Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⌜01⌟

El mundo del entretenimiento es amplio, un universo que es capaz de llevarte al cielo y al mismo tiempo, llevarte a las profundidades del infierno. Todos en este mundo ríen, sufren, sueñan, nadie esta excepto, ni la figura pública ni sus fans. Dentro de este basto mundo existen fenómenos muy comunes entre fans y artistas. El nivel de dependencia que tiene uno del otro, la obsesión, la posesividad y entre otros que, de una manera u otra, afectan de gran manera la vida de los involucrados y justamente, ese era el caso de Lee Taemin.

Desde niño, Taemin soñaba con ser famoso, impactar el mundo con su voz y sus talentos. Años más tarde, ese sueño se hizo realidad cuando cumplió los quince años y debutó en SHINee, un grupo que lo acogió y lo llevó al desconocido mundo de la fama. Con el pasar de los años, empezó a crecer y a madurar, a conocer más y a compartir más con sus fans, chicas maravillosas que le apoyaban y alentaban a seguir adelante, preciosas piedras que estaban allí en todo momento brindándole amor, palabras de aliento y ¿por qué no? También le recordaban que era de ellas y de nadie más.

Con el tiempo, esas palabras empezaron a rondar su mente, comenzaron a hacer mella en sus pensamientos, arraigándose a lo más profundo de su ser. Mientas más las escuchaba, más eco hacían en su mente y poco a poco empezó a creerlas, las hizo parte de él un día y ya no hubo marcha atrás. Muchos podrían decir que desarrolló síndrome de Estocolmo, otros dirían que había perdido el juicio, algunos opinarían que su forma de pensar era correcta, pues gracias a las fans, había logrado llegar tan lejos y vender tanto, una parte podía opinar que debía buscar ayuda y otra simplemente podían darlo por un caso perdido.

La vida de Taemin dependía plenamente de sus fans, todo lo consultaba con ellas, no daba un paso sin que ellas estuvieran de acuerdo, hacia todo lo que ellas pedían, las complacía en absolutamente todo sin importar lo riesgoso, loco o ilógico que fuera su petición. En un principio, nadie lo veía mal, incluso llegaron a aprovechar eso como una estrategia de marketing, logrando numerosas ventas y mucho más reconocimiento para el grupo y el chico, pero después, la situación se tornó gris, alarmante y asfixiante.

Taemin se había convertido en un completo desconocido.

─ ¡Oye, Taemin!─ Le llamó su hermano mayor un día que se reunió toda la familia─ ¿Puedes hacer un espacio en tu agenda e ir de vacaciones en navidad con nosotros? Hace varios años que no pasamos una navidad en familia y mamá y papá quieren estar contigo este año.

─Realmente no sé si pueda, hyung. Me tardé un poco en sacar mi último álbum y las fans no están contentas, debo trabajar en algo rápido─ respondió pensativo─. Quizás para el año entrante pueda.

Definitivamente, esa no era la respuesta que esperaban sus familiares. Taemin no era de los que ponían el trabajo antes que a su familia, pero al parecer, ya no era el mismo. Paulatinamente, el menor empezó a cambiar en ciertos aspectos de su vida, sus prioridades empezaron a ser otras y para cuando se dieron de cuenta, la dependencia ya había incrementado. Por supuesto, el chico se concentró únicamente en su trabajo, esforzándose para dar lo mejor de sí y tener la aprobación plena de las fans, bajando su peso de forma alarmante, pasando horas y horas encerrado en la sala de prácticas o en el estudio, pasaba largas horas pegado a un teléfono haciendo una transmisión en vivo o posteando en instagram, una vida nada saludable y que lo llevaría al colapso.

Todos alrededor estaban preocupados, amigos, familiares, compañeros de trabajos e incluso, algunas fans también estaban preocupadas, la vida del chico corría peligro y esta creencia se hizo más real el día que tuvo su primer ataque de ansiedad y depresión. Decir que fue horrible se queda corto, los miembros del grupo tardaron alrededor de una hora en calmar su ansiedad y la depresión no se fue hasta unas semanas después, ¿y cuál fue el detonante de esta fea situación? El no poder cumplir los estándares de sus fans.

Su ultima canción no había sido lo esperado y por supuesto, las criticas no se hicieron esperar. El ver como muchas de las personas por las cuales se esforzaba lo destruían por simplemente querer hacer algo un poco arriesgado lo dejo completamente mal. Se concentró tanto en las criticas negativas y no vio el otro porcentaje que le apoyaba, animaba a continuar y compartían con orgullo su trabajo.

Desde ese momento, nadie quitaba los ojos de encima de Taemin. Cada persona a su alrededor estaba al pendiente de él, ya sea directa o indirectamente, le vigilaban y cuidaban de todo, en especial de las redes sociales.

Y entre las personas que más lo vigilaban, estaba Haseul.

Haseul era una amiga de la infancia de Taemin, un pilar en la vida del chico, una de esas personas que ya no se consiguen y la razón de algunas de sus sonrisas en medio de la adversidad. Después del primer ataque de ansiedad del chico, la menor se convirtió en una presencia constante en la vida del mayor, le llamaba, iba a verle, le escribía con frecuencia y trataba de ayudarlo en cada cosa que podía. Poco a poco y sin que ninguno lo notara, el amor fue floreciendo entre ambos, las miradas coquetas, los roces inocentes y los besos de azúcar empezaron a formar parte de sus encuentros, llevándolos después a un bonito noviazgo.

Todo marchaba bien entre ellos, tenían esa clase de noviazgo que el mundo envidiaría, un cuento de hadas en el mundo actual. Para Haseul, Taemin era el mejor novio, y para Taemin, Haseul era la chica de sus sueños. Su relación floreció y se fortaleció, pero a pesar de eso, había algo que daba una tonalidad gris a toda aquella paleta de colores, la opinión. El mayor se sentía un poco agobiado, pues las fans repetían constantemente que él no podía tener pareja, porque era de ellas.

Las fans no se sentían del todo cómodas con el hecho de que Taemin tuviera pareja, desde su debut, habían vivido con la creencia de que ellas eran sus novias, les molestaba el imaginarse a su idol con alguien que no fueran ellas, incluso, les enfurecía imaginarse que alguna del fandom tuviera la suerte de estar con su idol favorito. Por otro lado, se sentía agobiado porque estaba en una encrucijada, de un lado estaban las fans y su constante presión sobre él para que no tuviera pareja y del otro, estaba su amor por Haseul. Pasaba sus tiempos libres pensando en que hacer, su corazón estaba dividido, no sabía que decisión tomar, las personas a su alrededor le explicaban constantemente que debía seguir su corazón, que tenía el derecho a ser feliz y si su felicidad era ella, entonces no tenía que dudar.

Contra todo pronóstico, Lee Taemin se casó con Shin Haseul.

Los primeros meses, todo fue perfecto, el sueño anhelado de cualquier pareja recién casada. A Taemin se le dio permiso para poder estar con su esposa y sin duda, ambos lo disfrutaron al máximo y crearon recuerdos inolvidables, pero, cuando regresaron a Corea, todo se fue en picada.

El mayor volvió a meterse de cabeza en su trabajo y su esposa le entendía, porque más allá de ser su sueño de niño, era su trabajo y el mercado cada día se hacía muchísimo más competitivo, pero, eso no justificaba la forma en la que estaba actuando. Las visitas a su casa se volvieron escasas y si iba, pasaba la mitad del tiempo pegado al teléfono leyendo comentarios, posteando o haciendo transmisiones en vivo, transmisiones en donde por supuesto, ella no salía; los momentos íntimos de pareja eran pocos y si los había, parecía un maratón puesto que tenía que irse rápido a trabajar en alguna canción o coreografía.

Haseul empezó a sentirse dejada de lado, sentía que solo era el juguete con el cual Taemin liberaba su frustración puesto que ya ni los mensajes contestaba y las llamadas quedaron completamente erradicadas. La menor sentía que para su esposo ella estaba quizás, en el quinto lugar de sus prioridades y aunque muchos creían que se estaba comportando como una perra, ella tenía un punto de vista diferente de la situación.

El día en que el mayor le pidió matrimonio a la chica, ambos se sentaron a hablar, como adultos, sobre cómo iban a llevar su matrimonio y la vida pública del chico. No es un secreto para nadie que a veces, en el mundo de la fama, es mejor tener a tu pareja en las sombras y no en boca de todos, para así evitar inconvenientes que puedan desencadenar cosas no gratas; pero en el caso de esta joven pareja, ambos vivían con el ideal de no esconderse y poder intentar vivir una vida normal en medio de un mundo dominado por la opinión pública.

Taemin había prometido que iría poco a poco dando a conocer su vida privada y anunciar su matrimonio pero, que no podía hacerlo de la noche a la mañana cuando lleva años haciéndole creer a millones de chicas que eran sus novias, era un proceso largo y tenía que ser llevado con calma y lastimosamente, ese proceso nunca empezó. El mayor se olvidó de las promesas que le hizo a su esposa y siguió viviendo como si nada y quizás, llevando su dependencia y obsesión un poco más lejos, al punto tal donde si le quedaban dos horas para dormir, era mucho.

El chico no notó la creciente tensión entre ellos, tampoco la forma tan distante en que su esposa le trataba, incluso, no le prestó atención al hecho de que los mensajes de buenos días ya no llegaban y que los te amo habían desaparecido. Todo estaba en tonos grises y estos se intensificaron un día en donde la menor fue con él a un fanmeeting. A pesar de estar dolida, ella no dejaba de apoyarle en todo y de estar para él, por lo que aceptó con los ojos cerrados acompañarle, creyendo muy en el fondo que cambiaría, que le daría un poco más de protagonismo en su vida, pero estaba totalmente equivocada. 

Mientras la chica miraba todo tras bastidores, un sonriente Taemin respondía animadamente a las innumerables preguntas que sus fans le hacían y una en específico puso todo el ambiente tenso y a todas en expectativa.

─Oppa, ¿tienes novia?─ Una chica de unos aproximados dieciséis años había lanzado la pregunta que marcaría la continuación de un joven matrimonio.

─No, oppa es completamente suyo─ respondió el mayor sin siquiera detenerse a meditarlo y algo dentro de Haseul se rompió por completo.

Decir que lloró el resto del evento en el camerino era una epifanía, se sentía terriblemente dolida y traicionada, como si no valiera absolutamente nada para él. Uno de los managers se quedó con ella mientras que el otro acompañaba al mayor, él solo la escuchaba y consolaba, sabiendo ya que esa relación no daba para más si el chico no cambiaba.

─ ¿Qué pasa cariño? ¿Por qué estas llorando?─ Preguntó Taemin en cuanto entró al camerino, notando a su esposa completamente roja y con ojos hinchados.

─ ¿Y todavía tienes el descaro de preguntarlo?─ Bufó y se puso de pie.

─Nosotros los dejamos para que hablen─ los managers salieron del lugar con un muy mal presentimiento.

─ ¿Qué está sucediendo, Haseul?─ Taemin se quitó la chaqueta y miró a su esposa.

─Deberías preguntar más bien qué no está sucediendo─ la chica se pasó una mano por el cabello y suspiró, debía soltarlo todo.─ Mira Taemin lo intenté, ¿ok? Realmente intenté entender tus horarios, tu contrato, tu vida como idol, intenté entender todo este royo de vivir con alguien donde su tiempo libre depende de una agenda, te apoyé y estuve en cada momento donde me necesitaste pero, ya no puedo más.

El mayor la miraba confundido, no estaba entendiendo el punto a donde quería llegar la chica, más no le interrumpió.

─No puedo seguir viviendo una vida donde yo no soy una de tus prioridades─ soltó sin rodeos ni titubeos.─ Cuando me pediste matrimonio hablamos del tema de tus fans y realmente no he visto que hayas hecho algo de lo que prometiste, y por si fuera poco, acabas de negarme frente a millones de ellas. Taemin, estoy cansada de vivir una vida donde yo no soy más que tu juguete sexual, no me llamas, no me mandas un maldito mensaje de buenos días, no me das un mísero espacio en tu burbuja donde solo vives tú con miles de desconocidas.

Haseul había dado rienda suelta a su lengua y realmente dudaba mucho poder contenerse y bueno, si era sincera, no tenía intenciones de hacerlo.

─Puede que suene tóxico lo que estoy diciendo, incluso se puede malinterpretar, llegar a la conclusión de que quiero ser el centro de tu vida pero, esta es la realidad que estamos viviendo ─las lágrimas empezaron a hacerse nuevamente presentes.─ Cariño, no sabes diferenciar tu trabajo de tu vida privada, de hecho, ya no tienes una vida, eres un juguete y la mitad de ellas, porque debo aclarar que tienes muchas fans que son consciente de que eres un maldito ser humano con derecho a tener una vida propia, te manipulan a su antojo. ¿Hace cuánto no ves a tus padres? ¿Cuándo fue la última vez que saliste con tus amigos? ¿Sabías que Minho oppa está por casarse y eres uno de los padrinos? ¿Desde hace cuánto no juegas con tu sobrino que te admira?

Aquellas preguntas dejaron al mayor meditando y mientras más hablaba Haseul, más pequeño se sentía.

─Taemin, yo no quería alejarte de tu vida como artista, es tu trabajo y tu sueño, pero me hubiera gustado formar parte de el, ayudarte, estar contigo en cada etapa pero, no había lugar para mí porque siempre estaban ellas de primeras─ la menor se acercó a él y acarició su pálido rostro─. No quiero esta vida, no quiero ser un cero a la izquierda, no me agrada el saber que solo sirvo para darte sexo, no quiero que nuestro hijo vea que solo soy una muñeca para su papá.

─ ¿Nuestro hijo?─ Preguntó el mayor sorprendido.

─Tengo dos meses y medio de embarazo pero no pude decírtelo, porque no tienes tiempo para tu familia─ suspiró─. No puedo seguir a tu lado, no mientras tengas esta enfermedad obsesiva por cumplir estándares absurdos, mientras dejes que otras personas te tengan como un títere. Perdóname cielo, pero ya no puedo continuar contigo mientras todo esto nos rodee.

La chica se colocó de puntitas, dejando un pequeño beso sobre los labios de su amado, sintiendo las calientes lagrimas derramarse por sus mejillas. Su corazón dolía cuando pensaba en que estaba dejándole pero, no podía seguir viviendo así y mucho menos si estaba embarazada.

─Necesitas ir a terapia amor─ susurró pegando su frente a la de él y rozando sus narices─, pero esa es una decisión que solo tú puedes tomar, solo tú puedes decidir salir de ese lugar en el que estas atrapado y seguir adelante. Si lo decides, puedes estar seguro de que estaré para ti, poyándote pero, no puedo seguir contigo mientras sigas en este hoyo.

Taemin no supo en que momento había empezado a llorar, las lágrimas caían como una cascada por sus ojos y solo podía pensar en que la mujer de su vida le estaba dejando, estaba perdiendo una de las cosas más valiosas que tenía en su vida y por los momentos, no sabía cómo detenerla.

─Te amo, ¿Sí?─ Susurró como un secreto.─ Espero y siempre tengas presente lo mucho que te amamos, no solo tu hijo y yo, si no también tu familia y amigos.

Con lentitud, se separó de su amado para ir por su bolso y salir del lugar. Sentía como si estaba dejando una parte de sí misma con él, casi podía jurar que el dolor que sentía la iba a consumir pero, creía firmemente que la decisión que había tomado era sin duda la mejor para los dos.

Según dicen, el primer paso para afrontar la realidad es la negación y justamente esa era la etapa actual de Taemin. Después de lo sucedido, el chico se encerró en su estudio y se negó a salir por varios días, tampoco contestaba las llamadas de sus hyungs o de sus padres, y estaba reacio rotundamente a abrirle la puerta a cualquier ser humano, solo dejaba entrar a la perrita de Kibum, la cual siempre llegaba con alguna carta de parte de las personas que se preocupaban por él.

La mente del chico aún, después de dos semanas, le daba vueltas a las palabras que su esposa le había dicho, cabe resaltar que le había hecho un spam de mensajes, donde la única respuesta que recibió fue la foto de una ecografía. Estaba empezando a llegar a la conclusión de que se estaba volviendo loco y su vida estaba acabada.

Había desaparecido de las redes sociales y no se le había visto en público, por lo que las fans estaban en un estado total de alerta, sacando conclusiones e inventándose historias absurdas. Recibía miles de mensajes diarios, estos variaban entre amenazas de que si no volvía se irían del fandom, mensajes de aliento y apoyo y otros de preocupación genuina.

Una tarde, mientras analizaba cada mensaje que recibía, entendió lo que su esposa había querido decirle y en como él mismo había arruinado su vida. Nunca había corrido tanto como ese día, recorrió la empresa entera hasta dar con sus hyungs y como un bebé, se echó a llorar, sin parar de repetir que era un idiota y que le perdonaran.

─Vamos Taemin, cálmate, no hiciste nada malo─ Jinki acariciaba los rubios cabellos del menor, en un vago intento de hacerlo sentir más tranquilo.

─Claro que sí, los deje de lado, fui malo con todos los que me quieren por no darme cuenta que estoy enfermo─ el menor soltaba pequeños sollozos mientras intentaba abrazarse a las personas que habían estado constantemente en su vida después de su familia─. Y entonces ahora Haseul se fue, triste y embarazada. Arruiné todo a mí alrededor.

─Bueno, pero gracias a Dios lo que tienes se puede tratar─ Minho estaba siendo apresado por el brazo derecho de Taemin y sentía que empezaba asfixiarse─. Solo debes tomar la decisión de buscar ayuda profesional, nosotros vamos a estar allí para ti y me alegra muchísimo que hayas venido a hablarlo con nosotros, no vamos a dejarte solo.

─Extraño a Jonghyun-hyung─ susurró sollozando más fuerte─, el sabría qué hacer en estos casos.

─Seguro te diría que busques ayuda médica, que no te hundas solo y te apoyes en las personas que amas─ Kibum le sonrió y le abrazó con fuerza.

Después de horas de hablar con sus hyungs y desahogarse, Kibum y sus managers le agendaron una cita para el siguiente día con un psicólogo. En sus primeras sesiones le acompañaron los miembros, después se les unieron sus familiares, amigos, managers, dejando la más importante de todas para cuando el chico se sintiera un poco más listo de afrontar la realidad y pedir disculpas como era debido.

La primera  sesión fue muy dura para el chico. A pesar de haber tomado la decisión de ir allí, el tener que hablar con un desconocido sobre como se sentía y sumarle el decir en voz alta que estaba enfermó significó todo un reto para él. Conforme avanzaron las sesiones, las cosas mejoraban, poco a poco empezaba a ganar confianza para hablar, ponía en práctica cada ejercicio y consejo que le daban, y lo más importante de todo, empezó a sentirse mejor consigo mismo.

Su siguiente cita era el lunes, por lo que el domingo se encontraba frente al departamento de Haseul, con un ramo de flores y una caja de sus dulces favoritos. La chica era la última persona que faltaba por acompañarle a sus citas y por supuesto, era la más importante. Caminaba de un lado a otro en la entrada mientras repetía miles de veces el discurso que había preparado antes de ir hasta allí, repasando cada palabra para no olvidar nada.

Y bueno, todo se le olvidó en cuanto Haseul abrió la puerta.

Si sus cálculos no fallaban, la chica debía estar entrando en el quinto mes de embarazo, contando que cuando se separaron tenía dos meses y medio, y habían pasado un mes y medio sin verse. La camisa blanca de algodón que llevaba la chica marcaba perfectamente el pequeño bulto que empezaba a formarse en su vientre, haciendo que su corazón latiera desbocado de la emoción y al mismo tiempo se sintiera mal pues él no había formado parte de ese proceso.

─Hola, Taemin─ Haseul fue la primera en romper el hielo y traer al mayor a la realidad.

─Hola...Y-yo venía porque...Y-yo─ el chico se sentía ridículamente nervioso, por lo que no podía formular una oración coherente. Respiró hondo y cerró los ojos, buscando calmarse y poder hablar claramente, o intentarlo─. Yo tomé la decisión de ir a terapia y vine a pedirte perdón. No cumplí mis promesas, tampoco te di el lugar que te merecías y me comporte como un niño mientras tu soportabas todo y sufrías en silencio. Yo no veía lo que pasaba a mi alrededor porque era un muñeco dominado por personas que también están rotas, herí a muchísima gente, a ti, a mi familia, amigos, incluso, herí a muchísimas fans mientras estaba cegado por un pensamiento consumista y errado.

Haseul le escuchaba mientras Taemin vomitaba todo lo que sentía, caminando de un lado a otro, zarandeando el ramo de flores que, lastimosamente, ya casi no tenía flores que ofrecer, pues todos los pétalos estaban en el suelo.

─Yo realmente no sabía cómo te estabas sintiendo ni el daño que te hacía y tú nunca me lo dijiste─ tuvo que detenerse y respirar, volviendo a hablar esta vez más pausado.─ Quiero una segunda oportunidad Haseul, quiero enmendar mis errores, estar a tu lado durante y después de tu embarazo, ser feliz contigo porque te amo y eres una de las personas más importante en mi vida. Después de que te fuiste me sentí miserable y ese sentimiento aumento cuando entendí a lo que te referías, sí, soy un poco lento, pero lo entendí y busque ayuda.

─ ¿Estás viendo a un psicólogo? ─Preguntó la chica con un nudo en la garganta, quería llorar por todas esas cosas que le estaba diciendo su chico.

─Dos veces a la semana, tres horas al día─ respondió mirándola con ojos llorosos.─ He tenido sesiones individuales y en grupo, he ido con mis hyungs, managers, amigos, padres y solo me faltas tú. No me sentía listo para pararme frente a ti y pedirte perdón, no tenía cara ni el valor para afrontar la realidad pero, aquí estoy y solo espero que me perdones y me des la oportunidad de ser alguien mejor para ti y nuestro hijo. Yo realmente quiero una familia contigo Haseul, lo deseo mucho y estoy dispuesto a cambiar aspectos de mi vida laboral para que no afecten en mi vida privada.

Para esas alturas, el mayor estaba llorando y arrodillado frente a ella, ofreciéndole las ramas que quedaron del ramo de rosas y la pequeña caja con dulces. La menor soltó una risita y se arrodillo frente a él, secando sus lágrimas y apartando los dulces y el ramo, abrazándole después.

─No era necesario que te arrodillaras, te perdoné el día que me hiciste spam en kakaotalk─ susurró divertida─. A partir de ahora, no más secretos, más comunicación y mucho amor, ¿está bien?

El chico asintió efusivamente, escondiéndose en su cuello y dejando pequeños besitos.

─Todo lo que tú digas, pero por favor, no vuelvas a dejarme─ pidió entre lágrimas.

