X
Felix
—Siento mucho que te hayan hecho eso, por lo general no suelen involucrar a nadie más en sus bromas —el chico delgado hizo una mueca a mi lado antes de extender su mano hacia mi—. Mi nombre es Kim Seungmin.
—Lee Felix. —acepté su mano.
—Oh así que tu eres el famoso Felix —asintió suavemente—. ¿Te doy un consejo?
Me encogí de hombros mientras sacudía mi cabello, intentando quitar el liquido que aun goteaba de los mechones. Sabía que no iba a poder librarme del fuerte olor hasta que llegase a mi casa pero al menos podía detener el flujo de la maldita bebida por mi rostro.
—Aléjate de los Fire Spirit.
Me detuve y lo miré—. ¿Lo dice el chico que vive con ellos?
—Estoy con ellos porque no tengo otro lugar al que ir, Felix —se encogió de hombros—. Ellos me acogieron y pusieron un techo sobre mi cabeza, para mi son mis salvadores pero para tí... son solo problemas que no necesitas.
—¿Son tan malos como dicen?
Negó—. Yo no dije que fueran malos, solo son problemáticos. —me miró por el rabillo del ojo—. El peor es Hyunjin.
—¿Por qué?
—Creo que ya te has dado cuenta de ello, ¿no te parece? —elevó una ceja en mi dirección.
Apartando la mirada, observé mi camiseta azul machada por la cerveza e hice una mueca. Dios, no tenia idea de si las manchas de cerveza eran lavables pero adoraba esa camiseta, no quería tener que tirarla a la basura.
—¿No crees que Hyunjin sea malo? —preguntó suavemente luego de unos minutos sin respuesta de mi parte.
Volví a mirarlo y sacudí la cabeza—. No, no lo creo.
—Por si no te has dado cuenta, permitió que sus amigos te arrojaran cerveza encima y no hizo ni un sonido para ayudarte —me miró con el ceño fruncido—. ¿Eso no lo hace malo para ti?
Pensé en ello un momento, recordando la mirada dura que Hyunjin me había dedicado mientras estaba en el suelo. Había dolido en cierto punto pero no era como si realmente fuéramos amigos, él no tenia ninguna razón por la cual defenderme. En todo caso, yo jamás tendría que haber entrado a ese bar.
—No. —contesté luego de unos segundos—. Él no es malo, me advirtió que ese no era mi lugar pero yo fui demasiado testarudo para escucharlo.
Seungmin me miró por unos segundos, sus ojos estrechados en mi hasta que una pequeña sonrisa floreció en sus labios—. Ya veo. —asintió—. ¿Que es lo que pretendes hacer entonces?
—¿De qué?
Deteniéndose frente a la parada del autobús, se colocó frente a mi—. Acabas de defender a Hyunjin luego de que sus propios amigos te hicieran una broma bastante cruel a mi parecer. Pareces querer algo pero no logró poner el dedo sobre qué, exactamente. Así que dime, ¿que harás ahora?
—No lo sé —me encogí de hombros—. Supongo que Hyunjin tenia razón después de todo, yo no pertenezco a su mundo. Intenté encontrar algo que al parecer, no estaba allí desde un principio y terminé empapado en cerveza.
—¿Que esperabas encontrar?
—El corazón de Hyunjin. —apreté los labios, golpeándome mentalmente por haberlo dicho.
—¿Quien dice que no tiene corazón? —inclinó la cabeza hacia un lado, mirándome—. Mira, no soy el mayor partidario de Hyunjin, personalmente creo que es un imbécil —suspiró—, pero eso no quiere decir que no tenga sentimientos.
—Estas siendo un poco contradictorio en este momento. —me quejé.
Eso logró que sonriera—. Lo siento —rió—. Pero lo que quiero decir es que muchas veces las personas creen que si no demuestran debilidad, entonces no son débiles. Tanto Bang Chan como Hyunjin tuvieron una vida difícil, recibieron muchos golpes en el camino y sus personalidades se formaron en base a ello —hizo un gesto con la mano hacia mi—. Creo que eres la primer persona que vio más que los tatuajes y la actitud de prostituto de Hyunjin.
—¿Quieres que vuelva allí para que tengan una segunda oportunidad de humillarme? —chillé—. Lo siento, amigo, pero no me gusta el masoquismo.
—Creo que si en verdad crees que hay algo más en él, no deberías dejarlo solo por esos dos imbéciles — sonrió antes de encogerse de hombros—. Además, siempre puedes vengarte como, no sé, pinchando las ruedas de sus motocicletas o quitando sus bujías. Es solo una idea, obviamente.
Lo miré unos segundos con la boca abierta antes de echarme a reir—. Me gusta como piensas, Seungmin.
—Creo que se me ha pegado algo de esos tontos gracias a la convivencia.
Sonreí—. ¿Que me aconsejas que haga ahora?
