, Sistema. No tienes que intentar animarme..."

Calvin se levantó lentamente del suelo y se dirigió a su ordenador. Sacó la tarjeta de visita del bolsillo e iba a ponerla donde guardaba todas sus tarjetas de visita y vio que la de Ian era negra con letras blancas. No tenía mucho en ella, salvo la empresa en la que trabajaba, su título, su nombre, etc. En el reverso, el número de teléfono de Ian estaba escrito con tinta blanca.

La tinta blanca no era algo que la gente llevara consigo a menos que fuera un artista, ¿a Ian le gustaba dibujar? Bueno, el hombre sí que llevaba tarjetas de visita negras, así que quizás era normal que llevara bolígrafos de tinta blanca. Sentía que había muchas cosas que no sabía sobre el Sistema Dios.

"Sistema, ¿cómo le salva la interacción con Sistema Dios?"

Esto era lo que quería saber. ¿Qué sentido tenía entrar en contacto con él? ¿Tenía que hacerlo? Sin embargo, no quería sentirse así... Quería amar, pero si el amor siempre le hacía daño, ¿qué sentido tenía?

[Su primer contacto con el Sistema de Dios en cada mundo me permitiría entrar en una parte de su secuencia del alma. Cada alma tiene una estructura que es similar al ADN. Esta secuencia puede mutar, romperse, construirse y curarse. Como Sistema, especialmente uno que está desvinculado del centro de mando, puedo ayudar al Sistema Dios a acelerar el proceso de curación. Pero Sistema Dios construye inconscientemente nuevas secuencias o las cura por sí mismo al tomar energía del mundo que ocupa el cuerpo original. No tiene un Sistema que le diga lo que debe hacer, pero su alma es capaz de guiar a Sistema Dios para que haga lo que su cuerpo ha previsto para obtener esa energía.

[Cuanto más interactúe con el Sistema Dios, más puedo hacer para ayudarlo. Puedo acelerar el proceso de curación para que el Sistema Dios no necesite una cantidad ridícula de mundos para curarse. Si somos capaces de interactuar con Sistema del Dios hasta completar un mundo de rango A, debería estar completamente curado para entonces].

"¿Sería capaz el Sistema Dios de retener algunos de sus recuerdos si se cura más rápido?"

[Sí, eso es correcto, pero tendría que acompañarte a través de todos los mundos a los que vayas. Aun así, no creo que tengas que preocuparte demasiado por eso...]

¿Por qué dices eso?

[Vosotros dos tenéis un vínculo como ningún otro. Su alma definitivamente seguiría la tuya dado lo posesivo y poderoso que es el Sistema Dios hacia ti. Se quedó a tu lado, incluso si ustedes dos no estaban oficialmente juntos en el último mundo. No importa el cuerpo en el que esté, seguro que recuperará sus instintos una vez que vengas al mundo. Sobre todo si seguís en contacto el uno con el otro].

Calvin se sintió un poco mejor al escuchar lo que dijo Sistema 225, pero le resultó difícil. Quería confiar en Sistema Dios, pero, al mismo tiempo, quería retener a Sistema Dios y guardarlo para sí mismo, para sentirse tranquilo. Esos sentimientos lo sofocaban, pero era la única forma que conocía de amar

Calvin sabía que tenía un sentido retorcido de lo que era el amor, pero su problema no estaba en los sentimientos, sino en la noción de cómo expresar el amor. Sabía que tenía que averiguar cómo representar sus sentimientos de amor. Cómo hacerlo comprensible para su pareja, pero también respetar a su pareja. Todo era tan nuevo para él.

Solo recordaba cómo su exmarido expresaba su "amor", si es que eso era "amor". Era cruel y degradante. Él no quería ser así, pero su mente solo veía eso. Todo se reforzó aún más debido a su paso por el Sistema de Villanos. La mayoría de las personas en las que se convirtió tenían algún tipo de visión retorcida del amor. La forma en que lo expresaban era especialmente brutal, y eso si es que tenían esas emociones.

