- ¿Te está pasando algo?

- No, mamá, ¿por qué dices eso?

- Tus notas han mejorado demasiado, cuando vi el correo pensé que se equivocaron de alumno.

YeonJun sonrió negando. Su cuerpo se levantó del sillón y comenzó a caminar hacia la cocina, escuchando las palabras de su madre.

- ¿Es el dinero que te mandamos? -la mujer preguntó confundida-. ¿O es que ya agarraste conciencia y por fin estudiarás?

- Lo segundo, mamá.

- ¡Ow, mi amor! Te quiero demasiado, JinHo también te quiere, ¿verdad, cariño?

- No, ¡él no me regaló el iPad que le pedí!

YeonJun rodó los ojos, tomando el pastel del refrigerador junto a un pequeña cuchara, y yendo de nuevo al sillón, dejando todo en la pequeña mesa del medio.

- ¡JinHo! -evitó reírse ante la pelea de su madre contra su hermano de apenas siete años-. ¡Hoy no jugarás con el Playstation!

- ¡Pero ma-

- ¡Nada, a tu habitación! -el sonido de pequeños pies pisando con fuerza las escaleras resonaron en el fondo de la llamada-. Este niño se vuelve tan rebelde... no recuerdo que tú hayas sido así.

- A veces los extraño -murmuró, escuchando silencio como respuesta-. O sea, no es como si quisiera estar con ustedes todo el día o por toda una semana: ustedes llegan a ser un poco intensos, pero me gustaría por lo menos verlos unas horas al día. Lo normal.

- Debe ser porque andas solo, cariño -su madre habló en un tono meloso-. Ya sabes, Jin ya no está contigo, supongo que te choca un poco.

El sonido de la puerta abriéndose llamó su atención, y fue inevitable sonreír cuando SooBin entró con un rostro cansado, tirando su mochila en el piso para acercarse a él arrastrando los pies, y sentarse a horcadas sobre su regazo, escondiendo el rostro en el cuello del mayor e importándole poco ese regaño que recibiría al dejar sus cosas tiradas.

- ¿YeonJun?

- Estoy bien, mamá -respondió finalmente, acariciando con su mano libre la espalda del menor, quien parecía haber tenido un mal día-. Tengo que cortar.

- ¿Tan rápido?

- Te devolveré la llamada luego.

- Eso espero, tú pareces que no tuvieras familia, nunca nos llamas.

- Lo haré.

El "muack" fue lo último que escucho de su madre, antes de cortar la llamada y tirar el celular a un lado del sillón.

SooBin se acomodó en silencio, disfrutando sentir los brazos apretar duro su cintura, con sobreprotección, y el frío aire acondicionado parecía no afectar la calidez del momento, YeonJun se dirigió a él:

- ¿Pasó algo?

- El profesor Min.

- ¿Qué más?

- El dueño del edificio.

- ¿Y...?

- EunWoo noona.

- ¿Quieres que me contacte con algún sicario?

Una suave risa resonó cerca a su oído, y el mayor se sintió bien al sentir la sonrisa de SooBin contra su cuello, abrazarse más a él y esperando que lo siguiera acariciando.

- ¿Algo fuera de lo común?

- No, Min solo está de pesado con los trabajos, el señor Jeong me quiere subir el precio de mantenimiento, EunWoo noona está que se aprovecha del cambio de horarios -el cuerpo de SooBin se removió, buscando acomodarse mejor-. Y ayer Jin hyung llamó.

YeonJun apretó los labios en un línea fina, deteniendo las caricias en la espalda del menor, y este suspiró.

- ¿Qué te dijo?

- Que considerara mudarme con él -YeonJun asintió para que continuara-. La transferencia no es tan difícil como pensaba, y... dice que me extraña.

- Uhum.

- Yo también lo extraño.

- Lo entiendo.

- Taehyun últimamente se la pasa mucho con BeomGyu, y Kai está muy enfocado en YooBin -el menor de separó ligeramente, pasando sus brazos alrededor del cuello de YeonJun-. Sonará ridículo, pero hasta ahora no me puedo sentir bien sin tener la atención de alguien sobre mí.

- SooBin-

- Y no puedo confiar completamente en ti, no sé si esta vez lo harás bien o si luego de follarme volveremos a ese ciclo -la voz de SooBin de pronto flaqueó, y Yeon apretó más, buscando una solución, pero sin poder encontrarla-. Quiero creer que saldrá bien, pero-

- Lo sé -cortó rápido-, si quieres ir, está bien.

- Tú-

- No mires por mi, piensa en ti mismo, SooBin.

- Quiero ser independiente, no temer a quedarme solo o aislado, pero me es difícil, no me siento preparado.

YeonJun volvió a asentir, era lo único que podía hacer ahora. Su cerebro no parecía pensar o buscar palabras para que SooBin se quedara. Él mismo había jodido su relación con el menor, y aún si quisiera esta vez quererlo sin miedo, no se podría.

- ¿Cuándo te irás?

- Eso lo verá Jin hyung -SooBin por fin lo miró, pero no duró mucho antes de esconder el rostro en el cuello de YeonJun, pidiendo con eso que lo volviera a acariciar.

El mayor lo hizo, tratando de que sus manos transmitieran tranquilidad al cuerpo de SooBin, y no ese miedo inmenso que lo estaba comenzando a invadir de pies a cabeza.

- ¿Volverás?

- Sí.

Su boca no le permitió preguntar "cuándo". De todas formas, volvería, SooBin no se iría completamente de él. No desaparecía por siempre.

Y tal vez, las cosas estarían mejor.

- Hyung.

- ¿Sí?

- ¿Llamarás?

- Te dije que tengo miedo de necesitar de alguien -murmuró, el cuerpo en sus brazos tensándose con temor-. Pero también te dije que ya no me importaba eso; si te quiero y necesito, te voy a llamar.

"Pero, ¿me quieres?"

El silencio por parte del menor lo puso nervioso, pasando una de sus manos por la espalda y la otra por su cabello ondulado, sintiendo los labios y nariz de SooBin contra su cuello.

- Soo -llamó por sobre el silencio del departamento luego de un tiempo casi infinito.

- ¿Q-qué?

- Deja de llorar como tonto y dale un beso a hyung.

- Hyung -la adorable queja del menor lo hizo sonreír, viendo su rostro ahora, en el cual había un puchero con la nariz levemente roja- ¡Usted también está llorando!

YeonJun rodó los ojos, alejando la mano de la cabeza de SooBin para limpiar ese rastro húmedo junto a la risa suave del menor embriagándolo.

SooBin le sonrió mostrando sus hoyuelos, como si su rostro no estuviera rojo al haberse puesto a llorar en silencio mientras sentía las caricias suaves de YeonJun por su cuerpo.

Antes de que pudiera hablar de nuevo para burlarse, el mayor cortó la distancia de sus rostros, dándole un beso cálido en los labios.

La mano del peli-azul recorrió su espalda, atrayéndolo más mientras que la otra en su nuca lo movía de lado para profundizar el beso, algo que no sabe canto duró, pero que lo envolvió en burbuja de tranquilidad hasta que quedó dormido.

Las manos del mayor lo cuidaron, y sus labios lo curaron. Quería creer que esta vez sí estaría bien, alejado de ese océano de emociones. Una prueba decidiría, por mientras, ambos se deberían esforzar más de lo que estaban acostumbrados.

•••

Hola bebés.

PERDÓN DE NUEVO AOSNSOJS esta semana estuve súper ocupada, además de que tenía muchas cosas pendientes.

Perdón también por lo corto del capítulo, sí :c

¿Cómo están? Yo estuve como boba en crisis, de verdad LANDOJS SABÍAN QUE EL AUTOCORRECTOR ME ODIA? pero cuando lo desactivo tengo que escribir con cuidado y que flojera :c

Miren:

Es un libro EN FÍSICO LAJWOSJDI que me lo habían mandando a hacer el año antepasado y- KAJJAJSJJSBS ME LO PUSE A LEER Y ALSBWOHD NO, F.

Ya bueno, bai bebés, los quiero mucho, cuídense y no anden tristes ¿ya? Todo les va a ir bien ❤️