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Capítulo Siete

—¿Puedes dejar de comerte todo lo que encuentras en el refrigerador?—preguntó YeonJun de manera enojada, a las seis de la mañana. Siendo ignorado por el chico que estaba enredado entre las sábanas jugando con su celular.—Te estoy hablando, SooBin. Contéstame.

—Tenía hambre.—respondió el chico de tez suave, sin dirigirle la mirada.—Ahora salga de mi habitación.

—¿Solo vas a decir eso?—el mayor se masajeó las sienes, tratando de no enojarse más.—Mira, yo no sé si tienes algún problema alimenticio que implique comer de más, pero si sigues consumiendo cosas pesadas en la madrugada, te hará daño.

—Yo estoy bien, usted es el que se está haciendo problemas.—Soo sonrió al ver como las monedas del juego aumentaban.

—¿Qué? Oye, tu hermano me dio el trabajo de cuidarte, y si te enfermas, yo seré el culpable.

SooBin bufó hacia el reclamo.—Si me enfermo es mi problema, ahora retírese.

YeonJun sintió que sus fosas nasales quemaban por el enojo.

SooBin últimamente se había vuelto más... más algo de lo normal.

Si antes era cortante, ahora lo era aún más. Sin contar que tendía a ignorar al mayor siempre que decía algo.

Y eso estaba empezando a joder a YeonJun.

—¿A qué hora crees que te vas a levantar?

El menor dirigió la mirada de su celular hacia Yeon, comenzando a enojarse.

—¿Usted está consciente de la hora que es?

—Antes te levantabas a las cuatro de la mañana a tocarme la puerta para hablar, no te p-

—¿Y acaso quieres que haga eso?

YeonJun se quedó en silencio.

Trató de relajar el enojo que lo consumía. SooBin no tenía la culpa de sus problemas, no tenía por qué desquitarse con él.

Pero ver al menor tirado en la cama, sin problema alguno y de forma relajada, lo estresaba más.

—No.—respondió.—Pero por lo menos deberías ayudar en las cosas de la casa. No haces nada en todo el día.

SooBin tiró su celular al lado de la cama, levantándose enojado y con frustración. Él había tenido una noche de puras tareas, se había madrugado con el trabajo de geografía, y todo para que hoy al idiota de su compañero de departamento se le ocurriera andar jodiendo.

—Te dije que te pusieras algo más largo.—empezó YeonJun, viendo las piernas desnudas del menor, mientras que este rodaba los ojos.

—Tengo shorts.

—Pero parece que no, te vas a resfriar. Tu hermano m-

—¿Por qué estás molestando tanto?—SooBin paró de estirar la manta de la cama, mirando enojado al mayor.—¿No tienes otra cosa que hacer? Vete.

—Recuerda que este sigue siendo mi departamento.—respondió YeonJun, frunciendo el ceño.—Y lamentablemente te tienes que acoplar a mis reglas.

—Me valen una mierda tus reglas. Y si eso te afecta, entonces me puedo largar con gusto de aquí.

YeonJun se acercó enojado al menor, intimidándolo con la mirada.

—¿Estás jodiendo? Por si no recuerdas, tu hermano paga para que estes aquí. Es por Jin que tienes donde vivir, por que por mi-

—¡Me importa una mierda si tu jodido novio paga para que yo viva aquí!—SooBin lo empujó en el pecho, comenzando a salir de sus casillas.—Y también si están peleados o si no te contesta los mensajes. ¡No me importa, déjame en paz!

—¿Te has vuelto loco?—YeonJun lo tomó de los hombros, empujándolo hacia abajo para que el menor quedara sentado en el borde de la cama.—¡Jin se esfuerza para que tú-

—¡Es que no me importa!—SooBin sintió su estómago retorcerse, mientras que nudo se formaba en su garganta, haciendo que sus ojos picaran.—Deja de molestarme. Si no quieres que esté aquí, dímelo. Taehyun o Kai pueden amablemente tenerme en sus casas sin hacer ningún escándalo. No como tú.

YeonJun se mordió el labio inferior, sintiendo su furia desvanecerse, y reemplazándose por preocupación al escuchar la voz entrecortada del menor.

—Si ya estás cansado, dilo.—La respiración de SooBin se volvió irregular, mientras mantenía la ojos fijados en los del mayor.—Simplemente dilo, por que yo también me estoy cansando.