Él no era como ese exmarido suyo o esos villanos que estaban cegados por el amor y utilizaban la violencia para reforzarlo. No era un monstruo y no quería serlo. Por lo tanto, decidió al menos hablar con Ian. Si se comunicaban, las cosas no se malinterpretarían. Si llegaba a conocer más a Ian, sus temores se disiparían. Tal vez... tal vez Ian se enamoraría de él también en este mundo. Eso era todo lo que podía esperar.

Calvin respiró profundamente un par de veces más antes de calmarse finalmente.

Decidió que interactuaría con Ian todo lo que pudiera. Le ayudaría y se quedaría a su lado, aunque eso significara que Calvin tuviera que ver cómo Ian se enamoraba de otra persona... cuidándolo. Era lo máximo que podía hacer por ahora.

Calvin sabía que no podía centrarse demasiado en Ian y que tenía que volver a sus misiones. Las misiones tenían que ser lo primero antes que el Sistema Dios. Aun así, seguía queriendo arrastrar a su amante con él mientras completaba esas misiones. Por ahora, no podía hacerlo, pero tal vez en los mundos futuros, sería capaz de...

En verdad, se cayó muy fuerte. Su mente siempre estaba ocupada en encontrar el Sistema Dios y amarlo de alguna manera. Este amor suyo era una bendición y una maldición.

Mientras pensaba eso y colocaba la tarjeta en su escritorio junto al teclado, su teléfono vibró en su bolsillo. Creyó que era Lucy, que quería asegurarse de que llegaba bien a su casa, pero era Ian. No hizo clic en él, sino que lo leyó desde la barra de notificaciones.

Ian: "Hola Calvin. Perdona que te mande un mensaje tan tarde. Después de llegar a casa, me he dado cuenta de que me gustaría conocerte más y hacernos amigos. No tienes que hacerlo si no quieres, pero si estás libre, deberíamos salir a cenar o a comer algún día."

Calvin no pudo evitar sonreír al leer el mensaje. Se le encogió el corazón al pensar que Ian también pensaba en él. Aunque no fuera de la misma manera, significaba que estaba en los pensamientos de Ian.

Cuando Calvin volvió a la realidad, ya habían pasado 20 minutos desde que recibió el mensaje. Rápidamente envió una respuesta.

Calvin: "Hola, lo siento, acabo de ver tu mensaje. Me encantaría cenar contigo. Estoy libre cuando sea, así que dame una fecha y hora".

Ian, que esperaba pacientemente junto a su teléfono con cara fría, dio un salto de alegría cuando escuchó vibrar su teléfono. Al ver que era Calvin, su cara se iluminó al instante. Le costó una eternidad pensar en la respuesta perfecta. Los dos se enviaban mensajes de texto nerviosos, pero sus corazones se sentían cálidos y felices.

Esa noche, Calvin estaba atrapado en un ciclo de pesadillas, la última fue la peor para él...

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Una vez más, Calvin se despertó en medio de aquel apartamento. Estaba inquietantemente silencioso, sin luces artificiales encendidas, solo un pequeño chorro de luz que entraba por una ventana en el cuarto limpio. La habitación tenía la misma temperatura durante todo el año, tal y como él recordaba. Nunca cambiaba por mucho calor o frío que hiciera fuera.

Calvin miró a su alrededor y sintió que su cuerpo temblaba. Cayó al suelo y apretó los dientes.

Sabía que era solo una pesadilla, pero siempre le pillaban cuando estaba en su punto más bajo. Esperaron a que bajara la guardia para atacarle.

*Click*

Calvin oyó el sonido de la puerta al abrirse. Corrió frenéticamente hacia la puerta. Calmó su respiración y esperó a que la puerta se abriera.

Cuando lo hizo, Calvin vio a Ian en lugar de a Derick. Se sorprendió, pero aun así lo saludó como lo haría con Derick.

Ian sonrió y le dio a Calvin un beso en la mejilla. "Estoy en casa".

