Capítulo Final
- ¿Por qué esa carita de cachorro triste?
SooBin sonrió sin ganas, recibiendo unas manos juguetonas hacer cosquillas en su estómago, sacándole una carcajada-: ¡Jin hyung! -le gritó, quejándose-. ¡No hagas eso!
- Entonces no pongas cara fea -Jin se alejó de él, dejándolo comer tranquilamente el desayuno-. Cumples veintiuno, debes estar sonriente.
- No quiero.
- ¿No quieres? Uhm, ¡Joonnie, parece que SooBin no querrá el regalo que le compraste, se está comportando mal!
SooBin lo miró frustrado y suplicante, al mismo instante donde el moreno salía de una de las habitaciones recién despierto. Caminó a ellos con cansancio, dejando un beso en la mejilla del hermano de SooBin y despeinado los cabellos de este último-: ¿Cómo es eso de que Soo-gusano-Bin no está haciendo caso?
El menor rodó los ojos, volviendo su atención de nuevo hacia su plato-: Discutí con hyung -contó sin ganas a la pareja-. Ayer, en la mañana, y no me ha llamado para pedir disculpas.
- ¿YeonJun?
- Sí -SooBin levantó la mirada hacia ellos-. Y encima no hay excusa para no hacerlo, está de vacaciones.
- ¿Cuál fue la razón de la discusión? -NamJoon tomó asiento frente a él-. ¿Podrías contarme?
- Ya van dos años desde que me fui, dijo que por qué no lo visitaba -le respondió con una mirada caída-. No entiendo por qué me reclamó eso, nunca discutimos por algo tan tonto, además, él dijo hace poco que no importaba, que me tomara mi tiempo y cumpliera todo lo que tenga que cumplir aquí, ¿entonces por qué sacó ese tema?, es un idiota.
- Te debe extrañar.
- Esa no es razón para comportarse como un imbécil, yo también lo extraño, pero...
SooBin se mantuvo callado, levantándose unos segundos luego de la mesa y tomando su mochila.
- Ya no quiero hablar de eso -sus pies avanzaron hacia la puerta de la casa, siendo seguido por su hermano-. Iré a la universidad, se me hace tarde.
- Que te vaya bien -Jin acarició su cuello, poniéndose levemente en puntas para dejar un beso en su frente-. Y ya no reniegues, disfruta de tu día, cuando vuelvas celebraremos.
- Está bien.
•••
- Te extrañamos mucho -Kai le murmuró en la otra línea, sonando deprimido-. Cuando llegues, conéctate al grupo, meteremos a YeonJun y a BeomGyu también. YooBin también quiere aumentarse así que bueno... ¡una fiesta virtual!
SooBin sonrió. Ya había anochecido y las oscuras calles del lugar lo acompañaban junto a la melodía de la música.
- ¿En serio se unirán?
- Uhum, vendrán a casa de Taehyun hyung.
- Pero Taehyun y BeomGyu están mal desde hace dos meses... y ayer YeonJun y yo discutimos.
- Eso no importa, es tu cumpleaños -Kai soltó una corta risa-. Ay, hyung, ¡veintiún años! No lo puedo creer aún, ¿has crecido?
SooBin rió bajo, viendo a lo lejos su casa-: Lo sabrás cuando vaya a Corea.
- ¿Cuánto falta para eso?
- Tal vez en un par de semanas.
- ¡¿Qué?!
- Sí -SooBin sonrió emocionado-. Mis clases ya terminarán, y tal vez vuelva allá para quedarme.
- ¡Hyung, qué bien! -Kai chilló emocionado-. ¡Es fantástico!
El mayor asintió, comenzando a subir las escaleras de la última calle, rodeado de la oscuridad y sintiendo miedo. Las luces estaban completamente apagadas, como siempre, pero de alguna forma ahora lo hacía sentir presa de cualquier criminal.
- ¿Aún estás en la calle?
- Ya llego a casa.
- Te conectas a la videollamada.
- Está bien, adiós.
La llamada se cortó, y él metió su celular al bolsillo de su buzo. Su paso fue acelerado, rodeado de los árboles de los jardines y con un farol alumbrando la mitad del camino que tenía que recorrer.
Su corazón se aceleró cuando escuchó pasos detrás suyo, pero terminando por ignorarlo: no quería verse extraño.
Los sonidos poco a poco se hacían más cercanos, y las luces de su casa seguían prendidas, indicando que faltaba poco.
Falta poco.
Su pecho dolió, angustiándose demasiado. ¿Quién era? Las calles de ese lugar eran peligrosas, máximo le robarían el celular, y tal vez un pequeño golpe si es que no lograban quitarle la mochila rápidamente.
El laptop.
Diablos.
Bufó. Estaba bien, de todas formas podría comprarse otro cuando volviera a Corea.
- Stop it.
Un presentimiento molesto se apoderó de su garganta, deteniéndose al mandado y sin voltear a mirarlo. El miedo poco a poco se apoderó de su cuerpo cuando la manos se posaron en sus hombros desde atrás, acariciando suave sus brazos hasta llegar a sus manos.
¿Qué estaba haciendo?
El hombre tiró de él hacia su pecho, y su cuerpo quedó en shock cuando esos brazos lo envolvieron completamente.
El olor de ese perfume.
- ¿Crees que en serio soy capaz de enojarme por una estupidez?
- ¿Hyung?
Se liberó del abrazo para voltear, encontrándose con el, ahora, pelinegro. YeonJun le sonrió suave, moviendo ligeramente la mano como un saludo burlón, como si no se diera cuenta del mar de emociones que el menor comenzaba a sentir de pronto.
El molesto corazón palpitó con fuerza y sus ojos ardieron sin creerlo. Pero antes de que pudiera sonreír o decir algo, el mayor comenzó.
- Te seré sincero, sí me molestó que no te hayas tomado la molestia de volver en estos dos años -YeonJun se balanceó ligeramente sobre sus tobillos, dejando casi hipnotizado al menor-. Tuviste vacaciones, tuviste tiempo para por lo menos darte una vuelta por ahí-
- Te dije que quería ir y quedarme -SooBin interrumpió en un murmuro-. No aguantaría tener que subir de nuevo en un avión sin ti.
El pelinegro asintió, desviando la mirada de los ojos del menor, quien parecía en cualquier momento ponerse a llorar: si este lo hacía, terminaría hablándole de forma melosa, olvidándose de todo.
La pálida mano del peli-rosa tiró suave de su manga, y YeonJun se atrevió observarlo de nuevo, viendo esos ojos cristalizados pero alegres, con ese brillo especial y siendo acompañado de los hoyuelos característicos de su chico.
- ¿Puedes cumplir lo que dijiste? -una brisa fría los acercó indirectamente, tomándose de ambas manos-. Hazlo, hyung.
YeonJun bajó la mirada de sus ojos hacia los labios rosas, que eran adornados por la punta de una lengua acariciándolos por nerviosismo, entusiasta.
Él había pensado besarlo duro, cobrarle a SooBin todos los besos que pudo haberle dado durante dos años, morder sus labios, lamerlos, sentirlo.
Pero en cambio, su respiración se sintió nerviosa, sin poder creer que lo tocaría de nuevo, luego de tanto tiempo, tocar los labios de SooBin, ¿era un sueño?-: Bebé.
SooBin se lanzó hacia delante y juntó sus labios en un beso necesitado, sus manos yendo a las mejillas de YeonJun y obligándolo a seguirlo.
Esto era lo que necesitaba, sentir que se ahogaba mientras que el mayor de aferraba a su cintura, abrazándolo mientras que dejaba que SooBin hiciera lo que quiera con él.
Su boca se sentía cosquillear, explosiones, emoción, como un fuego artificial yendo al cielo y chispeando en aquella altura en medio de la oscuridad.
Un gemido roto soltaron los labios de SooBin cuando la lengua del mayor entró en ellos, saboreándolo y abrumándolo completamente. Las manos del peli-rosa pasearon por el cuello de Choi, subiendo a su cabellera negra y enrollando sus largos dedos en ella, queriendo sentirlo más, cada vez más, un poco más y-
- Estamos escondidos desde hace una hora como tontos esperándote, y tú aquí comiéndote la boca con YeonJun.
La voz de Taehyun lo avergonzó tanto que casi empuja a Yeon contra el farol.
¿Taehyun?
Su mirada volteó hacia la voz, encontrándose con todos. Absolutamente todos, Kai, YooBin, BeomGyu, Jin, NamJoon.
Taehyun con los brazos cruzados.
- ¿Q-qué-
- La velita se derritió- -dijo Kai con tristeza.
- Era azul y muy bonita, hacia chispitas -le siguió YooBin.
- Ustedes-
- Sorpresa -Taehyun lo interrumpió, mordiéndose el labio y viéndose notablemente avergonzado-. Feliz cumpleaños, SooBin hyung.
Y con esa frase terminada, sus dos mejores amigos, más una pequeña -tímida pero igual de entusiasta- lo envolvieron en un abrazo.
En un abrazo que necesitó durante mucho tiempo.
Tal vez recibiría burlas de Jin y NamJoon por llorar -se supone que ya no era un bebé llorón- pero justo ahora no le importaba. Justo ahora, en esa noche fría pero cálida entre esos brazos, podía sentirse rejuvenecer y sentirse completamente él.
Se sentía completo, rodeado de personas que quería, y que lo querían a él.
•••
Aviso: no es una segunda temporada, es la historia desde el punto del Taegyu, para los que no saben, subí una secuela de ellos, cuando termine completamente Tóxico, subiré capítulos.
Claramente esto no es el final, dentro de poco publicaré un epílogo, y bueno.
Ah.
Ah.
AY ALSNSOSNS
Buenooo, bebés, okei, no sé, hace tiempo que no ponía una nota de autora.
Quiero pedir disculpas por lo chiquito que es el final, y también pedirles disculpas por el tiempo que he demorado, que según mi punto, no cubre con lo que les estoy dando.
Estar en cuarentena no me sirvió de nada si no puedo salir y respirar y vivir e imaginarme escenas que aparecían en mi cabeza durante el transcurso del bus o en plena clase de trigonometría mientras veía a mi crush.
Estar encerrada hace que mi cerebro también se ponga así; por eso y más les pido disculpas. Ya me llegaron las ganas de ¿vivir? No sé, es extraño.
Pero onda, los extrañé mucho, se los juro. Probablemente luego del epílogo relea todo el libro, hay muchos comentarios que no leí y que quiero leer: ya se los he dicho, si escribo es por que quiero leerlos a ustedes, me divierten y me animan mucho, son lo más lindo que tengo, miles de gracias ❤️
Se supone que mi "nota" terminaría en el "ah" pero de pronto me emocione de leerlos de nuevo LANAONSOS y okei, bai bebés, los amo mucho, nos vemos pronto ❤️❤️❤️
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