—¿En serio te vas a poner a llorar?—murmuró YeonJun, sin quitar las manos de los hombros del menor.

—Vete de mi habitación.—masculló, suplicando que la frustración no lo hiciera llorar frente YeonJun.—Vete.

—Soo, sabes que-

—¡No me importa! Vete, maldita sea, ¡déjame estar solo!

—¡Basta!

—¡Lárgate!

El mayor lo empujó de los hombros hacia la cama, sosteniendo luego sus muñecas para evitar los forcejeos del menor mientras que se posicionaba encima suyo.

—¡Salte de encima!

—Te calmas primero.

—¡Ya es suficiente, suéltame!—SooBin forcejeó más para levantarse, siéndole imposible con la fuerza en sus muñecas.—¡Le diré a mi hermano!

—Cálmate.

—Suéltame.—sollozó SooBin, comenzando a llorar enojado.—Suéltame ya.

YeonJun tragó duro viendo el rostro del menor. Lágrimas, ojos cerrados, mejillas rojas, labios y su cuerpo temblando con pequeños espasmos al estar llorando.

Soo dejó de forcejear al sentir a YeonJun besarlo en la frente, luego en los ojos cerrados, en las mejillas.

En los labios.

¿Por qué tenía que ser así?

YeonJun soltó uno de sus muñecas para posicionar su mano en la pierna del menor, mientras que Soo soltaba un gemido al sentir una lengua extraña apoderarse de su boca.

SooBin enrolló sus piernas alrededor de la cintura del mayor, apegando más sus cuerpos. Sentía como Yeon soltaba por fin su otra muñeca, y aprovechó tener las manos libres para empezar a tocar.

La espalda de YeonJun era caliente, por más que hiciera un frío infernal. Soo metió las manos por debajo del polo del mayor, presionando sus dedos y aferrándose a la espalda caliente de su hyung.

YeonJun dejó de besar sus labios para besar su cuello, haciendo a SooBin jadear con libertad por el abrumador calor que sentía.

—¿SooBinnie se está cansando?—susurró cerca al oído del menor, dejando pequeños besos en sus mejillas.—¿Ya no quiere que le dé mimos?

El menor gimió cuando las caderas del mayor empujaron hacia adelante, simulando una embestida.

—¿SooBinnie quiere que siga?—murmuró, besando de nuevo los labios del menor.—Por que puedo parar.

—No.—murmuró, acercando más el cuerpo del mayor hacia él con sus piernas.

—¿No que?—YeonJun sobó las largas extremidades del menor, subiendo su mano hasta el muslo, notando la mentira del menor al decir que tenía un short.

SooBin mantuvo sus ojos cerrados, mordiéndose el labio inferior y soltando un jadeo cuando las manos del mayor lo acariciaron más.

—Sigue.—murmuró, levantando ligeramente el rostro para besar los labios del mayor, quien aceptó gustoso.

—¿Qué cosa?—YeonJun simuló otra embestida, comenzando a frotar sus cuerpos pero teniendo la molesta ropa interponiéndose.—¿Esto?

SooBin asintió rápidamente, gimiendo más fuerte cuando la estimulación se volvía cada vez más rápida.

—¿SooBinnie seguirá enojado conmigo?—le susurró en el oído, chupando luego el cuello del menor, donde probablemente se harían moretones.

—No, hyu- ah.—soltó otro gemido.—Hyung.

—Cuando SooBinnie llora, hyung se siente mal.—susurró, mordiendo ligeramente la piel del menor sin detener las embestidas.—Que no lo haga.

SooBin asintió, posando sus manos luego en el cabello del mayor, incitándolo para que lo bese.

Pero YeonJun paró todo cuando su celular comenzó a sonar, soltando un bufido por la interrupción.

SooBin lo soltó, sentándose luego en la cama y viendo como el rostro del mayor caía de forma tosca al ver el contacto que llamaba.

—Es tu hermano.—avisó Yeon, ante la curiosa mirada de Soo.

—Ah...—SooBin se lamió los labios, sintiéndolos secos al no tener la boca del mayor encima de ellos.—Ve a contestar.

YeonJun tragó duro, dirigiéndole una mirada que SooBin no logró entender.

Y el mayor salió de la habitación, dejando que el frío se apodara de nuevo del lugar.

"Cariño, ¿no ves que estoy llamando?"

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