"Bienvenido a casa". Calvin sonrió mientras le quitaba el maletín a Ian. "¿Qué tal el trabajo?"

"Un poco cansado, pero pudimos crear con éxito este programa que..." Ian hablaba con celo de su trabajo. No entró demasiado en detalles, pero fue suficiente para que Calvin pudiera entender la importancia del programa.

"¿Y tú, @$#!&%?" Ian dijo un nombre que no pudo oír, pero lo ignoró.

"Mi día estuvo bien, Ian".

Cuando dijo el nombre de Ian, este dejó de moverse. Se quedó mirando a Calvin, con los ojos llenos de furia. Sin saber por qué Ian estaba enfadado, parpadeó un par de veces. Con cada parpadeo, el rostro borroso de Ian se convirtió en su exmarido, Derick.

Calvin retrocedió inmediatamente. Su rostro se llenó de horror al ver la cara de enfado de Derick. Derick dejó su abrigo y se dirigió lentamente hacia Calvin, que lo miraba fijamente contra la pared.

"¿Quién es este, Ian, del que hablas?", dijo Derick, haciendo crujir el cuello y los nudillos como si se estuviera preparando para una pelea y tratara de intimidar a la otra persona. El sonido resonó en todo el apartamento. Era tan silencioso que un alfiler podría caer y desviar su atención.

"¡Nadie! Fue un error mío. Un lapsus. Estaba aturdido después de leer una historia con el protagonista que se llamaba Ian". Calvin se apresuró a explicar esperando que Derick se creyera esa excusa, pero el hombre no se la creyó. Derick estaba demasiado nublado por la ira como para registrar la explicación de Calvin.

Al ver que Derick levantaba la mano, Calvin cerró rápidamente los ojos. Estaba suplicando. Suplicando que alguien lo despertara. Suplicando que apareciera el Sistema 225. Incluso esperando que Ian o incluso Damien vinieran a salvarlo.

Sentía que retrocedía en el tiempo. Sin esperanza e inútil. No podía ni moverse. Temblando. Estaba tan asustado que se congeló.

Los años en el sistema estallaron en humo, dejándolo indefenso. Una vez fue un artista marcial, un genio del cultivo, un boxeador, un agente de operaciones especiales, un guardia de la sombra, un caballero, etc. Tuvo tantas vidas diferentes en las que tuvo que valerse por sí mismo.

Pero frente a su peor pesadilla. El hombre que le hizo más daño que nadie, incluso más que el Sistema de Villanos, Calvin se sintió como un simple muñeco de trapo.

Eso está mal, ¡no soy un muñeco de trapo!

Sabía que era un sueño, pero no podía cambiar su forma de hablar o de pensar. Como si fuera una marioneta y un titiritero estuviera controlando sus hilos, haciéndole moverse de formas que él sabía que no haría.

Sabía que era más fuerte que esto. ¿Suplicando? ¿Por qué suplicaba ayuda? Pero el Anfitrión dejó de luchar y se vio a sí mismo viviendo este sueño.

Después del primer golpe en la cara, se adormeció. No pudo sentir la constante patada en las tripas ni el estrangulamiento en el cuello. Se quedó tumbado, renunciando a la resistencia. No dijo ni una palabra porque su cuerpo se resistía a lo que realmente pensaba y quería hacer.

Este no soy yo, yo me defendería.

Se quedó tumbado en el suelo durante quién sabe cuánto tiempo. Calvin vio a Derick sentado en el sofá frente al televisor. Estaba viendo las noticias tranquilamente, como si no acabara de golpear a su marido, que estaba tendido en el suelo cerca de él. Era como si no hubiera visto al hombre sangrando por la boca o el moratón que tenía alrededor del cuello.

Calvin se apartó de él y comenzó a arrastrarse sobre su estómago para llegar a la puerta. No le importaba que Derick siguiera en la misma habitación, solo sabía que tenía que salir de allí.

Soy más fuerte que esto. Sé que lo soy.

Mientras arrastraba lentamente su cuerpo por el suelo, vio a dos hombres de pie junto a la puerta. Uno era Damien y el otro era Ian. Los dos parecían deslumbrantes, uno al lado del otro. Parece que se dieron cuenta de su presencia y lo miraron con confusión. No lo reconocieron.

"Damien, Ian..." Calvin les llamó, mirando hacia ellos. Suplicando con los ojos que le ayudaran a salir. Solo necesitaba irse. No le importaba a dónde lo llevarán. Cualquier lugar era mejor que aquí.

No necesito depender de ellos. Soy fuerte. Yo también soy igual de fuerte. ¿Por qué gritas así? Eres capaz de cuidar de ti misma y lo sabes.

Pero entonces sus ojos se abrieron de par en par con horror. Junto a los dos hombres estaban Alec y Calvin. Sostenían las manos de su amante y miraban al Anfitrión. No dijeron nada, solo devolvieron la mirada y sonrieron a sus amantes. La puerta se abrió y los cuatro salieron. Ignorando al Anfitrión que seguía en el suelo.

"¡NO, POR FAVOR, NO ME DEJÉIS AQUÍ! ¡ALGUIEN! ¡ALGUIEN! POR FAVOR, AYÚDENME!!!"

Gritó a pleno pulmón, más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado. Sentía que su voz estaba agrietada y ronca por sus gritos, pero quería salir cuanto antes.

¡Deja de gritar! ¡Esto es un sueño! ¡Ya no estás ahí!

En ese momento, sintió que alguien le agarraba el tobillo derecho. Se dio la vuelta y vio a Derick sonreír.

"No importa lo lejos que corras, nunca podrás escapar".

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El Anfitrión se incorporó de su escritorio jadeando y tratando de recuperar el aliento. Ni siquiera recordaba cuándo se había quedado dormido. Quería escribir un poco porque no pudo dormir antes, pero de alguna manera se quedó dormido sin saberlo.

Su corazón latía a mil por hora y sentía que iba a atravesar su pecho. Intentó calmarse, pero no consiguió que su respiración se acompasara. Lentamente, miró alrededor de la habitación. Las luces de la calle iluminaban su habitación, proyectando sombras cada vez que pasaban coches solitarios. Pudo ver los libros habituales encima de su escritorio y alrededor de la habitación. El ordenador estaba en modo de reposo, esperando cualquier movimiento de su dueño para encenderse.

La oscuridad le penetraba en la piel, calando en sus huesos, creando un escalofrío que le recorría la columna vertebral. Subió las piernas, abrazándolas para mantener el calor. Todavía podía sentir el dolor en el abdomen, el dolor en el corazón y el sabor de la sangre en la boca. Todo parecía demasiado real, pero también muy falso. Como si alguien estuviera entre bastidores, moviendo los hilos como si él no fuera más que una marioneta. Susurrándole mentiras al oído y mostrando sus debilidades ante sus ojos. Tomaron sus puntos fuertes y los derribaron al suelo, esperando que se desmoronara y se convirtiera en cenizas.

Sabía que era capaz de levantarse, pero ese sueño pretendía que no lo era. Pretendía que estaba roto y era inútil.

Se calmó y respiró profundamente.

Soy fuerte. Soy poderoso. Soy capaz. Soy digno. Soy resistente.

Finalmente gritó: "Sistema..."

[Era la primera vez que veía a su anfitrión tan afectado. Había tenido muchas pesadillas en el último mundo, pero esta era la peor que había visto a su Anfitrión.

"¿Qué hora es?" Estaba agotado. Aunque dormía, sentía que su cuerpo se negaba a descansar aunque su mente quisiera apagarse.

[4:36 AM, Anfitrión].

Calvin miró hacia la ventana por un momento antes de cerrar los ojos. Sea lo que sea lo que le perseguía, sea lo que sea la oscuridad que decidió apoderarse de él como un demonio dentro de las sombras de su corazón, él los desafiaba.

Y cuando los encontrara, se aseguraría de aplastarlos. Aplastarlos y convertirlos en polvo.