—Desaparece por una semana —pidió—. Conozco a Hyunjin hace pocos meses pero su peor defecto es la culpa. Déjalo sufrir un poquito —rió—. Voy a pincharlo hasta que te pida disculpas como es debido. Estoy seguro de que después de eso te verá de otra manera.
Asentí—. Te tomaré la palabra entonces.
Hyunjin
Una semana después...
—¡Seungmin! —mi grito traspasó la casa cuando corrí por las escaleras, tropezando en el último escalón y cayendo de boca al suelo.
—¿Que ray...? —los pies del chico aparecieron frente a mi un segundo despues—. ¿Te caíste nuevamente?
—No me caí —me puse de pie, sacudiendo mi ropa—. Me tiré por que quise.
—Si, obvio, y Minho se pasea desnudo porque no tiene ropa —rodó los ojos—. ¿Para que me llamabas?
Revolviendo mis bolsillos, alcancé mi celular y encendí la pantalla, enseñándosela—. Sesenta mensajes de disculpas y más de treinta llamadas y Felix aun no me contesta.
Miró del teléfono a mi y nuevamente al aparato—. ¿Y yo que tengo que ver?
—Fuiste el último que habló con él —lo apunté—. Seguro le dijiste algo venenoso en mi contra.
—¿Yo? —sus ojos se abrieron de par en par—. ¿Acaso recuerdas por qué estas pidiendo disculpas o debo refrescarte la memoria?
—¡Pero ya me disculpé!
—Bueno, al parecer no has estado haciendo bien por lo que veo —se encogió de hombros—. Si no, Felix ya te hubiese perdonado —paso a mi lado—. Es un chico muy simpático.
—¿Simpático? —me giré, siguiéndolo por el pasillo—. ¿Como sabes que es simpático?
—Oh, hemos estado hablando últimamente —me sonrió sobre su hombro—. Ya soy su amigo oficialmente,¿puedes creerlo?
«1...2...3... si lo mato Chan me corta los huevos...4...5...6... si lo mato me va a ir peor».
Tomando un respiro profundo, seguí su delgada espalda hasta la cocina donde el chico se sentó en la mesa y me miró.
—¿Que se supone que haga? —pregunté.
—¿Hacer de qué?
—¡Sobre Felix, Seungmin! —grité.
—Oh dios, te alteras por nada, ¿lo sabias? —hizo un gesto despectivo con su mano antes de alcanzar una manzana y darle un mordisco—. Debes tomarte las cosas con más tranquilidad.
—Sabes bien que odio que las personas estén enojadas conmigo, Seungmin —mi voz salió parecido al chillido de una rata pero no me importo—. Se me caerá el pelo, ¿entiendes lo que es eso? ¡Estoy estresado! Ayúdame.
—¿Porque debería hacerlo? —mastico el trozo de manzana—. Tu no le ayudaste a Felix en el bar.
—¡Estoy arrepentido! —me dejé caer en la silla a su lado y hundí mi rostro en mis brazos—. Lo siento, debí haberlo ayudado, ya me siento como una mierda no lo hagas peor, ¿si?
—Personalmente estoy disfrutando de tu sufrimiento —aceptó—. Es más, creo que es saludable para ti. En toda la semana, has estado demasiado ocupado revolcándote en tu miseria y no te has acostado con nadie. Creo que es un avance.
—Te odio, Seungmin. —musité.
—Si, es mutuo —suspiró, jalando un mechón de mi cabello me obligo a levantar la mirada—. Pídele una verdadera disculpa, Hyunjin, que en verdad se dé cuenta de que lo sientes.
—¿Como hago eso?
—Usa tu imaginación —se encogió de hombros—. Sé que pudes ser lo bastante original cuando te conviene.
—No recuerdo haberme acostado contigo —negué—. ¿Como sabes sobre mi imaginación?
—Eres un cerdo. —se quejo mientras se ponía de pie y salía de la habitación.
Gemí mi miseria nuevamente y dejé caer la cabeza contra la mesa, escuchando el sonido de mi cráneo siendo abollado. Desde pequeño había tenido un problema con que la gente se enojara conmigo, no me gustaba fallarle a las personas, me sentía mal físicamente luego de hacerlo. Tenia que encontrar la manera de pedirle disculpas a Felix.
—¿Sigues revolcándote en tu miseria? —levante la mirada para ver a Changbin sentarse frente a mi, me queje nuevamente—. Siempre has sido dramático, desde que eras un mocoso.
—Cállate, imbécil. —murmuré—. Si no vas a ayudar no digas nada.
—¿Como quieres que te ayude?
—Dime una forma de pedir perdón que sea infalible.
Seo me miró por un momento antes de sonreír—. Ponte de pie, Romeo, el tío Changbin va a ayudarte.
🍂 ᴺᵒˢ ˡᵉᵉᵐᵒˢ ˡᵘᵉᵍᵒ 🍂
ㅡB Y B Y
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro