La humanidad entera es parte del mismo conjunto,

sea cuál sea la matriz de la existencia

esta se esparció como una raíz

partiendo de uno o varios puntos.

Al final todos somos lo mismo en distintas formas,

porque todo nos une con átomos que encajan

como diminutas piezas que se barajan,

desde el más pequeño microbio o célula,

hasta el más gigantesco cúmulo de estrellas.

No te sientas más, ni te sientas menos,

nunca sabrás por dónde pasó cada pieza de tu cuerpo

antes de llegar a formar lo que eres,

después de surgir de una estrella que estalló hace mucho tiempo.

Y en esta dimensión,

en la que todo cambia, mas no desaparece

existe algo que rompe cualquier barrera

y es el poder de la imaginación.

Atraviesas el umbral de la realidad sin dejar huellas,

puedes armar rompecabezas con piezas infinitas,

puedes volar y orbitar estrellas

todo parece posible cuando meditas.

Ya que somos todos uno, y uno es el todo,

es el propio universo que a través de nosotros

se cuestiona a sí mismo, tratando de entender su origen,

las leyes que lo rigen y el destino al que se dirige.

Y hoy no queremos pensar, nos hacemos daño,

nos ponemos brechas,

estamos cortando una mano derecha,

la humanidad que conocemos,

si trabajásemos juntos, nos costaría menos esfuerzo,

quizás somos la criatura más estúpida del universo.

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📌 Pazzenger