─Claro que no, a partir de ahora, seremos nosotros contra todo y nos apoyaremos mutuamente.

Desde ese momento, muchos aspectos en la vida del idol cambiaron, empezando por sus horarios y el trato hacia sus fans. Cuando volvió a ser visto, expresó públicamente que estaba felizmente casado y en espera de su primer hijo y también se disculpó por lo egoísta que había sido y por cómo había dañado a muchísimas chicas con sus discursos y por haberles mentido.

No todas reaccionaron igual, por supuesto. Muchas se fueron del fandom, otras lo entendieron y también le hicieron llegar sus disculpas, y el resto le ofreció apoyo y miles de bendiciones para la familia que empezaba a formar.

Los discursos de Taemin cambiaron, su forma de ser y el cómo manejaba su vida también. Ahora, en vez de decirles a todas que era sus novias, las alentaba a hacer sus vidas, también les ofrecía consejos para la autoestima baja, depresión y ansiedad, incluso, algunas veces contestaba por instagram a aquellas chicas que le escribían en medio de una crisis, él se había convertido en un idol completamente diferente y alentaba a sus compañeros en la industria a hacer lo mismo.

Haseul le apoyaba en todo, convirtiéndose en su secretaria y en la mujer que le acompañaba en todo momento y era su principal apoyo en sus momentos difíciles. El pequeño Taeho era, sin duda, uno de los bebés más felices del mundo y rodeado de tanto amor que era difícil procesar tanta azúcar y brillos.

La historia de Taemin había dado un vuelco gigantesco, pero había aprendido del proceso y ahora, vivía una vida feliz, con sus altos y bajos pero, con personas a su alrededor que lo apoyaban en todo y ayudaban a mantener la cabeza en alto.

Ya no era un muñeco, ahora era un ser humano que podía vivir libremente.


A veces somos egoístas, nos cegamos y no nos detenemos a pensar en otros.

A veces, somos imperfectos.

A veces, cometemos errores y no los notamos a tiempo.

A veces, se nos olvida que somos humanos, que sufrimos y lloramos como lo hace el resto.

En el mundo del entretenimiento, el no salir herido ante la mínima cosa es imposible, el no dañar a otro es un reto y el seguir adelante es una demanda.

En esta historia buscaba expresar una realidad que no todos ven, que a algunos se les olvida y otros simplemente pasan por alto. El daño psicológico no siempre es dirigido nada más a las fans, muchas veces no nos damos cuenta que herimos a los idols, con acciones, comentarios, palabras, incluso con una foto.

No siempre somos consciente que ese daño es un bumerang, y que así como nosotras salimos afectadas, ellos también.

Esto es una realidad que muchos idols viven y con la cual luchan, así no lo digan públicamente, puedes intuir que pasa con solo observar cómo se comporta y es triste ver que muchas personas simplemente hacen la vista gorda a esto.

Solo quiero decirte que ellos no son de tu propiedad y así como tú puedes ser feliz, ellos también lo merecen y más cuando dan todo por sacar el mejor contenido para hacernos felices. Permitámosles vivir una vida como el resto y seamos su apoyo en vez de su sufrimiento, seamos su luz en medio de lo oscuro y hagámosles saber que tienen el derecho a vivir sus vidas como quieran y que siempre vamos a apoyarlos.

No seas como el resto y recuerda que así como tu sufres, ellos también y duele saber que en algunos casos, nosotras somos las causantes.

Pido perdón si alguien se sintió ofendido, no era mi intención.

No busco crear polémicas y si solo vienes a buscar problemas, por favor, no lo hagas, no comentes cosas que puedan desatar una discusión absurda, no nos dañemos entre nosotras, recuerda que todo es ficción.

La historia esta inspirada en la canción Toy de Block B.

Sin más nada que decir, espero disfruten su lectura y puedan comentar o votar.

Bonsang Bomb se despide.

Sin editar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro